Nuestro País

2020: el declive del eminente politólogo de la UNAM

Lectura: 2 minutos

Pese a todo, 2019 fue un buen año para el eminente politólogo de la UNAM. La caída en la aprobación de la gestión presidencial de Andrés Manuel López Obrador fue mínima, aun con el franco retroceso económico, democrático e institucional. La borrachera del triunfo, las decisiones efectistas y las cotidianas mentiras, lo mantienen en un cómodo 57.8% de aprobación del electorado. #AMLOTrackingPoll

Sin embargo, 2020 será, sin duda, un año mucho más complejo para AMLO. Se acaba la “luna de miel” y el pueblo siente la pronunciada cuesta de enero. Pese a la promesa de Andrés Manuel López Obrador de no incrementar los impuestos y los costos de los servicios prestados por el gobierno; el incremento se ha presentado desde los gobiernos estatales que controla. Por sólo mencionar un ejemplo muy cercano a él, la Ciudad de México reestableció el impuesto a la Tenencia de Vehículos (con valor superior a los $250 mil pesos) e incrementó el pago de derechos por concepto de licencias de conducir, entre otros.

2020 TrackingPoll

Sin embargo, la incertidumbre que sembró AMLO entre las clases medias y altas desde el momento de su elección, actualmente ya penetra en las clases populares. El pueblo se pregunta: ¿cómo vendrá el 2020?, ¿conservaré mi trabajo?, etc. Lo que ha repercutido en una caída en su aprobación al inicio del 2020, misma que sigue siendo alta según los estándares internacionales.

Todo ello a pesar del constante incremento de las exportaciones de México a los Estados Unidos y la probable aprobación del Tratado de Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC). Es claro que la situación económica del mundo se perfila adversa para el conjunto de la economía global. Y en ese contexto, es improbable que a México le vaya bien. El “mediocre crecimiento neoliberal” de entre 2 y 3 puntos del Producto Interno Bruto, parece un anhelo inalcanzable para el Gobierno de la Cuarta Transformación, mismo que ofreció un crecimiento de 4% del PIB y con gran esfuerzo se mantiene por unas décimas en números positivos. Muy lejos de lo ofrecido a sus electores.

EN PERSPECTIVA, las mentiras, la polarización y la adjetivación desmedida te puede permitir ganar una elección; pero muy pronto el pueblo exige comida sobre su mesa y, al menos, cierta perspectiva de que las situación va a mejorar. Y esto NO ha pasado en el 1er año, y es poco probable que pase en los cinco años restantes. Veamos.

O ¿usted qué opina estimado lector?

Informales o ilegales

Lectura: 2 minutos

Al empezar cada año, es común que nos pongamos varias metas a lograr, por ejemplo, bajar de peso, hacer más ejercicio, buscar nuevos ingresos, remodelar la casa, y en general tratamos de que sean intenciones positivas y que nos permitan mejorar tanto en lo personal como a la gente que nos rodea.

Creo que lo mismo deberíamos hacer como país, fijar metas positivas que induzcan a que mejoremos nuestro entorno.

Propongo que una de ellas sea disminuir la informalidad y lograr tener una tendencia a largo plazo a la baja.

Yo entiendo que informal es aquello que no cumple con las condiciones o requisitos establecidos de un sistema o protocolo, por ejemplo, si vamos a una fiesta y nos piden que debemos ir vestidos de manera formal, entendemos que debemos presentarnos –en el caso de los hombres– con traje y corbata, y si nos señalan que la fiesta es informal, iremos vestidos con un estilo casual, por ejemplo, con chamarra.

En la economía, se está cometiendo el error de llamar “informales” a la gente que se comporta fuera de lo estipulado por la ley, y esto, de cierto modo, suaviza la ilegalidad, dándole un aire de que no está tan mal, por eso, en términos económicos debería eliminarse la palabra de “informales”, sustituyéndola por el término “ilegal”, con todo lo que esto implica.

negocio informal
Ilustración: Claudio Muñoz.

