Desde otro ángulo

Disonancia Empresarial

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A Víctor Esquivel, gran ejemplo de la consultoría de empresa.

Los efectos de la pandemia por el COVID-19 continúan modificando el panorama sobre la evolución de la dinámica social y económica en el mundo. Los desafíos que plantea la presente crisis nos obligan a reconsiderar las acciones a emprender en nuestras organizaciones, frente a una realidad con altos niveles de incertidumbre, donde el cambio y la transformación son las constantes de esta “nueva normalidad”.

En este contexto, es prioritario conocer lo que piensan los empresarios sobre las perspectivas del país, para entender la orientación que tendrán las empresas, los ajustes en su estrategia de negocios y aprender cómo las grandes empresas gestionan en tiempos de crisis.

KPMG realizó una encuesta[1] recientemente, de alcance nacional en México, en la que analiza las prioridades de la comunidad empresarial para identificar las principales estrategias de los Directivos para este 2021, con hallazgos muy interesantes. Me explico.

En el ambiente de negocios, el 70% de los empresarios consultados considera que, con la pandemia fuera de control, existe la probabilidad de nuevos confinamientos estrictos, a pesar de que además un 64% considera que el país se encuentra en una grave recesión económica.

recesion economica
Imagen: El Heraldo de Juárez.

En el contexto nacional, debido a la contingencia sanitaria, los empresarios enfrentan un semáforo de riesgo epidemiológico que es la pauta de varios indicadores económicos, al permitir o limitar las actividades productivas y de servicios. Lo que ha implicado una pérdida de 710,000 puestos registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social[2] y 44% de la población se enfrenta al riesgo de reducción de horas o salarios (aproximadamente 24 millones de personas), entre otras repercusiones.[3]

De esta manera, asegurar la confianza de los inversionistas para fomentar el crecimiento económico (67%) constituye el principal reto para los directivos de este estudio, con lo cual además ubican en una segunda instancia, el minimizar los daños permanentes en el empleo en y la planta productiva (55%).

Si bien se plantea un contexto económico complejo en el país, también se deben reconocer las afectaciones diferenciadas para cada sector. En este sentido, las repercusiones económicas son evidentes mediante las expectativas de ventas de las empresas: mientras que un grupo, representado por el 50% de los directivos estima hasta un 40% menos de ventas en el 2021, con respecto al escenario antes de la pandemia (2019); de manera contraria, el 31% espera un crecimiento (a lo más) en la misma magnitud.

La recuperación depende de la evolución de la pandemia, de los factores macroeconómicos y de la curva de cada industria. Así, los sectores de hotelería y turismo (81%), outsourcing (80%) y medios de comunicación (79%), son los que esperan las mayores pérdidas; mientras que los que consideran tendrán mayores ganancias son salud (67%), electrónicos/software (52%), consumo/retail (50%). En consecuencia, 2021 será un año para la recuperación y probablemente el 2023 sea un año de alivio tras la crisis del 2020.

recuperacion empleo
Imagen: Nexos.

Por su parte, las políticas monetaria y fiscal son un elemento que también está en el marco de evaluación de los negocios. En el mundo se espera que se mantengan las tasas de referencia negativas para continuar con la recuperación, en tanto que en México el 74% de la alta dirección indica que sus decisiones de inversión se han suspendido o reducido debido a estas medidas (71% empresas grandes, 76% empresas medianas). Durante el presente año, la mayor parte no contemplan realizar inversiones, sino enfocarse en métricas de capital de trabajo para reducir costos; cuidar la liquidez; y negociar términos y condiciones con clientes y proveedores. Lo cual se confirma con la visión de un segmento del mercado del estudio que considera que los esfuerzos para superar los efectos de COVID-19 han sido insuficientes, esperando que en el futuro existan factores que incentiven la confianza en la inversión.

En todos los escenarios, las empresas buscan soluciones para mantener su productividad, por lo cual, varias pudieron realizar las adaptaciones necesarias para operar, otras cambiaron su giro de negocio, mientras algunas otras no lograron sobrevivir o se mantienen en el límite. Sin duda, uno de los elementos que se aceleró con la pandemia fue la digitalización, en particular, para la fuerza laboral en términos de trabajo a distancia, restricción de viajes de negocio, automatización de servicios, entre otros rubros.

La preferencia por la colaboración a distancia o de forma física, dependen del tamaño del negocio y del sector, para lo cual es necesario adaptar la cultura organizacional a la nueva realidad, así como alinear el propósito y los valores de la empresa al contexto actual.

En cuanto al capital humano, existe la imperiosa necesidad de que los colaboradores se sientan valorados por la compañía y estén satisfechos con el ambiente de trabajo virtual, comprometidos con el propósito y la cultura de la empresa, y en equilibrio entre su vida personal y laboral, por lo que identificar los retos como oportunidades es indispensable en el liderazgo ante la crisis.

desempleo
Imagen: Reporte Índigo.

Lo anterior se traduce en una visión divida en los ejecutivos consultados para el presente año en relación con la gestión de talento: el 45% plantea que la mayoría de los colaboradores trabajen desde casa, el 44% visualiza a la mayoría en sus instalaciones, el 9% con todos los trabajadores presenciales y sólo el 2% estima que todos lo hagan desde casa. Esto deviene en un reto adicional para lograr el equilibro entre la cartera de bienes raíces, el espacio físico requerido –considerando las restricciones de aforo– y la generación de valor; por lo tanto, es posible que evolucionen los contratos de arrendamiento hacia la flexibilización de sus cláusulas.

Como resultado de la incertidumbre, las organizaciones han mantenido la cautela con respecto a sus planes de expansión, el 49% no considera expandir ni reducir su presencia operativa y sólo el 16% planea expandir su presencia a nivel global, siendo Estados Unidos el país más señalado para el 2021 debido probablemente al incremento en las exportaciones por la recuperación americana, y el consecuente impacto de la entrada en vigor del T-MEC.

Siguiendo con la mesura y a pesar del estrés financiero, sólo el 35% de los altos directivos solicitaron un financiamiento o reestructura de la deuda y de éstos, el 72% lo hicieron a través de las instituciones financieras; en contraste, no emplear financiamiento pudo deberse a una eficiente gestión del capital de trabajo y/o a la dinámica del mercado durante la pandemia.

En la vía del éxito sostenible, se han identificado tres estrategias principales para la resiliencia en las organizaciones y su adaptación al cambiante entorno: enfoque en la experiencia del cliente para proporcionarle experiencias únicas y excepcionales; uso de nuevas soluciones tecnológicas que fortalezcan la eficiencia y garanticen la continuidad operativa; y nuevos modelos de negocios digitales, libres de limitaciones físicas.

control de riesgos
Imagen: GK.

Asimismo, a la luz de la disrupción actual, son indispensables los esfuerzos en temas de innovación y digitalización, apoyados por el liderazgo de la organización; la creación de una cultura empresarial que fomente la mejora continua; y el talento humano capacitado para la nueva realidad. Esta enorme trasformación ha requerido que las empresas canalicen sus inversiones hacia la innovación en comparación con años previos, donde el 39% destinará recursos a medidas incrementales, para el desarrollo de mejoras del portafolio de productos o servicios existentes; el 68% a medidas transformacionales, para la creación de nuevos negocios y clientes; y el 21% en medidas adyacentes o puntuales, que son recursos focalizados para expandir un segmento de clientes por medio de la mejora del portafolio existente de productos o servicios.

En el momento actual, las organizaciones requieren que las diversas soluciones se complementen para disponer de una visión holística para la toma de decisiones. En este sentido, la mayoría de las empresas (75%) utiliza el análisis de datos como habilitador para gestionar la información, responder con rapidez y mejorar la competitividad. Sin embargo, la automatización y las amenazas internas y externas presentan también sofisticadas dificultades, por lo que contar con un marco sólido de gestión de riesgos con medidas y controles para mitigar los impactos, es vital para las organizaciones. A tal efecto y en respuesta a la pandemia, el 44% de las compañías reforzó su programa de gestión de riesgos.

Ahora bien, los riesgos que se detectan como mayor amenaza para las organizaciones en el 2021 son: en temas de salud y recursos humanos, (69%) garantizar el bienestar físico y mental de los colaboradores; en cuanto a ciberseguridad, (31%) la interrupción de operaciones; y sobre la operación del negocio, (34%) con respecto al control del presupuesto.

mitigar riesgos, pandemia

A medida que se refuerzan las estrategias de mitigación de riesgos, los temas ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) son de suma importancia en la agenda. La actual crisis ha demostrado la necesidad de alinear los objetivos de la compañía en función de estos criterios, por tanto, las inversiones en estos temas son indispensables para la sostenibilidad y la resiliencia.

Finalmente, es importante resaltar que no existe trayectoria única para sortear los múltiples cambios y complejos escenarios que enfrenta el mundo actual. Los empresarios tienen claro los pilares delineados en el estudio, en la parte laboral (y dentro de ella, la lucha por el talento), la parte digital (y con ella la amenaza cibernética), la nueva y mayor regulación y la sustentabilidad de los negocios.

La recuperación y crecimiento dependen de la curva de cada industria, de las transformaciones y medidas de adaptación realizadas, de la disrupción tecnológica y cultural en esas mismas industrias y sectores, y de los mecanismos adoptados de mitigación de riesgos, pero sobre todo, de la visión integral enfocada en la innovación, la resiliencia y la sostenibilidad.


