Opinión

El Azar

Lectura: 2 minutos

El azar es la búsqueda de lo improbable, pedimos, deseamos, esperamos sin saber y, sin embargo, lo hacemos porque creemos que merecemos obtener lo que flota en la arbitrariedad del destino. La excitación del azar está en que ganar es más de lo imaginado, desde el inicio el miedo acompaña a la incursión, insistiremos hasta conseguir eso que no tenemos. El jugador rechaza los designios del destino, él cree que los dioses se han equivocado y que aciertan cuando él gana, los contradice con cada apuesta, les demuestra que está ahí lanzando los dados y que caerán en el sitio correcto porque su fuerza es más potente que la realidad.  ¡Lotería! Un Mundo de Imágenes es el libro del Arquitecto José Enrique Ortiz Lanz que desarrolla una investigación sobre la iconografía del juego de la lotería y la historia de cómo la suerte lo trajo de Europa a nuestro país.

La magia es la guardiana cómplice del azar, lo protege en su oscuro viaje, las imágenes son un tarot sin revelaciones, símbolos alquímicos que nuestra incredulidad por el presente llevó hasta el imaginario y falso juego de cambiar nuestra circunstancia. El sol, la luna, el colgado, un hombre, una mujer, simbolizan a la fortuna o la desgracia, la lotería, a diferencia de un tarot, tiene la trampa de la suerte que puede alterarse o convocarse. Sueños, números, figuras, predicciones, el paganismo temerario, desobedece a la fatalidad, jugar es buscar la profecía y convocar a las coincidencias.

Lotería

La investigación de Ortiz Lanz llega hasta las loterías contemporáneas, que pierden la esencia arcana y divagan en el oportunismo sin misterio de las “cuestiones de género”. La lotería es una representación de nuestro sensible miedo al futuro, de nuestra obsesión de adelantarnos y cambiar lo que no conocemos, para prevenir sufrimientos, para conseguir recompensas inalcanzables. La realidad es incomprensible, estamos en el presente reaccionando, en un juego como la lotería las figuras conducen a una solución o fortuna que se escabulle, lo que ese juego dé a nuestro favor, es una afirmación, de que el porvenir puede cambiar. La contradictoria curiosidad humana busca protección y riesgo, apostamos y en la orilla del abismo deseamos el instante providencial que evitará la caída y nos dejará el regalo anhelado.

En este juego de figuras están presentes los pocos elementos que habitan nuestra realidad, y a través de ellos habla el oráculo que cambiará la dolorosa o insuficiente vida que tenemos, de esa vaguedad estamos seguros. A ganar, apuesta hasta el que en apariencia todo lo tiene, compite en el infinito azar con el que sobrevive a su miseria, la suerte, siempre injusta, siembra perdedores que reiniciarán en su esperanza. Dice Horacio “Dios, en su prudencia, recubre el futuro de espesa noche, y se ríe del mortal que lleva su inquietud más allá de lo debido”, esa es nuestra condición de ciegos mortales,  jugar, creer y buscar sin escuchar la risa de los dioses.

La psicofísica: umbral y medida de las sensaciones

Lectura: 6 minutos

Se puede afirmar que Gustav Theodor Fechner (1801-1887), prolífico filósofo, físico y médico de Leipzig, dedicó su larga vida al problema mente-cuerpo. En varios ensayos hacia mediados del siglo XIX intentó establecer una doctrina anti-materialista y afín al romanticismo que dotara al mundo de una vitalidad según la cual la materia no causa o produce a la mente, sino que ambas son manifestaciones del mismo principio. Se trata de la teoría que postula un doble aspecto de una sustancia única, procedente de Spinoza y retomada por Goethe y Schopenhauer.

En un estudio sobre las post-imágenes visuales, Fechner sufrió un problema de la visión por mirar directamente al sol por el que tenía que permanecer en la sombra por periodos prolongados de tiempo. Al salir al campo la luminosa mañana del 22 de octubre de 1850, experimentó un estado exaltado de conciencia que él mismo denominó “una epifanía” en sus memorias. En este trance tuvo la certeza de que la mente y el cuerpo en efecto son dos aspectos de una unidad fundamental, anímica y física, a la vez que deominó “Lo Dado.” Adquirió además la seguridad que la teoría panpsiquista, que integra una conciencia activa con una materia inerte, podía ser demostrada experimentalmente.

