Opinión

Elementos de la corrupción en la lucha por el poder

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El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente.

Lord Acton.

De los cerca de doscientos Estados Miembros de la ONU, en noventa y ocho de ellos existen agencias anticorrupción y, dada la complejidad del asunto, se estructuran con distintos grados de especialización: unas enfocadas exclusivamente a la prevención sin poderes de investigación, ni autoridad procesal (Francia, Perú, et al.); las dedicadas a la aplicación de la Ley (España o Kenia); las abocadas a todo el universo preventivo y de políticas públicas (Comisiones en Hong Kong, Singapur, Indonesia, Australia y Argentina); y finalmente el modelo híbrido descentralizado, como en múltiples países europeos. En Estados Unidos está la Oficina de Ética Gubernamental; en la India, la Comisión Central de Inteligencia, y prácticamente todos los Parlamentos o Congresos cuentan con órganos de rendición de cuentas.

La materia ha sido objeto de atención en el mundo, al grado de que se han suscrito tres Convenciones contra la Corrupción: la de la propia ONU (2004), la Interamericana (1996) y la de Combate al Cohecho de Servidores Públicos Extranjeros en Transacciones Comerciales Internacionales (OCDE, 1997).

En México hemos optado por el modelo híbrido a través del Sistema Nacional Anticorrupción (en operación desde esta semana), al cual concurren siete órganos que han de coordinarse en la prevención, investigación, actuación y, en su caso, sanción. Esta decisión está respaldada por un complejo marco jurídico que parte de la Constitución (catorce artículos reformados, específicamente el 113), ocho Leyes y el Código Penal. Este maremágnum se replica en las entidades federativas: ¡Menuda selva jurídica y administrativa!

Entremos en materia: se piensa que una palabra es tan importante como el número de sinónimos que de ella se puedan encontrar, la “corrupción” ocupa un sitio preponderante en el léxico actual, tan sólo el español registra veintinueve vocablos equivalentes, otros tantos se pueden encontrar en otras lenguas, porque se trata de un fenómeno que infecta, y por supuesto afecta, a todos los países. En este artículo, tomemos uno sólo de los significados: la “degradación”.

Puede haber degradación natural en el tiempo (un fruto que se pudre, el envejecimiento de los seres vivos, etc.); la degradación antropogénica, cuando interviene de manera irresponsable la mano del hombre sobre la naturaleza (calentamiento global), y la tergiversación de valores éticos concretamente en la lucha por el poder a lo largo de la Historia.

Se pueden aludir esquemáticamente, por lo menos cinco causas que favorecen un ejercicio del poder proclive a la corrupción: Históricas, Filosóficas, Políticas, Económicas y Sociales, la organización del poder público tiene que ver en todas ellas en aras de garantizar el mando.

En las Teocracias, el ejercicio del poder se funda en el temor, la ignorancia y la superstición: es la oscuridad; en el Absolutismo, el soberano tiene la última palabra basado en el Derecho Divino, o sea su voluntad; el Totalitarismo reprime las libertades sustentado en la fuerza militar y policiaca, imbricadas con una ideología que lo justifique. Finalmente, en las Democracias invocan al voto pero en ocasiones manipulan su expresión a fin de acceder al poder. En todos los casos, el plato fuerte lo constituyen los privilegios de las minorías que mandan.

La selectividad de los más aptos para dirigir (la minoría) se confronta con la exclusión de los menos preparados (la mayoría), de esta posición filosófica surgen la discriminación y el aspiracionismo abyecto y a mansalva.

La concentración del poder favorece que los gobiernos, por la autoridad que les inviste, tomen las decisiones fundamentales siguiendo al poder económico, las influencias sobre los aparatos legislativos, judiciales y del propio Ejecutivo, simulando, muchas veces, atender al interés general mientras se cultivan intereses particulares o de grupo. Esto se refuerza por el acaparamiento de los partidos políticos como única vía de acceso al poder, lo que impele a adoptar todo tipo de prácticas contrarias a la ética pública en el propósito de ingresar y permanecer dentro del sistema político, poniendo en riesgo la legitimidad de la democracia representativa.

