Negocios

¿Nos estamos comunicando bien?

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Esta semana tuve la oportunidad de dar un taller virtual para un grupo de ejecutivos en el estado mexicano de Nuevo León. Repasamos y reflexionamos el tema de la buena comunicación y quise compartir con ustedes algunos de estos conceptos que siempre es bueno tenerlos presentes.

Para este taller usé básicamente los aprendizajes de un taller que yo tomé en línea a través de la plataforma de LinkedIn Learning sobre los fundamentos de la comunicación de Tatiana Kolovou y Brenda Bailey-Hughes, que de manera muy práctica nos llevamos a los temas centrales de la buena comunicación.

Según estas dos autoras, los cuatro componentes fundamentales de la comunicación son las personas, el mensaje, el contexto y la escucha activa. En este sentido, me gusta pensar que todos y cada uno de nosotros somos libres de pensar que hay más o menos elementos para considerar un buen proceso de comunicación y no tener que cernirnos a una metodología o teoría que es inamovible.

En cuanto a las personas todo se reduce a un emisor y uno o varios receptores. Por lo que hace al mensaje, hay típicamente tres elementos que tenemos que considerar: las palabras, lo que dices; el tono que usas para decirlas; y el lenguaje corporal. Y aquí sí que han cambiado mucho las cosas. El psicólogo alemán radicado en Estados Unidos, Albert Mehrabian, desarrolló su muy famosa teoría sobre la importancia del lenguaje corporal a finales de los años ochenta y en ella decía que entre estos tres elementos las palabras significaban el 7%, mientras que la voz, considerando el tono, volumen y entonación, eran el 38%, y el lenguaje corporal, es decir, gestos, postura, mirada, etc., eran el 55%.

mensajes redes
Imagen: Antonio Sortino.

Si bien hay autores, expertos, psicólogos, que siguen pensando que los porcentajes se siguen distribuyendo más o menos de la misma manera, hay autores más actuales que dicen que estos porcentajes han cambiado; uno de ellos es Joe Navarro, un experto cubanoamericano con el que tuve la oportunidad de interactuar en un evento del instituto de empresas en Miami hace algunos años, con muchísima experiencia como productos de miles de entrevistas a posibles y confesos criminales identificados por el FBI, que dice que hay que saber “leer” de mejor manera estos tres elementos. Navarro tiene escritos una docena de libros sobre el tema y lo recomiendo ampliamente como un buen referente para leer y entender lo último en esta materia.

La pandemia nos ha obligado a trabajar mucho en comprender y leer de mejor manera a las personas con las que interactuamos, ya que muchas veces sólo lo hemos hecho a través de correos, WhatsApp, WeChat, llamadas telefónicas y en el mejor escenario por videoconferencia. ¿Cómo les ha ido a ustedes con esta situación?

En relación al mensaje, las autoras hacen algunas precisiones que son muy importantes de tomar en cuenta, recomiendan que antes de emitir un mensaje tengamos muy claro ¿cuál es el objetivo del mismo?, ¿queremos pedir algo, exigir algo, solicitamos una colaboración, es un mensaje informativo, de persuasión? Y es muy importante tener claro esto, porque esto es lo que debería definir el tono del mensaje, las palabras que usaremos para transmitir el mensaje y obviamente el medio que deberemos usar para transmitirlas. El efecto de un correo no es el mismo que el de una llamada o el de un WhatsApp a decir de las autoras.

El tercer elemento es el contexto, que tiene que ver con el lugar, el momento, y la relación que tengo con mi o mis receptores. Cuántas veces hemos oído o dicho, “ese comentario está fuera de lugar”, y claro que influye mucho cuanto conozco o cuanto me conocen los receptores de mi mensaje. Es obvio que entre menos me conozcan tendré que trabajar más en el “rapport”, es decir, en usar esta técnica de crear una conexión y ser empático con mis audiencias y hacer mucho más “pacing”, entrar al ritmo o paso de las personas con las que me estoy comunicando para que mi mensaje, mis palabras, logren el objetivo esperado.

Y cuando hablamos de contexto tenemos que pensar mucho en los “ruidos” que se pueden presentar al tener una comunicación. Podemos decir lo mismo a la misma persona en dos días diferentes y el mensaje puede ser recibido de forma muy diferente. El típico que algunos ejecutivos le pregunten a la asistente del director general o cabeza de función “¿de que ánimo anda el jefe/jefa?”. Porque sabemos que de eso dependerá la respuesta que obtendremos para decirle o pedirle algo. Y no es que las palabras o el mensaje estén mal, lo que puede estar mal es el momento y/o el lugar en el que decimos las cosas.

