economía mexicana

Goldman Sachs empeora panorama para México en 2020

Lectura: 2 minutos

La calificadora Goldman Sachs espera una contracción más severa para el cierre del 2020 con una caída el 9.8 por ciento de la economía mexicana, en reacción a los efectos de la pandemia.

La economía mexicana inició el 2020 con un fuerte compromiso de recuperarse de una recesión técnica que sumergió al PIB en un estancamiento de cero crecimiento, pero nunca imaginó que un virus de origen chino viniera a desplomar sus expectativas y empantanar los esfuerzos del Gobierno para impulsar el dinamismo económico.

México había sido foco de atención de las calificadoras después de que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador tomara decisiones que lastimaron la relación con los inversionistas, como la suspensión del proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM) y la reducción de inversión pública en proyectos de infraestructura por favorecer políticas populistas de apoyo a los menos favorecidos.

En su más reciente revisión para el país, Goldman Sachs estimó que para el 2020 el Producto Interno Bruto de México sufrirá una contracción de 9.8 por ciento, cifra mayor a la caída del 8.5 por ciento referida.

“Esperamos una fuerte contracción del PIB real en 2020 (9.8 por ciento) dada la caída muy significativa de la demanda externa de bienes y servicios mexicanos (recesión global), los menores precios de las materias primas y el severo impacto en la demanda interna por las medidas de distanciamiento para hacer frente al brote de COVID-19.”, señaló Alberto Ramos, economista en jefe de Goldman Sachs para América Latina en el análisis difundido por la calificadora el lunes.

Golden Sachs consideró el deterioro en la demanda externa de bienes y servicios, además de los datos económicos del segundo trimestre del año dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) con un desplome del 19.4 por ciento en el consumo y una baja del 29.8 por ciento en la formación bruta de capital fijo.

“La actividad durante el 2T20 se vio fuertemente afectada por la severa caída de la demanda externa impulsada por la pandemia de Covid y los protocolos y medidas de distanciamiento social que suprimen la demanda interna para limitar el movimiento y la actividad”, añadió el analista.

S&P no prevé baja en nota soberana de México

Por su parte, la calificadora Standard and Poor´s estimó que no es necesario aplicar otra rebaja a la nota crediticia de México a pesar del deterioro del comportamiento de la economía durante la pandemia del coronavirus.

Si bien desde entonces han empeorado las proyecciones para el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país latinoamericano, escenario de tales desmejoras en la economía que ya se esperaba, “no significan necesariamente otra rebaja a la nota.”, estimó en un webinar Lisa Schineller, analista de calificaciones soberanas de América Latina.

“Nuestra opinión es que México va a ser uno de los países rezagados, en particular (…) debido a la dinámica tan complicada en términos de la inversión privada y la confianza del sector privado”, añadió la analista.

En marzo, la agencia recortó la calificación soberana para México en moneda extranjera a largo plazo a “BBB” desde “BBB+”, y mantuvo su perspectiva negativa, reflejando la posibilidad de nuevas bajas a la nota crediticia durante los siguientes 12 a 24 meses, en plena crisis del coronavirus.

Más allá del petróleo, 2 ª Parte

Lectura: 4 minutos

Durante la década de los setenta, la economía mexicana basó su modelo de crecimiento en la explotación y venta de petróleo; cuando los precios internacionales cayeron y las tasas de interés aumentaron ante el surgimiento del fenómeno inflacionario a nivel mundial, inició en nuestro país una etapa de crisis y estancamiento que distinguió a la economía mexicana durante los ochenta, lapso que se conoce como la “década perdida”.

Hoy las cosas son diferentes gracias sobre todo a la entrada en vigor del TLC el 1 de enero de 1994. Las exportaciones del país son mucho más diversificadas, de manera tal que la venta de petróleo representó solo 6% de las ventas totales al exterior al cierre de 2019 y las manufactureras en 89%.

Esto último es muy importante ya que la reciente caída de los precios del petróleo hasta niveles negativos, fenómeno que no se había registrado nunca en la historia, en realidad no tuvo un impacto en la balanza de pagos. Es decir, México no enfrentó una currency crisis como en el pasado debido a una fuga de capitales o una caída en las reservas internacionales.

petroleo economia mexicana
Ilustración: Revista UP.

