Chatbot

La tecnología de la información: herramienta esencial para enfrentar la pandemia

Lectura: 7 minutos

Graciela Moguillansky* y Claudia Schatan.

1. Las TICS son una gran ayuda para hacer frente a la pandemia

El contar con un sistema sanitario digitalizado que permita prevenir, diagnosticar, tratar y hacer seguimiento de las enfermedades, se constituyó a nivel mundial, en una de las claves a la hora de frenar y tratar la COVID-19. Esta tecnología que recibe el nombre de eHealth o eSalud, venía desarrollándose con anterioridad sobre todo en los países de más altos ingresos, incorporando la Inteligencia Artificial (IA), incrementando el uso de la telemedicina o sacándole el máximo provecho al Big Data para el tratamiento y procesamiento de miles de datos.

En una breve reseña de las herramientas más desarrolladas durante la pandemia, destacan las Apps de pre-diagnóstico, y aquellas diseñadas para controlar la expansión del virus a través de datos de localización. Las primeras han suplido la falta de realización de test masivos a la población, permitiendo orientar al usuario sobre las posibilidades de estar contagiado y cómo deben actuar en estos casos. Por su parte, las Apps de localización han permitido trazar la ruta del virus, monitoreando a aquellas personas contagiadas, o posiblemente contagiadas, e indicando a la población qué lugares suponían un mayor riesgo de contagio. Si bien esta herramienta ha sido extremadamente útil en Corea del Sur, el principal escollo de su implantación en el resto de los países se encuentra directamente relacionado con la regulación del derecho a la privacidad y la protección de datos, ya que estas Apps se basan en la información de geolocalización de los usuarios.

Los chatbots han sido otro tipo de aplicaciones que han ayudado a transmitir información de manera más natural por medio de la conversación, llevando a cabo una función preventiva esencial. Muchos han sido los países que han apostado por esta forma de comunicación con la población para asesorar sobre la posibilidad de estar o no contagiado y sugerir recomendaciones sobre las medidas a tomar. 

Inteligencia Artificial, algoritmos
Imagen: PMFarma México.

Por su parte, el uso de la telemedicina fue potenciada ante el colapso de los hospitales y el temor al contagio, funcionando a través de consultas telefónicas, videollamadas o plataformas web. Sin embargo, el grado de eficacia de esta herramienta ha dependido de la madurez de la interoperabilidad del sistema, idealmente permitiendo la conexión con la historia clínica previa del paciente, y la incorporación posterior al registro clínico habitual del mismo.

Por último, la tecnología 3D ha coadyuvado a suplir algunas carencias de material médico y de protección a las personas, como las pantallas de protección y respiradores o partes de ellos, entre otros elementos.

2. El estado de avance de la eSalud en América Latina y el Caribe (ALC) al momento de la pandemia

Ha habido disposiciones sobre la eSalud, por ejemplo, del Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), instando a sus Estados Miembros a generar las condiciones para que las TIC se incorporen en los sistemas nacionales de salud, pero a inicios del 2020 se había avanzado poco en esta materia.

De hecho, el desarrollo del ecosistema digital de ALC alcanza un nivel intermedio en el mundo, muy por debajo del logrado por Estados Unidos o Europa Occidental, aunque tiene mejores indicadores que los de Asia-Pacífico y África. A la vez, la tasa anual de expansión de la digitalización en ALC es menor a la de otras regiones a nivel internacional. Esta relativa lentitud dificulta el manejo y el análisis de la enorme cantidad de información proveniente del ámbito sanitario que, además, está fragmentada y almacenada en múltiples silos con datos no integrados.

chatbots
Imagen: Canales TI.

Un aspecto fundamental para lograr esta integración de la información médica es la interoperabilidad de los sistemas que dan soporte al proceso asistencial. Dicho intercambio efectivo de información entre los actores y sistemas se logra por medio de la utilización de estándares comunes, siendo su adopción uno de los obstáculos para el avance de la interoperabilidad y con ello el desarrollo de la eSalud.

