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La Agenda Global 2021 y la recuperación de la democracia

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La agenda global exige que la comunidad internacional organizada plantee soluciones a la problemática común de la humanidad y del planeta. Entre estos problemas está la erradicación de la pobreza y del hambre, la reducción de la creciente desigualdad; que se detenga la destrucción de la naturaleza y de los ecosistemas para preservar la vida humana en el planeta; el combate al cambio climático, entre otros objetivos.

Sin embargo, los dramáticos acontecimientos de la toma del Capitolio en Washington nos recuerdan la importancia de recuperar la democracia, bajo ataque en varios países en el mundo. Es necesario preservar las libertades y enfrentar al neo-fascismo, el populismo demagógico y el despotismo que tienen bajo fuego a numerosos sistemas políticos.

Una de las expresiones para solucionar la problemática global es la Agenda 2030 de Naciones Unidas. La Asamblea General de la ONU en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, celebrada del 25 al 27 de septiembre de 2015, aprobó un plan de acción mundial a largo plazo (2016-2030) titulado “Transformar Nuestro Mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible” (Agenda 2030), para erradicar la pobreza y lograr el desarrollo sostenible en tres dimensiones, económica social y ambiental, sin comprometer los recursos de las futuras generaciones.

El surgimiento de la pandemia del COVID-19, a finales de 2019, afectó profunda y radicalmente el cumplimiento de la Agenda. La crisis económica causada o agravada por la pandemia, según diferentes casos, está afectando a todos los segmentos de la población, a todos los sectores de la economía y a todos los países del mundo. Esta crisis dificulta aún más el logro de los 17 objetivos del Desarrollo Sostenible que integran la Agenda 2030.

fuego al capitolio, Trum
Imagen: Político.

De acuerdo con la ONU, el paradigma de desarrollo actual en el mundo es insostenible, debido al lento crecimiento económico, acompañado de grandes desigualdades sociales y de una elevada degradación ambiental. Estos retos deben ser atendidos, por lo que es necesario un cambio en los patrones de producción, energía y consumo sostenibles e incluyentes.

Pero los graves crímenes contra la democracia incitados por el propio presidente Trump son una llamada de atención global sobre la necesidad de actuar para defender a las instituciones democráticas de los ataques a los que las han sometido un conjunto de corrientes populistas, con aspiraciones despóticas y autoritarias, que han aprovechado diversas crisis económicas y sociales para construir alternativas demagógicas, basados en verdades a medias y mentiras completas.

Es claro que en el mudo se viven profundas crisis económicas y sociales que han afectado a muchos países. En tanto que en varios países enormes cantidades de personas han salido de la pobreza, como es el caso de algunos Estados en la región el Asia-Pacífico, en otras naciones en varias regiones en el mundo han tenido décadas de estancamiento económico, persistencia de la pobreza y un dramático incremento de la desigualdad. En varios países desarrollados y en economías emergentes se han vivido 40 años de estancamiento y degradación de los ingresos de amplios sectores de las clases medias.

fin democracia USA
Imagen: University of Rochester.

Asimismo, en muchos países las instituciones políticas se han visto profundamente rebasadas y son altamente disfuncionales. Muchos sistemas políticos se ven dañados por la corrupción, la impunidad y la incompetencia, como es el caso de varios países latinoamericanos. Todo esto se ha dado en el contexto de todavía un  muy elevado crecimiento demográfico y de un acelerado proceso de destrucción de la naturaleza y degradación del ambiente que pone en entredicho la sobrevivencia y viabilidad de la civilización y aún de la vida humana.

Pero la solución a esta compleja problemática no radica, desde luego, en apelar más a las emociones y los prejuicios que a la razón. Se han formado corrientes populistas dirigidas por demagogos que aprovechando el legítimo descontento ofrecen soluciones falsas, diagnósticos simples que buscan destruir estructuras institucionales, muchas de ellas ciertamente mejorables, para instaurar dictaduras. La construcción de una “verdad alternativa” ha sido un rasgo común.

Lo sucedido en el Congreso de Estados Unidos no puede quedar impune. Fue la culminación de un gobierno construido y desarrollado a través de la mentira, fomentando el racismo, el odio y la polarización, apoyado en grupos sociales rurales con poca educación y de fanáticos religiosos. Recordemos que esta agresión sucedió en una de las democracias más antiguas y aparentemente consolidadas en el mundo, en el país que aún es la primera economía del planeta y la más importante potencia militar.

Al respecto, cabe recordar que el gobierno de Trump no ha sido sólo demagógico sino altamente incompetente desde el punto de vista de los intereses de su propio país. Los únicos beneficiarios directos de su administración fueron los grandes intereses corporativos. Al respecto, cabe anotar el testimonio recogido por Heather Cox Richardson, según el cual, Trump vio por televisión y con entusiasmo la agresión al Capitolio, pero sólo lamentó que la apariencia de los agresores fuera de gente pobre y desarrapada.

Trump, odio, asalto capitolio
Imagen: La Razón.

Pero lo más grave de todo es que Donald Trump no es sólo causa, sino también efecto de este fenómeno. Cada vez queda más claro que en este atroz atentado contra la democracia han estado vinculados numerosas personas de diversos estratos sociales, incluida la complicidad de algunos legisladores y de miembros de cuerpos policiacos. El racismo, la xenofobia y el odio están profundamente enraizados en buena parte de la sociedad estadounidense.

La realidad es que los Estados Unidos de América, como muchos otros países, están profundamente divididos.

Es necesario diseñar un modelo de crecimiento para la prosperidad y el bienestar de todos, sin que nadie se quede atrás, pero desvinculado de la destrucción de la naturaleza y de la degradación del ambiente.

Debemos encontrar las soluciones a la problemática global con base en el conocimiento científico y en los avances tecnológicos. Pero es fundamental efectuar estos cambios con el más estricto apego al Estado de Derecho, a través de instituciones democráticas, con pleno respeto a las libertades, base del progreso y del respeto a la dignidad de las personas y a sus derechos fundamentales.

