¿Existe algún secreto para ser feliz? ¿Cuándo fue la última vez que sonreímos?
Probablemente cuando hayamos tenido una gran alegría, como el nacimiento de un hijo, la boda de alguien cercano, un éxito profesional o cualquier otro evento por el estilo.
Pero qué pasa con los otros momentos en los que pensamos que son normales y rutinarios, ¿somos felices? Pocas veces lo somos.
¿Nos hemos puesto a pensar cómo llegamos a donde estamos ahora?
En el transcurso de nuestras vidas pasamos de ser bebés a empezar a aprender todas las maravillas que existen. Nos quedamos incrédulos y sorprendidos al escuchar sonidos, al descubrir de lo que somos capaces; al dar nuestros primeros pasos, decir nuestras primeras palabras, aprender a leer –lo que nos abrió un mundo nuevo lleno de imaginación–, tener nuestro primer amigo –esa persona que fue la primera con la que compartimos nuestro ser por completo–.
Ahora, muchos años después, pareciera que hemos olvidado todo eso y que ya nada nos sorprende. Y de la felicidad ni hablar, es como si cada vez fuera más difícil y necesitáramos más cosas para ser felices. Ignoramos y damos por sentado todo aquello que en su momento nos bastaba para sonreír.
¿Cuándo fue la última vez que sonreímos? Pero sonreír en serio, de esas sonrisas verdaderas que se ven reflejadas en los ojos.
¿Existe la felicidad natural y la felicidad inducida?
Nuestros organismos producen sustancias químicas que son responsables de nuestro estado de ánimo (dopamina, serotonina, oxitocina y endorfinas). Las podemos producir de distintas maneras, como haciendo ejercicio, tomando sol, riendo, comiendo, abrazándonos… recordando.
Ver fotos de años anteriores es regresar por unos instantes a esos momentos, es como si nunca te hubieras ido de esos lugares. Las emociones vuelven y puedes sentir el aire, el agua, el frío, el sol… vienen a tu mente los pensamientos que tenías y eres capaz de escuchar lo que decías.
Para no olvidar quiénes somos y de dónde venimos, deberíamos ver un álbum de fotos todas las mañanas antes de empezar el día.
Si estamos tristes o preocupados, nos serviría para recordar que en otro momento fuimos más felices y despreocupados.
Si es tan fácil ser feliz, ¿entonces por qué no lo logramos?
¿Será que no queremos ser felices o que simplemente se nos olvida serlo?
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