Brasil

Código compartido entre Aeroméxico y LATAM Airlines

Lectura: 2 minutos

A partir de hoy los clientes de Aeroméxico y LATAM podrán comprar vuelos bajo este nuevo código compartido con Aeroméxico, LATAM Airlines Colombia y LATAM Airlines Brasil.

Los clientes de Aeroméxico podrán elegir vuelos de LATAM Airlines Colombia, con una oferta de hasta 14 destinos desde Bogotá y Medellín, como Cali y Cartagena. Con LATAM Airlines Brasil, tendrán opciones de hasta 40 destinos desde São Paulo, tales como Río de Janeiro, Curitiba y Porto Alegre, entre otros.

Los pasajeros LATAM Airlines Brasil y LATAM Airlines Colombia podrán elegir entre 39 destinos nacionales de la red de Aeroméxico desde la Ciudad de México, como Cancún, Monterrey, Guadalajara, Tijuana y Los Cabos, entre otros.

Los socios de LATAM Pass podrán acumular y canjear sus millas en todos los vuelos de Aeroméxico, que cuenta con una red de 70 destinos nacionales e internacionales. Del mismo modo, los socios de Club Premier podrán usar sus Puntos Premier en la red de LATAM.

Los socios de Club Premier tendrán acceso al salón VIP de LATAM en el Aeropuerto Internacional El Dorado en Bogotá. Los clientes de LATAM Premium Business y los socios LATAM Pass Black Signature, Black y Platinum podrán ingresar a los Salones Premier de Aeroméxico en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

A finales de 2020, LATAM mudará sus operaciones de la Terminal 1 a la Terminal 2 del AICM, lo que hará más ágiles las conexiones con los vuelos de Aeroméxico.

“Este acuerdo es en directa respuesta a las necesidades de nuestros clientes, ofreciendo mejores opciones de conectividad y servicio. Con LATAM, Aeroméxico tiene un nuevo socio con valores compartidos, que priorizan la seguridad y salud de sus clientes y colaboradores”, dijo Nicolás Ferri, CCO de Aeroméxico.

“Estos acuerdos son una señal del compromiso a largo plazo de LATAM con la conectividad de América Latina. Con Aeroméxico compartimos la pasión por el servicio y la innovación. Estamos comprometidos a ofrecer una experiencia líder a los clientes de todo el continente”, dijo Marty St. George, CCO de LATAM Airlines Group.

Grupo Aeroméxico y Grupo LATAM cuentan con protocolos para proteger la salud de sus clientes y colaboradores. Aeroméxico tiene un Sistema de Gestión de Salud e Higiene (SGSH) con el que aplica los más altos estándares en la industria, supervisados por un comité médico en el que participan expertos epidemiólogos.

Grupo LATAM, también aplica una estrategia integral de seguridad acorde a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las autoridades sanitarias de los países donde opera y la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés).

Hora de ajustes en la respuesta a la pandemia

Lectura: 8 minutos

A cuatro meses de distanciamiento social para contener la propagación del COVID-19 en México, no se ve la luz al final del túnel. Al contrario: lo que hay son signos del riesgo de caos si no hay un influjo renovado de responsabilidad de las autoridades sanitarias y políticas. Lo mismo aplica para la ciudadanía en general, donde, sin embargo, persiste una enorme confusión que no ayuda para construir una mejor respuesta y tener una perspectiva menos sombría.

Para resolver un problema, lo primero es reconocer que lo tenemos. Hasta ahora no se ha visto esa disposición elemental en la conducción de la respuesta nacional a la pandemia, a pesar de que es evidente que México está inmerso en una verdadera tragedia de salud pública y en el panorama económico. Nos perfilamos hacia los 40 mil muertos como efecto del virus, y eso de acuerdo con las cuentas oficiales. Más allá de cómo manejos sui géneris de la estadística, no existen signos contundentes de descenso en contagios. Por el contrario.

Desde las conferencias de gobierno, en la máxima tribuna del país, de acuerdo con la empresa SPIN, que les da seguimiento, desde principios de abril se ha mencionado 14 veces que “vamos de salida”. Sin embargo, los contagios han aumentado 100 veces y las muertes se han elevado a 200 veces mayor.