Gustav Theodor Fechner
Fotografía de Gustav Theodor Fechner sin fecha ni autor. Hacia 1875 (tomada de Wikimedia).

El proyecto resultante de ese trance fue el intento audaz y ambicioso de probar científicamente la teoría filosófica utilizando simultáneamente una variable física y una psicológica para encontrar su necesaria relación. Esta aproximación fue denominada psicofísica y su objetivo era demostrar la unidad fundamental del estímulo, en tanto variable física capaz de ser medida y de la sensación tal y como podía recabarla del sujeto experimental en una situación controlada en un laboratorio.

En su Elemente der Psychophysik (Elementos de Psicofísica) de 1860, Fechner define a la ciencia de la psicofísica como la disciplina dedicada a “cuantificar las sensaciones a partir de la estimulación, para establecer relaciones entre la magnitud de los estímulos sensoriales físicos y su intensidad referida”. En esa época ya era posible verificar la magnitud de un estímulo que se presenta o aplica a un sujeto experimental, como son la intensidad de luz o del sonido, el peso o la temperatura; lo que no estaba bien establecido era cómo cuantificar la sensación. La medida utilizada fue la intensidad referida que depende de un concepto tan práctico como perdurable: la noción de umbral, que etimológicamente significa “sombra.”

Elementos de Psicofisica
Portada de “Elemente das Psychophysik” de Fechner, Leipzig, 1889.

Fechner partió del sentido común que los estímulos de muy baja intensidad no son captados por los sujetos, pero si se incrementa su intensidad poco a poco, habrá un momento en el cual el sujeto siente o percibe el estímulo: éste sería el umbral, el punto de aparición o registro de un estímulo en la conciencia. Imaginemos el momento del amanecer en el que ya se distingue algún objeto del entorno; el objeto que estaba en la obscuridad ha emergido de la sombra y es posible medir la cantidad de luz que cunde en ese momento. Fechner tenía así resueltas las dos medidas que se habría propuesto: la intensidad de un estímulo medida con instrumentos de la física y el umbral de la sensación del sujeto al momento de detectarlo conscientemente.

Es fácil comprender que el umbral es el inverso de la sensibilidad pues, a mayor sensibilidad de un sujeto, por ejemplo, a mayor susceptibilidad al dolor, menor será el estímulo nocivo para provocarlo. Ahora bien, el umbral sería una sola medida y Fechner necesitaba varias para establecer una correlación y la ley matemática de ella. Surgió así el umbral diferencial, la mínima diferencia sentida entre dos estímulos de diferentes intensidades. Supongamos que colocamos en la palma de la mano de un sujeto un objeto pequeño con un peso conocido y luego otro que tenga un gramo de diferencia y le pedimos al sujeto que nos indique si puede distinguirlos. La diferencia es tan pequeña que el sujeto no la siente. Seguimos poniendo en su mano piezas que vayan aumentando gramo en gramo hasta que el sujeto indique que ya siente la diferencia. Éste sería el umbral diferencial para la detección de pesos variables.

Poco antes que Fechner, otro investigador, Weber, había encontrado que el menor cambio discernible en la magnitud de un estímulo es proporcional a la magnitud de éste. Pero Fechner hizo el hallazgo crucial de la psicofísica y se refiere a que la intensidad de la respuesta corresponde al logaritmo de la intensidad del estímulo. Dicho de otras maneras:  la sensación aumenta en proporción con el logaritmo de la intensidad física, o bien, para que la intensidad de una sensación aumente en progresión aritmética, el estímulo debe aumentar en progresión geométrica. Para ilustrar el caso, podemos poner otro ejemplo de la detección de peso. Si sostenemos una masa de 100 gramos en una mano, tal vez no podamos distinguirla de otra de 105 gramos, pero sí de una de 110 gramos. El umbral diferencial es de 10 gramos. En caso de sostener 1,000 gramos, 10 gramos no serán suficientes para notar la diferencia y hará falta añadir 100 gramos. Esta relación logarítmica recibe el nombre de Ley de Weber-Fechner y es un ejemplo palmario de que es posible establecer leyes matemáticas utilizando variables psicológicas que involucran a la conciencia subjetiva, como en este caso las diversas sensaciones en relación a los estímulos. A raíz de estos hallazgos, los sistemas sensoriales se pueden concebir como medidores biológicos que transducen variables y cantidades físicas en sensaciones conscientes.

