Donald Trump

México y el TPP: tradicional torpeza

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Ellos se ríen de mí porque soy diferente.
Yo me río de ellos porque todos son igualitos.
Anónimo.

Desde que los altísimos funcionarios mexicanos anunciaron que deseaban negociar el acceso de nuestro país al TPP, mi oposición fue total debido a que los antecedentes que teníamos con los 48 países con los que habíamos firmado un TLC no eran satisfactorios, pues cada día era mayor el número de naciones con los que registrábamos un déficit y, mucho peor, que este déficit era creciente, con decreciente valor agregado de las exportaciones en nuestro territorio.

En el caso del TPP, se daba la circunstancia aún más desfavorable desde que, en 1999, la competitividad de México había sido decreciente de tal manera que en ese año el Foro Económico Mundial (WEF) ubicó a México en el 34º lugar mundial y en el 2019 nos remitió hasta la 48ª posición.

tabla del tpp-11

Haciendo un poco de historia, me permito comentar que el 23 de junio de 2015 correspondí a una invitación del Subsecretario de Comercio Exterior, Dr. Francisco de Rosenzweig, que tenía como objetivo conocer el motivo de mi férrea oposición a la negociación y firma del TPP por parte de México, y al respecto señaló que cuando tomó posesión de su cargo (sin que nunca antes hubiera tenido contacto con el comercio exterior según se puede en su CV), le extrañó ver que siendo el TPP el proyecto de comercio internacional más grande del mundo, no fuera parte de la “estrategia” de México en su proceso de internacionalización por lo que me comentó que él, inmediatamente, promovió la participación mexicana en dicho Acuerdo.

Mi respuesta fue simplemente que el nivel de competitividad de México era pésimo, por lo que se había generado una estructura de nuestra planta productiva y una exportación muy débil, razones por las que no podríamos tener resultados positivos con la firma del TPP, a lo que respondió que eso prácticamente estaba subsanado pues ya se habían aprobado las reformas estructurales mismas que nos harían un país muy competitivo.

Al respecto, le señalé que esa era una situación totalmente quimérica debido a que algunas de esas “reformas” no se podían calificar como tal, sino que más bien eran un conjunto de buenos deseos y que, adicionalmente, ninguna de las “reformas” había sido complementada ni instrumentada con políticas públicas realistas que incidieran positivamente en el desarrollo económico de México.

Así podemos ver que de un total de 140 variables que miden la competitividad de México en relación con nuestros competidores del TPP-11, sólo tenemos ventaja en 18 y  desventaja total en 122.

tpp-11 torpeza

Asimismo, señalé que esa situación era empeorada porque la mayor parte de los funcionarios que estaban a cargo del diseño de la política y la estrategia de comercio exterior, eran burócratas improvisados habilitados como expertos en comercio internacional que diseñaban programas y firmaban TLC’s sin conocer la estructura de la planta productiva, de la oferta exportable, de la operación real de comercio internacional y del comercio exterior mexicano, situación que quedó asentada en un artículo que en su momento elaboré con el título de “Funcionarios mexicanos en la luna”; y que complementé con otros escritos que incluyen “México: más teoría y nada de práctica”; “México: los funcionarios no entienden el Comercio Exterior” y “México, inversión extranjera, Kafka y la luna”, mismos a los que hice referencia en mi anterior artículo sobre México y las joyas de la exportación mexicana: cerveza, refrigeradores y aguacate.

En este contexto, el que fuera Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo también cuestionó mi oposición y señaló que “de cualquier manera debíamos participar en dicho proyecto porque siendo Estados Unidos nuestro principal socio, era necesario que estuviéramos presentes para defender nuestros intereses y orientar las negociaciones a nuestro favor.

Lo más sorprendente fue que, cuando Donald Trump canceló la ilógica participación de la nación estadounidense en el TPP, nuestro exsecretario se sacó de la manga una “extraordinaria razón” de gran fondo y sustancia para continuar con ese proyecto, ya que “mucho se había trabajado y gastado en las negociaciones y había que aprovechar lo que se había avanzado”.