Por eso es hora de hacer ajustes. Comenzando por asegurar una política de comunicación coherente y que genere confianza, constituida con información puntual y verificable. Que transmita directrices claras a la población, apegadas a lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De entrada, la exigencia de uso generalizado de la mascarilla, sin matices.

“Las mascarillas médicas pueden proteger a las personas que usan la mascarilla de infectarse, así como también pueden evitar que las personas con síntomas los propaguen”. Esto está en las indicaciones fundamentales de la OMS. ¿Por qué se le sigue poniendo reparos aquí?

respuesta a la pandemia
Ilustración: Fabio Buonocore.

Con eso, y buena coordinación con gobiernos estatales, en vez de confrontación para justificar el déficit de resultados, se ayudaría mucho.

Hay que atender las directivas y también a los llamados, incluso desesperados, de la OMS. Su Director General, quien dijo hace poco –entre lágrimas–, que el verdadero enemigo no es el virus, sino la falta de liderazgo, unidad y solidaridad mundial que han prevalecido en varios frentes de la contingencia en el mundo y en varios países. A lo que señaló el Director de Emergencias del organismo, quien específicamente ha alertado de que reabrir la economía en México, a pesar de las cifras de contagios, puede acelerar el brote, y máxime si las reaperturas de realizan sin las debidas precauciones. Tal como ocurrió en Florida o Texas y en otros estados de la Unión Americana, donde los gobiernos se han visto obligados a decretar la vuelta al encierro. Su consejo es sensato: “mensajes claros y consistentes sobre los riesgos” y “ser honestos con las comunidades sobre el nivel de la epidemia”.

Ejemplos a evitar: el caso estadounidense

México debe verse en el espejo de Estados Unidos y Brasil, para evitar lo que está pasando en esos países. Si no estamos a la altura, podemos acabar, junto con ellos, entre los tres países con más fallecimientos.

La columna del 9 de julio del columnista del New York Times, Paul Krugman, sobre la conducción de la pandemia desde la Casa Blanca, “The Deadly Delusions of Mad King Donald”, es elocuente.

Resumiendo: si hace un mes todavía era posible esperar que la presión de relajar el distanciamiento no tendría resultados catastróficos, ahora se despejaron las dudas de que la receta era contraproducente. Los especialistas, comenzando por Anthony Fauci, Director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas, que desde 1984 ha encabezado la respuesta de Estados Unidos a las enfermedades infecciosas, fue consejero de los cinco presidentes y ahora, con muchos problemas, de Trump, alertaron que no se cumplía ninguno de los criterios de responsabilidad para hacerlo.

respuesta trump covid
Ilustración: R. Fresson.

“Todo lo que advirtieron los expertos que probablemente sucedería, está sucediendo”, dice Krugman, Premio Nobel de Economía en 2008. “Los nuevos casos diarios de COVID-19 están dos veces y media por arriba que a principios de junio, y aumentan”. En vez de reconocer el error y corregir, porque “un presidente normal y un partido político normal estarían horrorizados”, pareciera que se dobla apuesta, insistiendo “en que el aumento en los casos reportados es solo una ilusión creada por más pruebas”.

Para Krugman, la pandemia vino a trastocar la confianza del inquilino de la Casa Blanca en tener éxito en las elecciones de noviembre gracias a la bonanza económica que heredó de la administración pasada, y que le daba cierta aceptación a pesar de sus rasgos más negativos: “Esto ayuda a explicar su extraña aversión a las mascarillas: le recuerdan a la gente que estamos en medio de una pandemia, que es algo que quiere que todos olviden. Desafortunadamente para él, y para el resto de nosotros, el pensamiento positivo no hará que un virus desaparezca”.

El caso brasileño

Sobre Brasil, es esclarecedor un artículo publicado por Alfredo Saad Filho, Profesor de Economía Política del King’s College de Londres, “Coronavirus: how Brazil became the second worst affected country in the world”, publicado en The Conversation.

