Colombia

Código compartido entre Aeroméxico y LATAM Airlines

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A partir de hoy los clientes de Aeroméxico y LATAM podrán comprar vuelos bajo este nuevo código compartido con Aeroméxico, LATAM Airlines Colombia y LATAM Airlines Brasil.

Los clientes de Aeroméxico podrán elegir vuelos de LATAM Airlines Colombia, con una oferta de hasta 14 destinos desde Bogotá y Medellín, como Cali y Cartagena. Con LATAM Airlines Brasil, tendrán opciones de hasta 40 destinos desde São Paulo, tales como Río de Janeiro, Curitiba y Porto Alegre, entre otros.

Los pasajeros LATAM Airlines Brasil y LATAM Airlines Colombia podrán elegir entre 39 destinos nacionales de la red de Aeroméxico desde la Ciudad de México, como Cancún, Monterrey, Guadalajara, Tijuana y Los Cabos, entre otros.

Los socios de LATAM Pass podrán acumular y canjear sus millas en todos los vuelos de Aeroméxico, que cuenta con una red de 70 destinos nacionales e internacionales. Del mismo modo, los socios de Club Premier podrán usar sus Puntos Premier en la red de LATAM.

Los socios de Club Premier tendrán acceso al salón VIP de LATAM en el Aeropuerto Internacional El Dorado en Bogotá. Los clientes de LATAM Premium Business y los socios LATAM Pass Black Signature, Black y Platinum podrán ingresar a los Salones Premier de Aeroméxico en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

A finales de 2020, LATAM mudará sus operaciones de la Terminal 1 a la Terminal 2 del AICM, lo que hará más ágiles las conexiones con los vuelos de Aeroméxico.

“Este acuerdo es en directa respuesta a las necesidades de nuestros clientes, ofreciendo mejores opciones de conectividad y servicio. Con LATAM, Aeroméxico tiene un nuevo socio con valores compartidos, que priorizan la seguridad y salud de sus clientes y colaboradores”, dijo Nicolás Ferri, CCO de Aeroméxico.

“Estos acuerdos son una señal del compromiso a largo plazo de LATAM con la conectividad de América Latina. Con Aeroméxico compartimos la pasión por el servicio y la innovación. Estamos comprometidos a ofrecer una experiencia líder a los clientes de todo el continente”, dijo Marty St. George, CCO de LATAM Airlines Group.

Grupo Aeroméxico y Grupo LATAM cuentan con protocolos para proteger la salud de sus clientes y colaboradores. Aeroméxico tiene un Sistema de Gestión de Salud e Higiene (SGSH) con el que aplica los más altos estándares en la industria, supervisados por un comité médico en el que participan expertos epidemiólogos.

Grupo LATAM, también aplica una estrategia integral de seguridad acorde a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las autoridades sanitarias de los países donde opera y la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés).

La terca e incompasiva condena del Vaticano a la eutanasia

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El mes pasado se difundió la noticia de que el Vaticano había publicado la Carta Samaritanus Bonus, Sobre el cuidado de las personas en las fases críticas y terminales de la vida, firmada por la Congregación para la Doctrina de la Fe, el 14 de julio de 2020. Se trata de un documento extenso con muchos aciertos en los lineamientos que da para proporcionar una adecuada atención a los enfermos que se encuentran sufriendo en el final de la vida: evitar el uso de la tecnología que prolonga la agonía de manera innecesaria, la indicación de proporcionar cuidados paliativos a los enfermos y de acompañarlos compasivamente. Sin embargo, la compasión que tanto se promueve en el documento, brilla por su ausencia al referirse a las situaciones en que un enfermo, consciente de la situación que está enfrentando y padeciendo un sufrimiento que le resulta intolerable, desea poner fin a su vida y contar con una ayuda médica que le permita morir sin dolor y en paz, lo que sería posible a través de la eutanasia o el suicidio médicamente asistido.

No, el Vaticano no cede y en esta carta establece que la eutanasia es un crimen contra la vida humana porque causa directamente la muerte de un ser humano inocente. No queda claro por qué: hay muchas personas, católicas incluidas, que desean contar con la ayuda de un médico que cause su muerte y de esta manera expresan la última libertad que les queda en el limitado margen de opciones que les impone su enfermedad; pueden así elegir ya no vivir. En la carta se advierte a quienes han decidido recurrir a la eutanasia o al suicidio asistido que no podrán recibir ni el sacramento de la absolución ni el de la unción de los enfermos.

Es importante tener en cuenta en qué contexto se da a conocer la Samaritanus Bonus; es precisamente cuando se discute el tema para legalizar la muerte asistida en diferentes países, entre los que están España y Colombia, siendo este último uno de los pocos del mundo que permiten legalmente la eutanasia y el único en Latinoamérica. Si bien en Colombia se despenalizó la eutanasia en 1997, y desde 2015 se cuenta con una normativa que estableció el Ministerio de Salud, es preferible que esté legalmente regulada y con este fin se debate actualmente un proyecto de ley en la Cámara de Representantes de este país. Por su parte, en España, el PSOE registró el 24 de enero de este año un nuevo proyecto de Ley de Regulación de la Eutanasia, el cual se sigue discutiendo en el Congreso.

iglesia y eutanasia
Imagen: Emaze.

