Así que nos llegó el cambio, no nos lo esperábamos así, las lecciones y los mensajes los leemos de manera equivocada, creemos que los cambios serán sutiles, tranquilos, sin revolución, pero parece que olvidamos la historia o nos da flojera ver hacia atrás para entender los mensajes.
Este cambio llevaba un rato macerándose, nos dijeron que empezaría en el 2012, yo creo que efectivamente fue así, fue ahí donde todo empezó, todo es diferente, nada es igual y, sin embargo, nosotros buscamos lo estático, lo que se queda igual sin cambio, nos resistimos, sin darnos cuenta, a que todo cambia, que tú cambias, que yo cambio, y el mundo cambia.
Ya nada es ni será igual, las formas, los ritmos, cambiaron; las prioridades, los gustos, los sueños cambiaron; la vida cambió una vez más, pero este cambio no es el primero ni será el último, lo que pasa es que en este momento nos tocó estar en el ojo de huracán, nos tocó vivirlo, no vivir las consecuencias, sino vivir la revolución y eso no es fácil, es difícil, duele, hay pérdidas, enojos, tristezas, confusión y poca certeza.
¿Qué nos está diciendo la tierra? ¿Qué nos exige la conciencia? ¿Quiénes se quedan y quienes se van? Si me toca quedarme, ¿qué me toca hacer?
Tienes dos opciones, no cambiar o subirte al tren del cambio. Si no cambias te petrificaras, perderás una hermosa oportunidad, seguramente al principio te sentirás más seguro, pero con el tiempo dejarás de moverte, de experimentar, de vivir las nuevas experiencias y posiblemente lo lamentarás. Por el contrario, si te subes al tren del cambio, ciertamente te aseguro incertidumbre, miedo, confusión, pero vivirás una gran aventura, un nuevo amanecer, una nueva tierra.
Nosotros somos los pilares sobre lo que se va a construir la nueva realidad y esto no es poca cosa, tendríamos que sentirnos agradecidos, incluso honrados de estar vivos en estos momentos, es un honor tener esta responsabilidad que construirá los cimientos del nuevo mundo.
Atrévete a cambiar, trabaja en tu conciencia, hazte preguntas, infórmate, crece, expándete, construye, comparte. Esta nueva realidad nos necesita a todos.
No importa a qué te dediques, siempre va a ser importante, todo tiene un sentido, todo cuenta, todo suma, desde donde quiera que leas estas líneas sábete importante, valioso y necesario para esta nueva realidad.
No lo olvides, “conviértete en tu mejor posibilidad”, cada uno de nosotros pongámoslo como meta. ¿Te imaginas el mundo que tendremos? ¿Las relaciones que compartiremos? ¿Lo que juntos lograremos?
Lo que podemos soñar, sí podemos lograrlo. Esto es para ti, que siempre me lees. Gracias.
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