Fideicomisos

El costo de eliminar los fideicomisos

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El golpe mortal a los 109 fideicomisos fue asestado en el Senado por la mayoría morenista, el miércoles pasado, al aprobar su desaparición y meterlos a todos, inexplicablemente, en la misma bolsa de la corrupción.

La forma irreflexiva, autoritaria y cerrada en la que se comportó la bancada de Morena, al no escuchar ni a la comunidad científica nacional ni a la internacional, confirma que se trató de una decisión tomada desde Palacio Nacional, antes de que llegara al Legislativo, como en los peores tiempos de la prepotencia panista y priista.

De otra forma se hubiera escuchado e investigado antes cuáles eran los fideicomisos donde había corrupción, también se hubieran depurado y rescatado los que generan conocimiento y resuelven problemas coyunturales, y las emergencias por desastres naturales.

Pero parece que la prioridad del gobierno es quedarse con los más de 68 mil millones de pesos que habían acumulado para enfrentar el año electoral que ya está encima. 

investigacion de fideicomisos
Imagen: @cartondetrizas.

De nada sirvió la carta pública y abierta de más de 700 científicos de decenas de universidades y organismos científicos internacionales.

En la misiva, pedían al Congreso mexicano no eliminar los fideicomisos públicos, incluidos los Fondos de Investigación Científica y de Desarrollo Tecnológico del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).

No importó que la firmaron científicos de las universidades más prestigiosas como Harvard, Yale, Cambridge, Stanford, Princeton, MIT y Oxford, entre otras.

Los investigadores advertían que la supresión de los fideicomisos “sería un duro golpe a la ciencia y la tecnología en México justo cuando, más que nunca, el país necesita de su aporte”.

Esto es en el ámbito científico. En el terreno jurídico y administrativo el cierre de estos 109 fideicomisos es más complicado de lo que parece.

Explicaba en este mismo espacio hace dos semanas que, lo que no sabe el presidente, porque nadie se atreve a contradecirlo, es que los fideicomisos se crean para manejar recursos públicos de manera multianual, justo como se necesita en el ámbito académico.

En cambio, las dependencias del sector gubernamental están obligadas a gastarse el presupuesto durante el año fiscal que lo reciben, ni un día más.

recorte a la ciencia
Imagen: Víctor Solís.

La figura del fideicomiso, además de la disposición multianual del recurso, permite recibir dinero de múltiples instituciones: universidades, empresas, fundaciones, particulares, entre otras.  

Pero este mismo esquema hace muy complejo y costoso su finiquito, porque hay acuerdos de investigaciones en curso, para las que ya se adelantaron partidas, por lo que tienen que culminarse o regresar el recurso y, en algunos casos, tendrán que pagar penalizaciones.

Además, los bancos donde está depositado el recurso también cobran un porcentaje de comisión por la cancelación de cada fideicomiso.

Esto quiere decir que no se pueden cerrar ipso facto nada más porque a un señor se le ocurrió, se requiere limpiar todas las cuentas, negociar los contratos e investigaciones que, sin duda, van a costar una fortuna dejarlas a medias o restituir fondos.

Pero la decisión presidencial está consumada y, en pocos años, las generaciones que acaban de nacer resentirán las consecuencias de interrumpir el avance científico y tecnológico del país.

Hoy, todo indica que, por muchos años, tendremos que pagar, otra vez, miles de millones de pesos para acceder a una vacuna que le salve la vida a cientos de miles de mexicanos. Pero ¿habrá suficiente recurso para pagarlas?


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Martín Orozco y actores sociales alzan la voz en defensa de 109 fondos y fideicomisos

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En compañía de actores sociales, ciudadanos, presidentes municipales, legisladores, representantes de cámaras y colegios de profesionistas, el gobernador Martín Orozco Sandoval emitió un pronunciamiento en el que reprobó la desaparición de estos instrumentos de financiamiento que impactarán directamente a sectores como el cultural, deportivo, científico, tecnológico, turístico, agropecuario, de seguridad, entre otros.