La Carta del Vaticano está dirigida a los practicantes de la religión católica y se basa en la doctrina de ésta para sustentar su posición. Es, se aclara, un documento para iluminar a los pastores y a los fieles en sus preocupaciones sobre un misterio específico que sólo la Revelación de Dios puede desvelar; incluye entre sus destinatarios a instituciones hospitalarias y asistenciales inspiradas en los valores cristianos. El problema es que también amenaza de considerar culpables de una falta muy seria a quienes aprueben leyes sobre la eutanasia y el suicidio asistido, pues se hacen cómplices del grave pecado que otros llevarán a cabo. De esta forma se busca influir en las políticas públicas de diferentes países sin respetar su laicidad e ignorando que están constituidos por ciudadanos que creen en diferentes religiones o que no creen en ninguna. Tal parece que el Vaticano busca que se considere delito lo que en su dogma califica como pecado y que esto aplique a toda la población.

Los efectos de esta pretensión ya se están haciendo notar. El Comité de Bioética de España acaba de publicar su rechazo a que se considere la eutanasia como un derecho y se apruebe el proyecto de ley para regularla. No es difícil relacionar las razones que da este Comité con la carta emitida por el Vaticano, dadas sus semejanzas en la argumentación. El Comité afirma, por ejemplo, que permitir la eutanasia implicaría dejar de interesarse por la protección de la vida humana e impondría criterios económicos y utilitarios para desentenderse de responsabilidades familiares y sociales. Son argumentos falaces que estamos acostumbrados a escuchar cuando se invoca el “argumento” de la pendiente resbaladiza; éste afirma que cuando se permite la eutanasia (concediendo que hay casos en que se justifica éticamente), inevitablemente se termina aplicándola de manera abusiva en personas vulnerables que no querrían morir.

Esta aseveración (que no considero argumento porque falla en su demostración lógica) funciona por su fuerte peso psicológico porque quienes la crean (sin cuestionarla), dirán que no quieren que se cause la muerte de personas que quieren vivir. El problema es que no se demuestra que esto suceda. Son declaraciones que siguen la línea del Papa Francisco que ha hablado de la “cultura del descarte” como antes el Papa Juan Pablo II habló de la “cultura de la muerte” para referirse a quienes defienden que las personas tengan la opción de solicitar la eutanasia si así lo deciden. Yo diría que quienes apoyamos que esto sea posible formamos parte de una cultura a favor de una vida libre y digna, reconociendo que somos finitos, abogando por el respeto a la autonomía de las personas hasta el último momento y defendiendo que no se abandone a quienes lo único que piden al llegar a este punto, es ayuda para morir.

El Comité argumenta también que no se debe respaldar el deseo de las personas que piden la eutanasia para así proteger a otras personas vulnerables; ¿por qué no le importa afectar a las personas que quieren la eutanasia (y no protegerlas) en nombre de otras que supuestamente se verían afectadas? Sería más razonable establecer criterios muy claros, como se ha hecho en todos los países en que se permite la muerte asistida, para asegurarse que la ayuda únicamente se da a quienes han demostrado su capacidad para tomar voluntariamente la decisión de morir.  

Una de las razones que da el Comité para no legalizar la eutanasia es que el código penal español ha sido compasivo y no ha castigado con prisión a quienes la aplican. Concuerdo con la crítica de Fernando Marín, vicepresidente de la organización Derecho a Morir Dignamente de España, quien comenta que las personas que han ayudado a familiares a morir se han visto sometidas a experiencias terribles de investigación y siempre corren el riesgo de terminar en la cárcel.

peticion negada
Imagen: PGNitem.

Igualmente cuestionable, aunque esto lo repitan hasta el cansancio los opositores de la eutanasia, es que el Comité diga que ésta no se necesita habiendo cuidados paliativos. Si bien es cierto que una buena atención paliativa lleva a muchas personas que creían que ya no querían vivir a desear seguir viviendo, los mismos paliativistas reconocen que ni con los mejores cuidados paliativos es posible aliviar el sufrimiento, físico o emocional, de algunos enfermos. Esto parece saberlo el mismo Comité y por eso propone recurrir a la sedación, en tanto intervención de los cuidados paliativos, y aplicarla de una forma profunda y continua hasta la muerte en los casos en que el sufrimiento persista, sea físico o emocional. Una cosa es dar esta sedación al paciente que ya está por morir para que encuentre la muerte inconsciente y no experimente el sufrimiento causado por uno o más síntomas que no responden a ningún tratamiento, lo cual permiten las normas establecidas en diferentes países (muy deficientes en el nuestro). Otra cosa es llamar sedación a una acción que busca causar la muerte, porque no se puede aliviar el sufrimiento, aun si el paciente no está en los últimos días de vida; habría casos en que esta acción correspondería, más bien, a una eutanasia lenta y disimulada. En esto se cae cuando se afirma que la sedación sirve para resolver cualquier situación.

Finalmente, es totalmente absurdo referirse a la pandemia para argumentar en contra de la eutanasia, como lo hace el Comité, diciendo que es inaceptable considerar el tema cuando tantas personas mayores han fallecida por COVID-19 en condiciones indignas. De verdad, ¿qué relación? Se trata de dos problemas diferentes. Sin duda, las personas mayores deben ser atendidas oportuna y dignamente siempre. Por otro lado, hay otras personas, con diferentes enfermedades, que han llegado al límite de lo que consideran tolerable y desean ayuda para morir; respetar su deseo no afecta en nada la obligación de cuidar a otros pacientes.