El cuarto elemento de la comunicación según Kolovou y Bailey-Hughes es la escucha activa y ellas entienden este concepto como una forma de escuchar de forma empática, es decir, no sólo escuchar con los oídos, sino con el corazón, es ponerse en el lugar de el/la interlocutor(a). Ya lo he dicho en otros artículos y es fundamento de mi filosofía y metodología hazlosencillo, hay que tratar a los demás como ellos quieren ser tratados y aquí aplica perfectamente la idea. Si yo quiero que mis interlocutores hagan algo a partir de lo que les voy a decir, es muy importante que me pueda poner en su lugar y entonces preparar el mensaje en esa lógica. Digo y uso las palabras que ellos quisieran escuchar.

comunicacion mensajes
Imagen: Benedetto Cristofani.

Ellas dicen que la escucha activa es atender con el oído, la vista y el corazón, que obviamente consideres los elementos no verbales, que busques conectarte. Si logras hacer esto, tu mensaje llegará de forma más natural y será más poderoso, por lo que tus interlocutores lo recibirán de mejor manera y actuarán en consecuencia.

Las autoras señalan que es muy importante considerar dos temas al momento de dar un mensaje, y obviamente también aplican cuando recibimos uno, que todo mensaje provocará que pensemos, sintamos y actuemos. Por eso es crucial que al momento que preparemos un mensaje tenemos que imaginar qué pensarán, qué sentirán y cómo van actuar los receptores de nuestro mensaje. Me parece que un excelente ejemplo de esto es el discurso incendiario a sus seguidores del entonces presidente Donald Trump el 6 de enero de este año y que provocó el ataque al capitolio. Trump, un manipulador de gente poco preparada como lo refleja la información de quienes votaron por él en las pasadas elecciones, sabía perfectamente cómo pensaban, qué sentían y seguramente cómo actuarían sus seguidores con su mensaje y logro el resultado esperado por él.

El segundo tema es que al momento de recibir y/o dar un mensaje siempre hay filtros mentales que hay que considerar: niveles de conocimiento del tema, preocupaciones personales y nociones preconcebidas. Las personas recibirán el mensaje –en buena medida– a partir de estos tres elementos y por eso es responsabilidad de quien emite el mensaje de asegurarse que los receptores se encuentren en el “mood” para que éste penetre. La música, la ambientación, los videos, el medio usado para la presentación, el uso del “storytelling”, la empatía y mensajes subliminales que se mandan antes y durante un concierto, de un discurso, por ejemplo, son fundamentales para lograr esto.

¿Estás usando los medios correctos para dar tus mensajes?, ¿estás logrando los resultados esperados? Sólo como ejemplo te digo que diariamente se envían 246 mil millones de correos y los tuyos son parte de esta abrumadora cifra. ¿Estás usando de forma adecuada tus correos, tu WhatsApp, tus videoconferencias, tus reuniones de Zoom, Teams o la plataforma que uses?, ¿te estás comunicando de la manera correcta con los distintos rectores que tienes?

Piense como empresario

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 Las oportunidades definen nuestras vidas. Incluso las que se nos van.
 Brad Pitt.

A mayor plazo

El “Sr. Mercado” vuelve a hacer de las suyas, los precios de las acciones en semanas recientes observan una fuerte volatilidad que hacen dudar nuestras decisiones. La caída del sector tecnológico en particular (baja del 10% del índice Nasdaq) argumentando menores crecimientos en 2021, amenazas de regulación y temor por alzas en las tasas de interés como consecuencia de una mayor inflación producto de un fuerte crecimiento económico, pone a prueba nuestra paciencia y disciplina. Lo invito a retomar (recordar) la condición de Empresario en Bolsa que consistentemente le he sugerido al participar en Bolsa y que obliga a ver más allá de algunas semanas o meses. Aproveche su actuar y experiencia como consumidor para identificar oportunidades. Muchas veces no se necesita de un análisis demasiado riguroso para identificar lo que funciona y seguirá funcionando bien. Hablemos por ejemplo de los pagos digitales:

Ejemplo de pagos digitales

El apetito por ser dueño de empresas relacionadas con pagar en efectivo, cheques y tarjetas de crédito o débito era la norma antes de que Internet hiciera los pagos en línea sin problemas, pero la transformación del consumidor ha sido muy rápida. A fines de 2019, la empresa francesa de consultoría tecnológica, Capgemini, encontró que las transacciones globales no monetarias totalizaron 708,500 millones, mientras que en 2020, según Visa, todavía se gastaron aproximadamente $18,000 mdd en efectivo y cheques a nivel mundial. Mastercard señaló recientemente que el 60 de los consumidores tienen ahora una actitud más negativa hacia el uso de efectivo, mientras que el 70% de los consumidores tiene la intención de hacer más banca digital, más compras en línea y más pagos sin contacto.

piense como empresario
Imagen: Borja Bonaque.