Espiral logaritmica de la concha caracol
Las relaciones logarítmicas, como la ley de Weber-Fechner, que relaciona la intensidad del estímulo con la sensación subjetiva, son frecuentes en la naturaleza. En este caso aparece la hermosa espiral logarítmica en la concha del Nautilus. Fechner se interesó en probar las bases cuantitativas de la estética analizando preferencias por formas y figuras.

Se podría considerar si la psicofísica constituye una forma de resolver el problema mente-cuerpo, al menos en lo que se refiere a la sensación y su base física. Si bien la técnica y los métodos de la psicofísica son esenciales para realizar experimentos de psicología experimental en referencia a las sensaciones, porque establecen una relación nómica entre la magnitud de un estímulo externo y la sensación referida, no resuelven la razón precisa que debe existir para que una actividad fisiológica se convierta o corresponda a un evento o proceso consciente. Exploremos brevemente una posibilidad prevista por Fechner y que ahora ya es posible realizar. Digamos que en vez de medir el mínimo de luz que un sujeto discierne midiendo la intensidad de la luz de un estímulo, medimos el nivel de actividad neuronal de la zona visual del cerebro y lo relacionamos con la intensidad referida. Esta distinción ha sido hecha por los psicofísicos de épocas posteriores y se refiere como psicofísica externa para el primer caso y psicofísica interna para el segundo. Aún en este caso permanece la pregunta formulada, aunque suponemos que estamos mucho más cerca de la respuesta, al menos en lo que se refiere al sitio posible donde ocurre la pasmosa transducción o correspondencia de lo físico y lo consciente.

Fechner fue un autor prolífico en una gran variedad de temas, entre ellos la estética. En 1876 divulgó sus métodos para analizar las reacciones a obras de arte como la “Madonna” de Holbein. Para resolver qué tanto agrada una obra de arte, utilizó la preferencia entre un conjunto de obras; pretendió analizar si existe predilección por ciertas proporciones geométricas, como la sección áurea, y estableció las distancias que se consideran óptimas entre elementos pictóricos simples, como puntos y líneas. Éste fue el inicio de la “estética experimental” que tuvo gran influjo sobre múltiples estudios ulteriores y la disciplina de la estética.

Tabla de resultados-experimento Fechner
En el capítulo 14 de su libro sobre estética, Fechner analiza el tamaño de rectángulos en 347 sujetos que fueron provistos de 10 rectángulos de diferentes proporciones. El rectángulo elegido como el más agradable fue el de proporción 34/21, el más cercano a la sección áurea de las matemáticas. La figura es una tabla de resultados del experimento.

La ciudad de Leipzig fue también el nicho del trabajo de Wilhelm Wundt, otro de los pioneros de la psicología científica de corte experimental a quien se considera el progenitor de la psicología como una ciencia independiente.

Los contenidos de la columna Mente y Cuerpo forman parte del próximo libro del autor. Copyright © (Todos los Derechos Reservados).

Modelo de Sustitución de Importaciones

Lectura: 3 minutos

Tras la Segunda Guerra Mundial y dentro del nuevo reordenamiento económico mundial, muchos de los países ahora llamados desarrollados, implementaron una política económica que se llamó sustitución de importaciones; misma que se propuso crear industrias enteras de productos o servicios que se importaban antes o durante la guerra.

Se consolidaron grandes industrias en todos y cada uno de los países, algunas alcanzaron capacidades increíbles y en muchas otras no se aprovechó este periodo; tal es el caso mexicano, que aunque se apoyó de igual manera no se lograron consolidar muchas industrias. Las empresas creyeron que el proteccionismo estatal duraría unos cuantos lustros más y no crearon capacidades para poderle hacer frente a una nueva oleada de precursores del libre mercado.

Hace un par de semanas, mencionaba que el modelo económico neoliberal o el modelo de orientación al mercado, al menos (aunque para muchos otros países no dudo que así sea también), se inició con procesos muy corruptos de apertura, poca transparencia y con sectores basados en capacidades probadas, y de poder gubernamental los que se abrieron al mercado. Sí es verdad que ahora la comunicación ya no es un servicio que da estatus social como lo era antes, tampoco estamos para celebrar que tenemos la mejor tecnología, los paquetes compiten por los megas que ofrecen, pero la mayoría de los productos o suministros que usan son importados y, es más, subcontratan empresas para la instalación de los servicios.

