Banca Digital

El futuro llegó: La transformación del sistema financiero

Lectura: 6 minutos

El sistema financiero se está transformando
no sólo por fuera, también por dentro,
lo que representa nuevas condiciones para participar.

¿Qué mueve a la regulación? ¿La tecnología, los participantes del sistema financiero, los productos financieros o los clientes? ¿Qué mueve a la tecnología? ¿La regulación, los participantes, los productos financieros o los usuarios?

En general, lo que mueve y transforma una industria es una pregunta que viene de la mano de la innovación de productos y servicios, así como de la forma de hacer las cosas y los marcos que se requieren para establecer la interrelación entre todos los participantes del sistema financiero, que en las últimas décadas ha cambiado a partir de cuatro elementos cuya jerarquización depende del momento: 1) tecnología; 2) regulación; 3) innovación; y 4) a quienes atiende (usuarios).

Estas preguntas y otras más fueron el origen de El futuro llegó: bases y condiciones de la transformación del sistema financiero, un libro que gracias a la casa impresora Manuel Grañén Porrúa está disponible de manera íntegra para su descarga digital, en caso de querer abundar en estos temas. Ahí expongo los cambios, su dinámica y los resultados del sistema financiero internacional y del país, y retomo lecciones aprendidas en México para estar a la vanguardia y ser un referente en materia regulatoria, lo que representa una oportunidad y un compromiso para comprender los cambios y sacarles el máximo provecho.

Para entender la transformación fue necesario echar una mirada a las últimas décadas, revisando sus aciertos y desaciertos, porque son los cimientos para construir y reconstruirlo, y en el que la innovación se presenta como una profecía sin la seguridad de que se cumpliría, o al menos en qué tiempo y a qué ritmo, pero que, ciertamente, seguirá siendo impulsada por un entorno más competitivo determinado por las innovaciones tecnológicas, los cambios en la demanda de los usuarios y en la oferta –a la que cada día se suman más instituciones y no precisamente financieras, sino más bien digitales–. Así, también, el marco regulatorio que haga que todas las piezas engranen para cumplir con el objetivo de fomentar el desarrollo económico a partir de la inclusión financiera, con el entendimiento de que los riesgos están presentes y aumentan en número y características pero, sobre todo, gestionarse hábilmente, porque forman parte de la transformación y generan nuevas realidades que trascienden la acción de sumar los componentes que han marcado la ruta de la evolución de la arquitectura del sistema financiero.

transformacion del sistema financiero
Imagen: Rankia.

Sin la intención de ser una crónica, El futuro llegó: bases y condiciones de la transformación del sistema financiero presenta la información para hacer un recorrido por lo que ha vivido el sistema financiero, y determinemos qué sigue, cuidando sin descanso y sin reparo que los nuevos elementos y condicionantes sean inclusivos.

Sin embargo, confieso, que este libro que ha estilado presentarse en la Convención Bancaria, no incluye lo que ha sucedido en materia de regulación financiera en torno a todo lo que ha salido en este 2020 durante la pandemia. Sin ser exhaustivo, aquí describo lo que se ha emitido en este breve periodo de tiempo:

⋅ Criterios Contables Especiales (CCE): Corresponde a los criterios mediante los cuales, la Banca Múltiple, SOCAPS, SOFIPOS, Uniones de Crédito, FOVI, FIFOMI, FIRA, FND y SOFOMES, pueden diferir el pago de sus acreditados por cuatro meses (más dos de gracia), sin la constitución de reservas preventivas adicionales, y sin traspasar los créditos a cartera vencida. Mediante estos, las instituciones financieras brindan facilidades de reestructuración o renovación de créditos a los clientes que, derivado de la contingencia, tienen complicaciones para el pago de sus créditos. Estas medidas han logrado beneficiar a millones de personas, sumando los distintos sectores integrantes del Sistema Financiero del país.

Buffers de capital: Aunado a los CCE, la CNBV aprobó modificaciones temporales a la regulación de capital de la banca en materia de capitalización, que serán aplicables hasta el 31 de marzo de 2021, con el objetivo de que la banca múltiple pueda utilizar el suplemento de conservación de capital, mejor conocido como buffer de capital, sin deteriorar su solvencia.

