Tauromaquia Mexicana

La Voz de la América Latina desde México

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El 18 de septiembre se cumple el Aniversario Noventa de la XEW –una de las frecuencias más adheridas a la historia de nuestro país en los ámbitos sociales, políticos y económicos– que inauguró sus transmisiones desde los altos de lo que fue el cine Olimpia en la calle de 16 de septiembre en el centro de la Ciudad de México.

Posteriormente se trasladó por muchos años a Ayuntamiento y finalmente a la calzada de Tlalpan, donde hoy se encuentra ubicada con otras estaciones radiofónicas del mismo grupo.

Es un orgullo contar que muchos años atrás –hará alrededor de treinta– me correspondió el honor de debutar en la entrañable estación con un programa denominado: “Jóvenes y Toros” Idea de Aurelio Pérez “Villamelón”.

Aurelio villamelon
Aurelio Pérez Villamelón, primer periodista en narrar un festejo taurino por televisión (Imagen: Mediateca INAH).

El programa transmitido en el callejón de La México era posterior al festejo y otras plazas como la de Texcoco, con Luis Hernández como conductor y la opinión de: Claudia Algorri, Heriberto Murrieta, Mauricio Locken, Juan Antonio de Labra y el que escribe.

Era muy divertido participar con la gama de comentarios diversos, de quienes ya tenían más tiempo en las lides como HeribertoLuis y Mauricio, con los otros tres que empezamos nuestra carrera e incorporándonos algunos posteriormente a las transmisiones, con la producción siempre experta del Inge Alejandro Bolio, a su vez hijo de Barana, gran picador.

El primer coloquio fue el 19 de agosto de 1990 con Bernardo Rentería –alumno de mi recordado Raúl Espíndola, novillero de los cincuenta del siglo pasado–, Gabriel Meléndez y Teodoro Gómez con novillos de La Venta del Refugio y en el que Gabriel con dos trofeos y Teo con uno y una vuelta, resultaron triunfadores de un festejo que, para Bernardo no fue halagüeño, pues sufrió una cornada.

Es una fecha especial en mi calendario después de hacerme consiente de que en su micrófono en la parte taurina –hoy por cierto tema olvidado en la estación– pasaron las voces de Alonso Sordo Noriega, Paco Malgesto, Pepe Alameda, entre muchas otras de inolvidables maestros de la crónica taurina. Sin olvidar las de grandes locutores como Carlos Albert y con quien tuve el honor de compartir transmisiones como el licenciado Nacho Hernández cuya frase “nada con exceso todo con medida”, era ampliamente reconocida.

Alonso Sordo Noriega
Alonso Sordo Noriega durante una narración deportiva (Imagen: Mediateca INAH).

Mucho de este tema lo platiqué varias veces con el que era custodio de mucha de su historia, Pablo O´Farril, quien estuvo por más de 60 años en la estación, desde 1956 empezó a trabajar en Ayuntamiento cuando tenía 14 años porque su papá partió a la Gloria y como era el director de la orquesta, se atrevió a pedir trabajo a Don Emilio Azcárraga Vidaurreta, quien lo aceptó como aprendiz de operador para ayudar a su familia.

Pablo realizó todo tipo de actividades, aunque se apasionó por los efectos de sonido y la musicalización de las radionovelas, imaginación con la que vivieron muchas generaciones de radioescuchas en la América Latina, con él escuché grabaciones de los que aquí relato y se me ponía la carne de gallina al oír “oiga usted” en la narración de Paco Malgesto.

Además, me tocó el lujo de compartir transmisiones con Juan José Guerra y Roberto Guerrero en diversos acontecimientos tales como la despedida de los ruedos de Pedro Gutiérrez Moya “El Capea” en La México el 5 de febrero de 1995 con Manolo Mejía y los toros de Pepe Garfias.

No recuerdo tan rotunda petición de otorgamiento del máximo trofeo en un coso abarrotado para un torero, como así la fue la del quinto de la tarde; el de la despedida de los ruedos del salmantino de nombre Piropo.

Paco Malgesto xew
Paco Malgesto durante un programa de la XEW (Imagen: Mediateca INAH)

La mirada de Pedro no se me olvida cuando tomé sus primeras impresiones de lo acontecido en unos minutos en el ruedo, y cómo se le corrieron las lágrimas al sentirse tan reconocido y seguramente por dejar su querida profesión.

Desde el primero de octubre de 1997 y hasta el 1 de enero de 2018, el programa “Rincón Taurino” se transmitió por XEW y otras frecuencias del grupo, en diferentes formatos conducido por Guillermo Leal y José Luis Ornelas, y a los que orgullosamente me les uní en la primera parte del siglo XXI en su emisión dominical, en horario estelar.