El mandatario estatal señaló que sin estos fondos y fideicomisos en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021, en México se establece una política económica que provocará que el país pierda competitividad ante un entorno global complicado, ocasionando un daño directo al desarrollo nacional.

En este sentido, manifestó que esta decisión va en contra de los emprendedores, de las MIPYMES que generan empleo, riqueza y bienestar social; de los productores del campo, de los defensores de derechos humanos y la reparación del daño a las víctimas del delito, y deja desprotegidos a quienes son afectados en su persona y patrimonio por los desastres naturales.

Orozco Sandoval indicó que es una sentencia de muerte para la investigación científica y la innovación tecnológica, extinguiendo también los sueños de jóvenes deportistas, creadores artísticos y promotores de la cultura. Así como para quienes trabajan en programas relacionados con la educación, la seguridad pública, el turismo y los servicios de salud.

“Hoy, no es el gobernador el que habla, sino aquellos sectores que están siendo afectados por los recortes federales. Si ellos pierden, perdemos todos y pierde México. Porque el triunfo de una fuerza política, no puede significar la derrota de todo un país”, apuntó el gobernador militante del Partido Acción Nacional.

Finalmente, resaltó que la Alianza Federalista, con un alto sentido de responsabilidad social y en el respeto al Estado de Derecho, formulará una propuesta de instrumentos jurídicos, que permitan defender la permanencia de los 109 fondos y fideicomisos, y el día de hoy de manera simultánea se hicieron acompañar de la sociedad que se verá afectada con esta decisión.

Al pronunciamiento también asistieron colaboradores de centros de investigación, rectores y directores de instituciones públicas de educación superior, uniones ganaderas, cámaras empresariales, médicos, enfermeras, deportistas, ejidatarios, artistas e integrantes de corporaciones de seguridad pública y protección civil.

Aprueba Senado extinción de 109 fideicomisos públicos

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El golpe a los fideicomisos públicos se concretó. El Senado aprobó en los general, con 65 votos a favor y 51 en contra, el dictamen que desaparece 109 fideicomisos los cuales representan más de 68 mil millones de pesos.

El proyecto de decreto, enviado por la Cámara de Diputados, modifica 18 leyes y abroga dos más, con la finalidad de eliminar la opacidad y discrecionalidad en el uso de recursos públicos, así como fomentar la transparencia, rendición de cuentas y la responsabilidad.

El debate y aprobación de esta minuta se llevó a cabo, durante la noche del martes y en las primeras de este miércoles, en la sede histórica de la Cámara de Senadores, en la Antigua Casona de Xicoténcatl número 9, férreamente custodiada por la Policía.

El dictamen precisa que uno de los objetivos es ordenar el funcionamiento de algunos fideicomisos que deben subsistir y precisa que el monto reportado en disponibilidades se reasignará a atender los efectos de la pandemia por el COVID-19, temas de salud y economía, además para garantizar la continuidad de los programas sociales del bienestar.

 El senador Alejandro Armenta Mier, presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, explicó que con esta reforma se permitirá una bolsa superior a los 68 mil millones de pesos para atender los efectos de la pandemia.  

Al presentar el dictamen, señaló que en el periodo 2000-2018 se aprobaron leyes de ingresos de la Federación que en su conjunto significaron una fuente de saqueo de 3.8 billones de pesos, los cuales no se acreditaron, “pero sí se destinaban a fideicomisos públicos en 70 por ciento”.

 La senadora Ana Lilia Rivera, presidenta de la Comisión de Estudios Legislativos Segunda, afirmó que no se afecta a la población que actualmente es beneficiaria, como lo pretenden hacer creer mediáticamente. La extinción de un fideicomiso no imposibilita al Estado para atender directamente a su objeto, explicó.

 El dictamen indica que las revisiones realizadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a los fideicomisos señalan la falta de control, supervisión y fiscalización de los recursos públicos federales involucrados, que hacen que éstos se conviertan en una suerte de “dinero público invisible”.