La población (43%) se concentra en una mínima parte del territorio nacional (4.75%), y el resto (57%) se dispersa en 192 mil localidades menores a 100 mil habitantes, lo cual acarrea conflictos sociales y alteraciones de las formas de vida, trabajo, servicios y consumo. A estas condiciones se agregan el déficit alimentario, el rezago educativo y de atención a la salud de más de 20 millones de mexicanos. La desigualdad y la pobreza muestran la incapacidad de un sistema presumiblemente integrador; en ese contexto no sólo persiste la injusticia, sino se incuba la proclividad a la corrupción, los pobres son potenciales “batallones de sangre” de los grupos delincuenciales.

A partir de las causas que someramente hoy he descrito, en la próxima colaboración hablaremos de los efectos de la corrupción y de sus posibles antídotos.

Juárez Católico. Ciudadanía plena a los ministros de culto

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Ahora que se cumplen 145 años de la muerte del Presidente Benito Juárez, conviene recordar aspectos de su vida que sorprenderán a muchos.

¿Acaso el siguiente texto de puño y letra de Juárez parecería escrito por un Talibán? “Caiga el pueblo mexicano de rodillas ante Dios, que se ha dignado coronar nuestras armas con el triunfo”.  Pues lo publicó el Benemérito en el “Manifiesto Justificativo de los Castigos Nacionales en Querétaro”, relacionado con el fusilamiento de Maximiliano llevado a cabo hace 150 años.

¿Y qué decir de la famosa carta que dirigió Juárez a Maximiliano en la que se describe a sí mismo como un Presidente salido de las masas oscuras del pueblo, que “sucumbirá si éste es el deseo de la Providencia”? Parecería incluso hoy día, la mera referencia a la Providencia, el texto de un ultraconservador, inadmisible para un Presidente de México.

Quizá ya en pleno siglo XXI no fuera todavía políticamente aceptable lo que el mismísimo Juárez tuvo a bien hacer, al decretar como día festivo el 12 de diciembre de cada año para conmemorar a nuestra Santísima Virgen de Guadalupe.

También conviene recordar que con motivo del episodio aquél en que el Clero le cerró las puertas de la Catedral de Oaxaca al entonces Gobernador del Estado, para impedirle participar en el tradicional Te Deum con motivo de su toma de posesión, Juárez afirmó que “Los gobiernos civiles no deben tener religión, porque siendo su deber proteger imparcialmente la libertad que sus gobernados tienen, de seguir y practicar la religión que gusten adoptar, no llenarían fielmente ese deber si fueran sectarios de alguna”.

Benito Juárez

Sobre esta última cita hay que hacer notar que quien separó la Iglesia del Estado en México, expresamente reconoció el deber del gobierno civil de proteger la libertad religiosa de los gobernados, dando preeminencia al principio de la libertad religiosa sobre el principio de separación del Estado y las Iglesias.

En efecto, a nivel internacional existen dos principios que dan sustento a las legislaciones en materia religiosa: el principio que nuestra Constitución denomina “histórico”, el de la separación del Estado y las Iglesias, del que deriva el Estado laico; y el principio de la libertad religiosa a que se refirió Juárez en el mencionado episodio en la Catedral de Oaxaca, entendido como un derecho humano fundamental sustentado en la dignidad de la persona humana, así como un principio político fundamental del Estado laico moderno.

El mencionado principio de separación del Estado y las Iglesias ha sido históricamente malinterpretado como un supuesto deber del Estado de ser ateo o anticlerical (durante la Revolución Francesa, por ejemplo), antirreligioso (durante los regímenes marxista-leninistas, por ejemplo) o neutral en el sentido de indiferencia ante el fenómeno religioso, cuando su concepción moderna es la de un Estado laico neutral, en el sentido de estar interesado en reconocer, proteger y desarrollar las libertades espirituales de sus ciudadanos, sin brindar preferencia a alguna Iglesia en lo particular, un Estado no confesional que se reconoce absolutamente respetuoso de las libertades de sus ciudadanos en materia religiosa.

Así pues, a la luz del principio de la libertad religiosa que es mucho mas amplio que el de la mera libertad de creencias que reconoce actualmente nuestra legislación, consideramos que deben corregirse las medidas discriminatorias en contra de las asociaciones religiosas y de las personas asociadas a ellas. Hay que reconocerles a dichas asociaciones el derecho de propiedad, posesión y administración de medios de telecomunicación y el pleno derecho de propiedad y de libertad de expresión. Por su parte, hay que reconocerles legalmente a los ministros de culto plenos derechos para ejercer su actividad política, a efecto de que las limitaciones sobre la materia provengan de la competencia del derecho interno de las asociaciones religiosas.

