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Manual para gobernar por decreto (Parte III)

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Si bien expuse la forma en cómo se puede subvertir el principio de seguridad jurídica y a manera en que se usa “malamente” el derecho para fines políticos, considero necesario profundizar en un tema que ha sido el caballo de batalla de todo gobierno en México desde el inicio del orden constitucional actual, cuando se busca usar la Ley con dolo para obtener un beneficio: el fraude a la Ley en sede constitucional.

Esta figura fue reconocida abiertamente por el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al resolver el caso Bonilla, donde se había impugnado la inconstitucionalidad de una reforma a la Constitución de Baja California para extender el mandato del gobernador de la entidad a 5 años, habiéndose realizado con éxito una elección para un cargo de 2 años.

Es decir, se extendió el mandato de forma retroactiva por medio de una ley y esto se hizo bajo la premisa de un mandato constitucional de empatar las elecciones federales con las locales. El ministro explica lo anterior de forma sencilla: “Esto constituye un fraude a la Constitución en sentido técnico, pues simulando actuar en uso de sus competencias, la legislatura en realidad pretendió burlar la voluntad popular”.[1]

El fraude a la ley es cuando uno la interpreta de forma literal para evadir su sentido, se trata de una figura antiquísima que dimana del derecho privado, con su origen en el derecho romano en los dichos de Paulo en el Digesto “Obra contra la ley el que hace lo que la ley prohíbe; y en fraude, el que salvadas las palabras de la ley elude su sentido”.

corrupcion
Imagen: El Colombiano.

Pongo un ejemplo. Yo le ordeno a mi hijo que vaya a la tienda de la esquina y adquiera un cartón de huevos, dándole la cantidad exacta de dinero para comprarlo. El regresa con lo que le pedí, pero resulta que robó el cartón y se quedó con el dinero; la orden fue que “adquiriera” y él lo interpretó de una forma, violando el espíritu de mi mandato, pues le di los medios para adquirirlos de forma licita.

Aunque esto parece ser muy obvio, al punto de pensarlo como una bobada, el fraude a la ley nunca había sido analizado por la Suprema Corte en la materia constitucional, aun y cuando podrían encontrarse ejemplos en todos los sexenios de formas en que las autoridades aprovecharon el mandato de la ley, para servirse de la misma, violentando su espíritu. No siempre está hecha de una manera tan clara como con el Bonillazo y, en muchos casos, puede ser disimulada por las autoridades.

Enlodar las aguas con decretos vagos, nombramientos irregulares y una legislación truculenta implica varias configuraciones distintas de fraude a la Ley. Repito lo que he dicho antes: hacer bien la maldad tiene su chiste.

A pesar de que puede tener diversas manifestaciones, esta figura tiene una serie de elementos comunes. Para mí, la mejor forma de determinarlos tiene como punto de partida la manera en que Josserand explicó la doctrina del abuso del derecho:[2]

1º Habrá abuso de un derecho cuando el titular disimule bajo el ejercicio de un derecho un acto ilícito, que no figura en el contenido del derecho […] 2º En ciertos casos en que la responsabilidad no está fundada en la culpa, puede resultar del acto realizado en el ejercicio de un derecho porque está ligada aún a una actividad lícita. Se necesita por lo tanto determinar las modalidades del ejercicio del derecho para saber en qué momento empieza la responsabilidad. El acto llamado abusivo es aquí simplemente el acto anormal, es decir aquel que excede las condiciones habituales del ejercicio del derecho. Por ejemplo, un industrial que explota con una autorización administrativa una industria en condiciones tales que causa perjuicio a las propiedades vecinas, es declarado responsable de ese perjuicio y se dice que abusó su derecho.

fraude a la ley
Imagen: Fabricio Vanden Broeck.

Aplicándolo por analogía al derecho constitucional, el fraude a la Ley tiene los siguientes elementos: a) una competencia –entendida como una capacidad de hacer o no– otorgada; b) una autoridad que la ejerce; c) el otorgante de la competencia; d) el acto realizado, e) la normativa violada; f) el daño realizado.  

El fraude a la ley en sede constitucional redunda en una violación del principio de seguridad jurídica, toda vez que se lleva a cabo un acto arbitrario bajo la siguiente premisa: se actúa de una forma que va con los estándares de conducta para dar certidumbre y estabilidad a la ciudadanía.