La combinación de tecnologías móviles y de seguridad que se encuentran en los teléfonos inteligentes y las aplicaciones ha cambiado para siempre la forma en que pagamos nuestras facturas. El cambio en el comportamiento del consumidor lo está impulsando la adopción de alternativas de pago como Apple Pay de Apple, Google Pay de Alphabet, PayPal y Alipay de Alibaba, que permiten pagos en línea, móviles o en persona sin contacto mediante tarjetas de débito y crédito. Los datos de Capgemini encontraron que el 30% de los consumidores están utilizando un servicio de pago “BigTech” ofrecido por empresas multinacionales como Apple, Google, Amazon, Facebook y Alibaba.

No tengo la capacidad de identificar el momento preciso en que la volatilidad del mercado pueda terminar. No obstante, le aseguro que tarde o temprano, las empresas que participan y se benefician de esta tendencia cuya velocidad de cambio es evidente y de la que usted, los suyos y yo mismo somos participantes, serán sumamente beneficiadas independientemente del tiempo término de la pandemia. Así ha sucedido siempre a través de la historia, lo único permanente es el cambio (celulares, internet, vehículos eléctricos, e-commerce, etc.), y son quienes lo identifican y aprovechan de manera oportuna, los más exitosos.


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Grammys con moraleja

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¿Cómo se puede ganar dos Grammys y ser presidente? Todo se puede y en esta pandemia hay ejemplos muy buenos. El gran secreto está en salir de una caja cada vez más estrecha y claro… tener las ganas de hacerlo.

“La diferencia entre ser lo que hacemos y somos capaces de hacer,
resolverían la mayoría de los problemas del mundo”.
Mahatma Gandhi.

Una de las figuras clave en la historia moderna de Estados Unidos es, sin duda, el ex presidente Barack Obama. No sólo era el primer afroamericano en gobernar una potencia como Estados Unidos. Sus acciones y el crecimiento de las actividades en Internet, sobre todo el boom de las redes sociales, ayudaron a que su popularidad llegara a niveles impresionantes.

Ya sea tocando el saxofón, o haciendo bromas en la Casa Blanca, el mandato de Obama está calificado como “Notable”, según un artículo de la BBC; en donde midieron sus principales resultados con una escala (Sobresaliente, Notable, Regular o Reprobado). En total, se obtuvieron los siguientes:

barack obama
Imagen: VectorNET.

Para los estadounidenses y en sí, para miles de ciudadanos en el mundo, Barack Obama creó la imagen del político ideal; quien funge como ejemplo, ése que te habla en un discurso y aparece en comerciales de televisión. El que corre en las mañanas delante del entonces vicepresidente, Joe Biden, y le hacía una que otra broma. Esa humanización del personaje que, aunque no fue perfecto, es recordado por la simpatía que causó.

Tal fue el efecto OBAMA, que incluso le hizo ganar dos Grammys por el mejor álbum de voz hablado en 2006, cuando apenas era un candidato y dos años después, cuando había asumido el primero de sus dos mandatos.

La diferencia entonces radica, además de hacer lo que nadie hace, en seguir y analizar algunas de estas cuestiones:

⋅ Ver a tu competencia. ¿Ofreces los mismos productos o servicios? ¿Qué pasaría si creas un diferenciador único, como en el servicio post venta? Además, analiza el tipo de historia que está vendiendo.
⋅ Habla de ti. No tiene por qué ser malo hablar de uno mismo y de los obstáculos que ha pasado. Ser diferente viene desde la cuna. Grítalo a los cuatro vientos.
⋅ Mejora la percepción que el cliente tiene. Entrega a tus consumidores el mismo producto o servicio, pero mejor. Con detalles y calidez humana.

marca
Imagen: Dribbble.

⋅ Potencia tu marca y crea lealtad. Invita a tus clientes a seguir contigo con programas de lealtad, precios preferentes, regalos o simplemente, con una carta en donde agradeces de corazón todo lo que han hecho para comprar tu marca.
⋅ Encuentra cuál es tu método o solución única y hazlo saber a tus prospectos. Toma nota de todo lo que has aprendido y plásmalo en tu metodología.

Sin duda, Obama es un político que ha marcado la diferencia. Sus objetivos siempre han sido hacer diferentes las cosas y sobresalir es el resultado inmediato. Aunque en México la sociedad, y en sí el país entero, está pasando por un lado complicado, es vital reconocer la importancia de trabajar en conjunto: gobierno, políticos, empresas, empresarios y población en general. Tenemos que conciliar objetivos y expectativas. Sólo así podremos trabajar hombro con hombro para un mejor país. Necesitamos elegir la diferencia y saber elegirla implica ser conscientes del poder que tenemos.


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Perderse los mejores días

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 Lo que planees hoy, será el resultado de mañana.
 Mauricio Martínez.