Es tiempo ya de que con un espíritu auténticamente liberal se les otorgue a los ministros de culto la ciudadanía plena que les permita, como a cualquier otro ciudadano, criticar u oponerse a las leyes e instituciones del país y que les permita ser votados sin discriminación; no hacerlo viola el principio de igualdad jurídica frente a la ley –buscado por Juárez y los liberales que lo acompañaron–, violenta el principio democrático, y significa un inaceptable paternalismo frente al pueblo, como si se dudara de su capacidad de discernimiento.

Para mayor información sobre el tema:

Artículo APPV (Benito Juárez) Revista De Legibus

“La Piedra Oscura”: Defensas irremediables

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Sinopsis:

Rafael Rodríguez Rapún, un seguidor y conocido de Federico García Lorca, es capturado por fuerzas totalitarias. En espera de su condena, la convivencia forzada con un guardia provocará un espejeo de realidades, más allá de las rencillas ideológicas, donde la dignidad y coherencia ética se ven amenazadas por la violencia y la destrucción.

La “Piedra Oscura” en el Café K-Oz Foro Cultural es uno de los eventos teatrales más importantes del 2017. En primer lugar, porque detrás de este proyecto está Kerim Martínez, uno de los hombres más comprometidos con el oficio teatral que yo haya conocido, no sólo por su disciplina como actor, escritor y director, sino porque tiene esta capacidad de rastrear y conectar con las audiencias en un ejercicio adecuado de competencias comunicativas.

“La Piedra Oscura” es un texto del español Alberto Conejero que pertenece a una nueva generación de dramaturgos de su país de principios del siglo XXI donde se lucha por considerar (sin ningún juego retórico de por medio) a quien escucha y a quien observa. El espíritu de esta pléyade empata con la realidad (y necesidad) teatral mexicana porque apela a vivir el teatro como un acto público e impredecible para lanzar preguntas propias de nuestro momento histórico.

Por otro lado, también se siente esta destreza técnica de llevar al texto un sincretismo de lenguajes, los tiempos de los formatos mediáticos más consumidos y los ritmos de lecturas de las audiencias. El resultado es una conexión innegable con lo que ocurre en escena en donde nos sentimos identificados y conmovidos en una experiencia de diversión y entretenimiento equiparable a cualquiera de la oferta mediática de hoy en día.

El otro aspecto por el cual “La Piedra Oscura” adquiere relevancia en la cartelera de la Ciudad de México es la pertinencia del texto. Vivimos tiempos políticos violentos y complicados; la incertidumbre que nos genera se ve reflejada en la neurosis colectiva; en una asfixia social. Alberto Conejero nos recuerda la importancia del arte como catalizador de nuestras relaciones; su amor por la poesía y el teatro simbolizado en el personaje de Federico García Lorca se extiende al amor a cualquier disciplina artística que nos invite a la reflexión y al autoconocimiento.

En términos de montaje, la mancuerna Kerim Martínez como actor y Sebastián Sánchez Amunátegui como director, vuelve a ser funcional después de haber colaborado con los mismos roles en la obra “Lo que se ve desde el Cielo” (en cartelera actualmente; se presenta en el mismo Café K-Oz Foro Cultural los martes a las 20:30 hrs.). La cercanía de los espectadores con el espacio escénico potencializa las sensaciones; la generación de una atmósfera que se contagia poco a poco entre los intérpretes y los asistentes me voló la cabeza. El movimiento escénico, por momentos coreográfico, junto con todo el diseño de iluminación, hacen del espectáculo un deleite visual.

Sobre la actoralidad, las decisiones se centran en un manejo efectivo de energía interna. Las líneas de interpretación se complejizan y cada parlamento adquiere intensidad. Cuando se sienten en esas butacas no pueden perderse las miradas de los actores; no importa el lugar que les toque porque desde donde estén podrán apreciar el resultado de una interacción trabajada hasta el tuétano. Es un verdadero trabajo de filigrana.

Como último punto a tratar, no puedo olvidar que esta obra se presenta en Café K-Oz Foro Cultural, un teatro que se posiciona como uno de los centros teatrales más importantes de la ciudad (y tan necesario en la Colonia Polanco) no sólo por su oferta sino por su preocupación de reconocer y conectar con las audiencias. Kerim Martínez, su director artístico, está convencido de ofrecerle al espectador una experiencia desde que entras hasta que sales del teatro sin ningún desperdicio.

