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Ofrece UNAM ultracongeladores para vacuna contra COVID-19

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La vacuna contra la COVID-19, desarrollada por Pfizer y BioNTech, requiere mantenerse a 70 grados centígrados bajo cero y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) cuenta con ultracongeladores con dicha capacidad, que puso a disposición del gobierno. 

Al menos 20 de estos dispositivos, con una capacidad conjunta de alrededor de 10 mil 500 litros, fueron ofrecidos por la UNAM al gobierno federal y al de la Ciudad de México, para apoyar en la campaña de vacunación.

La UNAM informó al respecto en un comunicado, donde explicó que con su equipo se podrían almacenar entre 3 y 4 millones de dosis de la vacuna.

El coordinador de Investigación Científica de la UNAM, William Lee Alardín, explicó que se encuentran esperando la respuesta del gobierno, para comenzar con la planeación detallada.

Estos equipos especializados, señaló Lee Alardín, se utilizan en la industria farmacéutica e instituciones de investigación y educación para conservar muestras, sobre todo biológicas.

Según el comunicado, en la UNAM existen ultracongeladores en las facultades de Química, Medicina, Medicina Veterinaria y Zootecnia. Además, en los institutos de Química, Investigaciones Biomédicas, Neurobiología o Biotecnología y en escuelas nacionales de Estudios Superiores.

Desde hace varias semanas, la Rectoría de la UNAM realizó un censo para detectar equipos con las características requeridas por la vacuna. La mayoría de estos, se encuentran ocupados total o parcialmente y aunque se tiene un número importante, al menos 20 pueden ser usados en la actual campaña de vacunación.

Según explicó la UNAM, se espera que otras universidades e instituciones educativas que cuenten con el equipo, unan esfuerzos para apoyar las dosis de vacunas que vayan llegando al país.

La vacuna de Pfizer y BioNTech, con la que se empezó a vacunar en México desde el 24 de diciembre, es lo que se conoce como vacuna de ARN mensajero. Estas son de las más avanzadas vacunas que existen y requieren de una temperatura de 70 grados centígrados bajo cero para conservarse. La vacuna de Moderna también es de este tipo.

ICAT: en busca del futuro de la enseñanza

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¿Cómo sería un aula del futuro? ¿Cómo la imagina? Tal vez lo primero que le venga a la mente son grandes avances tecnológicos. Como hemos visto en varios ejemplos de ciencia ficción, podemos estar hablando de máquinas con inteligencia artificial y muchas pantallas, donde la interacción entre maestros y alumnos no se parece nada a lo que conocemos ahora. En 2020, docentes y estudiantes tuvieron que aprender a comunicarse por medio de pantallas, pero desde 2005, el Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se encuentra planteando nuevos modelos para enseñar.

En 2005, el ICAT creó el programa “Aula del Futuro”, cuya principal filosofía se sostiene en maestros que salgan de su zona de confort y el aprendizaje por interacción entre varios alumnos. Claro, también hay nuevas tecnologías, pero lo principal es el modelo, la estructura que puede cambiar lo que conocemos como educación en México. Así lo explica a El Semanario el Dr. Gustavo de la Cruz, académico de Espacios y Sistemas Interactivos para la Educación en el ICAT y responsable del proyecto “Aula del Futuro”.

¿Y en qué consiste este concepto de nombre tan ambicioso? Primero, en enseñar a los maestros lo que Gustavo llama un modelo tecno-pedagógico para que replanteen su forma de enseñar, por medio de un diplomado. Segundo, crear espacios adecuados para su modelo colaborativo. Estos lugares los describe de la siguiente manera: las butacas no están fijas al piso, para permitir la formación de grupos, hay áreas para discutir y se puede escribir en las paredes, que también tienen espacio de entre 13 y 14 metros para utilizar dos proyectores. Los estudiantes tienen tabletas y el maestro un equipo de cómputo lo más avanzado posible.