Con lo anterior, se busca apoyar la economía para que la banca múltiple continúe con el flujo del financiamiento, conservando un nivel mínimo de solvencia de acuerdo a su exposición, y otorgando facilidades administrativas en su instrumentación, pero preservando la protección de los usuarios del sistema bancario. En ese sentido, considerando que desde su definición, tales buffers de capital, han tenido como propósito que los bancos puedan hacer frente a condiciones adversas y se mantenga el financiamiento a la economía.

banca digital
Imagen: Payment Journal.

⋅ Recomendación para el no pago de dividendos: La CNBV recomendó a los bancos no repartir dividendos y concentrar el uso de recursos a la absorción de pérdidas y el otorgamiento del crédito. Las facilidades regulatorias deben coadyuvar al otorgamiento del crédito. Se busca que las instituciones financieras estén en mejor posición de absorber las potenciales pérdidas que pudieran presentarse como resultado de la pandemia y cuenten con mayores recursos para apoyar a la economía del país.

⋅ Postergación de la entrada en vigor de regulaciones: En el mismo sentido de facilidades regulatorias, se postergó la entrada en vigor de regulaciones para la implementación de algunos estándares internacionales y preceptos prudenciales, que pudieran limitar el flujo de crediticio ante estas condiciones de estrés, o bien, porque su implementación requiere infraestructura humana que actualmente está enfocada en atender las actividades esenciales para el soporte del sistema financiero. Las áreas que fueron pospuestas se refieren a:

1. La implementación del estándar internacional conocido como IFRS9 y la actualización de la metodología para la estimación de riesgos crediticios enfocados a grandes acreditados, la cual estaba prevista para el 1 de enero de 2021 y se pospone para el 1 de enero de 2022.
2. La segunda disposición es respecto a requerimientos de capital por riesgo operacional, actualmente en consulta pública en CONAMER y que se publicará con posterioridad.
3. La tercera es el estándar relativo al requerimiento de Capacidad Total para la Absorción de Pérdidas, el cual se publicará cuando se considere que las condiciones económicas permiten su implementación por parte de las instituciones de crédito.

⋅ Facilidades para emisoras: La CNBV emitió facilidades administrativas para emisoras con valores inscritos en el Registro Nacional de Valores sujetas a las Supervisión de la CNBV, como consecuencia de que diversas Emisoras han adoptado mecanismos para asegurar la continuidad bajo ciertas limitaciones y restricciones operativas.

Esta facilidad administrativa consiste principalmente en la ampliación de los plazos en los que las Emisoras deberán divulgar al público inversionista información de carácter financiera, administrativa, operacional, económica y jurídica.

banca digital
Imagen: Corbis.

⋅ Facilidades Regulatorias a las Casas de Bolsa: Esta facilidad fue con el objetivo de que las Casas de Bolsa cuenten con un cálculo de requerimiento de capital más eficiente, para hacer frente a los impactos en los mercados financieros que serán aplicables para el periodo comprendido entre el 1 de abril de 2020 y el 31 de diciembre de 2020. Para tal efecto, las Casas de Bolsa, en el reconocimiento del riesgo de crédito de operaciones derivadas que puedan realizar la compensación de operaciones por contraparte, lleven a cabo la asignación del cargo de capital de manera más granular; considerando una mayor sensibilidad a la calidad crediticia de la contraparte, y de los subyacentes a los que están referidos los productos derivados así como de los colaterales recibidos, y que constituyan capital por los ajustes que pudieran presentar a la valuación crediticia de las exposiciones. Asimismo, deduzcan del capital neto las posiciones en derivados de economías deudoras netas a cargo de personas relacionadas relevantes.

⋅ Cuentas para menores de edad: Se publicó la regulación que permite la apertura de cuentas de depósito para menores de edad, entre 15 y 17 años. Los bancos notificarán a padres o tutores la apertura y establecerán medios para la solicitud de estados de cuenta. Limitada a depósitos hasta por 3,000 USD mensuales ($18,000 en promedio). Constancia de nómina o de inscripción a programa si se usa para recibir sueldos, salarios o apoyos gubernamentales. Con estas cuentas no se pueden contratar préstamos.

