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Más de un millón de negocios cerraron en México por la pandemia

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Entre los mayores efectos que trajo consigo la pandemia de COVID-19, se encuentra la crisis económica que golpeó directamente tanto a empresas como a quienes permanecen en el sector informal. En este sentido, durante el año 2020 se confirmó el cierre de puertas de más de 1 millón de negocios.  

De acuerdo con el Estudio sobre la Demografía de los Negocios 2020 (EDN) realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), México ha reportado  1 millón 10 mil 857 de establecimeintos que tuvieron que dejar de abrir. Esto, si se toman como referencia los últimos 17 meses que hay desde el Censo Económico realizado en 2019.

Y es que el Censo del año pasado arrojó que el país contaba con un total de  4.9 millones de establecimientos —a nivel micro, pequeño y mediano—. No obstante, hasta el momento, únicamente el 79. 19 por ciento —equivalente a 3. 9 millones— logró sobrevivir, el resto se fue a la quiebra.

Cabe señalar que del total de negocios que desaparecieron, el 24.92 por ciento pertenecían a Servicios Privados no Financieros. Mientras tanto, los dedicados al comercio representaron un 18.98 por ciento y los de manufacturas un 15 por ciento.

Pese al cierre de todos esos sitios, en los últimos 17 meses que el INEGI tomó como referencia, en el país se concretó el nacimiento de otros 619 mil 443. Dicha cantidad, es equivalente a 12. 75 puntos porcentuales del total de establecimientos que forman parte del escenario mexicano.

86.6 % de las empresas afectadas por COVID-19

Según la segunda edición de la Encuesta sobre el Impacto Generado por COVID-19 en las Empresas (ECOVID-IE), 86.6 por ciento de las empresas mexicanas han reportado alguna afectación ocasionada por la pandemia de COVID-19. Tal situación si se toma como punto de partida  las 1 millón 873 mil  564 organizaciones que registra el país.

El trabajo realizado por el INEGI apuntó que la mayor parte de las empresas afectadas enunciaron que los daños se hicieron notar por una reducción de ingresos. Es decir, alrededor del 79.2 por ciento de las compañías manifestaron una baja en sus recursos con la llegada del virus SARS-CoV-2.

Otra de las manifestaciones de la emergencia sanitaria, recayó en una disminución en la demanda de los servicios o productos que ofrecen las distintas organizaciones. Incluso, los empresarios advirtieron la escasez de sus insumos.

Finalmente y pese a las grandes problemáticas, únicamente el 5.9 por ciento de empresas recibieron algún tipo de apoyo frente a la pandemia. Hasta el mes de agosto del presente año, el 94. 1 por ciento restante permaneció sin ayuda.

Empleo y Remuneración a la Baja

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El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó el pasado 30 de octubre de 2020 los resultados de sus “Índices Globales de Personal y Remuneraciones de los Sectores Económicos” (IGPERSE), con cifras desestacionalizadas a agosto de 2020. ¿Dimensionas de qué tamaño es la crisis?

El Colegio de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Iberoamericana, a través de su Observatorio de Políticas Públicas y Procesos Electorales, se dio a la tarea de analizar estas cifras y concluyó que, en un comparativo anual, los Índices Globales de Personal y Remuneraciones de los Sectores Económicos (IGPERSE), muestran una significativa contracción al integrarse con los resultados del “Índice Global de Personal Ocupado de los Sectores Económicos” (IGPOSE) con -5.4%; el “Índice Global de Remuneraciones de los Sectores Económicos” (IGRESE) con -7.1%; y el “Índice Global de Remuneraciones Medias Reales de los Sectores Económicos” (IGREMSE) con -1.9%.

Estamos en presencia no sólo de un fenómeno de pérdida de empleo sino de una pérdida creciente en las remuneraciones medias reales de los trabajadores en México.

¿Qué hacer en términos de políticas públicas? El Gobierno de México debe redireccionar la inversión pública orientándola a proyectos productivos e incentivos a las micro, pequeñas y medianas empresas que generen empleos formales; y sobre todo, reconciliarse con los inversionistas nacionales dándoles garantías e incentivos para invertir en México.