Estoy totalmente de acuerdo que muchas personas en México su ingreso es tan bajo, y sus condiciones de vida son tan malas, que es una aberración que paguen impuestos, pero me parece que sería mucho más sano legalizarlos y que legalmente no paguen los impuestos directos, hasta después de cierto monto. Me parece equivocado condenar a la gente a ser ilegal permanentemente y que, por tal razón, de alguna manera u otra, tratan de buscar el anonimato por miedo.

Cierto día, paseando en un tianguis en la calle, y que obviamente obstruye las vialidades, observé cómo una persona pasaba a cobrarles la cuota a los tiangueros, el cobrador traía una libretita donde apuntaba lo que cada quien le pagaba, la cuota difería según el giro, ya sea fruta, verdura, tacos, ropa, perfumes, etcétera.

Les cobraba entre 50 y 200 pesos por metro cuadrado por día, que si lo multiplicamos por 30 días, están pagando entre 1,500 y 6,000 pesos el metro cuadrado al mes. Esto no lo cobran ni de lejos los mejores centros comerciales del país.

La realidad es que los tiangueros están pagando un impuesto, pero es un impuesto alternativo el cual ignoro su destino, y que por supuesto no ingresa a las arcas del gobierno, o sea que la gente sí paga impuestos y muy caros, aun cuando lamentablemente permanecen como ilegales y no tienen derechos ni prestaciones. A la larga, esto no podrá ser sostenible y el descontento y la frustración de la población irá creciendo. Para mí los tiangueros no son delincuentes, ¡son víctimas!, y están atrapados en un círculo vicioso.

Tal vez el día que empecemos a llamar a las cosas por su nombre y dejemos de decirle a los ilegales, “informales”, empezaremos a revertir la tendencia.

Todo cambio empieza por la casa

Lectura: 4 minutos

Es alarmante ver cómo la dirigente del gobierno de la Ciudad de México está tomando decisiones (si se quiere ver, “de buena voluntad”) que realmente no están muy bien pensadas, me explico, con el tema de la contingencia ambiental, se dice que podría presentarse una propuesta para sancionar al automovilista que se transporte “solo” en su vehículo, quiere decir que ¿debemos poner un anuncio en el parabrisas del auto como combi, microbús, camión, de cuál es la ruta que tomaremos para ver si alguna persona honesta se sube a nuestro auto y comparta el recorrido?, ¿pasar de calle en calle para lograr el objetivo?, ¿ponerse de acuerdo con un compañero que viva lo más cercano posible para pasar por él? Y, en el trayecto, ¿acaso no irá uno solo?

No sé si es la carga de trabajo, el estrés, la falta de descanso, lo que esté provocando este tipo de “ideas”, pero definitivamente no estoy de acuerdo con las mismas. Por el castigo que se les está imponiendo a los ciudadanos, para evitar el pago de tenencia de su auto, sacaron placas de otro Estado, y es entendible, pero también debería de serlo el hecho de que ese impuesto “impositivo” sólo sucede en nuestro país, y los recursos que generan no se ven en mejoras para la ciudadanía. Tenemos unas calles que parecen campos minados, sin que “nadie” haga nada, ya nos acostumbramos al hecho y no exigimos que nos informen qué se hace con nuestros impuestos, sólo vemos funcionarios con mejores casas, autos, ropa, y están en las noticias, no es un dato oculto, es de dominio público, pero sin que ninguno de los mencionados esté preso. Luego, entonces, ¿dónde está la justicia?, ya hemos comentado que no existe y la poca que hay no es justa, ni equitativa, ya que los verdaderos delincuentes llámense de cuello blanco, negro, morado o como gusten, siguen viviendo del presupuesto y no vemos acción alguna.

La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México no entiende el tema de circular solo, ya que ella nunca viaja sola, va con su cuerpo de seguridad, le abren paso y no existen las llegadas tarde por el tema del tráfico. Así cualquiera puede proponer lo que se le ocurra y asumiendo el papel aguanta “todo”, pero no en la realidad.

