Opinión

Las disculpas de Macron

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Recientemente y sólo dos días después de haber presidido por primera vez la celebración de la Revolución francesa,1 Macron realizó un acto trascendente. El 16 de julio se cumplía el LXXV Aniversario de los hechos de Vel d’Hiv del Velódromo de Invierno, por lo que el presidente Macron realizó una sentida ceremonia en la que aceptó la participación del entonces Gobierno Francés, conocido como el gobierno de Vichy, encabezado por Pétain con la complicidad de una parte del pueblo francés y gran parte del ejército francés que permaneció alrededor del Mariscal Pétain. Él gozaba de un gran prestigio por su participación en la Gran Guerra y haber participado distinguidamente en la batalla de Verdún que culminó con la Primera Guerra Mundial. Después de haber sido Embajador en España fue nombrado Primer Ministro y, posteriormente, Jefe del Estado francés donde permaneció cuatro años, prácticamente toda la duración de la Segunda Guerra Mundial.

El gobierno de Vichy fue un gobierno colaboracionista con el régimen de Hitler, especialmente en su esfuerzo para exterminar no solamente a los judíos franceses, sino también contra otros grupos. En esa época y sin participación directa de fuerzas alemanas, fueron enviados a los campos de concentración más de 100,000 judíos, de los que se calcula sólo regresaron vivos menos del 10%. Otros grupos como el de los gitanos, los españoles republicanos refugiados de la guerra civil, fueron también perseguidos, encarcelados y enviados a campos de concentración primero en Francia y después en Polonia y Alemania. Niños y adultos, hombres y mujeres sufrieron por igual.

No fue sino hasta 1995, que el entonces presidente Jacques Chirac reconoció la participación del gobierno francés en la persecución, especialmente de los judíos, durante la Segunda Guerra Mundial. El Velódromo de Invierno fue derruido, se colocó una placa conmemorativa que permanece en su sitio.

Me parece especialmente significativo que el Presidente Macron haya hecho este reconocimiento y lo haga en este momento; primero porque se conmemora el aniversario del más cruento de los hechos, aunque no el único. Quizá más importante, existe actualmente en Francia una corriente xenófoba, antisemita y antisionista.

Macron en su discurso destacó que los hechos por los que ahora pide disculpas no surgieron de Vichy, sino que se nutrieron de una corriente xenófoba y antisemita que venía de tiempo atrás y que además no murió con el derrocamiento del gobierno de Vichy, más bien se ha mantenido de alguna manera a lo largo de estos años. Aceptó que aún hay ciertos sectores de la sociedad francesa que continúan siendo antisemitas e hizo un llamado a que los ideales franceses prevalezcan. A la ceremonia acudió como invitado el Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu.

Muchas son las obras que relatan o destacan la tragedia de los perseguidos por el gobierno francés de Vichy, una de las primeras obras que hablan de esto es La grande rafle du Veld d’Hiv, se publicó hasta 1967 y fue reeditada hasta 1992. Claude Lévy, autor del libro, fue uno de los pocos franceses que logró escapar del velódromo siendo un adolescente y se destacó siempre por su enorme interés por rescatar la verdad histórica; fue escritor, cineasta y médico radiólogo entre otras actividades.2

La grande rafle

Juana Salabert escribió el Velódromo de Invierno, con el que ganó el Premio Biblioteca Breve en 2001. Es una obra muy compleja escrita en cuando menos dos tiempos en los que se destacan las tragedias de los judíos en 1942 y el “Velódromo de Invierno”. Además, trata el tema de la culpa. Durante ese tiempo y después la culpa es un tema recurrente de los supervivientes. Aparte de esos temas, Salabert escribe sobre los antecedentes y el origen de la diáspora judía reunida en París y que es víctima del antisemitismo encabezado por Pétain, pero en complicidad con muchos franceses.3

Velodromo de invierno

Decíamos que no sólo había existido el hecho del Velódromo, sino que fue una persecución sostenida a lo largo de muchos años. La suite francesa de Irène Némirosky nos relata la terrible persecución hasta el aniquilamiento de la autora y su marido en los campos polacos.

Némirovsky era una escritora brillante y con gran éxito, era parte de la alta sociedad francesa. Era rusa exilada por la Revolución, pero era judía y murió por ello; sus dos hijas se salvaron con la ayuda de su niñera francesa. Muchos años después, sus hijas descubrieron lo que conocemos como la suite francesa, aunque probablemente sólo se hayan salvado dos partes de las cinco que escribió Irène Nemirovsky.4

Debo confesar que la noticia de Macron me impresionó aún más porque recién había terminado de leer Una librería en Berlín, escrita por Françoise Frenkel. Es un libro distinto, es la obra única de su autora, una polaca residente en Berlín al principio de los años 30 que había estudiado en París y era una profunda admiradora y conocedora de la cultura francesa. Fundó la primera librería francesa en Berlín con más o menos éxito. Con el surgimiento del nacional socialismo tuvo que migrar. Su marido fue enviado y muerto en un campo de concentración. Ella huyó, por supuesto, a Francia al estar convencida de que ahí encontraría refugio. Sin embargo, inició una larga travesía de persecución y fugas hasta que logró pasar a Suiza. Poco o nada sabemos de su vida posterior, el relato de su persecución está hecho entrañablemente, con el optimismo y la esperanza de una mujer fuerte que afortunadamente encontró la ayuda y la complicidad de varios franceses para conseguir su fuga y finalmente su supervivencia. La primera edición se publicó en Ginebra5 en 1945, y luego desaparece hasta que en 2015 Gallimard hace una nueva edición brillantemente prologada por Patrick Modiano.6 La traducción al español se publicó en el 2017 y me parece una obra imprescindible sobre el tema, por precisa, clara, entrañable.7

