Ayotzinapa

Los 43, los militares y las Escuelas Normales

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Es una desgracia para México que después de seis años, se desconozca cuál es el paradero y los responsables de la desaparición de 43 normalistas en la ciudad de Iguala, Guerrero; sus padres, familiares y compañeros, siguen reclamando una investigación seria y profesional, con resultados confiables sobre las causas de esta ignominiosa y brutal acción criminal, cuyos autores no han sido identificados y menos aún sus motivaciones.

Lamentablemente esta tragedia no es un hecho aislado, toda vez que, sistemáticamente, se registran actos genocidas similares en todo el país, en los que las víctimas son masacradas brutalmente y después desaparecidas. Circunstancialmente el caso Ayotzinapa salió a la luz pública y se dio cuenta de éste en todo el mundo, por lo que se convirtió en un caso emblemático que no ha podido olvidarse.

Mentira tras mentira, simulaciones, expedientes manipulados y un sinnúmero de montajes fueron parte de la estrategia para tatar de inculpar a los grupos delictivos de lo que indudablemente, y en esto hemos sido reiterativos, se trata de un crimen de Estado.

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Imagen: La Izquierda Diario.

Desaparecer a 43 estudiantes no es fácil, se pretendió responsabilizar a una de las tantas bandas criminales que operan en Guerrero; de manera irresponsable y desvergonzada se informó que habían sido incinerados y sus cenizas tiradas en un río cercano a una población llamada Cocula. Todo un hecho más que falso, con una importante dosis de desfachatez por parte de quienes se encargaron de manipular las investigaciones iniciales.

Han transcurrido ya dos años de un nuevo gobierno, mismo que desde el principio se comprometió a reabrir las investigaciones e ir hasta las últimas consecuencias para dar con los culpables, pero hasta ahora no hay resultados concluyentes. La incertidumbre vuelve a surgir a partir de nuevos indicios que apuntan a que, detrás de la represión y la desaparición de los jóvenes, están involucrados integrantes de las fuerzas castrenses, a lo que este fin de semana, fue el propio presidente de la República quien confirmó que ya se obtuvieron y en breve se ejecutarán órdenes de aprehensión en contra de militares.

Hay que recordar que el Ejército es la Institución responsable de garantizar la soberanía de la nación y la supervivencia del Estado mexicano, pero a lo largo de la historia, ha cometido infinidad de abusos y excesos en el uso de la fuerza, lo que le ha valido el rechazo y el desprestigio social; el caso más indignante fue el ocurrido en 1968, cuando de manera perversa salieron a las calles a reprimir y a masacrar a los estudiantes.

Desafortunadamente las fuerzas armadas siguen siendo utilizadas también para combatir al crimen organizado, cuando han demostrado que no están capacitadas para ello y, en consecuencia, sus acciones dejan serias dudas sobre la forma en que ejecutan los operativos e imparten justicia; no en pocas ocasiones han asesinado a civiles, porque en su lógica y disciplina, obedecen a ciegas y no hay margen para anteponer el diálogo y en esa disyuntiva hoy debemos lamentar crímenes en que se han visto involucrados. También tenemos, para desgracia, la conducta que asumieron durante la patética Guerra Fría, en donde a mansalva arrasaron pueblos enteros y cometieron un sinfín de perversidades.

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Imagen: Hilo Directo.

El Ejército es un organismo representativo que no debería realizar tareas ni asumir responsabilidades para las que no están preparados; es por ello que a los gobiernos se les ha hecho fácil utilizar a los mandos marciales y a la tropa para enfrentar, sobre todo, a los grandes cárteles del país.

En el caso de los normalistas, una de las tesis por las que se considera habrían sido “levantados” y desaparecidos con cierta facilidad, es que los hechos se dieron con la complacencia o incluso con la participación militar, pero tal línea de investigación no ha sido revisada a profundidad por todo lo que ello implicaría.