Cambio congestion vial
Ilustración: Moviment.

¿Quién en su sano juicio se arriesgará a subir a su auto a uno o varios extraños? La respuesta es simple, “nadie”, si no hay control con la inseguridad que de por sí ya tenemos en las calles, y que escuchamos que en vez de reducir, va en aumento, ¿cómo podemos pensar en que alguien se arriesgará aún más por una idea para aminorar el tráfico?

Es claro que vivimos en una de las ciudades más pobladas del orbe, pero la calidad del aire no sólo depende de la combustión de los motores de los autos, hay muchos otros factores que no se ven y están provocando el cambio climático, lo cual ya empieza a pasar factura a la humanidad (los incendios en el Amazonas, en Australia, California, Portugal, etc.), y tal vez, en muchos de los casos, por actos derivados de la corrupción que, como lo he expresado, continuará. No podemos tapar el sol con un dedo; quieren hacernos creer que ha mejorado (los invito a que vayan a tratar de sacar un trámite a alguna de las alcaldías, habrá algunas que se comprometieron con su eliminación, pero sigue habiendo otras que para un trámite de licencia de construcción, son peros y peros, hasta llegar al clásico “moche”).

Están por entrar las famosas “fotos-cívicas”, es cierto que el anterior programa de “foto-multa”, en algunos casos dio resultados, mejorando la conducción de los automovilistas, pero también, existieron abusos en las mismas, ya que mucha gente le llegó alguna cuando su auto estaba estacionado en su casa, o cuando estaba de viaje (éste fue mi caso). Resolverlo no fue nada fácil, pero ahora entrará el otro programa y la verdad me gustaría proponer en este espacio una sugerencia que leí y me mandaron, que fue una carta a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y que decía más o menos de esta forma:

Estimada Sra., ahora que está por entrar en vigor su programa de foto-cívica, la que generará un descuento de los puntos que tiene mi licencia de conducir y que al llegar a un cierto número se me suspenderá el derecho de hacerlo y poder acudir a mi trabajo y continuar primero, pagando impuestos, mantener y sostener a mi familia, y para poder continuar con esa rutina, me tendré que exponer a utilizar el transporte público, ser sujeto de asaltos, golpes o en el peor de los casos, formar parte de la estadística de personas fallecidas por actos delictivos (sin resolver), le quiero proponer y a su vez hacer del conocimiento de sus demás jefes, ya que no se le olvide que trabaja para nosotros, los ciudadanos y cómo a cualquier trabajador, tenemos el derecho de exigirle que cumpla con el mismo, lo siguiente:

~ Por cada bache que encontremos en el camino, calle, etc., le descontamos un punto.
~ Por cada persona asesinada en el transporte público, le descontamos otro punto.
~ Por el mal trato a las mujeres en la calle, transporte, etc., le descontamos uno más.
~ Por el mal trato a los ciudadanos en sus dependencias, otro.
~ Por los “encharcamientos” (inundaciones) en época de lluvias, otro más.
~ Por la falta de agua (más común últimamente) en las colonias de la ciudad, otro.
~ Por el abuso de la autoridad (comprobado), quitamos otro.
~ Por falta de alumbrado público, menos otro.
~ Por la falta de recolección de basura e ir a botarla a lotes baldíos, uno más.

metro
Ilustración: Nexos.

Si a alguien se le ocurre otra causa de sanción, adelante.

Como se encuentra nuestra ciudad al día de hoy, yo le daría una ventaja de 150 puntos, pero al quedarse sin ninguno, que creo sería a lo mucho en 3 meses, le pediría de la manera más atenta que renuncie al cargo, ya que no tiene ni los conocimientos, ni el personal, ni la organización, ni nada, para cumplir con el mismo.

¿Alguno de ustedes se une a esta propuesta?

Nos seguimos leyendo.