Traspunte

Luis De Tavira regresa a actuar en el montaje “La Última Sesión de Freud”, junto con Álvaro Guerrero, en el Teatro Ignacio López Tarso. Vivir para contarlo.

 

“La Piedra Oscura”

De: Alberto Conejero

Dirección: Sebastián Sánchez Amunátegui

Café K-Oz Foro Cultural

(Séneca s/n casi esquina con Homero, Colonia Polanco)

Sábados a las 20:00 hrs. y domingos 18:00 hrs.

 

¡Gato por liebre!

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Un término que tiene muchísimas connotaciones para ser usadas; puede expresarse desde la óptica política, cultural, gastronómica, sociológica, familiar y, por supuesto, la económica. Muchos, por no generalizar que todos, la hemos escuchado y/o utilizado mínimo una vez en la vida.

“El gato por liebre” se atribuye a un acto de deshonestidad que experimenta alguien cuando te dan algo haciéndolo pasar por otra cosa deliberadamente. Connotaciones hay muchas, y su uso es prácticamente universal para los países de habla hispana. Eso no es lo malo; lo malo es el impacto negativo que genera este uso generalizado.

Existe la creencia de que está bien usar la expresión, o más bien, una satisfacción cuando aplicas un gato por liebre, y de igual forma aplica para todos los ámbitos de la sociedad. Esa satisfacción de hacer un gato por liebre es la que debería de erradicarse. ¿Pero cómo erradicar algo que es tan nuestro, algo que es tan común si pensamos que aprovechamos un ofertón cuando compramos unos audífonos en 20 pesos (más o menos un dólar) en el metro, unas palomitas baratas por 5 pesos, una paleta congelada sin certificado sanitario por esos mismos 5 pesos? En cuando a la comida, nuestro sistema es inmune ante tantas bacterias ‒los superchilangos dicen unos‒, pero no pasa eso con los productos, esos audífonos bien te servirán un par de semanas y no más.

Aun y con ese comportamiento, de mala calidad, no dejan de existir compradores para este tipo de ofertas. No hablemos de discos ni películas porque la historia es la misma, nos dan gato por liebre, efecto que impacta negativamente a nuestros bolsillos (obvio no es el caso para quienes viven de este tipo de actos).

Pero tal ejemplo tiene un efecto menor (20 pesos) cuando se aplica un gato por liebre; si nos vamos a un nivel mayor, tenemos el caso del socavón en el que perdieron lamentablemente la vida dos personas la semana pasada en Cuernavaca; ése es un caso extremo en el que nos dieron gato por liebre, y en verdad es importante que se llegue a las últimas consecuencias porque es terrible que pasen y se permitan ese tipo de cosas.

Pero, desafortunadamente es un tema mediático y a unos días de que ocurriera, la memoria colectiva lo empieza a dejar de lado, hay otras noticas de interés que le restan importancia a que en verdad hace tres meses con todos los órdenes de gobierno se inauguró esa vía vehicular, y nos dieron un gran gato por liebre. Cambiemos abruptamente de idea, que no quiere decir que no sea importante lo hasta ahora expuesto, debemos exigir a las autoridades que se llegue a las últimas consecuencias y que renuncie quien tenga que renunciar.

Ahora, regresando al tema del gato por liebre, pero acotándolo a lo propiamente económico, podemos decir que se usa coloquialmente a un acto de competencia desleal, que puede ser publicidad engañosa, referencia no autorizada (mejor que tal), desacreditación (no sirve tal o cual producto), etc. En esta connotación nos vamos a centrar, aunque no está peleada con ninguna de las demás (cabe aclarar).

El uso de la competencia desleal es una de las prácticas en las que han incurrido las empresas con tal de acceder a un nicho de mercado. Un caso concreto es la destrucción de envases de refresco entre competidores, por lo que este tipo de prácticas están metidas hasta el tuétano en muchos actores económicos.

La precariedad laboral, los bajos salarios, la inflación, la inseguridad, todo el entorno “justifica” que se den este tipo de actos; desde luego los “justifica” pero no quiere decir que está bien que se den, ésa es la diferencia o eso haría la diferencia. La diferencia depende de cada uno y de los valores que tenemos el que pueda seguir coexistiendo el llamado gato por liebre con el quehacer diario de la sociedad; y no cabe duda que depende de nosotros educar a nuestros niños y niñas, y comprometernos con ellos para que realmente y por primera vez no les demos gato por libre.