Notas:
[1] La encuesta reúne información directa sobre sectores como salud, servicios financieros, bienes raíces y manufactura industrial, entre otros. Permite conocer el impacto diferenciado que el COVID-19 y la subsecuente crisis económica han tenido en la amplia gama de industrias que componen nuestra economía. Las respuestas fueron recopiladas entre octubre y diciembre 2020.
El puesto de los participantes corresponde -en su mayoría- a cargos de dirección, presidencia, vicepresidencia, comités y consejos de administración; con una representación femenina del 20%. Participaron 1,307 tomadores de decisiones y líderes de empresas en México, quienes compartieron su opinión sobre temas coyunturales del ambiente de negocios, la estrategia empresarial en 2021, su enfoque en innovación y transformación digital, así como la gestión de riesgos y el cumplimiento regulatorio.
[2] SHCP. (2020). Gaceta Económica.
[3] Organización Internacional del Trabajo (2020). Nota técnica país. México y la crisis de la COVID-19 en el mundo del trabajo: respuestas y desafíos. Consultado el 25 de enero de 2021.


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El 2021: el regreso a la normalidad o la disrupción total

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Empezando el año tuve la oportunidad de asistir al Foro Económico de una prestigiada escuela que se ubica en el sur de la Ciudad de México (este año de manera virtual por obvias razones), también pertenezco a varios comités económicos, lo que me ha permitido conocer sus perspectivas para este 2021 que recién empieza, y sus proyecciones de las cifras al cierre del pasado 2020. Hago el comentario de que mi formación es de Contador Público, pero cada día me he vinculado más y más con las finanzas y la economía, dos disciplinas que me apasionan y mis estudios posteriores se fueron vinculando en mayor medida a ellas.

Al ver en retrospectiva lo dicho en el foro el año anterior, y al ver la proyecciones de inicio del año pasado, les puedo decir que el 100% no acertó a lo que se ve que será la cifra del año del Producto Interno Bruto nacional (PIB), ni del tipo de cambio, y algo más cercana, la tasa de interés. Recuerdo alguna broma de alguien que mencionó que hubo economistas que pronosticaron hasta con dos decimales “porque tenemos sentido del humor”.

Dentro de ambos foros algún economista afirmó que había señales mixtas, “lo que realmente quería decir que su modelo dice una cosa y los datos exactamente lo contrario” –dijo un colega mío–.

Todo esto lo traigo a colación porque también algunos accionistas y consejeros de instituciones de crédito, coincidían en lo difícil que es presentar foros de perspectivas económicas para sus clientes y prospectos, cuando sus “Chief Economists”, tanto mundiales como regionales, mandan señales tan restrictivas, tan pesimistas y tan llenas de salvedades sujetas a los cambios en la ley de Banco de México, a lo que la nueva administración en Estados Unidos determine en materia energética, en lo que en materia de sustentabilidad se empuje en la agenda americana y mundial, a lo que suceda con la volatilidad del precio del petróleo, a lo que esto impacte a las calificadoras y su percepción de riesgo del soberano, a lo que suceda en México en la parte política de nuestras elecciones en este 2021, a una potencial burbuja inmobiliaria, al desempleo masivo en las industrias que están en contracción, y un “larguísimo” etcétera; lo que le permite a la mayoría de ellos ir ajustando sus proyecciones sin la necesidad de “renunciar” en caso de que la variación fuera significativa. Y es que el perfil de la mayoría de ellos está para ver los riesgos, los peligros sistémicos, mundiales y locales, y no para ver las oportunidades. Como dice uno de mis banqueros amigos, sólo acuérdate de que “los economistas han pronosticado nueve de las últimas cinco recesiones”.

disrupcion y recesiones
Imagen: Insider.

No quiero quitar ni un ápice de la utilidad de sus análisis. Al contrario. Es evidente la falta de liquidez que tienen varios sectores; la problemática que se nos viene si la pandemia se prolonga por más de lo anticipado por la llegada de la vacuna, y menos aun por la prudencia que se debe tener ante lo vivido, simplemente destaco que es muy importante tener una visión holística que nos lleve a ver no sólo una parte de la problemática, sino el “bosque en su conjunto”.

Sobre esto, hace unos días, ya en el final del año, fui invitado a participar en un programa con varios ejecutivos y directivos latinoamericanos, para evaluar “qué habíamos aprendido en este 2020”, emitido el 30 de diciembre de ese año, donde el moderador, Néstor Márquez, académico de una escuela de negocios muy prestigiada, hacía varias preguntas con objeto de darle un tono positivo y optimista a lo vivido, y una proyección de lo que vendría en este 2021.

Se me hizo un ejercicio valioso, fuera de que para muchas compañías ha sido un año doloroso, de re-invensión, de disrupción, y donde en muchos casos no se concluía con el análisis de lo importante que ha sido este aprendizaje para toda la sociedad, y principalmente, para la empresa que es la generadora de valor económico.

Dentro de los comentarios expresados, puedo destacar las siguientes aseveraciones, que a título personal, hacen los participantes, tales como:

a) No teníamos un adecuado Business Continuity Plan, Business Recovery Plan y Business Disaster Plan. En muchos casos simplemente no se tenía y se “tocó” de oído lo que se pensaba que podría funcionar. En otros, el plan quedó muy corto (y aún no se documenta lo que se ha modificado).
b) El mundo digital se veía cercano, pero nunca como un tsunami que llegaría de súbito y avasallaría con la forma anterior de operar.
c) Los negocios digitales tenían conceptualizado el marco de actuación pero no tenían prevista la manera en que estarían enfrentando, también de forma digital, los ciber ataques, los hackeos y las extorsiones.
d) Muchos negocios que empezaron a ver, primero el cambio de gobierno en 2019, y posteriormente la pandemia en marzo de 2020, detuvieron inversiones para encontrar un mejor momento de certidumbre. Ese momento nunca llegó y los tomó mal parados y con muchos rezagos.
e) Por el contrario, negocios que iniciaron su estrategia de digitalización aun empezando tarde (mismo marzo del año pasado), pero con paso sostenido, les benefició la ola y les permitió modernizar su estructura, la cual, en muchos casos llegó para quedarse.

economia pandemia
Imagen: Sacramento Bee.

f) Los planes a largo plazo se ajustaron o desaparecieron, y se vive en la inmediatez de la subsistencia.
g) Las compañías han aprendido a poner más atención a sus trabajadores, y menos a sus accionistas. Nuevas leyes (como la del tele-trabajo en México) ponen el piso de una nueva realidad. Los empleados tienen “buena memoria” y sabrán ser leales a las compañías que lo fueron también con ellos.
h) El punto anterior trae el inicio de una nueva era laboral. El empleo de tiempo completo ya no da certidumbre ni seguridad. Se necesita un “Salario Universal”, es decir, una red que proteja al trabajador ante tanta volatilidad, sobre todo quienes han estado en la formalidad y la legalidad.

Hasta aquí enlisto sólo algunas de las recomendaciones más mencionadas.

Lo expuesto anteriormente es muy relevante, porque 2021 será el año en que los Consejos de Administración de las empresas (públicas y privadas) deberán ser prestos en ajustar lo que aún se encuentre pendiente ante estos determinantes del cambio. Los órganos y sistemas de Gobierno Corporativo deben probar su flexibilidad sin olvidar el rigor en la aplicación de las políticas establecidas, para poder adaptarse con éxito.

En esta medida, como lo señala Andrés Bernal, experto en  esta materia, esto sucederá a partir de tres hitos clave:

La reformulación y fortalecimiento de los “Boards”, desde la reflexión profunda de sus miembros sobre cómo mejorar su efectividad y aporte;
Una renovación importante de miembros en asambleas de accionistas; y
La reformulación de las agendas de trabajo para lo que viene a partir de 2021.  

Aunque a nivel macro los países estarán en el desafío de la vacunación masiva, a nivel empresarial, para accionistas, directores y gerentes, la agenda será intensa en este proceso de reconstrucción derivada de nuevas expectativas de todos los grupos de interés (stakeholders), nuevas realidades en el comportamiento de clientes y consumidores, y procesos empresariales migrados por los aprendizajes de la pandemia.

“Para ello es muy relevante que se haga un ejercicio de cómo funcionaron los Consejos de Administración durante este tiempo. Si hay algo que trajo consigo la pandemia fue un renovado interés de establecer qué realmente funciona, cómo optimizarlo y garantizar que lo que hay cree valor. En este sentido, los Consejos no han sido la excepción; cada vez más las juntas directivas se evalúan, producto del interés de un director, por la recomendación de un inversionista, la exigencia de un regulador o por la propia conciencia colectiva de sus miembros”, señala Bernal.

inversiones
Imagen: Sato Kambashi.

Existen Consejos de Administración (y/o Consejos Familiares o de Dirección) que no se reunieron una sola vez en todo el año. Vale la pena revisar si son útiles y si vale la pena continuarlos.

“La evaluación de la Junta Directiva como ejercicio de auto-reflexión, sobre cómo optimizar las diferentes variables que afectan la efectividad de un cuerpo colegiado de gobierno, permite sincerar problemáticas y llegar a acuerdos sobre cómo mejorar la calidad de las decisiones”, añade.