También resulta en una violación al principio de legalidad ya que el uso indebido de una competencia constitucional implica que la autoridad responsable dejar de ser competente para efectos del artículo 16 constitucional.

Una vez hecha la referencia al caso Bonilla –el cual expone el ministro Zaldívar de mejor forma de lo que podría yo intentar–, considero más conveniente referir al acuerdo presidencial del 11 de mayo en el que el presidente hace uso del transitorio quinto de la reforma constitucional, que al efecto establece lo siguiente:

Quinto. Durante los cinco años siguientes a la entrada en vigor del presente Decreto, en tanto la Guardia Nacional desarrolla su estructura, capacidades e implantación territorial, el Presidente de la República podrá disponer de la Fuerza Armada permanente en tareas de seguridad pública de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria.

El Ejecutivo Federal incluirá un apartado sobre el uso de la facultad anterior en la presentación del informe a que se hace referencia en la fracción IV del artículo 76.

derechos humanos, balanza
Imagen: Pinterest.

Estos principios que se señalan vienen de la sentencia del Caso Alvarado vs. México de la Corte Interamericana de Derechos Humanos e implican que el Ejército debe desplegarse sólo para lo necesario, por periodos cortos y definidos de tiempo, con una estructura de vigilancia a sus actividades de carácter civil y subordinados en todo tiempo a la autoridad civil, asistiéndolos solamente y no sustituyendo sus labores. Esto no se sigue con el acuerdo, lapso de cuatro años, vigilado por las contralorías de la Secretaría de Seguridad, la de Marina y la de Defensa Nacional, y cumpliendo las mismas labores que las fuerzas de seguridad pública civiles. Existe entonces un abuso a la Ley con los siguientes elementos:

Competencia otorgada. La potestad del transitorio quinto de la reforma constitucional en materia de Guardia Nacional, ésta permite el despliegue de las Fuerzas Armadas para seguridad pública cuando se hace de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria.
La autoridad que la ejerce. El Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
La otorgante de la competencia. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Acto realizado. El “Acuerdo por el que se dispone de la Fuerza Armada permanente para llevar a cabo tareas de seguridad pública de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria”, publicado en el Diario Oficial de la Federación.
Normativa violada por el acto. La propia Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Daño. Se permite el uso de las Fuerzas Armadas para seguridad pública sin ningún control, por cuatro años, siendo concurrente y no complementaria de las policías locales y de la Guardia Nacional, sin cumplir una finalidad definida ni específica.

Exigir buenos gobiernos implica también un mejoramiento de sus prácticas; para hacer esto, se necesita identificarlas. El fraude a la ley en sede constitucional es un problema sistemático y endémico en el orden constitucional mexicano y necesita ser tomado en serio por académicos, practicantes y comentaristas. Hasta que no se visibilice y se le haga frente, seguirá siendo herramienta confiable del gobierno en turno.


Notas:
[1] Arturo Zaldívar, “‘Ley Bonilla’: fraude a la Constitución”, Milenio.
[2] Ripert, Georges y Jean Boulanger, Tratado de derecho civil según el tratado de Planiol, t. I, La Ley, Buenos Aires, 1963.


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Cienfuegos, otra hebra de la madeja

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La intempestiva detención del general en retiro Salvador Cienfuegos Zepeda en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, California, enloda hasta el cuello al Ejército mexicano, la institución más respetada y querida por el pueblo mexicano.

Se trata de un hecho sin precedente, ya que por primera vez un militar mexicano del más alto rango se ve implicado y es arrestado por las autoridades estadounidenses por delitos contra la salud.

El general que fuera el secretario de la Defensa Nacional en el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, enfrenta cuatro cargos, tres por narcotráfico relacionados al trasiego de heroína, cocaína, metanfetaminas y mariguana y, además, lavado de dinero. Todos cometidos entre 2015 y 2017.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó que el acusado, imagínese, era conocido como “El padrino” y usó su cargo oficial para ayudar al cartel mexicano identificado como H-2, a cambio de sobornos.