Es cierto que el peso ha observado una pérdida de valor recientemente que lo llevó de una cotización de 18 pd a 26 pd, no obstante, esta situación fue resultado más de un fenómeno global de aversión al riesgo por los impactos, aún desconocidos, sobre la economía de la pandemia que a un colapso de las cuentas externas.

Uno de los grandes problemas actualmente es que subsiste la dependencia de las finanzas públicas hacia los precios del petróleo. Como se comentó anteriormente, en 1982, los ingresos petroleros representaron 45% del total de ingresos del sector público, mientras que al cierre de 2019 esta cifra fue de 18%. A pesar de esta disminución, los ingresos públicos siguen siendo muy vulnerables a los vaivenes en los precios del petróleo.

El panorama luce poco alentador, ya que el otro gran rubro de ingresos del sector público, los ingresos tributarios, se han venido colapsando desde el año pasado ante la falta de actividad económica. En el marco de una economía boyante la caída en los precios del petróleo pudo tener un impacto limitado; no obstante, en una economía que se venía desacelerando desde 2019 por la falta de confianza y el desplome de la inversión, la caída en los precios del petróleo ha resultado lapidaria.

Ante este escenario, y siguiendo la acción de la Fed (Sistema de la Reserva Federal, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos, Banco de México decidió continuar con una política monetaria altamente expansiva, buscando incentivar la economía mexicana.  Efectivamente, en lo que va del año, el Banco Central ha disminuido la tasa de referencia consecutivamente, llevándola de 7.25 a 4.5%, buscando alentar en la medida de lo posible la demanda agregada.

fed
Imagen: Expansión.

De acuerdo con el Instituto Central, la pandemia COVID-19 originará un choque sin precedentes que impactará de manera negativa tanto la demanda como la oferta agregada, lo que contribuirá a que la brecha del producto se haga aún más negativa.

Esto último permite anticipar que el Banco Central seguirá por la ruta de instrumentar una política monetaria expansiva, por lo que la atención de los analistas hoy se centra en anticipar el momento y la cuantía de los siguientes recortes en las tasas de interés. En este sentido, el entorno y la falta de una acción gubernamental contundente hacen suponer que la tasa de interés se ubicará en 4.0% al cierre del presente año.

Es un hecho que Banxico tiene margen para recortar las tasas de interés, sobre todo porque la Fed ha llevado prácticamente a cero la tasa de los Fed Funds; no obstante, hay que tener presente que en las circunstancias actuales, la demanda es inelástica a la baja de las tasas de interés, fenómeno que se conoce como Trampa de la Liquidez.

En el contexto de la Trampa de la Liquidez, las tasas podrían bajar de igual forma a cero por ciento en México y la actividad económica simplemente no repuntaría, de manera tal que la baja en tasas está limitada a un nivel, cercano a 4%, después del cual por una evaluación de riesgo se podría presentar una salida de capitales, y esto presionar el tipo de cambio y, por lo tanto, los niveles inflacionarios.

economia global
Imagen: Alto Nivel.

La caída de los ingresos petroleros y los ingresos tributarios impiden que México cuente un programa de apoyo a la actividad económica contundente y agresiva como ha sucedido en otros países. Ante una política fiscal inexistente y una política monetaria insuficiente, el impacto de la pandemia en la economía será total, ocasionando una caída del PIB de 10% en este 2020, la segunda caída más profunda de la historia de México.

Desafortunadamente, la lección de las últimas décadas muestra que, ya sea que los precios del petróleo sean altos o bajos, nuestro país no ha podido encontrar la fórmula para crecer.

A diferencia de México, en donde el Gobierno no cuenta con espacio para instrumentar un paquete de ayuda económica que permita apoyar la acción de la política monetaria, y de esta forma evitar la contracción de la economía, en Estados Unidos se han detonado diferentes programas millonarios en apoyo a la actividad productiva lo que seguramente se traducirá en una recuperación mucho más rápida.

Así, se espera en la economía estadounidense tenga una recuperación en forma de “V”, es decir, que después de una profunda contracción, se presente un fenómeno similar a la tercera Ley de Newton, que establece que a toda acción corresponde una reacción con la misma fuerza pero en sentido inverso, lo que augura al mismo tiempo una pronta recuperación de los mercados financieros.


También te puede interesar: Más allá del petróleo, 1ª Parte.

¿A dónde va la economía mexicana?

Lectura: 2 minutos

Cae indicador adelantado de la economía mexicana a menor nivel desde 2009.