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Foto: Cortesía

Las “Aulas del Futuro” tienen que ser espacios dinámicos, explica Gustavo. “Necesitamos que los alumnos puedan reconfigurarlo de acuerdo a la actividad que el profesor está haciendo ese día”, comenta. Esto quiere decir que pueden tomar clases de cualquier materia. Además, fomentan el uso de apps, como la suite de Google, así como otra desarrollada por el propio ICAT llamada “El Muro Colaborativo”: un muro de post-its digitales que todos los alumnos construyen y editan con sus tablets. Desde 2015 comenzaron a trabajar con escuelas y actualmente cuentan con un total de 23 aulas en distintas escuelas de México, Chile y Francia. En 2019 llegaron oficialmente a la UNAM, donde tienen con ocho espacios.

Un nuevo método

“Desde el punto de vista didáctico, lo que nosotros promovemos es que el aprendizaje que se da a partir de lo que los otros compañeros hacen, puede ser más enriquecedor que lo que solo un alumno podría generar. El aprendizaje de todos, creemos que es más que el aprendizaje de el mejor de los alumnos”, señala Gustavo. Él sabe que el 2020 lo único que hizo fue acelerar los cambios que él y su equipo se han venido planteando desde hace mucho, pues la educación no puede quedarse igual, se tiene que transformar constantemente.

Su modelo tecno-pedagógico se basa en cinco pasos. Uno: mejorar las habilidades de los alumnos para el manejo de información, cómo la buscan y cómo la organizan. Dos: cómo esa información la transforman para construir su propio entendimiento, usar estrategias de representación de la información. Tres: discusión en pequeños grupos de tres a cinco alumnos, quienes hacen acuerdos y llegan a conclusiones. Cuatro: elaboración de una respuesta en común. Y cinco: presentación y comparación de resultados, donde discuten y defienden sus ideas.

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Dr. Gustavo de la Cruz, responsable del proyecto “Aula del Futuro”. / Foto: Cortesía

En el diplomado donde enseñan lo anterior, se revisan diversas estrategias educativas, modelos que no fueron desarrollados por ellos, sino que ya existen y son utilizados por muchos profesores. Gustavo menciona el “Modelo Gavilán” o el aprendizaje basado en problemas. Es un proceso de reflexión por parte de los maestros, explica, donde se busca que dichas estrategias sean mejor aplicadas. De tal manera, el resultado es un total rediseño de clases, el cual realizan en una compañía constante del ICAT.

“El proyecto, desde el principio, busca que los profesores trabajen en la autoreflexión sobre sus clases. ¿Qué quiero mejorar en mi clase?”, señala Gustavo. Actualmente, son alrededor de mil docentes quienes se han visto beneficiados hasta 2020. Planean aumentar a 200 en 2021 y tener una nueva emisión del diplomado que resulte en tres nuevas “Aulas del Futuro” en la UNAM. Su plan a largo plazo es instruir a 5 mil maestros en los próximos cinco años.

Conscientes de los cambios

Los cambios en las clases están más presentes que nunca en México y en la sociedad. La pandemia de COVID-19 nos llevó a una implementación masiva de clases virtuales que se extendieron por más de lo previsto. De hecho, ante el panorama mundial, tal parece ser que lo más sensato es adaptarnos a estos cambios a largo plazo. Es aquí donde la filosofía de “Aula del Futuro” se vuelve más pertinente, puesto que no basta con tener grandes avances tecnológicos. Así lo reveló un estudio de 2019 de la UNESCO, citado por Gustavo, donde se dice que las tecnologías educativas no lograron transformar las prácticas de enseñanza ni mejorar estos aspectos.

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“No es suficiente el dominio técnico de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación), sino que hay que identificar su manejo pedagógicamente útil”, explica el especialista. “Esto también aplica para las estrategias didácticas, no es sólo conocer muchas estrategias didácticas, sino saberlas aplicar al contexto”. El contexto hoy es a distancia, a través de una pantalla, pero las redes sociales y el internet ya tienen varios años transformando a los estudiantes. “Nuestros alumnos cambian, las formas en que ellos están acostumbrados a interactuar han cambiado, entonces, nosotros como docentes tenemos que cambiar”, asegura.