El mito y la tentación del momento ideal

Perderse sólo algunos de los mejores días del mercado accionario, cuesta mucho. Hemos insistido en que intentar encontrar el “momento ideal” para comprar y vender es imposible. La mayoría de quienes lo intentan no tienen éxito (aciertan un par de veces, pero al fallar pueden perder incluso lo ganado antes). Saber esto es una cosa, pero la tentación es muy alta, así que muchos lo siguen intentando sin entender que el RIESGO ASOCIADO puede perjudicar una parte importante de su patrimonio, el que tiene y/o el que potencialmente podría tener. Cuando invierte, lo hace con un objetivo final en mente. Quizás una jubilación, una propiedad nueva, o la educación de sus hijos. Invertir durante mercados alcistas nos hacen sentir exitosos, pero, invertir en un ciclo de baja, genera emociones como ansiedad o miedo. Ver cómo disminuye su inversión resulta difícil, puede provocar pánico, propiciando reacciones emocionales muy peligrosas.

Impacto de no “adivinar” los mejores días

La tabla siguiente ayuda a dimensionar mucho mejor el costo que representa intentar buscar el “momento ideal” y con ello poder perderse de algunos de los mejores días. El ejercicio supone una inversión de $10,000 dólares en el índice S&P 500 el 3 de enero de 2000 hasta el 31 de diciembre de 2019. El rendimiento anual promedio fue de 6.06%, los $10,000 dólares habrían aumentado a $32,421 dls. Esos 20 años incluyen casi 5,000 días de operación del mercado. Pero si se perdiera sólo los 10 mejores días de esos 5,000, tendría menos de la mitad de dinero. Perder los mejores 20 días implicó apenas ganar dinero en 20 años, y habría perdido dinero si se perdiera más días ganadores.

Cuando usted está fuera del mercado, posiblemente se sienta más seguro, pero corre el riesgo de perder grandes ganancias. Un ejemplo reciente: el mercado de valores tocó fondo el 23 de marzo de 2020. Si hubiera esperado la oportunidad de inversión perfecta y demorado en poner dinero porque creía que seguiría cayendo, se habría perdido alrededor de 67% de alza. Nadie puede estar 100% seguro de lo que va a hacer el mercado de valores. En lugar de JUGAR A LAS ADIVINANZAS, utilice estrategias relacionadas con una buena asignación y diversificación de empresas sin moverse, ello le ayudará a reducir el riesgo de su cartera y mejorarán potencialmente sus rendimientos a mayor plazo.

Esto es lo que hacemos en el Fondo SNX. Buscar el “momento ideal” en un Fondo como SNX es aún peor, pues se pierde además la experiencia implícita. No venda pensando que “ya ganó bien”. La tendencia histórica del mercado ha sido completamente alcista.

perder mercado

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Empresas, revisión obligada

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El panorama empieza a cambiar. Aún con restricciones, algunos negocios empiezan a abrir, ciertas actividades se reactivan y el ambiente mejora ante la perspectiva de que progresivamente el virus ceda y la normalidad recupere su ritmo y textura. No tengo duda de que en algunos sectores las cosas se parecerán a los tempos previos al COVID-19 y la pandemia quedará sólo como un terrible paréntesis que impuso una difícil prueba para regresar cuanto antes a las formas conocidas. Otros, en cambio, nunca volverán a los parámetros conocidos y deberán rediseñarse desde sus ruinas. En todos los casos deberemos buscar entre los materiales desechados para rescatar lo que todavía es utilizable.   

Observar negocios tapiados y abandonados de grandes marcas en Presidente Masaryk promueve la sensación de desastre y abandono, pero también el negocio de las grandes marcas encontrará espacios para resurgir. La venta de estatus pierde sentido cuando estamos ante una pantalla, pero en un ambiente presencial y social habrán de volver a la palestra con renovada energía.

negocios cerrados
Imagen: Freepik.

Como ha sucedido en el nivel personal, el nuevo tramo para la salida de la pandemia exige una renovada actitud mental para todas las empresas que deberán enfrentar “el nuevo mundo”. En este entorno, cada organización está obligada a hacerse las preguntas necesarias para definir su relevancia en ese mercado al que llegaremos en los próximos meses como viajeros sorprendidos ante el paisaje encontrado al bajar en el destino. 

A lo largo de estos meses se ha generado abundante información sobre “el nuevo mundo” en el campo de los negocios, con una larga lista de “ganadores” y “perdedores” que no hace falta seguir engrosando. Claramente, algunas predicciones podrían perder sustento en la medida en la que los consumidores recalculen sus gustos frente a los riesgos. Si las campañas de vacunación muestran una alta eficacia en la contención del virus, hasta los cruceros, representantes mundiales de la catástrofe empresarial, podrían recuperar parte de lo perdido antes de lo esperado. ¿Estamos ciertos de que el turismo de congresos, ferias, expos y demás congregaciones presenciales de negocios desaparecerán ante la irrupción de lo virtual?, ¿los viajes de negocios serán cosa del pasado?, ¿el “home office” ejercerá su efecto disruptivo para siempre?