Una librería en Berlín

Muchas obras más han ido apareciendo al respecto, unas claramente históricas y otras enriquecidas o no por la ficción. Entre las que describen como otros grupos fueron perseguidos y acosados me atrevo a mencionar, La Maleta Mexicana de Guillermo Chao, que describe el camino de unas fotografías de Capa sobre la Guerra Civil Española, pero en el camino toca las peripecias de judíos, españoles republicanos y gitanos para lograr escapar de Francia. El ayudante de fotografía que salva las fotos escapa después de entregarlas en la Embajada mexicana y termina viviendo en México un largo exilio hasta su muerte.8 Existe una película que describe también muy bien estos hechos, Visa al Paraíso de Lillian Liberman, quien describe la importancia de Gilberto Bosques para salvar no sólo a muchos republicanos españoles, sino también a muchos judíos.9

Macron ha ido perdiendo popularidad a lo largo de estos primeros meses de su mandato, cosa normal en toda presidencia y que sucede por el hecho de gobernar. Creo la recuperará porque su gobierno va por un buen camino y él lo hace muy bien. Es muy relevante que en su nombre, en el del gobierno francés y en el del pueblo francés, ofrezca disculpas por un hecho tan terrible, tan vergonzoso, aun a sabiendas que no será por todos bien visto.

Lecturas recomendadas

  1. “Macron hace frente al pasado más oscuro de Francia”. El País. 17 de julio de 2017.
  2. Claude Lévy, Paul Tillard. La grande rafle du Veld d’Hiv. Robert Laffont. Francia, 1967. 1992.
  3. Juana Salabert. Velódromo de Invierno. Alianza Editorial. Madrid. 2001.
  4. Irène Némirovsky. Suite Francesa. Salamandra. Barcelona, 13ª ed. 2008.
  5. Françoise Frenkel. Rien Où poser sa tête. H. Jeheber S.A. Ginebra. 1945.
  6. Françoise Frenkel. Rien Où poser sa tête. Édition Gallimard. París. 2015.
  7. Françoise Frenkel. Una librería en Berlín. Editorial Planeta. México. 2017.
  8. Guillermo Chao Ebergenyi. La Maleta Mexicana. Planeta. México. 2015.
  9. Lillian Liberman. Visa al Paraíso. Producciones Nitya. México. 2010.

La magia del poder

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#ElPoder

Cuando se habla del poder, cada persona tiene su definición, su conexión con esa palabra, así como su opinión positiva y negativa sobre el mismo. Hay quienes dicen que, si se es poderoso se tiene todo; y algunos otros dicen que el poder hace que uno lo pierda todo. Hay quienes aseguran que, para construir cosas, hay que tener poder; y otros que dicen que es precisamente el poder lo que ha destruido cosas. El poder construye y destruye naciones, dirán otros. La realidad es que el poder, desde el enfoque que lo vea uno, es lo mejor que puede existir o lo peor que pueda existir, dependiendo de quién lo ejerza.

Todos los seres humanos, desde tiempos inmemorables, hemos tenido una relación con el poder y hemos ejercido el poder de alguna u otra manera. Ese poder que se define por la Real Academia Española (RAE) como “Tener expedita la facultad o potencia de hacer algo”. La capacidad de hacer alguna cosa es sin duda la relación más íntima y cercana que el ser humano tiene con el poder. Hasta la persona más sometida y controlada que exista en el universo “puede”, en su pensamiento, mandar al diablo al que lo somete, “puede” pensar que está en un lugar maravilloso en su imaginación o “puede” planear la gran salida de esa situación de sometimiento. Pero también el ser humano, desde siempre, ha tenido relación con la otra definición que da la RAE: Poder es “Dominio, imperio, facultad y jurisdicción que alguien tiene para mandar o ejecutar algo”. Aquí la cosa se pone más interesante porque, entonces, va aparejada una responsabilidad. Si alguien tiene esa clase de poder, invariablemente sus decisiones van a afectar a los demás. En qué medida y con qué resultado afecte, dependerá del grado de poder que se ejerza; si el resultado del poder ejercido es positivo, es entonces donde se genera la magia, ese “Encanto, hechizo o atractivo de alguien o algo” como le definiría la RAE.

Los grandes líderes, a quienes hemos venerado con el pasar de los siglos, han sido atractivos o “mágicos” por la forma en que han ejercido el poder y por la forma en que han trascendido por las decisiones que tomaron. Para mí, entre otros muchos líderes que seguro están por ahí, están los ejemplos de Cristo, Buda, la reina Isabel, Morelos, Gandhi, Churchill o Gorbachov. Todos ellos han trascendido afectando positivamente al ser humano en su espiritualidad, condición humana o libertad (cada quien en lo suyo, aclaro).