Las reacciones a esta detención inesperada han sido muchas y variadas. El ex zar antidrogas de Estados Unidos, Barry McCaffrey, por ejemplo, opinó que fue un arresto ofensivo, provocador para el Ejército mexicano y todo indica que no se le avisó al gobierno.

Sedena, corrupcion
Imagen: Connectas.

Aquí, en México, un tuit del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, casi confirmó que el gobierno mexicano no sabía nada del arresto.

El tuit del canciller decía: “He sido informado por el embajador Christopher Landau de los Estados Unidos que el ex secretario de la Defensa Nacional, Gral. Salvador Cienfuegos Zepeda, ha sido detenido en el Aeropuerto de Los Ángeles, California”.

Pero para cuando el canciller publicó su mensaje en su cuenta de Twitter, varios medios ya habían informado de la detención, lo que demuestra que el gobierno mexicano no sabía que el general iba a ser detenido.

Las implicaciones de este arresto son múltiples, sobre todo, porque se trata de un militar que ostentó el más alto rango de las fuerzas armadas de México. El segundo cargo más importante después del presidente de la República.     

El Ejército mexicano era la institución más confiable, respetada, competente y querida en México. Es el que auxilia a la población en caso de desastre natural, se suponía que detectaba y destruía todo tipo de estupefacientes, resguarda las instalaciones hídricas, eléctricas y estratégicas del país.

Con la detención de Cienfuegos se acaba el prestigio del Ejército mexicano, termina una era de respeto y cariño del pueblo mexicano hacia esa institución que parecía incorruptible.

Ejercito mexicano, guardia nacional
Fotografía: Defensa.

Lo más terrible es que casi todo ya está en manos de las fuerzas armadas: las aduanas, la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía y la edificación del Tren Maya.

Hoy, aunque no debería, el Ejército cuida nuestras calles, nuestras familias, nuestras ciudades y, además, se ha extendido su influencia con la llamada Guardia Nacional cuyos integrantes son en su mayoría militares.

Así como el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna –también detenido por narcotráfico por el gobierno de Estados Unidos– arrastra a Felipe Calderón y lo hace cómplice, lo mismo sucede con Salvador Cienfuegos y quien fuera su jefe, el expresidente Enrique Peña Nieto.

¿Alguien creería ahora que Peña Nieto ignoraba los nexos de su secretario Cienfuegos con el crimen organizado?

La detención de Cienfuegos y, meses antes, la de García Luna en Estados Unidos confirma que vivíamos, ya no hay duda, en un narcoestado desde hace varios sexenios.

Todavía no sabemos qué tanto le dijo al gobierno de Estados Unidos el “Chapo Guzmán”, tampoco que le dirá García Luna, y otra madeja del hilo se empieza a desenredar con la detención e inminentes declaraciones del general Cienfuegos. Al tiempo.


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El Ejército en plena decadencia

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Por más que se intente ocultar la verdad, no es la primera vez que el Ejército mexicano cae en total desprestigio a consecuencia de la falta de dignidad de sus miembros y la corrupción.

Los soldados siempre fueron altivos, recios y de una calidad inmejorable en cuanto a su lealtad y valores patrióticos. Ellos alentaron, consumaron e institucionalizaron la Revolución mexicana. Civiles se integraron con gallardía al sector militar para defender los ideales de la nación; se ubican, entre otros, a: Emiliano Zapata; Francisco Villa; Álvaro Obregón; Plutarco Elías Calles; Pascual Orozco; Lázaro Cárdenas, sin olvidar a Francisco J. Múgica, a Venustiano Carranza y Felipe Ángeles.

El Ejército Nacional se volvió vigilante estricto de los principios de la Revolución; a partir de que se inició el gobierno de los civiles, los militares olvidaron mantenerse guardianes de aspectos esenciales de nuestra lucha armada; se conformaron con recibir dádivas y sin duda la podredumbre los contaminó. Para mantenerlos tranquilos, los gobiernos civiles los llenaron de canonjías y de una libertad que llegó a convertirse en libertinaje. Los titulares de la Secretaría de la Defensa Nacional, no le rendían cuentas a nadie; su “lealtad” a los gobiernos civiles la “vendieron”. El dinero mal habido se convirtió en medidas de inmoralidad sin recato, negocios sucios, donde la soberbia y ambición, los acercó al narcotráfico.