EN PERSPECTIVA, nuestro gobierno por su propio bien y del país en su conjunto, debe incrementar y dispersar el gasto público, así como impulsar el crédito hipotecario para inyectarle liquidez a la economía local. No olvidemos que la crisis sanitaria y económica es global, así que no debemos poner nuestras esperanzas en la inversión extranjera directa y en el envío de remezas, que sin duda seguirán llegando, pero serán insuficientes para revertir el deterioro del empleo y del ingreso, que como siempre está impactando en primera instancia a la clase media y a la población de más bajos ingresos.

Y tú estimado lector, ¿tienes una mejor idea? Mientras tanto, una recomendación: No esperes a que lleguen los nuevos empleos. Encuentra la manera de generar tus propios ingresos y liquida tus deudas. La recuperación puede tardar varios años.


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Lo que no se mide, no se puede mejorar

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Desde el siglo XIX, el físico y matemático británico William Thomson Kelvin hablaba de la importancia de aplicar parámetros de medición para evaluar lo que hacemos y perfeccionarlo, pues sostenía que: “Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”.

Toda función directiva, proceso de gestión, implementación de políticas o proyectos, en cualquier sector, público, privado o social, tiene como elemento imprescindible la medición, pues sólo con información ordenada es posible adoptar decisiones, diagnosticar, planear y proponer mejoras continuas. 

Sin embargo, a pesar de las ventajas que brindan las mediciones, su potencial no se explota como se debiera, sobre todo en las administraciones públicas.

estadisticas
Imagen: Miniciencia.

En el marco del Día Mundial de la Estadística (20 de octubre), que se celebra cada 5 años, conmemorándose en este 2020, vale la pena visibilizar su valor, pues las estadísticas sirven para medir, porque a través de la recolección, análisis y estudio de datos podemos comparar resultados y comprender el desarrollo de una situación específica.

De acuerdo con la Ley del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica, este tipo de información facilita resultados cuantitativos, a partir de la sistematización de datos primarios sobre hechos que son relevantes para el conocimiento de fenómenos económicos, de gobierno, de seguridad pública, de impartición de justicia, demográficos y sociales, así como sus relaciones con el medio ambiente y el espacio territorial.

Así, por ejemplo, gracias a la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental del INEGI, podemos saber que en 2019, la inseguridad, la delincuencia y la corrupción se consideraban los problemas más relevantes para las y los mexicanos.

La información estadística facilita a los gobiernos y a la ciudadanía un mejor conocimiento de la realidad para plantear políticas públicas que combatan los males nacionales. Por eso, a fin de que sean consultadas por cualquier persona, en las leyes de transparencia se ha establecido la obligatoriedad de su difusión en los portales de información pública, en formatos abiertos para que sean reutilizadas, garantizado su calidad.

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Imagen: Milenio.

La confianza y credibilidad del público en los sistemas estadísticos oficiales es vital para fortalecer su relación con el Estado, tan necesaria en crisis como la sanitaria, económica, social y política que enfrentamos, y más aún en un mundo digital en el que cada vez hay más datos circulando, sin certeza de su procedencia y veracidad.

Las instituciones públicas, en particular, las generadoras de estadísticas tienen el reto de asegurar que la información que proveen sea verificable, oportuna, actualizada, accesible y disponible para la gente, debiendo tener la capacidad de desagregarla a poblaciones con mayor vulnerabilidad (mujeres, indígenas, adultos mayores, personas con discapacidad, entre otras), considerando sus necesidades, para ampliar sus beneficios.

Asimismo, se debe garantizar la producción de estadísticas sobre los distintos campos impactados por la enfermedad de COVID-19, para tener memoria de su comportamiento y efectos, que nos lleven a aprender de la experiencia, para evitar repetir errores y encontrar alternativas de superación.

En las aventuras de Sherlock Holmes de Sir Arthur Conan Doyle, el agudo detective expresaba su necesidad de contar con datos, pues decía que “no podía hacer ladrillos sin arcilla”. La información estadística es justo la arcilla que como sociedad requerimos tener, para que, a través de su aprovechamiento, identifiquemos áreas de mejora e innovación que, a manera de ladrillos, permitan construir soluciones contra los problemas actuales.