El indicador adelantado, que se anticipa a la trayectoria de la economía mexicana cayó a su nivel más bajo desde septiembre, informó el INEGI.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), informó que la trayectoria del ciclo económico de México registró un descenso del 0.04 por ciento en el mes de junio, ubicándose en las 99.1 unidades, hilando ocho meses con resultados negativos y registrando su peor nivel desde los datos registrados en septiembre de 2009, afectado por la pandemia de la COVID-19.

“Con la nueva información tanto el indicador coincidente como el adelantado registran una moderación en la trayectoria descendente respecto a la publicada el mes previo”, indicó el INEGI en su reporte.

En su revisión mensual, cinco de los seis componentes del indicador registraron variaciones negativas.

Por componente, la tendencia del empleo en las manufacturas presentó una caída de 0.21 puntos en junio del presente año. Seguido del indicador de confianza empresarial, momento adecuado para invertir con una baja de 0.29 unidades.

En otro rubro, la tasa de interés interbancaria de equilibrio también bajó 0.44 puntos respecto al mes anterior. Por el contrario, el índice accionario Standard & Poors 500 registró un aumento de 0.05 unidades.

Además, el indicador coincidente presentó una caída mensual de 1.35 por ciento durante mayo, estableciéndose en los 89.82 puntos, su menor nivel desde que hay datos, es decir, desde 1980.

De esta forma, este índice acumula 24 meses con retrocesos, según datos de la institución.

El resultado de este índice se debió a que cuatro de los seis componentes que integran el indicador coincidente se encuentran decreciendo, además se ubican cuatro de ellos están por debajo de los 100 puntos, es decir, por debajo de su tendencia a largo plazo.

En su interior, el indicador de la actividad industrial cayó 0.69 unidades respecto al mes anterior. Por parte, el indicador global de la actividad económica retrocedió 1.57 puntos.

Mientras que, el índice de ingresos por suministro de bienes y servicios al por menor presentó un avance de 0.17 por ciento, lo que implicó romper con nueve meses consecutivos a la baja.

Más allá del petróleo, 1ª Parte

Lectura: 4 minutos

La historia económica de México no se puede entender sin una consideración especial al petróleo y los desequilibrios macroeconómicos que han ocasionado los interminables vaivenes de los precios internacionales de los hidrocarburos.

Hay dos posiciones que sintetizan la relevancia que ha tenido el petróleo en la economía mexicana:

1. La primera corresponde a José López Portillo, Presidente de México en el periodo 1976-1982 en el marco de su primer informe de gobierno el 1 de diciembre de 1977. “En la época actual, los países pueden dividirse entre los que tienen y los que no tienen petróleo. Nosotros lo tenemos. Tenemos que acostumbrarnos a administrar la abundancia”
2. La segunda corresponde a muchos analistas y sugiere que lo peor que le pudo pasar a México fue precisamente tener petróleo, ya que esto contribuyó de manera importante a postergar los verdaderos cambios estructurales que el país requiere, ocasionando rezagos económicos, desequilibrios e incertidumbre ante la dependencia de un producto cuya característica principal es una marcada volatilidad en los precios.

petroleo en mexico
Ilustración: Nexos.

Efectivamente, en este rango de ideas ha oscilado la evolución de la economía mexicana al menos desde la década de los 70 del siglo pasado. De hecho, la crisis de los ochentas, conocida como la década perdida, no se puede entender sin considerar la exuberancia registrada en los precios del petróleo durante los años setenta y su posterior colapso, debido a un exceso de oferta de crudo a partir de los primeros meses de 1981 y que fue resultado de una disminución en la actividad económica internacional.

Vale la pena poner en perspectiva lo que significa la exuberancia en los precios del petróleo. Los países desarrollados, particularmente Estados Unidos, mostraron una fuerte expansión económica en los setentas. En 1970 el PIB estadounidense creció sólo 0.2% para posteriormente expandirse a niveles cercanos a 6% durante los siguientes años, lo que generó una gran demanda de petróleo e impulsó los precios a las nubes; de esta forma, los precios internacionales de petróleo que a principios de los setenta se ubicaban en 1.2 dpb llegaron hasta 35.5 dpb en 1980.