En la práctica, el avance en eSalud en ALC es muy heterogéneo, como lo señala la Oficina Regional de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Los datos disponibles al año 2015, mostraban que si bien el 61% de los países contaba con una estrategia nacional de eSalud, muchos aún debían pasar de la fase de la formulación de políticas y estrategias a la de implementación, estando más rezagados aquellos países de menores ingresos per cápita. Lo anterior se revela, por ejemplo, en que sólo un 26.3% de los países del continente americano cuenta con una legislación que apoya el uso de la tecnología de la información en los sistemas nacionales de salud. Al mismo tiempo, el 73.7% de esos países atribuían su incapacidad de crear historiales electrónicos de salud de los pacientes a la falta de financiamiento.

El estudio de la UIT destaca como otros retos a superar, además de la falta de interoperabilidad de los sistemas informáticos y el pobre financiamiento, la carencia de identificación electrónica (firma electrónica del ciudadano), escasez de profesionales con las aptitudes y la experiencia apropiadas para elaborar y ejecutar proyectos en torno a la eSalud, las deficiencias en la infraestructura tecnológica y la falta de compromiso político, indispensable para movilizar los recursos jurídicos, financieros, humanos y de infraestructura cruciales para adoptar y poner en marcha los servicios de eSalud. A lo anterior se debe agregar las diferencias lingüísticas, en particular en países con importante población indígena. De esta manera, la incorporación de la tecnología de la información en salud es aún un gran desafío para la región.

TIC, pandemia, covid-19
Imagen: El Diario Vasco.

3. ¿Está aprovechando ALC las nuevas tecnologías digitales para enfrentar el COVID-19?  

Existe una marcada disparidad en la disponibilidad de infraestructura digital entre y dentro de los países de ALC, lo cual ha sido un obstáculo para ofrecer servicios de salud digitales adecuados durante la presente pandemia. A ello hay que agregar que, especialmente durante los primeros meses del COVID-19, las redes digitales fueron sometidas a un fuerte estrés debido al aumento de las comunicaciones virtuales, con el correspondiente incremento del tráfico de información. Por ejemplo, en Argentina y Brasil aumentó este tráfico entre febrero y fines de abril de 2020, entre un 30% y 50%. Ello causó una disminución de la velocidad de descarga de las redes y entorpeció las comunicaciones digitales justo en el momento en que más se necesitaban.

Ante los problemas enfrentados, los países latinoamericanos reaccionaron de distintas formas. Entre las medidas específicas tomadas por los gobiernos para superar las limitaciones de acceso a Internet durante la pandemia se pueden mencionar: la negociación de algunos gobiernos con los operadores de redes de Internet para congelar las tarifas (Argentina); ofrecer más tiempo a los usuarios en forma gratuita (México) y evitar la interrupción de los servicios de telefonía Internet y TV por falta de pagos (Ecuador), todas iniciativas que ayudaron a mitigar algo las desigualdades de acceso. A la vez, varios países han buscado la forma de ampliar el espectro de manera temporal para mejorar la capacidad de transmisión de datos. Perú, por ejemplo, asignó espectro adicional durante un periodo de seis meses a los operadores con el propósito de garantizar la continuidad y la calidad del servicio de Internet. Asimismo, se ha apostado por aumentar la velocidad y estabilidad de las comunicaciones digitales al incorporar un mayor número de Puntos de Intercambio de Tráfico (IXP, por sus siglas en inglés). Este tipo de plataforma permite a los proveedores locales de Internet canjear su tráfico de datos sin solicitar a compañías foráneas que realicen la interconexión. En Costa Rica, por ejemplo, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), ha podido aumentar la velocidad de Internet con el ingreso a un circuito nacional de intercambio de datos, activando un IXP.

Nótese que a pesar de las medidas tomadas, de acuerdo a un estudio de CEPAL, en junio de 2020, sólo el 44% de los países de la región contaba con suficiente velocidad de descarga para permitir el desarrollo de varias actividades simultáneas en línea.

No obstante las dificultades mencionadas, prácticamente todos los países desarrollaron sitios web y/o aplicaciones descargables fácilmente desde un teléfono inteligente, a través de los cuales las autoridades nacionales de salud entregaron información actualizada de la situación de la pandemia e informaron sobre las medidas adoptadas por el sector público al respecto. Muchos proveen mecanismos para que las personas puedan hacerse un autodiagnóstico respecto a la enfermedad; proveen información sobre la ubicación de hospitales o clínicas a las cuales la población puede acudir si necesita atenderse; pueden incluso conseguir una cita virtual para atención médica; y en un par de países (Uruguay y Perú) existe el rastreo de pacientes con COVID-19 para su confinamiento y alertar a las personas con las cuales estuvieron en contacto (CEPAL).

exceso de la informacion, TIC
Imagen: El Espectador.