Al analizar las razones del Vaticano para seguir condenando la eutanasia llaman la atención algunos supuestos. El primero es que da por hecho que un enfermo muy grave se encuentra en tal condición de vulnerabilidad, que se vuelve incapaz de tomar una decisión responsable sobre su vida, razón por la cual sería una terrible falta tomar en serio su pedido de querer morir. Es decir, los pacientes no saben lo que piden, pero el Vaticano sí. Necesitan afecto, atención, y medios para aliviar el sufrimiento; el discurso no se modifica aunque estos medios se hayan agotado, lo cual pasa en muchos casos. Hay que recordar a la jerarquía católica que en los lugares en que se permite la muerte asistida, uno de los criterios legales para aplicarla es, justamente, que se hayan agotado las alternativas para dar alivio al enfermo.

Otro aspecto que resalta es tanta insistencia en la Samaritanus Bonus de mantener la vida biológica, para lo cual afirma que la vida siempre es un bien. Eso corresponde que lo diga la persona que vive esa vida y determine si realmente sigue siendo un bien; puede ser que, como autora de su vida biográfica, reconozca que llegó el momento de ponerle fin. Esto es totalmente comprensible si se acepta que la persona es dueña de la vida que vive y puede tomar decisiones sobre ella. Hay muchos católicos que así lo piensan; que creen que así como Dios da la vida, mantiene su regalo hasta el final. Piensan también que es importante morir con serenidad y transitar en paz hacia la otra vida en la que creen y que, en ocasiones, la eutanasia es el medio para lograrlo. Con argumentos como estos, el teólogo Hans Küng ha sido uno de los más importantes defensores de la eutanasia para los católicos, siempre y cuando se trate de una decisión libre y responsable, y expone su propuesta para que la Iglesia cambie de actitud en su libro Una muerte feliz.

pacientes de eutanasia
Imagen: Actual.

Precisamente por entender que para un creyente católico la paz en el momento final de su vida es fundamental, considero cruel que el Vaticano siga manteniendo la posición de que comete un grave pecado quien recurre a ella, perdiendo, además, el derecho a la absolución y a la unción de los enfermos. De esta forma, cuando más lo necesitan, se priva a los católicos que consideren la eutanasia de los medios de que dispone la Iglesia para ayudar en el paso a la otra vida. ¿Dónde queda la compasión que tanto predica el Vaticano? El doctor Luis Muñoz, compañero en El Colegio de Bioética, propone una explicación con la que estoy de acuerdo y que se refiere a que la Iglesia necesita mantener el control de las conciencias en temas del inicio y el final de la vida, la sexualidad y la reproducción, entre otros, porque representa un poder que no quiere perder; trata de disfrazar su injerencia con argumentos y una supuesta piedad que no acaban de convencer.

La jerarquía católica debería ser más sensible a las necesidades que expresan sus fieles y que desearían contar para el final de su vida con la tranquilidad espiritual para tomar la decisión que les permita despedirse de esta vida de la mejor manera. De otra forma, sucederá algo equivalente a lo que han tenido que hacer muchas mujeres que quieren seguir siendo católicas; siguen su propia conciencia al no poder obedecer a una jerarquía que a estas alturas sigue prohibiendo la anticoncepción.

Contrario a lo que afirman quienes se oponen a la muerte asistida, el permitirla mediante la eutanasia o el suicidio médicamente asistido no va causar que haya más muertes, sino que haya menos sufrimiento. Esto debería aplicar también para los católicos, pero lo más importante es que no se permita en los diferentes países laicos, en que se discute el tema, que sean razones religiosas las que impidan a todos sus ciudadanos contar con una opción que pueden necesitar para terminar su vida con dignidad. 

Por último, espero que el próximo 17 de octubre, en el referéndum que se celebrará en Nueva Zelanda, se vote a favor de que entre en vigor la End of Life Choice Act 2019, para dar a las personas con una enfermedad terminal la opción de solicitar una muerte asistida.


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Vituperios de una sociedad covidiana

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La grieta

El término es argentino y se refiere a la grieta que hay en la sociedad, para entender mejor este concepto recomiendo la lectura del capítulo “La grieta” del libro La conquista del sentido común de Saul Feldman, y del cual me permito copiar: La generación de odio hacia el “enemigo único”, señalado como responsable de los disensos, es su objetivo. La idea no es nueva, el término sí es nuevo. En Argentina el peronismo es un concepto que es odiado por amplios sectores de la sociedad, pero las leyes sociales de Perón nunca fueron anuladas por ningún gobierno. El término “grieta” comenzó, según el libro, en el año 2013 por la oposición y los medios de comunicación masivos contrarios al gobierno.

En Colombia también hay una grieta, y en este caso la propaganda proviene de los gobiernos y los medios de comunicación masivos favorables al gobierno. La izquierda, la guerrilla, es el enemigo único, y por eso los focos de poder que siempre tuvieron el gobierno en el país se opusieron al proceso de paz. Los demás criminales, la corrupción, e inclusive la pandemia, son factores que aparentemente hay que convivir con ellos. No dudo que el libro de Feldman también se puede aplicar aquí. La realidad de Colombia es distinta a la realidad de Argentina y creo, sin disponer de datos, que para ser pobre, mejor es serlo en Argentina. A diferencia de Argentina y Colombia, Israel no tiene una grieta, tiene muchas grietas. A veces pienso que esa cantidad de grietas ha permitido el desarrollo del país.

Derecha-izquierda, árabes-judíos, religiosos-laicos, askenazíes-sefaradíes. Todo eso puede convivir en un país “democrático” que se maneja sin Constitución. El actual primer ministro ha logrado durante más de 20 años, utilizando su calidad de orador, manipular a todo el mundo, logrando tener apoyo de fuentes que por naturaleza deberían estar en su contra.