Hoy, a más de un año de la entrada en vigor del TPP-11, con motivo de la inauguración del Seminario T-MEC TIPAT, el Director de Bienes Agroalimentarios y Pesqueros de la SE, Arturo Juárez, habló de las bondades enormes del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífica (TIPAT o TPP-11), señalando que:

México ganó mayor porcentaje para exportar productos sin arancel a diferencia de las mercancías que ingresarían al país… comentando que…  en promedio, 90% de las mercancías (de exportación) quedaron libres de arancel al momento de entrar en vigor ese tratado, creemos que son las oportunidades que México tiene hacia esos mercados, que son de alto poder adquisitivo, un mercado que representa más de 500 millones de consumidores.
Por el contrario, sólo el 77% del total de los  productos que entran a México bajo el beneficio de este tratado lo pueden hacer sin pago de arancel.

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Sin duda, esto es un manejo perverso de la situación y las cifras que en nada reflejan la realidad que había en relación con esos países pues, en principio, para promover la firma del Tratado hablaban de más de 500 millones de consumidores de 11 países que integran el TTP-11, incluyendo en este caso a México.

Sin México, el mercado del TPP sólo es de 378 millones de habitantes y para evitar el manejo distorsionado de las cifras, también debemos de excluir a Canadá, Chile, Japón y Perú que en conjunto representan un mercado de 214 millones de habitantes, y con los que ya teníamos un TLC.

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Imagen: Código.

Así, la dimensión real del mercado constituido por los 6 nuevos socios sería de sólo 164 millones de habitantes de los cuales, 36 millones corresponden 4 países: Australia, Brunéi, Nueva Zelanda y Singapur, con un elevado nivel de ingresos de 55,097 millones US.

Por el contrario, tanto Malasia y Vietnam, con 127 millones de habitantes, es decir, el 78% del nuevo mercado prometido, tiene ingresos promedio muy bajos de 4,629 US, debiendo señalar que el ingreso de los 32 millones de malasios es de 10,704 US en tanto que el de 95 millones de vietnamitas es de 2,553 US, nada más.

Y si eventualmente se hubiera considerado al volumen de población de los nuevos socios del TPP-11 como un mercado atractivo, en la realidad es un mercado accesorio que por sus características intrínsecas no es atractivo para México, además difícil de penetrar por México debido la nula competitividad de nuestro marco sistémico y por la carencia de una estrategia como ha sucedido con la firma compulsiva e irresponsable de numerosos TLC’s.

Con Canadá y Estados Unidos se firmó el TLCAN porque conjuntamente constituían el socio más importante que tenemos; que era nuestro mercado más próximo; porque es el mercado más grande del mundo; porque tiene un muy elevado nivel de ingresos; porque es el principal importador del mundo; porque somos muy complementarios en muchos aspectos, especialmente en la dotación de factores de la producción y, sin duda, porque por la destreza que México tenía en el proceso de manufactura se le consideraba un socio estratégico en ese sector, desgraciadamente, ninguna de las ventajas señaladas fue aprovechada por nuestro país.

Como resultado de la carencia de una estrategia que considerara estos elementos, los retrocesos de México en todas sus variables económicas especialmente en el periodo 2001-2018 en que han estado en vigor los TLC’s que firmaron con 48 países, fueron enormes.

A pesar de estos antecedentes negativos, los teóricos y altísimos funcionarios mexicanos insistieron en la firma del TPP-11, un tratado que desgraciadamente resultará muy negativo para nuestro país pues, contrariamente a lo que teníamos como ventajas en el TLCAN, en el TPP-11 representan desventajas, ya que al ser mercados muy lejanos y atomizados, por sus características resultan un mercado accesorio –especialmente por su bajo nivel de consumo– que tienen un marco sistémico mucho más competitivo que el nuestro, puesto que no son complementarios con nuestra planta productiva sino todo lo contrario, pues son competidores directos nuestros, especialmente en bienes manufacturados de los cuales éramos grandes productores y exportadores como son los casos de confección, electrónicos, calzado y café.

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Y si durante los 26 años en que nuestros funcionarios han llevado a cabo una apertura comercial basada en la firma de TLC’s y una desgravación unilateral totalmente incoherente, con los 6 nuevos socios del TTP-11 acumulamos un déficit de -172,292 millones US; en el primer año de vigencia del TPP-11, los resultados también fueron catastróficos pues a pesar de las supuestas ventajas adquiridas en la  negociación con el 90% de las mercancías libres de arancel, nuestras exportaciones disminuyeron en -540 millones US en tanto que las importaciones se incrementaron en 2,652 millones US de tal manera que nuestro déficit aumentó en -3,192 millones US, siendo los más beneficiados con esta negativa evolución de nuestro comercio exterior, Malasia y Vietnam, países manufactureros por excelencia.