P.D. A título personal, y aprovechando este medio, exijo que no quede impune la tragedia del socavón en el “Paso Exprés”, o bien renombrado “Paso de la muerte”, en Cuernavaca, y que se vayan los que se tengan que ir.

Los problemas del sistema penal acusatorio

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Cuando se iniciaron los trabajos de la reforma constitucional en materia penal se dijeron tantas cosas positivas respecto a ésta que, verdaderamente para cualquiera, era fácil entender la necesidad de implementarla por los beneficios que ella presentaba.

Se realizó una convocatoria a nivel nacional para que organizaciones ciudadanas, académicos, medios de comunicación, servidores públicos y políticos de todos los partidos participaran para reflexionar y proponer lo necesario en cuanto a este nuevo sistema, el cual se consideró en su momento como la panacea a los problemas en la materia. Fueron infinidad de mesas, foros y encuentros en todo el país los que se llevaron a cabo para, finalmente, conformar el tan anhelado sistema de justicia penal.

Pasaron ocho años para que entrara en vigor, mismos en los que se debió, principalmente, capacitar a las autoridades que intervienen en este nuevo proceso, además de realizar los cambios institucionales, legales y estructurales necesarios. Desde policías, ministerios públicos y hasta jueces a partir del 18 de junio de 2016, en todo el país, deben tener muy claras las reglas de este nuevo paradigma en el que su tema central es el respeto de los derechos humanos, tanto de la víctima como del imputado.

Sin embargo, sobre todo hoy con las redes sociales, es fácil constatar la mala formación de las autoridades, particularmente la del llamado primer respondiente. Desde luego, también influye de manera negativa la falta de legitimidad que este tiene ante la ciudadanía, ya por la carencia de profesionalismo o por la insignificancia que su autoridad representa en la población. El gran problema es que por su actuar tenemos un grave riesgo y hueco por el que se puede escapar la posibilidad de sancionar a verdaderos delincuentes.

Por tal motivo, surge la duda si verdaderamente el incremento de la delincuencia y la violencia se debe a fallas del nuevo sistema de justicia penal o, en realidad, a inconsistencias por falta de capacitación a las autoridades involucradas.

Quienes están a favor del primer argumento han dicho que ello se debe a que el sistema abre la posibilidad de que alrededor de 4,000 imputados en todo el país, que recibieron como medida cautelar la prisión preventiva, puedan solicitar la suspensión de ésta y llevar su proceso en libertad, con lo que se concluye que, se piensa, será muy factible su reincidencia. También, hay quienes sostienen que el problema se encuentra en aquellos que han sido acusados por la ilegal portación de armas y que, tras el pronunciamiento de la SCJN, estos de igual manera llevarán su proceso en libertad.

Desde luego, los anteriores son argumentos válidos para suponer que el incremento de los delitos cometidos se debe a ello. Pero, también, es necesario buscar, encontrar y comprender la raíz del problema, la cual seguramente se encuentra en el nulo desarrollo económico, en la falta de empleo y estabilidad del poco o mucho que haya; asimismo, se suma, la imposibilidad del Estado para garantizar circunstancias que permitan materializar otros temas prioritarios como la educación y la salud de calidad.  Por supuesto, a todo lo anterior, se debe considerar la importancia de contar con autoridades verdaderamente capaces para afrontar este nuevo sistema.

@marcialmanuel3

La relación bilateral interméstica de México–Estados Unidos

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La relación bilateral México-Estados Unidos tiene en la asimetría una característica clave para entender su complejidad. Para todos es claro que la potencia mundial hegemónica actual es Estados Unidos y que las diferencias con nuestro país son enormes bajo cualquier parámetro que se utilice, por ello la frase que dice “cuando a Estados Unidos estornuda a México le da una pulmonía” aún tiene cierta vigencia.

De ahí que gran parte de la atención externa desde México pase por los eventos en Estados Unidos y a pesar del creciente papel de mexicoamericanos en la sociedad estadounidense, el nivel de atención social no es ni remotamente comparable y se extiendan narrativas hostiles contra nuestro país como la que desafortunadamente enarbola la base social que respalda al presidente Trump.