La magia del poder está en que sea utilizado para bien y para los buenos propósitos. Hemos visto cómo se ha usado el poder para tantas cosas malas, que ya muchas veces lo vemos como algo negativo. El filósofo y escritor Goethe se fue al extremo diciendo que “Todo aquel que aspira al poder ya ha vendido su alma al diablo”. Creo que el alemán es un poco exagerado, pero hay algo cierto en esa frase lapidaria. Claramente, muchos hombres y mujeres que han sido poderosos de forma positiva y han trascendido positivamente en los demás, no aspiraban al mismo. El poder les llegó como consecuencia de sus actos, palabras, conductas y determinación y así tuvieron seguidores y se volvieron poderosos. Jesucristo o Gandhi son claros ejemplo de esto.

Me encanta la frase atribuida al historiador inglés Thomas Macaulay que dice: “La prueba suprema de virtud consiste en poseer un poder ilimitado sin abusar de él”. Como decía al principio, tener poder es una responsabilidad y sin duda se es virtuoso si, teniendo poder, se ejerce de manera adecuada, constructiva, justa y generando valor para el mayor número de personas.

Hoy en todo el mundo tenemos poderosos, pero no en todos lados hay esa magia del poder, ese poder que trasciende, enriquece y fortalece. Creo que ahí está la diferencia entre un buen líder y un poderoso. Por principio, el buen líder tiene poder, pero lo ejerce para lo bueno; el mal líder, a quien sólo menciono como “el poderoso”, no usa el poder para lo bueno y desvirtúa esa magia que puede ser el poder, ese hechizo o encanto que tiene cuando es bien utilizado.

Se ejerce poder para lograr resultados. Desde niños lo entendemos de forma natural. El niño que llora y recibe su leche, ejerce poder sobre su madre para obtener de ella un resultado. Todas nuestras decisiones tienen una dosis de poder. El hecho de decidir es poderoso en sí mismo. Por eso veo con tristeza a las naciones o individuos que están en situaciones en las que su libertad de elección es limitada o prácticamente nula. En países como Corea del Norte o Venezuela, donde las libertades son cada vez menores y el individuo cada vez cuenta menos, el poder ejercido por unos cuantos ha acabado con todo. Ahí vemos el claro ejemplo de un poder que perdió su magia, que fue utilizado para controlar, para socavar dignidades y para denigrar al ser humano. En esos países se exterminó, espero de forma temporal, aquella máxima de uno de los más grandes escritores que nos ha dado la humanidad: Séneca. Él se refirió al poder de la siguiente manera: “El hombre más poderoso es el que es dueño de sí mismo”. En eso, creo yo, radica la magia del poder y se parte para trascender en los demás. Nunca dejemos entonces que nos quiten ser dueños de nosotros mismos, aunque nos lo pinten muy bonito y generoso.

Buena semana.

La vocación escondida de los empresarios #bomberos

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Aviso: contiene spoilers de lo que ocurre

en “El Libro Negro del Emprendedor”.

Aún hoy en día con tantos estudiosos hablándonos de la mercadotecnia ideal, de la publicidad de boca en boca, de los análisis de productos y servicios, creemos que nos irá bien en un negocio si practicamos rituales específicos para evitar efectos negativos, los cuales pueden ser eliminados gracias a cuestiones paranormales. Es válido creer, pero también es válido entender que podemos ser exitosos si emprendemos con el corazón.

Para ello, hay que tomar ciertas lecciones de administración, las cuales nos ayudarán a entender que hay variables indispensables para hacer despegar un negocio, pero sin duda, hay una implícita en cada historia de éxito: el o los dueños son emprendedores en algún momento de sus vidas.

En cierto modo, todos somos emprendedores, pero hay algunos que sobresalen por ser quienes se atreven y cambian el rumbo de lo establecido. Esa cualidad la explica de forma simple y amena el español Fernando Trias de Bes, el autor de El libro negro del emprendedor[1], ya que hace una similitud entre los emprendedores y los bomberos. Él afirma que hay dos tipos de emprendedores, los que se autonombran así, sólo por el simple hecho de querer serlo. Textual, nos dice: “en el nivel más básico, se encuentran las personas que denomino <<emprendedores NIF>> (en México sería algo así como el emprendedor RFC). Para éstas, ir al notario y construir una sociedad mercantil supone convertirse en emprendedores…” Mientras que en un segundo nivel están los “emprendedores idea feliz”, quienes textualmente creen que: “tener una idea de negocio, conseguir una franquicia, exportar o importar una marca en exclusiva supone ser un emprendedor”. Emprender es mucho más que eso, es más que montar un negocio, una agencia de publicidad, una startup que diseña aplicaciones. Emprender tiene que ver con la vocación de un bombero.

bombero emprendedor

¿Emprendedor = Bombero?

Así es. Sólo piénsalo un momento. La mayoría de nosotros quisimos ser bomberos en alguna etapa de nuestras vidas. El autor describe que durante una entrevista, conoció a un bombero, a quien le preguntó ¿por qué había elegido esa profesión? A lo que el hombre respondió “Todo bombero no desea otra cosa más en la vida, que ser bombero. Ser bombero te proporciona una forma de vida que ninguna otra profesión te ofrece, la posibilidad de arriesgarte en un escenario real. Esto no es un teatro, no es un parque de diversiones en donde los riesgos son ficticios. Los riesgos que corremos todos los días son reales: un incendio, una fuga de gas, un edificio colapsado… Es adrenalina pura, es una forma de vida que se convierte en una droga de la que no se puede renunciar”.  De esta manera, emprender también forma parte de un estilo de vida, tal como el de los bomberos, no es para todos. Es mantener un ritmo de vida al límite en donde puedes arriesgarte para ganar todo o perderlo.