Fue lamentable el triste accionar de la milicia en 1968, se les utilizó para actos de genocidio y carentes de sobriedad aceptaron el vergonzoso papel, a partir de entonces inicio su debacle. Se volvieron protagónicos de la “Guerra Sucia” en los años 70, donde incendiaron pueblos enteros.

Ejército Mexicano
Fotografía: Ejército Mexicano.

Hermenegildo Cuenca Díaz, secretario de la Defensa Nacional durante el mandato de Luis Echeverría Álvarez, fue el instrumento para asesinar a mansalva a civiles, incluyeron mujeres, niños y ancianos, con el pretexto de luchar contra guerrilleros. Gobernantes obtusos como Figueroa en Guerrero, ordenaba, desde aeronaves, lanzar vivos al mar no sólo a luchadores sociales, también a sus familias.

El pueblo repudiaba a los llamados “guachos”, los cuales mataban, robaban y violaban, creando un ambiente de perversidad e impunidad; insistimos, la deshonra para el organismo que debe defender la soberanía, no tiene paralelo.

El maligno papel de la tropa se incrementó cuando después de la “Guerra Sucia” se les utilizó para realizar labores policíacas, sin estar preparados; eso les permitió seguir recibiendo beneficios y absoluta libertad para un sinnúmero de tropelías.

El país de pronto se militarizó, los controles se establecieron en toda la región nacional, incluyendo aeropuertos, y no se diga ciudades enteras, estuvieron y están bajo el mando de quienes eliminan civiles ante la más mínima sospecha o desobediencia.

El militarismo controla el narcotráfico del territorio y es indudable que a la fecha mantiene esa condición tan deplorable; muchos de ellos no sólo protegen a los cárteles de la droga, sino que son ellos, los altos dignatarios, los que manejan la siembra y comercialización. Sin recato alguno les dejan el control de los estupefacientes a los mandatarios, a cambio, desde luego, de importantes montos, lo cual ha permitido hacer con el Ejército el gran negocio de las drogas.

general Cienfuegos Zepeda
Ilustración: Hecho Digital.

No se trata sólo de la detención del general Cienfuegos; muchos de sus antecesores están inmersos en la misma conducta del narcotráfico y el homicidio, donde obligadamente se encuentra el renglón de los famosos estudiantes de Ayotzinapa. En este sentido, son los únicos que pueden desaparecer a 43 jóvenes, que su único pecado era recabar dinero para sustentar sus gastos como internos de la Escuela Normal de Ayotzinapa, por ese hecho fueron ultimados, por quienes seguirán irremediablemente su perversa carrera antipatriótica.

Por más que se quiera responsabilizar exclusivamente el comportamiento criminal del general Salvador Cienfuegos Zepeda, él nunca actuó solo, lo hizo con los altos mandos del Ejército, con los jefes de zonas militares y ante ello, hacer una limpieza, no será tarea fácil, ya que son ellos los que cuentan con las armas y quienes mantienen el poder real en México.

Los gobiernos civiles tendrán que actuar con mucha prudencia para intentar una asepsia que reintegre al cuerpo armado de nuestro país por el sendero de la decencia y, aún más, por recuperar los valores patrios que deben ser la base de sustentación de quienes, en alguna época formaron el glorioso y heroico Ejército mexicano.


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El crimen organizado dueño del país

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Por más que se diga lo contrario, nuestro país está siendo dominado por poderosos grupos criminales, quienes generalmente se identifican como “cárteles” del narcotráfico. En los últimos años se han disputado las plazas y el negocio de las drogas, los bandos delictivos conocidos son: “Los Zetas”, “El Cártel del Golfo”, “La Familia Michoacana”, “Guerreros Unidos”, etc. Actualmente se encuentran en un proceso de restructuración, todos son parte de la llamada delincuencia organizada; sin embargo, hoy por hoy han adquirido una fuerte presencia por su alta criminalidad “El Cartel Jalisco Nueva Generación” (CJNG), “El Cártel de Sinaloa”, inclusive, el conocido como “Santa Rosa de Lima”.