Es claro que los que insistan en mantener su fórmula de negocios pretendiendo simplemente regresar a la misma propuesta podrían topar de frente contra el muro de la nueva realidad. Para todos, es obligatorio repensar nuestra oferta de valor y preguntarnos, antes de cualquier otra cosa, si nuestro cliente sigue ahí. Si somos proveedores en una cadena, la pregunta debe dirigirse al consumidor final. Como siempre sucede, si el que me compra no vende, irremediablemente me dejará de comprar.   

empresas digitales
Imagen: Shopify.

En ese análisis, muchos están pensando en las medidas contracíclicas. La partida de muchos competidores está abriendo espacios inéditos que darán ventaja a quienes tengan el valor de ocuparlos. En esa apuesta es claro que el tablero se moverá y muchas posiciones cambiarán de orden.

He escuchado, a lo largo de todos estos meses y más que nunca, la palabra “reinventarse”. Muchas veces el tono es a nivel personal, pero otras más se gestan en el ámbito de los negocios. Es cierto, en casi todos los casos tenemos que reinventar nuestro modelo de negocio, nuestra estructura de costos, nuestros planes de crecimiento, nuestra propuesta de servicio, nuestros criterios de éxito y fracaso, nuestros principios de respeto al medio ambiente y nuestro compromiso con los trabajadores y la comunidad.

No basta ahora generar utilidades para sobrevivir. Parece inaplazable redefinir los principios ideológicos que nos impulsaban en el pasado. Antes, lograr una empresa exitosa arrojaba suficientes beneficios sociales como para tenerse que preocupar de otros renglones. A partir de mañana tenemos que redefinir los postulados y el orden de las prioridades. Cada quien la propia, pero desde dentro de las organizaciones, para que no quede ninguna duda de qué rol queremos cumplir a partir de la nueva realidad.


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Diversidad, equidad e inclusión, una agenda aún muy rezagada

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Los temas de Diversidad, Equidad e Inclusión (“DEI”) deberían ser el pan nuestro de cada día en todas las empresas y organizaciones del mundo. Lamentablemente todavía estamos en pañales para incorporar políticas, herramientas y prácticas en estas materias.

Como parte de un programa que estoy conduciendo para Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, tuve la oportunidad de moderar recientemente un panel sobre el tema con Araceli Ramírez de Estafeta y Gabriel Galván de Mattel, del mismo se desprendieron muchas aclaraciones y se plantearon nuevas inquietudes. Fue muy estimulante ver la nutrida participación que tuvimos con preguntas y afirmaciones que enriquecieron mucho el debate.

Y empiezo por lo básico, ¿qué entendemos por estos tres conceptos?

La diversidad incluye todas las formas en las que las personas difieren, abarcando las diferentes características que hacen que un individuo o grupo sea distinto de otro, incluyendo marcadores de identidad como raza, etnia, género, discapacidad, orientación sexual y religión, entre otros.

diversidad cultural
Imagen: Audiology.

La equidad se refiere al trato justo, el acceso, la oportunidad y el avance de todas las personas, mientras que al mismo tiempo se busca identificar y eliminar las barreras que han impedido la plena participación de algunos grupos.

La inclusión es el acto de crear entornos en los que cualquier individuo o grupo pueda ser y sentirse bienvenido, respetado, apoyado y valorado para participar plenamente. Un clima inclusivo y acogedor abraza las diferencias y ofrece respeto en palabras y acciones para todas las personas.

En el panel se discutió si éste es un tema para todas las organizaciones y empresas sin importar su tamaño, y a la conclusión que se llegó es que obviamente sí. No hay justificación para decir que, porque somos muy chiquitos, o porque tenemos poco personal o porque somos muy especializados, o por la razón o justificación que se quiera dar… no hay excusa que lo valga. Todas las organizaciones, empresas, instituciones, entidades gubernamentales, deberían tener, sino políticas, por lo menos prácticas para incorporar los tres temas en su agenda del área de personas, recursos humanos, capital humano, talento o como le quieran decir.

¿Por dónde empezar? fue otra de las preguntas y quedó claro que no hay que complicarse la vida, hay que empezar por lo elemental, tener la apertura para hacerlo, estar abiertos a aceptar a todo tipo de colaboradores en nuestras organizaciones, incorporar diferentes tipos de personas, con distintos antecedentes, razas, religiones, orientación sexual, etc., suma a tener mucho mejores empresas. Tener políticas, prácticas y herramientas de “DEI” en nuestras organizaciones traerá múltiples beneficios comprobables en el corto plazo, al escuchar diferentes puntos de vista se enriquece cualquier iniciativa o proyecto, y los resultados de estos darán mayores rendimientos.

Las organizaciones que tienen este tipo de políticas generan más apetito entre quienes, en el mercado de trabajo, se quieren incorporar a una entidad privada o pública y de igual forma, generan mejor voluntad entre quienes podemos comprar un servicio o un producto. Está comprobado estadísticamente que las empresas que tienen este tipo de prácticas logran hacer de ello un diferenciador a la hora de que los consumidores tomemos la decisión para realizar una compra.

ideas y diversidad
Imagen: Humaan.

