8M

Las diferentes facetas del feminismo

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El pasado lunes 8 de marzo se conmemoró el Día Internacional de la Mujer. Fue notorio que por las circunstancias de la pandemia en algunos países o regiones no se pudo llevar a cabo o se impidieron por motivos sanitarios, como sucedió en España, por ejemplo. En México, cuando menos en la Ciudad de México, las mujeres se manifestaron con grandes resonancias, estuvieron presagiadas desde muchos días antes, tanto en sus consecuencias como en su intensidad.

Muchas circunstancias avivaron las manifestaciones, desde luego la primera motivación está dada por la enorme insatisfacción, inquietud y enojo de las mujeres; pero también por alguna de las respuestas de los diferentes niveles gubernamentales, especialmente por las actitudes del titular del Poder Ejecutivo, ya que días antes estuvo defendiendo a su candidato a la gubernatura de Guerrero, que está acusado por varias mujeres de violación, acoso y otros delitos; además de que se declara como no feminista, porque siendo humanista es suficiente.

Las agrupaciones han sentido como agravios diversas acciones gubernamentales, que se han respondido con diversas actitudes violentas. El señor presidente en sus acostumbradas conferencias matutinas ha comentado que la violencia que se genera en las manifestaciones feministas está dirigida contra él y su proyecto de gobierno, y está manipulado por sus adversarios formado por grupos de conservadores; incluye en esto la campaña que en su contra ha desatado Félix Salgado Macedonio, debido a la postulación que su partido ha hecho para la candidatura a gobernador del estado de Guerrero por su partido MORENA; AMLO lo ha defendido a plenitud y fortaleza, pero más grave podría parecer que una parte de las mujeres del propio partido no se ha manifestado en contra.

acoso sexual salgado macedonio
Imagen: ED.

La animadversión de los grupos feministas, justificada o no, es muy importante y se extiende al resto de su gobierno; y pese a que algunas forman parte de éste, desde luego los esfuerzos para mejorar la apreciación de las mujeres organizadas ha resultado infructuosa. El presidente además de afirmar que las manifestaciones violentas que pudieran surgir, y surgieron, el 8 de marzo, tomó previsiones al respecto; algunas nos parecieron –cuando menos a algunos de nosotros– desmesuradas, ya que haber cercado muchas zonas por la que transcurrirían las manifestaciones, incluidos los edificios de zócalo capitalino fueron inusuales, quizá exageradas y probablemente inapropiadas.

La respuesta a las manifestaciones resultó violenta, hay versiones de que sí fue de manera exagerada o reglamentaria, pero violenta. Quizá lo más grave resultó en que los motivos de las manifestaciones quedaron opacados por su represión y las acusaciones acerca que se llevaron cabo por adversarios del proyecto gubernamental de la 4T; mucho se destacó que había hombres entre los manifestantes, como si los hombres no pudiéramos o debiéramos ser feministas. En fin, un Día Internacional de la Mujer en el que no destacaron la fuerza de sus protestas e inconformidades, sino los esfuerzos gubernamentales para contener sus manifestaciones; es posible que Salgado Macedonio haya salido fortalecido y las actitudes de la 4T justificadas.

No estoy de acuerdo en las actitudes violentas durante las manifestaciones, de ningún tipo, y quizá la pandemia debió generar que las que se presentaron este lunes, se realizaran de otra forma. Pero, ciertamente, fueron atajadas y combatidas de forma desmesurada y con métodos criticables.

En todo el mundo el movimiento feminista ha adquirido tintes violentos que en ocasiones se desbordan, pero también es cierto que las peticiones de las mujeres no han sido atendidas. La respuesta ha sido diversa en diferentes países. Mientras en algunos como Francia, Noruega, Islandia y Nueva Zelanda se han creado Ministerios (Secretarías de Estado) específicos para atender el problema y se les ha dotado con presupuestos amplios, con los que han ido obteniendo resultados, todavía incompletos, pero alentadores, en nuestro país se duda en la justificación del movimiento, se les critica y no se les atiende adecuadamente, se duda de su legitimidad y se critican sus actitudes.

facetas del feminismo
Imagen: Carla Orozco.