La lucha contra el neo-fascismo y el despotismo va a ser larga y difícil, pero la derrota de Trump es un magnifico indicio de la recuperación de la decencia y la racionalidad.


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Crisis sanitaria arrecia pugna entre Biden y Trump

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Este martes 22 de diciembre, el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden se dirigió al pueblo estadounidense en su mensaje de cierre de año donde resaltó la situación de actual de la pandemia en su país diciendo: ¨Están por venir los días más oscuros en la batalla contra el COVID-19¨.

Biden, quien asumirá el cargo como presidente el 20 de enero próximo, se mostró esperanzado con la vacuna, pero, a su vez, destacó que la pandemia está lejos de ser controlada.

El próximo presidente de Estados Unidos advirtió a la población sobre la actual situación del virus en el país, y alentó a no relajarse y seguir manteniendo las medidas para evitar más contagios.

Pidió a los americanos paciencia, persistencia y determinación para poder vencer al virus del COVID-19.

De acuerdo con la Universidad John Hopkins, en Estados Unidos desde el inicio del año ya son más de 18 millones de personas que contrajeron el virus y 322 mil 851 han fallecido. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que el país norteamericano registró su pico más alto de contagios en un día el pasado 20 de diciembre con 402 mil 2070.

Por su parte, el presidente, Donald Trump también emitió un mensaje a los estadounidenses retomando el tema del supuesto fraude electoral que le dio la victoria a Biden, afirmó que la pandemia fue utilizada como pretexto por los demócratas para promover el voto por correo y perpetuar ¨la más ilegitima y corrupta elección en la historia de Estados Unidos¨.

Trump señaló al partido demócrata en retrasar la aprobación del paquete económico de US$ 900 mil millones aprobado el pasado lunes y amenazó con vetarlo si no aumenta el monto de cheque directo de US$ 600 a US$ 2,000 por persona o US$ 4,000 por pareja, a lo que la presidente de la Cámara de Representantes, la demócrata, Nancy Pelosi respondió, vía Twitter, que el partido al que ella representa está listo para discutirlo esta semana por consentimiento unánime.

Por otra parte, en un comunicado emitido la mañana de este miércoles, el Departamento de Defensa de Estados Unidos calificó de ¨evidentemente falsas¨ las acusaciones de Joe Biden, hechas en el mismo mensaje de cierre de año desde Delaware, sobre que la actual administración de ese departamento no ha ofrecido la información necesaria a su equipo de trabajo que entrará en funciones en enero.

Biden se mostró preocupado por la situación de ciberataques por parte de Rusia y China que han afectado a Estados Unidos.

Pero de acuerdo con un alto funcionario del Departamento de Defensa, el personal del Pentágono ha conducido 163 entrevistas y 181 solicitudes de información por parte de la siguiente administración.

¨El departamento continuará proveyendo la información y juntas necesarias para asegurar la continuidad del gobierno. Como hemos dicho, las reuniones comenzarán a inicios de enero, de hecho, ya las hemos agendado¨, sostuvo el funcionario.

Nada para nadie en EU

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Las encuestas volvieron a fallar y aún no hay ganador en Estados Unidos.

El demócrata Joe Biden no llegó con la victoria tan cómoda como lo indicaban las encuestas; mientras, el republicano Donald Trump se dijo ganador, acusa fraude y amaga con llevar el tema electoral a la Suprema Corte.

La crisis electoral se puede extender hasta el viernes cuando se termine el conteo de los votos que fueron enviados por correo. Por ahora, Biden cuenta con 238 votos electorales y Trump acumula 213, y para llevarse el triunfo se requieren 270.

Los estados que pueden inclinar la balanza son Michigan, Georgia, Pensilvania y Wisconsin, en donde aún falta que se termine el conteo que llegó a través del correo.

Biden ha tomado las cosas con más calma y dijo que el proceso aún puede llevar tiempo y está en buen camino para ganar.

Estados Unidos-China, ¿y los librecambistas mexicanos?

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Como hemos insistido en diversas ocasiones, desde 2018 y particularmente en 2020, las tensiones entre Estados Unidos y China se han incrementado hasta un punto en la actualidad en el que incluso un presidente como Biden poco podrá hacer para “normalizar” las relaciones con China en 2021. Mucho se ha destacado el caso del comercio; menos, pero igual de importante son los aspectos de instituciones culturales, diplomáticas y medidas en el ámbito del control de las exportaciones, de productos tecnológicos y las amenazas hacia fondos de inversión que incluyeran a empresas chinas, así como la amenaza de que empresas chinas que no cumplieran con las normas de auditorías estadounidenses, no pudieran cotizar en Estados Unidos, entre varios otros.

El caso de Huawei es emblemático para comprender la profundidad de la ruptura entre ambos países y, al menos tan importante, las implicaciones para terceros países: Estados Unidos pudiera hoy en día tomar medidas semejantes en contra de cualquier otra empresa y país, con o sin tratados.

Huawei restricciones USA
Imagen: Pasion Movil.

Veamos el caso de Huawei, una de las empresas emblemáticas del desarrollo tecnológico chino y, por el momento, con inigualable capacidad de ofrecer en la actualidad el servicio de 5G (en términos de costos y calidad). Desde 2018 la Administración Trump exigió la extradición de Meng Wanzhou –hija del fundador de Huawei– a Canadá, el proceso sigue en pie todavía. En noviembre de 2019 Estados Unidos pareciera haber cambiado su postura hacia Huawei –probablemente también considerando los servicios que ofrecen sobre todo a las zonas rurales en Estados Unidos–, al ofrecer una Licencia General Temporal para realizar importaciones de componentes estadounidenses requeridos para los múltiples productos de Huawei. En el transcurso de 2020 –y conforme se acercan las elecciones estadounidenses en noviembre de 2020– la postura de la administración pareciera haberse endurecido significativamente de nuevo: su reiterada aparición en las las listas de empresas monitoreadas (entity list) y la exigencia de que estas empresas inicialmente sólo pudieran utilizar insumos y compontes estadounidenses, desde julio incluso que utilizaran software estadounidense, sólo pudiera sobrellevarse si reciben un permiso explícito para cualquier proveedor de Huawei.