Gabriel Galván nos puso como ejemplo de una muy buena práctica en Mattel, que en sus solicitudes de empleo no es relevante preguntar edad, sexo, religión, estado civil, etc., preguntas realmente triviales y en algunos casos absurdas, agresivas, e incluso violatorias de la Ley Federal del Trabajo, y que se concentran en ver si la candidata o candidato cumple con las competencias requeridas. Ya avanzado el proceso de selección y no en el reclutamiento, se sabe quién está atrás de esas competencias.

Establecer cuotas es una de las preguntas que nos tenemos que hacer frecuentemente para asegurarnos que se esté cumpliendo con la equidad, tema muy recurrido en los años 80 y 90 en Estados Unidos, y que, en el caso mexicano, por ejemplo, es muy obvio en temas electorales, donde el INE ha tenido que obligar a los partidos a que den más oportunidades a las mujeres, pero claramente se han excluido a otros grupos.

Previo al panel, tanto Araceli como Gabriel me comentaron que en sus organizaciones no ha sido necesario establecer cuotas, ya que sus políticas, herramientas y prácticas son suficientemente robustas, permitiendo que haya diversidad y equidad en sus equipos.

Muy pocos países, por ejemplo, han asignado cuotas a grupos minoritarios para que estén representados en sus respectivos congresos, cosa que debería ser casi obvia ante el hecho de que los partidos tradicionales –en todo el mundo– están controlados por unos pocos grupos de interés que excluyen a estos grupos.

Distintas fuentes nos revelan que cada día, aunque a paso muy lento, hay más mujeres en puestos directivos en las organizaciones y más mujeres en consejos de administración. En el caso de Estafeta, nos señalaba Araceli, que el número de mujeres en posiciones directivas era ya muy similar al de los hombres.

Visitando Google o Edge verán miles de entradas a estos temas y podrán, desde ahí, tomar ideas o copiar lo que organizaciones, empresas y gobiernos de vanguardia están haciendo en esta materia de la DEI.

equidad y solidadridad
Imagen: Diana Ejaita.

Creo que donde más camino tenemos por recorrer es en materia de inclusión, y no hay que confundirse con que la diversidad y la inclusión son lo mismo. La inclusión va mucho más allá. Podemos tener una empresa u organización donde haya equidad, pero no ser inclusivos.

Algunas de las recomendaciones esenciales para tener buenas prácticas en materia de la DEI son:

1. Dejar de lado cualquier estereotipo.
2. Escuchar y observar a todos los candidatos y colaboradores por igual.
3. Tener plena apertura al momento de reclutar personas que trabajarán con nosotros.

Sé que el tema da para mucho y así nos quedamos en el panel, con ganas de más, de comentar más, de aportar más, de traer más el tema a la discusión diaria y pasar del campo de lo comentado al plano de las acciones.

Confío en que en sus organizaciones ya estén implementado estas prácticas y, si aún no lo han hecho, es muy buen tiempo para hacerlo, la condición del teletrabajo ha abierto una inmensa posibilidad para incorporar a muchas personas que por distintas razones habían sido excluidas de buenas oportunidades de empleo.


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Creatividad en las negociaciones comerciales

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A finales de la década de los ochenta, una de las marcas más famosas de refresco internacional tuvo la sexta flotilla militar más grande del mundo. ¿Cómo es que Pepsi logró tal hazaña y qué podemos aprender de ello para aplicar en estos días de incertidumbre?

Quien no quiera ser aplastado, debe negociarlo todo.
Carlos Monsiváis (escritor mexicano).

La historia a grandes rasgos es la siguiente: Por todos es conocida la tensión entre Estados Unidos y Rusia; dos de los países más fuertes en materia de armamento bélico, los cuales mantienen desde siempre, una curiosa historia de amistad-enemistad. Durante una de las épocas más ríspidas (después de la Guerra Fría) y en su afán por “reconciliarse”, definieron la creación de un evento muy al estilo de las ferias internacionales o los tradeshows. La idea era que los rusos visitaran Estados Unidos y los norteamericanos, Rusia.

La Exhibición Nacional Americana se llevó a cabo en Moscú e incluyó una especie de demostración de las marcas emblemáticas: les mostraron algunas atracciones de Disneyland, computadoras de IBM… y el que era reconocido como el refresco número uno del país: Pepsi. 

Nikita Khrushchev pepsi
Nikita Khrushchev, Primer Ministro ruso probando Pepsi (Imagen: Wikimedia).