En el caso Iguala no se puede descartar ninguna hipótesis y ahora que ya están puestas sobre la mesa las primeras órdenes de aprehensión contra la milicia, es necesario ir a fondo si lo que se busca es llegar a la verdad. Llegó la hora de demostrar que en la impartición de la justicia ya no hay privilegios, ni intocables, porque de lo contrario seguiremos inmersos en el mundo de la impunidad, en donde lo cotidiano es la simulación y la mentira.

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Imagen: BBC.

Es imprescindible que, junto con el compromiso de conocer a los verdaderos autores del ataque contra los 43 estudiantes normalistas, se considere que este sector merece más apoyos y mejor protección. Desde siempre las Escuelas Normales Rurales han sido maltratadas y abandonadas.

No olvidemos que la razón por la que los estudiantes fueron a la ciudad de Iguala, hace seis años, fue en busca de apoyos para su supervivencia, ya que el Estado les negaba todo tipo de ayuda; aunque esta situación aún prevalece en menor grado, es fundamental que el modelo normalista se vuelva a convertir en el pilar y la base que dé sustento a la enseñanza pública en nuestro país.

Bajo esta premisa, los estudiantes de Escuelas Normales Públicas, tanto urbanas como rurales, al egresar deben tener garantizada una plaza, ya que la función del docente debe considerarse como una profesión de Estado, y es por ello que históricamente todos los egresados al terminar sus estudios eran merecedores de una, algo que ahora se les ha negado.

Al margen de que se conozca la verdad sobre los normalistas de Ayotzinapa, es momento de enaltecer el trabajo de las Escuelas Normales, para que alcancen la respetabilidad social que antaño tuvieron; ésta sería la mejor forma de honrar la memoria de esos 43 jóvenes, cuyo único deseo era la superación profesional en una de las carreras más nobles y dignificantes, como lo es la magisterial.

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Doloroso hallazgo sobre Ayotzinapa

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Confirman identificación de estudiante desaparecido de Ayotzinapa

La Fiscalía General de la República confirmó la identificación de los restos de Cristina Rodríguez, uno de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa en 2014.

Cinco años después y ante una polémica por las inconsistencias en los resultados de las investigaciones sobre la desaparición de los normalistas, la Fiscalía informó que los restos fueron localizados en el municipio de Cocula, a 800 metros del basurero.

Se trata de un nuevo avance de primera relevancia en la investigación que realiza la Fiscalía y un comité de Gobernación asignado por el presidente Andrés Manuel López Obrador para definir el caso.

Con este hallazgo, la verdad histórica se acabó, dijo el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, quien enfatizó que el caso sigue abierto. “La Unidad a mi cargo trabaja para contar con pruebas objetivas”.

La fiscalía dijo a través de su cuenta de Twitter, que se ha roto el pacto de impunidad y de silencio que se encontraba el caso Ayotzinapa, que negaba el derecho a la verdad y justicia.

“Hoy decimos ¡Esto no es así! Está es una nueva etapa que rompe con la narrativa de una mentira que cerró más posibilidades de buscar y encontrar”.

Estos resultados marcan “una nueva ruta en la investigación que no solamente ha derrumbado la mal llamada verdad historia, sino que genera las condiciones, para esclarecer los hechos”, dijo Alejandro Encinas en un mensaje a medios.

Adelantó que será el viernes 10 de julio cuando se realice una reunión entre el presidente Andrés Manuel López Obrador como parte de la continuidad de los compromisos del mismo Ejecutivo, del fiscal general Alejandro Gertz y del ministro presidente de la Suprema Corte de Justica, Arturo Zaldívar.

Según los nuevos datos en la investigación, entre el 21 y el 29 de noviembre se encontraron restos, de los cuales seis piezas fueron enviadas para su análisis a la Universidad de Innsbruck, en Austria.