El gobierno de la Ciudad de México, se enorgullece al decir que al menos el primer cuadro de la ciudad esta cableado de manera subterránea, cosa que se cumple en algunas calles pero no en todas. No sé, desconozco qué tan difícil es legislar en el sentido de que las empresas den un servicio no sólo óptimo sino con infraestructura adecuada. En el caso del gas natural, se nota en las calles, los baches lineales por donde va su tubería. Es increíble que nadie haga nada al respecto, y así con muchos servicios.

El negocio es vender no crear. Ese es nuestro gran problema, y cómo se acompaña con “permisos”, pues no estamos creando capacidad instalada, y eso que estoy hablando de uno de los ramos más rentables, las telecomunicaciones, regularlos va más allá de los servicios y costos que ofrecen, sino de la inversión en infraestructura que están realizando. Por lo tanto, de querer cambiar el modelo económico realmente, se debe de iniciar con cambiar la forma de pensar de todos y cada uno de los que “hacen negocios” en este país.

No creo que se puede implementar un modelo de sustitución de importaciones como tal, porque la economía mundial no se está orientando en ese sentido, no se vería con buenos ojos, pero lo que sí se puede y está dentro del argot de la literatura actual es invertir en investigación y desarrollo, innovar, crear capacidad instalada, infraestructura, recursos humanos calificados. Todo eso sí lo podemos usar y explotar, pero no para alcanzar un promedio que dice la OCDE, o el mismo Banco Mundial que hay que alcanzar, sino que realmente equivalga a las necesidades reales del quehacer nacional.

Siendo un país con yacimientos petroleros, y como fuente de energía por el uso que le están dando las grandes empresas automotrices, dudo que deje de ser, a mediano y largo plazo, uno de los pilares de la economía mundial. Es ahí donde se debe de seguir apoyando; el IMP (Instituto Mexicano del Petróleo) era el creador de conocimiento en este país hasta hace algunos años; tenía el mayor número de patentes concedidas a inventores mexicanos en la Oficina de patentes en Estados Unidos (USPTO, por sus siglas en inglés). Situación que no se pudo mantener tras la reforma energética de este sexenio. La innovación, junto con la educación, son indudablemente las herramientas que tienen los países para salir del subdesarrollo, pero no debe restringirse.

Necesitamos esta nueva “sustitución de importaciones” en donde dejemos de lado ser consumidores (importadores) de tecnología. Consumirla no nos hace expertos, un caso concreto es que más de 97 millones de mexicanos tienen un celular, y podría hablar de un valor muy inferior al uso de celulares de producción nacional. No se puede hablar y hacer comerciales de consumir lo mexicano; ¿se acuerdan de lo “Hecho en México”?, no puede hablarse de eso y fomentar las importaciones de productos no nacionales, es por demás contradictorio.

Vamos a utilizar lo que nos deja el mercado, vamos a crear capacidades y fomentar una infraestructura adecuada al quehacer nacional; es necesario dejar de concesionar bienes y servicios por negocio. De eso se trata, hacer las cosas diferentes para realmente impulsar el desarrollo económico y no sólo querer que la oscilación del PIB sea positiva o que baje lo menos posible.

Ataque al Secreto Profesional de los Abogados

Lectura: 3 minutos

La Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) pretende desmantelar el secreto profesional de los abogados, uno de los pilares de su ejercicio profesional y, de paso, afectar los derechos de defensa de los empresarios del país.

En efecto, la COFECE publicó en su página oficial una consulta pública sobre el Anteproyecto de Reforma a las Disposiciones Regulatorias de la Ley Federal de Competencia Económica, el cual incluye el artículo 103 Bis que atenta contra el privilegio de la secrecía de las comunicaciones entre un abogado y su cliente, elemento indispensable para generar la confianza entre ambos que permite al abogado hacerse de la información necesaria para defender a su cliente, sin que éste quede expuesto por haberla proporcionado.

Dicho artículo que se pretende aprobar sin la intervención del Congreso, dispone que el expediente de una investigación que se integre para adoptar una resolución en materia de competencia económica, “no considerará las comunicaciones entre un agente económico y su abogado, con excepción de los siguientes casos…”.  Y dicha lista de excepciones es tan amplia que la convierte realmente en la regla general.