En este 2021 y mientras dure la fase crítica de la pandemia, habrá casos donde los Consejos se reúnan una sola vez (por la revisión del ejercicio fiscal que terminó el 31 de diciembre de 2020), pero seguramente posteriormente vendrá una agenda de reuniones virtuales de accionistas. “El foco de este año no serán únicamente los porcentajes de distribución de dividendos que para muchas empresas serán más bien conservadores; la parte interesante será el nombramiento de miembros de juntas directivas. Diversos inversionistas internacionales y proxy advisors ya han hecho su planteamiento sobre los criterios para elegir o reelegir directores. A grandes rasgos, criterios de diversidad y compromiso mandarán este año. Los temas clave serán la agenda de integración de mujeres a los Consejos; el compromiso demostrado por el director en su gestión (por ejemplo, Blackrock considera que no votará por directores que hayan faltado a más del 25% de las sesiones del año anterior); y el cuidado con el “overboarding”, es decir, no votar por aquellos miembros pertenecientes a muchas juntas, lo que impediría su compromiso, disponibilidad y responsabilidad. Por otra parte, y para todo tipo de empresa u organización empresarial, hay que prepararse para que estas asambleas traigan consigo cambios profundos en la composición de los Consejos”, puntualiza Andrés Bernal.

Desafortunadamente, durante un año más, seguirá pendiente la actualización de los modelos de remuneración de los directores. En un contexto de resultados financieros mermados por la pandemia, y consecuentemente bajos niveles de dividendos, no se tendrá un buen “ambiente político” para mejorar los desmejorados modelos de remuneración. Sin embargo, cambios en muchos directorios se presentarán en las asambleas de 2021. 

reanudacion
Imagen: We Forum.

Con nuevos directores nombrados, se activará la necesidad de repensar las agendas anuales de trabajo de las juntas directivas. Las agendas anuales tendrán que actualizarse con nuevos temas ESG (temas ambientales, sociales y de governance), de transformación tecnológica y una tendencia de lo que se conoce como el “capitalismo de los grupos de interés” (stakeholder capitalism, conscious capitalism, entre otras tendencias asociadas).  

Esto conducirá a que los directorios tengan que complementar sus análisis estratégicos con miradas más comprensivas e integrales, donde los “mapas de grupos de interés” serán claves para asegurar una mirada holística de la organización.

La prevalencia será sin duda en la parte estratégica, donde ya no se verá como algo estático y anquilosado, sino muy dinámico y donde el concepto de innovación en su sentido más simple (cambios orientados a la efectividad y funcionalidad para el usuario) serán fundamentales en la gestión empresarial si se quiere lograr la sustentabilidad.

Es momento de olvidar de dónde venimos, sino más bien, de reflexionar a dónde queremos ir, para lograr un mejor futuro para nuestras empresas, para nuestros estados y países en su conjunto.

Y es que al final del día, no hay nada más difícil que predecir el futuro, pero quizá lo podamos tomar en nuestras manos. Valga reconocer que así como hubo sectores que fueron muy afectados y caerán abajo del PIB del 2020, también hubo otros que amortiguaron su impacto y mostraron su resiliencia gracias a su estupenda gestión; el 2021 será un año que continuará poniéndonos a prueba, pero que, con algo de suerte,  tendremos un poco de viento a favor.


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Los efectos de la migración y las remesas en México

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Durante todo este año he estado escribiendo en esta columna sobre el tema de las remesas. Y es que los números nos dicen tan poco si no vamos a la realidad social que las provoca para entender que el fenómeno desde el escritorio es sumamente complejo y complicado.

Desde el concepto causa mucha confusión y duda. Ahora con el tema de “La ley Banxico” me comentaban que esto complicaría la operatividad de las remesas y que el Banco Central se obligaría a comprar los dólares que quedaran en el mercado de lo que los paisanos estuvieran enviando a sus familiares.

A reserva de que abordemos mi punto de vista sobre el tema de la citada iniciativa que ha sido postergada para el primer trimestre del 2021, lo cierto es que no tiene nada que ver con esto. Es más, tampoco con los dólares que se manejan en nuestra economía.

Las remesas son los recursos que nuestros paisanos envian a sus familiares por los transmisores de dinero, y que se reciben en nuestro país en moneda nacional a cambio del pago de una comisión.

En consecuencia, los dólares que cruzan por la frontera, es decir, los billetes verdes que se liberan en México, y que son intercambiados en centros cambiarios, bancos o casas de cambio, o en otro tipo de entidades, no son considerados como remesas.

Tampoco en el caso de los dólares que son intercambiados en nuestro país, por bienes y servicios, considerados como moneda “de curso legal” de facto en muchas de las poblaciones del norte de nuestro país.

Habiendo focalizado el tema de las remesas como señalamos anteriormente, valdrá la pena mostrar la evolución que éstas han tenido en los últimos años en México tomando en consideración que:

Las medidas de confinamiento tomadas para controlar la expansión de la pandemia de la COVID-19, tuvieron impactos nunca antes vistos en los mercados laborales en el mundo, incluyendo en economías europeas y la estadounidense.
Estas afectaciones generaron que organismos internacionales destacaran el posible impacto sobre las remesas. El BID y el Banco Mundial estimaban, al inicio del año, caídas de entre el 20% y 30% en los flujos totales de remesas en 2020.

Sin embargo, la información del Banco de México indica que el flujo de remesas recibidas durante enero–octubre de 2020 fue 10% superior al del mismo período de 2019 (33,564 millones de dólares versus 30,395 millones), uno de los aumentos más elevados de los últimos diez años.

El monto recibido por las familias en remesas internacionales durante 2020 ha sido un 21% mayor, tomando en cuenta el tipo de cambio y el valor de la inflación, como se muestra a continuación:

Una de las “hipótesis” más socorridas en la explicación ha sido que debido al tipo de cambio favorable para el dólar, los paisanos se habían visto incentivados a enviar más dólares, pero esto sólo sería cierto en una parte del año. La crisis ocasionada por la pandemia de la COVID-19, así como la guerra de precios petroleros entre Rusia y Arabia Saudita, generaron una fuerte depreciación del peso mexicano y el colombiano con respecto al dólar. A consecuencia de esto, el tipo de cambio registró una depreciación de hasta 30% en el período previo al inicio de la pandemia, al pasar de 18 a 24 dólares por peso.

Así, la acelerada depreciación que se observó en México y Colombia parecieron haber incidido en el incremento del envío de remesas durante marzo de 2020 como se ve a continuación:

Sin embargo, la depreciación del tipo de cambio se redujo y aminoró el resto del año, y en este mes hemos visto que el peso está en el rango de los 19-20 pesos por dólar. Veremos si esto afectó o no el comportamiento del flujo de remesas, pero es probable que, al ser un mes de fiestas de fin de año, el flujo continúe y se normalice, si este efecto fuera importante, ya al término de enero o en febrero del 2021.

Otro efecto que se ha discutido es si el costo de envío de las remesas tiene alguna incidencia en el envío de éstas. Al respecto tengo las consideraciones:

El costo de envío de las remesas no parece ser la razón detrás del aumento de las remesas, dado que éste no ha experimentado reducciones sustanciales.
En particular, el costo de enviar una remesa de 200 dólares desde Estados Unidos a México ha disminuido poco, al pasar de 4.39 a 4.18% del cuarto trimestre de 2019 al tercer trimestre de 2020.

No obstante, pudo ser uno de los factores que ha incidido en la fortaleza del flujo de remesas en la última década.

México presenta el menor costo de envío de remesas desde Estados Unidos aun en comparación a otras economías latinoamericanos y del sureste asiático, como se puede apreciar a continuación:

En el caso de Mexico, es muy interesante apreciar que su concentración en el flujo de remesas es distinto que al de otros países como la India o Turquía, que reciben flujos de varios países. En nuestro caso, el 96% proviene de Estados Unidos. En contraste, economías sudamericanas presentan mayor diversificación en sus fuentes.

Esto es relevante dado que los flujos provenientes de Estados Unidos han sido mucho menos afectados durante la pandemia que aquellos provenientes de Europa u otros países latinoamericanos, como se muestra enseguida:

Sobre el perfil del mexicano (paisano) que se encuentra de migrante, puedo comentarles los siguientes conceptos:

La situación de la población mexicana migrante en Estados Unidos está constituida por alrededor de 7.5 millones de mexicanos que son parte de la Población Económicamente Activa (PEA), donde la mayor parte de ellos carece de ciudadanía.
La población mexicana sin ciudadanía se encuentra concentrada en los sectores de construcción y servicios, dos de los más afectados al inicio de la pandemia, lo que sugiere que fueron más vulnerables al choque de la misma.
No obstante, a pesar del severo choque en el empleo durante abril, el desempleo de la población migrante mexicana se ha reducido de forma importante, en un ritmo mayor que el de otros grupos migrantes.
De mayo a octubre se han generado más de un millón de empleos para los trabajadores mexicanos migrantes.

Es presumible también que el programa de transferencias en Estados Unidos, incluido en la CARES Act (que apoyó a cerca del 80% de la población norteamericana que recibió cerca de 1,200 dólares indistintamente de su origen), parece haber tenido impactos significativos en la recuperación del gasto en el país norteamericano al mantener la estabilidad de ingresos de la población y pudiera haber sido beneficiada en parte, pero aún no se tienen datos para realizar este análisis.

Es así que parece que los flujos provenientes de Estados Unidos han mostrado ser más resilientes que los provenientes de otros países tanto latinoamericanos como europeos.

