Las cosas se complican para el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, después de que el máximo tribunal brasileño decidiera avalar actos de corrupción en su contra e indicara que el exmandatario irá en breve a prisión.
Los abogados de Lula buscan agotar todas las opciones y evitar que su cliente vaya a prisión; sin embargo, los recursos cada vez son más escasos y la postura de la Corte Suprema complica la libertad del expresidente.
El Supremo Tribunal Federal (STF), la máxima corte brasileña, decidió en 2016 que los acusados deben comenzar a cumplir con sus sentencias de prisión después de que el fallo se mantenga en una segunda instancia. Pero varios miembros de la corte están presionando para que se revise la decisión.
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De acuerdo a declaraciones recopiladas por la agencia Reuters, la expectativa es que cinco ministros voten por rechazar el recurso de Lula y otros cinco a favor de éste. La incógnita es la ministra Rosa Weber, cuyo voto es señalado como decisivo en este caso.
Se espera que la jueza Weber vote para conceder el habeas corpus al expresidente (2003-2010).
En medio de un fuerte clima de polarización, Lula da Silva sigue siendo el político más popular de Brasil y que quiere volver a la presidencia.
Los jueves no tienen fecha límite para efectuar su voto, por lo que la defensa espera la última palabra para definir el destino del expresidente.
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