En cuanto a la interoperabilidad, Uruguay es el país que más éxito ha tenido para crear un sistema de este tipo (Sistema Nacional Integrado de Salud), pues se encuentran digitalizados los datos clínicos del 95% de la población. Esta información, además, está protegida a través de un dictamen de protección de datos personales en una ley de telemedicina. Con la ayuda de la Inteligencia Artificial (IA), este sistema clasifica a las personas según su riesgo clínico y los médicos pueden así determinar el grado de emergencia que puede tener el tratar cada caso. Costa Rica, por su parte, también ha avanzado en concentrar la información médica de la población y el Expediente Digital Único en Salud (EDUS) cubre alrededor del 30% de la población. Los recursos digitales descritos para Uruguay y Costa Rica muy probablemente jugaron un rol importante en el control bastante efectivo de la pandemia en ambos países. Los demás países de la región están lejos de contar con una interoperabilidad semejante.

Hay otros avances muy importantes en eSalud en ALC y que están en la frontera tecnológica. Se han desarrollado plataformas sofisticadas para ofrecer otros servicios de salud que pueden ser muy útiles especialmente durante la pandemia, pero cuya aportación seguirá siendo muy valiosa en el futuro. Tal es el caso de la plataforma mexicana desarrollada por técnicos y médicos Teeb.Health, mediante sistemas operativos iOS y Android para la atención médica digital que utiliza la tecnología Blockchain. Con esta plataforma los médicos, pacientes, hospitales y farmacias, podrán contar con la expedición virtual de recetas médicas, acceder a expedientes clínicos y realizar consultas virtuales, al mismo tiempo que se protege la privacidad de los datos del paciente. Se necesitaría contar con este tipo de plataformas en forma más generalizada en los países de ALC.

Es indudable que la pandemia ha acelerado la incorporación de la tecnología de la información y la comunicación en los sistemas nacionales de salud de ALC. Sin embargo, la pandemia también deja en evidencia el atraso de la tecnología en la mayor parte de la región respecto a la de las naciones desarrolladas, así como la desigualdad en el acceso. La inclusión de eSalud, a la luz de la presente emergencia, se ve como una prioridad para poder atender un derecho esencial de la población.


*Graciela Moguillansky es economista graduada de la Universidad de Chile, consultora internacional, especialista en desarrollo productivo e innovación, fue funcionaria de CEPAL, Naciones Unidas.


También te puede interesar: Pandemia y Educación: Drásticas Lecciones.

Chatbots y telemedicina en tiempos de COVID-19

Lectura: 7 minutos

Dr. Sebastián Prida.

La crisis de COVID-19 ha obligado al campo del emprendimiento e innovación en salud a tomar medidas para enfrentar las dificultades del sistema de salud en México. En sólo unos tres días, junto con un equipo interdisciplinario internacional que involucra a médicos, emprendedores sociales, desarrolladores, abogados, diseñadores, especialistas en marketing y otros creativos, desarrollamos un sistema de tecnología multiplataforma para ayudar a brindar acceso rápido y gratuito a la salud a cualquier persona que lo necesite en México. La forma más rápida de hacerlo fue utilizar tecnologías existentes, como la telemedicina, los chatbots de salud y las soluciones de registros médicos electrónicos. De esta forma, logramos implementar, posiblemente en un tiempo récord, una solución en todo el país para ayudar a disminuir el volumen de pacientes en salas de emergencia, clínicas y hospitales.

Telemedicina en COVID-19: minimizando la exposición a otros pacientes de alto riesgo.

Anteriormente, las soluciones de telemedicina han tenido dificultades para convertirse en herramientas de uso común, no sólo en los países en desarrollo, sino también en el mundo desarrollado. Ahora más que nunca, las tecnologías de telemedicina se están moviendo rápidamente hacia nuestra vida cotidiana y están siendo utilizadas por más personas. En México, la Dirección de Telesalud del Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud (CENETEC), es la institución encargada de establecer los lineamientos nacionales para sumar estos servicios al Sistema Nacional de Salud. De esta manera, está colaborando con las instituciones de salud para implementar estrategias de telemedicina de manera estandarizada. El entorno regulatorio internacional también ha tenido cambios significativos para adoptar las tecnologías de telemedicina en los últimos meses. Algunos países asiáticos y de la Unión Europea, han ampliado las leyes y reglamentos para permitir una mayor adopción de los sistemas de telemedicina. Por otro lado, en EE. UU., la mayoría de los grandes empleadores y planes de salud, incluidos Medicare y Medicaid, brindan algún tipo de cobertura para los servicios de telemedicina.

chatbot en medicina
Imagen: RS Web Solutions.