México restado y dividido

Lectura: 4 minutos

Las deformaciones de la comunicación son producto de una mediación sin interlocución, sin fuente ni receptor. No hay comunicación que no pase primero por lo interpersonal. Hablábamos mucho de teléfono descompuesto, sin embargo, hoy las redes sociales y los comentaristas a modo han exponenciado las distorsiones y las han convertido en una posverdad. Una verdad en que lo dicho tiene mayor validez que el hecho.

El problema nace de una democracia fallida donde el “Kratos” (del poder, del gobierno, de las oligarquías mediáticas, las instituciones débiles y los liderazgos efímeros) cegados por su propia manutención, por su afán de anquilosarse, desatiende un “Demos”, que en su desorientación y abandono cuestiona constantemente al kratos a través de microquerellas circunstanciales, movimientos y manifestaciones de grupos cada vez más pequeños, más representativos, cierto, pero más divisivos que, aunque efímeros, se hacen temporalmente populares y fracturan.

Estamos sin reservas ante una crisis de la democracia que trae como consecuencia un déficit de expresión donde la sociedad no reconoce y tampoco produce señales claras.  Los temas se multiplican y se convierten en un múltiple nada inaprehensible que confunde y hace perder la identidad, restando unidad y constituyendo fracciones en la sociedad; fragmentos recompuestos conforme el dictado de la circunstancia.

Desde tiempos perfectamente recuperables por la memoria y su instrumento de trabajo que es la historia, podemos observar que en este territorio mexicano (ojo, no país) vemos cómo, el instrumento más recurrido para ejercer la dominación es la división.

Mexico dividido
Ilustración: El Universal.

El jesuita Clavijero describe con claridad el cierre del Colegio de Tlatelolco, “para que los indios no aprendan tanto”. Tanto como los colonizadores que, más aptos para la guerra y la aventura que para las letras que sedentarizan, fueron en aquellos tiempos rápidamente sobrepasados por los indios que se hicieron pronto del lenguaje teológico, filosófico, legislativo y científico, que allí se prodigaba generalmente a través de la enseñanza de sacerdotes. El miedo a la igualdad de conocimiento es una división primera.

Más recientemente, las reflexiones de Thomas Piketty en Capital e ideología (Ediciones Seuil, septiembre 2019) al otro extremo y en otro contexto, reiteran y hacen vigente la vieja fórmula: divide y dominarás.

La politización de la inmigración señala cómo es que las nuevas generaciones de migrantes votan claramente en un sentido progresista versus el social nativismo (los neo-nacionalistas) como trampa identitaria poscolonial, que lo hace en favor del mantenimiento de un conservadurismo. Clavijero y Piketty parecen apuntar con seis siglos de diferencia el mismo problema.

La plaza pública, expresión que acuerpa mucho del efervescente conversatorio nacional y que se expresa en las sobremesas en coloquios e intercambios de mensajes sobre todas las plataformas sociales, es una buena referencia para observar el abanico de todas las divisiones.

Ya no se trata sólo de la división entre fifís y chairos nacionales, sino entre pronorteamericanos y antigringos, proglobales y mundialifóbicos, proamericanos en favor y en contra del presidente Trump, antigringos en favor y en contra del T-MEC. Fifís light y encumbrados, chairos leves o carburados, chairos fifí y fifíchairos, por un lado, y bandas ultra, carteles y pandillas, por el otro.  Y si agregamos el enfoque de género Lords y Ladies, feminismos de todo color e ideología, movimientos LGBT+, las divisiones se amplifican hasta el infinito partitivo donde priva la ingeniería social subatómica, molecular y cuántica.

La idea de México sobre la que durante décadas se ha volcado el analista cultural Emilio Cárdenas, existe hoy un poco menos, se desdibuja para favorecer la concepción de un país de unos y no de otros, posicionándose como premisa mayor ante la idea del ser o una idea del ser, mexicana, con la que me siento mas cómodo.