El primer caso de la lista se refiere a las comunicaciones entre el cliente y su abogado, que hayan sido proporcionadas por el cliente a la autoridad. Cabe señalar que el dueño de esas comunicaciones no es solamente el agente económico investigado por la COFECE, sino también lo es el abogado, y la posibilidad de que el agente las revele y sean integradas a la investigación, puede derrumbar la estrategia de defensa diseñada por el abogado, causándole a aquél un estado de indefensión.

El segundo caso de excepción consiste en que el agente económico renuncie expresamente a dicho privilegio, supuesto inadmisible ya que el privilegio no es exclusivo del agente, sino también de su abogado, y es esencial para su defensa frente a la autoridad.

El tercero consiste en que las comunicaciones entre el cliente y su abogado impliquen violaciones a la legislación aplicable, supuesto imposible de darse en la realidad si no es mediante la arbitraria lectura de dichas comunicaciones por parte de la autoridad, ya que de otra manera nunca podría saber que las mismas violan la Ley.

El último supuesto en que se pretende permitir la interferencia de las comunicaciones entre el cliente y su abogado por parte de la autoridad, se refiere a aquellas que sean inherentes al ejercicio del derecho de defensa del cliente, el cual tampoco puede ser conocido por la autoridad, si no es mediante su lectura arbitraria. Es exclusivo derecho del agente económico y de su abogado decidir cual documentación es presentada a la COFECE para ejercer su derecho de defensa.

Como queda claro, este anteproyecto es violatorio del secreto profesional, de la garantía de acceso a la justicia y de la legítima defensa. Por eso, es importante que los colegios de abogados, las cámaras de comercio e industria y las comisiones de derechos humanos, tanto públicas como las de la sociedad civil organizada, se opongan radicalmente a esta iniciativa que, de aprobarse, constituiría un peligroso antecedente que pudiera luego ser adoptado por otras instancias gubernamentales, afectando gravemente la relación de confianza que debe existir entre los abogados y sus clientes.

Sin esa confianza, las empresas evitarían proporcionar a sus abogados toda la información con la que cuentan respecto de un asunto determinado, lo que necesariamente limitaría a los abogados el diseño de sus estrategias de defensa.

Apenas en enero del presente año el Primer Tribunal Colegiado de Circuito en Materia Administrativa Especializado en Competencia Económica dictó una tesis en la que señaló que el privilegio de la secrecía de las comunicaciones entre un abogado y su cliente, cuando éste enfrenta un procedimiento penal (similar al procedimiento administrativo de responsabilidad, según lo ha definido el Pleno de la Suprema Corte), constituye una medida de protección que deriva de los derechos constitucionales a la intimidad, de defensa y a la inviolabilidad de las comunicaciones privadas. Lo anterior, en consideración a que el abogado tiene el deber de preservar la confidencialidad de la información y de los documentos que su cliente le refiere para estar en condiciones de producir su defensa y, por ello, se le exime de la obligación de poner en conocimiento de las autoridades hechos que pudieran estar relacionados con la comisión de un ilícito.

No debemos permitir que la COFECE, mediante regulaciones internas que en calidad de organismo autónomo están fuera del proceso legislativo, derrumben pilares que dan sustento a la profesión de los abogados, lo cual es notoriamente inconstitucional. Debe prevalecer la tesis del mencionado Tribunal Colegiado y garantizarse el secreto profesional de los abogados.

¿Qué se siente?

Lectura: 2 minutos

“Salario mínimo al presidente, para que vea lo que se siente”; no era una consigna sino un reclamo desde la injusticia que surgió allá por 2010, cuando Felipe Calderón presumía con orgullo que los salarios en México ya eran menores que en China. Lo consideraba un triunfo político, y en parte lo era, de su gobierno.

El reclamo se sigue repitiendo cada 1 de mayo conmemorativo del día del trabajo, y cada vez con mayor razón; el Quinto Informe de gobierno de Peña Nieto informa también del deterioro constante de las remuneraciones desde que comenzó el sexenio.

Ahí se puede leer que en 2012 había en el país 3.92 millones de empleos remunerados con cinco salarios mínimos o más, y que en este 2017 ya sólo quedan 2.78 millones de lo que se pudiera considerar clase media; la caída es de 29.11 por ciento.

El problema que esa caída significa no es nada más que el mercado pierda poder adquisitivo y que las pequeñas y medianas empresas tengan más problemas con sus ventas; el problema también es de salud pública.