“La pandemia de COVID-19 ha puesto bajo prueba de presión a países, economías y sistemas políticos como nunca antes”, dice Saad. “En ninguna parte el resultado ha sido más devastador que en Brasil, posiblemente el país con la peor respuesta”. La atribuye a dos factores esenciales: la aguda desigualdad social y un liderazgo polarizante que no ha estado a la altura.

En esta exposición, el Presidente Bolsonaro, en vez de unir a la nación, contribuyó a generar una parálisis institucional, avivando su antagonismo con autoridades locales, prensa y las distintas fuerzas políticas. Minimizó el desafío, refiriéndose al COVID como “sólo una gripa” de la que no se contagiarían los brasileños. Hizo del no uso de mascarilla una bandera política, como una especie de provocación a sus adversarios. No detuvo sus mítines y giras hasta que él mismo contrajo el virus, que se multiplicó por el enorme país sudamericano a partir de una reapertura apresurada y descoordinada.

Como en todo el mundo, los más afectados han sido los más pobres, a pesar de las voces que, como en México, dijeron que se trataba de un problema de la gente rica. En Brasil, el primer caso fue una empleada doméstica, que se contagió el entorno de su trabajo en un hogar de altos ingresos.

Sería fácil imaginar a un político inteligente y ambicioso demostrando empatía con la gente, bendiciendo a las comunidades privadas con amor y recursos, ordenando al gobierno que haga más e informando del progreso a la nación diariamente. Como cualquier ola de pandemia debe ser pasajera, esto sería un boleto de ida a la gloria.

bolsonaro covid
Ilustración: Lo Cole.

Como se ha visto fue todo lo contrario, junto con el caos de una fallida reactivación.

Inevitablemente se generó “un mosaico de reglas incoherentes”. Por ejemplo, centros comerciales cerrados en algunas ciudades, pero abiertos en las vecinas, mascarillas obligatorias en el transporte público sólo de algunos municipios… “Las reglas terminaron teniendo poco sentido incluso en una misma ciudad; por ejemplo, en São Paulo, los centros comerciales están actualmente abiertos pero los parques están cerrados”.

¿Una salida?

Como hoja de ruta, para actuar cuanto antes y como política ante futuras crisis, vale la pena considerar las lecciones empíricas que sintetizaron Julio Frenk, ex Secretario de Salud, y Octavio Gómez Dantés, investigador del Instituto Nacional de Salud, publicadas en la revista Nexos. Ayudan a entender el reto y las respuestas que hacen falta. Aquí algunas de las claves del texto “Covid-19 y salud global: diez reflexiones”:

No desdeñar las alertas de quienes conocen de los temas: desde fines del siglo XX, especialistas habían alertado de condiciones para un aumento en la aparición de patógenos, sobre todo respiratorios, y por su velocidad de difusión. En 2005, Bill Gates, a partir del bagaje de información de su fundación dedicada preponderantemente a la salud, advirtió que el mayor riesgo de una catástrofe global era una pandemia. Ocurrió lo que se temía: el brote de un virus particularmente contagioso y letal.
Los ahorros mal entendidos tienen un alto costo: los países no atendieron los exhortos de la OMS y otros organismos para fortalecer el sistema de vigilancia y respuesta. Con una mínima fracción de lo que han perdido las economías se pudo financiar un sistema global robusto.
La miopía y el aislacionismo de las realidades del mundo actual, tan interconectado, tienen consecuencias graves: a pesar de ello, ahora vemos que Estados Unidos suspende contribuciones y amenaza retirarse del único sistema de recolección global de información epidemiológica y que puede generar respuesta coordinada.
Contaminar con politización lo que exige enfoque técnico y directrices especializadas es receta para el desastre: liderazgos nacionales desestimaron los llamados explícitos de la OMS para una respuesta oportuna y sólida, sobre todo en gobiernos populistas. Trivializaron el peligro, desdeñando el consejo y la evidencia médica y científica. Se opusieron a directivas internacionales, como el uso de mascarillas, incluso con argumentos de “pensamiento mágico”.
Una pandemia exige movilización temprana, agresiva, coordinada e integral.
La confianza en los líderes es fundamental. Varios países respondieron pronta y efectivamente: Corea del Sur, Grecia, Noruega, Nueva Zelanda, Taiwán.

