Hace dos años, comenzó la edificación del proyecto más urgente y ambicioso en nuestro país: la Cuarta Transformación de México. Fue un momento lleno de júbilo, esperado por millones de personas durante muchos años.
Para lograrlo convergieron dos condiciones básicas: 1) El hartazgo de la ciudadanía hacia un sistema político corrupto, represor, poco o nada representativo de las causas de la mayoría de la población y 2) La tenacidad de Andrés Manuel López Obrador; auténtico líder social, capaz de comprender las problemáticas profundas de la Nación y con la valía para desafiar, con propuestas claras, a ese régimen que se sigue negando a perder sus privilegios. El pasado 01 de diciembre tuve el honor de ser invitado, en representación de las y los millones de trabajadores de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), al Informe del Presidente con motivo de su Segundo Año de Gobierno. Fuimos testigos de un mensaje consolidado: las bases de la transformación ya están sólidas. Juntos, autoridades, empresarios y trabajadores, nos hemos sumado para cambiar la lógica que durante muchos años se instaló en nuestro querido país. Cambiamos la corrupción, por la honestidad; el silencio, por la libertad; el interés particular, por el bienestar general.
El Presidente López Obrador lo destacó claramente: 97 de sus 100 compromisos ya han sido cumplidos. Y lo ha hecho, llegando a este segundo año con altos índices de aprobación ciudadana; lo que refleja el apoyo y, sobre todo, el interés ciudadano para seguir abonando a la construcción de un país más próspero para todos, desde los pilares de la Cuarta Transformación. Ese enorme capital político y social debe ser aprovechado por todos los sectores para cuestionarse cómo contribuir a estas causas, desde sus respectivas trincheras. En la CATEM lo tenemos claro: Andrés Manuel López Obrador cuenta con nosotros para continuar apuntalando al país.
Reconocemos que el mundo entero enfrenta una emergencia sanitaria que ha derivado en coyuntura económica, como hace mucho tiempo no lo veíamos. Y aunque es claro que la recuperación está en marcha, y dependerá de que la reactivación mantenga el rumbo, los ingresos familiares han resentido este escenario de incertidumbre; por ello proponemos al empresariado al menos un 15% de incremento al Salario Mínimo para 2021.
Sabemos que el COVID19 nos ha afectado a todos, por ello estamos en la disposición de que este aumento se dé escalonadamente. Un 7.5% para enero y el restante para la segunda mitad del año. A cambio, extendemos nuestra mano para impulsar la productividad y la paz laboral. No se puede pedir nada, sin ofrecer nada a cambio; esa es nuestra consigna en la CATEM.
Bien lo señaló el Presidente en su Informe, hoy México no va por el pensamiento único; en consecuencia, como ciudadanos debemos consolidar la responsabilidad colectiva. No todo puede depender del accionar del Gobierno, la transformación nos necesita y convoca a todos. Con creatividad, honestidad y solidaridad mucho podemos hacer para incidir desde lo local, desde las comunidades y los centros de trabajo. Es nuestra obligación velar por la salud y el bienestar de quienes nos rodean. Aún mayor es la responsabilidad de quienes contamos con la confianza y el respaldo de millones de trabajadores.
Para mí, el poder debe partir del liderazgo y el compromiso, así lo hacemos en la CATEM y así lo seguiremos haciendo, de la mano del gobierno y los empresarios, por el bien de México.
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