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Se ubica índice de inflación en 4.09%, en primera quincena de octubre

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En la primera quincena de octubre el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un aumento de 0.54% respecto a la quincena inmediata anterior, así como una inflación anual de 4.09%. En el mismo periodo de 2019 las cifras fueron de 0.40% quincenal y de 3.01% anual, informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Esta ubicación de la inflación se encuentra arriba del rango objetivo del Banco México (Banxico) del 3%.

“El índice de precios subyacente mostró un alza de 0.14% quincenal y de 4.00% anual, al mismo tiempo que el índice de precios no subyacente se incrementó 1.80% quincenal y 4.34% anual”.

“Al interior del índice de precios subyacente, los precios de las mercancías crecieron 0.12% y los de los servicios 0.17% quincenal”, indica el reporte del INEGI.

Y agrega que los precios de los productos agropecuarios subieron 0.90% quincenal, y los de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno lo hicieron en 2.52%, “como resultado de la conclusión del subsidio al programa de tarifas eléctricas de temporada de verano que se aplicó en 18 ciudades del país”.

El INEGI señaló que los productos que subieron de precio en dicho periodo fueron: nopales, 24.46%; calabacita, 19%; electricidad, 18.86; jitomate, 14.41%, y transporte aéreo 11.99%.

En tanto, el índice de precios de la canasta de consumo mínimo, registró un alza de 0.63 por ciento quincenal y de 4.46 por ciento anual; en el mismo periodo de 2019 las cifras correspondientes fueron de 0.54 y de 2.51 por ciento.

Y se reportó que en cuanto al índice de precios de la canasta básica, éste tuvo un aumento quincenal de 1.06 por ciento y anual de 4.14 por ciento en la quincena de referencia. En igual lapso de un año antes las variaciones fueron de 0.95 y de 1.86 por ciento, respectivamente.

El organismo explicó que ante el estado de emergencia sanitaria originado por el COVID-19, a partir del mes de abril y mientras dure esta contingencia, la medición del Índice Nacional de Precios al Consumidor seguirá utilizando medios electrónicos como el Internet, correo electrónico, teléfono y otras tecnologías de la información para obtener sus cotizaciones, en tanto sea posible retomar la visita directa a los comercios.

Lo que le falta a México: Reducir la pobreza y la desigualdad

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Es prácticamente imposible definir cuál sería el principal problema de México. La problemática de México siempre ha sido multifactorial y la solución a todo lo que le aqueja es igual. Pero no tengo duda alguna que la pobreza crónica y la desigualdad económica y social, las cuales están íntimamente ligadas, se encuentran entre los tres principales obstáculos.

De los diecisiete objetivos de desarrollo sostenible que definió la ONU, el del “fin de la pobreza” es el número uno y no me parece que sea una coincidencia. Es más, en la versión completa del objetivo se parafrasea cómo “poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo” y ésa debe ser la prioridad.

En el mundo entero había alrededor de 780 millones de personas en extrema pobreza (personas que viven con menos de USD$1.90 dólares diarios), es decir, prácticamente el 10% de la población mundial al inicio del año. Con la pandemia, según distintas fuentes, ésta podría subir hasta el 18%, esto es, 500 millones de personas se incorporarán lamentablemente a este grupo. He aquí el primer retroceso en el logro del objetivo uno de las Naciones Unidas en los últimos 30 años y obviamente tal situación se replicará en México.

En el caso mexicano se establece que alguien está en pobreza extrema cuando tiene tres o más carencias de las nueve posibles del índice de privación social, que son: ingreso corriente per cápita; rezago educativo promedio en el hogar; acceso a los servicios de salud; acceso a la seguridad social; calidad y espacios de la vivienda; acceso a los servicios básicos de la vivienda; acceso a la alimentación nutritiva y de calidad; grado de cohesión social; y grado de accesibilidad a carretera pavimentada, según la metodología que ha elaborado el Consejo Nacional de Evaluación (CONEVAL) y que están establecidos en el artículo 36 de la Ley General de Desarrollo Social vigente. Por cierto, ésta es la tercera edición de la metodología.

pobreza y desigualdad infantil
Imagen: Sivakumar S.

