Chapo Guzmán

Narcotráfico hasta los huesos: Salvador Cienfuegos

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La detención el 15 de octubre pasado del ex-secretario General Salvador Cienfuegos Zepeda, acusado de cargos vinculados a narcotráfico y lavado de dinero, confirma la absoluta penetración del crimen organizado en las instituciones del Estado mexicano.

El caso se suma a la captura por el mismo gobierno estadounidense del ex Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, el 10 de diciembre de 2019, acusado por delitos relacionados al tráfico de drogas y falsedad de declaraciones; y a la extradición del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera “El Chapo Guzmán”, el 19 de enero de 2017. Todos requeridos por la Fiscalía Federal del Distrito de Nueva York.

El caso de Cienfuegos es particularmente significativo por ser el Ejército mexicano, una de las instituciones con mayor prestigio y aprecio social, a pesar de la existencia de precedentes que ya hacían notar casos de militares corruptos. Crecientemente a partir de que involucraran a las fuerzas armadas en el combate del crimen organizado.

Y es que el Ejército mexicano tiene su historia y peculiaridades. No podemos asumirlo como cualquier otro ejército del mundo. Es un ejército que se define a si mismo como popular; que no pertenece a una oligarquía hereditaria o una “casta dorada” como ocurre en otros países de Latinoamérica.

Imagen: Reuters.

El Ejército mexicano surge de la Revolución mexicana, de la hibridación entre los militares profesionales con aquellos surgidos de las diversas facciones revolucionarias. Y en el presente, se alimenta, en la tropa y en sus mandos, de mexicanos provenientes de las clases populares y campesinas.

Pero pongámosle perspectiva histórica al análisis. En 1929 el presidente Plutarco Elías Calles organiza el Partido Nacional Revolucionario para contener y dirimir pacíficamente las disputas por el acceso al poder político en todos los niveles y ramas del gobierno. En este partido se incluyeron organizaciones obreras, campesinas, populares, además de un ala representativa de las fuerzas armadas. En 1938, con la ruptura entre el expresidente Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas del Río, presidente de la República en funciones, se crea el Partido de la Revolución Mexicana, incluyendo a organizaciones obreras que habían quedado marginadas y años después posibilitando la creación de partidos políticos opositores. En 1946, el partido gobernante es nuevamente refundado, esta vez con el nombre de Partido Revolucionario Institucional. Así se culminó el relevo generacional y la transición del gobierno de militares a civiles. Situación que se expresó con la exclusión de las fuerzas armadas como agrupamiento dentro del nuevo partido y con la elección de un civil como candidato a la Presidencia de la República, el Licenciado en Derecho, Miguel Alemán Valdés.

Y es el mismo Ejército que el General Manuel Ávila Camacho desprendió del Partido Revolucionario Institucional para despolitizarlo y establecerlo como garante de la paz, la defensa y la estabilidad interna.

A cambio, el Ejército mexicano ha gozado de todo tipo de privilegios, desde proponer de entre sus filas al presidente de la República, a quien deberá ser el próximo Secretario de la Defensa Nacional (o al menos una terna) hasta su propio régimen jurídico donde los militares juzgan a los mismos militares ante la comisión de faltas o delitos graves. Todo ello pasando por una gran opacidad en el manejo del presupuesto destinado a la defensa nacional.

Imagen: Nexos.

Por eso no es menor el hecho que nos ocupa. La captura del ex general Salvador Cienfuegos Zepeda no pudo haber ocurrido sin el conocimiento o incluso el consentimiento del gobierno de México en funciones. Tal parece que estamos ante la secreta cooperación al más alto nivel para enfrentar la penetración del narcotráfico en las instituciones del Estado mexicano y en lo más recóndito del tejido social.

Ante esto cabe preguntarnos: ¿Qué respuesta podemos esperar de los mandos y la tropa del Ejército mexicano? ¿Qué pasará con la cooperación en materia de seguridad trasnacional entre Estados Unidos y México? ¿Cómo puede serle funcional al gobierno de la “Cuarta Transformación” un golpe tan contundente al corazón del Ejército mexicano?

EN PERSPECTIVA, es necesario afirmar que el ex-secretario General Salvador Cienfuegos, bajo el principio de presunción de inocencia, será culpable sólo hasta que así quede demostrado. Sin embargo, el golpe está dado. Y ha sido impactando en la línea de flotación de la institucionalidad de México. Al caer el prestigio del Ejército mexicano, caerá en las manos de la Presidencia de la República todo el poder y toda la responsabilidad para conducir la gobernabilidad del país.

