PIB

El mal augurio del FMI para México

Lectura: 2 minutos

Pronósticos de crecimiento del FMI para México sufre recorte en 2020.

Nuevos recortes sufrieron las perspectivas de crecimiento económico para México y América Latina emitidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), alejando las cifras de las esperadas mejoras en el dinamismo de la actividad económica para 2020.

En su “Actualización de las perspectivas de la economía mundial”, el FMI reveló cómo ve el comportamiento de la actividad económica en México para 2020.

Después de que la segunda mayor economía de América Latina habría mostrado un crecimiento nulo en 2019, el FMI proyecta una leve recuperación de la actividad a una expansión de un 1 ciento este año, arrastrado por unas condiciones ásperas para la inversión por lo que decidió reducir su proyección desde el 1.3 por ciento estimado en su análisis previo.

El FMI basa su decisión en su revisión sobre la inversión, la cual continúa debilitada y con pocos incentivos para contrarrestar la incertidumbre en el mercado interno.

En el anticipo del informe Panorama Económico Mundial, que está previsto que se publique en abril, el Fondo indicó que América Latina, se expandirá este año un 1.6 por ciento, una baja de 0.2 puntos porcentuales respecto de su estimación de octubre; y crecerá un 2.3 por ciento en 2021, un ajuste ligero frente a la proyección anterior de un 2.4 por ciento.

En su conjunto, América Latina tuvo un crecimiento de apenas 0.1 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) durante 2019, según el reporte del organismo con sede en Washington.

La mayor economía regional, Brasil, avanzaría un 2.2 por ciento y un 2.3 por ciento este año y el próximo, respectivamente, en una mejoría de sus perspectivas gracias a los progresos detectados para reformar el sistema de pensiones del país y a menores perturbaciones del sector minero, dijo el Fondo.

También te puede interesar: Crecimiento económico de México se frenará en 2019 pero repunta en 2020: analistas

Urge un entendimiento en las inversiones

Lectura: 3 minutos

Aunque en todo primer año de gobierno caen las inversiones y el PIB, en 2019 la contracción fue extraordinaria; la caída en las inversiones públicas (14%) se explica por el mandato de austeridad, subejercicio y por la novatada de algunos funcionarios.

Por su parte, la formación bruta de capital privado cayó 8.6% de octubre 2018 al mismo mes del año pasado, lo que se explica, como cada inicio de sexenio, por condiciones de incertidumbre relacionados con las decisiones del nuevo gobierno y, en 2019, además, con menores exportaciones industriales y con la suerte que correría el T-MEC.

México necesita revertir la desaceleración económica y sólo podrá hacerlo con el entendimiento entre gobierno y empresarios; las inversiones privadas reaccionan a la expectativa de ganancias que dependen de su propia eficiencia para entender y atender el comportamiento de los mercados, de la estabilidad macroeconómica, y de condiciones intangibles que configuran lo que llaman “confianza”.

desaceleracion economica
Ilustración: Havana Times.

Las condiciones del mercado interno han de mejorar este 2020 por el aumento de los salarios y por una mejor planeación de las inversiones en infraestructura.

Sobre esto último, recordemos que el año pasado, gobierno y empresarios configuraron un plan nacional de infraestructura para todo el sexenio. Durante varios meses, Antonio del Valle Perochena, del Consejo Mexicano de Negocios, y Carlos Salazar Lomelín, del Consejo Coordinador Empresarial, sostuvieron reuniones con López Obrador para identificar proyectos de inversión carretera, aeroportuaria y portuarias, que les serían presentarlos a diversas compañías.

Se conformó así un Plan Nacional de Infraestructura consistente en unos 1,600 proyectos, con una inversión total estimada en 424 mil 149 millones de dólares, de la cual el 56% sería empresarial y el 44% pública, a realizarse en cinco años, a partir de enero de 2020.

Como sea, el mercado interno será, según el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, el soporte de la actividad económica durante este año, lo que no ocurrió durante las décadas en que todo se enfocó a las exportaciones en el marco del TLCAN.

inversiones
Ilustración: Capital México.

Si las condiciones de mercado son al alza y la estabilidad macroeconómica se ha mantenido estrictamente para animar las inversiones privadas, falta que el gobierno sea más institucional y menos personalista en sus decisiones, y que los empresarios entiendan que hay nuevos elementos sobre la mesa de negociación para invertir en diversos sectores, como ocurrió en el de infraestructura, que aparentemente satisfizo a los involucrados.  

Ahora se está negociando el plan de infraestructura del sector energético con la intención de presentarlo en febrero, pero las cúpulas empresariales ya reclamaron airadamente la reanudación de las licitaciones de una actividad extraordinariamente rentable como es el petróleo.

En su conferencia de prensa del 8 de enero, López Obrador descartó la reanudación de tales licitaciones, quizás con fines de negociación de sus términos; sería desastroso que el empresariado viera en ello mayores motivos de desconfianza y pesimismo y que contuviera sus inversiones a lo indispensable por el resto del sexenio.

Cuidado con los promedios

Lectura: 2 minutos

Ya está terminando el año y todo indica que el crecimiento del PIB estará muy cerca del 0 %. Esto quiere decir que, en promedio, los diferentes sectores de la economía del país no crecieron. Sin embargo, lo que me gustaría exponer es que, en mi opinión, tomar decisiones de acuerdo a los promedios me parece muy riesgoso.