Este lunes 17 de agosto el Departamento de Comercio de Estados Unidos escaló aún más el caso de Huawei: ningún proveedor de Huawei podrá ofrecer sus servicios, partes y componentes a Huawei si utiliza software y/o partes y componentes estadounidenses sin contar con el permito del propio Departamento de Comercio. Es decir, Huawei no podrá comprar prácticamente ningún componente o servicio internacional desde el 20 de agosto de 2020 –prácticamente todos incluyen algún componente of software estadounidense, incluyendo fabricantes de semiconductores como TSMC y SMIC– sin el permiso explícito del Departamento de Comercio de Estados Unidos.

conflicto China y Estados Unidos
Imagen: El Cronista.

El caso de TikTok –de la empresa ByteDance– no es de menor relevancia: en cuestión de días la Administración Trump decidió que TikTok también pudiera convertirse en una amenaza para la seguridad nacional estadounidenses, a menos de que fuera adquirida –particularmente sus actividades en Estados Unidos– por Microsoft.

No es difícil imaginarse que la contraparte china tomará respectivas medidas en contra de empresas estadounidenses que China considerara estratégicas.

Estas tendencias, sin lugar a dudas, dan pie a múltiples reflexiones. Me permito aquí sin embargo, llamar la atención sobre el “silencio” de toda una serie de funcionarios, consultores y académicos en México resultantes del período 1988-2019: cientos de directores generales, subsecretarios, secretarios, consultores y demás aduladores de irrefrenables procesos de apertura, libre comercio y liberalización a ultranza en el campo, la energía, manufactura y servicios, ni hablar del comercio exterior. En su primera generación –y bajo el liderazgo de Pedro Aspe Armella y en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM)– todavía contaban con ciertos argumentos académicos relevantes en su momento; las posteriores generaciones se convirtieron en parte del establishment político de las respectivas administraciones y con argumentos crecientemente trasnochados y dogmáticos, con poco conocimiento y actualización en las respectivas temáticas. Pero al fin lograron justificar y defender sus “huesos”: puestos bien pagados, asesorías para el sector público y privado, ahora aprobadas por sus asistentes, etc.

TLCAN Mexico replica China
Imagen: Reporte Índigo.

Llama la atención que este significativo grupo de personas en la actualidad –relevantes en medios, consultorías, incluso en ciertas universidades y hasta secretarías (30 años no pasan en vano)– no ha levantado la voz –desde la perspectiva del libre comercio, por ejemplo–, ni ante la exigencia de la Administración Trump de renegociar el TLCAN, ni ante el “nuevo comercio administrado” impuesto por Estados Unidos desde 2018 internacionalmente y particularmente vis a vis China, y mucho menos ante estas medidas unilaterales de Estados Unidos en contra de empresas específicas en 2020 (Huawei, TikTok, etc.). Las implicaciones de estas medidas unilaterales implicarán una profunda disrupción del comercio internacional, olvidémonos del libre comercio y otros argumentos esgrimidos desde finales de 1980.

Las discusiones de estos grupos –hasta el reciente proceso de reformas energéticas– parecieran distar de interés académico y hasta ideológico y concentrarse meramente en su interés monetario y hasta personal, como lo demuestran las recientes denuncias del “Sr. L.”, ¿será?


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Sueños para alcanzar el espacio

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A la memoria de Luis Bosch
(Un niño eterno corriendo, andando en moto,
sonriendo y abrazando al mundo).

El futuro: el universo palpable

En días pasados, en medio del encierro, salimos del planeta: despegamos y visitamos la Estación Espacial Internacional; vimos en la lejanía nuestra azulada, redondeada  y nebulosa tierra, llena de una aparente vida pacífica que entre nubes oculta la infamia y la épica de nuestra humanidad: su empatía y su lucha por la conquista del mundo y del otro. Al dejar la mesosfera, entre destellos de estrellas, descubrimos nuestra pequeña estatura en el universo infinito.

Si Julio Verne hubiera estado sentado junto a mis hijos estoy seguro que, como ellos lo hicieron, hubiera creado una nueva nave envuelta en una ficción igual de sorprendente. Los niños comenzaron a jugar con cartón y palos, cintas y papel aluminio. Elías descubrió su ingeniero aeroespacial y se envolvió con cinta plateada para protegerse de los polvos cósmicos, me dio instrucciones de cómo ir armando la nave: cada parte era un compartimento secreto. Con la naturalidad del locutor que ve lo extraordinario y lo lleva a lo cotidiano, Jerónimo narró cada momento de esa epopeya: un meteoro se estrellaba en el fuselaje y nos sacudía; un planeta a la derecha tenía anillos y polvo cósmico; un cometa por encima de nosotros elevaba la temperatura y teníamos que apretar un botón para regularla;  la fuerza de aquel planeta nos jalaba a su centro, chocábamos y veíamos colores de gases salir de sus carcomidas superficies. La suya era una obra de ingeniería perfecta, más rápida y resistente que la imperfecta maravilla de la pantalla que proyectaba Space X, pues nos llevó a Júpiter y Saturno, se metió a un hoyo negro y juntos salimos ilesos en muy poco tiempo. El tiempo del juego, al igual que el tiempo sagrado, envuelve con su luz y hace de un segundo varios años; de varios años luz de la imaginación se logra un destello de vida en el limitado confinamiento terrestre. El tiempo infinito de la magnífica aventura del juego deforma el presente: es como un telescopio que agranda la vista y nos acerca a objetos distantes o como un caleidoscopio que llena de colores una vida monótona.

la luna, julio verne
Ilustración: ABC.es.

Los niños nos lo enseñan a diario: el futuro sin sueños no existe. Somos una especie que sueña, que piensa el futuro y al imaginarlo lo crea. La historia de la humanidad es también la historia de nuestros sueños, de cómo los llevamos a cabo. Los visionarios imaginan los sueños y los hacen realidad. Si hay algo sagrado es el soñar.

