antivacunas

La pandemia de la superstición

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La enfermedad es compañera nefasta del ser humano, y más nefasta aun, es la superstición y la ignorancia que la rodea. Obsesionados con el autoengaño, buscando falsos paraísos que oculten la verdad, los seres humanos, desde hace millones de años hasta el día de hoy, preferimos seguir al pensamiento mágico que al conocimiento y la razón. Hemos atribuido las enfermedades a los demonios, a la brujería, a seres de otros mundos, y hacemos lo mismo con la curación, despreciamos la prevención, y dedicamos los esfuerzos a creer en los milagros.

La superstición actual es más folclórica y tecnológica, la delirante ignorancia atribuye esta pandemia desde a las antenas de celular, el G5, que con nuestro pésimo servicio de internet y telefonía tendríamos que estar a salvo y no es así; que al Covid-19 lo inventaron para “vender una vacuna innecesaria”, hasta la leyenda de que otra de las vacunas, que está en experimentación, tendría un chip de la tecnología de Bill Gates para espiarnos, de lo cual también debemos estar tranquilos, porque si es tan ineficiente como el Windows, sabrán de nosotros menos de lo que todo el mundo publica en su Facebook.

la ejecucion de una bruja en amsterdam,
La ejecución de la bruja Anne Hendricks, quemada en Amsterdam, 1571 (crédito: Jan Luyken).

La humanidad es necia, es ridículo el apego que tenemos a la ignorancia y la superstición. En el periódico New York Times se publicó un largo artículo documentando el movimiento antivacunas del Covid-19. La vacuna aún no está lista, está en pruebas aplicada en 30 mil personas, y ya tiene sus detractores, que argumentan lo mismo que los movimientos antivacunas desde el siglo XVIII.

María Antonieta de Francia, fue inoculada de la viruela en 1782, de una forma casi experimental, con la supuración de una vesícula de un enfermo. Muy criticada, decían que se enfermaría más gravemente y, sin embargo, esa decisión ejemplar permitió inocular más personas y seguir con el proceso de la vacuna. María Antonieta vio horrorizada, el cuerpo de Luis XV, quien murió de viruela sin dejar herederos, y obligados ella y su marido, Luis XVI, a ocupar el trono cuando eran casi unos adolescentes. La joven princesa se dijo a sí misma que no moriría de esa terrible enfermedad, murió de la filosa guillotina de la Revolución francesa.

superstición, brujería

Los argumentos antivacunas son un catálogo de las ideas retrógradas de la humanidad: la libertad de no cuidar de sus propios cuerpos, sus derechos humanos, las teorías de la ineficacia, los pseudocientíficos, los dogmas religiosos, y ahora los tecnológicos-político-conspirativos. Es decir, para una masa ignorante y ruidosa, la enfermedad tiene causas irracionales, su cura también deberá ser irracional. Entonces la vacuna y la prevención serán, como siempre, para la parte pensante, y las curas milagrosas, la providencia, la fe, las buenas vibras, romper antenas de celulares; serán para esa masa que hace de la superstición las razones de su escasa razón.


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