respuesta a la pandemia
Ilustración: Koren Shadmi

Resaltan el caso neozelandés: con sólo cuatro contagios, el 15 de marzo se sometió a cuarentena a todo visitante y en 10 días se decretó un cierre nacional radical. Se implementó una asertiva campaña de detección de casos. El liderazgo y la difusión se dio desde el máximo nivel. La Primera Ministra, apoyada por científicos y profesionales de la salud, enviaba mensajes claros, consistentes y concisos todos los días. A fines de abril la pandemia ya se había controlado casi por completo.
La pregunta no es si hay que reactivar, sino cuándo y cómo. El consenso: la pandemia debe estar bajo control local en términos de casos, y que las hospitalizaciones y muertes por COVID-19 estén disminuyendo de manera clara. Preguntémonos si eso pasa en México y en cada estado antes de tomar decisiones contraproducentes tanto para la salud como la economía.
La actividad económica debe reanudarse con extrema precaución en el transporte, los sitios de trabajo, las escuelas y los espacios públicos, con disposición total para reajustar en función de la información epidemiológica.
Es fundamental proteger con medidas especiales a poblaciones vulnerables, como adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, y fortalecer la búsqueda activa de casos y su aislamiento.
En todo el mundo el COVID-19 afecta desproporcionadamente a grupos de menos recursos, tanto en contagios como mortalidad. Por un lado, por problemas de hacinamiento; por otro, la necesidad de salir a ganarse el sustento. Aquí me parece preciso añadir que se necesitan políticas públicas específicas de apoyo económico. En México no hay ningún programa que ayude a millones que están perdiendo sus ingresos. 
La subinversión en la ciencia y la tecnología es un grave error. Estas áreas serán las que habrán de sacarnos adelante en ésta y futuras ocasiones. Añado que lo mismo aplica para el cambio climático, el otro gran desafío de nuestro tiempo.
La pandemia confirma la urgencia de un compromiso con el desarrollo sustentable. A nivel mundial y en cada país, no podemos seguir por un camino de crecimiento económico sin control y no sustentable. Frenk y Gómez Dantés destacan cómo factores como técnicas de producción masiva de pollo o cerdo, mercados donde se mantiene a animales en condiciones insalubres, la destrucción de hábitats y el cambio climático favorecen el cruce de barreras o la liberación de microorganismos con los que no hemos estado en contacto.

Aquí viene totalmente al caso el gran refrán de la sabiduría oriental: el mejor momento para plantar un árbol ya pasó; el segundo mejor momento es ahora.


También te puede interesar: ¿Pandemia versus globalización?

Al presidente de Brasil le dio ‘una pequeña gripe’

Lectura: < 1 minuto

Presidente de Brasil Jair Bolsonaro dio positivo en coronavirus COVID-19

Después de haber calificado a la pandemia del COVID-19 como ‘una pequeña gripe’, el presidente de Brasil, Jair Bolsonario dio positivo en coronavirus.

Fue el mismo Bolsonaro quién confirmó la noticia después de someterse a la prueba del coronavirus el lunes 6 de julio al presentar síntomas de fiebre y malestar en vías respiratorias.

El mandatario, que ha minimizado la gravedad del virus a pesar de que Brasil tiene el segundo brote más grande del mundo detrás de Estados Unidos, ofreció una entrevista a la estatal TV Brasil en donde señaló que había comenzado a sentirse mal el domingo 5 de julio y que estaba tomando hidroxicloroquina, un medicamento contra la malaria cuya eficacia contra el COVID-19 no ha sido comprobada.

Brasil tiene más de 1.6 millones de casos confirmados y 65 mil muertes por COVID-19, la enfermedad respiratoria causada por el coronavirus.

Bolsonaro ha desafiado reiteradamente las pautas locales para usar una mascarilla en público, incluso después de que un juez le ordenó hacerlo a fines de junio. También criticó las reglas de distanciamiento social respaldadas por la Organización Mundial de la Salud.