El pasado: la conquista del universo distante

A mí no me tocó vivir cuando Neil Armstrong pisó la Luna. Siempre lo imaginé como un momento mágico; lo más cercano en mi niñez fue ver volar al Challenger y lo vimos desaparecer en un helicoide humeante y triste: una ilusión encendida en llamas.

Recuerdo cómo el mito del espacio se hizo más grande con el tiempo. En la alcoba de la vieja y  apacible casa de mi abuela en Tuxpan, Jalisco, ella resguardaba los libros viejos de mi tío el arqueólogo. Una vez me atreví a entrar –sin que ella se diera cuenta y tomé la llave que estaba oculta tras un frasco lleno de alacranes macerados con alcohol y marihuana (diseñados para espantar las almas y curar los males)–,me recosté en la cama de mi ídolo, abracé un Cantinflas de peluche que tenía junto a la almohada y comencé a ojear sus libros. Me sentía un pirata profesional y silencioso, asaltaba el mejor tesoro de la región. Me llamaban la atención aquellos libros de cuero, de papel ajado y pastas duras, de guardas marmoleadas y enigmáticos patrones: cafés, rojos y azules que te llevaban a un acto hipnótico al abrir el libro. Agarré uno al azar. Me atraparon una foto de un daguerrotipo lunar y una fecha remota: 1890. Tomé el libro en conjunto con una cuenta perforada, que no sabía lo que era pero que estaba acomodada con detalle sobre el librero, encima de un basalto poroso y simple, un metate. Ahí yacía esa cuenta blanca y ajada, parecida a un onix viejo y pulido pero cacarizo que semejaba a esa luna del libro que acababa de atesorar. Me pareció un acto poético tomar ambos, pues para mí la cuenta de piedra era un símbolo: como tener un pedazo de la luna en la tierra. Simplemente puse en mi ojo la cuenta y por el orificio simulé un telescopio para mirar a su madre, la luna. A ambas las guardé y atesoré. Nunca nadie supo hasta que estaba en la prepa que confesé aquel crimen a mi tío. Él sonrió y me preguntó si me había gustado el libro. 

Aprendí de la Luna con teorías viejas. Se hablaba de posibles lagos en su zona posterior, que eran pura imaginación, pues fueron los rusos en 1957 que por vez primera le tomaron una foto y le ganaron una apuesta al francés Henri Maire, el famoso productor de vinos, quien les tuvo que enviar botellas de Champagne, casi contrabandeadas para cruzar la muralla que dividía al mundo capitalista del socialista, y resarcir así su deuda con los descubridores. En el libro de la luna se describía a sus cráteres con el mismo misterio que yo veía la luna o con el mismo misterio de la foto creada en la expedición Rusa del 57, que semeja más a una radiografía del hermoso universo interior del útero de una embarazada, que al retrato escultórico de un astro galáctico.  La astronomía se quedaría en mi mente con ese viejo libro, pues de vez en cuando abría mi cofre del tesoro y lo olía y veía sus grabados.

la luna, espacio
La primera imagen de la parte posterior de la Luna, año 1959 (fuente: Museo Kosmos).

Cuando muchos años después visité Moscú (como parte de una expedición arqueológica)  me hospedaron en el hotel Cosmos y no quise desperdiciar la oportunidad: tenía un día para ir a ver a Laika. Siempre me pareció intrigante conocer su historia. La primera perra que orbitó la Tierra. Sé que fue sometida a pruebas, rescatada de la calle fría y hostil del invierno moscovita porque eso era ya prueba de su fuerza. Después de arduos entrenamientos sería lanzada al espacio. Se describió, años después, que la heroína Laika murió al sexto día, cocinada dentro de la lata intergaláctica, con temperaturas altas y sin la gravedad que la pusiera en el suelo. Una muerte volátil y gaseosa. Aquel acto fue una continuidad de la historia bíblica en la que el dios judeocristiano da permiso para jugar con los animales domésticos y salvajes. Ellos fueron creados, cuando dios dijo “quiero que haya en la tierra todos los seres vivos” y acto seguido crearía al hombre diciendo: “hagamos ahora al ser humano tal y como somos nosotros. Que domine a los peces del mar y a las aves del cielo, a todos los animales de la tierra, y a todos los reptiles e insectos”.  Al parecer su designio dictó desde hace milenios ese poder para dominar a tal profundidad a los animales que llegaríamos a sacarlos de la tierra y jugaríamos con ellos en el espacio. La imagen de Laika es un instante de ese infame acto de imperfecta humanidad en el que la ciencia parece estar más que justificada, pues la religión le dio permiso. Los rusos lanzaron varios perros: algunos regresaron con vida a la tierra y se resguardan en el museo Cosmos.

La narrativa del museo Kosmonautiki en Moscú es una narrativa heroica y nacional heredera de finales del siglo XIX: en ella se describen los logros de la conquista espacial como una fuerza conjunta de una nación poderosa e industrial: oda a los elementos funcionales de la epopeya humana. Metal, materiales fuertes, diseños firmes, hombres estoicos. Una muestra flamante del estoicismo soviético es un electrocardiograma tomado a Yuri Gagarin 35 minutos antes de que se convirtiera en el primer hombre en orbitar la Tierra. Su ritmo cardiaco no presentaba excitación alguna. Se monitoreo su corazón antes, durante y después: la emoción no invadió a la razón.

El presente: el turismo espacial

El sábado 30 de mayo en que junto con mis hijos vimos el despegue de la cápsula Dragón de Space X, llamó mi atención su narrativa: contraria al estoicismo y funcionalidad soviéticas, la narrativa empresarial norteamericana ve al sentimiento como el cemento de la memoria. En el mundo-imagen, en el mundo streaming: no nos despegamos de la pantalla. Vivimos lo que los astronautas iban viendo en tiempo real. Sus trajes, ya no eran esas deformes lonas gruesas e impenetrables; la moderna estética diseñada por el mexicano José Fernández quien también diseñó los trajes de otros superhéroes como Batman, Superman, los X-Men– es una estética de una era espacial comercial: muestra de una nueva narrativa cósmica de la modernidad humana, llena de sensibilidad y estética.