También, resalta el papel de la vocación de las personas. Si se mantiene por sobre todas las cosas ese instinto, esa capacidad de seguir en contra de todo lo establecido, será mucho más fácil lograrlo. Ese deseo que nace en cada emprendedor es el mismo que un bombero mantiene desde que es niño. Citando a Paul Auster, cuando recibió el premio Príncipe de Asturias, dijo que “eso era lo único que podía hacer, porque no había más remedio, porque era su impulso fundamental para crear novelas, no tenía otro objetivo más que crear”.

Por ello, tenemos que buscar ese instinto, esa pasión que no nos deje ninguna opción para reaccionar y hacerlo, irremediablemente, el mundo del emprendedor está hecho de esos momentos en los que el trabajo diario dará resultados efectivos. Lo hemos escuchado en muchos lugares, pero hoy no nos queda otra opción: si sueñas con algo, hazlo realidad, manteniendo fija tu meta y esforzándote hasta alcanzarlo. Quino, el padre de una de las niñas más famosas de las tiras cómicas, decía que “de vez en cuando conviene sacar a pasear un poco el instinto”. El momento ideal nunca llegará si pensamos en todas las variables, lo ideal es lanzarnos ya en esa aventura de emprendimiento… y seguir.

[1] De Bes, F. T. (2008), El libro Negro del Emprendedor, Perú: Empresa Activa.

Revolución Inteligente

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Sophia habla, se mueve e interactúa: inclina la cabeza si se le acercan demasiado, y su piel está dotada de tacto hiperrealista, frunce el entrecejo cuando no comprende una pregunta y reacciona a las bromas. Es posible que este software de inteligencia artificial, montado en estructura de androide, sueñe con ser tan inteligente como los seres humanos. La idea es que yo sea cada vez más lista; trabajando con humanos aprendo qué significa ser una persona, expresaba la autómata en la Conferencia Mundial sobre Inteligencia Artificial de la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT), en Ginebra, Suiza el pasado junio. Construir a Sophia le llevó tres décadas de investigación y al doctor en artes interactivas e ingeniero por la Universidad de Texas, David Hanson.

Sophia es producto de la Inteligencia Artificial (IA), una rama de las ciencias de la computación y de las tecnologías de la información, que usa software y hardware para simular el comportamiento y comprensión humanos. Hace décadas que en México convivimos con sistemas semiautónomos incorporados a la industria, transporte, telecomunicaciones y medicina. También, estamos familiarizados con robots multifuncionales y vehículos aéreos no tripulados (drones). Por tanto, muchos en el planeta nos hemos beneficiado del “trabajo” o servicios que realizan esos sistemas, de ahí que consideremos que no nos será ajeno convivir con ciborgs, autómatas y androides en un futuro próximo.

Sin embargo, ciertos científicos temen que esa inteligencia iguale o rebase a la humana y les inquieta saber hasta dónde será posible controlar ese proceso. Una de las voces más influyentes en esa tecnología, el doctor taiwanés Kai Fu Lee, advierte que estamos ante “una revolución inimaginable” que impacta en nuestro modo de vida por el uso creciente de IA cada vez más perfeccionada. Lee, también director de Sinovation Ventures, puntualiza que la creciente actividad de la IA en ámbitos cada vez más amplios, dará una nueva forma al significado del trabajo y al mismo proceso de generación de riqueza.

Tal escenario alteraría la actual estructura de poder político y profundizaría la brecha económica entre naciones, personas y organizaciones, estima a su vez el director de la Academia Sinica Europaea, David Gosset. Y si bien esto tardará décadas en llegar, urge que Gobiernos y organizaciones anticipen reacciones posibles ante la llamada “fractura digital”; es decir, que mientras un pequeño segmento de la sociedad maneja y se beneficia del aumento de algoritmos de la AI y los llamados big data, la mitad de la población mundial aún no tiene acceso a internet.

Desde una perspectiva geopolítica, el análisis de los efectos sociales y políticos de la IA anticipa riesgos de inequidad internacional sin precedentes. En los países industrializados ya hay un claro debate sobre el efecto de la Inteligencia Artificial en las relaciones China-Occidente y, en particular, entre Beijing-Washington que es el mayor determinante en el orden internacional actual. Si por décadas, las armas nucleares fueron el símbolo dramático de la Guerra Fría, hoy los analistas consideran que la Inteligencia Artificial será la marca del antagonismo estratégico sino-occidental del siglo XXI.

Para conocer ese y otros efectos, Gosset propone crear una Agencia Internacional de Inteligencia Artificial, inspirada en el modelo de cooperación de la Agencia Internacional de Energía. Desafortunadamente, en México prácticamente están ausentes del debate público las implicaciones geopolíticas de la también llamada, Cuarta Revolución Industrial.