Durante el fin de semana, Bolsonaro asistió a varios eventos y estuvo en contacto cercano con el embajador estadounidense, Todd Chapman, durante las celebraciones del 4 de julio. Imágenes mostraron que ninguno de los dos utilizaba una mascarilla.

La embajada de Estados Unidos en Brasilia dijo por Twitter el lunes que su representante almorzó el 4 de julio con Bolsonaro, cinco ministros y el hijo del presidente, el congresista Eduardo Bolsonaro. El embajador no tuvo síntomas, pero se someterá a pruebas y está “tomando precauciones”, agregó.

Con información de Reuters

La destrucción de la institucionalidad

Lectura: 2 minutos

José María Benjamín González.

La destrucción del sistema político y de gobierno brasileño es una clara experiencia del proceso de destrucción que en la materia hoy vive México. La corrupción en Brasil y su aparente combate terminó afectado todo el entramado económico y social, obligando a que cada actor político y empresarial relevante terminara actuando para salvarse así mismo. Generando de esta manera un caos institucional y un repudio social. Odebrecht es sólo un nombre empresarial de una red empresarial que involucraba a las más importantes empresas del país en sus negocios con el gobierno. Pero la red empresarial se extendió internamente en todo ese país y echó anclas en buena parte de América Latina.

De igual modo, el vínculo de la corrupción involucró a todos los partidos políticos y órdenes de gobierno. Al final, Brasil votó en el hartazgo por la ultraderecha y hoy se puede pensar que hay una decepción social y ciudadana del resultado del cambio obtenido. En México el cambio político y de gobierno desordenado han llevado ya a la contracción económica, a una mayor violencia, y a la destrucción institucional. Ello dentro de una guerra fratricida del grupo gobernante, una oposición política paralizada y amenazada desde el gobierno en sus investigaciones sobre la corrupción. Proceso este último en el que la clase empresarial comienza a ver su futuro inmediato.

La amenaza velada parece ser la brida del supuesto control político y de gobierno en tanto la conexión popular con la ciudadanía manifiestan ya su agotamiento. Al tiempo que los servicios públicos como la salud, los apoyos públicos a los campesinos, o las promesas de campaña, también expresan su empobrecimiento y las finanzas públicas hacen agua.

Los paladines del gobierno actúan en el desconcierto institucional y obvian las manifestaciones de una corrupción rapaz, a la luz de un nuevo hartazgo ciudadano que se ha tornado en rabia y reclamo ciudadano. El cambio desatado ha terminado por gobernarse caóticamente a sí mismo, sin que haya visos de quien lo rige y concite.

Cuando los pueblos encuentran a sus clamados salvadores, normalmente encuentran a sus verdugos verdaderos.

Sub-17 de México pone el ejemplo

Lectura: 3 minutos

Ayer jueves 14 de noviembre de 2019, la Selección Nacional de México Sub-17 volvió a escribir su nombre con letras de oro en su tercera final de la Copa del Mundo, tras vencer en penales (4-3) a Holanda en el Estadio Walmir Campelo Bezerra en Brasilia. Fue un partido mayormente dominado por el conjunto europeo, sin embargo, México tuvo la mayor fortaleza física y mental para salir airoso y ganar su pase al último partido del mundial de Brasil 2019.

También te puede interesar: Sub 17 consigue la hazaña

Una historia que debemos recordar   

El Mini Tri poco a poco ha vuelto a demostrar ser favorito, tener un gran nivel y lucir como una potencia del certamen y ahora está a un solo paso de lograr un nuevo triunfo histórico y obtener su tercer título en el máximo circuito de esta categoría.

(foto:mediotiempo.com)

El camino de la Sub-17 es también muy joven. El torneo de la Copa del Mundo en esta categoría inició en 1985 y hasta 2003, México solo tenía dos logros en cuartos de final, momento en el que todavía la fase de grupos accedía a dicha fase. Perdió con Estados Unidos en 1993 y con Argentina en 2003. Fue hasta 2005 en el mundial de Perú cuando llegó a una final proclamándose campeón absoluto por primera vez ante Brasil con una goleada de 3-0.