Así las cosas, como se denomina su oferta informativa, es imposible en unas cuantas líneas expresar lo que significa la XEW para el toreo –aunque reitero, es extraña su lejanía actual–, pues salvo una transmisión en La México el 11 de noviembre de 2018 con Polo de la Rosa y Juan Antonio de Labra, promovida por el director del grupo Paco Cabañas, del tema prácticamente no se habla en sus frecuencias desde hace algunos años.

Sin embargo, cómo no congratularse de su aniversario y de que sigue vigente en nuestro país –dirigida por Ricardo Muñoz– una de las frecuencias más queridas y entrañables. ¡Feliz cumpleaños!


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El juez de plaza

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En días pasados lamentamos el paseíllo a la Gloria de Jorge Ramos, quien por varios años ocupó en los festejos taurinos de La México, el palco de la autoridad y con quien compartí muchas charlas, pues era una persona que proponía y escuchaba argumentos nacidos del punto de vista particular, sobre lo acontecido en el ruedo.

Con él recordé varias veces a un juez que dejó gratos recuerdos en las plazas, el contador público Jesús Dávila –quien en sus años mozos intentó ser novillero e incluso llegó a alternar con mi señor padre José Luis en algún festejo de La Morena–, y que alguna vez me dijo: “tengo dos madres, la de la casa y la de la plaza y a ésta última muchas veces la recuerdan no de muy grata manera”. Eso último entre otras cosas, significa atreverse a ocupar un puesto que conlleva el compromiso de ejercer justicia en un espectáculo que por su naturaleza, es subjetivo.

El juez de plaza en México (en España le llaman presidente), es nombrado por la autoridad del gobierno, en el caso de nuestra ciudad de México; así ocurrió hace algunos años con los jueces que hoy contamos, uno de ellos fue Jorge, quien por lo tanto se convierte en su delegado, en tanto a lo que concierne a la celebración de festejos taurinos.

juez de plaza
Jorge Ramos en el palco de autoridad en La México (Fotografía: Super Channel 12).

Es una posición compleja porque es mediador entre los profesionales y el público, a quién también representa, y su deber es el interpretar la voluntad popular –de ahí las discusiones– con base en el reglamento taurino en vigor, pues recordemos por ejemplo que el primer trofeo se concede con base en la opinión del cónclave y también que en la ciudad de México las protestas populares pueden influir en la devolución de alguno de los astados a los corrales.

El lenguaje del juez se comunica por toques de clarín y los pañuelos –en contadas ocasiones por el sonido local– mientras que el público cuenta con los últimos; los cojines y los gritos que a veces se vuelven iracundos, contra una decisión que toma el juez que es entonces cuando Jesús Dávila recomendaba acudir a la mamá de la plaza para no cegarse

Por eso se ha insistido en que el toreo sin público, pierde uno de sus elementos más importantes y su presencia es parte integral del espectáculo al convertirse en juzgador y calificador de lo que ocurre en el ruedo y no siempre sustentado en conocimiento profundo sino en el arrebato del momento, que provoca lo que está percibiendo para bien o para mal de lo que acontece en la arena.

La labor del juez empieza días antes de la corrida con la recepción de los toros y su aprobación concluyendo hasta que hacen su reporte cuando cierra el festejo, muchas horas, decisiones y presiones no aptas para cualquiera.

placa jesus davila
Fotografía: WikiCommons.

Cuando mi hermano Luis Alonso me comentó que lo nombraban juez en Baja California –dónde estuvo varios años antes de su partida a la Gloria– le dije que era muy osado al emprender una tarea tan compleja, sin embargo lo disfrutó a pesar de muchas situaciones particulares que vivió en el palco de las plazas fronterizas.

En la ciudad de México, no pasan de cuarenta las personas como Jorge Ramos o Jesús Dávila que son o hayan sido jueces de plaza, y aunque solamente he mencionado a dos, todos nos merecen nuestro reconocimiento y respeto a pesar de no siempre coincidir con sus decisiones que muchas veces son controvertidas.

Lo escribo recordando a todos aquellos que en la Gloria residen y a los que Jorge alcanzó hace unos días para dolor de sus familiares y amigos, allá se encontrará con aquellos que han desempeñado ese honroso puesto, algunos que fueron matadores de toros como Pepe Luis Vázquez, Jesús Córdoba y Ricardo Balderas.

