Desde mi punto vista la construcción del Tren Maya, en el sureste mexicano, es mucho más que una gran obra de ingeniería, representa la transformación de México y el repunte económico de esa zona otrora vez olvidada por administraciones del pasado.
Y deseo destacar que este proyecto da inicio a una nueva etapa donde el gobierno, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, reivindica a los mexicanos de Campeche, Quintana Roo y Yucatán al saldar la deuda histórica que México ha tenido con esa región.
Anteriores gobiernos impulsaron el desarrollo económico de otras zonas del país, dejando en el olvido a la Península. Tuvieron que pasar muchas promesas olvidadas en cada cambio de sexenio mientras el sureste permanecía casi aislado del resto del territorio.
Y en lo particular sostengo que, con el Tren Maya, el jefe de Ejecutivo Federal no sólo ratifica el compromiso y gran conocimiento que tiene del potencial de México y sus necesidades específicas; también ha logrado conjuntar las fuerzas de los factores de la producción.
En el 2020 se estimó que la construcción del Tren Maya generará poco más de 80 mil empleos, lo que significa que esta mega obra se ha posicionado como fuente del sustento de miles de familias involucradas con la construcción del mismo.
Los 4 años de construcción del Tren Maya generarán empleos necesarios para poner al país en las vías de la recuperación económica tras la pandemia de COVID-19 que aún enfrentamos.
Hago un profundo reconocimiento a las empresas que están cuidando a los trabajadores a través del cumplimiento de los protocolos sanitarios que estipulan las autoridades de salud, así como también están enfocadas en respetar la riqueza natural y cultural de la zona; de esa manera el Tren Maya está logrando consolidar un nuevo polo de progreso y justicia.
Y en mi opinión, autoridades, empresarios y trabajadores estamos escribiendo –juntos– una nueva historia desde el sureste mexicano.
También te puede interesar: Los trabajadores festejamos el segundo año de la Cuarta Transformación de México.
Es una linda expresión de deseos. Hubiera sido interesante que además se hubieran adelantado datos de empleos permanentes del mismo ferro-carril, estimaciones de carga transportada y de aumento y diversificación de la producción y del empleo formal en la región favorecida para tener una idea más acabada de los beneficios de esta megaobra.