El 2021 nos va a seguir trayendo muchos retos en lo que hace a cuidarnos en materia del coronavirus, una agudización en los efectos negativos de los temas económicos y un año intenso en materia política.
Hace algunos años, quizás 1999, tuve la oportunidad de participar como conferencista invitado en un evento de la Red de Recursos Humanos que realizó el Sistema Coca Cola de México en Ruidoso, Nuevo México, y en ese evento tuvimos la oportunidad de ver y escuchar, a través de un video, al entonces presidente y CEO (Director General) de Coca Cola a nivel mundial, el reconocido Roberto Goizueta (La Habana, Cuba, 1931- Atlanta, Estados Unidos, 1997).
La historia de Goizueta es por demás interesante y les sugiero darse una vuelta por los buscadores que tenemos disponibles para saber más de su impresionante trayectoria dentro de Coca Cola; tanto en Cuba a muy temprana edad, como su vertiginosa carrera en Coca Cola en Estados Unidos, Goizueta fue Director General de Coca Cola por 16 años, hasta su muerte producto de un cáncer de pulmón.
Hago esta larga introducción porque desde entonces siempre he tenido marcada en mi vida profesional y también en la personal, la recomendación que hizo en aquel video Roberto Goizueta sobre cómo uno debería conducirse en la vida para tener éxito. Quizás ésas no fueron sus palabras exactas, pero para mí han sido una gran directriz. Goizueta nos dijo que había que seguir sólo tres simples conceptos y se refirió a ellos en inglés: FOCUS-FLEXIBLE-FAST (foco-flexibilidad-rápido).
Y considero que la vigencia de su recomendación de entonces está tan vigente, o aún más vigente hoy, que cuando nos lo presentó.
Digo en el encabezado del artículo que deberían de convertirse en nuestro mantra del año porque creo profundamente que si seguimos sólo estas tres directrices vamos a lograr mucho tanto a nivel personal como profesional, e inclusive si las convertimos en el mantra de nuestras organizaciones.
¿Qué se entiende por mantra? En su origen el mantra es una palabra sánscrita (lengua indoeuropea en la que se escribieron los textos sagrados del brahmanismo) que tiene como objetivo relajar o inducir a un estado de meditación en quien la canta o escucha. La palabra mantra esta conformada por dos expresiones: mente y liberación, es decir, la liberación de la mente.
El mantra más conocido, según yo, y que todos hemos dicho alguna vez es “Om”, el cual es el símbolo de lo esencial en el hinduismo, y así, hoy en día muchas personas y organizaciones usan otros “mantras” para estar enfocados en lo importante y no perderse en un mundo lleno de información y ruidos que nos hace no estar en el presente y en el aquí, y por ello no logramos lo que realmente queremos alcanzar.
Los tres conceptos de Goizueta los podríamos repetir como un mantra matutino al iniciar la jornada laboral, o mejor aún, al iniciar nuestro día: foco, flexibilidad, rápido. Como si fuera un breve ejercicio de meditación o reflexión.
Y, entonces, empezamos estando enfocados en lo que queremos lograr durante el día a partir de una meta de mediano o largo plazo. Mi sugerencia y práctica en esta materia es tener siempre pocos objetivos anuales tanto a nivel personal como profesional para poder estar realmente enfocados. Las empresas, las organizaciones, se pierden porque se ponen demasiadas metas u objetivos, cuando en realidad deberían tener máximo tres o cuatro, y todo el resto de los objetivos o metas quedan dentro de esos cuatro o tres objetivos: alcanzar una utilidad del 20%, lograr ventas del 70%, obtener 90% en la encuesta de servicio al cliente.
De esas grandes metas tenemos que definir cuánto tenemos que alcanzar semestralmente, al cuatrimestre, trimestre, mes, y si es posible semanal e inclusive diariamente, estar enfocados en lograrlo y poder corregir el rumbo con la mayor velocidad posible, si hay una desviación negativa o fortalecer la marcha, si vamos por el camino correcto.
Hay que definir todas las acciones y actividades que tenemos que llevar a cabo para lograr los objetivos o metas, y esas listas pueden ser muy largas, eso es muy bueno porque nos abre muchas posibilidades. En mi taller de “Hazlosencillo” y que también aplico en el de “Accountability”, le llamamos “IDEAACION”. Mi experiencia con este ejercicio es que, al generar una tormenta –que no lluvia– de ideas, pueden surgir muchas iniciativas que de otra manera nunca se hubieran presentado.
El segundo paso es flexibilidad. Todos hacemos planes, algunos más a detalle que otros, y reitero mi sentir en relación con este tema en cuanto a que es una pérdida de tiempo hacer planes muy detallados, porque el entorno está cambiando tanto y tan aceleradamente que sólo estamos desperdiciando tiempo y recursos valiosos cundo deberíamos enfocarnos al quehacer de las cosas.
La flexibilidad quiere decir que debemos tener varias opciones siempre abiertas. Si la primera falla, empezamos con la segunda y así sucesivamente, pero no nos detenemos. Siempre debemos tener previsto que si falla el plan “A”, debe haber plan “B”, y así sucesivamente.
Goizueta nos habló del caso del lanzamiento de la “New Coke” (1985), una apuesta a la que Coca Cola había invertido varios miles de millones de dólares para hacer que la Coca “regular” (la de la lata roja) supiera más dulce, sustituyendo el azúcar de caña por jarabe de maíz de alta fructuosa y que imitaba un poco el sabor de la Pepsi porque se pensaba que a los consumidores jóvenes les gustaba más ese sabor. Pues el proyecto fue un gran fracaso y Coca Cola tuvo que recular poniendo en el mercado la “New Coke” y la “Coca Cola Classic” por un tiempo. Coca Cola tuvo que ser flexible en aceptar que su gran lanzamiento era un gran fracaso y que había que actuar rápidamente para no perder a su inmensa base de consumidores que no querían la “New Coke”. Así tenemos que ser y estar nosotros, preparados para los éxitos y los fracasos, y actuar en consecuencia. No podemos ni debemos ser necios cuando las cosas no salen como nosotros las pensamos.
Leí recientemente el libro del creador de Nike, Phil Knight, Nunca pares, y ésa es su historia, ser flexible y actuar rápido ante los acontecimientos. Se los recomiendo ampliamente.
Quizás de las tres recomendaciones de Goizueta la que más resulta controvertida es la de que hay que ser rápidos. Yo entiendo que hay que analizar las cosas a profundidad, pero no estoy de acuerdo en “hacerlo con calma”.
En el mundo de hoy con tanta competencia y tanta información, el recurso más valioso es el tiempo, quien actúa con prontitud gana mercados, gana clientes, gana confianza.
Cuando se actúa lentamente, aunque sea horas, generas incertidumbre, dudas y pierdes credibilidad. Cuando hoy sucede un acontecimiento, tienes que actuar con la mayor celeridad posible. Antes se decía que el pez grande se come al chico, hoy se puede afirmar que el rápido se come al lento.
Confío en que estos tres consejos les sean muy útiles y se conviertan en su mantra del 2021… para mí ya lo son.
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buenísimo y acertado gracias
Muchas gracias por tu retroalimentación.
Excelentes guías las plantea Octavio en este artículo muy congruente con el inicio de un año más complicado que los que hemos vivido: ENFOCARNOS, SER FLEXIBLES Y ACTUAR RÁPIDO PERO JUICIOSAMENTE. Son actitudes de emprendedores exitosos que contrastan con las actitudes de víctima hoy más frecuentes!!!
Muchas gracias Manuel, agradezco mucho tus comentarios y retroalimentación.