Las nociones de traspatio, de hermano mayor o de potencia cultural, se diluyen rápidamente frente a realidades más concretas y vinculadas al devenir cotidiano como la guerra de los cárteles, el desempleo, la inseguridad, el huachicol y la corrupción.  Todas aparecen como las luchas de los buenos frente al mal ampliamente extendido.

Mexico dividido
Ilustración: Rius.

Ante estas realidades, cómo generar una narrativa de país que sea común a los 130 millones de ciudadanos y en la que se reconozcan todos, una que no caiga en el simplismo folclorista y siempre sectario y regional, una en que no se hable con ligereza de las aportaciones desiguales de un Estado u otro a la Federación (que es la idea política de país), como lo vienen haciendo algunos políticos del norte, bien apoyados por las industrias locales, una en fin, que combine la compasión, es decir, la capacidad de mirarse en la mirada del otro, el gusto por lo distinto, la sensualidad, y la coquetería también de etnicidades plurales y distinguidas, la solvencia moral, ésa que sabe responder sí o no, y en consecuencia hace ganar tiempo, ésa que genera confianza en un sistema que obliga a simple consideración de las alteridades, una en que los lugares de salida al desarrollo sean lo más parejo posible para que las diferencias en el camino se establezcan meritocráticamente y con el reconocimiento natural de los individuos que conforman el aparto social.

Ese relato de país no existe, pero tiene sentido por las condiciones geopolíticas e históricas. México es el de las equis poderosas que sugieren cruces de caminos, de culturas, de hibridaciones humanas. México es naturalmente su mexicanidad que es mayor a su territorio, una propuesta de humanidad que está en las antípodas de los supremacismos. Trabajar intensamente en la descolonización es el mayor reto.

Entender las motivaciones atávicas del narco y atenderlas, el afán de Kratos dominante y mitigarlo, vacunarse contra la inocuidad de un Demos entumecido y agilizar su inteligencia y capacidad transformadora. Con estos hilos de urdimbre, tejer una trama de elocuencia nueva, comprometida y animada de un potencial que conmueva, ésa es la narrativa deseada.

Me parece que se puede lograr pensando prospectivamente a partir de nuestros vectores definitorios. Qué nos trajo hasta aquí y qué nos puede llevar a ese lugar que deseamos. Pensar como hermano mayor no es pensar en ser mayor, más grande, mejor que el otro, sino demostrativamente ser con los demás en una solidaridad constructora del nosotros que rete y convide, que enseñe y promueva, que sepa aprender y desaprender también.

Dos tipos de corrupción

Lectura: 2 minutos

Al declararse no culpable de los cargos que le imputan en Estados Unidos como presunto conspirador con el cártel de Sinaloa en el tráfico de cocaína, Genaro García Luna podrá negociar un trato benigno a cambio de lo único que tiene que ofrecer: dar nombres y denunciar acciones de la red de corrupción entre funcionarios y delincuentes, tanto estadounidenses como mexicanos.

¿De qué servirá la información que ofrezca? García Luna fue acusado por un gran jurado federal estadounidense el 4 de diciembre del año pasado de haber despejado el camino para los envíos de toneladas de cocaína y otras drogas a Estados Unidos mientras estuvo al frente de la Secretaría de Seguridad Pública de México. Fue arrestado días después en Dallas.

Dicen los que conocen el sistema judicial estadounidense, que un gran jurado no acusa sin antes haber reunido evidencias y pruebas contundentes; podemos, por lo tanto, considerar los cargos por los que García Luna fue arrestado para empezar a entender que la guerra contra el narco declarada en el sexenio calderonista, fue una sangrienta simulación.

corrupcion y ventilacion
Ilustración: Jorge Castañeda.

De comprobarse las principales acusaciones contra el exfuncionario, se sabrían pormenores de por qué no se logró la neutralización selectiva de cárteles en favor del de Sinaloa, y en cambio se desarticularon los mecanismos de control de esas organizaciones que, al dispersarlas, diversificaron sus actividades delictivas en contra de la sociedad.

