Premio Nacional de Diseño

Mariana López y Cruz: una diseñadora y agente de cambio

Lectura: 4 minutos

Todos los días, Mariana se despierta, se arregla y sale a pasear con sus perros. No obstante, lo que podría ser un recorrido ordinario por las calles de la ciudad, se convierte en un viaje de inspiración para hacer lo que más le gusta: diseñar.

Mariana López y Cruz es una joven que con solo 23 años de edad ya obtuvo toda una serie de reconocimientos en el mundo de la moda. Además de su participación en el desfile “Culturas Mexicanas”, uno de sus más recientes logros ocurrió en el 2019 cuando recibió mención honorífica en el Premio Nacional de Diseño: Diseño México con su proyecto Good as Hell.

Good as Hell  es el primer trabajo aterrizado de la joven diseñadora, por lo que aseguró para El Semanario Sin Límites que siempre lo llevará en lo más profundo de su corazón. La idea nació  de un concurso patrocinado por la revista ELLE y la marca de coches Mini y llegó hasta las salas del museo Franz Mayer —donde permanecerá hasta el próximo 17 de enero—.

Y es que más allá de que Mariana utilizó elementos de los coches Mini, tales como su parrilla, asientos y logo, la aún estudiante de la Universidad Iberoamericana (Ibero), se encargó de construir todo un discurso contra el racismo. En este sentido, cada pieza de su trabajo estuvo inspirada en el movimiento Black Lives Matter.

Proyecto Good As Hell elaborado por Mariana López y Cruz

De acuerdo con la amante de la moda y los animales, un verdadero diseño es aquel que expresa y habla más de lo apreciado a primera vista. Es decir, un trabajo que sobrepasa las barreras del lápiz y la tela para contar o criticar las problemáticas sociales que grita el mundo.

“Para mí, el diseño siempre fue como una manera de expresar o dar a conocer tu punto de vista, o hacer una crítica a la sociedad. Que la ropa sea algo más que solo ropa”, expresó la joven.

Así es como cada trabajo de la estudiante tiene por base unas enormes ganas de comerse el mundo.  Entre proyectos inspirados en la discriminación, la Lucha Libre o el autocuidado, Mariana confía en que la moda es un terreno fértil para erradicar estereotipos y buscar tanto la libertad como la inclusión.

Outfit de Good As Hell elaborado por Mariana López y Cruz.

Primeros pasos de Mariana en la moda

Cuando era pequeña, Mariana López y Cruz soñaba con ser bailarina de ballet. Sin embargo, poco a poco fue descubriendo que lo que ella realmente admiraba no eran los movimientos corporales, sino el vestuario que los adornaba. De dicha manera, como a los 12 años de edad estuvo segura del camino que quería seguir.

La chica —quien estudia su último semestre en la Licenciatura de Diseño e Indumentaria en la Ibero— proviene de una familia alejada de la esfera de la moda. Sus padres y hermana son abogados, mientras que su hermano es Ingeniero Civil, por lo que la incertidumbre se convirtió en una constante.

Pero, ¡oh sorpresa! Contrario a lo que podría pensarse, Mariana recibió el apoyo total de su familia desde el momento que definió su destino. La ayuda logró su máximo esplendor en el momento en que con 17 años de edad, decidió viajar a Nueva York y estudiar diseño en la Universidad de Parsons.  

Pese a su ilusión de prepararse en una de las mejores escuelas del mundo, la entonces menor de edad enfrentó un choque cultural muy fuerte y retornó a México con la esperanza de edificar una carrera muy sólida. En ese momento apareció la Ibero, institución a la que ahora le agradece cada paso que ha dado.

“Le tengo mucho agradecimiento porque al final, todo lo que pude lograr o hacer, fue gracias a esa universidad”, comentó la estudiante.

No obstante a su pasada experiencia, seis años más tarde, Mariana no cierra su panorama al terreno nacional. Todo lo contrario, está dispuesta a continuar con su pasión en grandes ciudades como Nueva York o Londres, pero esta vez en busca de un diplomado o especialidad.

Outfit de Good As Hell elaborado por Mariana López y Cruz.

Nuevos proyectos de Mariana

En la línea que sigue sobre hablar de la sociedad a través del diseño, Mariana está trabajando en un bordado cuyo eje central es la pandemia de COVID-19. Por medio de este nuevo proyecto, la joven diseñadora pretende transmitir un mensaje acerca del cuidado interno del ser humano.

Según el testimonio de la joven, la gente está tan acostumbrada a lo exterior —hacer ejercicio, usar maquillaje, preocuparse por la ropa— que olvida el hecho de que todos estamos conformados por lo mismo. “Tenemos un corazón, un cerebro, pulmones, en la anatomía no hay diferencias”.

Así es como entre horas de lectura de noticias, realización de bocetos, clases en línea y críticas a la sociedad, la exitosa y joven diseñadora, termina cada una de sus jornadas con la idea clara de que los cambios están en la juventud y que no hay sueño imposible para quienes tengan la disposición de cumplirlos.

“Somos jóvenes más conscientes, que nos gusta reflexionar, plantear problemas y buscar soluciones… está en cada uno de nosotros, arreglar lo que se ha estado echando a perder durante miles de años”, concluyó la diseñadora.