Área Natural Protegida El Salado

Lágrimas de cocodrilo

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Pareciera inimaginable que dentro de una zona urbana, exista un estero. Sin embargo, nuestro querido México nos ayuda a comprobar de nueva que la realidad supera a la imaginación.

El Área Natural Protegida “El Salado”, es un estero emplazado dentro de la ciudad de Puerto Vallarta, en el estado de Jalisco.

Para los que no lo saben, un estero es el sitio donde convergen aguas fluviales, con el mar. Los esteros son casi siempre zonas pantanosas y de poca profundidad, infaliblemente cuentan  con una apabullante biodiversidad.

Allí se pueden ver plantas acuáticas algunas sumergidas, otra colmando la superficie de verdor, también masas compactas de árboles de mangle que orgullosos ostentan sus  zancudas raíces.

Área Natural Protegida "El Salado"
Área Natural Protegida “El Salado” (Fotografía: Quadratin Jalisco).

En la década de los 80 del siglo pasado, se desmontaron alrededor del 50% de los manglares, para construir la “Marina Vallarta”. Aproximadamente 25 hectáreas fueron destinadas para ser utilizadas como área de cultivo; sin embargo, el resultado no fue el esperado.

Afortunadamente, hoy es una “Zona de Restauración” que se está reforestando con plantas de mangle para resarcir el ecosistema que se fracturó.

Con este fin, echando mano de una enorme paciencia y una gran experiencia, los cultivadores se internan en los canales de El Salado a bordo de embarcaciones a remo y recolectan las semillas de mangle.

En julio del año 2000, durante la administración del presidente Salinas, el estero fue decretado “Área Natural Protegida” bajo la categoría de “Zona de Conservación Ecológica”.

Este cometido titánico, se encuentra hoy bajo la dirección del biólogo Jaime Torres Guerrero, quien ha logrado identificar más de 100 especies de aves en el Área Protegida, además de reptiles, anfibios y mamíferos.

Sin embargo, nadie osa poner en tela de juicio el hecho de que en El Salado, el rey de los animales es el cocodrilo.

cocodrilo en Puerto Vallarta
Fotografía: Animales Exóticos.

Desde el 2011, la Conabio (Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad) se ocupa de monitorear al monarca del estero, tanto a través de proyectos nacionales como de iniciativas internacionales.

No obstante, a pesar de los cuidados, el cocodrilo americano es una especie amenazada. Este reptil de belleza arcaica y aspecto intimidante, contribuye al buen funcionamiento del ecosistema, ya que además de otras cosas, interviene directamente en el reciclaje de la materia.

El cocodrilo es un reptil prehistórico, su origen data de hace 240 millones de años. Una amenaza constante a su sobrevivencia, es la persistente disminución de la superficie de su hábitat, el cual se ha reducido severamente debido al desarrollo de Puerto Vallarta y de la zona sur de Nayarit.

Lo anterior obliga a los ejemplares a invadir espacios urbanizados, lo cual se traduce en serios enfrentamientos con el hombre.

cocodrilos en Jalisco
Fotografía: Derechos de Animales.

En 2002 para sorpresa de nadie, se localizó un nido de cocodrilo a escasos 18 metros de la pista de aterrizaje del aeropuerto de Puerto Vallarta.

El imponente cocodrilo americano mide aproximadamente 6 metros y pesa media tonelada. Su hocico es alargado y sus temibles y filosos dientes sobresalen cuando tiene la boca cerrada, lo cual le imprime un aspecto por demás feroz.

Como la mayoría de los depredadores, es sumamente celoso de su territorio, lo cual pone en peligro a quienes lo invaden. De allí que sea imperativo tomar distancia de los bordos de  agua y, sobre todo, no intentar de adueñarse de las crías.

El fenomenal reptil abre lateralmente los párpados, que están equipados con glándulas especializadas en expulsar el exceso de sal, por ende, puede vivir tanto en aguas dulces como salobres y también se introduce en el mar.

cocodrilo bebe
Fotografía: La Bahía más Bella.

Para tranquilidad de quienes los han visto emitir lágrimas, debo asegurar que éstas no son resultado de desamores o tristezas,  sino parte de una actividad metabólica que dio lugar al dicho popular “lágrimas de cocodrilo”.

Este corpulento depredador es capaz de pasar largos períodos de tiempo sin comer y hasta dos horas sin respirar. Se alimenta de todo tipo de vertebrados, inclusive mamíferos de gran tamaño a los que caza por sorpresa cuando se acercan a beber agua.

El cocodrilo acecha desde la orilla o sumergido cerca de ella e inesperadamente a una velocidad vertiginosa, alcanza a su presa y la aprisiona con sus poderosas fauces.  Cuando se siente amenazado, es de temer.

Luego de aparearse, la hembra puede poner hasta 40 huevos. Los cocodrilos comparten sus nidos, las madres los protegen en conjunto; cuando los pequeños salen del huevo, ellas los desentierran y los llevan hasta el agua.

Área Natural Protegida "El Salado"
Área Natural Protegida “El Salado” (Fotografía: UDGTV).

Es un gran nadador, sumergido se desplaza impulsándose con la musculosa y fuerte cola que además hace las veces de timón.

En tierra camina con relativa rapidez y además es capaz de trepar. Cuando pierde un diente,  el cocodrilo americano, lo sustituye con otro nuevo.

El trabajo de recuperación del El Salado y la conservación de las especies que habitan allí, ha sido una tarea de vida para los científicos que a lo largo de los años han participado en el proyecto.

Uno de ellos, es el maestro Juan Luis Cifuentes, de quien, hace muchos años, aprendí el amor y el respeto por la naturaleza.

cocodrilo joven
Fotografía: Gobierno del estado de Jalisco.

Nueve veces laureado doctor honoris causa; mexicano ejemplar y enorme científico. Nunca dejaremos de aprender del imparable maestro Cifuentes, que hoy continúa enriqueciendo su legado, desde la trinchera de un ecosistema en recuperación.

Los mexicanos, a diferencia de los cocodrilos, tenemos un enorme motivo para llorar: la indiferencia de la actual administración ante la desaparición de nuestros ecosistemas.


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