No obstante esta asimetría, México y Estados Unidos están condenados a entenderse debido a la enorme frontera común, esos 3,180 km de frontera son, a la vez, espacio de encuentro y rompimiento, así como la división territorial más extensa entre dos realidades económicas contrastantes y un choque cultural tan intenso que crea una fusión propia, única, que la revista Time bautizó como Améxica y fue sintetizada por el tijuanense Luis Humberto Crosthwaite en una Misa fronteriza:

“Bienvenidos todos a esta misa fronteriza.

(Haciendo la señal de la cruz.)

En el norte los Estados Unidos,

en el sur México;

en medio, de este a oeste, una franja.

Yo confieso, ante la Frontera todopoderosa y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión, y que seguiré haciéndolo por los siglos de los siglos. Por tu culpa, por tu culpa, por tu grande culpa, Frontera entre México y Estados Unidos.

(…)

Creo en una sola Frontera, tierra de nadie, espacio, área, río, muro: límite norte de México, límite sur de Estados Unidos, república de en medio, orilla del mar que no es del todo agua y no es del todo arena, donde la esperanza y la desesperanza son amantes y se toman de la mano sin importar lo que diga la gente; donde ciudades, pueblos y ranchos se casan, se divorcian y se vuelven a casar.”

Esa frontera nos ha llevado a entendernos de alguna manera, el área por donde diariamente circulan 1,500 millones de dólares en comercio bilateral y que ha sido protagonista desde la campaña presidencial estadounidense donde el Presidente Trump quiere construir un muro “grande y bello” y obstaculizar este flujo de personas, bienes, servicios o  dinero que nutre a ambas sociedades.

Esa misma frontera y la densidad social que la habita, conlleva a que la gran mayoría de los problemas de seguridad tengan aspectos binacionales y sean intermésticos, es decir, problemas domésticos que tienen un alto componente internacional para cuya atención necesariamente se demanda construir mecanismos internacionales de comunicación y atención conjunta, un requisito del mundo abierto que habitamos.

Evidentemente tanto los actores sociales y económicos como los actores negativos de la delincuencia organizada han avanzado mucho más rápido en aprovechar esta realidad interconectada que las autoridades de ambos países. Esto se debe en buena medida a que no se han consolidado los procesos y mecanismos de confianza que se observan, por ejemplo, en las reglas comerciales que permitieron la apertura comercial cobijada por el TLCAN.

El TLCAN ha promovido y potenciado una mayor densidad social y económica de la relación de ambas sociedades, que ha llevado a un alto nivel de institucionalización en múltiples rubros; esto es, que se ha tejido una extensa red de intereses binacionales para los cuales es preferible mantener de forma ordenada los términos de la relación que poner obstáculos y trabas físicas o normativas a la misma.

Esta institucionalización, entendida como reglas, prácticas, procesos y rutinas de acción cotidiana que permiten relaciones sociales y económicas estables que incentivan ampliar los canales de mutuo entendimiento, es una novedad y puede servir de base para reorientar la relación bilateral hacia nuevos espacios de mejora y optimización de esta relación. De forma significativa, esta mejora puede y debe ser orientada para atender algunos de los problemas de México, notoriamente la crisis de seguridad que hoy nos aqueja mediante la participación de nuevos actores a esta densa red de intereses binacionales como las agencias de seguridad y justicia de México, Fuerzas Armadas, policías federales, estatales y municipales, inteligencia y toda el área de procuración de justicia.

Esta coyuntura crítica que significa la administración Trump y la renegociación del TLCAN puede ser un buen momento para reelaborar la agenda y definir los términos de la relación bilateral que se puede reorientar para atender los problemas de seguridad intermésticos en beneficio de ambas sociedades.

El factor central

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Frecuentemente las personas pasan una gran cantidad de tiempo pensando cómo alcanzar mayores niveles de éxito profesional. Es más, para muchos es condición necesaria para el éxito. Y son importantes, especialmente, en la etapa de madurez, pero su peso específico va cambiando en el ciclo de vida.

Muchos nos esforzamos por una licenciatura, un grado académico adicional, un empleo envidiable, acumular riqueza material, fama, poder político, y/o mayor reconocimiento intelectual. Todo esto es importante, son herramientas para alcanzar ciertos logros en la vida y vivir una experiencia de satisfacción personal y reconocimiento social; pero ¿qué es el éxito? y ¿cómo podemos maximizar nuestro bienestar?

