¿Las personas cambian? Después de hacer algo malo o equivocado, pensamos que podemos cambiar y ser mejores.
A quienes nos catalogan como una mala persona, les decimos que eso malo que hicimos quedó en el pasado, que hemos cambiado, que ya no somos esa persona, que somos una nueva.
¿Merecemos entonces una segunda oportunidad? Si pensamos que las personas no cambian, entonces no tendría sentido.
Si pensamos que las personas sí pueden cambiar, entonces deberíamos de dar una nueva oportunidad. Después de todo, ¿quién de nosotros no se ha equivocado alguna vez?
Y si echamos a perder esta nueva oportunidad, ¿mereceríamos una tercera?
Tal vez para conseguirla, nos comprometeríamos a dejar de tomar alcohol, a dejar de consumir drogas, a buscar ayuda profesional.
Si pensamos que nuestra mala conducta es ocasionada siempre por la misma causa, entonces si la elimináramos, probablemente mereceríamos esta tercera oportunidad.
En caso de conseguirla, es de suponer que sería la última.
¿Está en nosotros el poder cambiar? ¿Queremos? ¿Somos capaces de hacerlo?
Y si podemos, ¿el cambio es temporal o para siempre?
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Cambios vivimos en una era de cambios contantes, radicales y determinantes
Pero quién realmente desea cambiar a menos que en ello implique una ganancia curiosamente vivimos en un mundo de cambios de todo tipo pero el cambio en nuestro tiempo lo entendemos como todo aquello que me sea mas como y me implique esfuerzo y solo si es así abrimos las puertas al cambio.
Pero un cambió de nuestra mente y corazón es algo para el hombre imposible de hacer porque no quiere, no anhela, no desea hacer cambios porque su naturaleza no aspira a ello.
No creo que las personas puedan cambiar, lo que si creo es que las personas pueden luchar contra si mismos, ganar una batalla y abstenerse de cierta conducta.
Uno no puede cambiar su naturaleza, pero puede conquistar batallas hasta que domine su guerra interna.