La encomienda, además tenía un trasfondo comercial: si las mejores marcas de Estados Unidos lograban entrar a una economía socialista como la de Rusia, el hito sería inmenso. Así que el director de operaciones internacionales de la marca se acercó al primer ministro, Nikita Khrushchev, le ofreció un vaso de su refrescante bebida y justo cuando la probaba, un fotógrafo plasmó el momento. La publicidad para la marca hizo el resto: los rusos preferían Pepsi.

Más de diez años después, este trago hizo efecto. Aunque había un cambio geopolítico importante: ahora Rusia era conocida como la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Con el antecedente de la Exhibición y ya con Leon Brezhnev al frente del país, las relaciones comerciales con la marca progresaron. De esta manera, en 1972, Pepsi fue el primer producto norteamericano en venderse en la nación soviética; pero curiosamente, no fue como normalmente se realizaban las primeras bases para la creación de los modelos tipo franquicias (el producto era importado y elaborado en las empresas refresqueras del país, a cambio de una cuota o monto de inversión). No.

En esta transacción comercial, al tener una moneda tan poco comercial como el rublo, Pepsi solicitó que el pago se hiciera “en especie” y logró así que le pagaran con cargamentos llenos de botellas de vodka Stolichnaya. El cual fue vendido con éxito en Estados Unidos.

Al crecer los problemas económicos en la URSS y al no alcanzar con el pago de las botellas, Estados Unidos decidió terminar con el contrato de exclusividad en 1989. Para terminar de saldar las cuentas, los rusos vendieron parte de su armamento militar: ni más ni menos que una flotilla de 17 submarinos, una fragata, un destructor y un crucero.

Así, Pepsi fue dueña de la sexta flotilla militar más grande del mundo.

pepsi y fuerza militar rusa
Imagen: Radio Palacc.

La clave de esta inusual transacción fue, por un lado, una de las mejores estrategias militares para “desarmar” a un país tan poderoso: con refrescos. Por el otro, la venta de los submarinos y demás naves militares fue tan exitosa como “chatarra” importada que se obtuvieron ganancias redondas.

¿Qué podemos aprender de estas lecciones en tiempos de incertidumbre y de cambios?

Lección uno. Siempre podemos vender lo que sea, con visión estratégica. Si los directivos comerciales de la marca se hubieran cerrado a las negociaciones, la historia sería otra.

Lección dos. La creatividad es protagonista en tiempos de crisis o incertidumbre. Se dio el intercambio cultural y se llevaron a cabo negociaciones entre dos países diplomáticamente complejos.

Lección tres. Saber decir adiós en el momento justo es válido. En los negocios, en las empresas, en los tratados… si no estás a gusto, si no obtienes lo que estás buscando, es momento de volar.

Definamos nuestras acciones con la misma certidumbre de antes, poco a poco las actividades están regresando a la nueva normalidad, luego de una etapa como la que vivimos en este 2020 y los inicios de 2021, tenemos que concentrarnos en crear estrategias diferentes, creativas y en beneficio de más personas. Así podremos colaborar en la formación de una economía estructurada, mejor planeada y con resiliencia.

Fuentes: Elespanol.com y Xataka.


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De chile, dulce y accountability

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Estamos terminando de celebrar la tradicional fecha del 2 de febrero, que es el día de la Candelaria, una fiesta llena de sincretismo, entre las tradiciones judías, las católicas y las indígenas. La fecha que en el caso mexicano se celebra comiendo tamales, da título a mi artículo de esta semana.

Seguramente muchos de ustedes han visto, como yo lo he hecho, muchos videos en YouTube o en Instagram o en alguna otra plataforma, de cómo preparar tal o cual platillo y bueno, con sus asegunes, seguro que han preparado algunos de ellos que les han quedado regios y otros no tanto, pero como dice el dicho, “la práctica hace al maestro”, así que les pido que no desistan y sigan intentando hasta que sus platillos les queden como a ustedes les gusten y sus comensales se los alaben ampliamente.

Por cierto, yo hace algunos meses estando en Valle de Bravo, reaprendí a hacer tamales, originalmente la cocinera de casa de mis papás y nana de mi hermano y mía, me enseñó a hacerlos en alguna vacación, y disfrute mucho recordando aquellos días y haciéndolos ahora, aprovechando para rellenarlos de sobras que había en el refrigerador. El ejercicio ya lo hemos repetido varias veces… es divertido y muy rico hacer tamales.

tamales
Imagen: Pop.

En esta lógica y viendo esos videos, me encontré que muchos chefs reconocidos y otros no tanto, hacían tamales de muchas cosas. Ya no sólo hay tamales verdes, rojos, de mole y los rosas. Ahora hay de todo lo que se les ocurra e imaginen.

Pues como en los tamales, hoy en día tenemos que aprender y reaprender muchas cosas. Escuché hace un par de meses en una entrevista buenísima que le hizo Emilio Penhos como parte de los webinars de Gira Monte Sinaí al nuevo presidente de la Coparmex, José Medina Mora, decir que con la pandemia “no habían cambiado las reglas, sino que había cambiado el juego”, y creo que todavía hay mucha gente que no le ha caído el veinte.

