En el año de 1980, el entonces rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Guillermo Soberón, abanderó el buque que fue a escudriñar los océanos, mares y costas de nuestro país. Con ello, el entonces Centro de Ciencias del Mar y Limnología entró en una nueva era en la búsqueda de mayores conocimientos que aportaran beneficios a la ciencia y a la sociedad mexicana.
Hoy, la casa universitaria celebra 40 años de haberse hecho a la mar con su primer buque oceanográfico: El Puma, cuya intensa actividad se refleja en las más de 700 mil millas náuticas recorridas –equivalentes a 1.2 millones de kilómetros terrestres– y en las 374 campañas de investigación en las cuales han participado más de siete mil académicos y estudiantes.
El actual rector Enrique Graue Wiechers, abrió con esta celebración el seminario “Perspectivas de Ciencias del Mar. Cuarenta Aniversario del Buque Oceanográfico ‘El Puma‘”.
“Hoy celebramos la oportunidad de escuchar un recuento de sus logros en asuntos estratégicos para nuestro país, tales como: corrientes y nutrientes marítimas, fauna marina, pesquerías, subsuelo marítimo, litorales, sismología, energía, medio ambiente y cambio climático”, celebró el rector de la UNAM.
Con este buque de investigación, la Universidad contribuye en ofrecer conocimiento necesario sobre las condiciones en que se encuentran las costas y mares mexicanas, así como los recursos y su relación con el cambio climático. También, a nivel regional y global, el Coordinador de la Investigación Científica de la Universidad, William Lee Alardín, aseguró que el buque aporta en la mejora de las estrategias y políticas energéticas y ambientales.
“En tiempos en que la ciencia se cuestiona, y que a veces se le contradice, en los que se le escatiman recursos, ser testigos de esta aventura del saber, es el mejor homenaje que se le puede hacer a la Universidad, que siempre está a la vanguardia de la investigación y del conocimiento. Es el mejor testimonio que pueden dar los universitarios”, agregó el presidente del Consejo Directivo de la Fundación UNAM, Dionisio Meade.
Científicamente redituable
A principios de los años 90, El Puma tenía más de 10 años en México, y ya contaba con 100 campañas oceanográficas, 30 artículos científicos y aproximadamente 39 tesis de grado. Una década después esas cifras alcanzaron las 196 campañas, 54 artículos científicos publicados y 64 tesis de grado; en 2005 pasaron a 295, 111 y 112, respectivamente.
Según declaraciones de Carlos Jorge Robinson Mendoza, director del ICMyL, los resultados indican que un buque oceanográfico como El Puma es científicamente redituable, toda vez que genera ciencia la cual “nos lleva a ser líderes en la investigación oceanográfica en México”.
La idea de adquirir un buque oceanográfico para la Universidad, con el objetivo de investigar y preservar los recursos de México en su zona económica exclusiva –que se extiende a aproximadamente 370 kilómetros a partir de la línea de costa, es decir, más de 3.5 millones de kilómetros cuadrados– fue una excelente idea. “Sólo con un buque con la capacidad de El Puma, se podía cumplir con esa responsabilidad”, precisó.
La implementación de un proyecto de recopilación de información y datos para saber todo lo que ha pasado en términos científicos, publicaciones, formación de recursos humanos, entre otros tópicos, en torno a los dos buques oceanográficos con que cuenta esta casa de estudios.
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