Su afición desmedida a todos los llevó a ocupar un palco que conlleva una gran responsabilidad, los reconocemos y extrañamos, no cabe duda que no es fácil ser juez de plaza. Hoy con cariño lo recordamos.


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Impulsar al toreo

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La organización de Tauromaquia Mexicana (TMX) es la fusión de aficionados a los toros –a través de porras y peñas– y las organizaciones de profesionales; ganaderos, empresarios, matadores de toros y subalternos. Con el propósito de promover y defender con base en argumentos legales, económicos y culturales, la continuidad de la tauromaquia en nuestro país y en los países taurinos.

Es una organización sin fines de lucro con un Consejo Ejecutivo y varios Comités, con diversos capítulos en nuestro país para coordinar sus actividades.

Son ya casi diez años de su gestación en el que tuvo mucho que ver el brío de Manuel Sescosse y todos sus colegas ganaderos de la Asociación de Criadores de toros de Lidia en la institucionalización de la organización, la cual desde hace unos años dirige de tiempo completo Pepe Saborit.

impulsar al toreo
Fotografía: @TauromaquiaTMX.

El año pasado tuvieron muchas actividades de difusión con diferentes instancias, incluyendo instituciones educativas, tratando de acercar al sector que representa el futuro núcleo de aficionados con el toreo y su base, la crianza del toro de lidia.

Es deseable que los que amamos al toreo estemos cercanos a sus esfuerzos, porque de esa manera participamos al loable propósito de preservar una tradición milenaria en otros continentes y ya de más de 500 años en el nuestro.

En 2019 se instalaron 5 Capítulos TMX en Aguascalientes, Jalisco, Chihuahua, Tlaxcala y Veracruz, y en este 2020 se estima instalar otros capítulos más, en medio de la pandemia que tiene en ascuas a nuestro planeta.

Publican en redes sociales y desde el año pasado ya se tiene comunicación directa vía WhatsApp en el número 55-3595-3356.

Hace poco comenté que es un lugar común acudir a diferentes artistas, que de variadas maneras han plasmado lo que les significa el toreo, y honestamente hablando, y por rotundo que parezca, son argumentos que siendo útiles pudieran provocar el que le contesten como lo hacen algunos: ¡A mí qué me importa que fulano o a mengano haya sido o sean taurinos! Así se trate de García Lorca o de quienes ustedes gusten y manden.

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Fotografía: Toros México.

Agregué que en mi opinión el argumento más claro es que el toreo es parte intrínseca de nuestra cultura y, por ello, argumentar a su favor es defender la forma de ser de muchos de nosotros, si bien se entiende que haya quien no lo vea de la misma manera y se oponga. Por eso es necesario objetar y promover nuestra tradición constantemente.

El año pasado lanzaron la convocatoria para un concurso de ensayos con el tema: “¿Por qué es vigente la tauromaquia?”. Y la respuesta fue muy buena, más de 80 trabajos, esgrimiendo argumentos sólidos que hicieron difícil la criba para ungir a un ganador del certamen.

El baluarte para sustentar la arquitectura del toreo es su fundamento y su historia; todas tienen ese hilo conductor que representa la profunda vocación taurina de muchos seres humanos, materializada luego de mil formas diversas, desde el pensamiento hasta lo que más propiamente ocurre, y a ello acudieron quienes aportaron su pensamiento por escrito.

Los taurinos firmemente creemos en la diversidad cultural y de diferentes maneras los autores de los ensayos lo reflejan en sus escritos.

El jueves pasado, utilizando el formato de videoconferencia –con la conducción de Ana Lucía Ordoñana– se presentaron los tres primeros lugares del concurso, siendo el ganador del primer lugar, José Antonio Albarrán.

ensayo taurino
Imagen: De toros y faenas.

Muchos contribuyeron a hacer realidad un valioso documento que con la asesoría de corrección de estilo por parte de Bibliófilos Taurinos de México, que preside Eduardo Heftye, recaba los tres primeros lugares y nueve menciones honoríficas, en un libro que se puede descargar gratuitamente en la página de Tauromaquia Mexicana y que ampliamente se recomienda.

En la presentación vi la emoción de todos y en particular las palabras de María Fernanda Jiménez –quien con su padre dirigen el programa de mano que obtenemos los días de corrida– nos dan la esperanza de que hay muchos jóvenes que quieren preservar la cultura taurina.

Esfuerzos así son aire fresco en medio de la maraña que vivimos, hay que celebrarlos y propiciar que se extiendan, “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”, cantaría Serrat los versos de Machado. Enhorabuena.


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