⋅ Sector Fintech: Se encuentran 96 solicitudes en proceso de autorización para las Instituciones de Tecnología Financiera. Una ya se ha autorizado y 80 están en proceso de resolución. 74 se mantienen efectuando operaciones previas y siguen en tanto su proceso de autorización (50 Fondos de Pago Electrónico + 24 Financiamiento Colectivo). Actualmente se mantienen en plena operación por virtud del beneficio concedido en Ley, sin perjuicio del trámite que están promoviendo.

Todas estas resoluciones se encuentran emitidas como Facilidades Administrativas ante la pandemia, y varias de ellas como las que corresponden a “Finanzas Abiertas” (Open Finance) que permiten el ser registrados como clientes de una institución de manera remota, y que seguramente quedará operando después de la pandemia. En efecto, estos temas marcarán conjuntamente con las nuevas plataformas tecnologías como Cloud Computing, Big Data, 5G y tecnologías de aprendizaje automático para construir una arquitectura robusta y modular, que puedan ofrecer servicios digitales y en línea, lo que estará determinando el rumbo en los Servicios Digitales que estaremos viendo en el futuro cercano.


Referencia:
El futuro llegó: bases y condiciones de la transformación del sistema financiero, Editorial Grañén Porrúa, 2020. Versión digital gratuita disponible en: https://bit.ly/3ge12np (la versión impresa estará disponible próximamente).


También te puede interesar: El fenómeno migrante y las remesas.

China: sistemas de pagos vía Apps e inclusión social y financiera

Lectura: 7 minutos

Hemos visto con interés y asombro cómo en China se han introducido nuevas formas de pago en tiempo récord a través de las aplicaciones (Apps) Alipay (de Alibaba, similar a Amazon) y WeChat Pay (perteneciente a TenCent que contiene la red social más importante del país, Webchat, similar a Facebook). Estas Apps surgieron a mediados de la década de 2000, pero despegaron realmente en 2014 y actualmente cuentan en conjunto con casi dos mil millones de usuarios, de forma que procesan alrededor la tercera parte del gasto en consumo en China (The Economist).

Su crecimiento, además, es rapidísimo. En los primeros diez meses de 2017 se habían registrado cerca del equivalente a 13 billones (trillion en inglés) de dólares en pagos a través de celulares, es decir, 38% más que en igual período en el año anterior (Xinhua, citado por American Banker). Las dos mayores Apps mencionadas daban cuenta de más del 90% de las transacciones hechas en forma digital en 2018.

Sin duda ha ayudado a esta revolución en los sistemas de pago la gran penetración de teléfonos móviles e Internet en China. En junio de 2019 había 829 millones de usuarios de Internet en el país (19% del total de usuarios en el mundo).

Pareciera que China se ha saltado las etapas por las que han pasado los países industrializados y muchos otros en los sistemas de pago: en lugar de evolucionar desde los pagos en efectivo, a los pagos vía cheques, al uso de tarjetas de débito y crédito, y posteriormente a pagos digitales vinculados al sistema de tarjetas, han ido directamente a los pagos digitales y sin pasos intermedios (aunque sí requieren una cuenta bancaria donde están los fondos que se transfieren a las billeteras electrónicas). Esto se explica en parte por el rápido avance en plataformas digitales (comerciales) comparado a la evolución más lenta de los medios de pagos también digitales (financieros) en ese país. Así, por ejemplo, la plataforma comercial Taobao incorporó a Alipay en ella para que sus clientes pudieran pagar digitalmente sus compras dentro de la propia plataforma. WeChat Pay tiene una historia diferente, pero también cubre una necesidad de financiamiento entre individuos que no estaba disponible (véase la historia de WebChat Pay a propósito de los regalos monetarios en sobres rojos).

Sobre rojos.
Imagen: Confucio Magazine.