Al confirmarse esta información, significaría que no todos los restos habrían sido llevados al basurero de Cocula, como lo indicaba la llamada verdad histórica de la pasada administración, ya que los estudiantes habrían sido separados durante la madrugada del 26 y 27 de septiembre y llevados a los municipios de Mezcala, Huitzuco, Taxco y Pueblo Viejo.

Sin embargo, aún falta por esclarecer detalles, que no han sido revelados ante el sigilo de las investigaciones.

Ayotzinapa, el caso sin resolver

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Caso Ayotzinapa avanza con detención de implicado en muerte de estudiantes

La Fiscalía General de la República (FGR), avanza en el caso Ayotzinapa con la detención de José Ángel ‘N’, conocido como ‘el Mochom’, presunto implicado en la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa. 

De acuerdo con información citada por La Jornada, el detenido es presunto integrante del cártel Guerreros Unidos, implicado en el secuestro y desaparición de estudiantes normalistas de Ayotzinapa en septiembre de 2014, fue ingresado al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) de ‘El Altiplano’, en Almoloya de Juárez, Estado de México. 

Casarrubias Salgado fue detenido el pasado miércoles 24 de junio en Metepec, Estado de México, en un operativo coordinado entre la FGR y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), según reportó La Jornada. Tras ser ingresado al penal de ‘El Altiplano’, ‘el Mochomo’ comparecerá ante un juez de control el próximo martes. 

‘El Mochomo’ es hermano de Sidronio Casarrubias, identificado como el líder de Guerreros Unidos al momento del secuestro y desaparición de los normalistas en Iguala, en el estado de Guerrero. 

El 6 de octubre de 2015, la extinta Procuraduría General de la República (PGR) ofreció una recompensa de 1,5 millones de pesos (unos 65.000 dólares al tipo de cambio de hoy) para quien ofreciese información que llevase a la captura de José Ángel Casarrubias. 

Irregularidades

Según la versión oficial del caso, los estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos habrían sido detenidos por policías locales la noche del 26 de septiembre de 2014 y luego entregados al grupo criminal de Guerreros Unidos, quienes fueron acusados de asesinar e incinerar a los jóvenes en un basurero.

No obstante, el caso Ayotzinapa estuvo plagado de irregularidades durante la Administración de Enrique Peña Nieto. Un equipo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) desestimó “que el 26 y 27 de septiembre de 2014 se haya producido la incineración a grado de carbonización y calcinación de los 43 estudiantes en el basurero de Cocula”, como explicó en su momento el Gobierno federal en su llamada “verdad histórica”. 

Por su parte, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador anunció la creación de la Comisión para la Verdad y la Justicia en el caso Ayotzinapa y acordó con la CIDH la reinstalación del Grupo Interdisciplinario de Expertos y Expertas Independientes (GIEI), para colaborar con el esclarecimiento del caso. 

Tomás Zarón vuelve al tablero en caso Ayotzinapa

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Busca Interpol a Tomás Zerón por caso Ayotzinapa

El compromiso de Andrés Manuel López Obrador fue descubrir la verdad sobre la noche de Iguala, en la que 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa fueron desaparecidos y que la ‘verdad histórica’ revelada por la Procuraduría General de la República no ha convencido por las inconsistencias en la investigación.

Como parte de las nuevas investigaciones, el gobierno de México solicitó a la Interpol emitir una alerta para localizar a un exfuncionario de alto nivel que estuvo a cargo de las investigaciones sobre la desaparición de 43 estudiantes del magisterio y a quien abogados y padres de las víctimas han acusado de manipular las pesquisas.

Un funcionario de la fiscalía dijo, bajo condición de anonimato, que se giró una ficha roja para buscar a Tomás Zerón pero declinó dar más datos. Una fuente con conocimiento del caso, quien también pidió el anonimato, afirmó que el exfuncionario fue ubicado en Canadá, sin dar más detalles.

La Fiscalía no ha informado oficialmente sobre la solicitud a Interpol.