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Saul Feldman, sociólogo Argentino (Imagen: Tiempo AR).
La economía

La crisis económica emergente de la pandemia aún no se siente demasiado. Seguramente hay varios factores como la aceptación de que estamos en una guerra y hay que ajustarse a la situación; la impresión, casi sin límites, de dinero, por parte de los gobiernos, causará daños en el futuro y no sabemos qué sector los deberá cubrir. Los datos que se publican sobre la desocupación son impresionantes, pero tampoco es claro qué sector de la población está desempleada. Qué lugar ocupan los trabajadores informales en esas tasas. Nunca fui fanático de las estadísticas oficiales, aunque sí se pueden tomar en cuenta como indicadores. Los datos de consumo, por ejemplo, basados en tablas preparadas en el pasado, han perdido valor en este año. En una encuesta que me realizaron sobre mi ingreso económico, manifesté que no se afectó porque mi pensión se acreditó puntualmente en la cuenta bancaria, pero mi egreso se redujo sustancialmente ya que no gasto en combustible, ni en restaurantes, aparte de que hace tres meses estoy a dieta y no tengo gastos en turismo.

El trabajo en casa se impondrá por mucho tiempo, la telemedicina es otra de las nuevas costumbres, las ventas por internet se incrementarán sustancialmente y sin duda el pasear por los centros comerciales o las calles, que se caracterizan por tener comercios, se reducirá. Las empresas aéreas y el turismo tendrán otra cara. Es de estimar que tendrán una lenta recuperación.

Eso provocará grandes cambios en la macroeconomía. Las Bolsas de Valores han tenido este mes un retroceso con relación a la trepada acumulada hasta fin de agosto. Pensaba que no se sabría quiénes estaban detrás de los movimientos. En mi nota del pasado 31 de marzo publiqué:

Frente a los trabajadores tenemos el capital y sigo sin entender por qué no suspendieron la compra-venta de acciones y bonos en las Bolsas de Valores. La constante baja de los Valores, las banderas rojas, han despertado pánico y ante esto hay desbandada general. Las pérdidas de muchos son enormes. Pero esa mercadería alguien la compró. Nunca sabremos quién fue, pero no dudemos, los que compraron serán de los grandes beneficiarios de esta guerra. ¿Alguno cree que los bancos saldrán perjudicados?

economia tras covid
Imagen: GettyImages.

En los meses de trepada regresaron los que vendieron en marzo y se incorporaron nuevos, y es de estimar que nuevamente saldrán perjudicados. Softbank, una empresa japonesa, es uno de los grandes jugadores en el tema de las inversiones en acciones y opciones de compra. Seguramente hay varios millonarios que hicieron mucho dinero con estos movimientos financieros. El público no llega a comprender porque realmente no le cuentan todo, que los fondos de pensiones, por ejemplo, también tienen sus inversiones en las Bolsas de Valores y son usualmente los que pierden.

Se habla de recuperación de la economía, de reinventarse y sinceramente espero que eso ocurra. Me pregunto si la sociedad de consumo que tuvimos hasta ahora será el futuro. Realmente no sabemos qué pasará. La creación de protocolos de bioseguridad –como los denominan pomposamente–, a veces parecen pesados y fuera de lugar, cuando muchas personas aún se oponen a utilizar el cubrebocas y no es claro cómo los sancionan.

Los políticos

En una nota publicada a fines de abril me referí a ellos: ¿Son realmente ellos quienes deben conducir esta lucha? No estoy convencido. En general y, por naturaleza, están acosados por la oposición, atemorizados por el éxito del mandatario, y temen perder las próximas elecciones

Los tres países que menciono se caracterizan por tener líderes de distintas características personales y no es seguro que tengan un carisma arrollador que conduzca a todo el pueblo o la inmensa mayoría.

Argentina: una nota de la BBC explica un poco quién es Fernández y su experiencia como jefe de gabinete le da un poco de crédito. Pero sin duda fue puesto como candidato por Cristina Fernández de Kirshner, que es la vicepresidenta y seguramente tiene qué decir en las decisiones del gobierno. De esa nota publicada copio: No aspiro a ser un gran presidente, aspiro a ser un presidente de una gran Argentina. Eso lo expresó antes del COVID-19. ¿Qué será después?

Colombia: El presidente Duque tiene aún menos experiencia que Fernández. No tiene experiencia alguna en sus 13 años en Estados Unidos como asesor en el BID ni como asesor en el Ministerio de Economía del presidente Santos. Su meteórica carrera que lo llevó a presidente, se la debe al expresidente Uribe que es en Colombia el equivalente a Perón en la Argentina.

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Iván Duque Márquez, presidente de Colombia (Imagen: Las2orillas).

La falta de carisma explica por qué ambos presidentes optaron por el confinamiento largo, de los más largos registrados y, sin embargo, las críticas que se les hacen son legítimas, pues el daño a la economía, sin haber evitado enfermos y muertos, es al fin y al cabo mas preocupante que el virus mismo; que si bien tiene alto nivel de contagio, no es el más mortal, ni es el más agresivo de todos. Para la mayoría de los que se enferman no deja de parecer una gripe.

Israel: Netanyahu es el más experto de los mandatarios mencionados, pero está muy ocupado con los juicios por corrupción en los que está envuelto y eso no le permite asumir las riendas por la necesidad de cuidar la coalición que los sostiene y, por eso, se estima que Israel tiene ahora una gran cantidad de enfermos después de haber pasado muy exitosamente la primera etapa.