“Nosotros creemos que el principal elemento es que el profesor reflexione sobre su práctica docente”, agrega. “Cuando el profesor reflexiona sobre la forma en que da sus clases y si la forma en que las da es la correcta, es allí donde nosotros podemos identificar posibilidades, tanto desde el punto de vista de integración de tecnologías, como desde el punto de vista de cambios en mis estrategias didácticas”.

Avances limitados

“Muchas tecnologías ofrecen eso: posibilidades. Todas estas posibilidades necesitamos primero estudiarlas para ver cuáles sí son verdaderamente viables en nuestros entornos y entonces encontrar la forma de sacarles provecho”, explica Gustavo. El problema radica en que muchos de estos avances y recursos no se consiguen con tanta facilidad en México.

“La calidad de acceso a los recursos tecnológicos en México todavía no es lo suficiente para pensar que siempre podemos utilizar la tecnología en cualquier momento”, explica Gustavo. “De las primeras cosas que los profesores nos comentan cuando visitaban nuestros espacios en Ciudad Universitaria, nos decían: ‘bueno, es que su espacio tiene muchas ventajas con las cuales nosotros no contamos’”, recuerda. Es aquí donde el ICAT también colabora con autoridades para conseguir los recursos y proporcionar espacios adecuados.

Foto: Cortesía

Uno de los principales cambios en esta pandemia, para muchos, fue aprender a usar las nuevas tecnologías para impartir clases a distancia, con lo que la labor del ICAT fue de gran importancia. “Los profesores también quedaron muy contentos, porque muchos de ellos no tenían todavía el dominio de muchas de estas tecnologías o no conocían sus posibilidades”, cuenta. “Como parte del diplomado, los tutores que trabajan con cada uno de los profesores, los fueron acompañando en este proceso de planeación de su clase a distancia”.

Las “Aulas del Futuro” tuvieron que hacer algunos ajustes para la pandemia. Uno de sus elementos clave fue “el aula invertida”, método por el cual los alumnos revisan el material antes de las sesiones. El problema era que muchos alumnos tenían inconvenientes para seguir el ritmo en línea, debido a una saturación de tareas y clases, así como la falta de acceso a internet. Por lo tanto, ellos sugirieron reducir el número de actividades y plantear diferentes ejercicios en diferentes tecnologías, para aprovechar al máximo el tiempo de trabajo y hacerlo más dinámico.

Realidad que no deja de cambiar

Gustavo comenta que es difícil medir el desempeño académico del “Aula del Futuro” por medio de calificaciones. “Si el profesor cambió una de sus clases, no por eso ya va a cambiar el desempeño académico”, agrega. Sin embargo, comenta que la Universidad Tecnológica Metropolitana de Chile, que tiene “Aulas del Futuro”, realizó un estudio de cómo mejoraron las calificaciones de los alumnos. Ellos determinaron que los cambios se ven a partir del segundo año y siendo que la UNAM arrancó en 2019 y el 2020 fue muy complejo, todavía faltarían elementos para medir esto en México.

Sin embargo, el ICAT ha realizado encuestas a estudiantes, quienes se han manifestado satisfechos con sus nuevos métodos. “Desde el punto de la percepción de los alumnos, después de tomar una clase rediseñada bajo este esquema, ellos sienten, por ejemplo, que su participación en la clase es más valorada”, señala.

Finalmente, Gustavo dice que aunque sea demandante rediseñar las clases, los resultados son muy benéficos. La reflexión continua debe estar presente en todos los maestros, con o sin pandemia. El primer cambio no puede ser perfecto, se tiene que seguir trabajando y ver posibilidades de mejora en el camino. Hay que cuestionarse, incluso, los resultados de la modalidad a distancia e intercambiar puntos de vista entre maestros. “La labor no terminará cuando regresemos a una nueva normalidad, sino que tendrá que seguir a partir de estas reflexiones”.

Otorgan premio de ciencias a investigador de la UNAM

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La Academia de Ciencias para el Mundo en Desarrollo (TWAS, por sus siglas en inglés), reconoció la carrera de Laurent Raymond Loinard, investigador del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Loinard recibió un reconocimiento en la categoría de Ciencias de la Tierra, Espaciales y Astronomía.

