Valor Agregado

Comercio exterior mexicano: más teoría y nada de práctica

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El gran problema de México en relación con el manejo de su política y estrategia de comercio exterior, es que la mayoría de los encargados de su diseño son teóricos que podríamos clasificar como burócratas improvisados, habilitados como expertos en comercio internacional, que diseñan programas y negocian acuerdos sin un conocimiento de la operación real del comercio internacional, del comercio exterior de México y de la estructura de la planta productiva nacional.

Esta situación ha generado muy pobres resultados para México en materia de comercio exterior y, naturalmente, de generación de riqueza nacional, particularmente a partir de la entrada en vigor del TLCAN que, sin duda, era el proyecto más importante para el desarrollo de nuestro país pero que por su mal manejo y pésima instrumentación, no ha tenido los resultados previstos.

Tampoco ha habido resultados con los otros TLC’s firmados con un total de 52 países, pues si en el año 1993 tuvimos déficit con 30 países por -11,923 millones US, para 2018 el saldo fue con 34 países por -59,402 millones US, en tanto que para el periodo 1993-2018, el déficit fue con 39 países por un nada despreciable monto de -844,535 millones US y, naturalmente, al ser el comercio exterior un elemento fundamental para el desarrollo económico de México –ya que en el 2017, la exportación representó el 36% de nuestro PIB total–, los resultados son necesariamente desalentadores pues esos teóricos, han convertido a México en una país maquilador de ensamble básico, con la incorporación decreciente de valor agregado.

Caída del PIB.
Imagen: López-Elías

La caída de nuestro PIB total y del PIB per cápita en el periodo 1981-2018 es muy elocuente, y también lo es en el periodo 1993-2018 debiendo señalar que en 1994 entró en vigor el TLCAN, sin embargo, hay que hacer especial referencia que a partir de 2001 y, mucho más a partir del 2014 –en que prácticamente han estado en vigor los TLC’s firmados con 48 países y los 33 APPRIS–, que esos funcionarios recomendaron negociar y firmar para generar más riqueza, empleos y bienestar, la situación ha sido todo lo contrario y verdaderamente deprimente.

El Foro Económico Mundial (WEF), señala que uno de los grandes problemas de México para lograr su desarrollo es la baja competitividad de su marco sistémico, generada grandemente por la pésima calidad de las instituciones públicas y la de sus funcionarios que son incapaces de generar políticas públicas que mejoren la tramitología y que diseñen estrategias, con programas y proyectos realistas que incidan positivamente en el desarrollo del país.

El ex Subsecretario de Comercio Exterior en el periodo 2016-2018, Juan Carlos Baker, es un ejemplo claro del esquema que ha prevalecido pues en 1998, a los 21 años de edad ingresó a la Secretaría de Economía como Asesor del Subsecretario de Negociaciones Comerciales, y no es que haya sido un mal funcionario pero por lo que dice su currículum vitae, parece que no tenía experiencia previa alguna para “poder asesorar” adecuadamente en la materia, situación que también se ha presentado con muchos otros funcionarios de altísimo nivel, pero que han llegado al puesto por ser amigos de alguien de más alto nivel que también padece de las mismas carencias.

Anexos:

Currículum de Juan Carlos Baker.

Migración y aplicación de aranceles a México

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El problema de la migración mexicana hacia Estados Unidos es estructural, y data de hace más de 40 años, motivo por el cual el objetivo final y principal de ambos países en la firma del TLCAN era generar mayor número de empleos en México y en la región, así como elevar el nivel de vida de la población con el fin último de reducir los flujos migratorios.

En los 25 años de vigencia del TLCAN ha prevalecido un esquema de simulación e improvisación, motivo por el cual ninguno de sus cuatro primeros objetivos se logró y, por tanto, el quinto, que era mayor generación de empleos y elevar el nivel de vida de la población, tampoco; en consecuencia, durante su vigencia, la migración mexicana continuó prácticamente en el mismo nivel y en algunos años en un nivel superior, pues los pocos empleos generados se ubicaron en la maquiladora básica de ensamble, lo que significó el decreciente valor agregado en nuestro país y, por tanto, un decreciente nivel de vida de grandes núcleos de la población mexicana, que para satisfacer sus ingentes necesidades, tuvieron como alternativa más promisoria emigrar a Estados Unidos.

Esta situación ha sido agravada por la creciente migración de otros países, principalmente de América Central desde el año 1997, sin que hubiera visos para el establecimiento de una política mexicana realista al respecto.

Aracncel en el acero.
Fotografía: IDC.

Por tanto, ahora que la migración mexicana y la de otros países han provocado la crisis, se ve la posibilidad de aplicación de medidas arancelarias de retorsión, que son resultado de la carencia de una estrategia orientada a aprovechar adecuadamente el TLCAN y que atendiera elementos fundamentales como la competitividad, el fomento y el comercio exterior, lo que se ha reflejado en resultados más que mediocres para la economía mexicana, pero que nuestros altísimos funcionarios han pregonado por todo el mundo señalando que han sido muy exitosas gracias a que “tenemos al mejor y más experimentado equipo negociador” –lo que sólo Trump y un reducido grupo de mal informados, ignorantes y cándidos mexicanos les creen–; situación que ha derivado en la posible aplicación de aranceles hasta que se reduzcan los flujos migratorios.

Naturalmente, el problema no se va a solucionar hablando como lo han hecho en los 25 años más recientes nuestros supuestamente muy experimentados funcionarios, sobre todo, si en realidad no logramos un mayor desarrollo económico. Y, en relación con la migración de fuera de la región, si no la detenemos en la frontera sur, utilizando los medios jurídicos que establecen los requisitos para internarse en el país de manera legal y pacíficamente; mostrando que existe la voluntad para poner en orden el desorden, causado por la nula aplicación de la ley por parte de nuestros altísimos funcionarios.

Para el caso de México, independientemente de ese gesto de buena voluntad, hay que trabajar en la elaboración de un proyecto integral y realista de comercio exterior que permita generar los beneficios que normalmente produce este sector, y que otros países han demostrado que es muy posible siendo verdaderamente exitosos en la materia, contrariamente a lo que ha pasado en nuestro país.

Flujo migratorio.
Fotografía: Periódico Síntesis.

Sin duda, esto generará oportunidades de empleo y bienestar en nuestro territorio y reducirá los flujos migratorios hacia el país vecino.

La posible retorsión o respuesta de México a Estados Unidos debe ser muy bien estudiada, pues de los 50 principales productos de exportación mexicana a ese país en 2017, un total de 26 fueron productos de consumo por un total de 97,272 millones US, en tanto que sólo 11 procedentes de Estados Unidos pertenecen a este sector por un total de 10,890 millones.

Por el contrario, 24 productos mexicanos por un valor de 69,436 millones US fueron insumos, en tanto que 39 productos norteamericanos por un total de 57,771 millones también fueron insumos, siendo los tres principales productos importados: gasolina, gasóleo y gas natural; es decir, elementos esenciales para mantener a la planta productiva nacional en operación.