Cuando se formuló la histórica ley contra el crimen organizado, varios académicos expresaron su crítica, señalando que era absurdo pensar en esa denominación, más aún que se les diera ese trato jurídico a criminales de alto relieve, dijeron se les debe identificar simplemente como pandillas o asociaciones delictivas. Hubo quienes en tono irónico enunciaron que sólo faltaba pedirles acudieran ante notario público y solicitar su registro oficial, algo que por supuesto resultaba inadmisible. De lo que no hay duda en la actualidad, es lo correcto de su denominación, “delincuencia organizada”, tienen y lo sabemos, una ordenación con niveles jerárquicos, estatutos y códigos de conducta, donde se señalan derechos y obligaciones de sus integrantes.

En estos organigramas hay un jefe máximo, que es el equivalente a un director general, subdirectores, jefes de departamento, pasando por encargados y responsables de zonas geográficas. Las subdirecciones atienden diversos tipos de delito, hay una encargada de la compra y venta de estupefacientes; otra responsable de secuestros; la hay también del cobro de protección, a la que se le llama derecho de piso. Otra oficina importante se refiere al capítulo de disciplina, sanciones y represalias, donde se castiga severamente el tema de la traición, donde la consecuencia es la pena de muerte. Por supuesto, también se maneja el asunto de la “guerra” contra sus opositores, ahí se ha institucionalizado la figura del “ajuste de cuentas”. Por cierto, esta aseveración es utilizada sistemáticamente por la autoridad, para no investigar a fondo y lavarse las manos cuando se trata de homicidios brutales, donde el descuartizamiento, pasando por evidentes actos de crueldad y sadismo, son frecuentes. Esas carpetas, por cierto, de investigación se mandan automáticamente al archivo, bajo el argumento de que se trata de “ajustes de cuentas” entre bandas rivales.

violencia y crimen en Mexico
Imagen: The New York Tiimes.

Sin duda el mando encargado de perseguir a los bandidos ha entrado en componendas descaradas con los “cárteles”, por ello, actúan impunemente. Para justificar actos de gobierno, de vez en cuando detienen a algún “capo” de medio pelo, al que previamente se le ha hecho fama de ser el dirigente máximo, pero en ocasiones es toda una faramalla, basta con observarlos y precisar que son malhechores de bajo nivel intelectual, incapaces de dirigir una organización criminal.

Hay casos de excepción y, en efecto, si se detiene al cabecilla más importante, de manera inmediata se le sustituye, el que funge en segundo lugar asciende a director. Tampoco escapa la posibilidad de que el cártel cambie de nombre, para tratar de engañar a la sociedad e incluso se ha llegado a decir que se acabó con ese grupo criminal.

Se dirá y, con razón, que en todo el mundo hay cárteles y, por tanto, México no puede ser la excepción, la diferencia es que en otras latitudes no llegan a ser tan poderosos como sucede en nuestro país; aquí son los que imponen a los jefes policíacos principalmente a nivel municipal y estatal; a cambio de ello entregan a gobernantes, presidentes y demás funcionarios, cantidades impresionantes. En el ámbito federal, no hay mucha diferencia, solo téngase presente, en el tema de drogas hay una ganancia de más de 500 mil millones de dólares anuales, circunstancia que deja claro que con el manejo de tales montos inimaginables, tienen la capacidad de comprar hasta la más férrea voluntad de funcionarios, sea vía directa o a través de familiares; nunca se acabará el narcotráfico, porque, además, cada vez los dependientes de la droga se incrementan; lo que sí se puede es irlo controlando.

Recientemente la autoridad informó que existen 77 mil personas desaparecidas, consecuencia del crimen organizado, en este mismo tenor se han localizado, más de 4 mil fosas clandestinas, donde se han exhumado cerca de 7 mil cuerpos, en su mayoría incompletos. Estas alarmantes cifras dejan al descubierto la ineptitud, pero, sobre todo, los altos niveles de complicidad y podredumbre.

crimen organizado
Imagen: Google Sites.

Lamentablemente, en nuestro país los gobernantes no designan a las personas indicadas y mejor capacitadas. Así, un sujeto que en su vida ha manejado la procuración de justicia o el ámbito policíaco, es designado Secretario de Seguridad Pública y, lo rebasan los sobornos y las traiciones, pero para justificarse, expone estadísticas falsas, asegura a los “cuatro vientos” estar cumpliendo metas que sólo existen en su imaginación.

