Frente a una crisis sanitaria que ha dejado cerca de 170 mil muertes, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) exigió al Gobierno Federal la cancelación de sus “obras faraónicas”. Sin embargo, con todo y los riesgos sanitarios y económicos que enfrenta México, el presidente Andrés Manuel López Obrador sigue cegado y prioriza proyectos como el Tren Maya, la Refinería Dos Bocas y el Aeropuerto Felipe Ángeles.
Jesús Zambrano Grijalva, dirigente nacional del PRD, calificó de “inadmisible” que López Obrador continúe empeñado en echar a andar sus megaobras, cuando México ocupa uno de los primeros lugares en letalidad por COVID-19 a nivel mundial. Según la actualización de la Universidad Johns Hopkins, la República con 169 mil 760 defunciones, tiene el tercer lugar en pérdidas humanas a causa del virus SARS-CoV-2.
“Es inadmisible que AMLO insista en seguir con sus obras faraónicas y no destinar esos recursos para la compra de vacunas. En el PRD exigimos que se detengan los megaproyectos de López Obrador”, afirmó Zambrano.
El dirigente del PRD aseguró que la prioridad gubernamental debería ser la salud de las y los mexicanos. No obstante, comentó que la autollamada Cuarta Transformación únicamente se preocupa por concentrar recursos y conseguir clientes que le generen votos.
AMLO minimiza la pandemia y sigue ciegas ambiciones
A lo largo de la pandemia, ha parecido que el jefe del Ejecutivo camina por un sendero distinto al de la realidad del país. En este sentido, con un optimismo que se asemeja a la burla, ha minimizado los efectos del coronavirus, al grado de que antepone proyectos poco necesarios para el momento tales como el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas.
Durante la conferencia matutina del 9 de febrero, el primer mandatario negó que sea necesaria la suspensión de sus proyectos con el objetivo de financiar vacunas antiCOVID-19. Agregó que el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas traerán múltiples ventajas como el impulso del turismo o la creación de empleos.
“No hace falta. ¿Cómo vamos a cancelar el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas? No, si generan empleos, si van a impulsar el turismo, si se va a impulsar el sector energético? No hace falta, sólo con recortar el chayote”, dijo el funcionario.
El presidente de la República demostró que sigue empeñado en no quitar el dedo del renglón de los trabajos que van en contra hasta de su principio de austeridad. Todo indica que AMLO no ha salido de su burbuja donde la COVID-19 quedó “aplanada” y con toda tranquilidad se dirige a atender sus objetivos.
Caso del Tren Maya
Por si no fuera poco el desplazo de la salud mexicana, tanto el Tren Maya como la Refinería Dos Bocas han demostrado ser poco viables para el país. Con inversiones elevadísimas y hasta inundaciones, los proyectos siguen de pie.
De acuerdo con la plataforma Dices Mx, a octubre del 2020 el costo del Tren Maya creció en un 400 por ciento. Es decir, de los 65 mil millones de pesos que proyectó López Obrador en su campaña presidencial, para el décimo mes del año pasado, el gasto aumentó a 321 mil millones de pesos.
A ello se le suman las diversas denuncias declaradas por organizaciones medioambientales quienes no han perdido la oportunidad de poner de manifiesto los impactos de la obra. Prueba de ello es Greenpeace, quien expuso que la construcción del Tren Maya traerá consecuencias tales como la pérdida de vegetación o la falta de productividad del suelo.
Sin embargo, entre los riesgos más grandes que se corren con la obra, se encuentran los impactos sociales y económicos de las comunidades mayas de la región. Incluso, de acuerdo con Greenpeace el hecho de que la construcción se realice en medio de una pandemia, deja en mayor vulnerabilidad a las víctimas.
Caso de la Refinería Dos Bocas
Mientras tanto, la Refinería Dos Bocas en el municipio Paraíso, Tabasco, ha dado diversas muestras de ineficiencia. Entre las más frecuentes se encuentran las múltiples inundaciones a lo largo de los años 2019 y 2020, así como un encarecimiento de hasta el 11 por ciento.
El pasado 3 de noviembre del 2020, la obra prioritaria de la actual administración registró diversos encharcamientos que fueron difundidos en redes sociales. Pese a eso, los trabajos de construcción continuaron de forma normal y con justificaciones de la Secretaría de Energía (Sener).
Las afectaciones en la Refinería también se dejaron ver en los meses de septiembre por el frente frío número 3 y la tormenta tropical Beta y en junio del 2020 gracias a la depresión tropical Cristobal. Asimismo, se hicieron presentes en octubre del 2019, con sólo unos meses de haber arrancado el proyecto.
Cabe señalar que la plataforma industrial fue impulsada por la administración de López Obrador pese a que el terreno de Paraíso no era el más apto para hacerlo. Resulta que un estudio realizado por el Instituto Mexicano del Petróleo en 2008, arrojó que la zona del municipio tabasqueño era de alto riesgo para construir una refinería. ¡Aún así, sigue adelante!
Finalmente, así es como entre irregularidades, impactos ambientales y un rezago de la salud en el país, la autollamada Cuarta Transformación persiste ciega ante las verdaderas necesidades del país. Desde el presidente de la República se está gestando un esquema poco flexible al contexto que pone en la cuerda floja a muchos mexicanos.