Creo que para México –como lo ha enfatizado el mismo presidente López Obrador en su discurso, recientemente con objeto de su informe de gobierno–, es de suma importancia que estos flujos se mantengan y, por ende, que tengamos mejor conocimiento de cómo se originan éstos y cómo es que empujan distintas regiones de nuestro país, cuyo bienestar depende directamente del bienestar de sus parientes migrantes para subsistir en momentos tan precarios como éste.


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Ha sido muy enriquecedor ver cómo la experiencia de lo que estamos viviendo arroja distintas luces sobre qué tan profunda ha sido la pandemia en nuestra economía, y otros indicadores más oportunos sobre la realidad económica a la que nos enfrentamos.

Justo la semana pasada se dio a conocer por el INEGI un nuevo indicador económico para seguir el desempeño de la economía, el cual se denomina como Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), que permitirá conocer la evolución de manera más oportuna, y que se suma a los ya conocidos indicadores que actualmente revisamos como el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) y el Producto Interno Bruto (PIB).

En esta participación quiero compartir un “índice” que puede servir de base de manera regional, para poder conocer si ésta se esta reactivando, o si se mantiene estancada o inmóvil su situación económica.

El índice de movilidad, que como su nombre lo indica, mide los desplazamientos en transporte público de la población, con objeto de revisar, en primera instancia, qué tan confinada (o desconfinada) está la población y, en segunda instancia, si sale a algún lado, conocer a dónde va (queriendo inferir para qué fue su traslado a ese lugar y conocer su impacto en la actividad económica del mismo).

Para estos efectos, presentaré el que corresponde a la Ciudad de México (CDMX) y Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) (puntos 1 y 2 siguientes), y de las entidades federativas (punto 3).

Creo que si se lograra mapear este indicador a su PIB, en primera instancia, podríamos tener una base histórica (quizás 2019, año previo a la pandemia, que pudiera ser el año base) y de allí podríamos ver cómo se recupera la movilidad y, en su caso, vincularla con la misma generación del PIB de esa zona o región, pero sobre esto volveré al final del artículo.

1. Movilidad en la CDMX y ZMVM [1]

Hay que saber que en esta semana la Jefa de Gobierno informó que la Ciudad de México seguirá en Semáforo epidemiológico naranja, por lo que deberán continuar las medidas sanitarias de protección y de sana distancia tanto entre la ciudadanía como en las actividades económicas permitidas.

Con ello, y derivado de los datos que se pueden obtener de manera pública, podemos inferir los siguientes datos de la actividad en estas zonas:

Del 19 al 25 de octubre, el porcentaje de ocupación hospitalaria no se incrementó en la Ciudad de México; esto después de que del 12 al 18 de octubre se observó un incremento de 2 puntos porcentuales.
⋅ Del 16 al 22 de octubre, la afluencia en el Metro fue -43% menor (promedio de 7 días) respecto a un día típico. Durante octubre de 2019, el metro movilizó a 139.3 millones de usuarios, con un promedio diario de 4.49 millones de usuarios.
⋅ En el mismo periodo, el Metrobús reportó una movilidad -43% (promedio de 7 días) por debajo de un día típico. El año pasado, este medio transportó 41.0 millones de usuarios durante el mes de octubre (promedio diario de 1.32 millones de usuarios).

indicadores

Del 18 al 24 de octubre, el tránsito vehicular reportó una movilidad -27% (promedio de 7 días) menor respecto a un día típico. Dicho valor es similar al promedio observado durante el mes de agosto del mismo año.

Del 19 al 23 de octubre, la movilidad entre semana del tránsito vehicular fue 30.3%, mientras la movilidad del sábado 24 de octubre ubicó en -16.3%.

2. Movilidad por destino

Además de obtener los datos propios de la movilidad, algo más específico es poder mapearlos en cuanto a su destino, precisamente para conocer la causa de la misma. En esto se obtuvieron los siguientes resultados:

Al 20 de octubre, la movilidad hacia espacios de comercio y recreación se ubicó en -30%; hacia supermercados y farmacias en -6%; hacia parques en -36%; y hacia lugares de trabajo en -21%, todas en comparación con su promedio histórico de los últimos años.
Del 30 de septiembre al 20 de octubre, la movilidad se ha incrementado hacia lugares de comercio (3.4%) y supermercados (4.1%). Mientras que la movilidad hacia parques se ha mantenido por debajo de los niveles que se observaron durante agosto.

Desde el inicio del semáforo naranja en la mayor parte del país, la movilidad ha presentado incrementos moderados, y se espera que se mantenga en los niveles observados durante las últimas semanas en tanto las restricciones sanitarias se mantengan.

3. Movilidad por entidad federativa

Esto mismo se puede hacer para conocer cómo se encuentran las principales entidades federativas. En esto se encontraron los siguientes resultados de acuerdo con los datos de Google:

El estado de Querétaro es el primero en alcanzar niveles de movilidad vehicular similares a los previos a la pandemia.
Respecto al tránsito vehicular, los estados que reflejan la menor movilidad (promedio de 7 días) al 20 de octubre son Yucatán (-56%), Quintana Roo (-44%) e Hidalgo (-42%). Para la misma fecha, aquellas entidades federativas con la mayor movilidad son Querétaro (8%), Durango (-9%) y Tabasco (-14%).
Del 1 al 20 de octubre, los estados que más han incrementado su movilidad han sido Querétaro (22.6 p.p.), Puebla (14.4 p.p.) y Baja California Sur (14.1 p.p.). De la misma manera, los estados que han reflejado menor incremento en el mismo periodo fueron Zacatecas (-3.1 p.p.), Chihuahua (-1.0 p.p.) y San Luis Potosí (0.8 p.p.).

Con esta información, se pueden hacer inferencias de la manera en que las distintas entidades, poblaciones y regiones, están despertando; en la medida que los distintos semáforos permiten ir manejando la severidad de los confinamientos, y también en la manera como los impactos se están observando, correlacionados con otras variables.

Todos estos resultados van aparejados con medidas que se han seguido manteniendo con carácter restrictivo en la movilidad como el cierre total de colegios y escuelas, así como la apertura parcial de centros de trabajo (donde una buena parte de la fuerza laboral en varios negocios se ha encontrado trabajando desde el inicio de la pandemia pero desde sus casas–home office), de atención a la población en oficinas gubernamentales, de apertura de sucursales (bancarias), la restricción en el aforo de lugares como hoteles y restaurantes, etcétera.

La propuesta o la provocación radica en el poder establecer y definir para fines estadísticos y de medición, una “nueva normalidad”, tomando en cuenta que muchos negocios ya no regresarían (o al menos no completamente) a trabajar en las instalaciones de manera fija al 100%, al igual que las escuelas donde quizá pasemos durante algún tiempo al formato “híbrido” antes de que se piense en si es necesario regresar a operar como antes de la pandemia. Así como muchos otros negocios (inclusive aquellos que han cambiado o adaptado sus modelos de negocio) para revisar si los niveles del 2019 (año base) ya no volverán a verse (o no por un tiempo), ya que su situación de operación y la manera como se manejan será a través de esquemas digitales que podrían liberar la movilidad que tenía la CDMX y ZMVM (y en su caso todas las demás zonas federativas), pero entrar a otros modelos de mayor productividad y operatividad que vayan vinculados al PIB, y que pudieran mostrar cómo la relación “movilidad versus PIB 2019”, se puede alcanzar con menor (y mejor) movilidad y termina dándonos en algún momento (esperemos pronto) un PIB mayor al del 2019.


Notas:
[1] La información de los primeros dos bullets se encuentra disponible en https://semaforo.covid19.cdmx.gob.mx/tablero/


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El fenómeno migrante y las remesas: ¿qué no entendemos de él?

Lectura: 7 minutos

Hace algunos meses escribí un artículo en esta sección sobre el tema de las remesas. Y es que los números nos dicen tan poco si no vamos a la realidad social que las provoca, para entender que el fenómeno desde el escritorio es sumamente complejo y complicado. Lo mismo pasa, por cierto, con el Producto Interno Bruto (PIB) –que también hemos abordado en otros momentos–, pero hoy les presento la continuación del fenómeno de las remesas.

Es tan importante este rubro en nuestra economía, y ahora aún más, cuando otros rubros de nuestros ingresos como el turismo, la venta del petróleo y otras actividades económicas han estado mermadas por los impactos de la pandemia, que la recaudación fiscal esta muy comprometida por la generación de ingresos para el gobierno, pero afortunadamente para algún sector de la población, existen las remesas.

El mismo presidente López Obrador las reconoce en su discurso del Informe de gobierno: “Muchas gracias a nuestros paisanos migrantes, a pesar de la pandemia en los Estados Unidos, las remesas han crecido un 10% respecto del año  pasado, y llegaran a 40,000 millones de dólares al año; un récord en beneficio de 10 millones de familias…”, y posteriormente continua más adelante: “con el aumento de remesas, con los programas de bienestar y los créditos que estamos otorgando a los de abajo, la pandemia no ha desembocado en hambruna ni escasez de alimentos ni en asaltos”.

En este sentido la pregunta es: ¿hasta cuándo nos durará esta bonanza?,
¿qué tan sostenible es?

El monto al 18 de septiembre nos indica una disminución de 0.2% con respecto de la semana previa (lo cual es ínfimo más con el feriado del 16 de septiembre), pero un incremento del 23% en relación a la misma semana del año pasado (176.77 vs. 177.1 millones de dólares).

Asimismo, el monto promedio de cada remesa enviada disminuyó en 2% en la última semana con respecto a la semana previa también, pero aumentó en 9% en comparación con la misma semana del año pasado.

bonanza
Imagen: El nuevo Herald.

