La grieta
El término es argentino y se refiere a la grieta que hay en la sociedad, para entender mejor este concepto recomiendo la lectura del capítulo “La grieta” del libro La conquista del sentido común de Saul Feldman, y del cual me permito copiar: La generación de odio hacia el “enemigo único”, señalado como responsable de los disensos, es su objetivo. La idea no es nueva, el término sí es nuevo. En Argentina el peronismo es un concepto que es odiado por amplios sectores de la sociedad, pero las leyes sociales de Perón nunca fueron anuladas por ningún gobierno. El término “grieta” comenzó, según el libro, en el año 2013 por la oposición y los medios de comunicación masivos contrarios al gobierno.
En Colombia también hay una grieta, y en este caso la propaganda proviene de los gobiernos y los medios de comunicación masivos favorables al gobierno. La izquierda, la guerrilla, es el enemigo único, y por eso los focos de poder que siempre tuvieron el gobierno en el país se opusieron al proceso de paz. Los demás criminales, la corrupción, e inclusive la pandemia, son factores que aparentemente hay que convivir con ellos. No dudo que el libro de Feldman también se puede aplicar aquí. La realidad de Colombia es distinta a la realidad de Argentina y creo, sin disponer de datos, que para ser pobre, mejor es serlo en Argentina. A diferencia de Argentina y Colombia, Israel no tiene una grieta, tiene muchas grietas. A veces pienso que esa cantidad de grietas ha permitido el desarrollo del país.
Derecha-izquierda, árabes-judíos, religiosos-laicos, askenazíes-sefaradíes. Todo eso puede convivir en un país “democrático” que se maneja sin Constitución. El actual primer ministro ha logrado durante más de 20 años, utilizando su calidad de orador, manipular a todo el mundo, logrando tener apoyo de fuentes que por naturaleza deberían estar en su contra.
La economía
La crisis económica emergente de la pandemia aún no se siente demasiado. Seguramente hay varios factores como la aceptación de que estamos en una guerra y hay que ajustarse a la situación; la impresión, casi sin límites, de dinero, por parte de los gobiernos, causará daños en el futuro y no sabemos qué sector los deberá cubrir. Los datos que se publican sobre la desocupación son impresionantes, pero tampoco es claro qué sector de la población está desempleada. Qué lugar ocupan los trabajadores informales en esas tasas. Nunca fui fanático de las estadísticas oficiales, aunque sí se pueden tomar en cuenta como indicadores. Los datos de consumo, por ejemplo, basados en tablas preparadas en el pasado, han perdido valor en este año. En una encuesta que me realizaron sobre mi ingreso económico, manifesté que no se afectó porque mi pensión se acreditó puntualmente en la cuenta bancaria, pero mi egreso se redujo sustancialmente ya que no gasto en combustible, ni en restaurantes, aparte de que hace tres meses estoy a dieta y no tengo gastos en turismo.
El trabajo en casa se impondrá por mucho tiempo, la telemedicina es otra de las nuevas costumbres, las ventas por internet se incrementarán sustancialmente y sin duda el pasear por los centros comerciales o las calles, que se caracterizan por tener comercios, se reducirá. Las empresas aéreas y el turismo tendrán otra cara. Es de estimar que tendrán una lenta recuperación.
Eso provocará grandes cambios en la macroeconomía. Las Bolsas de Valores han tenido este mes un retroceso con relación a la trepada acumulada hasta fin de agosto. Pensaba que no se sabría quiénes estaban detrás de los movimientos. En mi nota del pasado 31 de marzo publiqué:
Frente a los trabajadores tenemos el capital y sigo sin entender por qué no suspendieron la compra-venta de acciones y bonos en las Bolsas de Valores. La constante baja de los Valores, las banderas rojas, han despertado pánico y ante esto hay desbandada general. Las pérdidas de muchos son enormes. Pero esa mercadería alguien la compró. Nunca sabremos quién fue, pero no dudemos, los que compraron serán de los grandes beneficiarios de esta guerra. ¿Alguno cree que los bancos saldrán perjudicados?