¿Qué sienten quienes pierden un empleo, se ven forzados a aceptar otro con menor paga y caen de la escala social clase mediera para acercarse o pasar a la de los pobres?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha venido ocupando del tema en muchos países y reconoce que la pérdida del empleo constituye uno de los principales factores de riesgo de aparición de problemas de salud mental.

Las personas que se empobrecen al perder ingresos quedan sometidas a un estrés psicosocial constante que afecta sus decisiones y todo el conjunto de su vida; la pobreza, el desempleo y factores vinculados a todo tipo de desigualdades, son determinantes sociales muy fuertes que con facilidad causan depresión a las personas.

Cuando un mal como ese afecta a millones, se entiende el mal humor de las naciones, muy extendido por el mundo; no lo causan, en México, los medios de comunicación como cree el presidente Peña, sino ver que el trabajo honesto paga cada vez menos un nivel digno de vida.

Es el resultado del desmantelamiento neoliberal de políticas que daban estabilidad y certezas básicas a la gente. No sólo las inversiones empresariales reclamas certidumbre, como la que se le atribuye al TLCAN; también la población merece que se revierta la sensación de vulnerabilidad del país, de las clases medias, de los pobres y que se le devuelva la confianza en que puede hacer algo para mejorar su situación.

http://estadoysociedad.com

Potencial Electoral en las Metrópolis Mexicanas

Lectura: 3 minutos

La peor decisión es la indecisión.

Benjamín Franklin.

En toda democracia, el ambiente preelectoral siempre se encuentra en efervescencia. En México, se ha venido calentando gradualmente a lo largo del presente sexenio. Hoy en día, para las elecciones del siguiente año, la lucha dentro de los partidos por la inminencia de nominar a sus respectivos candidatos a la Presidencia de la República y toda la cauda que le sigue en el contexto del cambio legislativo federal (500 diputados y 128 senadores); 9 gubernaturas incluyendo la CDMX; 972 integrantes de los congresos locales en 26 estados, más la Asamblea Legislativa de la CDMX; 1,596 Ayuntamientos en 25 estados (el 65.2% de las municipalidades), más las 16 alcaldías de la capital de la República.

La ambición, legítima o ilegítima, de miles de mexicanos que quieren ser, crea un ambiente de crispación: la emoción se sobrepone a la razón; afloran las mentiras, descalificaciones, ironías, sarcasmos, insultos, sabotajes, denuncias, suposiciones y todo lo que usted, respetable lector(a), le quiera aportar a la confusión, según su filia o fobia por alguno de los precandidatos y acaso incluir sentimientos que justifiquen una probable abstención derivada del hartazgo o el desencanto.

Estoy consciente de que la Estadística es pesada, pero nos ilustra en varios sentidos para estar en condiciones de tomar las mejores decisiones posibles. Veamos: de los 123.5 millones de mexicanos, 87.2 tienen 18 años o más de edad, es decir, si la jornada electoral fuera hoy, 70.6% de la población estaría listo para votar (48% hombres y 52% mujeres).

Con estos datos quizá resulte conveniente analizar el potencial electoral representado en las 59 metrópolis mexicanas, las cuales agrupan tan sólo a 367 de los 2,446 municipios más las 16 delegaciones políticas con que contamos. En ese escaso territorio de la nación (8.7%) habitan 58 de cada 100 probables electores. De esta realidad se desprende la importancia de focalizar la invitación a votar primordialmente en estos centros urbanos de población, dado que el 58% de los electores son metropolitanos, 20% se encuentran en ciudades medias o fuera del radio de acción de alguna metrópoli y 22% restante son rurales.

Sí fuésemos los responsables de establecer las estrategias para promover el voto de un partido o por algún independiente, tendríamos que determinar, en primera instancia, la organización por distrito electoral federal o local, con el fin de asegurar lo que se llama el “voto duro”, lo más provechoso sería imprimir el mayor énfasis en las zonas metropolitanas.

En segundo lugar, tendríamos que establecer dos métodos de promoción del voto, persona a persona, y por lo medios masivos de difusión. En el primer caso, convencer al elector implica un enorme trabajo personal de los candidatos, lo que a mi juicio exige, ciertamente, un enorme desgaste físico, pero con los argumentos que le hablen a cada potencial elector de sus problemas-necesidades, así como de las posibilidades de resolverlos conjuntamente, se garantiza, en buena medida, el convencimiento de cada ciudadano. En el segundo caso, la utilización de los medios masivos demandará la construcción de mensajes estandarizados, producto de concienzudos estudios de opinión pública y de contar con una enorme bolsa de recursos financieros para contratar a los medios más idóneos, tomando en consideración al pago de promotores del voto por redes sociales.