Existe una clasificación internacional de brecha de género que basada en varios indicadores establece una jerarquización por país. Los indicadores son, la participación de la mujer en la economía y la oportunidad que tiene para hacerlo, el acceso a la educación y sus resultados, la participación política y los resultados en salud y la supervivencia. Los primeros lugares son –y en ese orden–: Islandia, Noruega, Finlandia, Suecia y Nicaragua. La situación de este último país nos hace dudar de la precisión del método; pero, en fin, es un intento de un esquema comparativo.

México ocupa el lugar número 25, España el octavo, Alemania el décimo, Francia el quinceavo. Creo que al sistema le hace falta tomar en cuenta algunos aspectos muy agraviantes y por lo tanto muy importantes, me refiero a los delitos cometidos específicamente contra las mujeres y el grado de impunidad que tienen. No conozco los datos de muchos países, pero sólo comento que en España se cometen entre 50 y 100 feminicidios anuales, causados por las parejas sentimentales y que prácticamente no existe impunidad; en México se cometen tres feminicidios diarios y la impunidad rebasa el 90%.

La participación política de la mujer fue un arranque en la lucha del feminismo y la posibilidad de votar y ser votadas, el inicio del camino en esta esfera. No se inicia sino hasta el siglo XX, en Australia en 1902, en Islandia en 1915, en el Reino Unido en 1918, y en México se consolida en 1955 durante el gobierno del presidente Adolfo Ruiz Cortines. En cuanto a este sólo marcador, se podría decir que en México se han logrado grandes avances; ahora tenemos un Congreso con gran participación femenina y prácticamente la mitad de las Secretarías de Estado están encabezadas por mujeres. Pero un solo aspecto no es suficiente.

Desde luego que el feminismo ha ido cambiando a lo largo del siglo XX y lo que llevamos del actual y ahora en todo el mundo, en unos lugares más que en otros, se ha tornado violento. Hay que entender que las mujeres se encuentran muy agraviadas por conductas agresivas, vejatorias, coercitivas, que nacen de una sociedad que se resiste al cambio, pero el cambio debe surgir de diferentes vertientes, pero quizá encabezado por los gobiernos; que deben entender, comprender, las demandas legítimas y encabezar y favorecer el cambio.

favorecer feminismo
Imagen: Taryn Hann.

Pensando en las modificaciones que el feminismo ha tenido a lo largo de los años, recordé de un cuento maravilloso de Emilia Pardo Bazán, una mujer extraordinaria de su tiempo, escritora destacada y prolífica, profesora generosa, esposa, amante y feminista de su tiempo; esto último fue lo que seguramente le impidió acceder a la Academia de la Lengua y a más numerosos premios; este año se conmemora el centenario de su fallecimiento. El cuento se llama “El encaje roto” y está escrito en 1897. En éste, una amiga de la protagonista relata, primero no haber podido asistir a la boda de Micaelita y haberse perdido los sucesos acontecidos que son ni más ni menos haber dicho que no aceptaba a Bernardo como esposo al pie del altar; total, un escándalo que derribaba una boda esperada por toda la sociedad; dos o tres años después encuentra a Micaelita en una balneario de verano, tan frecuentados en esa época, y le pregunta y contesta que el motivo no es nada trascendente ni complicado; le relata cómo unos momentos antes de ir a la iglesia, Bernardo le pide que agregue a su magnífico vestido de novia un encaje que ha pertenecido a varias generaciones en su familia, pero al estarlo colocando se rompe y Micaela descubre una mirada de furia, de ira de violencia en Bernardo; él tenía fama de ser violento pero, hasta ahora, con ella se había comportado como un caballero gentil, educado y cariñoso. Ella en el camino a la iglesia toma la decisión para no tener una vida de sometimiento y violencia, la única forma que tenía de hacerlo era negarse ante el altar.

Las mujeres tienen la obligación de buscar una vida alejada de la violencia, el sometimiento y el derecho a demandarlo como ellas lo consideren conveniente, y los que estamos de acuerdo con ellas, apoyarlas.

Señor presidente, el feminismo no es un movimiento en contra de la 4T, la búsqueda de la igualdad que usted quiere (si es que la encuentra), no remediará los agravios que las mujeres reciben todos los días.

Postdata: Un cariñoso recuerdo para la Sra. Esperanza Pérez Verdia de Braun, quien hace años me regaló la magnífica colección de las obras completas que cito de Emilia Pardo Bazán.


Lecturas recomendadas:
Índice global de brecha de género.
Emilia Pardo Bazán. “El encaje roto”, en Cuentos de amor. Obras completas. Tomo XVI. Establecimiento tipográfico de Idamor Moreno. Madrid. 1916: 253-259.