George Méliès, la luna
Película “Viaje a la Luna”, George Méliès, 1902.

Cada escenario y comentario de la nueva narrativa espacial va dirigido a promover la conquista comercial del espacio. Las narrativas nacionales fueron rebasadas por las empresariales. Cuentan que cuando Space X se acercó a José Fernández y le habló de crear un traje espacial para la compañía, éste pensó que era para un nuevo film. Entonces el escultor de vestidos había ya diseñado varios cascos (el de Thor, algunos para el líder de los Black Eyed Peas y muchos más); el equipo de la empresa aeroespacial le solicitó terminar su propuesta en dos semanas, él sólo se comprometió a tener un casco. En la licitación otros cuatro mostraron ofertas de trajes y diseños, pero cuentan que sólo el casco de Fernández capturó a Elon Musk. Una vez creada la obra, que tardaría seis meses en ser ideada, el traje pasó un proceso de ingeniería inversa para pasar del prototipo estético a la realidad mundana de las cualidades funcionales. Un camino inverso al de los rusos. El New York Times sacaría un artículo en el que diría que esos trajes son como smokings para el espacio  (SpaceX Suit Is Like a Tuxedo for the Starship Enterprise: It also may herald the return of wearable tech). El titular se basa en el hecho de que Elon Musk dijo algo así al ver el diseño de Fernández: “Cualquiera se ve mejor con un esmoquin, sin importar su tamaño o forma… cuando las personas se pongan este traje espacial se verán mejor que sin él, como en un esmoquin, se verán heroicos”.

Por momentos, en la transmisión de la NASA pequeñas cápsulas casi de infomerciales interrumpen las imágenes para narrar los proyectos futuros. La reutilización de las partes de las naves es un pensamiento económico y no de grandeza ni de poder. Se pasa del poder como símbolo de fortaleza y monumentalidad, al poder hacer como símbolo de pequeños hitos. En el desperdicio del pasado se entierran las naciones en su lucha por la hegemonía; en la reutilización y reciclaje del presente, cada parte se conecta con la misión comercial con el mero objetivo de maximizar recursos para llegar a la meta. El primer hito es que la parte con la que despega la nave regrese a la Tierra, éste se logró ya más de cuarenta veces con el Falcon 9 de Space X.  El segundo hito fue regresar carga de la Estación Internacional: también ya se logró. El tercer hito está por ocurrir y es que la primera misión tripulada regrese de la Estación Internacional. Ya en un par de años se planea tener en la Estación Espacial Internacional habitaciones para huéspedes, sólo costará cerca de cincuenta millones de dólares el asiento o tal vez menos, pues desde la entrada de las empresas a la carrera espacial el costo por asiento se ha reducido en un 30%. La promoción comercial del espacio fomentará y subsidiará la exploración científica, las miradas de Musk y de la NASA están en Marte. La comercialización del espacio es el medio para llevar la primera tripulación humana al planeta rojo. Ese logro, se calcula, será un trayecto de entre cuatro a seis meses. El japonés Yusaku Maezawa, ya se anunció, será el primer pasajero comercial que llegará a la Luna en el 2023.

La mcdonalización  de la carrera espacial permite a una nación en declive rescatar su gran obra: las empresas globales. Detrás de las narrativas se descubre el arte de tejer símbolos y zurcir sueños; el arte de ejecutarlos. Hoy esos sueños se tejen con la urdimbre de las reglas del mercado, pues éste, ya lo ha demostrado, se mete como el agua y perfora todos los rincones de la tragedia y de la epopeya humana.

Rmedios Varo, la luna
“Papilla estelar”, Remedios Varo,1958.

¿Dos narrativas la del mundo nación y la empresa mundo?

Cada cultura imprime en sus héroes y en su historia un sello que es como una huella digital, en sus narrativas se imprimen sus valores, su tiempo, sus paradojas e ideales. Esto me quedó más claro en la clase de Antropología y Literatura, cuando mi maestro comenzó con el puño arriba, como dando un golpe en el aire pero moviéndose más lento que un perezoso. Se desplazaba hacia el frente como en una órbita de en un silencio profundo y mirada extraviada: había logrado nuestra atención, pues veíamos estupefactos su lento movimiento y pensábamos que se había vuelto loco. Entonces dijo: “La narrativa del tiempo es distinto en cada cultura, así se mueve Dragon Ball, he aquí el tiempo japonés”.

El sueño de poblar el espacio no es un nuevo destello en la imaginación humana. Es, más bien, un deseo constante que hemos tenido a través del tiempo. La historia de Friederich Arturivich Zender es una muestra pequeña inmortalizada en las salas del ya mencionado museo del Cosmos. En 1920 en una conferencia que dio Zender –uno de los ingenieros inventores de la propulsión a chorro– habló de la posibilidad de poblar Marte y de viajar a Venus. Fue un creyente de la misión espacial Soviética: llamó a sus hijos Mercurio y Astra. En aquella conferencia, su temor no era la conquista de aquellos planetas, sino llevar la miseria humana a vivir más allá de los confines de la Tierra.

Un camarada de Zender, el diseñador en jefe Sergei Pavlovich Korolyov, cuarenta años después que el ingeniero, hacía una lista de las profesiones que deberían de poblar las superficies de la Luna, de Marte y Venus. Decía que no sólo se necesitarán pilotos, ingenieros, científicos y médicos, sino también periodistas y pasajeros en el espacio. La narrativa soviética presenta los sueños atados a los presupuestos y planes nacionales. La disciplina de hierro forjó hombres con grandes sueños que siempre iban atados a un gran plan maestro. A las misiones espaciales se les llamaba conciertos, como en las sinfónicas, pues había que orquestar a toda una nación.