“Para nosotros la orden para detener a Zerón es muy significativa, esto debió hacerse desde el inicio”, dijo a Reuters, Felipe de la Cruz, padre de uno de los jóvenes desaparecidos. “No podemos parar, ellos (los jóvenes) todavía no están con nosotros”, agregó.

Casi dos años después de la desaparición en 2014, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Internacionales (GIEI), designado por la CIDH, mostró un video donde se veía a Zerón en la zona que fue hallado el único hueso que permitió la identificación de uno de los jóvenes. Junto a él estaba un presunto delincuente que habría participado en la desaparición de los estudiantes.

Sin embargo, esa diligencia que se hizo en abril de 2016, en un río del sureño estado Guerrero, no fue incluida en el expediente del caso.

Padres de los estudiantes han acusado al exfuncionario de sembrar el hueso para respaldar la primera versión del Gobierno de que los estudiantes fueron quemados en una gran pira y sus restos fueron arrojados a un río.

En septiembre del 2014, policías coludidos con criminales atacaron a balazos a más de un centena de estudiantes, 43 de ellos nunca aparecieron. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo al comienzo de su mandato que realizarían una nueva investigación para esclarecer el sonado caso.

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Ayotzinapa. La destrucción de la verdad histórica

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Uno de los casos más pavorosos y dramáticos de la convulsa realidad mexicana heredado por la 4T es, indudablemente, la misteriosa, anudada y, hasta hoy, nebulosa desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa durante la llamada Noche de Iguala, entre el 26 y 27 de septiembre de 2014, donde, por más macabro que pueda imaginarse, parece que, “nadie sabe… nadie supo”, a pesar de las extendidas y también cuestionadas investigaciones que condujeron a la PGR a formular la famosa verdad histórica con la finalidad aparente de cerrar el caso.

Todo sugiere que la evidente miopía política pretendió omitir que tras cada desaparecido de aquella fatídica noche, existen padres, hermanos, primos, abuelos, tíos, amigos, compañeros de aula, vecinos e incluso adversarios, que se suman y multiplican el contingente de los reclamantes, amén de los testigos que hayan presenciado los eventos previos, coincidentes o posteriores a los acontecimientos. Las circunstancias en que se desarrollaron los hechos y las inconsistencias con que se fueron dando a conocer los avances de las pesquisas, plagadas de imprecisiones, generaron en el ánimo social un ambiente de incredulidad y sospecha, que no ha sido conjurado hasta estos días.

en busca de la verdad historica
Ilustración: Víctor Solís.

El caso parece tomar un nuevo derrotero, Alejandro Encinas, Subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, en quien se fijaron desde su nombramiento elevadas expectativas, recientemente ha adelantado lo que supondría, de concretarse, un significativo giro en esta historia, alentando la esperanza de llegar a la verdad, la verdadera, no la histórica. El Subsecretario ha declarado públicamente que muy pronto habrá resultados sobre el paradero de los 43 y con ello se desmentirá la verdad histórica de Ayotzinapa, lo que lleva implícito un compromiso, una denuncia y una advertencia.

El compromiso es llegar a la verdad por dura que sea. La denuncia se desprende del lapidario anuncio, toda vez que tácitamente señala como falaz la versión construida en la administración pasada y, en consecuencia, se desprende que las actuaciones realizadas por distintas autoridades están impregnadas de engaño, simulación, invenciones, cuando no de negligencia voluntaria y obstaculización desde las propias instituciones. La advertencia se genera en consecuencia, pues el Subsecretario es explícito en afirmar que a todos los funcionarios que dañaron la investigación y que indebida o dolosamente manejaron las pruebas y todo el proceso se les fincarán responsabilidades.  