Sin duda, las características de la estructura y la reducida diversidad de nuestra exportación, contrariamente a la que presenta Estados Unidos, juega en contra nuestra como lo ha jugado la simulación e improvisación prevaleciente en nuestra política de comercio exterior y, sin duda, esto tiene que ser considerado y evaluado de manera muy inteligente.

Anexos:

Decreciente captación de IED mundial y del TLCAN

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“De ninguna manera volveré a México, no soporto estar en un país más surrealista que mis pinturas”.
Salvador Dalí.

Tradicionalmente, México ha sido un importador neto de capitales debido a que no genera suficiente ahorro interno para financiar adecuadamente su desarrollo, por esta circunstancia, tiene que recurrir a la captación de inversión extranjera dado que estos flujos, al complementar al ahorro interno, contribuyen a propiciar el crecimiento económico; impactan favorablemente la balanza de pagos con la entrada de divisas, refuerzan las reservas internacionales y el tipo de cambio; crean activos fortaleciendo a la planta productiva; incrementan la oferta de productos, crean mayor competencia al aumentar la eficiencia de las empresas, generan productos a precios competitivos y reducen la inflación.

También generan transferencia de tecnología en los procesos de administración y producción; proporcionan canales de distribución en el país de origen del capital; y lo más importante es que generan empleos y ayudan a  elevar el nivel de vida de la población en el país receptor.

Así, en 1990 se decidió iniciar la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, cuyos objetivos generales eran establecer un área de Libre Comercio en América del Norte, la región que constituía el mercado más grande del mundo a fin de lograr una integración comercial y productiva aprovechando las ventajas comparativas de cada país en la producción compartida; incrementar la competitividad en la producción de bienes y servicios en el mercado regional y en el internacional; incrementar la captación de flujos de inversión extranjera directa en la región; y generar empleos y elevar la calidad de vida de la población.

TLCAN 1992.
De izquierda a derecha: Carlos Salinas, George W. Bush y Brian Mulroney, en la firma del TLCAN, 1992 (Fotografía: Expansión).

Durante el primer año de vigencia del TLCAN, parecía que el objetivo de captar crecientes flujos de IED se iba lograr pues la cifra captada fue de 10,647 millones US equivalente al. 3.73% del total de la IED mundial, misma que fue superior a la de 1993 de 4,900 millones US, que sólo representó el 2.07%; sin embargo, a partir de 1995, la proporción mostró una tendencia variable y decreciente que en 2017 fue de 2.08% en tanto que en el periodo 1994/2017 fue de 2.14%.

Este bajo nivel de captación de IED mundial también se reflejó en la relación con Estados Unidos, nuestro principal socio y el más cercano, pues en 1994 sólo captamos el 6.76% de los capitales que invirtió en el extranjero, con el agravante de que ese porcentaje también fue decreciente y, en 2017, se redujo a 4.06%, situación que también se presentó con Canadá en que la proporción cayó de 7.95% a sólo 3.51%.

Así, el porcentaje de capital procedente del TLCAN entre 1994 y 2017 se redujo de 6.89% a 3.96% y, el promedio de captación durante el periodo fue de sólo 4.96%.

Comentarios

Ninguno de los 5 objetivos planteados al negociar el TLCAN se ha logrado a la fecha debido a que no hubo complemento alguno que permitiera aprovechar las supuestas ventajas negociadas, en este caso en que estamos hablando de la inversión extranjera directa, la situación es muy preocupante pues Estados Unidos es el país más importante en la generación de IED a nivel mundial, sin embargo, nuestra captación de flujos de ese origen es decreciente, situación que también se manifiesta en la desaparición de más de 2,500 empresas exportadoras de nuestro país, 900 de ellas maquiladoras, en su mayor parte de origen norteamericano.

Sin duda, el marco sistémico deficiente ha incidido negativamente en la competitividad de nuestro país, mismo en el que la pésima calidad de las instituciones ha sido un factor determinante provocado por la también pésima calidad de sus funcionarios que, por ello, son incapaces de generar estrategias con programas, proyectos y políticas públicas que incidan positivamente en la atracción de IED y el desarrollo económico del país, por eso, los enormes retrocesos en todas las variables económicas de México, particularmente a partir del año 2001.

También es importante señalar que parte sustancial de la IED que recibe México es de mala calidad, pues incluye numerosas operaciones de adquisición de activos que, en ocasiones, generan eliminación de puestos de trabajo por la aplicación de tecnologías más desarrolladas y por la reestructuración de las empresas con los nuevos funcionarios originarios del país de la inversión; muchas veces la adquisición de activos no crea nuevas plantas ni nuevos empleos; normalmente la adquisición de activos se realiza sobre empresas sanas que dominan el mercado y a la larga, la inversión extranjera genera salida de divisas por la transferencia de beneficios que realizan las empresas extranjeras establecidas en el país.

Conviene señalar que cuando mayor proporción de IED mundial captó nuestro país fue en los años 2001 y 2002, con la venta de los bancos privatizados mexicanos a los bancos extranjeros.

Flujos de inversión.
Fotografía: Diario Los Tuxtlas.

Apuntes finales

La existencia del TLCAN no ha influido positivamente en la captación de flujos de IED porque no hubo estrategia alguna con ese objetivo, como tampoco la hubo para hacer más competitivo a nuestro país debido a la concepción dogmática de nuestros altísimos funcionarios quienes señalaban que con la apertura, los precios internos se alinearían con los externos, además de que así, los empresarios contarían con insumos a precios competitivos para abastecer al mercado interno y para la exportación, lo que en la realidad generó una competencia desleal para la planta productiva nacional que ha tenido que trabajar en un medio sistémico nada competitivo que genera costos muy superiores a los de la competencia que viene del exterior.

Por eso el decreciente valor agregado neto mexicano en los bienes orientados a satisfacer al mercado interno así como al de exportación, ha convertido a México en un maquilador básico que realiza fundamentalmente, labores de ensamble, ya que las empresas transnacionales establecidas en nuestro territorio, aplicando políticas corporativas muy exitosas, realizan operaciones intrafirmas, utilizando nuestro territorio como un centro de costos.

Sin duda, la tarea a realizar por la 4ª Transformación es muy difícil pues tendrá que eliminar la improvisación y simulación que ha caracterizado a nuestra política y estrategia de promoción de las exportaciones y la IED en los 25 años más recientes, en que estas funciones han sido ejercidas por improvisados burócratas habilitados como “expertos” en comercio internacional y en promoción de inversiones.

TLCAN, T-MEC, reforma laboral, improvisación, simulación

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Ellos se ríen de mí porque soy diferente
y yo me río de ellos porque todos son igualitos.

El tema laboral en nuestro país es un asunto cotidiano que ha cobrado enorme importancia ahora que nos han condicionado la firma del T-MEC a una reforma laboral, misma que debió haber sido pensada a partir de 1994, cuando entró en vigor el TLCAN, a fin de hacer convergente nuestra legislación con la de Canadá y Estados Unidos, así como incrementar la competitividad de México, favorecer la creación de empleos y elevar el nivel de vida de la población.