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Apuntes finales

Durante los 26 años más recientes, el comercio exterior mexicano se ha caracterizado por un esquema de simulación e improvisación que, únicamente, ha arrojado resultados negativos mismos que se manifiestan en los enormes retrocesos de las principales variables de nuestra economía.

Los teóricos del comercio exterior han realizado una apertura de nuestra economía totalmente ilógica, basada en la firma compulsiva de TLC’s y una desgravación unilateral totalmente incoherente, pensando que eso haría a la economía mexicana más competitiva pues “los precios internos necesariamente se tendrían que alinear con los externos”, sin que hubiera complemento alguno que realmente favoreciera los ajustes y las mejoras.

Además, insistieron en la promoción internacional abriendo oficinas por todo el mundo, sin considerar que el principal problema del comercio exterior mexicano no es la promoción internacional sino la oferta nacional.

 Para esos teóricos, bastaba tener una oficina en el extranjero, con un monito que dijera que todo en México está bien, que queremos vender nuestros productos en ese mercado y que somos muy buena onda, por lo sería bueno que invirtieran en nuestro país.

Hay que recordar que el Foro Económico Mundial señala que la baja competitividad de México es originada por la pésima calidad de las instituciones públicas y la actuación del sector público, lo que implica la muy reducida capacidad de esas instituciones para definir una estrategia que incida positivamente en el desarrollo económico de nuestro país.

El primer año de vigencia del TPP-11 sólo es un avance de lo que podemos esperar para el mediano y el largo plazo debido a la improvisación y la ligereza que ha caracterizado al sector del comercio exterior, y si no se logra definir una estrategia realista que incluya competitividad, fomento, promoción de exportaciones y de inversiones con programas, proyectos y políticas públicas realistas.


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La lucha de Trump contra el covid-19

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Firma Trump paquete de estímulos económicos en medio de cuarentena

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el viernes 27 de marzo el proyecto de ley de estímulo de dos billones de dólares recién aprobado por el Congreso estadounidense, que busca impulsar la economía del país en medio del brote de coronavirus.

“Acabo de firmar la ley CARES [Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por el Coronavirus], el mayor paquete de ayuda económica en la historia de EE.UU.”, escribió el mandatario en Twitter, resaltando que ello “brindará la ayuda que se necesita con urgencia para las familias, los trabajadores y las empresas de la nación”.

La firma se produce horas después de que la Cámara de Representantes aprobara el texto y menos de dos días después de que el Senado le diera el visto bueno por unanimidad.

“Estamos reuniendo todo el poder del Gobierno y la sociedad para lograr la victoria sobre el virus ¡Juntos aguantaremos, prevaleceremos y ganaremos!”, dijo Trump en un nuevo tuit.

¿En qué consiste?

La medida fue recogida en un documento de unas 800 páginas y entre sus puntos más importantes plantea entregar 1.200 dólares a millones de familias para estimular la economía, una idea impulsada por el presidente, Donald Trump, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.

Así, el monto sería para contribuyentes adultos, sumado a 500 dólares por cada niño. Sin embargo, el beneficio se reduce para ciudadanos con buenos ingresos —a partir de 75.000 dólares al año, o 150.000 en caso de convivir con alguien—, y se excluye a personas que perciban 90.000 anuales. 

A su vez, esta legislación les garantizará a las firmas locales préstamos sin intereses, exenciones de impuestos y subsidios.

Sobre el aspecto social, estipula otorgar unos 100.000 millones de dólares a hospitales, mientras se espera que aumente la cantidad de pacientes de forma abrupta.

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Joe Biden contra Donald Trump versus Coronavirus

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En las elecciones del martes 17 de marzo la victoria de Joe Biden sobre Bernie Sanders fue contundente. Biden ganó en Arizona, Illinois y Florida. Lo que ha provocado muchas presiones para que el senador Sanders renuncie ya a la candidatura y el partido demócrata se pueda centrar en una campaña contra Donald Trump. El dilema es si las elecciones van a seguir un curso normal o se cambiará el calendario electoral debido al ataque del coronavirus y las restricciones de aislamiento, puede que cambien las condiciones del juego electoral.