“Me da muchísimo gusto haber recibido este premio de la TWAS, me siento feliz con la distinción que se entrega cada dos o tres años sin una periodicidad precisa. El más reciente era de 2018. Me lo otorgan por trayectoria, es para investigadores a la mitad de su carrera”, dijo Loinard en un comunicado de la UNAM.

Uno de los logros más destacados en la carrera del investigador, es su participación en el proyecto internacional Telescopio del Horizonte de Eventos, una red de ocho radiotelescopios, ubicados en distintas partes del mundo, que en 2019 lograron capturar la primera imagen de un agujero negro.

Loinard es originario de Francia y se nacionalizó como mexicano en 2005. Desde 2006, su carrera en la UNAM se enfoca en la técnica de interferometría de larga línea de base, con la que se observan objetos celestes, por medio de un conjunto de distintos radiotelescopios en lugares distantes del planeta.

El investigador estudió una licenciatura en física y maestría y doctorado en astrofísica en la Universidad Joseph Fourier de Grenoble, en Francia. En octubre de 2000 se integró a la UNAM, en la entonces Unidad Morelia del Instituto de Astronomía, hoy IRyA.

En la actualidad, sigue trabajando en el Telescopio del Horizonte de Eventos, especialmente investigando en la formación de estrellas.

Alzando la Voz

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No siempre tenemos todos a la mano herramientas para provocar un cambio, para incidir en nuestro entorno o para mejorar nuestro país –en general se necesita dinero o poder, y bastante…–. Tampoco es fácil para alguien levantar la voz desde su posición, en donde la misma logre tener impacto –menos estando encuarentenados–. Tampoco estoy seguro del impacto que yo tengo como columnista mensual ni de mi alcance. Sin embargo, sí estoy seguro de que es mi responsabilidad alzar la voz y transmitir, de forma clara y sin rodeos, que nuestro gobierno no conduce a México hacia un camino de bienestar. Por el contrario, cada día erosiona nuestra capacidad como mexicanos de construir un Estado sólido, libre y próspero.

Desde hace un par de años –tal y como muchos lo advirtieron–, se ha subido a nuestro país a un tren de malas decisiones. Advertencias ha habido muchas…

alzando la voz
Imagen: Dutch Uncle.

Lo hicieron la Sociedad Interamericana de Prensa y Reporteros sin Fronteras, al advertir que la presidencia incitaba a la violencia con sus sistemáticos ataques a los medios de comunicación con un sesgo autoritario y despectivo –¿por qué es incapaz de reconocer que comete errores?–.

Lo hicieron consultores y ONG’s como Wood Mackenzie o GreenPeace, al señalar que México daba pasos hacia atrás con la nueva política energética en la que se plantea desterrar a las energías renovables para proteger el monopolio de la CFE –o la comodidad de su Director General–, haciéndonos fallar ante nuestros compromisos con el mundo y con nuestro propio planeta –ya no se diga elevar el riesgo percibido de México como destino de inversiones–.

Lo hizo la propia UNAM, al advertir que la desaparición de los Fideicomisos por temas presupuestales violaba el compromiso del Estado de garantizar el acceso al desarrollo científico tal y como lo  cita el Artículo 3º de nuestra Constitución: “El Estado apoyará la investigación e innovación científica, humanística y tecnológica, y garantizará el acceso abierto a la información que derive de ella” –pero sí hay recursos para trenes, refinerías, aeropuertos y otras decisiones “cuestionables” por decir lo mínimo–.

Ahora lo hacen la Comisión de Competencia Económica y México Evalúa, al mencionar los riesgos que concentrar a los órganos independientes tiene en el mercado, pues es justamente su independencia lo que permite regular al mercado de mejor forma.

organismos autonomos
Imagen: Nexos.

Parece además que el tren de malas decisiones no parará, pues el gobierno se encuentra en un círculo vicioso –y con poca aptitud–. Las malas decisiones han llevado a terminar de afectar una economía ya de por sí vulnerada, y con ello, a reducir la recaudación de impuestos por parte del gobierno, lo que a su vez, los hace tomar decisiones justo como la de desaparecer Fideicomisos y concentrar órganos reguladores para ahorrarse lo que puedan, sin darse cuenta, de que al hacerlo terminan por hundir más a la economía y a los que pueden rescatarla. Esto sin duda agravará aún más la paupérrima recaudación –y si la salida del gobierno es el constante ataque a los empresarios, pareciera que no veremos la luz al final del túnel–.