Y es que, a diferencia de la Revolución Industrial y la llamada Revolución de las Computadoras, la Revolución de la Inteligencia Artificial implica la supresión de empleos a gran escala; sobre todo los mal pagados. En contraste, reportará colosales ganancias a las empresas que posean esa tecnología. Del riesgo y ventajas de la IA en el periodismo ya hablaremos en otra ocasión.

¿Qué hacer? Algunos proponen re-capacitar a las personas en riesgo de perder sus empleos, en tareas ajenas al ámbito de la IA como en: pensamiento multidisciplinario (abogados litigantes), profesionales que interactúen con personas, trabajadores sociales y voluntarios. Pero ese proceso requerirá más inversión pública y, por tanto, más impuestos.

El presupuesto mexicano, dedicado en su mayoría al pago de servicios y nóminas, es absolutamente deficitario en inversión en educación, ciencia y tecnología. Si los estrategas políticos no invierten de forma apremiante en el futuro, esta Revolución de la Inteligencia Artificial sobrepasará a México. Y ése, es un riesgo que no puede ni debe correr la sociedad.

concurso de robotica
Muestra de robot humanoide como apoyo didáctico, diseñado por estudiantes del Estado de México (foto: Salvador Reyna).

Yo no fui, fue Teté*

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*NOTA ACLARATORIA: Esta reflexión fue publicada

en mi Facebook personal el 09/11/2016.

¿Por qué seremos tan ingenuos? ¿Por qué [me incluyo] hoy amanecí con una sensación de desasosiego, de preocupación por el resultado de las elecciones de los Estados Unidos de Norte América?

En mi país tenemos la proclividad de echar culpas a los demás, yo con 52 años, he vivido de crisis en crisis, en el 82 la culpa fue de los árabes quienes decidieron previamente inflar los precios del petróleo y luego súbitamente provocar su caída. En aquel momento, a mis 18, me pareció maquiavélico que alguien pudiera hacer algo así y veía a los árabes como unos demonios desalmados.

¿Pero fueron los árabes los verdaderos culpables? ¿Fueron los árabes quienes hicieron que México se endeudara hasta el cuello? No, no fueron los árabes, fue la soberbia de nuestro presidente en turno JOLOPO [como lo denominaban en la prensa al final de su mandato] José López Portillo y Pacheco, nombre que probablemente no le dice nada a mis hijos o a mis estudiantes, pero que los de mi generación lo recordamos llorando en el Congreso de la Unión y gritando con la voz entrecortada, que defendería el peso “como un perro”.

Fue también el que, poco antes había dicho, el problema de México ya no es la pobreza sino administrar la abundancia.

Defendió el peso como un perro, pero como uno chihuahueño, pues el precio del dólar pasó de 22 a 70 pesos.

Luego siguió Miguel de la Madrid Hurtado, otro mesías que como todos los anteriores [y los posteriores] prometió acabar con la corrupción. Promesa que he venido escuchando, probablemente, desde que estaba en el vientre de mi madre.

Con de la Madrid, el dólar alcanzó a cotizarse en 2,300 pesos [viejos pesos] por un dólar. El argumento siempre ha sido el mismo, las fuerzas externas, la volatilidad de los mercados financieros, las inversiones golondrinas, etc., es decir, nosotros los mexicanos o, mejor dicho, nuestros políticos mexicanos, nuestros dirigentes, jamás han sido los culpables.

Como seguramente tampoco lo recuerdan las generaciones posteriores a la mía [pues eran muy chicos para estar conscientes], hubo necesidad de quitarle tres ceros al peso, así aquello que nos costaba mil pesos ahora nos costaría solo un peso.

La medida en términos económicos no es mala, pero qué pasó con lo que costaba 937 pesos por ejemplo, pues como no había centavitos, nuestros también siempre voraces empresarios y comerciantes lo redondearon a peso. Así, la medida de quitar tres ceros al peso acarreó inflación [adicional a la que se generaba después de cada devaluación] y nuevamente la culpa no era nuestra, el origen del problema siempre estaba fuera, era el capitalismo voraz, los inversionistas extranjeros, las trasnacionales o cualquier otro fantasma sin cabeza y amorfo. Los mexicanos jamás.

Luego vino un pequeño período de prosperidad, un período en el que parecía que México se posicionaba frente al mundo, ese período fue de Carlos Salinas de Gortari, un regio que decía haber sido bautizado en la iglesia de la Purísima, pero que era incapaz de ubicarla en un mapa [pues la mayor parte de su vida vivió en el entonces llamado DF].

No nos fue mal, la economía se estabilizó, la inflación cedió y éramos “el milagro Mexicano”, todo pintaba bien, sin embargo, en el 94 a alguien se le ocurrió matar a Colosio y con ello otra crisis, el “error de diciembre” [en su apelación nacional] o “efecto tequila” [en su denominación internacional] se hizo presente y como dirán ahora los jóvenes, nos volvió a cargar el payaso.

La cotización por aquellos días llegó a 6 pesos por un dólar (seis mil, pues no hay que olvidar, que ya le habíamos quitado tres ceros al peso). Pero somos tan desafortunados que aunque nuestros nobles políticos se esfuercen, siempre hay algo que los hace quedar mal.

En el 98 la “crisis asiática” nos causó estragos nuevamente, llevando la cotización a casi 8 (ocho mil) pesos por dólar.