Ante este panorama desalentador, resulta imprescindible profesionalizar las corporaciones policíacas, ese plan no se puede lograr de la noche a la mañana, tiene que sujetarse a un programa serio, mismo que llevará muchos años, pero que entre más pronto inicie, mejor. Tales instituciones de formación policial tienen que estar dirigidas por personas preparadas.

El gobierno deberá entender que la tan añorada paz social sólo podrá iniciarse cuando haya buenos policías y mejores jueces, este último renglón también es una gran falla.

En tanto no se haga algo serio en este tema, México seguirá estando en manos del crimen organizado, cuyo poder, repetimos, es omnímodo.

Basta ya de que los gobernantes, en todos los niveles, se sigan manejando de manera irresponsable y contrarios al sentir de la sociedad, donde los arreglos corruptos con el bajo mundo son una realidad.


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Sísifo, la tragedia mexicana

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No te afanes, alma mía, por una vida inmortal,
pero agota el ámbito de lo posible.  
Píndaro. 

Transitamos por desgarradores episodios de nuestra historia siendo testigos de algo que se construye y desmorona cotidianamente, según la iluminada percepción de nuestros más altos directores.

El vaivén de los intereses, las ambiciones o circunstancias fortuitas, al mismo tiempo que se establecen, por decreto, brillantes obsesiones, sin causa ni base o fundadas en promesas inicuas, se edifica, paradójicamente, día tras día, el andamiaje de la deconstrucción institucional con locuaces ocurrencias para la siguiente madrugada.

Históricamente, salvo loables excepciones, el día a día ha definido el rumbo de la nación. Las grandes decisiones, a la sombra de la intimidad o la conjura, han emanado de espíritus embriagados de poder, ambiciosos ante el porvenir o recelosos y absortos en las injurias del pasado, pero, invariablemente, determinados a imprimir en la historia patria, el sello propio de la casa, al costo que se requiera.

Pasos adelante y pasos hacia atrás han configurado el eterno estigma del México nuestro de cada día.

políticos mexicanos
Imagen: El Universal.

Sísifo ha vivido en el torrente sanguíneo de los antiguos y modernos padres de la patria, en su espíritu, en su naturaleza, en su obsesión compulsiva de hacer historia, aún anclados en tiempos remotos.

Consciente está el condenado, que al final de su azarosa jornada, la pesada roca que afanosamente ha rodado cuesta arriba, se devolverá al fondo de la caverna y habrá de reiniciar su ardua y absurda tarea al alba siguiente. Sabe bien, el resignado Sísifo, que será inútil su esfuerzo, pero sus consabidas culpas lo impelen a comenzar de nuevo.

No obstante, este controvertido personaje, astuto como se sabe, habiendo realizado toda clase de maniobras y engaños a los dioses seguirá, aún con su ceguera y avanzada edad, empujando la piedra, si no por esperanza, por ambición, esperando el espacio para engañarles nuevamente y poner fin a su castigo eterno.

Los efectos colaterales son cosa mundana. ¡Oh, arrogancia del poder divino, inmanente a su obsesión vengadora!

sisifo mexico
Imagen: Víctor Solís.

Recurrente, languidece la seriedad de la certeza ecuánime, ante la concupiscente prostitución de la esperanza, una esperanza forjada en el engaño y la manipulación perpetua.

Cual destino inexorable, el devenir de la nación parece haber sido dispuesto por el dedo divino, cual reza el canto patrio, inspirado en la condena del homérico mito.

La pesada roca que históricamente ha empujado este sufrido pueblo, por más esfuerzo, denuedo y sangre vertida, vuelve siempre al fondo de la caverna.

Pero ¿qué falta ha cometido México para merecer la absurda y aparentemente eterna condena?

Quizá no otra que la indolencia, la ingenuidad y la ignorancia que abren la puerta, de par en par, a la astucia, la ambición y la maldad.


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La lucha contra la corrupción continua: Rubalcava

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“En Cuajimalpa la lucha contra la corrupción se mantiene firme, por lo que se
aplicarán nuevos exámenes de control de confianza a los funcionarios de primer
nivel”. Anunció hoy el alcalde Adrián Rubalcava.

