El robo de gasolinas en México es un negocio que en los últimos años ha generado pérdidas por millones de pesos a Pemex. Para los criminales, el “huachicol” deja ganancias sólo por debajo de la venta de drogas, por lo que la guerra del presidente contra este delito será fundamental para la actual administración.
En México, el robo de hidrocarburos es un delito que cada año genera pérdidas millonarias. De acuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, el robo de combustibles a Pemex cuesta al año entre 50 mil y 70 mil millones de pesos.
Estas pérdidas afectan severamente la capacidad operativa de la parestatal, ya que representan casi el doble de lo que destinará para rehabilitar las seis refinerías (38 mil millones de pesos) el gobierno federal.
Te puede interesar: Pese a molestias, 89% de los mexicanos apoya el plan de AMLO contra “huachicoleo”
Los 70 mil millones de pesos también representan dos veces los recursos destinados en 2019 a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que recibirá 34 mil 778 millones de pesos. Se trata de pérdidas más que significativas, por lo que la nueva administración decidió poner en marcha un programa que ha generado molestias a la población.
El costo de la lucha contra el huachicol
Desde la semana pasada, los ciudadanos de varios estados y la capital mexicana se enfrentaron a largas filas y horas de espera en las estaciones de servicio para poder cargar gasolina. Esto se debe a que el gobierno federal cerrón varios ductos de abastecimiento a fin de golpear las actividades ilícitas de los ladrones de combustible, conocidos como huachicoleros.
En total, se cerraron las válvulas de al menos cuatro de los 13 oleoductos de Pemex, lo que provocó también la interrupción del suministro a decena de ciudades en los estados de México, Michoacán, Guanajuato, Aguascalientes, Jalisco, Querétaro y Tamaulipas.
La estrategia ha generado inconformidad y molestia entre los mexicanos, pero de acuerdo con encuestas recientes, la mayoría de los ciudadanos aprueba que el gobierno haya iniciado una estrategia en contra del robo de hidrocarburos.
Esta postura es compartida incluso por el Fondo Monetario Internacional. Alejandro Werner, director del departamento del Hemisferio Occidental del organismo, dijo a medios de comunicación que:
“Claramente ir en contra de un negocio ilegal como el robo de combustible, creemos que es obviamente el objetivo adecuado, el hacerlo con fuerza y de manera decidida es un tema importante porque es de corrupción y estado de derecho y de generar los incentivos correctos a la inversión tanto pública como privada”.
Lucha a contra reloj
Sin embargo, instituciones financieras y el Banco de México (Banxico) han advertido que de prolongarse la situación de desabasto en el país, podría presionarse la inflación e incluso reducir el crecimiento económico.
“De prolongarse más allá del martes (15 de enero) esta situación podría reflejarse en una presión inflacionaria, esto es derivado de la presión que habría en los precios de algunos productos, sobre todo en las regiones más afectadas”, indicó José De la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo y el Crecimiento Económico (Idic).