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8M 2021, continúa la marcha

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No fui a la marcha. Me dio miedo comprometer todo un año de confinamiento, pero también me dio mucho pesar no participar con el cuerpo. A las 6:50 del lunes, previo acuerdo en redes sociales, me uní a la iniciativa de escribir en el chat de la mañanera el de #NoSoyBotNiSoyPartido, #8M. Me sorprendió la cantidad de mensajes. Recordé lo que sucedió hace un año, las jacarandas como metáforas del color del movimiento, el calor, el sentido de unidad. Salí a caminar y me encontré con gusto y no poca sorpresa ciertas acciones, tímidos actos comunicativos, que no vi el año pasado: carteles morados en las puertas de varios edificios, calles cuyos nombres fueron modificados temporalmente por cartelitos escritos a mano, mujeres de todas edades caminando solas, como yo, pero con playeras que ostentaban los principales hashtags.

Antier, no obstante, se asistió a otra jornada histórica: la continuidad a la marcha del 8M de 2020, cuando salimos a las calles hasta las más renuentes a las participaciones de ese tipo, cuando sentimos unidad e identificación, a pesar de nuestras incontables diferencias, porque salimos a reclamar por nuestra seguridad y por la justicia que, simplemente, no llega para las víctimas de violadores y feminicidas. Dadas las condiciones del confinamiento voluntario y el peligro de contagios, me llamó la atención no recibir información desde la semana previa sobre qué haríamos para apoyar quienes decidiéramos no salir. La información tardó en llegar, pero finalmente se hizo presente, y a raudales, máxime a raíz de la colocación de las vallas en torno al perímetro del Palacio Nacional desde el fin de semana. La valla fue indignante, pero la respuesta de las mujeres fue inmejorable: la escritura de los nombres de las desaparecidas, la colocación de las flores, la creación de un memorial efímero (paradójico, pero cierto) que dio un impulso a la simbólica del movimiento y que generó, desde luego, todo tipo de reacciones adversas, pues ese aparato de “defensa y protección del patrimonio”, como se dijo que era, aparecía, en realidad, como una fortaleza de la estulticia, la necedad y la represión ciega.

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Cortesía: Sara Baz.

Quizá los eufemismos resultaron más ofensivos y provocadores que nunca: “el muro de la paz” es una designación indignante, para propios y extraños. Lo más contrastante, después de ver la represión, fueron las declaraciones que AMLO hizo en la mañanera del 9 de marzo. Acusó a las mujeres de cometer actos de “evidente provocación”, mismas que las fuerzas del orden aguantaron “estoicamente”. Al ser cuestionado por una periodista sobre su apoyo irrestricto a la candidatura de Salgado Macedonio a la gubernatura del estado de Guerrero, AMLO manifestó que “no podemos permitir los linchamientos políticos”, ya con visible fastidio, pues las imprecaciones no han sido pocas. Si no podemos permitirlos, ¿entonces por qué sí podemos permitir la impunidad y la represión?

Cerca de 22,000 personas ocuparon el espacio público este 8 de marzo. Salieron, a pesar de la pandemia, a reclamar una agenda de derechos que, en años, no se ha visto cumplida. Salieron también en otras ciudades y sin importar su edad. Cientos se acercaron a la plancha del Zócalo, a pesar de las intimidaciones de la policía y de la presencia misteriosa e inquietante de los apostados detrás de los merlones, en el techo del Palacio. Los miembros del comando “antidrones” evocaron esa imagen terrible de los francotiradores en las fotografías del 2 de octubre de 1968. Lo sé, no es equiparable y a pesar de que ayer hubo lesionadas, no se puede (no-se-puede) ya abrir fuego contra la población civil por manifestarse. Al menos algo hemos aprendido en tantos años, quiero pensar. Pero el tejido de los imaginarios crece, se intrinca y se proyecta cada vez más rápido. Sin duda, las redes sociales y las actuales estrategias de comunicación contribuyen a ello. Desde la colocación del muro, los memes no se hicieron esperar. El meme es un articulador icónico y se dispersa en segundos. Se enriquece, se resignifica, se constituye como bandera momentánea. Me dediqué a buscar y a escuchar testimonios de participantes en la marcha, de la prensa… ¿Para qué las vallas? ¿Realmente se iban a hacer tremendas afectaciones al edificio del Palacio Nacional? ¿Más que las que sufrió en el motín de 1692? ¿Para qué protegemos el patrimonio si, justamente porque es significante, se pretende vulnerar?