Con el objetivo de que se pudiera cumplir con ese proceso y sus objetivos, en marzo de 1991, siendo Consejero Comercial de México para Quebec y las Provincias Marítimas de Canadá, envié a Bancomext, a la SECOFI, al Consejo Empresarial Mexicano de Asuntos Internacionales (CEMAI), a la Secretaría del Trabajo, a diversos organismos empresariales y al Embajador de México ante la Organización Mundial del Trabajo, entre otros, el “Estudio Comparativo de la legislación laboral de aplicación general en Canadá, Estados Unidos y México”, (Comparison of Labour Legislation of General Application in Canada, The United States and Mexico), elaborado por el Ministerio del Trabajo de Canadá.

Conviene señalar que el Foro Económico Mundial nos habla de la competitividad de las economías señalando la importancia que en este aspecto juega el empleo y los factores que influyen en él como la flexibilidad del mercado laboral pues, a través de este, se busca estrechar la cooperación entre los patrones y los sindicatos, flexibilizar la ley de contratación y separación de los empleados, y la alineación entre salarios y productividad.

Desgraciadamente, parece que la información contenida en ese estudio comparativo de nada sirvió –ni tampoco los 25 años que han transcurrido desde la entrada en vigor del TLCAN–, pues Canadá y Estados Unidos, en materia de flexibilidad del mercado laboral, en 2016 se ubicaron en las 7ª y 3ª posiciones a nivel mundial, en tanto que México, lejanamente ocupó el 105º escalón entre un total de 137 países que fueron objeto de análisis por parte del Foro Económico Mundial.

Como siempre, todo a la carrera y con enorme improvisación en nuestro querido país, ya que en lugar de ponerse a trabajar en estos temas desde hace 25 años, nuestros altísimos funcionarios y teóricos del comercio exterior han ejercido su actividad con base en la simulación, la improvisación y una enorme frivolidad, y sólo hasta ahora, las autoridades y organismos mexicanos han reaccionado al verse presionados para realizar cambios al respecto.

TLCAN
Imagen: Milenio.

El TLCAN era el proyecto más importante para el desarrollo de México, pero al no haber complemento alguno que nos permitiera aprovechar las supuestas ventajas negociadas, ninguno de los objetivos planteados se ha logrado a la fecha, pues no ha habido la integración comercial ni productiva que se planteaba como primer objetivo para generar más valor y riqueza en México y en la región, debido a que no se aprovecharon las ventajas comparativas ni se desarrollaron ventajas competitivas; consecuentemente, tampoco se logró mayor competitividad ni se captaron mayores flujos de inversión extranjera, por lo que el objetivo final de crear más empleos y elevar el nivel de vida de la población tampoco se ha logrado.

Todo esto, debido a que no hubo estrategia alguna ni un complemento adecuado pues, irresponsablemente, los altísimos funcionarios mexicanos se dedicaron a firmar TLC’s que presentaron el mismo problema que el TLCAN: carencia de una estrategia para capitalizar las supuestas ventajas negociadas.

Así, a partir de 1994, compulsivamente se firmaron TLC’s hasta alcanzar la cifra de 54 países, con 39 de los cuales, en el periodo 1993/2018, se acumuló un déficit de -844,535 millones US, periodo en el que México también cayó como economía mundial al pasar de la 9ª a la 15ª posición.

Específicamente en materia de empleo, durante la vigencia del TLCAN la población económicamente activa se incrementó en 22.37 millones de personas, en tanto que la creación de puestos de trabajo formales, incluyendo a la burocracia y a las fuerzas armadas sólo alcanzó la cifra de 10.94 millones, generando un déficit de 11.43 millones empleos formales, equivalente al 51% de los puestos de trabajo que era necesario crear en función del crecimiento de la PEA.

En resumen, ninguno de los primeros cuatro objetivos del TLCAN se lograron y, en consecuencia, el objetivo final del TLCAN de crear empleos y elevar el nivel de vida de los mexicanos tampoco, la pésima calidad de las instituciones públicas y de sus funcionarios es un freno total a la creación de políticas públicas que reducen la pesada tramitología, y son también un freno a la creación de una estrategia de comercio exterior, con programas y proyectos realistas.

Anexo a la presente, encontrarán una copia de dicho estudio que estoy seguro les resultará de interés y utilidad.

Por cierto, los únicos que en su momento agradecieron el envío del estudio realizado por el Ministerio del Trabajo de Canadá, fueron el entonces Presidente del Comité Bilateral México Canadá del CEMAI, Don Gustavo de la Serna; el Excelentísimo Embajador Roberto Casellas Leal, Asesor para Asuntos Internacionales del titular de la STPS y el Embajador de México ante la OIT, el Excelentísimo Señor Pedro Vargas.

Aprovecho la ocasión para agradecer a mi amiga y catedrática de la Universidad Anáhuac, Ing. Telma Bernárdez, su invaluable cooperación para la elaboración de este análisis.

Anexos:
Comparación legislación laboral Canadá, EE.UU., México, 1991.
Comparativo México 2017_ Principales variables económicas competitividad.
México_Población económicamente activa y empleo.

La 4ª transformación hereda desastre en comercio exterior

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Ellos se ríen de mí porque soy diferente
y yo me río de ellos porque todos son igualitos.

La evolución del comercio exterior en México durante los 25 años más recientes, especialmente a partir del año 2001, presenta un desarrollo deplorable que ha incidido de una manera directa y muy negativa en la generación de riqueza y bienestar en nuestro país.

Al igual que en muchos otros países, hace casi 40 años, en México se consideró al comercio exterior como la palanca del desarrollo, motivo por el cual en los años 80 y principios de los 90– se realizaron importantes reformas estructurales que incidieron muy positivamente en la economía del país al hacerlo más competitivo, pues contemplaban aspectos de sumo relevantes del mercado interno en sectores como autotransporte federal de carga, de turismo y de pasajeros; las patentes y marcas; las reformas en la tenencia de la tierra; cogeneración y autoabastecimiento de energía eléctrica; inversión extranjera, medicamentos genéricos y eliminación de control de precios.

Hacia el exterior se realizó una apertura que incluyó el ingreso de México al GATT, a la APEC y a la OCDE etc., proceso que culminó con la firma del TLCAN, mismo que se constituyó en el proyecto más importante para nuestro desarrollo económico pues facilitaba el intercambio de bienes, servicios e inversión con dos países que son verdaderas potencias económicas y que constituyen el mercado de consumo e importación más grande del mundo: Canadá y Estados Unidos.

Bajo esta perspectiva, nuestras condiciones para lograr una integración comercial y productiva con la región eran óptimas, sin embargo, esto no se logró pues no hubo complemento alguno que nos permitiera aprovechar las ventajas negociadas y nuestros teóricos. En lugar de diseñar una estrategia ad hoc, optaron por la firma compulsiva e irresponsable de TLC’s que se tradujo en enorme dispersión de nuestras reducidas fortalezas, situación que fue empeorada por la pérdida de competitividad del marco sistémico debido a la pésima calidad de las instituciones públicas y de sus políticos, que han sido incapaces de generar políticas públicas realistas que incidan positivamente en la competitividad, en la tramitología, en el fomento industrial y en el comercio exterior.