Se argumentó que la  ASF halló que los fideicomisos no tienen la obligación de ser transparentes, rendir cuentas y registrar egresos e ingresos en la cuenta pública, en el Presupuesto de Egresos ni en ningún otro registro público, además encontró discrecionalidad y abierta opacidad en su manejo, lineamientos y entrega de información sin estructura, entre otras observaciones.

 Refiere que un estudio de Fundar, Centro de Análisis e Investigación, reveló que 93 por ciento de los recursos disponibles en fideicomisos, es decir, 905 mil millones de pesos no cuentan con controles de vigilancia. Se precisa que esto equivale al 15.5 por ciento del Presupuesto de Egresos de la Federación de 2019.  

La senadora del PAN, Minerva Hernández Ramos aseguró que el dictamen no presenta elementos y razones suficientes que justifiquen la desaparición de los fideicomisos. “Esta absurda decisión es totalmente desproporcional e injustificada, ya que no se cuenta con evidencia y datos duros que puedan sustentar una acción de esta naturaleza”.

En tanto, el senador morenista Rubén Rocha Moya dijo que se busca desaparecer la figura legal que representa a los fideicomisos, pero no el recurso. “La razón para que desaparezcan es la corrupción, ya que se aplicaban con discrecionalidad”.

La senadora del PRI, Nuvia Mayorga Delgado, consideró que el argumento de la corrupción es sólo un pretexto para desaparecer los fideicomisos, toda vez que existen mecanismos como las auditorias, las denuncias y otros procesos de transparencia para comprobar y sancionar irregularidades.

Hizo un llamado no aprobar el dictamen enviado por la Cámara de Diputados y cuestionó que en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021 no aparezcan los recursos en ninguno de sus capítulos, mismos que ascienden a más de 68 mil millones de pesos.

De Movimiento Ciudadano, el senador Dante Delgado denunció que la desaparición de 109 fideicomisos es un agravio a luchas sociales históricas y a muchas causas ciudadanas que han contribuido al desarrollo del país. Ahora, dijo, desconocen los derechos alcanzados por las y los mexicanos.

 “La reforma representa un atropello al Estado de derecho, más, cuando se está ejecutando sin distingo alguno. Sostuvo que votarán en contra de la desaparición de los fondos y expresó su respaldo a los sectores que resultan de la reforma”, agregó Delgado.

 Por el PT, la senadora Geovanna del Carmen Bañuelos De la Torre, propuso establecer mecanismos de transparencia, control, monitoreo y evaluación para que nunca más se desvíen recursos públicos sin la rendición de cuentas; sin embargo, dijo, no se debe generalizar que todos los fideicomisos se han empleado de manera equivocada.

 Sugirió revisar 37 fideicomisos para mantenerlos, pues de extinguirlos se afectaría a sectores a los cuales no se les pude dar la espalda ni traicionar. “Hoy nos asiste la razón, por lo que consideramos que el dictamen en sus términos lacera el bienestar del pueblo de México, por eso votaremos en contra”, anunció.

La coordinadora de la bancada del PES, Sasil De León Villard, afirmó que la operación de los fideicomisos se ha desvirtuado de su origen, ya que se han utilizado para desviar el dinero público.

El senador del PRD, Juan Manuel Fócil Pérez, dijo que eliminar los fideicomisos no resolverá los problemas que existen y existieron en la aplicación del gasto público.

“La extinción de 109 fideicomisos públicos representa un duro golpe a la ciencia, la tecnología, medio ambiente, cultura, salud, derechos humanos, entre otros. Asimismo, pidió dejar de dar pasos hacia atrás con razonamientos mal fundados y mirar hacia el fortalecimiento institucional y la consolidación que todas y todos los mexicanos merecen”, indicó el legislador perredista.