“Quiero ser claro y enfático: en Cuajimalpa no toleramos a la corrupción.
Trabajamos en conjunto con el Gobierno de la Ciudad de México, que encabeza la
Doctora Claudia Sheinbaum para atrapar a los corruptos y erradicar estas prácticas
en la Alcaldía, por lo que aplicaremos nuevos exámenes de confianza”, indicó el
Alcalde.

La madrugada de este viernes fueron detenidos por elementos de la Secretaría de
Seguridad Ciudadana y de la Policía de Investigación dos servidores públicos de la
Alcaldía por su presunta relación con un grupo delictivo.

El Alcalde Rubalcava dijo que, sin prejuzgar y siempre respetando el debido
proceso, se seguirán llevando a cabo acciones para identificar y poner al alcance
de la justicia a los funcionarios que no cumplan con los estándares éticos y de
honestidad que exigen los habitantes de Cuajimalpa.

En la reunión con el secretario García Harfuch, el titular reiteró el compromiso de su
administración para seguir llevando a cabo con la dependencia los exitosos
operativos que han permitido reducir de manera notable los índices delictivos y
darles mayor seguridad a los ciudadanos.

Ante la captura de los ahora dos ex funcionarios, el Alcalde hizo un exhorto a todos
los servidores públicos para recordar que son tiempos de austeridad y de cambio
moral.

Medicamentos mortales

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El desabasto de medicamentos en las instituciones de salud pública nacionales sigue siendo una tortura para millones de derechohabientes, una incógnita y un pendiente de vida o muerte.

Para nadie es un secreto que depender de los servicios de salud públicos, principalmente del IMSS y del ISSSTE es, y siempre fue, una condena a muerte.

Y es que incursionar en la burocracia del sistema de salud es un laberinto insondable, cuyos vericuetos resultan interminables, angustiosos e indescifrables para los pacientes.

Los enfermos pueden morir en el intento de ser atendidos en un hospital de especialidades, durante el tiempo de espera de una cita médica, en lo que se desocupe una cama para ingresar al nosocomio, en lo que aguarda a que se le extirpe un tumor o en lo que se abastece del medicamento necesario para salvar su vida.

Conocí a un paciente que iba a ser operado en el ISSSTE, en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, de un tumor muy grande en el cerebro. Para realizar la cirugía tenían que hacerle obligadamente una resonancia magnética, pero cuando fue al área correspondiente del hospital, el 14 de diciembre de 2019, le dijeron que sí, que su cita ya estaba agendada para el 31 de diciembre, pero de 2020, porque había mucha demanda.

desabasto medicamento
Imagen: Excelsior.

Pareciera un chiste, pero es la realidad de nuestro sistema de salud público: insuficiente infraestructura hospitalaria, falta de equipo, burocracia inflexible, creciente demanda y, en consecuencia, cada día mayor deterioro de los pacientes, más lento su recuperación y mayor deterioro de su calidad de vida.

Ahora, con la irrupción de la pandemia, cientos de miles de enfermos quedaron en el limbo, sin consulta de especializaciones médicas desde hace más de seis meses, cirugías canceladas y con el 90% de los servicios hospitalarios cerrados para concentrar los esfuerzos en la emergencia sanitaria.

El servicio que obligadamente sigue activo es la entrega de medicamentos en farmacias, pero el desabasto frustra a los derechohabientes que se abarrotan a diario a las afueras de los hospitales, con alto riesgo de contagiarse de Covid-19, para que de las diez medicinas que amparan sus recetas, sólo reciban cinco.

Es un hecho que a pesar del compromiso del gobierno se agudiza la escasez de medicamentos sin que nadie dé una explicación clara y convincente del porqué.

Al principio de este gobierno se habló extraoficialmente de compras consolidadas de medicamentos para atajar la corrupción a través de la Oficialía Mayor de la SHCP.

Después, la autoridad aseguró que para desmonopolizar la compra se diversificaron las empresas farmacéuticas para la adquisición más barata y expedita.

corrupcion de medicamentos
Imagen: Joan X. Vázquez.

Luego, se acusó que en algunos hospitales ocultaban medicamentos; incluso, se estigmatizó a los padres de los niños con cáncer, quienes se han manifestado para exigir los fármacos para las quimioterapias de sus hijos, acusándolos de ser un grupo pagado por opositores al régimen.       