De acuerdo a una nueva encuesta, se reporta que las personas ahora están más inclinadas a usar los servicios de telemedicina. Sin embargo, muchas personas aún dudan en cambiar la forma en la que interactúan con los profesionales de la salud. En particular, a algunas personas les resulta difícil acceder a estas tecnologías de manera adecuada y tienen reservas sobre mantener una interacción con alguien con quien no han tenido una relación establecida anteriormente. Afortunadamente, esto puede abordarse fácilmente con estrategias educativas, a través del marketing en redes sociales y mediante el uso de plataformas ya conocidas para introducir a las personas en el viaje de la telemedicina. Acercarse a los usuarios con llamadas telefónicas, o WhatsApp y Facebook Messenger, puede ser una forma efectiva de contactar primero a las personas para después ofrecerles servicios de telemedicina.

Si bien es probable que la mayoría de nosotros se enferme de COVID-19, la evidencia muestra que la mayoría de los casos probablemente no serán graves. La telemedicina, en estos casos, permitiría a las personas recibir atención de apoyo, minimizar su exposición a otros pacientes de alto riesgo y, por lo tanto, reducir la propagación de la enfermedad. El Dr. Lee H. Schwamm, en un artículo de Harvard, describió que los servicios de telemedicina podrían ayudar a aplanar la curva al permitir que las personas con síntomas leves se queden en casa y manejen su enfermedad como cualquier enfermedad similar a la gripe.

Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud también promueve el uso de estas tecnologías para evaluar casos sospechosos de COVID-19 y minimizar la necesidad de que las personas vayan a los centros de salud para una evaluación médica. El director del Scripps Research Translational Institute, el Dr. Eric Topol, también explicó que una “visita de video” también disminuye el riesgo de exposición, no sólo a pacientes que están enfermos, sino también a profesionales de la salud que podrían haber estado en contacto con individuos diagnosticados. Y si eso no fuera suficiente, la telemedicina también ayuda a prevenir la sobresaturación en las instituciones de salud y permite que se modere el uso de equipos de protección personal; que es algo que necesita ser manejado cuidadosamente en estos tiempos.

telemedicina
Imagen: Thrive Global.

Además, informes recientes han demostrado que las tasas de mortalidad de COVID-19 en las regiones de China, donde el acceso a la atención médica es baja, superó las tasas de mortalidad encontradas en las regiones con mayores recursos de servicios de salud. En consecuencia, además de manejar a los pacientes con enfermedades leves, la telemedicina es una gran herramienta para mejorar el tratamiento recibido por los pacientes con COVID-19, al proporcionar atención especializada en áreas con recursos limitados. Por ejemplo, dos nuevas empresas de tecnología de la salud con sede en California están trabajando juntas para abordar este problema, y ​​están uniendo fuerzas para ofrecer servicios de telemedicina de cuidados intensivos para hospitales de bajo acceso en América Latina. Otros programas de monitoreo disponibles que permiten la supervisión remota de hasta 100 pacientes en unidades de cuidados intensivos en numerosos hospitales, incluyen Sentara Healthcare, Sutter Health y Mercy Virtual Care Center en EE. UU. Estas iniciativas ayudan a proporcionar acceso a especialistas que de otra forma no serían accesibles en persona.

Por el momento, no todas son buenas noticias en varios países, ya que aún queda trabajo por hacer en relación con las estructuras regulatorias para implementar los servicios de telemedicina. Aunque esto puede llevar algún tiempo, la telemedicina es crucial para abordar la crisis de COVID-19 ahora, así como otras enfermedades futuras.