 El senador independiente Emilio Álvarez Icaza asentó: se trata de una reforma restrictiva, retroactiva y regresiva, que atenta contra los derechos humanos. Legislar para eliminar los fideicomisos, aseveró, es “darle la espalda a víctimas, braseros, periodistas, artistas y científicos”.

 “Es una traición a los movimientos sociales que dieron su voto a este gobierno. Van a tener que dar la cara y ya empezaron a pagar los costos de los excesos, errores, soberbia y por no escuchar en Coahuila e Hidalgo”, advirtió.

 Al presentar un voto particular en contra del dictamen, la senadora Claudia Edith Anaya Mota, del PRI, dijo que la reforma justifica la extinción de los fideicomisos para utilizar esos recursos en la atención del Covid-19, pero no hay una proyección del impacto de la pandemia y tampoco existe certeza de a dónde se canalizará ese dinero.

Científicos internacionales se solidarizan contra extinción de fideicomisos

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Ha circulado por diversos medios un documento titulado “Carta en apoyo de los científicos mexicanos” en la que un grupo de más de 700 científicos de todo el mundo de prestigiosas universidades, entre las que se encuentran Harvard, Oxford, Yale, Cambridge, Stanford y el MIT, firmaron este lunes un manifiesto en apoyo de los fideicomisos de ciencia mexicanos, en riesgo de desaparecer por una iniciativa que el Congreso está por aprobar.

Mediante esta carta, los investigadores manifestaron su reclamo a los legisladores pidiendo que “reconsideren su apoyo al proyecto para evitar la extinción de los fideicomisos” ya que “sería un duro golpe a la ciencia y la tecnología en México justo cuando más que nunca el país necesita de su aporte”.

Los fideicomisos “dan soporte económico a proyectos de investigación multianuales, y son pilar fundamental para el mantenimiento de infraestructura, equipo y tecnologías de la información de instituciones académicas de excelencia a nivel mundial”, advirtieron los firmantes.

A principios de octubre, la Cámara de Diputados de México aprobó suprimir 109 fideicomisos públicos con un valor superior a los 68.000 millones de pesos (unos 3.100 millones de dólares) con el objeto de contener el gasto público y evitar la corrupción en estos fondos, aunque la oposición y muchos grupos de la sociedad civil alertaron del riesgo de la decisión.

Aunque el proceso se prevé sencillo ya que el principal impulsor de la medida es el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, y su partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) tiene mayoría también en la Cámara Alta; esta medida implica un riesgo para la investigación científica pues el recorte de estos fideicomisos en ciencia es tendrá un costo aproximado de 24.956 millones de pesos (1.162 millones de dólares) que estaban bajo el amparo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), será discutida esta semana por el Senado para su ratificación.

Los científicos firmantes recordaron a los senadores que estos fondos de investigación científica y desarrollo tecnológico “están constituidos en su mayoría de recursos que provienen de organismos privados, internacionales y multinacionales para fondear proyectos de investigación”, no solo de fondos gubernamentales, que son los que se centralizarían de pasar la iniciativa.

Si se llegasen a suprimir los fideicomisos, se cerrarán las puertas a nuevas aportaciones económicas de este origen para apoyar investigaciones futuras en los centros públicos de investigación. “Nos preocupa que se limitará considerablemente la colaboración con los colegas mexicanos”, clamaron los científicos internacionales.

Este lunes hubo una protesta a las puertas del Senado para evitar la confirmación de esta iniciativa y para este martes, cuando se discutirá el dictamen, se espera un plantón frente al edificio como el que la semana pasada provocó la suspensión de la comparecencia del canciller mexicano, Marcelo Ebrard, ante los senadores.

Por su parte, el diputado federal de Morena por el estado de Veracruz, Julio Carranza Aréas, llamó a no defender lo indefendible pues consideró que está claro y es del conocimiento público, que estos fideicomisos eran esquemas opacos de administración de fondos del gobierno que se prestaban para todo tipo de corruptelas.