Con datos del INEGI, que es la fuente del CONEVAL, en el 2018, último levantamiento total, se hace cada dos años a nivel estatal y cinco a nivel municipal, en México había 9.3 millones de personas en pobreza extrema, el 7.4% de la población y 52.4 millones en situación de pobreza. Es decir, el 41.9% de toda la población. Vale la pena mencionar que entre el año 2008 y el 2018 los porcentajes cambiaron sólo el 4%, lo que es un indicador que se avanzó muy poco en una década.

En adición es interesante comentar que en la misma fecha el 6.9% de la población, 8.6 millones de personas eran población vulnerable por ingresos. En suma, en 2018 había 61.1 millones de connacionales –el 48.8%– de población con ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos, y 21.1 millones –el 16.8% de población– con ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por ingresos.

Como se ve, el problema es mayúsculo y con la llegada del gobierno que encabeza el presidente López Obrador ya las tendencias en el 2019 eran desalentadoras por la falta de crecimiento, la pérdida de empleos y varios etcéteras más. Y con la pandemia, los números serán realmente alarmantes.

Si esto no fuera suficientemente grave, hay que agregar el tema de la desigualdad económica que tenemos en México desde hace décadas, y aunado a las ocurrencias y despropósitos de López Obrador, junto con su 4T, la verdad de las cosas no ha cambiado, ni creo que cambiara.

Para muestra de la desigualdad económica que hay en el país, les puedo decir que el 10% de los más ricos mexicanos tienen prácticamente lo mismo que el 65% del resto de todos los mexicanos.

La distribución por deciles que elabora el INEGI a partir de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) es terriblemente reveladora sobre el hecho.

pobreza inegi
Imagen: Víctor Solís.

El ingreso medio mensual de las familias mexicanas es de $17,676.70 considerando las 2.38 percepciones de los 3.6 integrantes por familia y esto proviene en un 67.3% del ingreso que genera el trabajo, el 15.4% de transferencias (buena parte de remesas), el 11.4% por alquileres, y el 5.9% por renta de una propiedad.

En el primer decil, es decir, las personas con el ingreso más bajo en el país, reciben el equivalente a $101.00 diarios por hogar o $3,037.67 pesos mensuales. En proporción, quienes están en el primer decil, reciben un ingreso promedio 20 veces menor que quienes están en el décimo decil. El ingreso promedio de los hogares del décimo decil es de alrededor de $60,925.00 mensuales. La diferencia de ingreso entre el décimo y el noveno decil es de poco más de la mitad.

Para que una familia mexicana se encuentre en el promedio nacional de ingreso, tendría que estar en el octavo decil que tiene un ingreso de $19,628.00 mensuales.

Los hogares con el menor ingreso reciben apenas el 1.8% del ingreso corriente total, mientras que quienes se encuentran en el décimo decil reciben el 33.6% 

Entre los estados donde los ingresos medios de las familias son más altos están la Ciudad de México, Nuevo León, Baja California Sur, Querétaro y Jalisco. Los estados donde el ingreso mensual promedio por hogar es más bajo son: Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Veracruz y Zacatecas. La diferencia entre Chiapas y la Ciudad de México es de tres a uno.

Y en México hay desigualdad económica, pero también social, educativa, de género, legal, y el largo etcétera que conocemos.

desigualdad salarial
Imagen: Alternativas.

El otro elemento para acabar con el diagnóstico es la movilidad social. México es de los peores países en el mundo en tener movilidad social. Es decir, para que alguien que nació en una condición económica muy desfavorable tendrán que pasar muchas generaciones para que esto cambie. En bruto, 49 de cada 100 personas que nacen en el primer decil ahí se quedarán toda su vida y otros 24 no logran superar la línea de pobreza. Esto significa que el 74% de los mexicanos que nacen pobres se quedarán pobres, mientras que el 57% que nace en una condición de privilegio se quedará en ella el resto de su vida. Recomiendo ampliamente la lectura y análisis del Informe sobre movilidad social en México elaborado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias.

¿Qué hacer para reducir estas brechas? Les aseguro que la idea de regalar dinero de forma mensual a la gente por una u otra razón no cambiará nada en mediano o largo plazo y es sólo un paliativo de corto plazo. No soluciona los problemas estructurales, ni las causas raíz.