Así, los efectos positivos de las reformas se fueron diluyendo de tal manera que a partir de 2001, en que también han estado en vigor los TLC’s con 48 países y los 33 APPRIS, nuestros retrocesos en todas las variables económicas han sido terribles de tal manera que en Julio de 2018, la sociedad mexicana, harta de simuladores y teóricos del comercio internacional que han aplicado un liberalismo dogmático, optó por el cambio prometido por la 4ª Transformación, sin duda, una opción que debe  aprovecharse para abatir los enormes retrocesos registrados en nuestra economía.

Estos retrocesos incluyen la caída de México de la 9ª a la 15ª posición como economía; la pérdida de participación en la generación de riqueza mundial de 1.97% a sólo 1.45%; la caída del PIB per cápita del 50º al 74º lugar, debiendo señalar que sólo, entre 2014 y 2018, todos los mexicanos perdieron 1,232 US de su ingreso per cápita al caer de 10,846 US a 9,614 US, en tanto que un total de 2,500 empresas exportadoras desaparecieron, 900 de las cuales eran maquiladoras, mientras que nuestra captación de flujos de IED cayó de 4.39% a 2.07%.

Peor resulta que nuestro valor agregado a la exportación cayó de 59% en 1993, a sólo 38% en el 2018, pues la integración nacional en las ventas al exterior es reducida y decreciente misma que, en el 2018, se situó en 26% para el sector automotriz y autopartes que, se supone, son los sectores más emblemáticos de la industria mexicana y los más importantes de la planta productiva nacional.

Importante es señalar que en el año 1993, el porcentaje del valor de contenido mexicano en cada vehículo producido en el país era de 35%, pero más importante era que el valor agregado regional debía ser de 50%, y que el TLCAN incluía reglamentos para que el VCR se incrementara a 62.5% para el año 2004, situación que si se cumplió en el aspecto regional, pero que desgraciadamente México no pudo aprovechar como país, pues no hubo una estrategia ni programas que permitieran aprovechar esta norma ni incrementar el VCN en la industria automotriz, sino todo lo contrario.

Como ejemplo de la enormes deficiencias y del esquema de simulación que mucho prevaleció en el organismo promotor, BANCOMEXT, a partir del año de 1989, anexo el análisis que sobre el comercio exterior de México con la Unión Europea y con Holanda realicé en el año 2002, en el que se presenta la simulación y la serie de errores cometidos por el entonces “Consejero Comercial de México en Holanda”, y del cual se puede deducir por qué tampoco hubo una estrategia de México para aprovechar las ventajas incluidas en el TLCAN sobre la industria automotriz –a pesar que se supone dicho Consejero Comercial era un experto en la industria automotriz y electrónica–, pero que desgraciadamente parece que no tenía idea ni sabía cuál era el esquema de producción y comercialización de la gran industria en esos sectores.

Mucho peor es que el documento muestra que tampoco había capacidad de supervisión de parte de los altísimos funcionarios y directivos de BANCOMEXT –recomendados la mayor parte de ellos– para evitar crasos errores como el que señalo en dicho análisis. Desgraciadamente, por este tipo de situaciones e individuos, la idea de mediocridad se generalizó en relación con el personal de base que realmente es un activo muy importante de dicha institución.

Con ejemplares como los arriba señalados, fácilmente puede explicarse el origen de la ausencia de una estrategia en el sector automotriz y el motivo por el cual, durante la vigencia del TLCAN, registramos una participación decreciente en un sector que resultaba prioritario para México y la región.

Esta situación se repitió prácticamente en todos los sectores de la industria mexicana, pues en el textil y la confección se sitúa en 29%; en cuero y calzado 38%; en productos metálicos 36%; en manufacturas de plástico 35%; en equipo médico 3.4%; en eléctrico e iluminación 28%; en equipo de audio y vídeo 0.7%; en equipo de comunicación 0.7%; en equipo ferroviario 26% y en moldeo de piezas 71%; por esta circunstancia, la participación del valor agregado mexicano en la exportación mundial también cayó de 1.22% a 0.89% en el mismo periodo.

Como he señalado, la firma compulsiva de TLC’s se ha traducido en un esquema de comercio exterior basado en la enorme simulación y una mayor improvisación, que genera creciente importación para reexportar con decreciente y reducido valor agregado de tal manera que, si en 1993 registramos déficit con 30 países con los que hemos firmado un TLC por un total de -11,923 millones US, para 2018, el déficit fue con 34 países por -59,402 millones US y para el periodo 1993/2018 con 39 países por -844,535 millones US, debido a que de ellos importamos crecientemente para reexportar a Estados Unidos con decreciente valor agregado en nuestro territorio.

Este esquema nos ha convertido en un país maquilador básico de ensamble con reducido y decreciente valor agregado, que no sólo se presenta con los países con los que hemos firmado TLC’s, sino con los países con los que no tenemos TLC’s de tal manera que del total de los 236 países, islas, entidades etc., con los que mantenemos relaciones comerciales, en el periodo 1993/2018 registramos déficit con 148 por un total de -2,026,785 millones US, equivalente al 169% del PIB total de México en el año 2018.

Al respecto, debo señalar que el colmo de este negativo proceso fue la firma del TPP-11, a través del cual se añadieron 6 países con los que nada tenemos que ganar debido a la nula competitividad del marco sistémico de nuestra economía según se puede ver a continuación:

Esto ha provocado un incremento enorme de nuestro déficit con esos países en los años más recientes mismo que continuará extrapolándose, aún más, con la entrada en vigor del TPP-11 a partir de 2019.

Sorprendente resulta que con Japón, país con el que tenemos un TLC desde el año 2005, nuestro déficit haya pasado de -3,222 a -14,339 millones US entre 1993 y 2018, mismo que para el periodo completo alcanzó la suma de -253,571 millones US y; todavía más aberrante, resulta que los teóricos y funcionarios nos digan que este TLC ha sido muy exitoso, pero mucho más sorprendente es que esos teóricos, ilógicamente señalaban la necesidad de participar en el TPP-11 a fin de ampliar las cuotas de acceso para el aguacate mexicano en Japón; como si no hubiera habido un TLC con ese país que, como se señala, es un marco vigente desde 2005 y que debería haber sido utilizado específicamente para negociar bilateralmente mejores condiciones de acceso para el aguacate y otros productos mexicanos, en lugar de llevar estas demandas a un foro multilateral en donde los supuestos beneficios negociados habría que compartirlos con los otros miembros, lo que también nos dice que esos funcionarios no sabían para que servía el TLC negociado con Japón,

Al final, para los funcionarios y teóricos y funcionarias y teóricas del comercio exterior –empleando el barbarismo que puso de moda el ilustre Vicente Fox– lo que parecía más importante era echarse el rollo, simular y firmar TLC’s al mayoreo para ser los campeones del libre comercio con el mayor número de TLC’s firmados, aunque no logre sacarse provecho alguno de los mismos y, contrariamente, se ponga en peligro a la planta productiva nacional al generarle una competencia desleal.