“Dejemos de defender lo indefendible y confiemos en el Gobierno Federal, en que no se dejará desprotegidas a las comunidades cuando ocurran los desastres naturales y que se continuará con la política de apoyar a los sectores más desprotegidos de la población como lo han hecho hasta ahora”.

 El Diputado Carranza puntualizó que el Gobierno es el que tiene la obligación de administrar los recursos, diciendo que estos fondos deberán de ser aplicados a cabalidad y sin opacidad, y las garantías para su correcto uso se verán en buena medida en las reglas que se diseñarán para su operación.

“Tomamos la decisión para que sean aplicados directamente y la garantía se está viendo ahorita mismo con la pandemia. Se estaría sufriendo aún más fuerte, si 58 millones de mexicanos no estuvieran recibiendo en estos momentos apoyos directos del Gobierno Federal que sirven para alivianar la crisis tanto de salud como económica generada por el COVID-19”, afirmó.

*Con información de Forbes.

Por qué nos debe preocupar la extinción de 109 fideicomisos

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En conferencia de prensa virtual, el senador del PAN por Aguascalientes, Juan Antonio Martín del Campo, aprovechó para hablar con los medios acerca de la desaparición de los fideicomisos y el actuar del gobierno federal en eliminar diferentes programas y proyectos que se han realizado en las administraciones pasadas.

El compromiso número 37 de los 100 que Andrés Manuel López Obrador planteó en su toma de posesión, tomó forma el 1 de octubre ante la Cámara de Diputados con la presentación para su discusión al pleno el decreto para eliminar 109 fondos y fideicomisos en el país.

Como instituciones fiduciarias autónomas que no dependen del Gobierno, y cada una administraba sus recursos para fines propios programados, el Gobierno Federal ha tomado campaña contra estas instituciones como parte de su programa en combate a la corrupción.

Con la desaparición de estos fideicomisos, más allá de eliminar casos supuestos de corrupción, perjudica estos programas y proyectos de administraciones pasadas que apoyaban el sector de turismo, estancias infantiles, fondos de trabajadores, ente otros.

A esto, el senador Antonio Martín del Campo, manifestó durante la conferencia de prensa el riesgo que implica la desaparición de fideicomisos como el Fonden, pues ante la vulnerabilidad de las zonas afectadas por desastres naturales, el Gobierno Federal tendrá el capricho de otorgar apoyos y estímulos a su conveniencia.

Entre los más afectados, el senador del PAN declaró tu total preocupación por los “atletas de alto rendimiento, a víctimas con violencia, a periodistas, que también estará afectando a lo que la protección de pueblos indígenas, en fin, fideicomisos relacionados con lo que es el medio ambiente y recursos naturales”.

¿Pero qué hay ente líneas?

De acuerdo con Martín del Campo, estas acciones representan un peligro a la soberanía de la democracia ya que, por un lado, en caso de aprobarse, el Presidente junto con la Cámara de MORENA tendrán el control total de los recursos que “serán manejados a los caprichos y antojos de la actual administración”. Con el riesgo de terminar en las campañas del partido de MORENA.

Por otro lado, menciona el poder silenciar cualquier tipo de crítica en contra del Gobierno: “Y también algo muy importante, es el poder callar esas voces que a lo mejor en un momento fueron críticas de otros gobiernos y que lo sabe precisamente el presidente de la República. Esas voces que le ayudaron a él a llegar a la Presidencia, ahora no las quiere reconocer como críticas, y por lo tanto desea tener el control de estos recursos, ya que con esos recursos puede decir ahora sí te doy a ti, ahora no te doy”.

Extinción de fideicomisos: destrucción de valor agregado social

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Al corte de enviar este artículo, la inminente extinción de 109 fideicomisos del sector público federal, con el dictamen aprobado en la Cámara de Diputados bajo estudio en el Senado, mantenía en vilo a diversos grupos, desde la comunidad científica hasta víctimas de la delincuencia, pasando por promotores ambientales o periodistas que enfrentan riesgos para su integridad física. Esperemos pueda hacerse algo para salvarlos y que se haga un análisis más objetivo y responsable sobre el asunto y de cada caso en particular. De cualquier modo, a estas alturas el proceso ya ha dejado lecciones y alertas que debemos atender.