El número de envíos de remesas creció en un 2% con respecto de la semana previa y 12% respecto a la misma semana del año pasado.

Algo que es muy interesante destacar son los estados del país con mayores incrementos, los cuales fueron: Nayarit, Tabasco, Quintana Roo, Campeche y Sinaloa; por el contrario, los estados que tuvieron los mayores decrementos se encuentran: Yucatán, Durango, Baja California Sur, Tamaulipas y Guanajuato.

Hay varias hipótesis que pudieran explicar que los flujos se hayan mantenido a pesar de la pandemia.

Primero, de las minorías que existen en Estados Unidos, de manera significativa por datos que existen de los estados de la frontera sur de este país, la que menores índices de desempleo tiene es la minoría mexicana.

Esto, per se, es difícil de probar, toda vez que muchos migrantes que están en estatus ilegal, se “corrigen” utilizando números de seguro social, para ser empleados de personas que lo tienen pero que no están trabajando. ¿Cómo lo sabemos? Porque curiosamente pagan impuestos, pero no necesariamente en caso de tener derechos a devoluciones las solicitan. Por ello, estas cifras pudieran estar sobre o subestimadas.

Segundo, muchos mexicanos saben que sus familiares en México están padeciendo la crisis. Meseros, albañiles, carpinteros, empleados domésticos, choferes, y todo tipo de oficios, quedaron desempleados durante la pandemia, y en muchos casos tuvieron que salir de las ciudades y regresar a sus localidades. Gracias a sus familiares es que se han estado manteniendo durante este período de desempleo.

Esto también es difícil de probar, pero al mismo tiempo puede verse cómo el consumo en los bancos se ha mantenido o incrementado gracias a que a partir de esos recursos el consumo de bienes básicos se sostiene.

Tercero, es casi un hecho que los flujos de remesas van a continuar en los siguientes meses de este año. Este año es electoral en Estados Unidos y el actual presidente Trump sabe que la economía es un definidor y que en esto va su continuación. Curiosamente hay varios sectores de las minorías que lo apoyan, no por otra cosa, sino porque mantiene el que no se cierre la economía, y que ellos mantengan sus trabajos, contra un confinamiento más severo de tener medidas más estrictas de protección a la población.

filas de remesas
Imagen: Capital México.

Cuando platiqué con empresarios mexicoamericanos, del porqué la alta mortandad entre la población hispana, en particular, mexicana, en lugares como Nueva York, en comparación con la población anglosajona o inclusive negra, fue el argumento de que “ellos no se quedaban en sus casas y sí salían a trabajar”. Empleados de servicios, enfermeras, repartidores de comida y de artículos, etc., son mexicanos, y ellos exponen todos los días por su actividad, su integridad. De ahí la alta mortandad en este grupo étnico.

Cuarto, otras vulnerabilidades. Es un hecho que tenemos a muchos interesados en lo importante que son estos flujos. Empresas transmisoras de dinero y remesadoras, gobiernos y el sistema financiero de ambos países (hasta las empresas FinTech). Es muy indicativo que en este momento el presidente Trump no utilice el tema de grabar las remesas como un tema electoral; también es relevante que el gobierno mexicano vea la manera de reducir costos de envío para que sean más baratos y seguros.

Asimismo, es contundente que la apreciación que ha tenido en fechas recientes el peso vs. el dólar ha ocasionado que reciban menos pesos nuestros connacionales, y que ellos (los familiares en México) preferirían un dólar más “caro” para que reciban menos pesos.

Pero hay un tema más de fondo, ¿cómo es que de este lado de la frontera “premiamos” todo el esfuerzo que hacen nuestros paisanos para alimentar y apoyar a sus familias en estos momentos?

Me llamó la atención el clamor de algunos paisanos en un programa de televisión mencionando que “están desprotegidos”, y que “no tienen a dónde acudir si caen enfermos por el COVID-19 o por cualquier otra enfermedad”. Esto es un clamor genuino. Aun y cuando varios de ellos pagan –como mencioné– el seguro social, lo pagan a nombre de otra persona, y así como pasó con las devoluciones de impuestos que no reclaman (y que el Tío Sam agradece y quizá permite), tampoco tienen o disfrutan la cobertura médica que iría implícita.

El día de ayer y antier (21 y 22 de septiembre) se llevó a cabo la Convención del Sector Asegurador (Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, AMIS), y me llamó la atención que el sector demandó cambios regulatorios o “ajustes” a la Ley de Instituciones de Seguros y de Fianzas (LISF)  que entró en vigor en 2015, y a la Circular Única de Seguros y Fianzas (CUSF) en el régimen de inversiones, con objeto de ampliar los regímenes de inversión y pidieron cambios regulatorios sobre el cómputo de estas inversiones en su capital.

Me hubiera gustado ver un postulado frontal de una serie de apoyos, así como se hizo con el personal médico del país para protegerlo de la pandemia, y hubiera habido presentaciones precisas de apoyos, por parte del gobierno (ya sea de manera regulatoria o con algún otro incentivo) y del sector, para cubrir médicamente a nuestros paisanos, así como darles apoyos para que puedan hacer sus ahorros (en los regímenes de inversión que tienen); acompañados de seguros que pudieran ser deducidos de los intereses, para seguros de repatriación en caso de defunción, seguros de repatriación para temas de enfermedades mayores (gastos médicos mayores), y otro tipo de necesidades que ellos tienen que cubrir, para sí mismos y sus familias. Y de esta manera que no sólo soporten el gasto de mantenimiento de sus familias, también se piense en el mediano y largo plazo para tener un patrimonio en el momento en que lo pudieran requerir. Creo que en esto, y en muchas cosas más, les hemos quedado a deber a nuestros paisanos.

1. Monto promedio de envío y número de envíos [datos de WU]

 Los datos de las remesas enviadas la semana pasada (12 al 18 de septiembre) revelan una disminución de 0.2% con respecto a la semana previa (176.7 vs 177.1 millones de dólares), pero un incremento de 23% con respecto a la misma semana del año pasado (176.7 vs 144.2 millones de dólares).

El monto promedio de cada remesa enviada disminuyó en 2% en la última semana con respecto a la semana previa, pero aumentó 9% en comparación a la misma semana del año pasado.
El número de envíos de remesas creció 2% con respecto a la semana previa y 12% respecto a la misma semana del año pasado.

2. Cambio en el monto enviado de remesas por estado [datos de WU]

Los estados del país con mayores decrementos fueron: Yucatán, Durango, Baja California Sur, Tamaulipas y Guanajuato.
Por su parte, los estados que registraron mayores incrementos fueron: Nayarit, Tabasco, Quintana Roo, Campeche y Sinaloa.

3. Posibles causas y efectos del cambio en las remesas a nivel estatal

Los estados del país con mayor decremento semanal en la semana de 12 al 18 de septiembre tienen una relativa baja dependencias de las remesas. La mayor dependencia es Durango en donde las remesas representan el 5.2% del PIB del estado.
Los estados que reciben al mayor número de migrantes en Estados Unidos ya iniciaron la apertura de su actividad económica. En particular, Florida y Georgia reabrieron, y Oregon pausó la reanudación de actividades. Por su parte, California, Illinois y Texas suspendieron algunas actividades que habían abierto.

Promedio de las remesas como porcentaje del Valor Agregado Bruto de 2013 a 2018. Fuente: CONAPO, Anuario de Migración y Remesas, 2019.
Se refiere al estado que tiene actualmente la reapertura, ya que por al aumento de casos, hay estados donde la reapertura se ha pausado, reversado o continuado con la reapertura, de acuerdo a The New York Times.


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El futuro llegó: La transformación del sistema financiero

Lectura: 6 minutos

El sistema financiero se está transformando
no sólo por fuera, también por dentro,
lo que representa nuevas condiciones para participar.

¿Qué mueve a la regulación? ¿La tecnología, los participantes del sistema financiero, los productos financieros o los clientes? ¿Qué mueve a la tecnología? ¿La regulación, los participantes, los productos financieros o los usuarios?

En general, lo que mueve y transforma una industria es una pregunta que viene de la mano de la innovación de productos y servicios, así como de la forma de hacer las cosas y los marcos que se requieren para establecer la interrelación entre todos los participantes del sistema financiero, que en las últimas décadas ha cambiado a partir de cuatro elementos cuya jerarquización depende del momento: 1) tecnología; 2) regulación; 3) innovación; y 4) a quienes atiende (usuarios).

Estas preguntas y otras más fueron el origen de El futuro llegó: bases y condiciones de la transformación del sistema financiero, un libro que gracias a la casa impresora Manuel Grañén Porrúa está disponible de manera íntegra para su descarga digital, en caso de querer abundar en estos temas. Ahí expongo los cambios, su dinámica y los resultados del sistema financiero internacional y del país, y retomo lecciones aprendidas en México para estar a la vanguardia y ser un referente en materia regulatoria, lo que representa una oportunidad y un compromiso para comprender los cambios y sacarles el máximo provecho.