Elon Musk, un sudafricano brillante, emigró a Canadá a los diecisiete años. Estudioso y disciplinado, ha logrado el sueño americano. En Estados Unidos hizo su doctorado y fundó sus negocios. Sus empresas: Tesla, The Boring Company, Space X, OpenAI, Neuralink tienen algo en común más allá de que él sea su principal accionista, persiguen en conjunto un propósito: evitar que la humanidad se extinga  a sí misma. Space X es la encargada de mostrar que es posible llevar a la humanidad a una vida interplanetaria. Tesla ha demostrado que una energía más limpia y menos dañina puede salvar al planeta de la plaga automotriz con un menor impacto en el ambiente. Autos que se manejan sin conductor, autos que dejan una menor huella de carbono; The Boring Company, una empresa encargada del diseño de caminos subterráneos se enfoca en imaginar la ciudad sin tráfico, en descongestionar los centros urbanos, pues imaginar autos voladores es imaginar una humanidad estresada por la contaminación visual y auditiva.

la luna en el espacio
Imagen: Xataka.

Musk sabe que si logra el sueño de Tesla, entonces la economía de viajar en coche será más viable que el transporte público y eso creará más congestión: es un visionario que ve los problemas que crearán sus soluciones y construye las soluciones a dichos problemas. Musk es uno de los hombres más ricos del mundo y un emprendedor incansable. Su narrativa, sin embargo, aunque reitera el sueño americano, deja abierta hoy una posibilidad: la de las empresas globales y conscientes. Su mente está en la trascendencia de una humanidad que ha destruido su entorno, pero está intentando con la tecnología y la ingeniería transformar elementos de la miseria humana en una epopeya que es la ficción del presente.

En la transmisión de Space X salió el vicepresidente de Estados Unidos a dar un discurso. Trump lo nombró el presidente del Consejo Nacional Espacial. Dicen en una frase el proyecto: “America is leading again in Space”. La narrativa hegemónica de los imperios se pone nuevamente en el mapa. Pence dijo que era un honor hacer historia y poner astronautas americanos con naves americanas en el espacio. Durante décadas la misión espacial estaba dormida, pero con Trump se revive la grandeza americana. Con la ilusión de encontrar un sueño de unión que sobrepase el escenario de la pandemia social y sanitaria que se vive el día de hoy por el coronavirus y por el asesinato de George Floyd. El discurso de Pence busca encontrar un futuro común en la nación más poderosa del mundo.

Por su parte, el presidente Trump dio un discurso en el que se dibuja un mundo maniqueo entre la ley y el orden, y el caos y el desorden. Lamentando lo ocurrido en Minnesota, como un acto equívoco, revela la grandeza americana en la fuerza pública. Un discurso que intenta poner al mundo entre fuerzas de izquierda, caóticas y violentas, y de derecha, de orden y paz.

La duda que se desprende es si Musk gravita su sueño dentro de los confines de la narrativa hegemónica norteamericana, o si más bien con pragmática solidez crea la narrativa de una empresa global, liderada por inmigrantes de raíces diversas que crean hoy las nuevas narrativas de empresas globales. ¿Estamos viendo el declive de la narrativa nacional o su resurgimiento?  En política nada es casual: es año electoral. Veamos hacia dónde nos lleva la narrativa de Space X.

Elon Musk no salió con el presidente y el vicepresidente para hablar de la sociedad entre la NASA y su empresa. El silencio a veces es un gesto que comunica más que el discurso. La duda de su narrativa sigue en órbita.


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China y Estados Unidos: tensiones in crescendo

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Hemos insistido en esta columna que es fundamental comprender que las tensiones entre Estados Unidos y China se mantendrán en el largo plazo, y mucho más allá de las comerciales. Un par de aspectos son relevantes al respecto.

Primero. Todo indica que las tensiones irán en aumento entre ambos países y por lo menos hasta las elecciones en noviembre de 2020 en Estados Unidos. Los frentes en estas tensiones son múltiples: de la Organización Mundial de la Salud en plena crisis global del COVID-19 –con la seria amenaza de la Administración Trump de retirar su financiamiento a la OMS–, al cierre de Institutos Confucio en Estados Unidos ante presiones por parte del Departamento de Estado, así como el retiro de visas a periodistas, tensiones con respecto a Taiwán y el apoyo militar de Estados Unidos y ni hablar del comercio y el caso emblemático de Huawei. Las acusaciones por parte de la Administración Trump del “virus chino” y de su creación en laboratorios chinos –con la explícita amenaza de solicitar reparaciones– también es de la mayor relevancia ante la pandemia global.

Donald Trump y Xi Jinping
Donald Trump y Xi Jinping (Imagen: Financial Times).

Segundo. Ya habíamos analizado a detalle que “la tregua comercial” acordada entre Estados Unidos y China, el 15 de enero de 2020, era “ilusa”: China se comprometía a incrementar sus compras estadounidenses hasta en un 400% en un grupo de rubros agrícolas durante 2019-2021; ante la crisis del COVID-19 y el desplome del comercio internacional y particularmente entre Estados Unidos y China, los acuerdos de enero son absolutamente imposibles. Sería entonces completamente comprensible (sic) que la Administración Trump no esperara hasta 2022 para llegar a esta conclusión, sino que utilizara el argumento desde ya en el ámbito de la campaña electoral.

Tercero. Desde inicios de 2020 ambos países vienen restringiendo e imposibilitando que periodistas chinos en Estados Unidos y estadounidenses en China ejerzan sus labores bajo la calidad migratoria específica: el Departamento de Estado en marzo de 2020 exigió que un máximo de 100 periodistas chinos obtuvieran visas con tal fin –con lo que alrededor de 60 periodistas chinos perdieron esta calidad migratoria–; China canceló la visa de prácticamente todos los periodistas del New York Times, Washington Post y Wall Street Journal y el 9 de mayo de 2020 la Administración Trump volvió a escalar el tema:  periodistas chinos que trabajaran para empresas no-estadounidenses (sic) obtendrían una visa de trabajo de máximo 90 días. El tema es muy significativo, ya que el conocimiento directo entre ambos países se restringe signficativamente y dependerá crecientemente de terceras fuentes informativas.