El caso Ayotzinapa fue uno de los más significativos y tempranos problemas que enfrentó la administración de Peña Nieto, con el que tuvo que lidiar entre demandas airadas y explicaciones erráticas. Si algo laceró la confianza popular y provocó el “mal humor social” del electorado mexicano que llevó al poder a MORENA, fue precisamente el escandaloso comportamiento de la clase política y la exigencia de justicia y freno a la impunidad. Uno de los factores relevantes en tal ambiente fue, precisamente, la opacidad en la investigación de este caso, que, cabe recordar, fue asumido desde la campaña como tema emblemático del entonces candidato presidencial morenista.

fue el estado
Ilustración: Voces mesoamericanas.

La presión ciudadana, el activísimo y natural reclamo de las familias de los desaparecidos y diversos sectores sociales, frente a un asunto tan dramático que cimbró desde sus cimientos el tejido social y potenció la desconfianza en las instituciones, no puede quedar en el tradicional limbo de la impunidad, la simulación y el ocultamiento.

La verdadera verdad ofrecida por Alejandro Encinas, que conjure con certeza la famosa y repudiada verdad histórica, deberá estar fundada sólidamente en evidencia empírica, y elementos de juicio incontestables, que satisfagan los reclamos de la sociedad toda de manera irrefutable, condición indispensable para vindicar al gobierno como cumplidor.

Pero si, ante la expectativa que ha despertado el anuncio dada su contundencia y seriedad, la respuesta resulta famélica o superficial, puede generar efectos adversos, incentivar el enojo y la demanda, provocar mayor desconcierto, incredulidad e insatisfacción social. No sólo las familias, sino la sociedad entera aguarda, por más cruel que sea, una respuesta prístina sobre lo sucedido aquella noche, los motivos, los actores, el paradero de los estudiantes y, desde luego, los autores intelectuales y materiales y, no hay que omitirlo, los responsables de haber incurrido en negligencias o desviaciones voluntarias para entorpecer la investigación.

Esclarecimiento total y castigo a los culpables es la exigencia.

¿Fue el Estado?

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Los comentarios del presidente de México en relación a los sucesos de Ayotzinapa generaron un amplio debate en redes sociales.

Sus palabras fueron descontextualizadas, malinterpretadas o en realidad tiene esa convicción fueron algunas de las preguntas emitidas por usuarios de las redes sociales al escuchar parte del discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador, ante autoridades locales, representantes de comunidades indígenas y pobladores de Tlapa de Comonfort cuando se refirió caso de los 43 desaparecidos en Ayotzinapa y el asesinato del activista Arnulfo Cerón.

“Cuando no se trata de crímenes de Estado, siempre se llega a la verdad, si hay voluntad política de la autoridad . Cuando son crímenes de Estado, entonces es muy difícil saber, pero el caso de los jóvenes de Ayozintapa, y otros, no se puede hablar de crímenes de Estado porque ahora el representante del Estado mexicano, el presidente, el que les habla, no va a permitir ninguna injusticia, ningún acto autoritario”, declaró López Obrador.

Añadió que no han dejado de buscar a los 43 de Ayotzinapa, “porque tengo el compromiso de conocer y dar a conocer toda la verdad sobre la desaparición”.

El mandatario señaló que no se escatimará en recursos para estas acciones, ” todo el Gobierno tienen ese compromiso de encontrar a los jóvenes”.

La frase del tabasqueño que generó controversia fue el que tanto el caso Iguala como el asesinato del activista Arnulfo Cerón, cuyo cuerpo fue encontrado en una fosa clandestina en Tlapa, no son crímenes de Estado, porque su gobierno tiene “voluntad política” de llegar a la verdad en ambos casos.

https://twitter.com/roldanj1264/status/1198789265896935425

El mandatario hizo un llamada a quienes tengan datos que ayuden a esclarecer los acontecimientos durante la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero. “A los que tienen información, que participaron en hechos delictivos, si ellos quieren ayudar, a que se sepan las cosas, el gobierno los va a proteger”, indicó en el tercer día del Diálogo con los Pueblos Indígenas en Tlapa de Comonfort, Guerrero.

Con información de Notimex.