Sin duda, la firma del TPP-11 es la cereza de un pastel amargo e indigesto que los teóricos y funcionarios mexicanos nos han hecho tragar en los últimos 25 años más recientes, y que justificaron señalando que esa región es la más dinámica del mundo, sin conocer ni darse cuenta de las causas reales de este fenómeno, mismas que son originadas por la pérdida de competitividad y la carencia de una estrategia de desarrollo nacional que ha provocado el traslado de numerosas empresas norteamericanas que estaban radicadas en México a Asia, así como de empresas norteamericanas que estaban radicadas en Estados Unidos y que también se trasladaron al continente asiático, de tal manera que ahora seguimos importando bienes norteamericanos, pero ahora producidos en Asia por empresas norteamericanas y que son las que han propiciado grandemente el dinamismo de la región asiática.

Esto también nos habla de la carencia de una estrategia regional para aprovechar adecuadamente al TLCAN y lograr la ansiada integración comercial y productiva entre los tres países.

La firma del TLCAN venía a formalizar el proceso de producción transfronteriza que se había forjado con Canadá y Estados Unidos durante más de 40 años a través de un proceso de producción compartida, motivo por el cual se suponía que las ventajas se iban a maximizar, teniendo en cuenta que se propiciaba una economía de escala con el mercado de consumo e importación más grande del mundo, el más cercano, con elevado nivel de vida y complementario con la planta productiva nacional, pero con el que desgraciadamente no se ha podido lograr la deseada integración comercial ni productiva prometida para crear empleos y elevar el nivel de vida de los mexicanos debido a la simulación ejercida por nuestros altísimos “funcionarios y funcionarias”.

La ilógica participación de México en el TPP-11, definitivamente será negativa pues estamos hablando de mercados muy lejanos, que por su dimensión y el nivel de vida de la mayor parte de sus habitantes resultan unos mercados marginales, nada complementarios con nuestra economía y competidores directos nuestros en bienes que antes producíamos y de los cuales éramos grandes exportadores pero que ahora importamos precisamente de esos países porque, desgraciadamente, son mucho más competitivos que México en el proceso de manufactura, en el que se supone somos muy hábiles.

Sin duda, un panorama muy desalentador y problemático el que han dejado los teóricos que manejaron el comercio exterior de México en los 25 años más recientes, debiendo señalar su enorme ligereza al tomar decisiones, así como su gran desconocimiento de la operación real del comercio internacional y del comercio exterior de México, que se manifiesta en los enormes retrocesos de nuestra economía y, consecuentemente, en la decreciente participación en la economía mundial.

El libre comercio es positivo cuando se utiliza de una manera inteligente, por lo que la política de comercio exterior de la 4ª Transformación deberá atender las expectativas depositadas por el pueblo mexicano, dejando a un lado la simulación e improvisación, a fin de evitar que continúen las tremendas regresiones que ha generado el liberalismo dogmático, en el que la pésima calidad de las instituciones públicas y sus funcionarios han sido determinantes.

Por esta circunstancia, la única forma de mejorar en esta materia contempla la imperiosa necesidad de establecer un programa integral de comercio exterior teniendo como base la mejora de la competitividad, el fomento industrial y el fortalecimiento de la estructura de promoción, misma que resulta fundamental para promover y facilitar las exportaciones y captar mayores flujos de IED, utilizando verdadera inteligencia comercial, complementada con apoyo técnico y financiero que incluya información precisa y capacitación de alto nivel así como la definición de actividades de promoción que dejen a un lado la improvisación y la simulación para que haya programas y proyectos realistas que incidan positivamente en el desarrollo del país y en el bienestar de los mexicanos.

Sin duda, la 4ª Transformación enfrenta un extraordinario reto teniendo en cuenta la pésima situación en que dejaron al comercio exterior de México los teóricos y funcionarios encargados del diseño de la política y la estrategia del comercio exterior en los años más recientes.

Anexos:

TLC’s 2018 1993 con TPP saldo total periodo-1

Escandalosa simulación, ahora con Holanda

Historia del Registro del Tequila

Lectura: 10 minutos

[divider] Con gran pesar les comunico el muy sensible fallecimiento de mi gran amigo, el Ingeniero Héctor Muñoz Ledo y Lazo de la Vega, un mexicano de excelencia al que conocí hace más de 45 años, el 4 de febrero de 1974, cuando entré a trabajar en el Instituto Mexicano de Comercio Exterior (IMCE), como Coordinador de Consejerías para Asia, África y Oceanía, y en donde el Ing. Muñoz Ledo era el Director de Desarrollo y Tecnología.

Su enorme preocupación por la innovación, la tecnología, el valor agregado, el fomento industrial y el desarrollo económico de nuestro querido México fueron emblemas que caracterizaron su incansable actividad en toda su vida.

Desde este espacio envío mi más sentido pésame a su esposa, Evangelina Carrasco, a sus hijos Eva, Héctor, Pablo, Norma y Felipe, así como a su hermano Porfirio por la enorme pérdida.

Para mí fue un enorme privilegio gozar de su entrañable amistad y de su altísima consideración.

Arnulfo R. Gómez. [divider]

Registro del Tequila como Indicación Geográfica Protegida en la Unión Europea

El pasado 22 de marzo, el embajador Julián Ventura, en el documento La promoción económica: al centro de la política exterior hizo referencia al tequila como bebida emblemática de México, comentando que su presencia en el mercado internacional es el resultado del trabajo coordinado de muchos mexicanos para promoverlo y defenderlo en todo el mundo señalando:

Hoy participo en Bruselas en el anuncio del registro del tequila como indicación geográfica protegida en los 28 países de la Unión Europea, uno de sólo 31 productos con ese reconocimiento. Ello pone de manifiesto el compromiso político de la Cancillería con la agenda de nuestros productores y exportadores.

Julián Ventura.
Embajador de México y subsecretario de Relaciones Exteriores, Julián Ventura (Fotografía: China.org.cn).

Al respecto me permito comentar que el largo camino que se recorrió para lograr este reconocimiento se inició el 9 de diciembre de 1974, cuando en el Diario Oficial de la Federación de México se publicó la Declaración de Protección a la Denominación de Origen del Tequila.

El 16 de septiembre de 1975 se firmó el Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación entre la Comunidad Europea y sus Estados miembros, y los Estados Unidos Mexicanos, a través del cual se determinó la creación de la Comisión Mixta México-Comunidad Económica Europea, que debería reunirse periódicamente a fin de analizar la relación bilateral con objeto de eliminar problemas y establecer mecanismos que permitieran el fortalecimiento de los intercambios comerciales y económicos.