En los meses de trepada regresaron los que vendieron en marzo y se incorporaron nuevos, y es de estimar que nuevamente saldrán perjudicados. Softbank, una empresa japonesa, es uno de los grandes jugadores en el tema de las inversiones en acciones y opciones de compra. Seguramente hay varios millonarios que hicieron mucho dinero con estos movimientos financieros. El público no llega a comprender porque realmente no le cuentan todo, que los fondos de pensiones, por ejemplo, también tienen sus inversiones en las Bolsas de Valores y son usualmente los que pierden.
Se habla de recuperación de la economía, de reinventarse y sinceramente espero que eso ocurra. Me pregunto si la sociedad de consumo que tuvimos hasta ahora será el futuro. Realmente no sabemos qué pasará. La creación de protocolos de bioseguridad –como los denominan pomposamente–, a veces parecen pesados y fuera de lugar, cuando muchas personas aún se oponen a utilizar el cubrebocas y no es claro cómo los sancionan.
Los políticos
En una nota publicada a fines de abril me referí a ellos: ¿Son realmente ellos quienes deben conducir esta lucha? No estoy convencido. En general y, por naturaleza, están acosados por la oposición, atemorizados por el éxito del mandatario, y temen perder las próximas elecciones
Los tres países que menciono se caracterizan por tener líderes de distintas características personales y no es seguro que tengan un carisma arrollador que conduzca a todo el pueblo o la inmensa mayoría.
Argentina: una nota de la BBC explica un poco quién es Fernández y su experiencia como jefe de gabinete le da un poco de crédito. Pero sin duda fue puesto como candidato por Cristina Fernández de Kirshner, que es la vicepresidenta y seguramente tiene qué decir en las decisiones del gobierno. De esa nota publicada copio: No aspiro a ser un gran presidente, aspiro a ser un presidente de una gran Argentina. Eso lo expresó antes del COVID-19. ¿Qué será después?
Colombia: El presidente Duque tiene aún menos experiencia que Fernández. No tiene experiencia alguna en sus 13 años en Estados Unidos como asesor en el BID ni como asesor en el Ministerio de Economía del presidente Santos. Su meteórica carrera que lo llevó a presidente, se la debe al expresidente Uribe que es en Colombia el equivalente a Perón en la Argentina.
La falta de carisma explica por qué ambos presidentes optaron por el confinamiento largo, de los más largos registrados y, sin embargo, las críticas que se les hacen son legítimas, pues el daño a la economía, sin haber evitado enfermos y muertos, es al fin y al cabo mas preocupante que el virus mismo; que si bien tiene alto nivel de contagio, no es el más mortal, ni es el más agresivo de todos. Para la mayoría de los que se enferman no deja de parecer una gripe.
Israel: Netanyahu es el más experto de los mandatarios mencionados, pero está muy ocupado con los juicios por corrupción en los que está envuelto y eso no le permite asumir las riendas por la necesidad de cuidar la coalición que los sostiene y, por eso, se estima que Israel tiene ahora una gran cantidad de enfermos después de haber pasado muy exitosamente la primera etapa.
Pongo el énfasis en los mandatarios porque todos los demás personajes que están relacionados con la atención o la guerra contra el COVID-19 no manifiestan, sinceramente, sus opiniones.
El futuro
Saber el futuro es un tema eterno, casi como desear quedarnos jóvenes. No sé exactamente cómo se filtró esa pregunta en el cuestionario de las enfermeras que tomaban la muestra de sangre para determinar si tengo o no COVID-19. Nuestro departamento (Atlántico) tiene el 5% de la población del país y llegó a tener el 35% de los muertos. En estos seis meses cambió mucho mi forma de pensar y no es que tenga algo muy claro, porque la edad es la edad y sobre ella poco puedo disponer salvo cuidarme razonablemente.
De todas maneras, estoy convencido de que al final, más que verdades, habrá muchos mitos. Para finalizar, haciendo remembranza de la gran autoridad del explorador Amandry, cuando “convenció a casi todos los historiadores clasicistas y arqueólogos (excepto a los griegos) de que las tradiciones antiguas escritas por Plutarco, Diodoro y otros escritores eran un mito, o una confusión, o un fraude deliberado”, yo opto por quedarme con la idea del “fraude deliberado”; recordemos que hay muchos portavoces, intereses y manipulación de por medio.
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