Pongo el énfasis en los mandatarios porque todos los demás personajes que están relacionados con la atención o la guerra contra el COVID-19 no manifiestan, sinceramente, sus opiniones.

El futuro

Saber el futuro es un tema eterno, casi como desear quedarnos jóvenes. No sé exactamente cómo se filtró esa pregunta en el cuestionario de las enfermeras que tomaban la muestra de sangre para determinar si tengo o no COVID-19. Nuestro departamento (Atlántico) tiene el 5% de la población del país y llegó a tener el 35% de los muertos. En estos seis meses cambió mucho mi forma de pensar y no es que tenga algo muy claro, porque la edad es la edad y sobre ella poco puedo disponer salvo cuidarme razonablemente.

De todas maneras, estoy convencido de que al final, más que verdades, habrá muchos mitos. Para finalizar, haciendo remembranza de la gran autoridad del explorador Amandry, cuando “convenció a casi todos los historiadores clasicistas y arqueólogos (excepto a los griegos) de que las tradiciones antiguas escritas por Plutarco, Diodoro y otros escritores eran un mito, o una confusión, o un fraude deliberado”, yo opto por quedarme con la idea del “fraude deliberado”; recordemos que hay muchos portavoces, intereses y manipulación de por medio.


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COVID-19, ¿qué nos espera?

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Después de tantos meses de cuarentena, confinamiento, discursos vacíos de contenido de los políticos y demás personajes que aparecían en los medios de comunicación, no sabemos realmente nada. La vacuna aún no surge y no creo que sea la salvación absoluta. Sigo pensando que el cubrebocas es el primer remedio y el más efectivo.

El COVID-19 vino para quedarse, como tantas otras cosas que nos acompañan y todos los programas que nos plantean al día después de la contingencia sanitaria, porque no es “el día después de la pandemia” cuando se extinga el virus, sino el día que aceptemos que debemos convivir con éste. 

No comprendo al gobierno argentino y no sé cuáles son los objetivos al prolongar la cuarentena hasta el 11 de octubre. Debe haber algún interés político que los mueve a tomar estas decisiones que no son decisiones. La impresión de dinero sin productividad es un error. Los ricos, como siempre, por esas razones inexplicables, saldrán más fuertes tal como podemos leer en notas de todo el mundo. Los mayores afectados son la clase media y la pequeña empresa, y no es claro cómo y cuándo se recuperarán. La cuarentena se justificaba a mi entender para permitir reorganizar el sistema de salud e incluso la economía, pero no más de eso. Al día de hoy los datos son de 285 muertos por cada millón de habitantes y comparando con los países orientales como Japón con 12 y Corea del Sur con 7, muestra que el gobierno ha fallado. El sistema de cerrar todo con un mensaje “yo te protegeré” en lugar de dar un mensaje “cuídate”, deja mucho para pensar. Un mensaje que llegó hoy en Facebook describe la impresión que recibo de los mensajes de amigos: “Argentina está triste”.

argentina en cuarentena
Imagen: El Periodista.

La disfuncionalidad del gobierno es evidente a pesar de que la vicepresidente es una política muy experimentada habiendo sido dos veces presidenta y esposa del presidente que la antecedió.

Tampoco comprendo mucho al gobierno de Colombia y si bien la cuarentena, creo, se suspendió a partir del 1 de septiembre, todavía se mueve con mucha lentitud. Los restaurantes, por ejemplo, siguen vendiendo especialmente take away o domicilios. Con el pasar de los meses me he apartado mucho de la prensa y de la TV. Sencillamente me aburrí de escuchar tanto sobre la pandemia, la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos), la corrupción, etc. En un medio de comunicación secundario aparece en rojo el titular “Colombia sale mal librada de la larga cuarentena”. Aquí los datos a la fecha 20-9-2020 indican que son 475 muertos por cada millón. Sustancialmente más que en Argentina y sin que se publiquen datos de quiénes son los muertos, me permito pensar que la explicación está en la existencia de mejores planes sociales y jubilación en Argentina.

Aquí los trabajadores informales debían salir a obtener su alimento diario y escuché que muchos redujeron sustancialmente las calorías diarias. Datos que yo manejo intuitivamente o resultantes de mi larga experiencia profesional se muestran más detallados en otras de mis publicaciones; aquí sólo copio un párrafo: El COVID afecta mucho más a los pobres que los ricos, diez veces más grande la mortalidad entre el estrato 1 y 2 que con el estrato 6. Es distinto estar encerrada una pareja en un apartamento de cien metros cuadrados que una familia de cinco personas hacinadas en cincuenta metros. El COVID resultó que era desigual, ese cuento de que todos éramos iguales ante la muerte no resultó ser tan cierto.

pandemia pobreza
Imagen: EuroNews.

No es una sorpresa para mí, el 31 de marzo se publicó una nota de mi autoría que anticipa que estaremos peor, muchas expectativas del comienzo del confinamiento no se cumplirán.