En esencia, se trata de otro episodio decisivo de un corrosivo proceso de desmantelamiento institucional del Estado mexicano. Nuevamente bajo los pretextos de presuntas prácticas opacas, y que los recursos se destinarán al sector salud por el reto de la pandemia, pero sin especificar, se destruye valor agregado y capacidades institucionales no sólo del Estado mexicano, en el entendido de algo que trasciende a un gobierno en turno. La afectación es a activos y capacidades de la sociedad misma.

Si el problema es la corrupción, habría que denunciar e implementar medidas que prevengan la reincidencia. Pero no hay nada de eso, sino la determinación de cortar de tajo proyectos y espacios de actividad pública con cierta independencia, con clara intención de obtener recursos para llenar faltantes de corto plazo y, peor aún, hacer esto desde la discrecionalidad.

Estamos ante la desaparición de ahorros de varios años generados para fines concretos, y, en algunos casos, expropiación de recursos obtenidos por las propias instituciones afectadas (autogenerados o patrimoniales).

El resultado será aún más opacidad que la que se dice combatir. Y lo más probable es que lo tomado no vaya a inversión o a reservas para fondear las actividades que realizaban los fideicomisos, sino para sostener gasto corriente en la emergencia de salud y económica, ante la cual no se ha querido recurrir a alternativas de corte contracíclico, como se ha hecho en casi todo el mundo.

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Imagen: Alto Nivel.

No sólo eso, sino para mantener, sin cambios ni recortes –al contrario– obras no esenciales y de dudosa rentabilidad tanto financiera como social; caso del Tren Maya o la refinería de Dos Bocas.

El total de recursos que se obtendrían con esta extinción será de 68 mil millones de pesos.Dinero y valor agregado acumulado para fines multianuales, no para costear programas sociales sin controles ni transparencia, con visos de clientelismo, y “elefantes blancos” que ni siquiera se puede asegurar si serán concluidos.

Afectados

De consumarse la extinción, la ciencia enfrentará un gran revés, al igual que el cine nacional, la atención de desastres naturales, el financiamiento al campo, el deporte de alto rendimiento, y la protección a víctimas y periodistas, entre otros sectores.

En lo relativo a la promoción del desarrollo y la investigación científica y tecnológica, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología se vería afectado con el golpe a 65 fondos, de donde el gobierno se haría de más de 25 mil 700 millones de pesos que estaban destinados a la investigación. Asimismo, se despoja a 26 fideicomisos de centros de investigación que tenían bajo su responsabilidad recursos por 785 millones de pesos.

Según datos del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, si se suma la extinción de los fideicomisos y los recortes presupuestales, la ciencia y tecnología tendría una situación precaria, con el menor monto de recursos en una década. Seguimos incumpliendo el objetivo legal de invertir como país por lo menos 1% del PIB en este factor clave para el futuro.

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Imagen: Proceso.

En cuanto al impulso a la cinematografía nacional, se vería privado de más de 224 millones de pesos que administraba Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine). Se toman 213 millones del Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento y en cuanto el estímulo al sector agropecuario, a Financiera Rural se le extraerían más de 12 mil 500 millones.

Muy grave: se pone en riesgo la capacidad del Estado de actuar diligentemente ante riesgos y eventos de desastres naturales, al despojar al Fondo de Desastres Naturales (Fonden) de más de 6 mil 800 millones.

Se pretende extinguir el Fideicomiso para el Desarrollo de Proveedores y Contratistas Nacionales de la Industria Energética, del que se extraerían mil 260 millones. Es desaparecer algo que pudiera ayudar al emprendimiento, la innovación y la competencia en un sector clave para el futuro, mientras se favorece la remonopolización vía Pemex y CFE, con su secular ineficiencia. Recordemos que Pemex perdió más de 600 mil millones de pesos en el primer semestre.