La principal solución es dar muchas más oportunidades a quienes nos las tienen, dándoles acceso, por ejemplo, a mejor educación, como lo señale en mi artículo anterior; a mejores servicios de seguridad social y salud, el IMSS y los servicios de salud de los estados dejan mucho que desear y hay enormes áreas de oportunidad. La idea de fortalecer, corregir y mejorar el Seguro Popular hubiera sido mucho mejor que crear el Instituto de Salud para el Bienestar o INSABI. El pésimo manejo de la pandemia provocada por el coronavirus es un botón de muestra de esta afirmación.

En términos de vivienda estoy seguro de que se pueden hacer acciones muy puntuales para mejorar sustancialmente las condiciones en las que vive un alto porcentaje de la población; habría que empezar por donde hay más retraso, como poner pisos firmes o agua potable residencial.

Se requieren inversiones millonarias del gobierno federal y del sector privado nacional y extranjero en los estados con más alta marginación, a través de importantes incentivos para generar miles de empleos de mucho mejor nivel que los actuales. Chiapas, Guerrero y Oaxaca con su potencial turístico podrían hacer maravillas en el corto plazo, por sólo poner un ejemplo.

En resumen, se deben hacer grandes inversiones aplicadas en poco tiempo para lograr mejoras sustantivas.


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Tacos y tortas readecuan forma de medir la inflación en México

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Primero fueron los millennials en 2018, ahora la canasta del INEGI de un nuevo subíndice incluye precios de tacos para medir inflación.

Los cambios en las preferencias de los consumidores han llevado al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) a readecuar su forma de medir el comportamiento de los precios en el país y ahora incluye el precio de taquerías, loncherías, transporte, comunicación y otros productos agropecuarios, en una nueva canasta de bienes y servicios para conformar un subíndice que difundirá a partir del mes de octubre.

Se trata del Índice de Precios de la Canasta de Consumo Mínimo (IPCCM), que tiene el propósito de dar seguimiento a las variaciones de una canasta de referencia conformada por 176 productos y servicios del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).

A través de un comunicado, la institución estadística detalló que los productos que conforman su nueva canasta fueron considerados con base a los bienes y servicios utilizados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) para la medición multidimensional de la pobreza.

“Se retomaron los criterios de la construcción de las líneas de pobreza por ingresos de 2006, basados en dos principios: que su contenido fuera acorde con el consumo habitual de los hogares mexicanos, y satisficieran los requerimientos nutricionales y económicos”, indicó el comunicado.

El INEGI señaló que el IPCCM permitirá medir los cambios en los precios de productos de interés para la sociedad mexicana en componentes alimentarios y de carácter esencial como vestido, transporte, salud y educación.

En su conformación, el nuevo subíndice considerará a los alimentos y bebidas no alcohólicas con la mayor ponderación con el 32.52 por ciento y suma 39 genéricos, seguido de transporte que representará el 15.31 por ciento y cuenta con 9 genéricos.

En agosto de 2018 el INEGI se vio obligado a revisar su base de medición de la inflación por los cambios en los parámetros de gasto en el consumo de la nueva generación conocida como millennials.

Con la integración de esta generación al mercado de consumo, el INEGI incluyó en su base de medición los gastos en servicios para mascotas, costos de mensajería (por compras en internet), leche de soya, tés, herramientas, servicios para el mantenimiento del hogar, lámparas, alfombras y transporte escolar; como lista de gastos básicos.

Para la elaboración del INPC el INEGI considera cinco elementos: la actualización de la canasta de bienes y servicios, los ponderadores que tienen estos bienes y servicios, el periodo de referencia, el diseño estadístico y la cobertura geográfica.

Precios en México al alza, superan objetivo de Banxico

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La presión se agudiza sobre la política monetaria de Banxico con el incremento de la inflación en México durante la primera quincena de septiembre ubicada fuera del rango objetivo.

Los datos del Índice de Precios al Consumidor fueron revelados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) la mañana del 24 de septiembre con una inflación del 4.10 por ciento para la primera mitad del noveno mes del año.

Su bien es el menor avance que el incremento de precios sufre desde la primera quincena de agosto con una variación del 0.16 por ciento, la cifra se coloca por arriba del rango objetivo establecidos por el Banco de México (Banxico) de 3 por ciento, +/- un punto porcentual.