Para la celebración de la 1ª Reunión de la Comisión Mixta México-Comunidad Económica Europea en diciembre de 1975, siendo yo el Coordinador de Consejerías Comerciales para Europa Occidental del Instituto Mexicano de Comercio (IMCE), propuse que uno de los temas a incluir en la agenda de negociación fuera el Reconocimiento de la Denominación de Origen del Tequila, pues nuestra emblemática bebida ya había mostrado que tenía amplias posibilidades de comercialización en Europa, sin embargo, el principal problema que enfrentaba nuestra bebida estaba constituido por la falsificación de que era objeto en ese mercado, por lo que había que proteger su autenticidad y evitar la competencia desleal.

Otros elementos que contempló mi propuesta en esa 1ª Reunión y que fueron aprobados y financiados por la Comisión de la Comunidad Económica Europea (CEE) incluyeron:

  • Impresión folletos de promoción de productos de exportación mexicanos con fondos de la CEE (25,000 ECU).
  • Programa de Desarrollo de Proveedores Mexicanos con las principales cadenas de tiendas europeas que se inició con una Misión de Compradores de Francia (La Samaritaine), Bélgica (Galeries Anspach), Holanda (Vrom and Dressman), Italia (La Rinasciente) y Alemania (Kaufhof)
  • Programa Demeter de Promoción de Inversiones a través del cual se identificaron más de 100 proyectos a desarrollar en México en asociación con empresas europeas.
  • A petición de la Secretaría de Agricultura y Ganadería, en esta reunión también se presentó la solicitud para la aprobación de exportación de carne de bovino mexicana a los países de la CEE, la que fue recibida por sus negociadores de tal manera que se acordó la visita de Técnicos Veterinarios a México mismos que, tiempo después, al realizar su inspección al “primer rastro mexicano”, señalaron que era imposible dar la autorización debido a la insalubridad que había en los baños del rastro anotando que, en una de las tazas del baño había lo que parecía una media de fútbol que impedía el desalojo de las heces fecales, creando una nube de moscas incompatible con la sanidad que se requería en un proceso de matanza que cumpliera con los cánones sanitarios que ellos tenían.
Protección y producción de tequila.
Fotografía: Mundo Cuervo.

Independientemente de este penoso y desagradable incidente, los veterinarios europeos visitaron otros rastros que tampoco fueron aprobados y señalaron, adicionalmente, que tampoco podían autorizar la exportación de carne mexicana debido a que en la CEE estaba prohibido el consumo de carne de reses engordadas con hormonas.

Hay que recordar que en México, en tiempos recientes, por lo menos 29 seleccionados mexicanos de fútbol fueron vetados por encontrarse rastros de clembuterol en su organismo, lo que muy probablemente pudo ser resultado de haber comido carne de res o de pollo.

En octubre de 1977, con motivo de la reanudación de Relaciones Diplomáticas con España, fui Coordinador de la Sección de Tecnología y Servicios de la Exposición México 77, que se celebró en la Casa de Campo de Madrid con la participaron más de 300 empresas mexicanas. En ella tuvo una destacada presencia el Consorcio Internacional (COINSA), representado por su presidente, el Lic. Guillermo Mendoza Tarré y el Lic. Juan Manuel Oropeza de Alba, Director de la División de Bebidas, promoviendo varias marcas de tequila.

En diciembre del mismo año, con el establecimiento formal de la Consejería Comercial del Instituto Mexicano de Comercio Exterior (IMCE) para España y Portugal, fui designado Consejero Comercial Adjunto de la Embajada de México en Madrid y parte importante de mi actividad estuvo orientada al establecimiento de la política de negociación de México con España, en donde el reconocimiento de la Denominación de Origen del Tequila tuvo prioridad pues el surgimiento de tequilas piratas había proliferado en ese mercado, y entre los cuales había uno llamado Tequila Pepe López, que algunas personas preguntaban si era propiedad del entonces Presidente de México que, desgraciadamente, al igual que otros Presidentes de México también resultó “pirata”.

Tequila Pepe López
Imagen: Pinterest.

Independientemente de esta labor de defensa de la Denominación de Origen del Tequila, se realizó una intensa  promoción del tequila en el mercado español y fue muy exitosa, de tal manera que en el año 1979 se logró que El Corte Inglés, la tienda departamental más importante de España, realizara una muestra de productos mexicanos en su principal y más antiguo almacén ubicado en la céntrica Calle de Preciados de Madrid, misma que fue inaugurada con la asistencia de su emblemático fundador y Presidente de la cadena de tiendas, el empresario asturiano Ramón Areces Rodríguez.

En dicho evento se promovió artesanía, productos alimenticios y bebidas (piña en su jugo, chiles en escabeche y conservas en general, cerveza, jugos y tequila). El éxito de esta muestra fue tan grande que a partir de ese momento la Semana de México en El Corte Inglés se convirtió en una tradición, y fue adoptada como esquema anual de promoción en sus principales almacenes en España.

En 1980, después de haber realizado el estudio del mercado para abrir una oficina de promoción comercial, el IMCE me designó Jefe de la Oficina Comercial de México para Cataluña y la Comunidad Valenciana con sede en Barcelona, habiendo definido un programa de promoción comercial y de inversiones que incluyó los sectores: automotriz, alimentario, textil, confección, calzado, juguetes y químico.

Particular atención le di a la participación de México en la Feria Internacional de Muestras de Barcelona en junio de 1980, de la que fui el Coordinador, y en la que se realizó una promoción especial del Tequila con la presencia del Consorcio Internacional (COINSA), representando a 39 productores del estado de Jalisco, mismos que tuvieron un éxito extraordinario.

Tequila 1800.
Fotografía: Pinterest.

En 1981 fui designado Consejero Comercial de México para Costa Rica, Nicaragua y Panamá con sede en San José, en donde permanecí hasta el 30 de noviembre de 1983 en que fui designado Cónsul en el Puerto de Rotterdam y Consejero Comercial de México para el BENELUX y países escandinavos acreditado ante la Comunidad Económica Europea (CEE), en donde continué mi labor en pro del reconocimiento de la Denominación de Origen del Tequila, por lo que en la 5ª Reunión de la Comisión Mixta, celebrada en diciembre de 1984, continué insistiendo en dicho reconocimiento.

Conviene señalar que en esta 5ª Reunión también hice la propuesta para el desarrollo del Proyecto de Promoción y Exportación del Aguacate a Europa, mismo que fue aprobado por la Comisión de la CEE con un financiamiento de 250,000 Unidades de Cuenta (ECUS), a fondo perdido, proyecto que se convirtió en el más emblemático de la cooperación bilateral y fue tan exitoso que permitió que, en 1988, se iniciara la exportación sistemática y continua de aguacate a Europa.

La experiencia y habilidad adquiridas en la exportación de aguacate a Europa, sentaron las bases para iniciar la exportación a otros mercados de tal manera que desde el año 2016, el aguacate es el principal producto agrícola de nuestra exportación y México es el primer país productor y exportador mundial de aguacate.