Según la Real Academia Española, éxito es el “Resultado feliz de un negocio, actuación, etc.” o la “Buena aceptación que tiene alguien o algo”. Es decir, a partir de la primera acepción, el concepto de éxito tiene un componente objetivo. Pero, a partir de la segunda acepción, el éxito depende de la buena percepción de los otros en contraste con un paradigma socialmente establecido. Esto es “el éxito es de apreciación subjetiva”. La realidad es que las definiciones de éxito están fuertemente influenciadas por la familia, amigos y colegas. En otras palabras, somos exitosos si nuestro desempeño se ajusta, más o menos, a lo que oímos es el consenso de nuestro círculo social sobre el significado de ese concepto y nuestro desempeño frente a esa métrica.

Sin embargo, muchos en última instancia encuentran que, a pesar de sus esfuerzos y logros, carecen de un verdadero sentido de satisfacción por la vida.

Durante mi carrera en organizaciones públicas y privadas, he conocido a numerosos ejecutivos brillantes y poderosos que expresaron, o hacían notar, su profunda frustración con sus carreras y vidas. Miraban hacia atrás y sentían que debían haber alcanzado más o incluso haber elegido una carrera diferente por completo. ¿A cuántas personas, ricas, poderosas y famosas ha visto usted genuinamente felices? y ¿cuántas otras están tan insatisfechas que ruedan por una serie de relaciones de pareja fallidas, adicciones e incluso acaba en el suicidio ante la sorpresa de sus admiradores para los cuales eran un modelo a seguir?

Soledad

Si usted está experimentando sentimientos de frustración o incluso arrepentimiento acerca de la dirección de su carrera y/o de su vida, este artículo puede aún ser oportuno y ayudarle a realizar algunos ajustes. Pregúntese “¿Estoy persiguiendo las metas correctas para maximizar mi realización personal como ser humano?”. Y esto más bien se trata de una mirada personal introspectiva que le permita a usted, y a nadie más, definir cuál sería la imagen idealizada de su propia vida y luego encontrar su propio camino para maximizar su bienestar.

Estamos hablando de alcanzar el éxito profesional como una aportación significativa a su satisfacción en la vida. Esto requiere de un proceso de introspección sobre nuestra personal medida del éxito y, por otra parte, entender el peso que ciertas variables externas tienen en nuestra satisfacción con la vida.

Por ejemplo, existe un interesante estudio prospectivo encabezado por el Psicólogo Robert Waldinger, de la Universidad de Harvard, que se ha realizado por casi 80 años desde 1938, estudiando a 750 jóvenes a lo largo de su vida. Como dato curioso, entre ellos estaba John F. Kennedy.

Entre los importantes hallazgos se encuentra que lo que más te mantiene sano y satisfecho en la vida es tener una relación cordial con los demás. Esto es con la familia, con los compañeros de trabajo, con los vecinos del barrio. Los que fueron capaces de mantener estas relaciones de apego en términos razonablemente armoniosos fueron los que al llegar a los 90 años parecían estar más satisfechos con su propia vida.

Por el contrario, la soledad y el aislamiento acortan la calidad y el tiempo de vida. Es decir, viven más y están más satisfechos con su propia vida quienes tienen relaciones de apego con una carga afectiva positiva. Lo cual simplemente ratifica esta condición que tenemos de animales sociales y la necesidad que tenemos de relacionarnos con los otros, de ayudarnos y de cooperar. El aislamiento resulta altamente tóxico. Las personas que viven en soledad y aisladas decaen más pronto.

Y el hallazgo no es menor si consideramos que otros estudios consideran que aproximadamente 20% de las personas adultas se sienten solas. La soledad se vuelve un tema fundamental para la calidad y el tiempo de vida.

¿Qué diferentes son estos hallazgos a las expectativas de los Millenians o Centennials? Por ejemplo, en Estados Unidos los jóvenes de estas generaciones claramente buscan fama y riqueza; y en contraste, con base en información de la organización mexicana Vocación Central, los jóvenes de nuestro país buscan cada vez con más claridad “Ser felices”.

Queda en nuestra generación el saber orientarlos sobre ¿qué es lo relevante para alcanzar su máximo potencial como seres humanos? y ¿cómo alcanzar la mayor satisfacción en la vida?

