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Pacto para recuperar la salud y el empleo

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Esta pandemia debería ser contraatacada con un Pacto global para recuperar la salud y el empleo, este acuerdo debería ser mundial, para lograrlo necesitaríamos un líder moral que pudiera impulsar este gran pacto, pero desafortunadamente se ve muy difícil de que se realice, por muchas razones, las diferencias económicas, religiosas, culturales, de idiomas, los intereses particulares e ideológicos de cada país, las diferentes etapas del COVID-19, todo esto me hace pensar que será casi imposible, pero ojalá me equivoque  y se logre algo de esta magnitud en el corto plazo.

Tan sólo por mostrar algunos ejemplos de lo que se está hablando alrededor del mundo, el filósofo esloveno Slavoj Žižek nos dice que La solidaridad y la colaboración global no son un idealismo, sino un acto racional, que es lo único que puede salvarnos, y El virus derribará el populismo nacionalista que busca cerrar fronteras y fomentará la cooperación mundial; y al otro lado del mundo escuchamos al filósofo surcoreano Byung-Chul Han decirnos: Viene una era de regímenes autoritarios. El virus ha conseguido que la ciudadanía apruebe mayor vigilancia digital y control policiaco por parte del Estado y Tras la pandemia el capitalismo continuará con más fuerza.

Tenemos la esperanza que pudiera salir un acuerdo global que suscribieran todos los países y que estos adoptaran los lineamientos y recomendaciones necesarias para combatir la pandemia, recuperar la salud y reconstruir el empleo necesario para que el mundo no entre en una recesión importante.

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Ilustración: Anthony Russo.

Hemos visto esfuerzos enormes de varios países desarrollados con ajustes monetarios, fiscales, regulatorios y sanitarios, por ejemplo, el apoyo que le dio Estados Unidos a los Estados, empresas y personas por más de dos trillones de dólares, o propuestas muy importantes como la del Banco Internacional de Pagos (BIS; Agustín Carstens); en relación a que los bancos centrales en coordinación con sus gobiernos deberían de apoyar de manera muy importante a sus bancos comerciales para que éstos financien a todas las empresas que lo necesiten, principalmente a las medianas y pequeñas –garantía gubernamental en los créditos bancarios para financiar cuentas por cobrar, lo que se conoce como “preocuparse por la última milla”, mind the last mile–.

Sin duda sería ideal que tuviéramos un pacto así, sin embargo, dada las circunstancias, se vuelve vital que tengamos en México, a nivel nacional, un Pacto para recuperar la salud y el empleo.

No importaría quien lo origine: la sociedad civil, la academia, los organismos empresariales, el Congreso de la Unión, o el Ejecutivo, lo que es fundamental es que se logre e implemente lo más pronto posible, cada día que pasa hará más difícil la recuperación. Será fundamental que todos lo suscribamos, no podemos pensar que tendrá éxito si no lo adoptamos todos, buscando entre todos, el bien común.

Este pacto no debe tener color político ni religioso, ni de ningún tipo, debe buscar establecer las bases, las prioridades, los lineamientos, de lo que tenemos que hacer para recuperar la salud y el empleo lo más pronto posible.

Cuando los mexicanos hemos tenidos desgracias parecidas, nos hemos unido, el ejemplo de lo que hemos logrado después de los temblores ha sido extraordinario, tal vez por su inmediatez, o por la urgencia de actuar para salvar vidas, o porque sólo atacó a ciertos puntos geográficos.   

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Rowing Painting (tomada de Art Ranked Discovery Engine).

La diferencia con la pandemia del COVID-19 es que ésta nos va lastimando, nos va mermando poco a poco a todos y por todo el país, sin mirar color de piel, religión, estado social, etc. Esto lo hace mucho más difícil, pero por eso mismo, mucho más urgente.

Tenemos en nuestro querido país, una sociedad que quiere salir adelante, grandes mentes, instituciones y funcionarios de primera, grandes empresas de todos los tamaños, empresarios comprometidos con México, y universidades de nivel mundial.

Seguro que, si nos lo proponemos, podemos llegar a un gran acuerdo social para lograr lo que necesitamos con la finalidad de salir adelante. Tenemos que poner en la mesa, por delante de los intereses individuales, sectoriales o políticos, las propuestas que ayuden a quien más lo necesita, tanto desde el punto de vista médico como económico.

Están saliendo muchísimos afectados colaterales en el caso de la salud y del empleo, muchas familias muy afectadas por perder a un ser querido, pero también por los daños sociales, psicológicos, y claro, económicos.

El aislamiento forzoso está cambiando radicalmente la forma de consumir, de vivir, de convivir, necesitamos apoyar a una cantidad importante de industrias, de negocios, de gente para que puedan salir de esta crisis. Necesitamos que este problema de aparente liquidez no se convierta en un problema permanente y de solvencia, y esto sólo lo lograremos si actuamos muy rápido y de manera contundente.

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Imagen: Blogs.

Necesitamos este pacto por muchas razones, pero creo que la principal es que de no hacerlo estaremos creando una sociedad dividida, polarizada, enferma física, mental y económicamente, sin un rumbo que busque el bien común y el apoyo a los más necesitados. De no hacerlo, cada quien tratará de recuperarse como pueda, sin un orden y objetivos claros, y esto además podría ocasionar abusos y afectar a los que más lo necesitan.

Perdón por reiterarlo, pero es vital sumar, es tiempo de que todos jalemos parejo.

Necesitamos un pacto de manera urgente para unificar a todos hacia un mismo rumbo, para que todos pongamos de nuestra parte de manera ordenada, organizada. Estamos todos en una gran barca y necesitamos remar al mismo tiempo, con el mismo ritmo y hacia un destino único, el bien común.

Al lograr este pacto, además de que estaremos estableciendo un precedente a nivel global, implementaremos lo que se necesita para restablecer el crecimiento del país. Esto es fundamental para recuperar la confianza de los inversionistas mexicanos y extranjeros para volver a consumir en cosas tan sencillas como ir al cine o a un restaurante. Necesitamos cambiar la tendencia negativa de las calificadoras, así como transformar y recuperar nuestro camino hacia un país sano, con un sentido social y con una meta: que todos trabajemos por recuperar nuestra salud, nuestros empleos, buscando siempre el bien común, con un crecimiento sostenible y sustentable.


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