Durante la celebración de la 8ª Reunión en 1989, siendo el Coordinador de Consejerías para Europa Occidental de BANCOMEXT, insistí en la propuesta para el reconocimiento de la Denominación de Origen del Tequila y, teniendo en cuenta el éxito que se había logrado con la exportación del aguacate mexicano a Europa, también propuse el financiamiento y desarrollo del Proyecto de Promoción de Exportación de Productos Hortofrutícolas que incluyó melón, mango y piña frescos; coco rallado, jugos de cítricos; y un Proyecto de Cooperación en Materia de Diseño de Muebles y Artículos de Cuero, mismos que también fueron aprobados y financiados por la Comisión a fondo perdido.

Tequila, denominación de origen.
Fotografía: Expansión.

Esta propuesta también incluyó el Proyecto de Cooperación Económica con la Comisión de la CE (EC Investment Partners), el cual propició la conexión de México al BC-Network de la Comunidad; la creación del Business Council México-CE y el establecimiento del Programa de Cooperación Industrial 1989-1992 entre México y la CE (que se inició con el Programa de Warwick de Promoción de Inversiones y Transferencia de Tecnología LANPITT: Latin American Network for Promotion of Investment and Transfer of Technology), que incluyó el 1er. Foro México-Europa de Promoción de Inversiones, dando origen a los Foros de Promoción Sectorial México-Europa; de esta manera, se promovió el Programa de Intercambio de Información y Homologación de Normas entre México y la CEE, que formó parte del Programa de Warwick de Promoción de Inversiones y Transferencia de Tecnología LANPITT.

Es necesario destacar que no fue sino hasta de mayo de 1997 que la Unión Europea nos concedió la Denominación Única de Origen del Tequila, hecho que ha permitido consolidar el desarrollo de su exportación a este bloque mismo que, en el año 2018, ascendió a 105 millones US. Esto representó el 6.62% de la exportación total de tequila, debiendo señalar que el principal destino mundial fue Estados Unidos, con España en el segundo lugar, aunque dentro de la Unión Europea, España es el principal destino de nuestro tequila.

En el periodo 2003-2018, España también se presenta como el segundo destino más importante de la exportación de tequila y la Unión Europea absorbió el 8.08% del total.

Comentarios

El anuncio del registro del tequila como Indicación Geográfica Protegida del Tequila en los 28 países de la Unión Europea, uno de sólo 31 productos con ese reconocimiento, es la culminación de un largo proceso iniciado en el año de 1975, cuando se firmó el Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación entre la Comunidad Europea y sus Estados miembros, y los Estados Unidos Mexicanos, momento a partir del cual se generó la posibilidad de buscar la protección de un producto netamente mexicano que ganó prestigio por las propiedades de la materia prima que hay en las zonas geográficas en las que se produce, a la cual se suma el cuidado y la larga tradición en su elaboración.

Como señala el Embajador Julián Ventura, el éxito de este proceso es el resultado del trabajo continuo y coordinado para promoverlo y defenderlo en todo el mundo y, en este caso, específicamente en España y en la Unión Europea.

Sin duda alguna, un proceso en el que se conjuntaron profesionalismo, conocimientos, experiencia, dedicación, trabajo serio y convicción, lo que permitió alcanzar un objetivo bien definido y mejor sustentado, dejando a un lado la frivolidad, la improvisación y la simulación que ha caracterizado a la política de comercio exterior, así como a la estrategia de promoción de las exportaciones y de la inversión extranjera en México en los 25 años más recientes, mismos en los que continuamente se ha habilitado a improvisados burócratas como expertos en comercio internacional con resultados funestos.

Apuntes finales

El dinamismo mostrado por las exportaciones de México de 1994 al año 2000, lo situó en el segundo lugar mundial y fue el resultado de la enorme competitividad que alcanzó nuestro país debido a la serie de reformas realizadas en los años 80 y principios de los 90, y a la participación de numerosas empresas transnacionales radicadas en nuestro territorio con políticas corporativas muy exitosas a base de operaciones intrafirma.

A partir del año 2001, la política de comercio exterior y la estrategia de promoción de las exportaciones y la inversión extranjera directa, se caracterizó por la firma compulsiva de TLC’s con 54 países y 33 APPRIS, sin que hubiera complemento alguno, motivo por el cual la competitividad de México cayó de la 34ª a la 51ª posición, situación que se ha manifestado en la pérdida de dinamismo de las exportaciones en donde hemos caído hasta la 19ª posición, hecho que también ha provocado la caída en la captación de flujos de inversión extranjera en donde pasamos de la 4ª a la 14ª posición en el periodo 1994/2017; peor aún es que como economía mundial caímos de la 8ª a la 15ª posición y nuestro PIB per cápita descendió de la 36ª a la 74ª posición.

Sin duda, el cambio que se ha registrado en la administración pública mexicana buscando la 4ª Transformación, es una oportunidad de oro que debe ser aprovechada para definir una política realista de comercio exterior y de promoción, con una estrategia que incluya programas y proyectos que permitan añadir valor, así como generar empleos, riqueza y bienestar en nuestro país.

Anexos:

La promoción económica al centro de la política exterior-por Julián Ventura.

Aberración total: decreciente valor agregado y riqueza en México

Lectura: 4 minutos

Ellos se ríen de mí porque soy diferente

y yo me río de ellos porque todos son igualitos.

 

Lo que han hecho con la política y estrategia de comercio exterior en los 25 años más recientes es un verdadero crimen, basado en dogmas y en un esquema de simulación e improvisación que sólo ha generado decreciente valor agregado en la exportación mexicana que, se supone, es la base y palanca del desarrollo de México; consecuentemente, nuestra participación en la generación de riqueza mundial ha sido decreciente como también lo ha sido el bienestar de la mayor parte de los mexicanos a los que han convertido en pobres.

Increíble es que en el sector automotriz, que se supone es el más fuerte de nuestra exportación, el valor agregado mexicano haya descendido de 35% en el año 1993 a sólo 26% en 2018 a pesar de que el mismo TLCAN preveía que en el periodo de desgravación, el valor de contenido regional debería de incrementarse de 50% a 62.5%, lo que desgraciadamente no fue aprovechado por México pues no diseñaron una estrategia específica que nos permitiera incrementar el valor de contenido nacional teniendo en cuenta a esta provisión, como tampoco se hizo en el resto de los sectores.

Tanto presumir de ser importante exportador, lo que nos ha situado en el 12º lugar mundial en materia de exportación, sin embargo, al igual que en el sector automotriz, nuestro valor agregado en prácticamente todos los sectores ha sido decreciente pues en el año 1993, el porcentaje era de 59%, en tanto que para el 2017 se situó en una media del 38% y, sin incluir al petróleo, en 26%.

Exportaciones.
Fotografía: elviejotopo.com.

Con esta desagregación de los valores, nuestra posición descendió al 30º lugar como país exportador, superado por un país que al igual que México trabaja sobre la base de “un proceso de producción compartida y cadenas mundiales de valor”, pero que con sólo 5.8 millones de habitantes nos supera en competitividad, en valor agregado, en generación de riqueza per cápita, vamos en todo, hasta en combate a la terrible corrupción que nos ha asolado durante más de 90 años: Singapur.