El presidente de Colombia es un joven político sin experiencia y sin tener una trayectoria de haber hecho algo. Fue un nombramiento de su mentor, el expresidente Uribe y ganó las elecciones no por sus méritos sino por el profundo odio que tienen amplios sectores de la población a la izquierda, a la guerrilla, a los asesinos, en gran medida fruto de la furiosa propaganda de la derecha. Y esto lo digo después de haber leído en los últimos meses mucha historia colombiana. En una nota publico: En el país se secuestran personas de todos los estratos y de todas las edades; secuestran grupos armados que se reclaman revolucionarios como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN); grupos armados que se reclaman contra revolucionarios como los llamados paramilitares; secuestran delincuentes comunes, narcotraficantes y familiares, entre otros. También se asocian unos y otros perpetradores para secuestrar; es así que se observan prácticas como la venta de cautivos. Se secuestran personas durante horas, durante meses, durante años y durante lustros –la fuente de esta cita es de la policía y muestra claramente que la violencia es generalizada y no tiene padrino–.

Israel, mi tercer foco de interés, tiene otro tipo de problemas y es la falta de efectividad del gobierno cautivo de Netanyahu, que su único interés es no ir preso y hacer todo lo posible para sostenerse como primer ministro. Él se ha convertido como Luis XIV, el “rey Sol”, el Estado soy yo, cosa que les ocurre a muchos mandatarios. Con mucha inteligencia Netanyahu tiene a la prensa y la TV en sus manos y estimo que para evitar lo ocurrido en Estados Unidos con la guerra de Vietnam –recomiendo la película de Spielberg sobre este tema, sumamente interesante–.

Benjamin Netanyahu
Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel (Foto: Reuters).

No me extenderé en el tema de Israel, antes de la pandemia ya un 21% de los israelíes vivían bajo la línea de pobreza y en ese tiempo las arcas del gobierno estaban bastante llenas (pueblo pobre, estado rico), pero en estos meses se ha volcado mucho dinero para sostener la desocupación, el cierre de negocios y no hay proyectos claros de cómo salir de la difícil situación. Esta semana se determinó un cierre total, pero observando los detalles no parece muy total. Es más bien una cuestión política. Desde un comienzo sostuve que dejar a los políticos conducir esta guerra es un error. Prefiero recomendar la lectura de una nota del escritor David Grossman que es larga pero sumamente ilustrativa: Quienes han estado cerca de él testifican que nunca escucha. Está desapegado de la realidad y vive, a todos los efectos, en un espacio donde sólo él y sus intereses existen. Exteriormente puede mostrar, o hacer alarde de habilidad fantástica, poder, agresión, seguridad en sí mismo y una especie de preocupación paternal y compasiva por sus súbditos. Sin duda le gusta considerarse a sí mismo como un “padre de la nación”. Pero es un padre manipulador, cínico, explotador y utilitario.

Ciertamente preocupante y no es claro, en este caso, la función del Parlamento que supuestamente tiene 120 miembros que deberían supervisar al Ejecutivo. Todos, para mí, unos verdaderos traidores.

Israel llega hoy a 137 muertos por cada millón y por la información que dispongo también son los sectores más humildes los afectados.

El futuro, en este nuevo año hebreo, se ve gris.


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‘Popeye’ el temido sicario

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Quién era ‘Popeye’ el exjefe de sicarios de Pablo Escobar

Su muerte revivió fibras sensibles entre los colombianos que no olvidan las tareas delictivas que Jhon Jairo Velásquez hacia como jefe de sicarios del desaparecido capo de la cocaína y entonces líder del Cartel de Medellín, Pablo Escobar.

La prensa colombiana se volcó este jueves 6 de febrero para cubrir la nota de la muerte del temido sicario quién, después de haber confesado en 1992 que había asesinado alrededor de 300 personas, cumplió una condena de 23 años en prisión.

Jhon Jairo Velásquez, alías ‘Popeye’, nació en la población de Yarumal, Antioquía. En sus acciones delictivas se liga la muerte del excandidato presidencial Luis Carlos Galán Sarmiento, así como el atentado al avión de Avíanca que dejó 107 muertos y la bomba al edificio de la policía secreta de Colombia.

El sicario colombiano siempre se jactó de ser un asesino profesional de sangre fía y de ser el jefe de sicarios de Escobar, tatuando en sus brazos la frase “El general de la mafia”.

Tras cumplir su condena, ‘Popeye’ fue liberado 26 de agosto de 2014 y recapturado en mayo de 2018 en el operativo realizado a la fiesta de cumpleaños del narcotraficante Juan Carlos Mesa Vallejo, alias “Tom”, quien, según las autoridades, se había dedicado por 30 años al narcotráfico, acumulando una fortuna casi tan grande como la de Pablo Escobar.

El ‘Popeye’, falleció el 6 de febrero del 2020 en el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, INPEC, de Colombia, tras perder su lucha contra un cáncer de estómago que lo mantuvo hospitalizado desde diciembre de 2019.  

Paro nacional de Colombia: ¿realmente una exageración?

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En una nota de BBC Mundo sobre las elecciones[1], segunda vuelta, a efectuarse hoy en Uruguay, manifestando lo que está pasando en varios países de América Latina, menciona con relación a Colombia: A esto se suma la creciente crispación en Colombia.

¿A qué se refiere diciendo “crispación”? En el diccionario encuentro la explicación de Contracción brusca y momentánea de un músculo, nervio o miembro. Y si es brusca y momentánea, no creo que sea creciente. Tiendo a pensar que nadie puede definir la situación colombiana. Es que, hasta el 21 de noviembre, día del paro nacional en Colombia, aparentemente no pasaba nada, manifestaciones locales en diversos lugares no tenían mayor eco en la prensa y Colombia se perfilaba en el marco, por lo menos latinoamericano, como una tierra de paz, de estabilidad económica, Estado de derecho, una perfecta democracia.

