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Conacyt brilla en tiempos de pandemia

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Conacyt presenta ventiladores médicos creados en México en tiempo récord

México enfrenta una de sus peores crisis sanitarias por la llegada de la mortal pandemia del COVID-19, que se presenta como un reto para el sector salud y la ciencia mexicana al demandar no equipamiento, conocimiento y capacitación médica que permita atender a una sociedad afectada por el virus.

Para el presidente Andrés Manuel López Obrador, la pandemia del COVID-19 vino a caerle a México como anillo al dedo, una expresión que si bien ha sido fuertemente criticada por la cantidad de mortandad que el nuevo coronavirus ha causado en el país, también ha obligado al gobierno desarrollar mecanismos que den respuesta rápida y eficaz a la crisis.

En este contexto, el Consejo Nacional de Ciencias y Tecnologías (Conacyt), bajo la dirección de María Elena Álvarez Buylla, presentó la mañana del martes 14 de julio dos nuevos ventiladores médicos hechos 100 por ciento en México: Ehécatl 4T y Gätsi. Ehécatl significa ‘Dios del viento’ en náhuatl, mientras que Gätsi significa ‘suspiro’ en otomí.

En conferencia de prensa, la científica mexicana detalló que Ehécatl 4T es un equipo médico con altos estándares de seguridad biomédica con calidad de ingeniería y contará con patente del Estado Mexicano.

El Ehécatl 4T fue diseñado por el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (Cidesi), que es un centro público de investigación del Conacyt.

Este equipo posee un microcontrolador que calcula y aplica la presión necesaria en los ciclos de ventilación en pacientes, esto por medio de una bolsa autoinflable llamada ambu bag, explica un video presentado por Álvarez-Buylla.

Por su parte, el ventilador Gätsi fue diseñado por especialistas de la empresa Dydetec con apoyo del Cidesi y del Conacyt.

En el caso de este segundo equipo, la ventilación mecánica está basada en un sistema de control por microprocesadores accionados neumáticamente.

“La unidad de control que posee este equipo tiene la capacidad de calcular y aplicar las funciones necesarias para impulsar la ventilación mecánica controlada o asistida durante los ciclos de ventilación en pacientes adultos y pediátricos”, detalla el video.

Ambos modelos fueron probados en pulmones artificiales y sistemas biológicos, además de que cumplen con especificaciones internacionales, apunta el audiovisual.

Se trata de ventiladores pulmonares invasivos, los cuales son también más económicos que los importados.

Logros del Conacyt en tiempo récord

La Dra. Álvarez-Buylla señaló con la que los médicos y científicos mexicanos lograron crear ambos ventiladores médicos, los cuales fueron desarrollados en cinco meses, cuando en condiciones normales se llevarían de tres a cinco años en el proceso.

De acuerdo con la información presentada en Palacio Nacional, el primer lote de los ventiladores consta de 500 unidades cada uno.

Desarrollo tecnológico soberano

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CEPAL conceptualiza al desarrollo tecnológico como “es el sustento último del crecimiento económico en el largo plazo. En la doble dimensión de la productividad y la incorporación de progreso técnico”, y termina diciendo que “los países de la región han estado y siguen estando estructuralmente rezagados”.

¿Qué tan lejos estamos en realidad de un Desarrollo tecnológico soberano para el caso de México? La respuesta desafortunadamente es que estamos muy lejos. Dado que implica replantear las capacidades de creación y transferencia nacional.

Replanteamiento que va desde la forma de ver y entender la ciencia y la tecnología en este país, y no por los que la hacen, sino por quienes la promueven y deberían incentivar.