Las ventajas de estas nuevas formas de pago las experimentan los consumidores, que pueden hacer uso de WeChat Pay y AliPay para comprar mercancías, pagar servicios de utilidad pública, recibir y mandar remesas, comprar boletos de avión, pagar taxis, hacer pedidos de restaurantes, etc., obtener el servicio con gran rapidez y disfrutar de la comodidad y mayor seguridad de no tener que portar efectivo. Las cualidades de este sistema no son menores para los propios vendedores. Según un estudio reciente de Brookings Institution, los comerciantes en China se han resistido a obtener lectores de tarjetas bancarias, porque es un costo que no están dispuestos a absorber ni han querido traspasar a los consumidores. Para que esos lectores funcionen necesitan, además, sistemas telefónicos alámbricos o inalámbricos, lo cual también tiene un costo que no han estado dispuestos o en condiciones de pagar, especialmente cuando se trata de pequeños y micro-comerciantes.

La disponibilidad de teléfonos móviles inteligentes ha permitido a millones de personas pagar por compras hechas en todos lados a través de Apps en China. Por esta vía se pueden realizar pagos móviles (m-commerce) en forma directa y rápida en establecimientos gracias a los códigos QR (quick response o respuesta rápida). Se puede pagar de dos maneras a través de QR: el cliente escanea el código QR del vendedor, que puede estar simplemente impreso en un papel a la vista del cliente, e ingresa el monto que tiene que pagar, con lo que se envía directamente al comerciante (en este caso la conexión telefónica la aporta sólo el comprador). O bien, el cliente enseña su propio código QR en su celular al vendedor, quien lo escanea estableciendo el monto del cobro. Ambos cuentan con una billetera móvil para hacer estas transacciones. Además de su uso en comercio físico, Alipay y WeChat Pay se usan masivamente para hacer compras en línea (e-commerce). Para superar la desconfianza, se creó el sistema escrow, por el se requiere que el comprador pague antes de que se le envíe el producto, pero el pago se libera sólo después de que el bien ha llegado a su destino y el cliente confirma que es el correcto.

A las facilidades y ahorros mencionados con este nuevo sistema de pagos, hay que agregar que todas las transacciones descritas se pueden efectuar en forma gratuita. Los cobros por operaciones a través de estas App son de 0.1% a partir del retiro de 10,000 RM (US 1,400 dólares, aprox.) y también hay un costo cuando se trata de una transacción internacional. Esto contrasta con los cobros a los comerciantes en países como Estados Unidos por el uso de tarjetas de crédito, que es más de 2% del valor de la transacción por el procesamiento de la venta (por Visa o Mastercard).

No todo es tan ventajoso en las App cuando se comparan con los sistemas bancarios. El dinero que sus usuarios mantienen en sus billeteras electrónicas no genera intereses. Además, los pagos que se hacen son instantáneos, sin existir la ventaja que proveen las tarjetas de crédito de no cobrar intereses a lo largo del mes en que se efectúa la transacción. Para obtener crédito para una compra o interés sobre el ahorro hay que solicitarlo y procesarlo fuera del sistema de pagos de las App, pero se pueden conseguir dentro de cada uno de sus ecosistemas financieros.

Pago QR
Fotografía: Infotechnology.

Por otra parte, las grandes ventajas que ofrecen estas App se aplican mientras los usuarios se mantengan dentro del mismo ecosistema financiero, pues si los fondos se recanalizan al sistema bancario o a otras plataformas financieras, sí hay que pagar por ello. Tanto los ecosistemas de Alibaba (del cual forma parte Alipay) como de Tencent (que contiene a WeChat) han desarrollado todo tipo de servicios (cuentas de ahorro, de inversiones, seguros, créditos, etc…) para responder a las crecientes necesidades financieras que puedan tener los clientes. Pero la tendencia es a crear verdaderos gigantes digitales, no fáciles de controlar por parte de las autoridades de competencia. La envergadura de estas actividades financieras dio un nuevo salto a partir de que en 2018 China abrió a los extranjeros los sistemas de pagos y liquidación en línea (EIU).