Lo peor de todo es que aun, en medio de tanto predicamento, el presidente se empeña en seguir empeorando nuestra posición económica comenzando con el pie izquierdo la relación con su homólogo norteamericano.

Creo que ya es momento de alzar la voz…


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Poco probable que asteroide 2009 JF1 impacte la Tierra: UNAM

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Según detalló la NASA, en el año 2022 un asteroide conocido como 2009 JF1 se impactará con la Tierra y aunque no es muy grande, lo hará a una gran velocidad. Esto, sin embargo, es poco probable, según especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Diversos medios citaron a la NASA, asegurando que el impacto se daría en mayo de 2022, pero existe un 0.02% de posibilidades de que esto pase, aseguró Joel Humberto Castro Chacón, catedrático del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), adscrito al Instituto de Astronomía de la UNAM en Ensenada, Baja California.

El asteroide mide entre 15 y 17 metros y viaja a una velocidad de 23.92 kilómetros por segundo, detalló Castro Chacón en un boletín de prensa de la UNAM.

El experto explicó que cualquier objeto que pase por la órbita de la Tierra, como es el caso de los asteroides y los cometas, se puede considerar “potencialmente peligroso”, debido a que su órbita puede desviarse.

“Son peligrosos porque la predicción de su órbita no es cien por ciento correcta, ya que puede tener un desvío y alejarse o acercarse más a la Tierra. Esto se debe a efectos en el espacio que desvían los objetos, como los tirones gravitacionales”, explicó.

Según predicciones teóricas, existen 3.5 millones de Objetos Cercanos a la Tierra (NEO, por sus siglas en inglés), como asteroides y cometas, pero sólo unos 25 mil están clasificados, según el especialista, por lo que se desconoce la posición de los demás.

“Entre más veces se observan, es mejor la predicción que podemos tener”, agregó. “Ahora tenemos una trayectoria en una zona muy grande donde puede estar el objeto, pero es una región más grande que el tamaño de la Tierra”.

Fundación UNAM celebra 28 aniversario

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La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), celebró que hace 28 años se creó la Fundación UNAM, la cual ha otorgado becas, premios en diversas áreas y distintos tipos de apoyo para estudiantes de bajos recursos.

Dionisio Meade, presidente de Fundación UNAM, habló respecto a sus logros en estas casi tres décadas, en el programa de TV UNAM, “La UNAM Responde”.

Alrededor de 800 mil becas se han dado a estudiantes, gracias al apoyo de “universitarios comprometidos con la institución”, se explicó en un boletín de prensa. Fundación UNAM también ha otorgado apoyos para manutención, movilidad, nutricionales y premios de educación e investigación científica.

La fundación se creó un ocho de enero de 1993 y entre uno de sus logros más importantes de 2020, estuvo el Consorcio de Universidades, donde se vincularon con especialistas de 14 universidades a distancia, para realizar charlas y exposiciones sobre distintas investigaciones.

En 2020, también se realizaron las brigadas sociales, donde las facultades de Medicina y Odontología de la UNAM, visitaron comunidades marginadas para dar servicios de salud. Así mismo, con el programa “Dona una tablet”, se apoyó a estudiantes sin acceso a internet.

Fundación UNAM, también ayudó a ampliar las instalaciones para crear más Centros de Acceso PC Puma.

Dionisio Meade explicó que el 2020 fue un año complicado, donde se realizó la donación de equipo de protección a médicos residentes y enfermeros y enfermeras que enfrentan la pandemia de COVID-19.

“Nos ha dejado muchas lecciones”, dijo Meade sobre el 2020. “Algunas para anticiparnos a tratar de evitar circunstancias similares, otras para tratar de enfrentarlas con mejores medidas. Por ello desarrollamos el ‘Foro 20.20, lecciones de la Pandemia’, con la participación de destacados especialistas de la UNAM”.