No soy colombiano y resido en un lugar relativamente feliz, Barranquilla, que ya tiene los ojos puestos en el próximo carnaval[2], y no tiene mayores problemas, salvo Electricaribe con sus repetitivos cortes de luz[3]. Recomiendo mucho la lectura de ese enlace, pues permite adquirir una perspectiva no sólo de Colombia, sino de varios países de este bendecido continente. Ayer, por ejemplo, tuvimos 3 cortes de luz.

Con relación al paro del 21 de noviembre, muchos amigos del exterior me preguntaban si esa manifestación popular era real o provenía de la actual moda en diversos países por tender a exagerar las circunstancias. En otras palabras, a Colombia se le ve como un país muy tranquilo.

Paro en Colombia
Fotografía: Emol.

Para la CGT (Confederación General de Trabajadores), el llamado al paro es una actividad cívica, no violenta y sus objetivos señalan que: No existe una política de empleo, la ausencia de oportunidades laborales para los jóvenes, los incumplimientos con las dignidades agropecuarias, los transportadores, entre otros. Claro que todo no viene de este gobierno.

A propósito, les dejo un enlace al final de esta nota[4], de una interesante reseña del proceso del “llamado al paro”, los sectores que participaron y las diversas opiniones a favor y en contra del mismo.

El presidente le dio mucha importancia a dicho paro, tal como figura en el enlace: De las 25 declaraciones que ha hecho Duque en noviembre y que ha colgado la cuenta de Twitter de Presidencia, en 11 de éstas han hablado de la marcha, lo que muestra que quienes la convocaron ganaron la primera pelea que es de relevancia pública.

No fue un paro espontáneo, se preparó durante más de un año, lo anunciaron a comienzos de octubre y se fijó su fecha en noviembre para que fuera posterior a las elecciones regionales de octubre.

¿Qué pasa después del paro? Es difícil saber, una de las permanentes protestas de manifestantes en este país es que el gobierno no cumple sus acuerdos. Eso ha ocurrido en el pasado con los estudiantes y los campesinos. Un enlace claro en ese aspecto es el que declara[5]: Lo que uno ve son promesas incumplidas permanentemente y eso asfixia a las comunidades, eso deteriora la credibilidad del gobernante regional y hace que le pierdan la confianza en sus comunidades.

Paro Colombia.
Fotografía: Los Andes.

El presidente Duque ganó la presidencia porque tuvo el apoyo del ex presidente Uribe que es, sin duda alguna, el político con mayor caudal electoral. En este momento el presidente no tiene mucha popularidad, según las encuestas ha bajado de 58% a 27% a los 100 días de su gobierno. Según las encuestas: Para los colombianos la corrupción (26.9%), el desempleo (21.7%) y la inseguridad (9.6%) son los principales problemas del país.Le siguen la calidad y el cubrimiento de la educación (7.7%), la salud (6.8%) y los efectos de la situación de Venezuela (5.5%).

Es posible que ésta sea la primera nota de una serie que se merece el país. Recordemos que la distribución de la riqueza es aún peor que la de Chile, y que ha tenido tanto eco recientemente. Copio del último enlace del año 2016[6] otros datos relevantes: Los índices de distribución de la riqueza en Colombia son cada vez más preocupantes. Las últimas cifras son las siguientes: en relación con la propiedad de la tierra, 2,300 personas tienen el 53.5 por ciento (43’928,305 hectáreas) de la tierra aprovechable del país. Y en el sector financiero, la concentración de la riqueza es igual, pues 2,681 clientes tienen el 58.6 por ciento (185 billones de pesos) de todos los depósitos bancarios del país. Los otros 44.6 millones de cuentahabientes tienen sólo el 2.4 por ciento de todos los depósitos (7.6 billones de pesos).

Estos datos sobre la distribución de la riqueza, por un lado, y la absoluta desidia del pueblo, por otro, me llevan a pensar en la eficacia de la propaganda mediática que durante muchos años ha estado perdiendo su efecto, aunado también si tomamos en cuenta los 8 millones de votos que tuvo Gustavo Petro (de la izquierda) en las elecciones presidenciales pasadas y la derrota absoluta del uribismo y, por ende, el gobierno en las elecciones regionales efectuadas en octubre pasado.


Notas:

[1]Elecciones en Uruguay: por qué el país pondrá a prueba su elogiada estabilidad gane quien gane la presidencia“, BBC News-Mundo.

[2] Carnaval de Barranquilla, Wikipedia.

[3]Electricaribe: la historia de un fracaso social“, Portafolio.

[4]Rayos X al paro del 21N“, La Silla Vacía.

[5]Las promesas incumplidas del Gobierno a las regiones“, Dinero.

[6]Piketty tiene razón“, Semana.

El pueblo en la calle: Bolivia, Chile, Colombia

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Mi ideología, básica y esencial, comenzó a formarse en los primeros años de la década de los sesenta en el siglo pasado. Leí y aprendía sobre la expulsión del vicepresidente Nixon de la Universidad de San Marcos en Lima[1], la Revolución cubana[2] y viví dos golpes militares en Argentina,[3] en los que cayeron Frondizi e Illia. Todo esto me marcó –utilizando las acusaciones de los que me leen–, teniendo mitad gorila (golpista) y mitad “K” (Kirchner).

No tomo en cuenta el golpe de 1955 porque con los años aprecié que las enseñanzas de éste no era más que un lavado de cabeza, un adoctrinamiento, y eso hacen todos los regímenes. Recién comenzaba la escuela primaria y más que “palotes”, no sabía hacer nada. Muchos amigos de mi edad son hoy en día antiperonistas porque nos enseñaron que eso era malo, pero quizás no lo fue tanto, ya que la mayoría del pueblo argentino sigue siendo peronista después de tantos años. Posiblemente los que fallaron, por intereses personales, son los propios dirigentes peronistas.