Por ejemplo, si analizamos el ingreso de dos personas al mes, uno que obtiene 4,000 pesos, y otro que logra 100,000 pesos, y sumamos lo que obtienen los dos y sacamos el promedio, resulta que tienen un ingreso promedio de 52,000 pesos, de manera que podríamos decir que el ingreso promedio de estas dos personas es bastante bueno, sin embargo, en la realidad a uno le va muy bien y al otro muy mal.

Me parece que esto es lo que está pasando en México, independientemente de que haya políticas públicas que no están ayudando al crecimiento y que sería bueno modificarlas en la realidad, tal y como dice el libro, Donde quedó mi queso: el queso para muchos cambió de lugar y hay que encontrarlo, lo cual es bastante difícil y, por supuesto, después, sabérselo comer.

Claro que no es fácil cambiar y, en muchos casos, se dificulta salir de la zona de confort, pero como decía Darwin, las especies que sobreviven no son las más fuertes sino las que se adaptan mejor.

En mi opinión, tanto el gobierno para diseñar sus políticas públicas, así como los empresarios, deben dejar de tomar sus decisiones con base a los promedios y ser mucho más puntuales en los análisis que los llevan a la toma de decisiones.

Banco de Mexico, economía del pais
Imagen: Real Estate Market Lifestyle.

Por ejemplo, las ventas que reporta la ANTAD (Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales) al mes de noviembre, con todo y que tuvieron un sábado más en el comparativo, son sorprendentemente buenas, y sin embargo, los datos de automotriz, de venta, o de vivienda, fueron muy malos. Por eso creo que no debemos promediarlos sino tratar de entenderlos.

Esto explica por qué la gente, en general, al no tener confianza en arriesgarse a tomar créditos importantes, de alguna manera lo compensa comprando satisfactores más baratos. 

De igual manera, la problemática de los estados, de las industrias y empresas en las distintas zonas del país, son muy distintas y es necesario analizarlas puntualmente para tomar acciones de acuerdo a éstas. 

Me parece que estamos viviendo situaciones tanto en el mundo como en México en que la información que se nos da está basada en promedios y esto puede ser muy engañoso, tengamos cuidado al analizar la información que recibimos para que de esta forma logremos ser más asertivos en nuestras acciones.

Me voy de vacaciones y aprovecho para desearle a todos los amigos que me hacen el favor de leer mis artículos, un 2020 mucho mejor que este 2019 en todos los sentidos.

¡Muchas gracias!

Opiniones contrastantes

Lectura: 2 minutos

Justo cuando el gobierno está a punto de hacer públicos los acuerdos de participación empresarial en decenas de obras de infraestructura que pueden iniciar este año, lo cual significaría la reactivación de inversiones, surgen los más alarmantes comentarios sobre la marcha económica del país.

Hace ya algunos meses que corrió la noticia de reuniones de López Obrador con Antonio del Valle Perochena, del Consejo Mexicano de Negocios, y con Carlos Salazar Lomelín, del Consejo Coordinador Empresarial, en relación con el Plan Nacional de Infraestructura.

El plan, según la Secretaría de Hacienda y Alfonso Romo, consta de unos 1,600 proyectos a realizar a lo largo del sexenio, con una inversión total estimada en 424 mil 149 millones de dólares, de la cual el 56 por ciento sería empresarial y el 44 por ciento pública.

A las reuniones que sostuvo el presidente con las cúpulas empresariales siguieron otras con diversas compañías para presentarles proyectos concretos de inversión carretera, aeroportuaria y portuarias, porque la intención es que lo que se informe no sean buenas intenciones, sino el inicio de proyectos contratados para arrancar este mismo año.

El anuncio, que está previsto para el martes 26 de noviembre, será una prueba de fuego para la relación entre el gobierno y el empresariado, ninguno de los cuales, hasta ahora, ha hecho crecer sus inversiones sino al contrario, la pública ha caído 14 por ciento y la privada en alrededor de 5 por ciento, lo que explica el nulo crecimiento del PIB.

El éxito depende de que el plan haya atraído el interés lucrativo de los inversionistas, de que no habrá cambios sorpresivos y de que la firma de cada contrato les de confianza en que se cumplirá conforme a derecho.

Inversion.
Ilustración: Ismael Angeles.

Los proyectos que se anunciarán son los que están listos para arrancar este año; se trata, en su mayoría, de terminar obras inconclusas.

No figuran, todavía, lo que más pueden interesar al empresariado nacional e internacional, que son los relacionados con petróleo y electricidad.

Justo cuando la desaceleración económica del país pudiera empezar a corregirse a partir del entendimiento entre gobierno y empresarios, se prenden alarmas en el sector financiero transnacional, del que surgen opiniones acerca de que la principal preocupación de los inversionistas (según encuestas) son las decisiones del gobierno, y de que es posible que las agencias de calificación crediticia le quitarán el grado de inversión que actualmente tiene el país.

Analistas de Morgan Stanley, de UBS Group, de Société Générale, de Moody’s Investors Service y de S&P Global Ratings, se han puesto de acuerdo en difundir perspectivas negativas para el crédito soberano de México.

Morgan Stanley inclusive recomendó este miércoles 7 de noviembre tomar las ganancias sobre los activos mexicanos y cerrar posiciones largas; a esa recomendación puede deberse la corrida contra el peso, que valía 19.09 pesos por dólar el 8 de noviembre.

Quizás cuando haya proyectos relacionados con la explotación de petróleo y con energía eléctrica en los que puedan invertir empresas nacionales y transnacionales, se moderen las opiniones hoy alarmistas sobre la economía mexicana.