Chatbots de salud en COVID-19: herramienta de evaluación de riesgos 24/7

El triage anticipado ayuda a los sistemas de salud a clasificar a los pacientes, según la gravedad de su emergencia, antes de que lleguen a un centro de salud. Los chatbots de salud, a través de algoritmos automatizados, permiten que las personas sean examinadas para detectar COVID-19 y evaluar la gravedad de sus síntomas. Los chatbots también pueden ayudar a las personas a comprender si necesitan ayuda médica o no, responder preguntas frecuentes y brindarles una sensación de apoyo. La ventaja de la automatización de los chatbots es que están disponibles 24/7 y pueden manejar miles (e incluso millones) de usuarios al mismo tiempo. De esta forma, en cualquier momento, los usuarios pueden comprender si están en riesgo de infectarse. Estos chatbots pueden implementarse en varias plataformas ya conocidas, como WhatsApp, Facebook Messenger, Telegram, o incluso usarse como bots telefónicos –es decir, proporcionar la herramienta de detección a través de una llamada telefónica–. Por lo tanto, el acceso puede estar ampliamente disponible.

Estos métodos son un primer contacto para presentar al público los servicios de telemedicina. La idea general es que los usuarios interactúen con el chatbot, en su plataforma preferida, y si el algoritmo detecta que necesitan asistencia médica, el chatbot los ayuda a contactar a un proveedor de salud disponible, ya sea a través de la plataforma de telemedicina, por teléfono o, si se reconoce una emergencia, dirigiendo al usuario al centro de salud más cercano. Estos chatbots también pueden integrarse con otros sistemas para regular el volumen de pacientes en hospitales, clínicas o salas de emergencia, y pueden evitar aglomeraciones en las instituciones de salud.

Los chatbots también ayudan a difundir información de salud mediante el procesamiento del lenguaje natural. Esta tecnología se usa, por ejemplo, con Alexa, Google Home y Siri, y permite a los usuarios tener una conversación con el bot para que pueda responder sus preguntas.

telemedicina y pandemias
Imagen: La Tercera (YouTube).

Varias organizaciones están usando chatbots para divulgar información confirmada de COVID-19 a efecto de  contrarrestar las “noticias falsas” dañinas que se distribuyen principalmente a través de las redes sociales. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud y Rakuten Viber lanzaron un chatbot interactivo para distribuir información actualizada de COVID-19 a millones de usuarios. Del mismo modo, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en EE. UU. también lanzaron un chatbot que utiliza la plataforma Healthcare Bot de Microsoft en su sitio web; y en Italia, Paginemediche creó un chatbot para proporcionar un triaje en línea, basado en las pautas del Ministerio de Salud italiano. En México, la Secretaría de Salud lanzó una aplicación móvil para el autodiagnóstico de COVID-19. Aunque propiamente no es un chatbot, la aplicación ayuda a los usuarios a consultar medidas de prevención, conocer noticias, responder preguntas frecuentes y buscar centros de atención.

Los chatbots tienen muchas ventajas, pero todavía hay algunos aspectos que deben mejorarse. Por ejemplo, las respuestas son inconsistentes a través de diversos chatbots y pueden ser confusas para los usuarios. Por ejemplo, Casey Ross probó ocho chatbots de EE. UU. y recibió una serie de recomendaciones, desde comenzar el aislamiento en el hogar de inmediato hasta contactar al chatbot nuevamente en caso de que hubiera algún cambio en su salud. Esto, en cierta medida, se debe a que todavía no hay pruebas suficientes para crear un sistema de puntuación estandarizado para proporcionar una autoevaluación de riesgo adecuada, y las definiciones y criterios de casos de COVID-19 varían entre diferentes instituciones. Pronto, estos chatbots podrán ser evaluados para crear una autoevaluación de riesgos bien definida, internacionalmente aceptada y estructurada. Otro problema es que la mayoría de los chatbots se han creado como árboles de decisión y, si no se actualizan con frecuencia, las recomendaciones pueden terminar siendo obsoletas.

Una nota final sobre la prosperidad

Estoy impresionado por los abundantes esfuerzos que se han realizado tan rápido e instantáneamente evolucionando alrededor de la crisis de COVID-19. Los profesionales de la salud, científicos, emprendedores sociales, desarrolladores, abogados, diseñadores, especialistas en marketing y muchos otros están trabajando juntos, como nunca se había visto, en un objetivo global común. Y, por favor, no me malinterpreten, por supuesto que no estábamos preparados para una crisis de salud de esta magnitud. Los encargados de la toma de decisiones y las políticas no estaban preparados. Sin embargo, la tecnología ha permitido avances rápidos. Aunque hoy parece una historia interminable, tratando de superar la “nueva normalidad”, se puede ver la luz al final del túnel, donde la humanidad prospera.