8m marcha
Cortesía: Sara Baz.

Se usó gas para dispersar a las manifestantes de la primera línea, por más que el gobierno local y federal lo niegue. Se filtraron, gracias a las redes y a los medios, fotografías y testimonios numerosos que dan cuenta de que la agresión provenía del otro lado del muro. Se observaron y viralizaron actos valientes y asertivos, actos hermosos que construyen una incipiente esperanza en la continuidad de los reclamos, hasta lograr que este país sea seguro para nosotras.

Al igual que en ocasiones anteriores, vi comentarios en redes sociales que me parecieron de lo más retrógrados. No, yo tampoco soy de la idea de agarrar un bote de aerosol y un mazo, pero me avergüenza no tener los arrestos para hacerlo, máxime ahora, cuando no se ve el más mínimo camino para el diálogo, el entendimiento y la comprensión de las demandas; cuando es más importante proteger la candidatura de Salgado Macedonio, convertir en una fortaleza la casa de Andrés Roemer y blindar “el patrimonio”. Me sentí igualmente avergonzada al ver la foto de una señora mayor, con su cubrebocas, haciendo una pinta en los escudos de las policías. Esto no es de edad, ni de partidismos, es solidaridad de género. Experimenté vergüenza y tristeza al saber que muchas de mis alumnas sí tuvieron el valor de ir a la marcha, pese al COVID, y que yo fui educada para no ser violenta. Claro, dicen algunos, que la violencia engendra más violencia y que “hablando se entiende la gente”, pero este gobierno ya ha dado varias, muchas muestras de no querer hablar y de permanecer montado en su macho, literalmente. Ningún cambio sustancial en la historia se ha hecho por la buena, ya se ha dicho y las revoluciones no se hicieron en una mesa de negociación. Quizá esta situación nos obligue a pensar en cómo fuimos educadas muchas de nosotras, y en cuándo vale la pena hacer una intervención más visible en el espacio público. Espero también que todas recordemos esto el próximo 6 de junio.


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8M: El corolario de una lucha que continúa

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Este lunes, como cada año, miles de personas –en su mayoría mujeres– salieron a las calles de las grandes ciudades del mundo a exigir un trato igualitario entre los géneros, al tiempo que exigen que cese la constante de violencia que se ejerce en contra de ellas. En nuestro país, se suma una exigencia adicional: la exigencia de protección en contra de la violencia feminicida y de las incesantes desapariciones de mujeres a lo largo del territorio nacional.

En los últimos años, pese a las descalificaciones y los esfuerzos comunicativos de las instituciones gubernamentales, lo cierto es que la violencia contra las mujeres ha escalado de forma considerable; más allá de la guerra de cifras. Según varias personas expertas en el tema, la violencia ha incrementado no sólo en número sino en intensidad, debido a que existe más conciencia y menos complacencia de quienes son víctimas de estas situaciones, por tanto, la respuesta machista e inhumana es, aumentar la agresión, violencia y su contundencia.

violencia feminicida
Imagen: Camila de la Fuente.

Como lo comenté en las colaboraciones anteriores, el funesto pacto patriarcal, esa complicidad silenciosa e irresponsable de la sociedad por tolerar e ignorar la violencia de género, producto de una desviación de valores que –a su vez– formó una cadena interminable prejuicios, convencionalismos y e imposición de roles, ha gestado de un caldo de cultivo propicio para que prolifere, de forma por demás grotesca y cínica en las estructuras sociales y culturales de las sociedades, un incremento considerable de actos de violencia que van desde la agresión psicológica, emocional y económica, hasta la más funesta de todas: la feminicida.

Ese silencio cómplice, ese “voltear hacia otro lado” ante situaciones que “se resuelven en casa”, han hecho que los agresores continúen utilizando el miedo como instrumento de control sobre otro ser humano, en especial contra las mujeres. Y no hablo sólo de aquellos que cometen el delito de Trata de Personas, sino también de esos familiares que, recluidos bajo la protección de los hogares, de forma constante y permanente, agreden a las mujeres, adolescentes y niñas que ahí habitan, las someten a través del temor, el menosprecio y el abandono. Ese pernicioso terrorismo familiar que, lamentablemente, forma parte del paisaje de las sociedades desde hace siglos y que las instituciones de gobierno jamás han observado ni atendido de fondo.

