Darle un justo valor al dinero es una de las herramientas más útiles para dejar de creer que es lo más importante, pero para lograrlo hay que cambiar los pensamientos negativos que tenemos sobre él.
El dinero es el objeto del deseo de casi todas las sociedades; trabajamos, nos esforzamos y luchamos por obtenerlo, pero en realidad, el problema son los pensamientos y prejuicios que tenemos acerca de la riqueza.
Creer que los pobres son infelices porque les falta dinero o que los ricos sonríen todo el tiempo porque sus cuentas bancarias están repletas, son algunas de las maneras erróneas en que condicionamos la existencia humana.
Cambiar esto es urgente, ya que de una u otra manera, caemos en los excesos de creer que el dinero es la solución y la causa de todo lo que pasa o deja de pasar en nuestras vidas.
Y es que según Grant Cardone, emprendedor y experto en finanzas personales, el dinero no tiene más que un valor de utilidad limitado, como todas las cosas, el problema está en los pensamientos negativos que se crean alrededor de esto.
“La mayoría de las personas que crecimos en las clases bajas y medias pasamos el resto de nuestras vidas combatiendo pensamientos propios de la gente pobre”, dice Grant Cardone a Entrepreneur.
De esta manera, ideas como “solo quiero tener suficiente dinero para vivir bien” o “se necesita dinero para hacer dinero”, son condicionantes que no solo marcan la relación que se tiene con las cuestiones materiales, sino que limita las posibilidades de expandir los recursos financiero.
“La idea de que absolutamente se necesita tener dinero para empezar a generar dinero hace que te encasilles y te vuelvas complaciente”, dice el experto.
Además, creer que la felicidad está determinada por lo grande que pueda estar una cuenta bancaria, es otro de las ideas falsas con las que asumimos nuestra realidad.
Frases como “el dinero no compra la felicidad” o “las personas ricas son egoístas y prepotentes”, hacen creer que todo está peleado con la riqueza.
Ni la felicidad está determinada por esto ni el nivel de educación y cultura de un individuo, depende exclusivamente de las cosas materiales.
Y el otro problema grave es creer que el dinero es más valioso que el tiempo. El intercambio común que se hace en el mundo moderno de recibir un salario por una actividad, producto o servicio prestado, hace suponer que trabajar mucho e invertir demasiado tiempo en eso es sinónimo de mayor paga.
Lo realmente importantes de esto son las ideas, el conocimiento y el tiempo para poder hacer lo que uno realmente desea.
Así que si uno está en un trabajo solo por el hecho de recibir un salario, está perdiendo el bien más valioso, limitado e irrecuperable, que es el tiempo.
De esta manera, acumular cosas materiales y riqueza es una de las cosas que más se precian en el mundo actual, sin embargo, esto no garantiza ni la felicidad ni el crecimiento intelectual y mucho menos poder disfrutar a plenitud cada momento de nuestra vida.