Aquí es donde emerge destacadamente la soledad como un gran tema de nuestro tiempo. Nada tiene que ver con ser el chico más popular de la escuela o los miles de amigos que puedas tener en redes sociales. Te puedes sentir solo en una fiesta con decenas o centeneras de personas alrededor, o bien te puedes sentir solo en tu trabajo o incluso en la relación con tu pareja. La soledad no tiene que ver con el número de amigos que crees tener. La calidad cuenta mucho más que la cantidad. Nuestra verdadera red de protección social son las relaciones cálidas, las relaciones de apego. Eso cuenta más que otros predictores tradicionalmente aceptados como importantes.

familia

En el estudio de Harvard fue más importante para estas personas que tuvieran este tipo de relaciones de apego, que sus niveles de colesterol o su presión arterial. A la hora de que haces el análisis para fines del bienestar, tienen mayor potencia estas variables relativas a la vida afectiva de todos nosotros. Las relaciones emocionales son muy gratificantes, protegen no sólo nuestro cuerpo sino nuestra mente, nuestra salud física y nuestra salud emocional.

Lo más importante de todo esto es, para los que seguimos aquí, que hagamos a tiempo las correcciones de rumbo y prioridades para mejorar el nivel de satisfacción en nuestras vidas; y, sobre todo, para los que están empezando y son parte de la generación Milennials & Cenennials, que podamos orientarlos sobre bases científicas en la dirección correcta.

Saber a lo largo de tu vida que puedes contar con alguien cuando lo necesitas, porque has cultivado ese tipo de relaciones, y que en un momento determinado te ayudan, es uno de los factores más importantes para mantener tu bienestar y para mantenerte relativamente satisfecho con tu propia vida.

¿Por qué si suena tan fácil esto se vuelve tan difícil? Porque mantener a lo largo de toda la vida buenas relaciones con la familia, con los amigos, con los vecinos, con los compañeros de trabajo no es nada fácil.

El hallazgo científico fundamental es que los factores que determinaron la calidad de vida del grupo bajo estudio no fueron el dinero, el poder, la fama ni la educación. El factor central para maximizar tu satisfacción con la vida, tu bienestar o tu calidad de vida es sin lugar a dudas la calidad de la convivencia con las personas de nuestro entorno; porque ahí en esas relaciones cordiales y de apego está la clave entre crecer aislado y con resentimiento, o envejecer con la seguridad de que tienes al menos algunas buenas relaciones con las cuales puedes contar porque las has cultivado a lo largo de tu vida.

Orientar a nuestros jóvenes, y nuestras propias vidas, con base en esta evidencia científica, nos aleja de los lugares comunes y nos permite brindar respuestas mejor sustentadas sobre el área donde debemos de concentrar nuestros esfuerzos para asegurarnos… Vivir con Sentido.

Favorable Pespectiva Estadística

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“No sé si los siguientes 1,000 puntos de la bolsa serán para arriba o para abajo,

pero sí sé que los siguientes 10,000 serán al alza”.

Peter Lynch

ESTADÍSTICA A FAVOR: Hace algunos días comenté a un grupo de inversionistas que no existía evidencia clara de que las segundas mitades del año hayan sido mejores que las primeras en el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC). Sin embargo, desde el año 2000 (17 años), en 5 de los 7 años (71.4%), el indicador bursátil ha acumulado en la primera mitad del año un avance de más de 7.0%, el segundo semestre ha resultado con un desempeño sobresaliente (25.79% en promedio) según demuestra tabla anexa.

UN ELEMENTO PSICOLÓGICO MÁS: Si bien la estadística no ofrece garantía alguna en pronósticos, resulta información interesante y, en este caso positiva, que sin duda se suma a la acumulación de factores favorables para el IPC que fortalecen nuestra expectativa de un mejor desempeño bursátil para la segunda mitad del año.

Estadística de 2º Semestre con avance mayor a 7.0% en 1er Semestre

MEJORES FUNDAMENTALES: La participación de esta quincena identifica, además, una serie de variables favorables para el IPC que se han venido acumulando en los últimos meses y que hasta ahora, en nuestra opinión, no han sido reflejadas de manera racional por los inversionistas. Como hemos venido comentando, un potencial catalizador a corto plazo para el índice bursátil podría ser la publicación de reportes financieros corporativos del 2T18 en las siguientes semanas. Nuestro pronóstico para el índice accionario local a fin de año continúa en 53,200 pts.

Carlos Ponce B.

Es Director de Análisis y Estrategia Bursátil del Grupo Financiero BX+