Viernes, CDMX 13 de julio de 2018. Un día bastante emotivo. El Presidente de la Cámara de Comercio de Canadá en México, Armando Ortega y el director del Hospital Infantil de México Federico Gómez Dr. José Alberto García dieron la bienvenida al personal del hospital y a los socios dando las gracias a los socios por su generosidad y amable aportación durante la tradicional recaudación de fondos que se lleva a cabo cada año durante el evento Lobster Dinner que realiza la Cámara.
Este año la Cámara de Comercio de Canadá en México, a través de donaciones de sus socios, recaudo el monto de $118,610 pesos, cantidad que permitirá al Hospital mejorar la calidad de sus equipos de operación.
El Doctor José Alberto nos conmovió con sus palabras: “La misión que tenemos es atender a los niños más pobres del país” e hizo extensivo su agradecimiento a los socios de la Cámara porque, además de sus aportaciones la magia, no culminó ahí. Se han sumado contribuciones de manera personal para apoyar al hospital; a lo que Armando Ortega dijo: “Es relativamente sencillo ser amable y generoso durante un día, sin embargo es una labor extraordinaria hacerlo de manera consecuente”.
Posterior a esta breve introducción y de ver la pasión con la cual todo el hospital trabaja para la salud de los niños, se procedió a la entrega simbólica del cheque.
Después de algunas fotos entre los doctores y CanChamMx, se ofreció una breve demostración sobre los instrumentos que se han comprado para realizar cirugías en el hospital y mejorar la calidad de salud de los niños.
Se ofreció un recorrido por el hospital, donde se observó dos murales de Diego Rivera que están dentro del hospital, así como la escultura de San Francisco de Asis; dentro del área de quimioterapia observamos pinturas joviales que simbolizan la unión entre Estados Unidos y México, una pared de mariposas donde todos los niños las pintan y decoran a su estilo como un sello inolvidable dentro del hospital y finalmente el símbolo más conmovedor fue una campana, la cual al momento de ser curado un niño de cáncer se reúne y toca la campana con ayuda de sus seres queridos y en presencia de los demás niños y familiares como un acto alentador y de esperanza para los niños que aún están en batalla.
La visita se realizó de manera respetuosa pero sobretodo se ha sembrado la semilla de conciencia, voluntariado y gratitud entre la membresía CanChaMx.
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