También se busca sacar más de mil 800 millones de pesos del Programa de Mejoramiento de los Medios de Informática y Control de Autoridades Aduaneras, un área clave de profesionalización y desarrollo para el perfil de México, con su perfil logístico y de comercio internacional.

Se busca desmantelar el Fondo para el Desarrollo de Zonas de Producción Minera. Desde 2015, las mineras aportan 7.5% de sus utilidades al Fondo, más 0.5% extra si el ingreso es por enajenación de oro, plata y platino. Esto era distribuido entre los estados y municipios mineros para obras de infraestructura. Ahora, esos recursos quedarían para su uso igualmente a discreción del Gobierno Federal, y muy probablemente no necesariamente en beneficio de las localidades donde se genera esa riqueza y la actividad minera afecta a la comunidad.

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Imagen: Buzos de la Noticia.

Obras de rellenos sanitarios, tratamiento de agua y drenaje o alumbrado están en vilo, con afectación directa a decenas de municipios.

Afortunadamente, se paró la pretensión de que se tomara el Fondo de Salud para el Bienestar, lo que era el Fondo de Enfermedades Catastróficas del desaparecido Seguro Popular. Pero el riesgo sigue ahí: son recursos etiquetados para la atención de padecimientos graves y de alto costo de tratamiento, inaccesible para familias pobres. Por ejemplo, cáncer de mama y cervicouterino, cáncer en niños y adolescentes, trasplante de médula ósea, trastornos quirúrgicos y congénitos.

Según especialistas, dicho fondo tenía 70 mil millones de pesos al concluir el sexenio anterior. A inicios del 2020 habría 30 mil millones que ahora pasarían a gasto relacionado con la pandemia.

Distorsiones

El Secretario de Hacienda y Crédito Público ha asegurado que los beneficiarios de los 109 fideicomisos que están por desaparecer no tendrían problemas, pues los recursos se les canalizarán vía el Presupuesto de Egresos. El problema es que no se precisa cuánto dinero de lo que tomarían habrá de destinarse para cubrir otros gastos de gobierno.

El asunto de fondo es claro: apropiación de recursos que ya tenían un fin y reglas de operación, en el marco de un proceso de agotamiento de las reservas financieras de la administración pública, los famosos “guardaditos”. El mal de largo plazo que se hereda con esto es dejar más actividades al arbitrio de los tiempos e intereses políticos en turno.

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Imagen: Código San Luis.

Por ejemplo, los proyectos de investigación científica no pueden sujetarse a los ejercicios presupuestales, para que cada año los responsables vayan a tratar de convencer a funcionarios y legisladores de renovar el fondeo. Se trata de proyectos multianuales e inclusive transexenales. Científicos y académicos no sólo defienden el fondeo, sino la independencia de su administración, con las debidas medidas de rendición de cuentas.

En cambio, queda en evidencia que la administración pública federal enfrenta riesgos no sólo de liquidez, sino de insolvencia, a pesar de todo lo que se ha hecho con la bandera de la “austeridad republicana”, con la que han desaparecido instituciones valiosas y se ha dejado a múltiples funciones sin capacidad operativa, ante recortes de 75% en el gasto.

La justificación del combate a la corrupción o abusos puede ser válida; debe haber áreas de opacidad que permitieron la corrupción. Sin embargo, muchos han sido ejemplares en cuanto a su administración profesional y transparente.

En los fideicomisos de ciencia y tecnología, destacadamente, los recursos han sido auditados y centros de investigación como el CIDE manejan recursos autogenerados. Así lo aceptaron los legisladores en audiencias públicas, por lo que este golpe es, de alguna manera, una traición al formato de legislación abierta y de cara a la ciudadanía.

Se desaparece este tipo de fideicomisos productivos ante la la escasez de recursos causada en gran medida por decisiones equivocadas, pero a cambio, no habría ningún paquete de emergencia para ayudar a los millones de mexicanos afectados por la crisis económica. No tiene sentido.