Salto 50 o más años y llego al 2019. Una nota reciente[4] me lleva a pensar que nada ha cambiado. Los intereses de diversos grupos son los que determinan el quehacer de los pueblos. La influencia de los medios de comunicación al llegar ahora a toda la población, se hizo más eficiente. En el enlace sobre el golpe a Illia,[5] ante la pregunta de la influencia de los medios de comunicación, un analista señala:  se intentaba abarcar el mayor espectro posible de voluntades. Sin embargo, no estaba dirigida a un público general. La campaña de persuasión apuntaba, fundamentalmente, hacia el “público líder” integrado por políticos y comunicadores que actúan como amplificadores del mensaje.

Aquél era el año de 1966. Hoy, en el 2019, somos testigos de las violentas manifestaciones del pueblo chileno contra el gobierno de Piñera y la sorpresa del público en general que estaba alimentado de una prensa neoliberal favorable al gobierno y presentaba a Chile como la economía salvadora. No me sorprendí por las manifestaciones, ya que estuve en Chile en febrero-marzo y escuché a muchos quejarse de la situación. Incluso antes, cuando mencionaba que Chile es presentado como el país menos corrupto de América Latina, algunos amigos chilenos me alertaban diciendo que no me había equivocado, y sigue siendo un país sumamente corrupto.

Piñera y Morales.
Miguel Juan Sebastián Piñera Echenique, presidente de Chile junto con su ex homólogo boliviano, Juan Evo Morales Ayma.

Algo que no se publica mucho, y yo lo supe hasta que estuve allí, es que las ganancias de la industria cuprífera van en su mayor parte para las fuerzas armadas.[6] En publicaciones de izquierda pueden encontrarse datos sobre la distribución de la riqueza. El 1% de la población tiene el 26.5% de la riqueza (fuente de la Cepal).

Sin duda alguna, en Bolivia hubo un golpe de Estado y con la brutalidad de los golpes de los años 70. No debemos engañarnos y no importa qué justificación se da. Confieso que también fui prisionero de la prensa que decía que Evo es un tirano, la misma prensa que decía que los Kirchner eran una dictadura. Todo es mentira. Todo ha sido corrupción[7] y no sé cómo nos salvaremos.

Ayer hubo una manifestación en Colombia contra el presidente Iván Duque, por lo que esta preocupación lo llevó a tomar muchas medidas de seguridad, incluyendo cerrar las fronteras. Considero que las protestas son legítimas y su programa económico era envidiado por el presidente Mauricio Macri de Argentina.

El foro San Pablo[8] no es tan fuerte como el foro de Lima: Hoy en Bogotá se reúne el Grupo Lima y estos dirigentes actuales de este continente no son más que los representantes históricos de las fuerzas que gobernaron históricamente los países y que en su manejo dieron lugar al nacimiento de Perón en Argentina, Castro en Cuba, Allende en Chile, Lula en Brasil y sí, también a Marulanda en Colombia. Y debo agregar a otros, entre ellos a Morales en Bolivia y Mujica en Uruguay.

Esa reunión fue en febrero, y el grupo ha tenido el apoyo de Estados Unidos., convirtiéndolo aparentemente, en fuerte e influyente. Seguramente las manifestaciones en Chile, la liberación de Lula da Silva, las manifestaciones en Ecuador y el triunfo de Alberto Fernández en Argentina, aceleraron el golpe de Estado en Bolivia para mostrar y alertar. Como se comenta, volvemos a los años 70.

Pueblo en las calles.
Fotografía: Diario Octubre.

Acabo de visitar Uruguay y supongo que también ahí puede salir el pueblo a la calle. Es un país muy caro y al parecer a la clase media le está costando mucho mantener el nivel. Según los datos registrados que se tienen, la distribución de la riqueza no es tan mala como en Chile y Estados Unidos y, sin embargo: Los últimos datos disponibles indican que la riqueza total está fuertemente concentrada en Uruguay, con un índice de Gini superior a 0,82. El 1% más rico se apropia del 26% de la riqueza. El 0,1% más rico se queda con el 14%.

Ya estamos terminando el año 2019, ¿qué nos depararán los siguientes años? Para mí, con suerte, llegar a los 80 años. Ojalá llegue a resumir el decenio. Un titular de hoy me dejó en la lona, como un puñetazo cuando mencionaban que Trump y Netanyahu eran perseguidos y dicha persecución resultaba un peligro para la democracia.[9] Ellos son el peligro de la democracia. Copio la traducción de las palabras de Robert Kennedy Jr., hijo de Robert y sobrino de JFK: Trump no cayó del cielo. Es sencillamente la aceleración del proceso en el cual el gobierno de América pasa del pueblo a los dueños del capital. En ese proceso revientan todos los frenos con los que se enfrentan las corporaciones, entre ellos el cuidado del entorno.


Notas:

[1] https://bit.ly/2OHRxB8

[2] https://bit.ly/37nLE4m

[3] https://bit.ly/2qEOIsh

[4] https://bit.ly/37tUwph

[5] https://bit.ly/2qEf6T5

[6] https://bit.ly/34n1ydD

[7] https://bit.ly/338u40V

[8] https://bbc.in/2KI4yt2

[9] https://bit.ly/2XEaMzg