La protesta sirve de mucho para visualizar un problema, pero no basta la simple denuncia ni la visualización. Hace mucha falta hacer conciencia, sororizar, solidarizarse y, sobre todo, educar en valores de respeto, equidad y –aunque pareciera idílico–fraternidad.

violencia feminicida
Imagen: Público.

La humanidad está en un punto de quiebre que requiere evolucionar. Dejar atrás el egoísmo primitivo, la cosificación de las personas y la deshumanización, para abrir paso a una nueva era en la que entendamos que la equidad es el primer paso para alcanzar una justicia que, a la sombra de pactos perniciosos, tabúes y convencionalismos verdaderamente anacrónicos, nos condena a la irracionalidad y a la pérdida de la esencia humana.

Reencausémonos en la racionalización y alcancemos la máxima democrática de libertad, igualdad y fraternidad que, hace más de tres siglos nos propusimos como parte del perfeccionamiento de las personas.


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Un gobierno que, poco a poco, se aleja de la realidad del país

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La mañana del viernes nos levantábamos viendo las imágenes de las murallas de más de tres metros que se ponían alrededor de Palacio Nacional, un acto con el que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador manda un mensaje simbólico a la lucha de las mujeres en este país.

No podemos dejar de lado el contexto en que estamos rodeados para entender la gravedad de este acto y la falta de empatía que hay detrás de este. Ni en los gobiernos autoritarios de Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) y Luis Echeverría Álvarez (1970-1976) se amuralló el Palacio Nacional.

Un que, poco a poco, se aleja de la realidad del país
Fotografía: Especiales

En un país donde son asesinadas 11 mujeres por día, y 7 de cada son violentadas, son los lamentables datos que se registran en lo que va de este sexenio, lo más deplorable es que para este gobierno parece que este problema es sólo eso, datos y no vidas humanas que se pierden día a día

No sólo es la ineficiencia de ofrecer seguridad a las mujeres víctimas de violencia, sino que, a su vez, no se les hace justicia, de acuerdo con las cifras de la organización Impunidad Cero en 2019sólo 1 de cada 2 feminicidios son castigados en México. 

Y si no hacía falta algo para empeorar la situación, el gobierno redujo el 75% del presupuesto del Instituto Nacional de las Mujeres como parte de la ¨austeridad republicana¨. 

No se toman medidas preventivas para evitar que sucedan estos delitos, los delitos no son castigados y a las instituciones que suponen prestar ayuda a las víctimas se les recorta presupuestos.

Lo sorprende es que el presidente no dimensione la gravedad del asunto, sino que lo minimice, parece no entenderlo del todo, piensa que con sus programas de atención clientelares puede resolverlo, esto es un problema de estructura y, con su discurso, lo está perpetuando.

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Razones suficientes para manifestarse

Un gobierno que de a poco se aleja de la realidad del país
Fotografía: Cuartoscuro

El presidente, en varias oportunidades, acusó al movimiento feminista de contar con intereses ocultos con el propósito de desprestigiar a su gobierno y a la transformación que intenta instaurar en el país.

¨Nosotros respetamos mucho a las mujeres, somos precursores en la defensa y el respeto a las mujeres ¨, decía López Obrador en la mañanera de este jueves.

Acto seguido sostuvo que el conservadurismo es quien busca etiquetarlos de mala fe, y el famoso discurso de que ellos no son iguales y toda la narrativa retórica que busca reafirmar que el pasado era terrible, pero el presente es inmejorable. 

Lo más llamativo del mensaje del presidente fue cuanto criticó al gobierno español de prohibir las manifestaciones en Conmemoración del Día Internacional de la Mujer el próximo 8 de marzo, y dio la ¨bienvenida¨ a todas las mujeres que quisieran manifestarse en el Zócalo y plazas para ejercer el derecho de la libertad de manifestación.

Todo esto para que el día siguiente amurallen todas las plazas, entonces ¿qué tan diferentes son? Como después de eso se hacen llamar constructores de una ¨auténtica democracia¨ si cuando tienen enfrente un problema de magnitudes mayúsculas le ponen un muro a las víctimas para que estas no sean escuchadas

El amurallamiento de Palacio Nacional es una acción para proteger a la gente y al patrimonio de la humanidad, dijo este sábado la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.