La tercera estrategia, es la verificación de la eficacia de la campaña político-electoral, prácticamente las 24 horas, de los 7 días de cada semana, realizada por grupos plurales de críticos que analicen paso por paso, detectando preferencias para que en todo momento se tomen cursos de acción que refuercen, corrijan, o desechen, el fondo o la forma de los mensajes y de la imagen del candidato(a).

Si en términos generales se tomarán estas providencias, los candidatos debieran tener arraigo, hablar un lenguaje llano, preciso, ofrecer programas integrales de atención tanto a los grandes problemas nacionales como a los que sufrimos cada uno de los electores.

Estamos hablando de candidatos idóneos, con vocación de servicio, bien informados e inteligentes para construir ideas que lleguen directamente a la cabeza y al corazón de los ciudadanos.

Estoy seguro de que asumir la responsabilidad que tienen los candidatos y los partidos es enorme, muchos criticarán el idealismo de este planteamiento y, sin embargo, en términos muy prácticos, armar una estrategia en zonas metropolitanas permite concentrar adecuadamente los problemas ya que la cultura, la forma de vida en una metrópoli es compartida por millones de sufragantes.

L@s Médicos

Lectura: 3 minutos

#Medicos

Esta semana se celebró el Día del Médico y, a propósito de su día, quisiera reconocer esta noble labor, que existe desde tiempos inmemoriales.

Se dice que fue Imhotep, un médico en el antiguo Egipto, el primero del que se tiene registro. Se le considera autor de un papiro dedicado a la cirugía, la cura de heridas y a la anatomía, según lo narra el libro “Historia de la medicina” de Multanosky.

A Hipócrates, a quien se le considera el padre de la medicina y quien fuera contemporáneo de Platón, se le atribuye una colección de libros considerados como una enciclopedia médica de la antigüedad y el famoso juramento que todavía, hoy en día, se utiliza en la formación ética del galeno.

La realidad es que es más conocido Hipócrates, quien venía de Grecia, porque vivimos en una cultura occidental donde el origen de muchas cosas y profesiones es precisamente la Grecia antigua, pero sin duda y en paralelo, Indios, Chinos y otras culturas orientales, ya tenían médicos que, de una forma u otra, curaban a sus enfermos.

Los de esos tiempos, como los de ahora, parten de un mismo principio para dedicarse a la medicina: preservar el cuerpo humano.

Hay también quienes dicen que el cuerpo humano “se enferma”, normalmente, por una razón psicosomática, por lo que algunas personas se dedican a estudiar la mente o el espíritu.

Son los médicos, pues, los que arreglan cuerpos, mentes y, en muchos casos, hasta almas (cómo me acuerdo de ese libro llamado “Médico de Cuerpos y Almas” de Taylor Caldwell, que describe a Lucano, ese médico educado en Alejandría y que, al convertirse al cristianismo, seguiría sanando cuerpos y almas hasta el camino de ser santo).

Todos los buenos médicos pasan por un proceso de educación y preparación muy largo. Mientras que a la mayoría de los profesionistas nos toma 4 o 5 años terminar una carrera y recibirnos, los médicos pueden invertir hasta el doble del tiempo si hacen una especialidad. Además, pasan largos tiempos en hospitales y clínicas sin ver el sol (yo ya nada más por eso, no aguantaría ser médico ni por una hora).

En mi caso particular, los médicos tienen todo mi respeto, reconocimiento y admiración porque, a la par de su gran vocación, tienen una gran responsabilidad: cuidan lo más preciado que tenemos, que es la vida misma, por lo que en esta profesión como en ninguna otra, la charlatanería y la improvisación pueden ser costosísimas.

Estoy seguro que todos mis lectores le están agradecidos a uno(a) o varios médicos que han dejado huella en sus vidas. No olvidemos que desde que llegamos a este mundo, fue un(a) médico quien ayudó a que naciéramos (en la mayoría de los casos, también hay parteras, taxistas, policías, etcétera, que han ayudado a que nazcan bebés).

