A un mes de que concluya el 2017, oficialmente se han presentado 60 denuncias por acoso o agresión en contra de Harvey Weisntein.
Era un secreto a voces, un rumor que todos en Hollywood habían escuchado, pero que se negaban a repetir en voz alta.
Harvey Weinstein, hasta hace dos meses uno de los más poderosos productores de cine, llevaba años pagando miles de dólares para mantener en silencio las acusaciones de al menos ocho mujeres, a las que presuntamente había acosado o agredido sexualmente.
Harvey, figura central del cine independiente que irrumpió en la industria hace casi cuatro décadas al fundar Miramax, produjo filmes para importantes directores como Quentin Tarantino, Woody Allen, Robert Rodríguez y Kevin Smith, entre otros.
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Había elaborado un complejo sistema que, han revelado medios de comunicación, dependía de sus colaboradores y empleados cercanos para funcionar. Sus asistentes organizaban reuniones con jóvenes actrices, después, los dejaban solos. Era entonces cuando Harvey les pedía masajes, les proponía realizar actos sexuales a cambio de papeles y otros favores y, en algunos casos, denuncian las víctimas, abusaba de ellas.
Empleados o directivos de la productora participaban en este patrón: recomendaban a jóvenes actrices no alzar la voz ante las propuestas incómodas o ante los actos degradantes. Cuando eso no funcionaba, el equipo legal de Weinstein se encargaba del resto: compraba silencios, cumplían los chantajes y las amenazas
La actriz Mira Sorvino, ganadora del Oscar por su papel en “Poderosa Afrodita” (1995) de Woody Allen, fue una de las primeras actrices en alzar la voz. Ella lo ha dicho muy claro: no sabe si su prometedora carrera no despegó cómo debía únicamente por la toda poderesa presencia de Weinstein, quien prometió hundir su carrera, pero es justo pensar que tuvo mucho que ver en los obstáculos que la actriz ha tenido que afrontar en los últimos 20 años.
Los casos #HarveyWeinstein o #LaManada son grietas en ese muro de silencio que protegía a los acosadores y violadores, y dejaba a sus víctimas en el desamparo.
Ya basta: queremos y podemos acabar con esto #MeToo #YoSíTeCreo #DíaContraLaViolenciaDeGénero pic.twitter.com/2Wh0PCPEu9— Beatriz Becerra 🇪🇦 (@beatrizbecerrab) November 25, 2017
La magnitud del escándalo
Todo empezó en octubre pasado, cuando el New York Times desveló por primera vez los testimonios de varias mujeres que fueron acosadas o agredidas por el productor de cine. Once días después, The New Yorker publicó un segundo trabajo en el que aumentaba la lista de testimonios y denuncias.
A un mes de que concluya el 2017, oficialmente se han presentado 60 denuncias por acoso o agresión en contra de Weisntein, la fiscal del condado de Los Ángeles (California, EE UU), Jackie Lacey, anunció hoy la creación de un equipo especial para evaluar e investigar las acusaciones y prácticamente los reflectores de todo el mundo continúan enfocando al productor, ahora despedido de su propia empresa.
😱 Umma Thurman en modo Kill Bill con ese mensaje a #HarveyWeinstein y todos los pendejos como él es lo mejor que nos ha pasado este #Thanksgiving 👊🏻 pic.twitter.com/KD6bqo0QmH
— Gerard Cortez (@SoyGerardCortez) November 24, 2017
El productor de cine ha negado todas las acusaciones, pero el listado de actrices que lo han denunciado crece: entre ellas figuran actrices de la talla de Uma Thurman, Rosanna Arquette, Gwyneth Paltrow, Asia Argento, Rose Mc Gowan, entre muchas otras.
La crisis en Hollywood
Los últimos dos meses, sin embargo, las acusaciones en contra de Weinstein han derivado en la necesaria y durante muchos años pospuesta denuncia de un mal endémico que, aseguran actrices y estudiosas de género, ha imperado en la industria cinematográfica desde hace varias décadas: el acoso sexual y el chantaje en contra de actores, sin importar si se trataba de mujeres, hombres jóvenes o niños.
Dustin Huffman, Kevin Space, Louis C.K, el director de Toy Story, John Lasseter, y Bret Ranner, son algunos de los importantes nombres que se han visto manchados en la ola de denuncias por abusos sexuales y acoso.
El huracán que azota el centro del entretenimiento, indican los expertos, seguirá creciendo. Las consultas a despachos legales sobre este tema han aumentado considerablemente en las últimas semanas, y los reportes en medios informativos apuntan a una escalofriante certeza: no sólo se trató de personas que actuaron de manera particular.
Hollywood desarrolló toda una maquinaria para prevenir que las denuncias salieran a la luz, para pagar el silencio y en algunos casos, destruir la carrera de quienes se atrevían a alzar la voz.