Luego fueron [de nueva cuenta] los árabes y sobrevino el 9/11. Así, por unmillonésima ocasión también por factores externos [pleitos vecinales entre medio oriente y los gringos] caímos en una nueva crisis.

En fin, en aras de no extenderme, diré que luego llegó el bototas, la pareja presidencial [Fox y Martita] de fuertes convicciones católicas que por cierto vivía en amasiato. A la ecuación se le deben sumar personajes tan sui generis como López Obrador y otros tantos [Bejarano, por ejemplo, con su pasión por las ligas, Moreira el excelso estudiante de posgrado en España y muchos más] que, seguramente de no haber existido, los hubieran inventado en los estudios Disney.

Luego Calderón, con su guerra contra el narco [otra vez la culpa es de otros], luego Peña Nieto y la Gaviota, y crisis y más crisis.

Y regreso a mi pregunta original. ¿Por qué seremos tan ingenuos? ¿Por qué [me incluyo] hoy amanecí con una sensación de desasosiego, de preocupación por el resultado de las elecciones de los Estados Unidos de Norte América?

Pues bueno, hoy no es el 9/11 sino el 11/9 el que nos [o me] tiene angustiado, pero me doy cuenta que mi angustia es vana y estúpida. Me doy cuenta que culturalmente estoy condicionado a pensar que existen siempre demonios que quieren aplastar a los mexicanos.

Pensándolo bien, creo que en el fondo mis políticos estarán encantados, Peña Nieto y compañía deben estar felices, pues tienen ahora la excusa perfecta para decir: yo no fui, fue teté.

El presente del futuro

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Al ser inminente la presentación de las novilladas en la Plaza México y en Guadalajara ‒dos cosos muy importantes‒, revisé los datos de las celebradas en nuestro país y en Europa, cuando el descenso de los festejos taurinos en México es ya costumbre durante los meses de junio y julio, para tratar de entender quienes, en su caso, pudieran ser los candidatos a presentarse en ambos cosos en las próximas semanas.

Me fui para atrás al ver las cifras y de memoria recordé que los últimos festejos de manera continua en la categoría de novilleros, fueron los que se presentaron en la plaza de San Marcos en Aguascalientes, antes de la Feria de San Marcos.

Hasta la fecha y transcurridos prácticamente siete meses del año, el líder del escalafón en México es el moreliano Baruch Arreola con 13 festejos, seguido por el de Guanajuato Francisco Martínez con 10 y el capitalino Christian Antar con 8, para seguir con un extenso número de novilleros que casi llega a la centena, con sólo un festejo, lo cual ofrece un panorama aterrador de cara al futuro taurino.

En Europa están en la misma tónica, un novillero que viene llamando la atención poderosamente es Jesús Colombo, de la tierra de los Girón, Venezuela, y lleva un festejo menos que Baruch, incluyendo su actuación reciente en Cinco Villas en México, con 12, sin dejar de comentar que viene la parte fuerte de la campaña europea y seguramente el número crecerá diariamente; también lo será así para Andy Younes, el francés líder en este momento del escalafón europeo con 15.

Desde luego nos da alegría que José María Pastor pronto vaya a torear a Madrid, pero lleva en el año sólo 2 festejos en su espuerta.

El certamen que se celebró hasta el año pasado en México, Descubriendo un Torero, no parece dar visos de empezar, por eso se espera pronto el anuncio de la temporada de novilladas de Guadalajara y en la Ciudad de México, y en los que seguramente, será complicado decidir cómo integrar los carteles con novilleros con poca experiencia práctica.

Siempre habrá algún consuelo y se dirá que otro tanto está ocurriendo en España, pues es claro el que Madrid en lugar de ser plaza de culminación, se ha convertido en de preparación y tanto es así que el número de novilleros cornados en el coso de la calle de Alcalá durante este año, refleja el poco rodaje con el que llegan a las plazas de peso, los actuantes.

Leo Valadez con sus apoderados, ha decidido seguir su camino en Europa y tal vez no regresar a México sino como matador de toros; por ahora se anota 8 novilladas en aquellos lares.

El camino de los mexicanos es muy estrecho. Por dar una idea, El Galo lleva en Europa 7 actuaciones, y también Luis Manuel Castellanos y Héctor Gutiérrez se apuntan, más los que están toreando en la categoría inferior de erales como Alejandro Adame o Arturo Gilio, por dar algunos nombres ‒tampoco hay muchos más‒.

En pocas palabras, además de urgir que empiecen las novilladas en La México y en Guadalajara, surge la pregunta: ¿Quiénes serán los actuantes principales? “Porque después de varios años de magra siembra, es difícil la tarea y todos quietos en las bases”, como diría el inolvidable narrador deportivo, Pedro El Mago Septién.

Los esfuerzos tanto de las escuelas taurinas como la de espectáculos taurinos de México en Aguascalientes, no redundan en un mayor número de festejos novilleriles que bien se entiende, representan pérdidas económicas. Sin embargo, después de varios años con pocos festejos novilleriles, la puerta de la renovación se estrecha y claro, sin descubrir el hilo negro, organizarlos con continuidad es el único camino para mantener prendida la vela de la esperanza del futuro del toreo. A todos los que lo amamos, nos corresponde reflexionarlo.

¿A dónde se dirigía su ruta?