(Foto:tudn.mx)

En 2007 la Sub-17 no pudo clasificar al mundial y en 2009 cayó en octavos de final ante Corea del Sur. El Tri Infantil volvió a estar en boca de todos por segunda vez al disputar la gran final del mundial de México 2011, en el que se impuso a Uruguay en el Estadio Azteca con un marcador de 2-0 en tiempo regular.   

Ya en 2013, la Sub-17 defendió el título obtenido en casa con otra destacada participación en una final más, que lamentablemente no pudo ser un bicampeonato debido a que la Selección Nacional fue derrotada ante Nigeria en los Emiratos Árabes Unidos con un contundente y doloroso 3-0.

En 2015 el conjunto azteca buscaba sacudirse la malaria del subcampeonato en el mundial que ahora se celebraba en Chile, pero el esfuerzo sólo alcanzó para un cuarto lugar y finalmente; en 2017 el sueño de conquistar la gloria internacional acabaría muy pronto, tras perder con Irán en octavos de final de la copa celebrada en la India.

Foto: @miseleccionmx

Ya en 2019, todo está listo para continuar ganando y México tiene una nueva oportunidad para disfrutar la gloria mundialista. Los contendientes están listos y se espera un encuentro electrizante. Con Brasil inició el histórico de triunfos y con la misma verdeamarela podría escribirse de nuevo otra alegría mundial para el futbol en el semillero de México. Lo sabremos el próximo domingo 17 de noviembre a las 16:00 horas igualmente en el Estadio Walmir Campelo Bezerra en la ciudad de Brasilia, Brasil.

¿Estás listo para apoyar al Tri? Compártenos con quién verás la final y gritemos juntos ¡VAMOS MÉXICO! 

Con información de marca, mediotiempo y los pleyers.       

Lula sin grilletes

Lectura: 2 minutos

El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sale de prisión en un día histórico para la izquierda brasileña.

Desde abril del 2018 Luiz Inácio Lula da Silva, quien dirigió la nación sudamericana de Brasil por 8 años, se encuentra purgando una condena de 12 años por delitos de corrupción. Pero ahora una resolución de la Corte Suprema de Brasil permitió que el ex presidente abandonara la prisión.

La decisión del alto tribunal brasileño estableció que un condenado sólo puede ir a prisión una vez se hayan agotado todos sus recursos. Dicha modificación ayudó a Lula, quien se encontraba encarcelado aún y cuando tenía abiertos diversos casos de apelaciones para evitar ser apresado .

La sentencia por la que da Silva fue encarcelado fue confirmada en tercera instancia pero el exmandatario apeló su caso al Supremo, quien aún no se ha pronunciado.

La decisión, sin embargo, no implica la automática liberación de todos los reos con apelaciones pendientes.

Será el juez de cada caso el que decida de forma individual, siempre y cuando se considere que no represente un peligro para la sociedad ni haya sido condenado por un delito violento.

Estas limitaciones no afectan, en principio, a Lula ni a las dos decenas de condenados en la operación Lava Jato, el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil.

Agradece a sus simpatizantes

Lula da Silva agradeció hoy a sus simpatizantes y amigos por acompañarlo y darle fortaleza durante los 580 días que estuvo en prisión.

Ante los cientos de simpatizantes, familiares y amigos que se encontraban frente a la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, en el estado de Paraná, Lula señaló: “ustedes no saben la dimensión del significado de estar aquí junto a ustedes”.

“Yo, que durante la vida entera estuve conversando con el pueblo brasileño, no pensé que estaría con hombres y mujeres que, durante 580 días, estuvieron aquí” sin importar la lluvia, el intenso calor y el frío, aseveró el exgobernante brasileño.

 “Ustedes han sido mi alimento de democracia que yo necesitaba para resistir esta bajeza, el lado podrido del Estado, de la justicia, de la policía, ellos intentaban criminalizar a la izquierda y a Lula”, indicó el exmandatario, ante las expresiones de júbilo de sus cientos de simpatizantes.

Con información de la BBC.