Como ejemplo mucho más aberrante tenemos el caso de los productos electrónicos –sector a través del cual se inició nuestro proceso de industrialización a principios de la década de los 60–, en donde nuestro valor agregado en la exportación de equipos de audio, video y comunicación en 2018 fue de sólo 0.7%; por lo que, de un total de 20,644 millones US de importación, el valor agregado nacional en la reexportación fue de sólo 1,445 millones US –prácticamente nada. Aunque los cacareos hayan sido enormes por parte de esos teóricos del comercio exterior que manejaron la política y estrategia del sector, y que hicieron creer al pueblo mexicano que ya “la habían hecho” importando crecientemente para poder reexportar con reducido y decreciente valor agregado.

Sorprendente es que, en los tres años más recientes, la importación de insumos para la industria electrónica, a fin de ensamblar en nuestro territorio, muestra una tendencia creciente procedente de Namibia de tal manera que en el periodo 2015/2018, nuestro déficit con ese país se incrementó de -2 a -907 millones US, acumulando un déficit total de -1,020 millones en los últimos cuatro años. Los cinco principales productos que importamos de Namibia son: circuitos integrados híbridos, procesadores y controladores, unidades de memoria, circuitos modulares y dispositivos de almacenamiento no volátil, es decir, productos de alta tecnología procedentes de un país que se supone tiene un grado de desarrollo relativo inferior al nuestro.

Balanza Comercial México – Namibia

Como consecuencia, nuestro reducido déficit con África pasó de -116 a -1,599 millones US en el periodo 1993/2017, mismo en que acumuló un total de -13,371 millones US, con el agravante de que tradicionalmente sólo importábamos de África materias primas y ahora ya empezamos a importar bienes con alto valor agregado.

Balanza Comercial México – África.

 

Una aberración total que ha puesto al comercio exterior de México en una situación endeble y preocupante que sólo podrá ser redimida diseñando una política comercial inteligente, integral y realista, basada en una estrategia que deje a un lado las teorías exóticas, la firma compulsiva de TLC’s, la desgravación unilateral totalmente ilógica así como la simulación y la improvisación que han impuesto los teóricos y funcionarios mexicanos en los 25 años más recientes, pero especialmente a partir del año 2001 en que todas las variables económicas presentan enormes retrocesos, según se puede ver en el cuadro comparativo que se presenta a continuación y en el cual dichos retrocesos se han marcado con amarillo.

México: Evolución de las Variables Económicas.

Sin duda, la 4ª transformación es una oportunidad de oro para establecer una diferencia enorme con ese esquema de simulación.

México: crecimiento económico vergonzoso

Lectura: 3 minutos

Atinadamente, Don Alfonso Romo comentó que el crecimiento de la economía mexicana en los años más recientes ha sido vergonzoso, por no decir otra cosa.

Al respecto, hay que señalar que gran parte de este proceso de deterioro es consecuencia de la carencia total de una estrategia en materia de comercio exterior y de que la “estrategia” utilizada por los teóricos del comercio exterior –mayormente improvisados burócratas habilitados como expertos en comercio internacional‒ hasta la fecha es la firma irresponsable y compulsiva de TLC’s, sin que haya habido un verdadero complemento ni instrumentación que permita aprovechar las supuestas ventajas negociadas en dichos acuerdos.

Esta situación ha sido enormemente empeorada por una desgravación unilateral totalmente ilógica e incoherente implementada por esos teóricos y funcionarios, lo que ha originado una competencia desleal para la planta productiva nacional, misma que tiene que desarrollar sus actividades en un marco sistémico muy deficiente y nada competitivo en comparación con numerosos países a los que tenemos que enfrentar no sólo en el concierto internacional sino en el mismo mercado nacional.

El cambio deseado y señalado en la 4ª Transformación sólo será posible si se abandona la enorme simulación e improvisación que ha caracterizado a la “política de comercio exterior” y se adopta una estrategia integral y realista que defina programas y proyectos con políticas públicas coherentes, abandonando las medidas cosméticas que han caracterizado a este oscuro periodo en el que también se destruyó la estructura de promoción de las exportaciones y la inversión extranjera directa, provocando enormes retrocesos en todas la variables económicas de nuestro país según se puede ver en el cuadro comparativo que se incluye a continuación.

Evolución de las Variables Económicas

Conviene señalar que el Foro Económico Mundial (WEF) señala a la pésima calidad de las instituciones públicas mexicanas, el bajo nivel de sus funcionarios y la pesada tramitología como el origen de la decadente situación que vive la economía mexicana.

Nivel de competitividad mundial

Mucho habrá que trabajar para poder eliminar a la enorme serie de rémoras que han obstaculizado el desarrollo de un país que, teniendo innumerables recursos materiales y numerosas ventajas comparativas, se ha convertido en una inmensa fábrica de pobres y emigrantes pues esos funcionarios han sido incapaces de definir políticas públicas realistas que incidan positivamente en el desarrollo económico del país a través de la creación de empleos formales y la generación de bienestar para todos los habitantes del territorio mexicano.

Es importante señalar que como despedida y con el afán de presentarlo como un “logro” del nefasto régimen priista creado por el pusilánime Plutarco Elías Calles, esos funcionaros todavía nos recetaron al TPP ‒un acuerdo que se podría considerar como la cereza de un pastel muy amargo e indigesto que hemos comido durante más de 90 años, pero especialmente en los 25 años más recientes‒, y del cual difícilmente podremos obtener algo positivo debido a la enorme disparidad que existe en materia de competitividad con los países asiáticos que lo integran, independientemente de que en la realidad son países muy lejanos, nada complementarios con nuestra economía, que son competidores directos nuestros en bienes que antes producíamos y exportábamos y que ahora importamos precisamente de esos países cuyos habitantes tienen, en su mayor parte, bajo nivel de ingresos y, por lo tanto, que representan un mercado muy marginal.

Sin duda, habría que pensar en la posibilidad de fincar responsabilidades a esos pésimos funcionarios y políticos que tanto prometieron con “su estrategia y políticas”, y que sólo han provocado la terrible pauperización de grandes núcleos de la población en nuestro país, situación que se manifiesta en la enorme caída como economía mundial al pasar de la 9ª a la 15ª posición, en tanto que nuestro PIB per cápita cayó del 41º al 71º lugar, además de que nuestra posición como destino de la IED también cayó del 6º al 18º en el periodo 2001-2017, situación que es verdaderamente mucho más negativa si tenemos en cuenta que, en el año 1994, fuimos el 4º destino preferido de los flujos de la IED a nivel mundial; que en año 1981 éramos la 8ª economía más importante y que nuestro PIB per cápita en el mismo año se ubicaba en el 39º escalón mundial.

El libre comercio puede ser positivo, sin embargo, la pésima instrumentación por parte de esos teóricos del comercio exterior mexicano habilitados como expertos en comercio internacional generó resultados verdaderamente deplorables, como se muestra en el cuadro comparativo que incluyo en este artículo.