De hecho, varios Estados han pospuesto las elecciones: Georgia que las tenía el 24 de marzo las cambió para el 19 de mayo, Kentucky de mayo 19 a junio 23, Luisiana de abril 4 a junio 20, Maryland de abril 28 a junio 2, por ejemplo. La definición de un candidato ganador debe estar definida para la convención demócrata de julio 2020.

Los demócratas tienen que capitalizar las acciones tardías del presidente Trump y entre más tiempo dejen pasar, más se pueden alejar del triunfo. Las elecciones 2020 en Estados Unidos no se llevarán a cabo en tiempos normales, son tiempos de guerra, guerra contra el coronavirus. En una encuesta del 12 de marzo  del WSJ/NBC el 68% de los simpatizantes con el partido demócrata estaban más preocupados por el problema que los republicanos en los que sólo el 40% lo estaba.

En el ámbito político la manera en cómo ambos partidos enfrenten la situación va a repercutir en el resultado electoral.

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Ilustración: R. Fresson.

De un lado de la cancha tenemos al Poder Legislativo conformado por  una Cámara Baja de mayoría demócrata y un Senado de mayoría republicana. A ambos partidos les conviene pasar leyes que demuestren a los norteamericanos que en momentos de crisis, el Congreso actúa como uno solo y pasan leyes que busquen aminorar la situación.

El miércoles 18 de marzo el Senado aprobó un segundo  paquete de ayuda, propuesto por la Cámara Baja que consiste en 104 mil millones de dólares para enfrentar la pandemia, que está destinado a mitigar el desempleo y a dar pruebas gratuitas a la población y dinero para quienes han dejado el trabajo por estar enfermos.

El paquete no es perfecto pero demuestra el bipartidismo. La expectativa de aprobar un tercer paquete de ayuda para las PyMEs, que incluirá pagos en efectivo a los americanos afectados por el desempleo. El monto total que se busca es de 1 trillón de dólares, sí, una cifra de 18 ceros. Se verá cuál de los dos partidos podrá capitalizar estas acciones en términos de votos.

Del otro lado de la cancha está el Poder Ejecutivo. En un contexto extraordinario, como el de la pandemia provocada por el coronavirus, el presidente Trump tiene todos los recursos de la presidencia, lo que le puede dar una ventaja muy fuerte frente a los demócratas que tienen que elegir a su caballo ganador.

En un contexto de desplome de las bolsas, de desempleos masivos, el miércoles 18 de marzo  el presidente Trump recurrió a los Poderes de guerra. La primera acción de Trump fue firmar el paquete enviado por el Senado de los 104 mil millones de dólares.

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Ilustración: The Daily Beast.

En el mismo día, el presidente Trump anunció que era un presidente en guerra y resucitó una acta de tiempos de la guerra de Corea (1950), en inglés se llama The Defense Production Act. El Acta le permite al presidente presionar a la industria americana para que manufacturen suministros médicos, que hacen mucha falta en los hospitales a lo largo y lo ancho del país. Máscaras, guantes, equipo de protección para los galenos, ventiladores, máquinas de respiración, etc. En un país en el que ese mismo miércoles la cifra de enfermos por el coronavirus ascendía a 7,500 y al día siguiente llegaba a más de 9000.

El Acta de defensa para la producción le permite también requisar la industria, presionar a los industriales para que produzcan más, también puede imponer salarios y controlar precios, controlar el crédito del consumidor, resolver disputas laborales, establecer prioridades contractuales y desviar las materias primas para la defensa nacional.

Con esta acción, el presidente Trump ha fortalecido su poder y puede demostrar a la opinión pública mayor control de la situación y de la economía, permitiéndole marcar una distancia de sus primeras percepciones de la pandemia, a la que veía menos.

Un presidente fuerte que muestre control, liderazgo y resultados, puede ser la debacle para el partido demócrata este próximo mes de noviembre si no se muestran con mayor entendimiento de la pandemia global que Trump, ya que el bipartidismo en el Congreso siempre beneficia al Poder Ejecutivo.


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¿Trump infectado de coronavirus?

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Donald Trump niega estar enfermo de coronavirus

La realidad del covid-19 es que nadie está exento de quedar infectado y el alto nivel de riesgo ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a emitir recomendaciones globales para contrarrestar los índices de contagio.