Cuarto. El caso de Huawei, desgraciadamente, sigue haciendo olas y estando en el centro de las tensiones EEUU-China. Si bien las tensiones entre Huawei y Estados Unidos iniciaron formalmente al menos el 1º de diciembre de 2018 con la detención de Meng Wanzhou, alta funcionaria de Huawei e hija del dueño de Huawei, Ren Zhengfei, éstas han continuado al día de hoy: apenas el viernes 15 de mayo de 2020 el Departamento de Comercio de Estados Unidos exigió una licencia de exportación para cualquier empresa proveedora de semiconductores de Huawei, cuyos productos contaran con software o diseño estadounidense y/o de origen estadounidense.

Ren Zhengfei y Meng Wanzhou
Ren Zhengfei y Meng Wanzhou (Fotografías: CNN).

Esta nueva ley, a ser implementada desde el 29 de junio de 2020, es mucho más restrictiva que medidas anteriores –orientadas a fabricantes de semiconductores estadounidenses– y afecta a buena parte de la red de proveeduría de Huawei, incluyendo a empresas de Taiwán (TSMC) y de otras nacionalidades, con repercusiones para otras potenciales empresas en el futuro bajo el argumento de la “seguridad nacional” (estadounidense). El objetivo es explícito: impedir el éxito de Huawei con su tecnología 5G como baje global de las telecomunicaciones en el corto y mediano plazo.

Quinto. Apenas el 11 de mayo de 2020 la Administración Trump ordenó a un fondo de inversión de trabajadores del gobierno federal (TSP) de Estados Unidos no invertir en acciones chinas: las implicaciones para los flujos financieros –también de China en Estados Unidos– pudieran ser dramáticos en el corto plazo.

china y estados unidos
Ilustración: El Finaciero.

Todo lo anterior invita a examinar la relación EEUU-China como una relación entre dos grandes economías en plena competencia y con implicaciones mucho más allá del comercio. Es también de la mayor relevancia contrarrestar las “ilusas” opiniones de medios, funcionarios y organismos empresariales que insisten que México “automáticamente” se verá inundado por inversiones chinas ante estas tensiones. No existirán tales inundaciones y no se verifica empíricamente al día de hoy y hasta que las autoridades mexicanas –SHCP, SRE y Secretaría de Economía– no se tomen en serio la relación con China y consideren e implementen las ya existentes y propuestas agendas estratégicas México-China.


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Las Naciones Unidas, el cambio climático y Trump

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António Gutérres, Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, expresó un importante mensaje previo a la inauguración de la Cumbre sobre el Clima celebrada en Madrid en diciembre pasado.

En este mensaje Gutérres expresa su profunda preocupación por la amenaza climática que pone en riesgo el futuro de la humanidad en su conjunto. También manifiesta su esperanza de que la sociedad internacional reaccione ante la creciente, progresiva y cada vez más acelerada destrucción de la naturaleza y el ambiente. Su esperanza se basa en que la ciencia y la tecnología nos dan los medios para revertir la situación que vive el planeta. Asimismo, expresa su optimismo por el creciente activismo de los jóvenes frente al cambio climático.

Retomo algunas de las ideas que expresó Gutérres en el evento referido. Para él, la naturaleza está enojada y nos engañamos si creemos que podemos engañar a la naturaleza, porque ésta siempre contrataca. El mes de julio (2019) fue el mes más caluroso de la historia. De junio a agosto fue el verano más caluroso del hemisferio norte y el segundo invierno más caluroso del hemisferio sur; los años 2015 a 2019 han sido los más cálidos desde que se tiene registro. Si no cambiamos urgentemente nuestras formas de vida, ponemos en peligro la vida misma. Los mares están aumentando de nivel y los océanos se acidifican; los glaciares no paran de derretirse y los corales de blanquearse; las sequías se extienden y los incendios forestales arden; los desiertos continúan expandiéndose y el acceso al agua disminuye; las olas de calor son abrasadoras y los desastres naturales se multiplican.

Donald Trump y Antonio Gutérres
Antonio Gutérres y Donald Trump (Fotografía: CBS News).

Refiere Gutérres numerosos desastres naturales que califica de apocalípticos, a lo largo y ancho del planeta, para aseverar que cuando vemos imágenes de los mismos no sólo estamos viendo daños en lugares remotos. Estamos viendo el futuro si no actuamos ahora.

El Secretario General de Naciones Unidas añade que nuestra generación ha fallado en su responsabilidad de proteger al planeta. La emergencia climática es una carrera que estamos perdiendo pero que podemos ganar. Añade que ya existen sustituciones tecnológicas disponibles para más del 70 por ciento de las emisiones actuales y que tenemos la hoja de ruta, que es la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París sobre Cambio Climático. Pero requerimos transformaciones fundamentales para todos los aspectos de la sociedad, desde cómo cultivamos alimentos, usamos la tierra, efectuamos el transporte y desarrollamos nuestra economía. Es claro al afirmar que necesitamos vincular el cambio climático con un nuevo modelo de desarrollo, una globalización más justa, con menos sufrimiento, más equidad y armonía entre las personas y el planeta.

Además de las palabras de Gutérres, los organismos y agencias especializadas de las Naciones Unidas y centros de investigación científica revelan que entre 2015 y 2019 se ha acelerado el cambio climático. En este periodo se ha incrementado la concentración sin procedentes de gases de efecto invernadero. Para la Organización Meteorológica Mundial (OMM), los indicios del cambio climático y sus efectos, como el aumento del nivel del mar, el derretimiento de los hielos y la aparición de fenómenos meteorológicos extremos, se intensificaron en este periodo.

En suma, son numerosas las evidencias de que el problema de la progresiva destrucción de la naturaleza y el ambiente se agravan.

calentamiento global, cambio climatico
Fotografía: France 24.