Para entender la transformación fue necesario echar una mirada a las últimas décadas, revisando sus aciertos y desaciertos, porque son los cimientos para construir y reconstruirlo, y en el que la innovación se presenta como una profecía sin la seguridad de que se cumpliría, o al menos en qué tiempo y a qué ritmo, pero que, ciertamente, seguirá siendo impulsada por un entorno más competitivo determinado por las innovaciones tecnológicas, los cambios en la demanda de los usuarios y en la oferta –a la que cada día se suman más instituciones y no precisamente financieras, sino más bien digitales–. Así, también, el marco regulatorio que haga que todas las piezas engranen para cumplir con el objetivo de fomentar el desarrollo económico a partir de la inclusión financiera, con el entendimiento de que los riesgos están presentes y aumentan en número y características pero, sobre todo, gestionarse hábilmente, porque forman parte de la transformación y generan nuevas realidades que trascienden la acción de sumar los componentes que han marcado la ruta de la evolución de la arquitectura del sistema financiero.

transformacion del sistema financiero
Imagen: Rankia.

Sin la intención de ser una crónica, El futuro llegó: bases y condiciones de la transformación del sistema financiero presenta la información para hacer un recorrido por lo que ha vivido el sistema financiero, y determinemos qué sigue, cuidando sin descanso y sin reparo que los nuevos elementos y condicionantes sean inclusivos.

Sin embargo, confieso, que este libro que ha estilado presentarse en la Convención Bancaria, no incluye lo que ha sucedido en materia de regulación financiera en torno a todo lo que ha salido en este 2020 durante la pandemia. Sin ser exhaustivo, aquí describo lo que se ha emitido en este breve periodo de tiempo:

⋅ Criterios Contables Especiales (CCE): Corresponde a los criterios mediante los cuales, la Banca Múltiple, SOCAPS, SOFIPOS, Uniones de Crédito, FOVI, FIFOMI, FIRA, FND y SOFOMES, pueden diferir el pago de sus acreditados por cuatro meses (más dos de gracia), sin la constitución de reservas preventivas adicionales, y sin traspasar los créditos a cartera vencida. Mediante estos, las instituciones financieras brindan facilidades de reestructuración o renovación de créditos a los clientes que, derivado de la contingencia, tienen complicaciones para el pago de sus créditos. Estas medidas han logrado beneficiar a millones de personas, sumando los distintos sectores integrantes del Sistema Financiero del país.

Buffers de capital: Aunado a los CCE, la CNBV aprobó modificaciones temporales a la regulación de capital de la banca en materia de capitalización, que serán aplicables hasta el 31 de marzo de 2021, con el objetivo de que la banca múltiple pueda utilizar el suplemento de conservación de capital, mejor conocido como buffer de capital, sin deteriorar su solvencia.

Con lo anterior, se busca apoyar la economía para que la banca múltiple continúe con el flujo del financiamiento, conservando un nivel mínimo de solvencia de acuerdo a su exposición, y otorgando facilidades administrativas en su instrumentación, pero preservando la protección de los usuarios del sistema bancario. En ese sentido, considerando que desde su definición, tales buffers de capital, han tenido como propósito que los bancos puedan hacer frente a condiciones adversas y se mantenga el financiamiento a la economía.

banca digital
Imagen: Payment Journal.

⋅ Recomendación para el no pago de dividendos: La CNBV recomendó a los bancos no repartir dividendos y concentrar el uso de recursos a la absorción de pérdidas y el otorgamiento del crédito. Las facilidades regulatorias deben coadyuvar al otorgamiento del crédito. Se busca que las instituciones financieras estén en mejor posición de absorber las potenciales pérdidas que pudieran presentarse como resultado de la pandemia y cuenten con mayores recursos para apoyar a la economía del país.

⋅ Postergación de la entrada en vigor de regulaciones: En el mismo sentido de facilidades regulatorias, se postergó la entrada en vigor de regulaciones para la implementación de algunos estándares internacionales y preceptos prudenciales, que pudieran limitar el flujo de crediticio ante estas condiciones de estrés, o bien, porque su implementación requiere infraestructura humana que actualmente está enfocada en atender las actividades esenciales para el soporte del sistema financiero. Las áreas que fueron pospuestas se refieren a:

1. La implementación del estándar internacional conocido como IFRS9 y la actualización de la metodología para la estimación de riesgos crediticios enfocados a grandes acreditados, la cual estaba prevista para el 1 de enero de 2021 y se pospone para el 1 de enero de 2022.
2. La segunda disposición es respecto a requerimientos de capital por riesgo operacional, actualmente en consulta pública en CONAMER y que se publicará con posterioridad.
3. La tercera es el estándar relativo al requerimiento de Capacidad Total para la Absorción de Pérdidas, el cual se publicará cuando se considere que las condiciones económicas permiten su implementación por parte de las instituciones de crédito.

⋅ Facilidades para emisoras: La CNBV emitió facilidades administrativas para emisoras con valores inscritos en el Registro Nacional de Valores sujetas a las Supervisión de la CNBV, como consecuencia de que diversas Emisoras han adoptado mecanismos para asegurar la continuidad bajo ciertas limitaciones y restricciones operativas.

Esta facilidad administrativa consiste principalmente en la ampliación de los plazos en los que las Emisoras deberán divulgar al público inversionista información de carácter financiera, administrativa, operacional, económica y jurídica.

banca digital
Imagen: Corbis.

⋅ Facilidades Regulatorias a las Casas de Bolsa: Esta facilidad fue con el objetivo de que las Casas de Bolsa cuenten con un cálculo de requerimiento de capital más eficiente, para hacer frente a los impactos en los mercados financieros que serán aplicables para el periodo comprendido entre el 1 de abril de 2020 y el 31 de diciembre de 2020. Para tal efecto, las Casas de Bolsa, en el reconocimiento del riesgo de crédito de operaciones derivadas que puedan realizar la compensación de operaciones por contraparte, lleven a cabo la asignación del cargo de capital de manera más granular; considerando una mayor sensibilidad a la calidad crediticia de la contraparte, y de los subyacentes a los que están referidos los productos derivados así como de los colaterales recibidos, y que constituyan capital por los ajustes que pudieran presentar a la valuación crediticia de las exposiciones. Asimismo, deduzcan del capital neto las posiciones en derivados de economías deudoras netas a cargo de personas relacionadas relevantes.

⋅ Cuentas para menores de edad: Se publicó la regulación que permite la apertura de cuentas de depósito para menores de edad, entre 15 y 17 años. Los bancos notificarán a padres o tutores la apertura y establecerán medios para la solicitud de estados de cuenta. Limitada a depósitos hasta por 3,000 USD mensuales ($18,000 en promedio). Constancia de nómina o de inscripción a programa si se usa para recibir sueldos, salarios o apoyos gubernamentales. Con estas cuentas no se pueden contratar préstamos.

⋅ Sector Fintech: Se encuentran 96 solicitudes en proceso de autorización para las Instituciones de Tecnología Financiera. Una ya se ha autorizado y 80 están en proceso de resolución. 74 se mantienen efectuando operaciones previas y siguen en tanto su proceso de autorización (50 Fondos de Pago Electrónico + 24 Financiamiento Colectivo). Actualmente se mantienen en plena operación por virtud del beneficio concedido en Ley, sin perjuicio del trámite que están promoviendo.

Todas estas resoluciones se encuentran emitidas como Facilidades Administrativas ante la pandemia, y varias de ellas como las que corresponden a “Finanzas Abiertas” (Open Finance) que permiten el ser registrados como clientes de una institución de manera remota, y que seguramente quedará operando después de la pandemia. En efecto, estos temas marcarán conjuntamente con las nuevas plataformas tecnologías como Cloud Computing, Big Data, 5G y tecnologías de aprendizaje automático para construir una arquitectura robusta y modular, que puedan ofrecer servicios digitales y en línea, lo que estará determinando el rumbo en los Servicios Digitales que estaremos viendo en el futuro cercano.


Referencia:
El futuro llegó: bases y condiciones de la transformación del sistema financiero, Editorial Grañén Porrúa, 2020. Versión digital gratuita disponible en: https://bit.ly/3ge12np (la versión impresa estará disponible próximamente).


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El fenómeno migrante y las remesas

Lectura: 8 minutos

Como parte de mis actividades convivo, interactúo y pertenezco a un determinado número de grupos de economistas; en la academia, en la parte social, y laboral también. He logrado “mimetizarme” para que no se note “tanto” que no soy el gurú en “econometría” o en “estadística aplicada”, y siento que he podido disfrutar y entender buena parte de lo que se expone en estas reuniones.

Algo que me ha pasado, empero, es que no termino de entender cómo es que varían tanto sus proyecciones, y cómo es que se ajustan, quizá con plazos que podrían ser consideradas como de “corto plazo” en otras profesiones, y tienen una varianza tan grande. Es donde recuerdo el viejo dicho de “un economista es alguien que el 50% del tiempo te dice lo que va a pasar, y luego se pasa el otro 50%  explicando por qué no pasó lo que él dijo que iba a pasar y, sin embargo, cobra el 100% de su salario”.

Obvio, no es tan tajante el tema, pero sí considero que en muchos casos se “arrojan” cifras sin tener el análisis de la situación; “vamos a decrecer el 7.2% este 2020”, y luego “no, vamos a decrecer el 8%, ya lo dijo X correduría extranjera”; y uno más añade, “corrección, esto es más grave: ya el decrecimiento está arriba del doble dígito”.

Esta información no es útil, y solamente es alarmista, máxime si no se pone en contexto cuánto están decreciendo las economías globales, sobre todo las más importantes; cómo está el desempleo a nivel global y regional; cómo es que está el problema de “contagio de las economías”; y máxime en un momento de tanta incertidumbre.