El coronavirus no respeta raza, edad, estatus sociales, empresariales o económicos, ni tampoco cargos gubernamentales; se transmite fácilmente por el contacto humano y no existe aún cura que lo erradique completamente.

El presidente estadounidense Donald Trump no es la excepción y ante los rumores que sea víctima de contagio, negó estar en la necesidad de realizarse una prueba por el coronavirus e informó que no padece ningún síntoma.

“No creo que sea un gran problema. Lo haría. No creo que haya ninguna razón (…) Me siento extremadamente bien. Me siento muy bien”, dijo Trump a periodistas en el Capitolio tras una reunión con los senadores republicanos sobre la respuesta al coronavirus.

El gobernador del estado de Washington, Jay Inslee, dijo el martes que estaba considerando una “acción real” para prevenir un rápido aumento en los casos de coronavirus.

Hasta el momento, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos han reportado 647 casos de covid-19 en el país y 25 muertes a causa del virus.

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Tres dilemas entre Sanders-Trump

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El partido demócrata en Estados Unidos busca candidato. Una difícil tarea en tiempos de polarización, que no se salva de la tendencia actual de sociedades divididas, políticos divididos, partidos divididos. 

Las diferentes corrientes del partido están reflejadas en sus propios contendientes: los progresistas, Bernie Sanders y Elizabeth Warren, los del establishment, el exvicepresidente, Joe Biden o el flamante Mike Bloomberg, los de centro, Amy Klobuchar y Pete Buttigieg.

Estamos a finales de febrero y, salvo las elecciones del próximo 29 en Carolina del Sur, –donde se espera que gane Joe Biden por el voto afroamericano–, el pre-candidato puntero es el senador Bernie Sanders. Es sorpresivo porque en las elecciones del 2016 no pudo contra Hillary Clinton, la representante del establishment. Es sorpresivo también porque ha demostrado, hasta ahora, que tiene muchos elementos para ganar: va adelante en las encuestas, tiene un buen equipo de campaña que ha sabido mandar el mensaje correcto y, sobre todo, tiene los recursos monetarios para sostener su carrera hacia la presidencia.

Lo que desconocemos es si todo esto es suficiente para ganarle las elecciones al presidente Trump, aquí los dilemas:

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Ilustración: Behance.

Primer dilema: En una encuesta reciente de Real Clear Politics –el promedio lo obtienen de varias encuestas–, Sanders aventaja a Trump con 3 puntos de diferencia, tiene 49. 7 % frente a Trump que tiene 45.3%. Es allí donde está el dilema, la diferencia no es mucha y podría ser una elección muy cerrada.

Segundo dilema: El tema de los fondos, de acuerdo a opensecrets.org, para enero de 2020 Sanders había recaudado $333, 456, 491 USD frente a Trump con $217, 940,58, lo que le permite tener más líquido para gastar que el presidente actual.

Tercer dilema:  que las catástrofes y las declaraciones incómodas no acaben con su candidatura.

El presidente Trump no la tiene nada fácil frente al coronavirus. Ha tratado de minimizar el fenómeno por todos los medios, pero justo esta semana y por presiones internas, tuvo que nombrar una “coordinadora” para responder y articular –una especie del zar del coronavirus– las acciones en la eventual posibilidad que el virus llegue al país. La elegida fue la embajadora Debbie Brix, quien actualmente funge como la representante del gobierno de Estados Unidos en el combate del VIH/Sida a nivel global. Ella tendrá, a su vez, que reportar la situación al vicepresidente Mike Pence. Poco se imagina Debbie Brix que la reelección del presidente Trump está en sus manos. Si el coronavirus llega a Estados Unidos, llega en el momento más delicado, en pleno proceso electoral, y si el manejo de la “crisis” se complica, el costo para Trump y su gabinete puede ser muy alto.

En cambio, el senador Sanders tiene que cuidar más sus formas. En declaraciones recientes se ató la soga al cuello ya que hizo declaraciones enfáticas sobre Cuba y sobre el grupo de lobistas más poderoso pro-Israelí, AIPAC.

sanders y trump
Ilustración: FT.

Declaraciones que poco le favorecen con ciertos grupos afiliados al partido demócrata y con el electorado más moderado. Alabó el proyecto educativo de Fidel Castro y se negó a ir a la reunión anual del AIPAC, argumentando que le preocupa que el grupo apoye a líderes intolerantes de Israel.

