Todos hemos estado leyendo o escuchando que después de esta crisis sanitaria las cosas no volverán a ser iguales, que nuestra normalidad cambiará.
En un principio, suponemos que será paulatino el regreso a la rutina, y aquí nosotros podremos tomar el ejemplo de otros países que estarán ya terminando el aislamiento, para retomar las mejores prácticas. Deberíamos observar y aprender de ellos, y así anticiparnos a los cambios.
Con toda certeza las cosas cambiarán, y sobre todo al principio; vendrá una explosión del e-commerce para la adquisición de muchos productos; al viajar por avión, además de las medidas de revisión por seguridad, ahora incluirán un sinnúmero de precauciones sanitarias; el turismo se reactivará a nivel regional en una primera etapa, y poco a poco a otros destinos; las reuniones, consejos, comités y juntas de trabajo en gran medida de manera virtual; inclusive podríamos pensar que aumentarán las consultas médicas remotas, y podría continuar con muchas más actividades que cambiarán.
Un claro ejemplo que será diferente es lo que antes era una sencilla experiencia al acudir a una tienda a comprar algún artículo como una chamarra, un abrigo, un pantalón o unos lentes. Seguramente habrá control para el acceso a las tiendas –nos tomarán la temperatura–, desde el número de personas que puedan entrar hasta la utilización de cubrebocas y gel antibacterial. Probablemente no se aceptará efectivo, tendrá que haber control y desinfección de los artículos que se pruebe un cliente y de todo lo que toque; en fin, podemos imaginarnos que lo que era una actividad cotidiana y simple, ahora será algo más complejo y que requiera cuidado.
Todo esto no nos debería preocupar, tendremos que ajustarnos y adaptarnos de buena manera y todos cooperando con la cordialidad y alegría que implicará regresar a nuestras actividades más sencillas, desde acudir a un centro comercial, a un restaurante, ir al cine, al boliche, a un bar o a jugar domino.
Nos debería preocupar que no tengamos pronto y de manera contundente establecidas las suficientes medidas para que se dé una sana recuperación de la salud y del empleo. La solución es que tengamos un Plan Nacional para que el país crezca de manera sostenida y sustentable. Ésta debería ser la preocupación y ocupación de todos.
Necesitamos pedirles a nuestros gobernantes y autoridades, a los partidos políticos, a nuestros organismos gremiales, a nuestras instituciones y a nuestro sindicato, tener pronto un plan, un gran pacto nacional cuyo objetivo sea recuperar nuestra salud, empleos y crecer.
En los últimos días hemos visto un enorme esfuerzo de parte del Banco de México, del Consejo Mexicano de Negocios y del Ejecutivo, pero desafortunadamente parece insuficiente, sobre todo porque no se ve un esfuerzo coordinado que abarque a toda la sociedad persiguiendo un mismo objetivo.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) está organizando un gran pacto nacional para recuperar los empleos y el crecimiento del país. Este plan incluye 10 acuerdos fundamentales y 68 propuestas específicas. Es urgente que todos participemos y ayudemos a su implementación, lo importante es que actuemos todos coordinados. Cuando nos referimos a todos implica a los cuatro grandes sectores de nuestra sociedad: el público, el privado, el obrero y la sociedad civil.
El que logremos restablecer una nueva normalidad y que ésta tenga éxito y sea permanente, implicará que el pacto apoye a los que más lo necesitan, a los que perdieron su trabajo o su empresa, y a los que estuvieron enfermos.
Por esto es fundamental, por no decir vital, que todos estemos involucrados en un gran acuerdo que busque el bienestar de todos, y sólo lo lograremos recuperando la salud y los empleos. Entre más pronto lo implementemos y pongamos a funcionar, será factible el regreso a una nueva normalidad.
En cualquier escenario que queramos ver o desarrollar, en cualquier acuerdo o pacto que se implemente, existe una constante para que regresemos a una normalidad que beneficie a todos y, de nuevo, a los que más lo necesitan, y ésta es que el país crezca de manera sostenida, y para que lograrlo debemos recuperar la confianza de nuestros inversionistas, de nuestros ahorradores, de nuestros consumidores, y de nuestra gente.
También puede interesarte: Pacto para recuperar la salud y el empleo.
Muy buen artículo. Es importante que no solo pensemos en uno. Tenemos que realmente pensar en actuar como sociedad. Ojalá el gobierno tome en cuenta lo del CCE.
No vamos a ningun lado sin el plan, pero para eso se necesita iniciativa y un gran lider. Lo tenemos?