Por una parte, hay indicios claros de que podemos detener la destrucción del planeta. La ciencia nos dice cómo, la tecnología nos da los elementos, la comunidad científica y las Naciones Unidas, así como buena parte de la opinión pública internacional, algunas empresas, los gobiernos de varios países europeos y algunos actores financieros lo entienden.

Por otra parte, la Cumbre de Madrid de diciembre de 2019 fracasó en su intento de aterrizar varios aspectos del Acuerdo de París. Asimismo, cabe referir que después de la exoneración del presidente Trump por parte del Senado estadounidense, en el juicio político promovido por los demócratas y ante su posible reelección, el panorama internacional de la lucha por revertir el cambio climático y dejar de destruir la naturaleza se complica, por la enorme importancia de la economía de Estados Unidos.

Durante su administración, el presidente Trump, con el apoyo de los republicanos en el Congreso, se ha centrado en la eliminación de leyes y reglamentos que contienen normas ambientales que considera gravosas para la industria de combustibles fósiles y para otras grandes empresas.

Un análisis del ‘New York Times’ basado en una investigación de la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard y de la Facultad de Derecho de la Universidad de Columbia, así como de otras fuentes, revela que 95 leyes y reglamentos ambientales fueron revertidos. Estas medidas comprenden ámbitos como las emisiones de gases de efecto invernadero; otros aspectos de la contaminación atmosférica; cuestiones vinculadas con la extracción y producción de hidrocarburos; construcción de infraestructura; protección de flora y fauna; deshechos tóxicos, contaminación del agua, entre otros. En ocasiones, la estrategia ha sido emitir una norma para demorar la aplicación de una medida y luego una norma sustantiva final.

cambio climatico

Cabe referir que numerosas medidas de Trump han sido cuestionadas en los tribunales, sin embargo, la actitud del gobierno de Trump ha sido clara y con frecuencia catastrófica para proteger a la naturaleza en su país y con graves consecuencias internacionales. Por citar un ejemplo, los retrocesos ambientales de la administración de Trump podrían aumentar significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero y provocar, entre muchas otras consecuencias, miles de muertes adicionales por la mala calidad del aire cada año, según un informe preparado por el centro de Impacto Ambiental y Energético de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York.

Los especialistas se refieren a 9 límites naturales del planeta, los cuales están siendo rebasados, poniendo en riesgo las condiciones que han permitido la vida humana en la Tierra. El cambio climático es uno de ellos. Pero a pesar de la evidencia científica, y de los avances tecnológicos, así como de consensos sociales, la lucha por un mejor destino de la humanidad se ve aún difícil y compleja. Por eso hay que multiplicar los esfuerzos por una vida más digna para todos.


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Otra de las mentiras de Trump en Davos

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El talón de Aquiles de la economía mexicana es el comercio exterior de bienes y servicios, porque somos estructuralmente deficitarios: el valor de nuestras exportaciones es muy inferior al de lo que importamos, a excepción del comercio con Estados Unidos.

Mucho de lo que será el 2020 en materia económica, dependerá de las perspectivas globales y, sobre todo, del desempeño del vecino; Trump dijo en el Foro Económico de Davos que “Estados Unidos está en pleno boom económico, como no se ha visto nunca antes en el mundo”. Una más de sus grandes mentiras.

En una réplica inmediata al discurso de Trump, el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, criticó su versión “totalmente errónea” y que evadiera el tema toral del cambio climático.

En lo que Trump tiene razón es en que las ganancias bursátiles están al alza; el grave problema estadounidense es que las utilidades que generan las actividades productivas van a la baja.

Donald Trump con Klaus Martin Schwab
Donald Trump con Klaus Martin Schwab, presidente ejecutivo y fundador del Foro Económico Mundial (Fotografía: CNN).

Para Goldman Sachs o BlackRock –corporaciones financieras– la perspectiva económica es optimista, mientras que los presidentes de las grandes empresas productivas de Estados Unidos, según encuestas, este 2020 tienen como su principal preocupación las señales de una recesión, tema que en 2019 les preocupaba en tercer lugar. 

Y es que, a pesar de los estímulos fiscales y de una mayor desregulación económica, meollo de la política económica de Trump, y de las tasas de interés muy bajas, el PIB estadounidense va a la baja; apenas creció 2.1% el último trimestre, contra el 2.4% anual promedio del segundo periodo de Barack Obama.

Duraron muy poco los estímulos fiscales a las inversiones productivas, porque lo que hicieron las corporaciones beneficiadas con la disminución de sus impuestos fue recomprar acciones por 800 mil millones de dólares en 2018. No por casualidad, esa millonada de dólares es casi igual al déficit fiscal de un billón de dólares del 2019, monto récord en tiempos de paz.

Trump tampoco ha controlado el endeudamiento externo, el cual ha crecido a razón de 500 mil millones de dólares cada uno de los dos primeros años de su administración, ni ha reducido el déficit comercial externo de Estados Unidos, a pesar de sus guerras y violaciones comerciales con otros países.

Joseph Stiglitz, Davos 2020
Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía 2001 (Fotografía: La Opinión).

El gobierno de Trump ha sido bueno para el 1% más rico y especialmente para el 0.1% de los estadounidenses, pero para nadie más. En un excelente artículo, dice Stiglitz que la marca de la administración es la incertidumbre, la volatilidad y la prevaricación, en vez de la confianza, la estabilidad y la equidad, tema este último sobre el que aporta datos alarmantes.

Por ejemplo, dice Stiglitz que la esperanza de vida al nacer en Estados Unidos se viene reduciendo, en parte porque Trump hizo que millones de estadounidenses perdieran la protección social o seguros médicos, y en parte por lo que el Premio Nobel de Economía, Angus Deaton, llama “muertes de desesperación”, causadas por alcoholismo, sobredosis de drogas y suicidios.

Si así va Estados Unidos en su política, en su sociedad y su economía, hagamos lo posible en México por sufrir menores consecuencias, construyendo un entendimiento político, mejorando el bienestar social y desarrollando capacidades productivas públicas y empresariales.