El último rumor es que la certificación, distribución y entrega, que antes estaba incluida en la adquisición, se convirtió en caótica por falta de previsión gubernamental.

Parece que nadie le quiere decir la verdad al presidente sobre cuál es la problemática real y de fondo, del desabasto de medicinas ni las consecuencias de tomar decisiones apresuradas en un sector tan delicado.

Es inaplazable que el gobierno federal informe a la brevedad con claridad, transparencia y precisión qué ha provocado esa falta de fármacos, pero también que nos diga qué acciones ha tomado para resolverlo.

Todos los mexicanos queremos conocer cuáles son los actos de corrupción que se realizaban y ahora se están evitando, porque cualquier intento, consumado o no, de evitar el acceso a un medicamento es, en estricto sentido, un crimen.

No olvidemos que la entrega de medicamentos a quienes más lo necesitan es asunto de vida o muerte.


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La apertura informativa para combatir la corrupción

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La corrupción y la impunidad son graves fenómenos estructurales a nivel mundial, al grado de que no existe un país exento de ellos. Los altos costos que ocasionan son obstáculos para que millones de personas vivan con dignidad, sin violencia, pobreza y desigualdad.

En el Índice de Percepción de la Corrupción 2019, de Transparencia Internacional, más de dos tercios de los países obtuvieron una puntuación menor a 50 sobre 100 puntos. México ocupó el lugar 130 entre 180 países, con 29 puntos.

El Barómetro Global de la Corrupción América Latina y el Caribe 2019, reveló que, entre los encuestados en la región, sólo 21% tiene confianza en su gobierno, 27% en los tribunales y 33% en la policía.

De acuerdo con datos del Índice Global de Impunidad 2020 (IGI-2020), de la Universidad de las Américas Puebla, México se encuentra entre los países con mayor grado de impunidad, ubicándose en la posición 60 de 69 naciones.

acceso a la informacion
Imagen: David Peón.

Han transcurrido aproximadamente 18 años desde que nuestro país contara con leyes de transparencia, a nivel federal y estatal, que garantizan a todas las personas el ejercicio de su derecho a saber, iniciando así un proceso de inversión de entornos de opacidad hacia espacios de apertura.

El Día Internacional del Acceso Universal a la Información –28 de septiembre– nos da la oportunidad de reflexionar sobre su alcance como mecanismo para detectar, disuadir y exhibir actos de corrupción e impunidad.

La apropiación del derecho a saber por las personas, en especial por los medios de comunicación y por las organizaciones de la sociedad civil, ha revelado importantes hallazgos de posibles actos de corrupción e impunidad, al sacar a la luz hechos de trascendencia pública en los que se ha advertido el uso ilícito de recursos públicos o la toma irregular de decisiones gubernamentales.

Así, por ejemplo, el resultado de las investigaciones de medios informativos sobre la Estafa Maestra permitió advertir el desvío de millones de pesos a empresa ilegales, y la contratación de servicios a precios inflados. Para dichos reportajes, se realizaron más de 500 solicitudes de información y se creó una base de datos con más de 13 mil registros de cada una de las empresas subcontratadas.

libre expresion
Imagen: Emaze.

A través de diversas resoluciones del INAI, ha sido posible acceder a información sobre avalúos, contratos y procedimientos de responsabilidad de servidores públicos, relacionados con la compraventa por parte de Pemex de la planta de fertilizantes agronitrogenados, ligada con presuntos actos de corrupción, por el sobreprecio y las malas condiciones de ésta.

Sin duda la apertura informativa, junto con el acceso a la información y la rendición de cuentas, son herramientas para prevenir y combatir la corrupción e impunidad, pero no son los únicos elementos para atacar estos complejos males.

Por eso surgen los Sistemas Nacionales de Transparencia, Anticorrupción, Fiscalización y Archivos, como respuesta a problemáticas generales que transcienden lo local, para homologar políticas, sumar sinergias y establecer mecanismos de colaboración e intercambio de información.

Como afirmara Gandhi en uno de sus discursos “en medio de la oscuridad, la luz persiste”. Así, el derecho a saber tiene el potencial de iluminar con un brillo capaz de detectar y abatir las sombras de la corrupción e impunidad.


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