¿Puede considerarse que las Apps como Alipay y WeChat Pay contribuyen a una mayor inclusión financiera en China?

(…) Sí y no (…).

El acceso a cuentas bancarias para servicios básicos como pagos y ahorro es prácticamente universal en China. Como indica el estudio muy reciente de Aaron Klein (Brookings Institution, 2019), el país cuenta con un sistema bancario sólido, indispensable para la distribución de diversos beneficios que otorga el gobierno, por lo que muchas personas tienen dos cuentas bancarias o más. También existe una extendida red de tarjetas –UnionPay desde 2002–, pero la modalidad como tarjeta de crédito no ha tenido mucho éxito en el mercado nacional.

Hasta hace poco productores y comerciantes dependían de que sus clientes contaran con efectivo, mientras que ahora con las Apps, pueden formar parte de un mercado más ágil y amplio. También los consumidores pueden adquirir más fácilmente todo tipo de productos y servicios sin tener que contar con el efectivo. Por tanto, estos mecanismos de compra-venta digitales son más incluyentes de un gran segmento de la población que usualmente sólo usaba dinero contante y sonante. Esta forma de inclusión es especialmente interesante para un país que está saliendo de la pobreza. Además, el mecanismo digital-financiero descrito es mucho más ecuánime que el sistema de tarjetas de crédito. El uso de éstas tiene un efecto muy inequitativo en los países en los que este instrumento de pago predomina. Los segmentos de altos ingresos, que cuentan con tarjetas de lujo, ven los elevados costos de ellas más que compensados por los beneficios que reciben (premios, recompensas, etc., que se traducen en mayor efectivo para ellos). En cambio, la clase media que tiene acceso a tarjetas más sencillas, y que frecuentemente caen en el pago atrasado de sus saldos deben, por tanto, cubrir altos intereses, mismos que los bancos usan para financiar los premios a los tarjetahabientes de mayor status. Por tanto, es un sistema muy costoso para aquellos de menores ingresos. El estudio de Brookings mencionado sostiene que el sistema de tarjetas de crédito tenderá a conservarse en países como Estados Unidos justamente por los beneficios que ciertos sectores obtienen a costa de otros.

Banca digital.
Imagen: GettyImages.

El Sistema de pagos no bancario a través de las Apps, también se ha extendido hacia el sector rural de China, pero en menor grado por problemas de diversa índole. A fines de marzo de 2017, Alipay tenia 163 millones de usuarios en el mercado rural  (Banco Mundial y Banco Popular de China). Sin embargo, estos modelos digitales no pueden cerrar del todo la brecha de acceso a servicios financieros que hay en la sociedad china para sectores remotos, población envejecida, y otros segmentos, por lo que se necesitan otros medios para alcanzarlos. Por tanto, si bien las Apps sí tienen un efecto incluyente, sólo pueden ser complementarias de otros mecanismos de inclusión financiera.

El mayor esfuerzo para mejorar la inclusión financiera de la sociedad china ha ocurrido en los últimos 15 años y se ha concentrado especialmente en los sectores como la población rural (43% del total de habitantes), las pequeñas y medianas empresas (PYME), los discapacitados, los sectores pobres y los adultos mayores. Esto sin duda ha contribuido a sacar de la pobreza a una parte importante de la población. Entre otros, vale destacar el plan de 2006-2008, que abrió las puertas para proveer nuevos servicios rurales financieros tales como “bancos de pueblo”, cooperativas mutuales de crédito y compañías de microcrédito de nuevo tipo (Banco Mundial y Banco Popular de China, 2018). La creación del Banco de Ahorro Postal de China en 2007 (PSBC, por sus siglas en inglés) para servir al sannong (el sector agrícola, campesinos, y sector rural, en general, las PYME, y pequeñas comunidades) y el Plan para promover el desarrollo de la inclusión financiera (2016–2020), han sido muy relevantes para bancarizar a los sectores mencionados.