Con una creciente tendencia al alza en la inflación, el Banco de México se ve obligado a revisar su política monetaria para mantener el indicador controlado.

Jonathan Heath, subgobernador de Banxico, estimó a finales de julio que la política monetaria de México no ha terminado su fase expansiva y podría bajar más la tasa de interés y consideró que el ciclo de bajas de la tasa de interés referencial que comenzó en la segunda mitad de 2019 no ha terminado, según una presentación publicada el miércoles 29 de julio.

Banco de México ha recortado la tasa clave en 325 puntos base desde agosto del año pasado hasta su nivel actual de un 5 por ciento, el menor desde septiembre 2016, y algunos analistas prevén que siga bajando el resto del año hasta un 4 por ciento, debido a un débil panorama para la economía local por la crisis del coronavirus.

En su interior, el índice de precios subyacente, aquel que excluye los productos con alto nivel de volatilidad, se ubicó en 3.99 por ciento a tasa anual con una baja del 0.06 por ciento respecto al mes previo.

Los previos de los servicios registraron su incremento más alto desde la segunda quincena de junio al ubicarse en 2.5 por ciento, mientras que las mercancías tuvieron un descenso de 0.04 puntos respecto a la primera quincena de agosto con el 5.36 por ciento registrado.

Cebolla y Chile serrano los más caros del mes patrio

Los productos que registraron un amor incremento en sus precios durante las primeras dos semanas del mes patrio fue la cebolla y el chile serrano con un alza del 23.55 y 12.37 por ciento, respectivamente, seguido por el limón, 7.66 por ciento y el pollo, 1.98 por ciento.

Los estados más lastimados por la inflación

El INEGI detalló que los mayores incrementos en los precios al consumidor se registraron en Coahuila, San Luis Potosí, Sonora y la Ciudad de México. Por su parte. Tlaxcala, Campeche y Veracruz, fueron los menos afectados.

Inflación supera objetivo de Banxico

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Inflación 2020: INEGI reporta incremento del 4.05 por ciento en el INPC

La inflación 2020 está dejando atrás las buenas cifras del año pasado y en agosto el INEGI reportó un incremento del 4.05 por ciento en los precios al consumidor, cifra por arriba de la tasa objetivo fijada por Banxico.

La crisis económica agudizada por la pandemia del COVID-19 en México empieza a reflejar los estragos en las economías familiares que enfrentan una caída en sus salarios y el aumento en los precios de productos básicos al consumidor, lo que oscurece el panorama para la mitad del tercer trimestre del año.

Los datos revelados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) sobre la inflación para el mes de agosto, indican que el índice Nacional de Precios al Consumidor sufrió un incremento del 4.05 por ciento a tasa anual, lo que representó su nivel más alto desde mayo de 2019 cuando se ubicó en 4.28 puntos y un acumulado de cuatro meses continuas al alza.

Inflación en México, agosto 2020

Con esto, la inflación en México se ubica por arriba del rango objetivo fijado por el Banco de México (Banxico) del 3 por ciento, +/- un punto porcentual.

INEGI detalló que el índice de precios subyacente, aquél que excluye los productos con alto nivel de volatilidad en sus precios, tuvo una variación de 3.97 por ciento anual, lo que representó su nivel más alto desde marzo de 2018, cuyo dato fue de 4.02 por ciento.

En su interior, los precios de los servicios se ubicaron en 2.46 por ciento a tasa anual, lo que presentó su registro más alto desde el pasado junio (2.65 por ciento).

El alza en los precios de las mercancías fue de 5.36 por ciento a tasa anual, la mayor desde enero de 2018, cuando se ubicó en 5.78 por ciento.

Por su parte, la balanza no subyacente, que contabiliza los productos que presentan una alta volatilidad en sus precios, como lo son los productos agrícolas o lo combustibles, se incrementó a 4.30 por ciento. Esto es su mayor alza desde el pasado mayo del 2019, cuando subió 5.78 por ciento.

De manera desagregada, los precios de los productos agropecuarios se ubicaron en 8.09 por ciento, mientras que los de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno presentaron una subida de 1.50 por ciento, esto respecto al mismo periodo del año pasado.