Premian documental sobre Museo de Zoología de la UNAM

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El festival de cine documental RushDoc, premió la producción “Las Colecciones Científicas, un tesoro de nuestra nación”, la cual retrata el trabajo realizado por el Museo de Zoología de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). 

“Las Colecciones Científicas” fue realizado en conjunto por investigadores y cineastas y ganó el premio al Mejor Documental Científico, en la edición 2020, la quinta, del RushDoc. 

“Lo que hacemos en el Museo de Zoología es investigación y desde hace 40 años nos hemos encargado de hacer estas colecciones de animales”, explicó Livia León Paniagua, curadora de la Colección de Mamíferos del museo, en un boletín de la UNAM. “Somos varios investigadores, profesores y estudiantes que realizamos trabajo de investigación de las distintas colecciones, por lo que la idea de este documental fue generar un material audiovisual que divulgara la ciencia que hacemos aquí”.

Paniagua señaló que el objetivo era mostrar la gran riqueza natural de México y que, aunque se hizo de manera sencilla, el documental cuidó todos los detalles para transmitir dicha idea. 

Leticia Ochoa, curadora de Herpetología del museo, destacó, por su parte, la importancia de los contenidos audiovisuales en el contexto de la pandemia de COVID-19 que llevó al confinamiento y al cierre de muchos museos.

“Las Colecciones Científicas, un tesoro de nuestra nación”, es el primer proyecto de varios que buscan divulgar la ciencia y la educación y que se realizarán bajo el financiamiento del Programa de Apoyo a Proyectos para Innovar y Mejorar la Educación, de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico de la UNAM.

Hersúa, el maestro

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Desde el rojo vivo de la fragua a la templanza de los más duros metales, así es el carácter del escultor Hersúa (1940).

Hemos estado en comunicación durante estos meses de cerco sanitario, en los que ocurrió que Hersúa ha sido nombrado Premio Nacional de Arte 2020, lo que nos ha dado motivo para platicar abiertamente acerca de su trayectoria.

Me dice con enorme sencillez, “me ha buscado tanta gente que muchas de las veces no sé quiénes son. ¿Cómo es qué tantas personas conocen las obras? Me sorprende ya que nunca pensé que tan nutridos y diversos públicos supieran de mí. En verdad es algo que no esperaba, me siento bien, muy contento en medio de esta pandemia. Nosotros somos lo que hacemos, un artista se muere trabajando.

Escultura de Hersua
Ave Dos, 1980 (Fotografía: Cortesía Archivo Hersúa).

Recuerda sus años de infancia, “yo nací en Sonora, pero se trasladó toda la familia a Guasave, Sinaloa; fuimos nueve hermanos, siempre fui muy rebelde, no coincidía con la manera de pensar, mi madre, era muy estricta por así decirlo, de alguna manera creían los padres que los hijos en algún momento deberíamos ser el soporte económico de ellos, yo no estaba de acuerdo y en cuanto tuve oportunidad me salí de ahí y vine al Distrito Federal, entré a San Carlos, me llamaba la atención la pintura, inclusive gané algunos premios ya estando en la escuela, en ese entonces estudiaba pintura, grabado y escultura. Recuerdo entre mis maestros a Antonio Rodríguez Luna (1910 -1985) y Adolfo Mexiac (1927 -2019), como sobresalientes. Me llamaba mucho la atención la pintura, sin embargo, tú lo sabes, siempre me ha gustado experimentar.

“En algún momento descubrí que la escultura a diferencia de otras disciplinas forma parte del ambiente real, el cual a su vez es muy generoso, que la vida se hace caminando, puedes observar, cambiar de lugar y descubrir cosas que desde la otra parte no se ven. Recuerdo un pensamiento de Kandinsky que dice: ‘la espiritualidad mora en la escultura, porque una parte de tu espíritu está ahí’. Por eso me gusta mucho el lema de ‘Por mi raza hablará el espíritu’. Ese pensamiento está permanentemente en mí. Que, por cierto, tres de los galardonados somos de la UNAM, así lo escribieron en la Gaceta.

Escultura de Hersua
Gwendolyn, 1986 (Fotografía: Cortesía Archivo Hersúa).