El mensaje es contradictorio porque la opinión demócrata podría alegar que, en una actitud muy convenenciera a su ideología, acepta a la figura de los “dictadores de izquierda” pero no de “autoritarios de derecha”.

Pero Sanders le tiene que ganar primero a sus contrincantes demócratas que, como se vio en el debate del pasado martes, se le fueron a la yugular. Este tipo de declaraciones juega en su contra.


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El discurso del Estado de la Nación de Donald Trump

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El pasado martes 4 de febrero del 2020, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, cumplió el mandato constitucional previsto en el Artículo II, sección 3 en el que se le pide al presidente que “de tiempo en tiempo, informe al congreso el Estado de la Nación”.

El informe presidencial se dio en un Estado de la Nación complicado. La semana iniciaba el lunes 3 de febrero con la inauguración del proceso electoral, con las primeras votaciones en el estado de Iowa, en el cual –sobre todo el partido demócrata– empieza a explorar quien puede ser el posible candidato que enfrente al presidente Trump en las elecciones generales del 3 de noviembre 2020; y el miércoles 5 se dio en el Senado norteamericano la votación para la destitución del presidente. 

El resultado fue que Trump salió bien librado en todos esos retos. Primero, los senadores republicanos votaron a favor de la absolución del presidente de los dos cargos de juicio político en su contra: abuso de poder y obstrucción al Congreso.  

Segundo, en el tema electoral también ganó en dos sentidos, triunfó en su propia primaria, ya que al haber dos contendientes más en el partido republicano, Bill Weld y Joe Walsh, los afiliados al partido tuvieron que elegir y Trump logró obtener el 97% de los votos. Y resultó vencedor porque el partido demócrata en Iowa demostró su incapacidad para organizar unas elecciones tecnologizadas (como votar a través de una app). Lo que llevó al desastre, ya que no pudieron darse resultados pronto y se abrió un espacio que Trump aprovechó muy bien mediáticamente para burlarse de ellos.

estado de la nacion
Fotografía: 9to5.

Su llegada al recinto legislativo fue de un triunfador, su discurso resultó invicto, de alguien que se siente ya reelecto. Una oratoria llena de palabras de grandeza, positivas y muy vinculado al mensaje interno más que a la política exterior. 

Los ejes de su discurso se enmarcaron en los temas económicos en los que resaltó su triunfo por haber logrado la actualización del tratado comercial con Canadá y México y, principalmente, el nacionalismo económico expresado en el retorno a una independencia energética que hace mucho no se oía en Estados Unidos: la creación de 7 millones de empleos.

Un discurso cargado de conservadurismo ochentero de los new cons del reaganismo que buscaba rescatar los valores de la familia y la agenda antiaborto, abrazando así la agenda de la derecha americana.

El mensaje también buscó fortalecer los lazos con su base, los trabajadores que no se beneficiaron de la globalización, construyendo una imagen a la que denominó el blue color bloom  y  buscó también acercarse al votante de color, al presentar su programa de educación para madres solteras en las personas de Stephanie y Jadiyah Davis o el otorgamiento del grado de general a Charles McGee o el reconocimiento al protector de la frontera americana, Raúl Ortiz de la patrulla fronterizadel Rio de Texas.

Los triunfos con el exterior se centraron en la construcción del muro, en moldear la relación con China de una manera más favorable para Estados Unidos, en el fortalecimiento del gasto militar, el haber logrado que los aliados en la OTAN aportaran las contribuciones que les corresponde y la muerte de Soleimani como el centro de su visión de seguridad.

Pero todos estos datos no importan mucho, ya que el centro de atención estuvo en la tensión existente entre Trump y Nancy Pelosi, líder de la cámara baja quien inició el proceso de juicio político en su contra. 

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Donald Trump y Nancy Pelosi estrechando la mano (Fotografía: NPR).

El State of the Union es el acto simbólico por excelencia del presidencialismo norteamericano, así que Pelosi aprovechó el momento para marcar su distancia: primero al darle la mano al presidente a sabiendas que era muy probable que no se la diera, lo cual sucedió y rompiendo el discurso, en un acto de rebelión absoluta nunca antes visto, que marcó la tendencia informativa. Todos los periódicos, informativos y redes sociales al día siguiente reprodujeron el momento.