Esta crisis, es muy severa, quizá la peor en nuestras vidas; hay muchos datos que van saliendo, y otros que van aún muy atrasados; y en muchos renglones tenemos que profundizar en el análisis antes de dar conclusiones aventuradas y disociadas o inconexas con otros indicadores. Uno de ellos son las remesas.

fenomeno migrante y remesas
Ilustración: Financial Times.

Esta semana salió la noticia de que: 

Las remesas en México subieron 35.7 por ciento en marzo del presente año respecto al mismo mes de 2019, lo que implica la mayor alza desde septiembre del 2003, de acuerdo con datos publicados este lunes por el Banco de México (Banxico).

Los envíos de dinero a México en el tercer mes del año ascendieron a 4 mil 16 millones de dólares, frente a los 2 mil 957.9 millones de dólares del año pasado.

El monto de marzo fue 49 por ciento superior al reportado el mes previo –cuando se registraron envíos por un total de 2 mil 694 millones de dólares-, pese a un entorno más retador por el impacto del coronavirus en Estados Unidos y en México.

Alberto Ramos, directivo de Goldman Sachs, mencionó que este resultado sobrepasó sus estimados.

“Las remesas de los trabajadores sorprendieron significativamente al alza en marzo con una entrada muy grande y récord mensual de 4.02 mil millones de dólares; muy por encima de las expectativas de consenso de 2.75 mil millones de dólares”, dijo.

Además, el directivo señaló que es debido a que la mayoría de las remesas se originan en Estados Unidos, y que este aumento inusual se habría dado por el temor al desempleo en aquel país, por lo que muchos aprovecharon para capitalizar sus niveles de dólares en el país.

Hasta aquí la noticia publicada en varios medios nacionales. Hay muchas hipótesis que pudieran explicar el envío extraordinario de remesas a México en marzo y aquí sintetizo la reflexión de Jonathan Heath:

Primero, la depreciación del tipo de cambio incentivó mayores envíos. Se aprecia mayor envío a países con mayor depreciación de su moneda.

Segundo, muchos mexicanos decidieron regresar a México en marzo ante la crisis sanitaria y por pérdida de empleo. Estos enviaron sus ahorros previamente para evitar viajar con efectivo y ser asaltados.

Tercero, es casi un hecho que los flujos de remesas van a disminuir drásticamente a partir de abril ante el incremento súbito y drástico en el desempleo en EEUU. Se anticipa una caída mayor a la de 2009, dado que se espera una recesión más profunda ahora.

Cuarto, se espera que la recuperación en el envío de remesas será más lenta en esta ocasión, ante mayores complicaciones en el mercado laboral de EEUU.

fenomeno migrante y las remesas
Ilustración: Rosario Lucas.

El director de Goldman Sachs, Alberto Ramos, señaló que: La aceleración significativa de las remesas en marzo es difícil de ajustar con las condiciones del mercado laboral y el sentimiento en Estados Unidos. Especulamos que quizás por temor a un deterioro significativo de las perspectivas de empleo e ingresos en los Estados Unidos, muchos trabajadores pueden haber capitalizado en un nivel favorable de dólares a pesos mexicanos para enviar parte de sus ahorros acumulados en Estados Unidos de regreso a México […]. En marzo hubo también un número récord de envíos, con más de 10.6 millones, el mayor número de operaciones desde que tiene registro Banxico.

Éstas son algunas de las vertientes que he estado escuchando.

Las remesas juegan un papel importante ante la emergencia sanitaria, ya que son consideradas una red de protección, sobre todo en los sectores informales, migrantes y refugiados. Es por ello que el Banco Mundial hizo un llamado de atención a los involucrados en las remesas.

Las acciones a corto plazo incluyen el reconocimiento de los proveedores de servicios como servicios esenciales y la necesidad de apoyo por parte de los gobiernos. Por otro lado, en el mediano plazo deberán adoptar los modelos emergentes digitales, promover el acceso financiero universal, mejorar la interoperabilidad entre los sistemas y el cumplimiento de la regulación de Prevención de Lavado de Dinero (PLD).

El Banco Mundial publicó un estudio para monitorear el impacto de las crisis sanitarias y su impacto en las remesas, y se espera que en el corto plazo se presenten interrupciones en la operación, volatilidad cambiaria y reducción en los ingresos, lo que generará menores remesas y se mantendrá en el mediano plazo, junto con el regreso de los migrantes de sus lugares de trabajo a sus lugares de origen.

Los operadores de servicios de las remesas han tomado acciones tales como la sanitización del efectivo, y la provisión continua de éste a los cajeros automáticos; y la disminución de las comisiones. En algunos casos han tenido que cerrar locaciones y limitar horarios de atención. En estos escenarios, los servicios digitales tienen la ventaja de no depender de las sucursales. Asimismo, las regulaciones jugarán un papel importante para no frenar el desarrollo de los servicios digitales que cubran las necesidades del usuario sin descuidar la protección de éste.

proteccion de remesas
Imagen: Infobae.

Como todo lo empírico, lo importante es ir lo más cercano posible a los actores, y en este caso me encontré a Alejandro Hutt, quien forma parte de El Consejo Binacional del Movimiento Fuerza Migrante, el cual el pasado 5 de mayo –fecha muy emblemática para la relación bilateral– dio a conocer tres acciones que responden a algunas de las necesidades más urgentes de la comunidad migrante mexicana y latina en Estados Unidos, perjudicada por la pandemia del COVID-19.

Transcribo lo que Fuerza Migrante señaló en una rueda de prensa:

1) Servicios Médicos para Todos: es una campaña que fomenta y promueve servicios gratuitos de ayuda emocional y abre mayor acceso a servicios de salud para la comunidad migrante, por vía remota (Telemedicina). La crisis pandémica evidenció la vulnerabilidad de la comunidad inmigrante sin acceso a seguro médico; la barrera del idioma, y la necesidad de consultas inmediatas por parte de un profesional de la salud. Fuerza Migrante realizó acuerdos con empresas que ofrecen este servicio, para que los inmigrantes puedan tener acceso a un servicio inmediato, en español y a bajo costo.

2) Fuerza, Aquí Estamos: Es el establecimiento de un Fondo de Emergencia que a partir de hoy recibe donaciones que se destinarán a ayudar a migrantes mexicanos y/o latinos que perdieron a algún familiar a consecuencia de la pandemia y a madres o padres solteros que atraviesan por dificultades económicas derivadas del impacto del COVID-19, principalmente.

3) Héroe Migrante: Es una campaña para agradecer y reconocer públicamente el trabajo y/o acciones voluntarias de migrantes mexicanos o latinos por la labor crucial que realizan en cientos de industrias esenciales, en beneficio de sus familias y sus comunidades, incluso, como en esta ocasión, poniendo en riesgo su salud. Los detalles de la campaña y de cómo nominar a un héroe migrante están disponibles en: Héroe Migrante – Fuerza Migrante

Fuerza Migrante es un movimiento binacional sin fines de lucro, integrado por más de 150 organizaciones y liderazgos comunitarios mexicanos; acompañados de liderazgos latinos en Estados Unidos y México, que busca el empoderamiento social y económico de la comunidad migrante en los dos países, a través de la educación.

sendero de monedas
Ilustración: Getty Images.

Con estas iniciativas, Fuerza Migrante busca que sean empresas, personalidades y fundaciones las que donen al Fondo de Emergencia y puso una serie de candados para garantizar la transparencia y rendición de cuentas; ambas indispensables para la construcción de la confianza que la comunidad necesita en estos momentos.

La rueda de prensa contó con la participación de los integrantes de la Mesa Directiva Binacional y de los presidentes (as) de los 11 comités que integran y guían el trabajo cotidiano de Fuerza Migrante en distintas partes de Estados Unidos y México.

Como Embajadores de las campañas se unen Los Tigres del Norte, Luis Gerardo Méndez y la familia de la artista mexicana Frida Kahlo.

Para la primera etapa de las campañas, se unen como madrinas y padrinos las actrices Paola Núñez, Martha Cristiana, el luchador Blue Demon Jr., el ex medallista olímpico Daniel Aceves, los actores Eugenio Siller, Alejandro Nones, David Ortega, Raúl Mendez, el actor y diseñador Jose María “Chema” Torre, los ex futbolistas Claudio Suárez y Moisés Muñoz; el ex beisbolista de grandes ligas Ismael “Rocket” Valdez, entre otros.

Como aliados estratégicos para estas campañas se cuenta con el apoyo de Visit México, ZIMAT, el equipo de beisbol Pericos de Puebla, Mauricio Sulaimán, Presidente del Consejo Mundial de Boxeo (WBC o CMB), la Asociación de Medallistas Olímpicos, El Comité Olímpico de México, LatinUS, Dorian Roldán, CEO Lucha Libre AAA y la Fundación SCHOLAS con base en México.

Para mayor información, consultar la página de Fuerza Migrante en www.fuerzamigrante.org o enviar un correo a: info@fuerzamigrante.org

Para concertar entrevistas contactar a Gilda Meza 646 363 9701 (español), o Ricardo Alday 202 255 8375 (inglés).

Las remesas, en conclusión, son un salvavidas para los países como el nuestro, de ingreso bajo, pero su envío aún es muy costo. México recibió cerca de 35.7 MMDD –esto es un monto sólo menor al que reciben China y la India– en 2018, y con el efecto de la devaluación irán representando más monto económicamente hablando, por lo que es estratégico para nuestro país cualquier cosa que hagamos para facilitarles y mejorarles la vida a nuestros connacionales.