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No hubo más ruta la que trazó José Gómez Sicre para la trayectoria de José Luis Cuevas. La obsesiva misión del funcionario de la OEA fue acabar con el Muralismo Mexicano y su influencia en América Latina. Director de la Pan-American Union of Visual Arts llevó a cabo el proyecto de unificación del arte y la cultura de América Latina bajo el liderazgo estético e ideológico de Estados Unidos. El presupuesto que manejaba le permitió inventar y financiar a nivel continental galerías, bienales, museos, concursos y, por supuesto, artistas; en México el elegido fue Cuevas. En los documentos de Gómez Sicre depositados en la Benson American Collection en la Universidad de Austin, Texas, está la relación epistolar entre ellos, con los textos que escribió para que Cuevas firmara como autor, en la campaña de anulación del Muralismo, el nacionalismo y lo que estorbara en la unificación estética.

El texto La Cortina de Nopal, contiene la consagraron de Cuevas como “niño terrible y rebelde”, fue escrito por Gómez Sicre que organizó una gira por Latino América para presentar a Cuevas y sus ideas. El performance incluyó construir con autoelogios la personalidad de Cuevas, la reiteración de que era genial, que su carrera era extraordinaria, que era un macho, que había tenido innumerables amantes, un personaje desproporcionado, que convenció a los que querían creer. ¿Qué sería de la obra y trayectoria de Cuevas sin su Pigmalión? Sin su performance de genio folletinesco inspirado en Picasso. ¿Era necesario prestar ese servicio para que su obra existiera? Exposiciones en decenas de museos extranjeros, publicaciones y entrevistas en medios internacionales, la gestión de Gómez Sicre fue incansable, un burócrata que cumple sus objetivos.

El misterio es por qué utilizó a Cuevas de vocero y no a otro con más fuerza, con un trabajo más depurado. Posicionado como “gran dibujante” ejerció un dibujo tímido, pequeño, oculto en la indefinición, temeroso del formato y la resolución. Variantes de un cubismo mal estructurado, en la deformación que encubre indecisión. La obra erótica son genitales y manos diminutas, sin placer, asexual. La leyenda del “niño terrible” es una obra infantilizada, tristemente inacabada, encubierta en una cortina de líneas, obra para ojos pequeños como los de sus personajes. En su “genialidad” no hay una obra maestra o un trabajo contundente que defina o represente su trayectoria, tampoco dejó escuela, o fue influencia estética, al contrario, las órdenes de Gómez Sicre eran acabar con la enseñanza rígida, con la estructura que hoy ha desencadenado que los estudiantes salgan de las escuelas de arte sin saber dibujar. El performance de su inventada personalidad es lo más citado y recordado, no su trabajo, por eso explotó el escándalo, para existir, estar presente. La genialidad no se proclama, se demuestra, la campaña y su trabajo artístico no fueron suficientes, ni para sustentarlo, ni para destruir al Muralismo. Gómez Sicre se equivocó de casting.

El corazón somático, el corazón simbólico y la psicocardiología

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En el tiempo de la Revolución Científica del siglo XVII, el médico inglés William Harvey (1578- 1657) descubrió y describió en 1628 la circulación de la sangre en su Exercitatio Anatomica de Motu Cordis et Sanguinis in Animali (Disquisición anatómica de los movimientos del corazón y la sangre en los animales). Al efectuar las primeras mediciones de flujos y volúmenes sanguíneos, Harvey corrigió errores que prevalecieron como dogmas desde Galeno. Puede resultar sorprendente que en este tratado pionero y certero de fisiología cardiaca, Harvey postulara a la sangre como sede del alma y describiera metafóricamente al corazón como el rey, el sol y el centro espiritual del cuerpo. Relacionar los datos naturales con nociones de orden metafórico y simbólico en el marco de la alquimia o del hermetismo tradicional fue una labor bastante típica del Barroco. Es así que, al lado de sus trascendentales descubrimientos físicos, Isaac Newton (1643-1727) acomodaba metáforas y símbolos de naturaleza hermética y esotérica.

Tratado-William Harvey
Portada del clásico Motu Cordis de William Harvey fechado en 1628. En este tratado pionero de la circulación de la sangre y los movimientos del corazón se atribuye a la sangre la sede del alma y al corazón el impulso para su flujo.

En la historia de la ciencia se suelen marginar o ignorar las elucubraciones simbólicas y mágicas de Harvey, Newton y otros pioneros de la ciencia para subrayar o recoger sus trascendentales aportaciones empíricas que forman parte de los cimientos de la ciencia actual. Desde este ángulo, la idea tradicional y popular de que las facultades mentales residen en el corazón, parece simplemente un error garrafal y primitivo que fue debidamente corregido por las ciencias al ubicar a estas facultades convincentemente en el cerebro. Ahora bien, aunque en su nivel más intrínseco, focal y reducido, la conciencia debe tener como fundamento una función cerebral cada vez más abordada, aunque aún obscura, es muy relevante reexaminar la tradicional y universal creencia del corazón como asiento del alma, pues el problema mente-cuerpo no sólo se refiere a un mecanismo neurofisiológico o psicofisiológico central difícil de esclarecer, sino que tiene otra dimensión a nivel de la persona viva en acción y aún otra más en términos de la relación del individuo con su nicho ambiental.