¿Será esa acción suficiente para que los demócratas encuentren el camino para evitar que Trump sea reelecto? Es claro que Trump con su discurso y Pelosi con sus acciones, les hablaron a sus bases, pero ¿cómo ganarse a los votantes indecisos? Ése es el dilema electoral que inició en Iowa en esta semana.


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Queda libre de impeachment

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Impeachment Trump últimas noticias: Senado lo absuelve de juicio político

La votación en el Senado de Estados Unidos sobre el juicio político del presidente Donald Trump falló a favor del republicano, quién queda libre del impeachment.

El Senado, con mayoría republicana, decidió absolver el miércoles 5 de febrero a Donald Trump. Con esto, el empresario de 73 años se convierte en el tercer presidente que sale bien librado de un juicio político en la historia de Estados Unidos.

El republicano se vio favorecido con un voto de 52-48 a favor de absolverlo de abuso de poder y 53-47 del cargo de obstrucción al Congreso. Lo más destacable de la votación fue que el senador republicano Mitt Romney, candidato presidencial en 2012, consideró a Trump culpable y votó por su destitución.

Camino libre a la reelección

Sin el riesgo de impeachment Trump ahora está libre para enfocarse en su campaña electoral de cara a las elecciones del 3 de noviembre, en donde luchará por mantenerse como huésped de la Casa Blanca por cuatro años más.

Poco después de la absolución, Trump publicó en twitter un video en el que se presenta como un presidente “para siempre”.

Tump hablará este jueves desde la Casa Blanca sobre lo que calificó como una “victoria” en la “broma del impeachment”.

‘Impeachment Trump’ se convirtió en lo más buscado el miércoles tras las últimas noticias sobre la resolución del Senado de absolverlo en el juicio político en su contra.

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Trump vs Pelosi, en disputa por impeachment

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Nancy Pelosi Donald Trump; la guerra por un impeachment o la reelección   

Nancy Pelosi y Donald Trump escalaron en su enfrentamiento durante el discurso del primer mandatario estadounidense en el Capitolio, con la negativa del republicano a estrechar la mano de la presidenta de la Cámara de Representantes y el gesto de la congresista demócrata de romper la copia del discurso a sus espaldas.

Durante 80 minutos, el presidente Donald Trump pronunció su discurso sobre el Estado de la Unión evitando abordar el tema del juicio político que el riesgo de impeachment que le complicaría sus intentos de reelección.

Después de cuatro meses, Donald Trump vio cara a cara a Nancy Pelosi, la mujer que lidera la Cámara de Representantes y que ha promovido el juicio político contra el republicano y a quién negó estrecharle la mano en el momento en el que le entregaba una copia de su discurso antes de pronunciarlo.

La mala relación entre Nancy Pelosi y Donald Trump fue más evidente al momento en el que la presidenta de la Cámara de Representantes presentó al primer mandatario ante los miembros del Congres, evitando citar el acostumbrado “alto privilegio y honor distintivo”. “Miembros del Congreso, el presidente de Estados Unidos” fue todo lo que dijo al presentar al republicano.

Al finalizar el discurso, Nancy Pelosi se puso de pie y rompió la copia de los comentarios que Trump le había dado, diciendo más tarde que era “lo más cortés, considerando la alternativa”.

La mano extendida

Tras el evento del miércoles 5 de febrero en el Capitolio, Pelosi tuiteó una foto de ella con su mano extendiéndola hacia Trump y dijo: “Los demócratas nunca dejarán de extender la mano de la amistad para hacer el trabajo #ParaElPueblo. Trabajaremos para encontrar un terreno común donde podamos, pero nos mantendremos firmes donde no podamos”.

En busca de la reelección

Confiado en que la mayoría con la que cuentan los republicanos en el Senado vote a favor de absolver los cargos de abuso de poder y obstrucción del Congreso de los que se le acusa, Donald Trump busca permanecer en la Casa Blanca por cuatro años más.

En su discurso, Trump presentó su mandato como una gran mejora respecto a su antecesor Barack Obama, subrayando sus logros en temas de crecimiento económico y la generación de empleos.

Donald Trump utilizó su discurso para exponer su visión para un segundo mandato, dijo que los planes demócratas para ampliar la cobertura sanitaria financiada por el Estado equivalían a una “toma de posesión socialista” que llevaría al país a la bancarrota, recortaría las prestaciones para aquellos que las tienen ahora y proporcionaría atención a inmigrantes ilegales.