“Durante mucho tiempo desde la escuela inicié con ambientaciones, a las que hoy llaman instalaciones, la falta de presupuesto me obligaba a experimentar, a pensar diferente, el cartón fue una alternativa dentro de muchos otros materiales que utilicé. Presenté exposiciones con estas características, sólo por mencionar algunas vienen a mi memoria la exposición colectiva en el Museo de Arte Contemporáneo (MUAC), en 1968, relacionada el movimiento político–social, La Era de la Discrepancia, del II Salón de los Independientes, la universidad fue el centro de la historia, fue un momento clave para nuestro país, fueron también diversos y muy importantes los motivos de esta exposición, no sobra resaltar la falta que había y continúa habiendo sobre la investigación acerca de la producción estética nacional, en ese entonces llegaba hasta la mitad del siglo XX, muy sesgada, yo era muy joven.

“Imagínate en mi recorrido la cantidad de exposiciones en las que he participado, otro ejemplo que disfruto mucho es la exposición en el Palacio de Bellas Artes, que iniciaba con un laberinto que al final de éste te encontrabas con otra parte de la obra idéntica al de la entrada, la gente se confundía y se regresaba. Esta exposición fue controversial, otros artistas decían que esto no era escultura, ¿quién puede determinar qué es y no es? Ahora con el tiempo permanecen las obras, ahí están.

¿Cómo fue tu participación en el Espacio Escultórico de la UNAM? “Fue durante la presidencia de José López Portillo, México estaba aparentemente con mucho dinero por el tema del petróleo y el Rector de la UNAM se acercó al Presidente para conseguir recursos con motivo del 70 Aniversario de la Autonomía Universitaria, lo que nos convocó a un grupo de artistas a participar en el proyecto, el requisito fue que todos deberíamos ser de la UNAM.

“Se tenía que presentar proyectos con sus respectivos modelos, y el mío fue el que se autorizó, el modelo te lo he comentado antes, lo conservo en mi estudio, pero mira, prefiero citar textualmente a nuestro amigo el teórico e investigador Juan Acha que explica en su libro que lleva mi nombre y fue publicado por la UNAM en 1983:

Escultura de Hersua
Frida, 1989 (Fotografía: Cortesía Archivo Hersúa).

‘Según en el proyecto de Hersúa y tan como es hoy, el rector, Dr. Guillermo Soberón, decidió, dejar las obras sin modificación alguna, no obstante los insistentes reclamos de algunos de los padres putativos. Los reclamos fueron acallados, cuando como segunda etapa, la Rectoría comisionó a sus artistas a construir a cielo abierto sendas esculturas en el Centro Cultural citado. La seguridad de una segunda etapa con obras individuales… En síntesis, y desde el punto de vista sistémico el Espacio Escultórico solo enriquece y aclara algunos aspectos del quehacer escultórico y arquitectónico de obras públicas abiertas’. 

¿Qué piensas cuando has viajado por otras partes del mundo y puesto obras como la de Frida en Cuba?

“Cuando me ha tocado viajar por otros países me doy cuenta de que llevo en mí las raíces ancestrales, permanece en mí la comprensión espacio-tiempo de los antiguos mayas. Por ejemplo, el arco maya me es muy significativo como muchos otros elementos. Así fue cuando me dieron el premio de escultura de la ciudad de Hakone en Japón, traigo conmigo esa parte de la historia, así me pasa cuando viajo”.


Me quedo con esta conversación, me llegan ideas agolpadas que me hacen reflexionar; nos conocimos hace ya varias décadas, ambos instalamos esculturas en la Colección de Arte del Tecnológico de Monterrey, hoy en día estamos colaborando en un proyecto escultórico, ITSÏ: Una llamada de Alerta / La Fuerza del Arte. Somos más de 30 artistas con el firme propósito de contribuir a la recuperación del Lago Cuitzéo, en Michoacán, reconozco la importancia y vitalidad del arte, de cómo éste se vincula a la realidad concreta y cotidiana. ¡No todo es belleza!

Escultura de Hersua
Símbolo de Arte y Humanidades, UNAM (Fotografía: Cortesía Archivo Hersúa).

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