Lo que se sabe hasta ahora del caso García Luna sirve también para entender que inclusive en la corrupción hay niveles y grados, y que no es lo mismo la que ocurre circunstancialmente que la que genera la connivencia con criminales en el seno de las estructuras institucionales.

Claramente es la corrupción que penetra hasta altos niveles las instituciones del Estado, tanto de organizaciones criminales como de grupos con gran poder económico, la que ha empobrecido material y cívicamente el desarrollo de México; ahora podríamos saber más sobre quiénes y cómo lo hacen para castigarlos como se merecen.

cabeza y corrupcion
Ilustración: Mauricio Premio.

Todo indica que en el combate a las fuerzas del narcotráfico, el gobierno de México ha concertado una alianza con el de Estados Unidos y que está más dedicado a “barrer la casa desde arriba de la escalera”.

Hay arrestos de personajes antes intocables; el primero fue el del abogado Juan Collado, personaje cercano al salinismo, acusado de presunto lavado de dinero; Emilio Lozoya está prófugo y hay cinco exgobernadores encarcelados. Alfonso Ancira es el único empresario del mismo calibre que está detenido en España para ser enjuiciado.

Hay decenas de funcionarios indiciados y detenidos, pero ninguna sentencia todavía; la desaparecida Procuraduría General de la República fallaba con demasiada frecuencia en el debido proceso por lo que, casualmente, sus acusaciones pocas veces culminaban en sentencias condenatorias. La Fiscalía General de la República tiene que actuar diferente para que ahora sí, haya sanciones a quienes se les demuestre su culpabilidad.

Datos de la Nochevieja: ¿Hacia dónde debe ir México en el 2020?

Lectura: 2 minutos

Los datos de la Nochevieja de 2019 nos revelan los retos de México hacia el año 2020. Notablemente, revertir la lacerante desigualdad en el ingreso; el cambio climático; y el profundo cambio tecnológico. ¿Lo tenemos claro los mexicanos? ¿Hemos coordinado el esfuerzo gubernamental, privado y social para contenerlos y, de ser posible, revertirlos? Usted tendrá su propia y respetable opinión, estimado lector.

Afortunadamente tenemos datos fidedignos sobre la situación de México y el mundo al cierre de 2018, mismos que se reflejan en el más reciente reporte del Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo: El Informe sobre Desarrollo Humano 2019. Para sorpresa de algunos, México es considerado un país con un nivel alto de desarrollo humano. Ocupando el lugar 76 entre 189 países medidos. Esto significa que requerimos escalar 14 posiciones en la tabla, al tiempo que todo el mundo continúa avanzando. O, en términos estáticos pasar de un Índice de Desarrollo Humano de 0.767% a 0.8%. Parece un tramo corto, menos de tres décimas de punto visto en el índice, pero implica mucho por hacer en múltiples dimensiones. Tarea nada fácil.

desarrollo coneval

Lo más lacerante es que en México, como en el resto del mundo en general, cada vez menos ciudadanos tienen esperanza de vivir mejor en el futuro; pero aún peor, han perdido su sentido de propósito y dignidad para su propia vida. Lo cual destruye la esencia misma de su ser como persona humana.

Si bien es cierto que en México se ha logrado trasladar importantes grupos de la pobreza alimentaria a la pobreza de capacidades; es una realidad que un mexicano promedio no tiene las oportunidades ni los recursos necesarios para asegurar su bienestar y ascenso social. La posición social en México está determinada, de manera similar al resto del mundo, por su género, su raza y/o la riqueza de sus padres.

EN PERSPECTIVA, todos tenemos claro el tema de la desigualdad en cuanto a ingreso y oportunidades se refiere; sin embargo, no parece ser que haya la misma consciencia en cuanto a la importancia de prevenir la desigualdad educativa y de competencias tecnológicas (acceso y calidad).

