¿Somos capaces de lo que sea?
Los villanos de las películas que hacen planes para lograr lo que quieren –aunque a veces no son villanos, sino sólo malvados, ya que para ser villano hay que ser carismático–, los ladrones de bancos y de museos, los asesinos en serie… los que no respetan ninguna ley que no sea la suya propia, parecen tenernos fascinados.
Cuando vemos una película, serie, documental, noticias… ¿acaso no estamos a favor del “malo”, esperando que no lo capturen y se salga con la suya?
¿Qué explicación podría tener esto? ¿Que los admiramos porque se atreven a hacer lo que quieren y se les antoja? ¿Que quisiéramos ser ellos porque viven sin culpa alguna que los detenga?
En potencia, todos podemos hacer cualquier cosa, desde la más noble hasta la más despreciable. ¿Por qué? Probablemente porque así somos los humanos, tenemos lo bueno y lo malo dentro de nosotros, el cielo y el infierno.
¿Cuántas veces hemos pensado en hacer algo malvado, pero nos hemos detenido antes de hacerlo?
¿Cuántas veces hemos sonreído al desearle algo malo a otra persona?
¿Existe siquiera alguien bueno y alguien malo?
Si los malos nacemos, o nos hacemos con el paso del tiempo, es una discusión que parece no tener fin.
Muchos ejemplos hay de asesinos que tuvieron una infancia terrible, pero también están quienes lo tuvieron todo.
¿Habrá un gen que se manifiesta sólo en algunos? ¿Habrá algo que active ese gen?
De no ser así, ¿algunos de nosotros simplemente hacemos lo que se nos viene a la mente en un momento determinado?
¿O es que depende de algún miedo que nos detiene?
Si no existieran reglas legales y morales y, por tanto, no tuviéramos ataduras, ¿seríamos capaces de lo que sea?
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