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Y, finalmente, extinguen fideicomisos públicos

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La aplanadora de Morena se impuso y, junto con los partidos que van con las corrientes del poder, el PES y el Verde, logró que se aprobara en lo general el dictamen para extinguir 109 fondos y fideicomisos públicos los cuales engloban más de 68,000 millones de pesos.

El cómputo fue de 242 votos a favor, 178 en contra y 7 abstenciones. Los partidos que votaron en contra fueron el PAN, PRI, PRD, Movimiento Ciudadano y el PT.

El jueves pasado se suspendió la votación por falta de quorum, y desde este domingo los miembros de Morena advirtieron que no negociarían con la oposición la extinción de los fideicomisos y que buscarían devolverle al Gobierno federal los 68,000 millones de pesos.

La oposición aseguró que los mayores impactos se tendrán en las áreas de ciencia, tecnología, cultura y deportes, y que los recursos irán a parar a los proyectos del Presidente como el Tren Maya, el aeropuerto de Santa Lucía y la refinería Dos Bocas.

Y queda pendiente la discusión de398 reservas que se presentaron,.

Desaparición de fideicomisos sin resolver

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Diputados de la oposición frenaron la propuesta del Presidente López Obrador para desaparecer fideicomisos. La votación se aplaza para la próxima semana.

La votación sobre el dictamen para la desaparición de fideicomisos, la cual elimina la operación de 109 fondos públicos destinados a ciencia, tecnología, arte, cine, entre otros, no alcanzó el registró mínimo requerido de quórum en la Cámara de Diputados, por lo que la mesa directiva levantó el jueves la Sesión Ordinaria y citó para el martes 6 de octubre para una nueva sesión presencial.

Qué cambios implica la reforma sobre fideicomisos

De aprobarse el proyecto de reforma y derogación, se verían afectadas la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Ley de Hidrocarburos, Ley de la Industria Eléctrica, Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, Ley General de Protección Civil, Ley Orgánica de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesquero.

Las modificaciones y derogaciones también implicaría cambios para la Ley de Ciencia y Tecnología, la Ley Aduanera, la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario, la Ley General de Cultura Física y Deporte, la Ley Federal de Cinematografía, la Ley Federal de Derechos, la Ley del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, la Ley General de Cambio Climático y la Ley General de Víctimas.

Además, se abrogan tanto la Ley que crea el fideicomiso que administrará el fondo de apoyo social para extrabajadores migratorios mexicanos, y la ley que crea el fideicomiso que administrará el fondo para el fortalecimiento de sociedades y cooperativas de ahorro y préstamo y de apoyo a sus ahorradores.

El presidente Andrés Manuel López Obrador insistió que su reforma busca combatir la fuga de recursos que los administradores de los fideicomisos han ejercido durante años y aclaró que quienes han recibido beneficios por parte de los fondos y fideicomisos propuestos a desaparecer, seguirán obteniendo recursos y apoyos del Gobierno.

“Decirles a los beneficiarios de los fondos o fideicomisos que estamos pidiendo que desaparezcan, que ellos no van a dejar de recibir sus beneficios”, aseguró el primer mandatario en su primera conferencia matutina de octubre.

Por su parte, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera aseguró ante el Pleno de la Cámara de Diputados que la idea de desaparecer los fideicomisos es que los destinatarios finales de esas estructuras reciban sus beneficios de manera directa, sin ‘sufrir’ de intermediarios. “Voy a ser aún más preciso: los fondos de Conacyt-Sener esos están en la Ley y a través del Fondo Mexicano del Petróleo, permanecen para los fines en materia de investigación e hidrocarburos, sólo que no van a llegar de un fideicomiso, sino a través del presupuesto. Lo mismo pasa para los fondos de protección a víctimas y los fondos para la protección para las personas defensoras de derechos humanos y los periodistas”, explicó Herrera.