Por ejemplo, no vayamos muy lejos, dentro del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2014 se menciona sobe la ciencia y tecnología lo siguiente: El gobierno federal promoverá la investigación científica y tecnológica; apoyará a estudiantes y académicos con becas y otros estímulos en bien del conocimiento. El CONACYT coordinará el Plan Nacional para la Innovación en beneficio de la sociedad y del desarrollo nacional con la participación de universidades, pueblos, científicos y empresas. Desafortunadamente no dice cómo hará esa promoción. Esperemos que en los años venideros este planteamiento logre realmente dar un nuevo enfoque a la ciencia y tecnología. Por ahora veamos cómo estamos en este rubro.

tecnologia y mexico
Fotografía: Global Media.

Tenemos exportaciones de tecnología con alto componente importado. Es decir, el valor agregado en temas tecnológico, como maquiladora, se contabiliza pero no se genera innovación dentro de los procesos de ensamble. Se hacen innovaciones en las máquinas con las que se ensambla, pero más como una conducta para facilitar el quehacer. En pocas palabras, exportamos productos de alta tecnología, pero sólo se ensamblan los componentes, no se fabrican.

Somos importadores de tecnología, muchos de los componentes tecnológicos que usamos en el día a día son importados, en muchos casos a precios muy altos. Los invito a que hagan un inventario de los productos que utilizan, aunque, desde luego, la mayoría dirá “Made in China” como la principal maquiladora mundial. El costo de la mano de obra es lo que supone que explique que sea así.

Veamos lo que sí podemos hacer y no se hace; las patentes con un alto componente de extranjeros (no residentes). El 95% de las patentes que se otorgan en el país no son de residentes. En ese sentido, en el estudio de la CEPAL –Ciencia, tecnología e innovación en la economía digital. La situación de América Latina y el Caribe, 2016– respecto a este tema se menciona que: (…) la distribución del planteamiento entre residentes y no residentes dentro de los países es relevante para determinar sus capacidades internas y conocer quiénes se apropian del conocimiento que se genera localmente o fuera del país, pero que se registra en él. (…) “5%, por ejemplo, en Colombia, Guatemala, México, el Perú y el Uruguay.”

Un planteamiento que se hizo por parte de CEPAL (2016) es que  “(…) se debe avanzar hacia estructuras productivas más complejas basadas en la innovación”. Sin embargo, en dicho estudio se plantea que la “estructura productiva de México se estancó entre 1995 y 2014”. Esto es resultado de una poca o nula diversificación de las exportaciones. Nos vendieron muy bien la idea de la ventaja competitiva y la súper especialización de lo que hacemos mejor, ensamblar.

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Ilustración: BBVA.

Hablando de dinero, y de cómo vamos en la inversión en investigación y desarrollo (I+D), basta decir que: Al analizar la dinámica de la inversión en I+D de los países latinoamericanos entre 2004 y 2013, se observa el estancamiento de la región con respecto a otros países emergentes, que expanden sus fronteras tecnológicas y de conocimiento, e incluso con respecto a países tecnológicamente maduros y avanzados. Se debe tomar en serio el tema e invertir en I+D; lo que se pone como porcentaje objetivo a nivel mundial de esta inversión es de 2.22.

Con datos del Banco Mundial para 2016, si comparamos el Gasto en Investigación y Desarrollo –en porcentaje respecto al PIB– tenemos que Corea es de 4.2%; mientras que en México fue de 0.48%. No se trata de buena voluntad, sino de una creencia en los efectos reales de la inversión de I+D como motor del desarrollo tecnológico y económico de un país.

Un tema importante es lograr incrementar los recursos humanos calificados para lograr ese replanteamiento de las capacidades de creación y transferencia nacional en ciencia tecnología.

Los datos de la CEPAL (2016) señalan a que: los países latinoamericanos tenían en promedio 520 investigadores equivalentes a jornada completa (EJC) por millón de habitantes, lo que contrastaba con la situación de los países industrializados, en los que las cifras correspondientes se ubican entre 2,000 y 8,000. Es decir, estamos muy lejos de tan siquiera pensar en replicar las capacidades tecnológicas del llamado primer mundo.

No cabe duda que lo más urgente es mejorar las herramientas de política para promover el Desarrollo tecnológico soberano, para que no se quede en buenas intenciones.


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