ninis

La juventud mexicana, víctima de la falta de inteligencia y estrategia

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Mucho se ha estigmatizado a las últimas generaciones de jóvenes con la idea de que no quieren estudiar y mucho menos trabajar, llegando a llamarles de manera peyorativa “ninis”. Inclusive, hay quienes han aprovechado la situación para endosarles la responsabilidad de la situación económica, política y social de México, diciendo que no tienen interés y compromiso alguno por cambiar su situación y, por ende, la de nuestro país.

Si tuviésemos que preguntarnos dónde está el problema o cómo es que hemos llegado a este punto, antes tendríamos que cuestionarnos qué han hecho las organizaciones públicas, privadas, académicas y sociales a título individual y en conjunto, para crear y asegurar un entorno acorde a las necesidades y expectativas de nuestra juventud y el propio México.

Es muy probable que, a las cuestiones anteriores, los distintos agentes presentasen un “listado de acciones realizadas” intentando demostrar que el problema no se encuentra de su lado, ocultando su incapacidad para conectar con los jóvenes y mucho menos establecer canales de contacto adecuados que permitiesen la comunicación y búsqueda de estrategias capaces de paliar la brecha que existe entre ambas partes.

futuro de la juventud en mexico
Ilustración: La Prensa Gráfica.

En este sentido, conforme pasan los días, la crisis del COVID-19 se agudiza y acelera los problemas económicos y sociales que nos vienen asolando desde hace años. Entonces, si centramos la evaluación del impacto que tendrá esta contingencia sobre los jóvenes, basándonos en las principales previsiones financieras y en la experiencia de otras crisis vividas en nuestro país, encontramos que si actualmente en México hay más de 29 millones de jóvenes entre 18 y 29 años de edad y de los cuales cerca de 6 millones no estudian ni trabajan, para finales de año estos llegaran a rozar la cifra de los 12 millones.

Si más de un tercio de la juventud mexicana ve en riesgo la posibilidad de trabajar y/o estudiar por la falta de estrategias de los actores públicos y privados, no se visualiza un fin de la contingencia sanitaria y las empresas ven cada vez más cerca el cierre, la pregunta natural es ¿qué futuro es el que depara a México?

La respuesta a esta cuestión es clara, ninguno, y mucho menos sabiendo que estamos perdiendo el factor de oportunidad, al poner a nuestra juventud de las prioridades y del desarrollo, situación que generará un efecto domino que se prolongará en el tiempo, no por un par de años, sino por generaciones. Pongamos en perspectiva esta situación, si en este momento un joven pierde la posibilidad de desarrollar y crecer dentro del sistema productivo, conforme vaya cumpliendo años, su perfil se vuelve menos atractivo, situación que limitará sus pocas posibilidades de brindar a los suyos desarrollo, heredando a una nueva generación, la falta de acción, estrategia e inteligencia en tiempos de coronavirus.

ninis que no trabajan ni estudian
Ilustración: Reporte Índigo.

No es suficiente con decir que los jóvenes tienen que emprender o buscarse la vida como lo han hecho muchos otros, por el contrario, es momento de generar políticas que les hagan participes del futuro, que les permitan involucrarse en las acciones que tenemos que acometer para sacar adelante al país en los tiempos que estamos viviendo, pero, sobre todo, es momento de generar dinámicas participativas donde la edad no sea una barrera para el desarrollo de México.

Levantemos la cabeza y miremos al futuro pensando en todo lo que necesitamos para ser y seguir siendo competitivos.

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