sebastian prida

Sobre el autor:
El doctor Sebastián Prida es un profesional médico ambicioso, creativo y motivado que quiere aumentar la esperanza de vida y la salud humana mediante el uso de la tecnología en educación para la salud, prevención de enfermedades y seguimiento de enfermedades. Actualmente es director médico regional de Medwave Software Solutions, Inc., una empresa de tecnología de la salud con sede en California que se enfoca en la innovación tecnológica de la salud global y es consultor de la iniciativa Viive, instituciones que no tuvieron participación alguna en la redacción del presente documento.


También te puede interesar: El triage recobra su concepto original.

La Inteligencia Artificial en los negocios

Lectura: 5 minutos

La Inteligencia Artificial (IA) nace como un sueño de ciencia ficción del hombre, el cual poco a poco se ha vuelto una realidad; misma que tiene su fundamento en las matemáticas, y contrario a lo que muchos creen sobre que ésta nace en 1936 con el británico Alan Turing, su verdadero origen data de 1854 con el matemático George Boole, quien es el primero en creer que el razonamiento lógico podía sistematizarse.

Pero más allá de la historia, ¿qué es la Inteligencia Artificial?, simplemente diría que es la capacidad que tiene una máquina para aprender y razonar como los seres humanos. Dicha capacidad se apoya en otras tecnologías que permiten el almacenamiento intangible de información (nube), acceso a enormes cantidades de datos (big data), aprendizaje profundo (deep learning), procesamiento de enormes cantidades de datos (cómputo cuántico), entre otras.

Es normal que creamos que la IA sólo es empleada en los robots o laboratorios científicos, pero lo cierto es que diariamente la ocupamos y no nos damos cuenta, por ejemplo, nuestro celular lo desbloqueamos mediante reconocimiento facial, le hablamos a una aplicación para que busque una dirección a la que queremos llegar, interactuamos mediante mensajería instantánea con un comercio para contratar un servicio o producto sin saber que nos está respondiendo un algoritmo de aprendizaje (ChatBot). También hacemos uso de un servicio bajo demanda de video o música que nos pone en pantalla el contenido de nuestro interés con base a nuestras preferencias; pero lo cierto es que la IA va mucho más allá que estos “simples” usos.

ia en la mano

Por ejemplo, la empresa china Ping An se transformó de una compañía de servicios financieros y de seguros tradicionales, en un negocio de tecnología en la nube que proporciona servicios para los sectores de finanzas tecnológicas y médico, utilizando la Inteligencia Artificial, sus ingresos anuales están por encima de los 9,600 millones de dólares anuales, lo cual representó casi un 34% de incremento de 2013 a 2018.

Lo anterior no es de extrañar ya que según el estudio “Global AI Survey” publicado por la firma McKinsey & Company, el 63% de las empresas que adoptaron IA en sus áreas, han conseguido un aumento del 10% de sus ingresos y el 44% en reducción de costos.

De acuerdo con el artículo Inteligencia artificial en el gobierno de los Estados Unidos  (Nikolas Sicilia), Estados Unidos es el país líder en IA por cuatro fundamentos:

1. Para la innovación estadounidense: usan tecnologías transformadoras que están mejorando vidas e industrias en crecimiento, y puedan empoderar a los trabajadores.
2. IA para la industria estadounidense: tiene el objetivo de crear un clima nacional donde los científicos y tecnólogos desarrollan con éxito sus inventos.
3. IA para el trabajador estadounidense: está permitiendo que las empresas estadounidenses concentren recursos y en trabajos de mayor valor.
4. IA con valores estadounidenses: las tecnologías de IA que desarrollan también deben reflejar los valores fundamentales estadounidenses y su devoción por ayudar a las personas.

En este sentido, Rusia es otro país que también ha invertido en IA en los últimos años y se posiciona como un líder en el ramo. A diferencia de Estados Unidos, Rusia ha sabido explotar la IA en ámbitos más específicos como los negocios y la telefonía. Uno de los proyectos en Rusia es usar IA para la conducción de vehículos en las calles de Moscú, el proyecto es pionero y se encuentra en pruebas, pero su principal objetivo es disminuir muertes en carreteras porque el software respetaría las señales de tránsito y no se distraería.