Será vital para que puedan seguir apoyando a sus familias de ese lado de la frontera y podamos hacer de estos flujos algo más sustentable, amén de lo que nos dure el bono poblacional de la primera generación de los mexicanos que todavía ayudan a sus familias. La posibilidad de apoyar a organizaciones como Fuerza Migrante y otras organizaciones de la sociedad civil, así como los apoyos que logre encauzar el gobierno federal, son apenas un pequeño agradecimiento para todo lo que sus flujos contribuyen y mantienen a nuestra economía. Por el bien del país, ojalá que estos apoyos se mantengan y perduren.


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Mitos y realidades de los Activos Virtuales

Lectura: 6 minutos

Aunque hay divergencias en cuanto a las posturas y acciones, los activos virtuales son una realidad; México responde de acuerdo a la ley para Regular a las Instituciones de Tecnología Financiera (Ley Fintech) que tiene implícito un proceso de innovación constante que permite la incorporación de nuevos participantes, productos, servicios y reglas para que interactúen.

Con la ley para regular a las Instituciones de Tecnología Financiera (Ley Fintech), las Instituciones de Tecnología Financiera (ITF) tienen capacidad de operar con activos virtuales, entendidos como las representaciones de un valor digital verificable, que no se encuentran emitidos ni respaldados por ningún banco central o entidad financiera, es decir, que no tienen curso legal y, a pesar de eso, generan unidades para su intercambio debido a su aceptación por el público.[1]

Además, en la ley se añade que las ITF podrán constituir depósitos en entidades financieras autorizadas para recibirlos, y que será facultad del Banco de México prever situaciones relacionadas con la transformación o modificación de características de los activos virtuales.

En respuesta a su mandato, en marzo de 2019, el Banco de México emitió las Disposiciones de Carácter General para el manejo de activos virtuales. En ellas, indicó que sólo permitirá que los bancos y las ITF, reguladas bajo la Ley Fintech, realicen operaciones con activos virtuales de manera interna, sin trasladar el riesgo a sus usuarios.

Entre sus argumentos, dijo que no busca restringir el uso de tecnologías que pudieran tener un beneficio desde la perspectiva de eficiencia o funcionalidad, siempre y cuando estas tecnologías sean utilizadas en el contexto de la operación interna de las ITF e Instituciones de Crédito, y esto a su vez no implique un aumento significativo en los riesgos operativos o financieros de las mismas. Es decir, la utilización de tecnología como registros distribuidos, cadena de bloques o incluso los propios activos virtuales en sus procesos internos, podría llegar a ser factible previa autorización del Banco de México, siempre y cuando los riesgos de los activos virtuales no impacten al consumidor final.[2]

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Imagen: Cointelegraph.

Por lo anterior, el Banco de México presentó una regulación en la que se establece un mecanismo de solicitudes de autorización en la que se requiere a las instituciones interesadas presentar la forma en que atenderán los riesgos asociados a la operación con activos virtuales en caso de que decidan utilizarlos para su operación interna, sin considerar algún tipo de autorización que implique la operación con activos virtuales de cara al cliente, pues se considera que la provisión de servicios relacionados con activos virtuales al público en general por parte de las instituciones financieras no es conveniente y los riesgos asociados a los activos virtuales no deben impactar al usuario final.

En cuanto a los riesgos asociados a los activos virtuales la preocupación radica en que su actividad (encabezada por el bitcoin), presenta crecimientos exponenciales alentados por aumentos de su precio y, pero al mismo tiempo, enfrenta una serie de riesgos, como el de crédito, tecnológico, de mercado y operacional debido a que la validación de una transacción media suele ser de unos 10 minutos (en promedio) y la ausencia de respaldo bancario o institucional expone a cualquier usuario al incumplimiento de la contraparte sin las habituales garantías financieras que ofrecen los sistemas de pagos internacionales. Adicionalmente, el anonimato de los actores en ciertas operaciones y la imposibilidad de dar marcha atrás a transacciones sobreexpone a los usuarios ante el riesgo de impago (riesgo de crédito).

También es obvio que las monedas virtuales son absolutamente dependientes de la tecnología y tienen por delante importantes retos por solventar antes de convertirse en un medio universalmente aceptado (riesgo tecnológico).

Sumado a lo anterior, se considera la volatilidad, la cual es más pronunciada que las monedas “garantizadas” por los países –por ejemplo, la del bitcoin en 2017 fue de 79 por ciento, en promedio– (riesgo de mercado), aunado a los errores y la exposición al fraude que son elevados por el propio diseño de la moneda virtual y su falta de respaldo institucional (riesgos operacionales).

Además, el Banco de México aclaró que actualmente no hay un régimen de prevención de operaciones con recursos de procedencia ilícita o de financiamiento al terrorismo que aplique a aquellas personas distintas a las entidades financieras que, de manera habitual y profesional, ofrezcan el intercambio de activos virtuales a través de plataformas electrónicas, digitales o similares, que dichas personas administren u operen, facilitando o realizando operaciones de compra o venta de dichos activos, propiedad de sus clientes, o bien, provean medios para custodiar, almacenar, o transferir activos virtuales. No obstante, mediante reformas a la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, publicadas el 9 de marzo de 2018, estas personas están sujetas al régimen de dicha Ley a partir de septiembre de 2019.

banxico bitcoins
Imagen: Alto Nivel.

Preocupación y respuesta

Organismos y autoridades de diversos países e instituciones globales han expresado su preocupación por la expansión de los activos virtuales debido a que, si bien pueden ser utilizados de manera legítima, su complejidad y variedad incrementan los riesgos de fraude o de inversiones especulativas, por lo que son una prioridad los mecanismos de divulgación de información sobre los activos virtuales para que los usuarios cuenten con mayores y mejores elementos para la toma de decisiones.

En ese sentido, Francia, Lituania, Estados Unidos, Canadá, Brasil, Colombia y Costa Rica han emitido comunicados sobre el uso de activos virtuales y, en algunos casos, han advertido sobre la falta de regulación. Alemania y Reino Unido han ido más allá. En Alemania, la Autoridad Federal de Supervisión Financiera catalogó a los activos virtuales como instrumentos financieros, por lo que, en caso de que alguna empresa quiera ofrecer servicios de compra-venta de activos virtuales, requieren una autorización de dicha autoridad; en Reino Unido, aunque no existe una regulación sobre activos virtuales, la compra-venta de bienes y servicios que utilicen activos virtuales son sujetos al impuesto sobre la renta.

Es un hecho que no se puede escapar a la realidad, de ahí que países como Japón, Corea del Sur y el estado de Nueva York ya cuenten con una regulación: Ley de Servicios de Pago, Directrices para la Prevención de Lavado de Dinero con Activos Virtuales; y BitLicences, respectivamente. En ellas se hace un reconocimiento a los activos virtuales y se establecen los lineamientos, obligaciones y responsabilidades para su uso.

Por su parte, instituciones internacionales han planteado su postura y acciones. El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) considera que por el tamaño de mercado y las dificultades que presentan los sistemas que soportan a dichos activos para escalar el número de operaciones, estos activos no representan un riesgo sistémico, y la posibilidad de que puedan alcanzar una importancia sistémica es muy baja. Además, cree, que es poco probable que los activos virtuales sustituyan a las monedas nacionales.

bitcoins y facebook
Imagen: OneClick Media Group.

El Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés) plantea un desafío y una necesidad. El desafío tiene que ver con el combate al lavado de dinero y financiamiento al terrorismo; y la necesidad con establecer reglas que garanticen la protección a los consumidores.

El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI, o FATF, por sus siglas en inglés), está buscando incluir a los activos virtuales y las operaciones con estos como actividades que requieren la aplicación de todas las acciones recomendadas para combatir el lavado de dinero y financiamiento al terrorismo, debido a que representan un activo que facilita la realización de actividades ilícitas.

Las autoridades y los bancos centrales de diferentes partes del mundo siguen escrutando con cautela el mercado de los activos virtuales. En su momento, el anuncio de la intención de crear Libra, la criptodivisa encabezada por Facebook, con tipo de cambio estable y con el potencial de convertirse en un fenómeno global, ha sido el catalizador de un debate que no para y sigue sumando decisiones respecto a los activos virtuales como la de Suecia.

Desde hace dos años la autoridad monetaria sueca examina las posibilidades, los pros y contras, de lanzar una divisa electrónica –e-krona (corona digital)–, como respuesta a la acelerada reducción del uso del dinero en efectivo en el país escandinavo. El Banco Central de Suecia (Riksbank) iniciará este año una prueba piloto para desarrollar la que podría convertirse en la primera criptomoneda estatal de Europa.

En México, ya se ha establecido el escenario y el margen de participación de los activos virtuales en el marco de la Ley Fintech bajo los criterios del Banco de México; la Comisión Nacional Bacaria y de Valores –que trabaja de forma tripartita con la Secretaría de Hacienda y el Banco central–, desde su mandato trabaja sobre la línea establecida para garantizar la estabilidad del sistema financiero en el marco de un proceso de innovación constante que permite la incorporación de nuevos participantes, productos, servicios y reglas para que interactúen.


Notas:
[1] SEGOB, Subsecretaría de Enlace y Acuerdos Legislativos, oficio núm. SELAP/300/2734/17.
[2] Regulación sobre la operación con activos virtuales por parte de las Instituciones de Tecnología Financiera e Instituciones de Crédito.


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