El presidente y el partido que representa no pueden llamarse defensores de las mujeres cuando apoyan y defienden la candidatura al gobierno de Guerrero, de Félix Salgado Macedonio, acusado formalmente de violación y abuso sexual, cuando califican de infundadas las acusaciones de una víctima.

Parece que al mandatario se le olvidó que en las luchas sociales no hay intereses inconfesables detrás, sino el deseo de millones de cambiar la realidad hacia una mejor, como él supuestamente decía hacer cuando hacía oposición a las atrocidades del pasado ¿por qué cambió la vara de medir las cosas ahora?

Austeridad para unos, bonanza para otros 

Un gobierno que de a poco se aleja de la realidad del país
Fotografía: Cuartoscuro

El año pasado en una sesión ordinaria de la Junta de Gobierno se determinó reducir en 151 millones de pesos el presupuesto del Instituto Nacional de Mujeres lo que representa el 75% del dinero de la dependencia.

Todo esto disfrazado bajo el argumento de ¨austeridad republicana¨, de evitar los excesos en el gobierno y querer acabar con la corrupción desde arriba, y quien se opusiera es porque apoya los abusos de los gobiernos anteriores.

Así es muy fácil deslindarse de la responsabilidad de decisiones que repercuten en la vida de las personas, escudarse bajo la figura de autoridad moral y acallar voces críticas acusándolas de estar en favor del ¨viejo régimen¨.

Mientras por un lado se recortaba en el presupuesto a INMUJERES, por el otro se aumentaba descaradamente el gasto en uno de los megaproyectos y caprichos del presidente, el aeropuerto en Santa Lucía.

De acuerdo con un reporte del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP), la Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA), dependencia encargada de la construcción del aeropuerto, gastó 128% más del presupuesto erogado por el Legislativo para el proyecto durante 2020.

El palacio legislativo de San Lázaro había destino un ejercicio de 5 mil 372 millones 200 mil pesos para Santa Lucía, pero la SEDENA gastó 12 mil 257 millones 200 mil pesos.

Según el informe, para el primer trimestre la Secretaría de Defensa ya había gastado el 97% del dinero, es decir, 5 mil 202 millones 200 mil pesos. 

Esto muestra que la 4T seguirá recortando a diestras y siniestras presupuestos de todas las dependencias con el objetivo de completar sus proyectos prometidos en la campaña cueste lo que cueste, la fotografía cortando el listón parece importarle más al presidente.

Voces de gobierno que justifican lo indefendible

Un gobierno que de a poco se aleja de la realidad del país
Fotografía: Cuartoscuro

Si ya era un asombro ver las murallas que bloquean el acceso a Palacio Nacional, las palabras del gobierno también hicieron lo propio para hacerlo ver como un acto de defensa a las mujeres.

Quienes alguna vez lucraron de los abusos y destrozos de las administraciones anteriores para encender la llama del justificado descontento social de las y los mexicanos y de esa forma posicionarse en cargos de alto nivel, hoy califican los señalamientos de malos ejercicios de ¨politiquería¨ o ¨guerra sucia¨. 

Nadie pidió que las cosas cambiarán a mejor de la noche a la mañana, todos los procesos que buscan cambiar estructuras llevan su tiempo.

Pero lo que destaca en este gobierno es la incongruencia, acciones que antes eran despropósitos hacia el pueblo, hoy son en defensa del pueblo

Palabras como el del Coordinador General de Comunicación Social, Jesús Ramírez , calificando a las muralla de ¨muro de paz ¨.

O las de la Jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum donde asegura que en la capital mexicana no se reprimen las manifestaciones sociales.

Pero, días antes, la policía capitalina reprimió a mujeres para impedir que pasaran a las puertas de Palacio Nacional, y, un día antes, casualmente, un hombre burló la seguridad y pudo hablar con el presidente.

poco a poco se alejan del país

Fotografía: Especiales

Lo que verdaderamente duele de todo esto es su apatía a un grave problema, no es que no temen acciones para evitar que ocurran estos delitos, es que pareciera que no quisieran ni intentarlo. 

Cada vez el gobierno pone barreras y se alejan de la realidad, es lamentable que las mujeres de este país sigan sin ser escuchadas a la vez que son masacradas despiadadamente, ojalá esto se rectifique pronto.