Es así que la relación mente-cuerpo plantea varios aspectos psicosomáticos relevantes en referencia a la economía corporal, como son las funciones sensitivo-motoras, es decir, la percepción acoplada a la conducta, o bien la intrincada relación de los órganos internos con el sistema nervioso. Estos integran los diversos procesos de percepción del propio cuerpo, debidamente llamados propioceptivos (percepción de postura, relación de partes y movimientos del cuerpo) e interoceptivos (percepción del interior, en especial de las vísceras) y que intervienen en procesos mentales diversos. Entre las funciones interoceptivas más prominentes está la forma en la que los sujetos sienten su corazón en el nicho del tórax, el pulso de sus arterias y la circulación de la sangre. Por esta razón psicofisiológica, en todas las épocas y culturas el corazón es el órgano del cuerpo más literario y el más metafórico.

Es probable que las múltiples y patentes ligas de las emociones con el pulso y la frecuencia cardiaca fueran suficientes en la antigüedad para asumir que los sentimientos residieran en el corazón, cuyo funcionamiento es conspicuo para las personas. Después de todo, el ritmo cardiaco no sólo es indicativo de estar vivo, sino una seña tan patente y confiable de activación emocional e instigación psicomotriz que los tiempos y ritmos de la música emulan la taquicardia de la excitación y la bradicardia de la calma, como bien lo establecieron Rameau y Charpentier, maestros del Barroco francés.

Desde la antigüedad ha ocurrido una múltiple expresión simbólica por la que los individuos integran la función cardiaca con las emociones y otros actos mentales. Como consecuencia de esto, los conceptos y las figuras del lenguaje constituyen uno de los factores psicocardiacos que mejor codifican y comunican estas percepciones e interpretaciones y que el escritor William Ospina ha revisado para la Revista Colombiana de Cardiología en 2009. Son numerosas las metáforas de la vida cotidiana en referencia a la función cardiaca como significativa de procesos emocionales. Menciono algunas: tener corazón es ser valiente o compasivo; no tener corazón es ser cobarde o cruel; tener un gran corazón es ser generoso o tener un corazón sencillo es ser humilde; la dureza del corazón es signo de insensibilidad y falta de empatía. El corazón como metáfora del amor es ubicuo en la canción popular de todo el mundo. Llevar o tener a alguien en el corazón es representarlo(a) apasionadamente en la mente, dar el corazón es entregar el amor, la ruptura del corazón es metáfora del desengaño amoroso o de la pérdida inesperada del objeto amado. También está profusamente presente en la iconografía popular reciente el corazón simbolizado por la forma bilobulada y en punta de color rojo que sobreabunda en el día del amor y la amistad como índice de los sentimientos amorosos y que a fuerza de repetirse ha perdido mucho sentido.

Sagrado Corazón de Jesús de Pompeo Batoni (1767).

Otro factor más es la sublimación y sacralización del corazón y su liga con las emociones espirituales y religiosas. En el Viejo Testamento hay centenas de referencias al corazón como el ser más profundo y esencial de la persona. En el cristianismo, el Sagrado Corazón de Jesús tomó importancia como símbolo de su amor por la humanidad y su figura ardiente vino a representar el poder transformador del amor divino. En el sufismo islámico, el corazón es el centro receptor de la divinidad y representa la vida espiritual y el contacto entre espíritu y materia. Se dice que el sufismo es la religión del corazón, tanto en su aspecto de recepción como de emisión del amor universal. Para esta gran tradición mística, el corazón es la eternidad, la luz y el centro de la conciencia. En la cultura mesoamericana el corazón (yólotl en náhuatl) no sólo era considerado la sede de la mente, sino de una de las tres almas del ser humano.

Dado que la función cardiaca interviene como parte de un sistema psicosomático y psicofisiológico se puede afirmar que el corazón de la metáfora, de la poesía, de la religión y del simbolismo representa el múltiple papel de este órgano en la experiencia emocional y cognoscitiva de los seres humanos. En la perspectiva más actual de la ciencia cognitiva conocida como situada o corporizada se toma a la mente como una capacidad extendida que involucra no sólo al cerebro y múltiples funciones corporales, sino a la relación dinámica del individuo con su entorno. Desde esta plataforma puede plantearse con verosimilitud que el corazón, la función cardiaca y la circulación de la sangre intervienen de diversas formas en el funcionamiento de la mente a través de una compleja relación funcional del cerebro con el corazón y la circulación.  En efecto: no sólo la frecuencia cardiaca, el flujo sanguíneo y la fuerza de contracción del miocardio responden a diversas situaciones emocionales, sino que los sujetos perciben estos cambios y los emplean de maneras más o menos conscientes para interpretar sus estados afectivos.

En la década de los cincuenta, los cardiólogos Meyer Friedman y Ray Rosenman denominaron comportamiento y personalidad “tipo A” a un cúmulo de rasgos competitivos, afán de logros, necesidad de control, hiperactividad, baja tolerancia a la frustración y hostilidad, como un factor de riesgo en la enfermedad coronaria. Si bien la psicocardiología derivada de estos y otros hallazgos investiga y trata los factores psicológicos que favorecen la aparición y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, el término debe abarcar las diversas relaciones entre el corazón y el cerebro que involucran a la mente.

Los contenidos de la columna Mente y Cuerpo forman parte del próximo libro del autor. Copyright © (Todos los Derechos Reservados).