Asimismo, Vladimir Putin ha pedido que los bancos también participen en innovación tecnológica, principalmente en IA aplicada en algoritmos para predicción de clientes y cartera. Otros ejemplos de uso de IA en Rusia son: robots, mascotas robóticas, máquinas que fungen como mineros para poder llegar a zonas de riesgo para las personas y robots que utilizan para transportar objetos.

vladimir putin
Vladímir Vladímirovich Putin, abogado y el actual presidente de la Federación Rusa (Fotografía: News 24/7).

Otro de los países que también avanza aceleradamente en el uso de la IA es China. El país asiático ha sido pionero de IA en temas de comunicaciones y salud, específicamente en reconocimiento facial y uso de robots. El gobierno de China es enfático en la necesidad de invertir grandes cantidades de dinero a la innovación tecnológica y telecomunicaciones.

Una de las críticas al gobierno chino en el uso de la IA es que lo utilizan para controlar a sus ciudadanos. En 2019 se publicó la noticia de que el gobierno chino desarrollaba uniformes escolares inteligentes con el objetivo de controlar la asistencia y paradero de los estudiantes, usando reconocimiento facial y un sistema que permita detectar cuando el alumno se encuentra fuera de la escuela sin permiso o si tratan de quitarse el uniforme, lo anterior con una alarma de voz que se activa automáticamente.

Otro aspecto del porqué China también lidera el mercado de la IA es que más del 85% de sus empresas utilizan IA en temas: económicos, de salud y de seguridad (nacional y pública). Tanto la IA como el análisis de información, son dos elementos fundamentales para el gobierno chino en su avance tecnológico. Casi todo el país cuenta con cámaras avanzadas de reconocimiento facial que el gobierno ha defendido argumentando que eso disminuye la incidencia delictiva por la capacidad de reconocer a alguien y detectar su ubicación exacta en tan sólo minutos. Además, la Inteligencia Artificial la han aplicado para reducir el tráfico en varias ciudades catalogadas como caóticas, debido a la ubicación de cámaras y un sistema eficiente de semáforos y señales.

Estados Unidos, Rusia y China son los tres países más desarrollados en el uso de la IA por la cantidad de dinero que invierten en innovación tecnológica y telecomunicaciones. Muchos de los países de Europa quieren seguir los pasos de estos tres grandes ejemplos y, recientemente, Francia y Alemania han elaborado estrategias de IA para sus gobiernos.

reconocimiento facial
Imagen: Criptotendencia.

Por otro lado, en América Latina hay expectativas altas en el uso de la IA y uno de los países que promete ser líder en la región es México. Se ha mencionado que el país podría explotar el uso de la IA en temas económicos y de salud si se decide invertir una cantidad considerable de dinero en innovación tecnológica, ya que a la fecha aún se encuentra rezagado en usos de tecnologías disruptivas.

Hoy en día medianas y grandes empresas han dirigido su mirada a la IA y al análisis de información, algunos ejemplos de su aplicación en el país son Banco Azteca, que mediante WhatsApp logró que cerca de 5 millones de clientes aperturaran nuevas cuentas, o Aeroméxico que por medio de su chatbots ha logrado atender a sus clientes e incrementar sus ventas.

En cuanto al gobierno, es en el sector salud en donde el uso de la IA puede ser más promisorio, ya que si éste es aplicado en la predicción de padecimientos, se pueden prevenir enfermedades crónico-degenerativas como son el cáncer, la diabetes, la hipertensión, etc., las cuales son las causantes del mayor gasto en salud del Estado mexicano.

Recientemente, el gobierno de México anunció la inversión de Microsoft de más de 1,000 millones de dólares a la transformación tecnológica del país, con lo que se espera que parte de dicho monto sea invertido en innovación tecnológica en IA, Big Data y Cloud, las cuales esperemos que sirvan para que el uso de la IA sea viable y redituable.


Referencias:
~ McKinsey & Company, “Global AI Survey: AI proves its worth, but few scale impact”, (2019).
~ The White House, “Artificial Intelligence for American People”.
~ Liu Caiyu, “Chinese schools monitor students activities, targeting truancy with ‘intelligent uniforms’”, Global Times (2018/12/20).
~ “Rusia lidera la implementación de la inteligencia artificial en los negocios”, RT (2019/10/07).


También te puede interesar: Los datos como nuevo recurso económico.