Una de las lecciones que se puede extraer del caso de China es que la expansión de los sistemas de pago digital no bancario mediante las Apps, puede ayudar a mejorar la inclusión financiera de sectores importantes de la sociedad, pero es imposible que llegue a todos los grupos marginados, especialmente los del sector rural. La bancarización de este último y de otros segmentos es esencial para acercar a estas personas al mercado, pero también para evitar que fondos canalizados a estos sectores pasen por la intermediación de instancias que podrían ser corruptas o para desviarlos con otros fines, como los clientelares.

La (tímida) irrupción de la Banca Digital en México

Lectura: 5 minutos

El Foro “No Money”, organizado por el periódico El País en la Torre BBVA de la Ciudad de México el 23 de octubre, ha puesto en la palestra un tema que está en la frontera de la discusión actual. En México, el 90% de las transacciones se hacen en efectivo, más de la mitad de la población carece de una cuenta bancaria y sólo algo más de un tercio tiene una tarjeta de crédito. En Canadá, el país que menos efectivo usa en el mundo, el 57% de los pagos se hacen sin dinero físico y los ciudadanos tienen más de dos tarjetas de crédito per cápita. Las ventajas de manejar dinero en forma virtual son evidentes pues agiliza los intercambios, reduce los costos y los riesgos de transportar o cargar efectivo (aunque el dinero virtual también tiene riesgos de otros tipos).

La carrera por desarrollar el mercado de transacciones financieras virtuales en México ya se nota. Se estima que había alrededor de 400 Instituciones Tecnológicas Financieras (ITF) antes de que se promulgara la Ley Fintech (marzo 2018), cuyo propósito es justamente empezar a normar los mercados financieros virtuales. Un signo de que esta Ley es sólo un comienzo, es que únicamente 200 de las 400 empresas mencionadas calzaban en el marco regulatorio de esa nueva ley, pues ésta reglamenta principalmente instituciones de fondos de pago electrónico (monederos), instituciones de financiamiento colectivo (crowdsourcing) y muy parcialmente las criptomonedas, pero el mercado financiero virtual es mucho más variado que el considerado en la ley. De las 200 empresas idóneas, sólo 85 solicitaron permiso a la CNBV para poder operar legalmente (las demás tendrán que dejar de funcionar en este mercado hasta que obtengan el correspondiente permiso). La mayor parte de estas empresas (60) pidieron autorización para operar como instituciones de fondos de pago electrónico y las restantes (25) como instituciones de financiamiento colectivo (CNBV). Las operaciones que se realizan a través de las ITC registradas ante CNBV, pueden ejecutarse a través de aplicaciones en teléfonos celulares o computadoras personales y tienen facultades y garantías similares a aquellas con que cuenta la banca tradicional.

Pago electrónico.
Imagen: Sopitas.

Dentro de este proceso de ordenamiento del mercado financiero digital, el Banco de México lanzó una plataforma para Cobros Digitales (CoDi) el 30 de septiembre, que opera a través del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI). Este es un mecanismo que ayuda a hacer pagos en forma inmediata vía Internet o banca móvil (con el uso de códigos QR, quick response y NFC, Near Field Communication), permitiendo reemplazar el dinero en efectivo. Sin embargo, su campo de operación aún es limitado si se compara con lo que efectúan plataformas similares en otros países.

Las condiciones de infraestructura para realizar pagos en línea están en gran parte disponibles en México. En 2018, 70% de la población mexicana contaba con banda ancha móvil, el 66% de los individuos usaban Internet y se estima que para 2024, el 92.2% de la población del país tendrá acceso a la red digital . Sin embargo, la utilización de estos medios de telecomunicaciones para operaciones financieras ha sido limitada, como se ha señalado.

Para ser competitivos, los bancos necesitan “modernizarse” y facilitar las transacciones digitales que agilizan y abaratan los intercambios en el mercado. CoDi es un paso adelante, ya que permite el pago casi inmediato de un servicio o producto: el vendedor realiza un cobro virtual al comprador, éste debe aceptarlo por esa vía y con ello queda saldada la operación. Nótese que el monto de la transacción no puede exceder el modesto monto de 8 mil pesos. El uso de este nuevo instrumento digital para transacciones requiere tener una cuenta bancaria, lo que limita su radio de acción, pero varios bancos que participan en la plataforma CoDi ofrecen crear una cuenta bancaria de forma remota para el cliente, lo que quizás lleve a una mayor bancarización de la población.