Nosotros como individuos, como parejas, como papás, como hijos, como ciudadanos, como profesionales vamos a tener que reaprender a jugar en un “nuevo juego” en un mundo nuevo y lo que tenemos que hacer mucho más rápido de lo que lo estamos haciendo.

Yo se que hay miles de letreritos y citas sobre la paciencia, y la supuesta importancia y beneficios de ésta… pues hoy en día los pueden ir tirando o guárdenlos para otro momento. Lo que se necesita es actuar, y actuar rápido si queremos dar resultados en cualquiera de los roles que nos corresponda… Y lo mismo lo deben entender las empresas, cualquier organización y los países.

¿Quieren ejemplos? Los países que actuaron rápido en relación a la pandemia han tenido mucho éxito en cuanto al control de los contagios y los decesos, los que no tomaron y aun no han tomado decisiones adecuadas y rápidas han tenido que pagar y seguirán pagado costos altísimos, léase Estados Unidos, Brasil, México, entre otros.

accountability pandemia
Imagen: Bright Spot.

Estados Unidos ya esté dando un giro de timón de muchos grados en cómo manejar la pandemia, después de decenas de desaciertos y muchos estúpidos tweets de Trump. El número de contagios y de decesos empieza a bajar de forma radical, además de que los sistemas implementados para la vacunación, de la mano de los estados, los municipios y las propias ciudades, están siendo en la mayor parte de los casos muy eficientes y no en vano Estados Unidos lidera con mucho el número de personas vacunadas.

Otros países, como Israel, lo han hecho también muy bien en los dos ámbitos, el control de la pandemia y la vacunación.

El caso brasileño será de estudio, de todo lo que NO hay que hacer, de la mano del mexicano, de los alrededor de 2.3 millones de muertos en el mundo por COVID, estos dos países: 229 y 162, respectivamente, “aportan” el 17% de los muertos a nivel mundial, y si atendemos a las cifras que nos presentó recientemente el INEGI, en relación a los decesos totales en el país en 2020, los muertos por COVID en México rondarían los 233 mil, que lamentablemente es una cifra mucho más realista y creíble que los 162 mil que lleva en sus cuentas la Secretaría de Salud.

¿Y han escuchado al presidente, al “secretario” Alcocer, al inconsciente del subsecretario López-Gatell, dar una disculpa, aceptar que lo han hecho muy mal? No ¿verdad?, ni yo tampoco, eso se llama ser inaccountable.

Otro ejemplo lamentable, el sistema que diseñó el gobierno de México para registrarse para obtener la vacuna contra el coronavirus. El primer día se colapsó a menos de diez minutos de haber entrado en marcha y tardaron varios días para estabilizarlo medianamente. Por cierto, yo después de muchos, muchos intentos, lo logré y ya tengo mi número de folio. Y pongo este ejemplo porque tiene que ver con un tema que he trabajado por 11 años que es el de la accountability. En lugar de inmediatamente decir, “lo lamentamos”, hicimos –otra vez mal las cosas– como casi todo lo que hace este gobierno, salieron a defenderse y aquejarse de que mucha gente nos tratamos de inscribir… ¿y qué esperaban? La falta de accountability de este gobierno es realmente alarmante.

accountability pandemia

Y por el contrario, empresas como Rappi, Uber, Cornershop, la misma Amazon, entendieron lo que estaba y esté pasando y se han renovado y reinventado de forma muy acelerada y por ello están teniendo mucho éxito. Esto por sólo citar empresas del mismo giro y que tienen que ver con la entrega a domicilio de las cosas.

En otros sectores de la economía las empresas no han sabido reaccionar de la mejor manera y han perdido mercado, y en consecuencia, han perdido miles de millones de dólares y desafortunadamente han tenido que tomar decisiones con relación a su personal, despidiendo a grandes cantidades de los mismos, entre otras medidas.

¿Tú como individuo, tu organización, ya se renovaron, ya se reinventaron? Si aún no lo han hecho, me temo decirles que cada día les queda menos tiempo, si aún lo tienen, para seguir pensando y planeando, y se tienen que poner las pilas para hacerlo a la brevedad. Muchos menos planeación y mucha más ejecución, digo siempre en mi taller de accountability “hazlosencillo”.

Yo no creo que sirva de nada andarse victimizando por la vida, quejarse todo el día y echarle la culpa a los otros de los que nos suceda. Tenemos que asumir responsabilidad por nuestros dichos y nuestros actos; esperar muy poco de los demás y hacer lo que nosotros consideremos que es lo correcto y hacerlo pronto.

Como en el ejemplo de los tamales, hay que dejar de seguir ofreciendo sólo tamales de pollo con salsa verde, mole y de dulce, y hay que pensar en nuevos “sabores”, léase nuevos productos, nuevos servicios, nuevas experiencias.


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