Cuando nos sentimos mal, agradecemos la llamada que nos contesta un(a) médico. Ya desde oírlo(a) nos da cierta tranquilidad y hasta hace que nos sintamos mejor. ¡Si el médico es amigo, mejor aún! A ese, todos los demás le consultamos sobre cualquiera de nuestras dolencias, achaques y molestias. No importa que nuestro amigo médico sea oftalmólogo y nuestro dolor sea del estómago.

Así, con la confianza que les tenemos, los médicos se vuelven psicólogos, confesores, amigos, adivinos y, a veces, hasta brujos. También, hay quienes curan sin ser doctores y quienes se creen doctores. ¿No les recuerda esto último a las mamás?

Hoy celebro una de las profesiones más sacrificadas, más comprometidas y más importantes de todas. Una que hay que celebrar porque nos ha dado una mayor esperanza de vida con sus investigaciones, ha hecho que los pacientes tengan menos dolor, y ha llevado a la medicina a casi todos los rincones del planeta.

Ojalá nazcan más seres humanos con vocación de ser médicos y sigamos viendo cómo se preparan y se vuelven grandes doctores por el bienestar de todos.

¡Muchas felicidades, médicos! Salgan a asolearse un poco, que bien se lo merecen.

Buena semana a todos y espero que, si ven a un médico en estas fechas, sea para celebrarlo en su día.

Efecto AMX en el IPC

Lectura: 2 minutos

Variable Estructural: Entre las variables que explican el comportamiento del mercado accionario o del Índice de Precios y Cotizaciones (IPC), las de tipo estructural resultan importantes. Es el caso de la empresa América Móvil (Amx), cuyo avance acumulado en el precio de la acción en el año de 40.0% ha sorprendido a más de uno. Con un peso actual en la estructura del IPC de casi 14.0%, el avance del 40.0% equivale a un efecto para el índice bursátil del 5.6pp aproximadamente (asumiendo que el peso hubiese sido el mismo desde inicio de año, lo cual no es así, su peso ha venido mejorando reflejando el mismo favorable comportamiento de la acción). Esto significa que el avance acumulado del IPC de 9.5% sin el efecto de Amx este año hubiese sido del 3.9%. A eso, reste un impacto de más de 3pp por la Acción de Elektra que pesa sólo 1.6% en el indicador bursátil pero acumula un avance de más de 200 y el avance anual de resto del IPC éste año sería apenas poco mayor a 1.0%

AMX; Contexto: Un avance de 15.0% en el Ebitda de la emisora en el primer semestre del año, mejorando su margen de Ebitda en casi 400 pb, la expectativa de comenzar a cobrar tarifas de interconexión, y una valuación histórica castigada, explican gran parte del avance en el precio de la emisora éste año. Si bien los crecimientos en Ebitda distan de los más de 40% que en algún momento tuvo la empresa telefónica en el pasado lo que la llevó a representar más del 30% del peso del IPC, las cifras de crecimiento reciente hace tiempo que no se presentaban. El pasado 16 de agosto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación falló en favor de Amx que interpuso un amparo contra la llamada tarifa cero de interconexión. La gráfica anexa demuestra el impacto del evento en el precio. Amx es hoy la empresa más grande del mercado con un valor de capitalización de $1.2 billones de pesos. Su pecio objetivo del consenso del mercado al 2018 es de $16.5, inferior a su precio actual de $18.0%.

MEMORIA – Amx vs. IPyC 2017

De los dos lados: El pasado martes 24 de octubre, luego del cierre de las operaciones bursátiles (3:00 pm), Amx presentó su reporte financiero al 3T17 confirmando un pobre resultado (caída de -2.0% en el Ebitda). Los participantes tuvieron así un pretexto para tomar utilidades y el precio de la emisora cayó 6.93%. Esta caída junto con una baja de 9.3% de Gfnorte (pesa 9.6% en el IPC) luego de anunciar su intención de compra de Interacciones influyeron en un descenso de 2.55% en el IPC. Esto significa que el fuerte impacto de esta emisora es tanto a la alza como a la baja.

MEMORIA – Var% Precios 2017 (al 23 de octubre)

Tabla Amx

Carlos Ponce B.

Es Director General Adjunto de Análisis y Estrategia Bursátil del Grupo Financiero BX+
Puedes escribir tus comentarios y dudas al correo cponce@vepormas.com.mx