Derivada de la Reforma en Telecomunicaciones, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFETEL), emitió una serie de medidas regulatorias dirigidas a América Móvil tras declararlo agente económico preponderante. Una de estas medidas fue la llamada “desagregación del bucle local” que es básicamente abrir la red de par de cobre que Telmex tiene instalada en todo el país para que pueda ser utilizada por terceros en la provisión de servicios.
Hace unos días, Telmex publico su oferta de referencia, que es básicamente el costo que cobrara a terceros por el uso de su red. Esta oferta ha sido considerada por los participantes del mercado como poco favorable respecto a lo que había ordenado el propio IFETEL anteriormente.
Mientras todo esto sucede, la otra mano de América Móvil, la que se conoce como Claro Sports, esta transmitiendo las Olimpiadas de Rio, las cuales por primera vez en nuestro país no son transmitidas por las principales cadenas de televisión abierta, Televisa y Azteca. Lo anterior se debe a que en el 2013 el Comité Olímpico Internacional vendió los derechos de transmisión en todas las plataformas disponibles al consorcio dirigido por Carlos Slim, y este opto por dar el acceso gratis a los usuarios por Internet (además de algunos canales de TV abierta oficiales).
Así es como México vive, por primera vez en su historia, unas olimpiadas que son transmitidas por Internet como punto primario de acceso a través de Claro Sports. En este ejercicio inédito en nuestro país, Chivas TV es su mas reciente precursor con resultados lamentables en cuanto a la calidad del servicio ofrecido.
Por su parte, Claro Sports ha presentado un servicio aceptable, mas no de grandes audiencias. La falta de experiencia en la producción de las transmisiones es notoria, carecen de un atractivo del cual no estábamos acostumbrados en nuestro país. Hoy nadie habla de llegar en la noche a casa a ver los programas especializados de Las Olimpiadas de Rio para poder adentrarnos en el drama y la gloria de una competencia del más alto nivel.
Adicionalmente, Claro Sports tuvo la fortuna de que la delegación mexicana no este registrando buenos resultados, y digo fortuna porque de haber tenido una muy alta concurrencia de usuarios en línea para acceder a una determinada competencia al mismo tiempo, muy probablemente hubiéramos experimentado una experiencia similar a la de Chivas TV. Es así como una casi nula producción de los contenidos y un gris desempeño del equipo olímpico nacional se tradujo en un servicio aceptable por parte de Claro Sports.
Ante el fenómeno de la convergencia tecnológica, es indispensable contar con un mercado de telecomunicaciones competitivo, abierto a la innovación y a la incursión de nuevos jugadores. La desagregación del bucle local es vital para reducir la preponderancia de América Móvil. Hoy no hay efectividad por parte del IFETEL para que esto suceda. Mientras tanto hoy “gozamos” de las olimpiadas menos vistas y vistosas de que tenga memoria.