Y en materia de cambio climático se observa un franco retroceso, al menos en lo que a políticas públicas se refiere. Es una pena, pues como siempre, la sequía y exacerbación de las catástrofes ambientales golpearán más fuerte a los menos favorecidos.

¡Feliz 2020 estimado lector!

Los hacedores de la alternancia a la 4T

Lectura: 3 minutos

Son tiempos de reflexión, de recogimiento, de la mexicanísima posada, con sus multicolores y festivas piñatas, tamales, ponche y pachanga, tan atractivas y útiles para hacernos olvidar los problemas vividos en el año agonizante y retornar a la siempre presente esperanza en la ventura del nuevo ciclo, cargado de buenas y nuevas intenciones.

Son tiempos de celebración, de meditación y ocio que ofrecen espacios, también, a las ideas vulgares sobre asuntos terrenales que volverán a estar presentes en nuestra vida cotidiana una vez pasada la embriaguez periódica del encanto navideño.

Se dice que el ocio es la madre de todos los vicios, pero es también un espacio propicio a la contemplación, a la generación de ideas e interrogantes, íntimas o externas, y, una de ellas es, bajo los acontecimientos que definen indefectiblemente el año que pasa a formar parte entre los muertos.

 ¿Qué factores definieron el triunfo electoral, el arribo al poder de la controvertida 4T y la razón de tan apabullante triunfo?

triunfo amlo
Ilustración: Rocha.

Incertidumbre, desconfianza, miedo, propaganda y sutilezas estuvieron siempre presentes durante los 18 años de campaña del empecinado candidato, hasta que la perseverancia hizo su tarea y lo colocó en la ambicionada silla del águila. Sus argumentos: la desmedida corrupción y la mafia del poder que, poco a poco, se van corroborando.

Desconfianza, miedo e incertidumbre fueron rebasadas y dejadas a un lado por el electorado. El hartazgo se hizo patente y finalmente triunfó. La razón fue lo evidente, la descomposición del sistema político, la frivolidad, los escándalos y la impunidad con que fueron manejados los asuntos al interior del aparato público, pretendiendo ocultar lo expreso y manifiesto con el discurso protector, apostando a la jerarquía del poder, la manipulación mediática y la ingenuidad supuesta del contingente popular.

No fue Andrés Manuel quien ganó abrumadoramente la elección de 2018. Los mejores promotores de la alternancia y el arribo de AMLO al poder fueron precisamente sus adversarios, sus voraces antecesores, la soberbia de sus acciones, la opacidad, el encubrimiento, la inmoralidad de la clase política, la falta de respeto y sujeción a la ley, la ambición y rapacidad, encubiertos en el manto de la legalidad y de la honestidad de la investidura uniformada y togada, que hoy se exhibe desnuda y mancillada. Lo que no es otra cosa que el origen de nuestra tragedia, bañada en sangre y descrédito.

No fueron, ni el tesón del candidato, ni sus señalamientos a la oligarquía, a la cleptocracia, a la mafia del poder, a los funcionarios corruptos y tramposos enquistados en espacios prominentes, sino el hartazgo del pueblo y su esperanza de solución de esta perniciosa situación, exigiendo castigo a los culpables, evidentes pero solapados.

dados 4T
Ilustración: Sergio Bordón.

Fue el anhelo de paz, una paz secuestrada durante tantos años por la violencia, prohijada desde el poder, por ambiciones económicas que hoy se ventilan, tristemente, desde el exterior y que, esperamos, aún deben dar muchos frutos.

 Fue la demanda de mejores condiciones de justicia –lo que ello represente– de seguridad, de convivencia pacífica, estado de derecho, progreso, certidumbre, equidad, trato justo y, en general, felicidad, de quienes firmamos en la Constitución, un pacto, un contrato en el que todos convivamos alegres, confiados y prósperos, que nos de certidumbre de vida al amparo de nuestro designado Leviatán, justo, amoroso y honorable, eso es lo que colocó, en el máximo trono de esta nación, a una personalidad como el actual Presidente de la República, al que cedimos, indefectiblemente, nuestra confianza y del cual reclamamos resultados en contraprestación.