En otras palabras, la Cuarta Transformación ciertamente se está enfilando a un cambio de régimen, un cambio en las reglas del juego para el acceso y conservación del poder político. Todo parece indicar que nos encaminamos hacia una República presidencial centralista; y a un retroceso en los derechos humanos. Y esto ante la incapacidad del actual arreglo institucional de brindarnos paz, seguridad y justicia para nuestra persona, familia y bienes.

Y tú, estimado lector, ¿qué precio estarías dispuesto a pagar por estas garantías?


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La mamá de ‘El Chapo’ y el humanismo presidencial

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La polémica por el encuentro de López Obrador y la mamá de El Chapo VIDEO

En su viaje por Badiraguato para supervisar la construcción de un camino rural, el presidente Andrés Manuel López Obrador se acercó a saludar a la mamá de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, un encuentro que ha generado altos niveles de polémica por la figura que representa el exlíder del cártel de Sinaloa en el crimen organizado.

Sobre su encuentro con María Consuelo Loera Pérez, López Obrador explicó que la mamá de ‘El Chapo’ ha solicitado su ayuda para visitar a su hijo recluido en un penal de máxima seguridad en Estados Unidos.

“Las madres tienen amor especial y sublime por los hijos. (Me dijo) que no lo ha visto en cinco años y que no se quiere morir sin verlo, y me pide que la ayude en gestiones para que el Gobierno estadounidense le permita viajar para ver a su hijo, y voy a hacer el trámite”, dijo en su conferencia de prensa del lunes 30 de marzo.

La decisión de ayudar a la mamá de ‘El Chapo’ a ver a su hijo dependerá del Gobierno y la embajada estadounidense, pero consideró que debería permitírsele a la señora este permiso por razones humanitarias.

“Me dijeron que estaba ahí, que quería saludarme. Me bajé de la camioneta y la saludé. Es una señora de 92 años, y ya dije, la peste funesta es la corrupción, no un adulto mayor, que merece todo mi respeto, independientemente de quién sea su hijo.

Al ser cuestionado sobre si dio la mano a Loera Pérez, ante la contingencia sanitaria y las medidas de sana distancia por la epidemia de COVID-19, el mandatario federal dijo que sí lo hizo.

A veces le tengo que dar la mano, porque es mi trabajo, a delincuentes de cuello blanco, que ni siquiera han perdido su respetabilidad. Entonces, ¿cómo no se la voy a dar a una señora? ¿Cómo la voy a dejar con la mano tendida?”, aclaró.

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Quién es Ovidio Guzmán López hijo de “El Chapo” Guzmán

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Ovidio Guzmán López se convirtió en la figura más destacada el jueves después de que Culiacán fungiera como un campo de guerra a fuego abierto a causa de su captura.

La prensa y redes sociales se volcaron en dar a conocer los detales de la captura, pero fue hasta la mañana de viernes que el Gabinete de Seguridad encabezado por el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, reveló detalles de lo que llamó “el operativo fallido.”

“Uno de los hijos de Joaquín ´el Chapo´ Guzmán ha sido detenido por elementos de la Guardia Nacional en Culiacán, Sinaloa,” fue la información que desató la peor ola de violencia en la capital norteña, exponiendo la vida de civiles y elementos de seguridad en una de las más fuertes movilización del crimen organizado, hasta ahora registrada.

La fuerza de fuego ejercida por el Cártel de Sinaloa, creado por Joaquín Guzmán Loera, obligó la retirada de los elementos de seguridad nacional y la libertad de Ovidio Guzmán, hijo del matrimonio de “El Chapo” con Graciela López Pérez.

Poco se sabía de Ovidio Guzmán, ya que la atención de los hijos de “El Chapo” había recaído en Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, que han figurado más en las labores del Cártel de Sinaloa.

Ovidio Guzmán López, de 28 años, es hermano de Édgar Guzmán, abatido presuntamente por miembros del Cártel de los Beltrán Leyva, el 10 de mayo de 2008.

La relación de Ovidio Guzmán con actos del Cártel de Sinaloa derivó en investigaciones e la DEA y la solicitud de extradición a Estados Unidos en caso de su detención en México.