Los bancos en México necesitan avanzar más rápidamente en esta era digital, pues la competencia de los neobancos plantea un reto enorme. Estas no tienen sucursales que mantener y prácticamente no usan efectivo, lo que también hace prescindibles los cajeros automáticos propios (aunque los clientes pueden hacer uso de aquellos de bancos tradicionales), ahorrándose buena parte de los costos relacionados y pudiendo ofrecer servicios financieros mucho más baratos que los bancos establecidos (prácticamente no se cobran comisiones a los clientes). En México ya empieza esa competencia. Por ejemplo, Weex Wallet provee una tarjeta de prepago MasterCard Digital, que almacena el dinero del cliente y que éste puede usar en línea o en comercios físicos en forma muy ágil. También se puede obtener un préstamo en línea, con lo cual la tarjeta puede funcionar en forma muy similar a una tarjeta de crédito. Asimismo, operan en México Albo, Klar y próximamente Nubank (de Brasil), cuyos servicios son similares a los descritos. Todos con respaldo de MasterCard.

Nubank.
Imagen: Labs EBANX.

En países emergentes, como China, la mitad de la población paga normalmente con Apps móviles como AliPay y WeChatPay, y en Kenia casi todos usan M-Pesa para pagos móviles. Este cambio es muy rápido en países desarrollados. En Gran Bretaña, donde se ha reglamentado mejor que en nuestros países estas nuevas instituciones y mercados financieros, se han pedido al menos 15 licencias para este tipo de bancos digitales desde 2005, los cuales están encausando la tercera parte del incremento anual de los ingresos en ese país. Se estima que 9% de los británicos adultos y alrededor de 15% de jóvenes entre 18 y 23 tienen una cuenta en un neobanco (The Economist).

Un tema que sólo es tocado marginalmente en la Ley Fintech son las criptomonedas.  De hecho, al emitir reglamentos secundarios a la Ley, el Banco de México (Banxico) dejó al margen la regulación de empresas de Exchange de criptomonedas (o plataformas que permiten cambiar unas criptomonedas por otras o bien por dinero tradicional) y además prohíbe a las ITF ofrecer operaciones con criptomonedas a sus usuarios.

“El Banco de México estima conveniente mantener una sana distancia entre tales activos y el sistema financiero, dados los riesgos que la operación con estos pudiera conllevar para los usuarios, para las instituciones que operen con ellos y para el sistema financiero en general”. (Banxico).

Criptomonedas.
Imagen: Freepik.

Sin embargo, no prohibe a las ITC y a instituciones de crédito realizar las operaciones con criptomonedas, habiendo previamente obtenido la autorización para ello, pero estarán limitadas a las “operaciones internas que dichas instituciones realicen para el procesamiento de los servicios que ofrezcan a sus clientes”.

En suma, dos características de las FinTech destacan entre las más relevantes: un esfuerzo por modernizar y hacer más incluyente el sistema financiero mexicano, del que ha estado marginada gran parte de la población y, por otra parte, hacerlo más seguro, especialmente dificultando el lavado de dinero mediante las nuevas reglas (se cambiaron también algunas disposiciones de la Ley-Antilavado con este fin).

Entre los desafíos que tiene México por delante, como muchos otros países, es que las disposiciones que ha introducido, especialmente para las criptomonedas, son aplicables dentro de su territorio pero las operaciones con estas monedas virtuales son cada vez más importantes a nivel internacional. La ex-directora del FMI, Christine Lagarde, hace muy poco hizo declaraciones advirtiendo sobre el potencial uso de las criptomonedas como vehículo de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo a nivel internacional. Mientras tanto, Facebook, el gigante tecnológico ha anunciado el lanzamiento de su propia criptomoneda “Libra” que podría llegar a miles de millones de personas en el mundo, pero que pocos países podrán regular y controlar a nivel nacional.