No debe obviarse que, indudablemente, la expectativa, la esperanza del pueblo sabio, del pueblo justo, del pueblo bueno, que en estas fechas se disipa, prende veladoras y se coloca prendas íntimas para la ventura, es de un futuro inmediato, 2020, de salud dinero y amor, pero, fundamentalmente, de respuesta a los agravios lacerantes y ominosos que nos han sumido en la desesperanza, en la desvergüenza y en la confrontación.

La incertidumbre lacera más que la tragedia. La desconfianza más que la deshonra.

Que la paz sea en vuestras mentes y la caridad en vuestros corazones.

¿AMLO es neoliberal?

Lectura: 3 minutos

Llama la atención que el franco apoyo de López Obrador al T-MEC, ha dado lugar a simplones comentarios sobre paralelismos y convergencias entre el “satanizado” neoliberalismo de Carlos Salinas y el gobierno “transformador” de López Obrador, como si éste estuviera cayendo en lo mismo que aquel, en flagrante contradicción ideológica y política.

Hay quienes creen que la marca del neoliberalismo es el libre comercio y que al haber sido Salinas el gran impulsor de la apertura comercial, López Obrador se identifica con ese pasado al defender el T-MEC que fue negociado por Enrique Peña Nieto. Un columnista respetable como José Antonio Crespo llegó a sostener que López Obrador, si fuera congruente, tendría que cerrar al país comercialmente.

Nada que ver la 4T con el neoliberalismo ni contra la apertura comercial. Tiene otros problemas, muy serios algunos, pero no de identidad con el neoliberalismo; lo que inauguró esa política global no fue el comercio libre (que en la práctica, no hay un solo país desarrollado que lo cumpla), sino el haber puesto las libertades económicas por encima de la democracia.

neoliberalismo cerdo
Imagen: teleSur.

Fernando Escalante lo explica bien en su Historia mínima del neoliberalismo (Taurus): “la preocupación central del neoliberalismo ha sido impedir que los derechos políticos que otorga la democracia liberal, llevara a las sociedades a exigirle al Estado que actuara contra las desigualdades mediante un mayor gasto en mejores servicios públicos de salud, educación y seguridad social”.

El neoliberalismo se levantó en contra del Estado benefactor europeo de la postguerra y, mediante el FMI y el Banco Mundial, se hizo extensivo a América Latina, actualmente envuelta en agitadas manifestaciones sociales que reclaman mejores servicios públicos, y que el Estado rediseñado, como el chileno, no tiene con qué responder.

La idea básica del neoliberalismo acerca del Estado es que hay derechos como el de la libertad y la propiedad que están por encima de la autoridad política, los cuales corresponden al orden del mercado y deben ser protegidos por el estado de derecho.

La erosión de las capacidades regulatorias del Estado era indispensable para elevar las libertades económicas por encima de cualquier pretensión –social o política– de atemperar las desigualdades que produce el mercado y que hoy, a 35 años de neoliberalismo, son el mayor obstáculo al desarrollo económico global.

neoliberalismo
Ilustración: Medium.

El mercado produce desigual distribución del ingreso, por definición. Si se da prioridad a las libertades económicas, poniendo al mercado y el mecanismo de los precios fuera del alcance de la política significa, primero, que hay que admitir que seguirá habiendo desigualdad y, segundo, que cualquier intento por corregir sus causas distorsiona el buen funcionamiento de los mercados. Las desigualdades sólo son corregibles en sus efectos, no en sus causas.

La transición, o si se prefiere, la transformación del régimen por la que atraviesa el país, reivindica la política y las demandas sociales, y se propone acotar el excesivo poder que adquirieron algunos grupos al amparo del neoliberalismo, sin negar el orden del mercado. La circunstancia es inédita y requiere debates de altura en los espacios tradicionales de los cuales se dispone y en los que la propia sociedad va generando.