Este fenómeno generó un impacto múltiple en la economía. Gran parte de la actividad económica en el lapso 1976 a 1980 se explicó por la expansión de la demanda agregada, que a su vez se vio influida por el crecimiento del sector petróleo y su impacto en el gasto público y la inversión privada, factores que originaron que se alcanzaran crecimientos del PIB de 9%; en dicho periodo con una tasa de desempleo que disminuyó constantemente.

petroleo
Imagen: El Economista.

Por otro lado, al incrementarse el potencial petrolero del país y tras anunciarse un agresivo de extracción de petróleo, se facilitó el acceso del sector público y empresas privadas a los mercados internacionales de capital, lo que propició un incremento desmesurado del endeudamiento del país con el exterior. De esta forma, la deuda externa como proporción del PIB pasó de 22% en 1976 a 36% en 1982, la mayor parte del endeudamiento público (30%) se concentró en Pemex.

Quizá uno de los efectos más perversos de esta “exuberancia” económica, fue el hecho de que México se convirtió en un país monoexportador. La inversión tanto pública como privada favorecieron el sector energético ante la creciente rentabilidad del petróleo, por lo que las ventas al exterior de petróleo aumentaron significativamente, al grado de que para el cierre de 1982, las exportaciones petroleras representaron 77% de las ventas totales al exterior.

El aumento de los ingresos por exportación de petróleo ocasionó una mayor participación de este sector dentro del PIB y en una modificación de la estructura de ingresos del sector público. Los ingresos públicos por concepto de petróleo se incrementaron 4.8% en términos reales de 1977 a 1981, y los ingresos impositivos tan sólo en 0.5%. De esta forma, la participación de los ingresos derivada de la venta de petróleo dentro de los ingresos totales, se incrementó de 7% en 1977 a 45% en 1982.

caida del petroleo
Ilustración: El Colombiano.

Desafortunadamente, el fuerte incremento en los precios del petróleo vino aparejado con presiones inflacionarias a nivel mundial, por lo que los principales Bancos Centrales instrumentaron una política monetaria altamente restrictiva. Efectivamente, la tasa de interés de política en Estados Unidos se incrementó de 4% en 1976 a 45% en 1984.

El resultado de esta acción de política monetaria fue un severo freno de la actividad económica mundial que empezó en 1980, continuo en 1981 y se agudizó en 1982. El PIB de los países miembros de la OCDE se expandió 4.2% en el periodo 76-79, en 1980-81 el crecimiento fue de 1.9%, y en 1982 fue de cero por ciento; en este último año el PIB de Estados Unidos incluso se contrajo 1.9%.

La ya evidente recesión mundial se reflejó en una caída en la demanda de petróleo y en el desplome de los petro-precios, que después de alcanzar máximos históricos de 35.5 dpb en 1980, se desplomaron hasta 11 dpb en 1986. De esta forma, se materializó el peor de los escenarios para México: caída en los precios de nuestro principal producto de exportación e incremento en las tasas de interés después de habernos endeudado de manera significativa.


También te puede interesar: La baja en tasas es insuficiente.

Mal augurio de la CEPAL para la economía mexicana

Lectura: 2 minutos

Pronósticos de crecimiento económico para México de la CEPAL empeoran

Las condiciones actuales del entorno local y global, no permiten a la CEPAL pronósticas un favorable panorama del crecimiento económico para México. el organismo estima una contracción del 9 por ciento en el 2020, principalmente por los efectos de la pandemia del COVID-19.

Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), reveló el miércoles 15 de julio las proyecciones de crecimiento para la segunda mayor economía de América Latina, empeorando su pronóstico en comparación a su revisión publicada el 21 de abril pasado, la Comisión estimaba una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de México de 6.5 por ciento.

La CEPAL señaló a principios de este mes que la pandemia del nuevo coronavirus podría provocar el cierre de alrededor de 500 mil empresas en el país.

Oscuro panorama para la región de América Latina

Para la región de América Latina y el Caribe, se espera una contracción de 9.1 por ciento. En abril, el pronóstico era una caída de 5.3 por ciento.

Alicia Bárcena también remarcó que la región se enfrenta a “una década perdida” pues la crisis del COVID-19 provocará que el PIB pér-capita de la región sea igual al de 2010.

Además, la CEPAL estima que 44.1 millones de personas pasarán a las filas del desempleo por la pandemia, lo que colocará la tasa de este indicador en 13.5 por ciento.

La secretaria ejecutiva enfatizó también el alza en la pobreza y pobreza extrema que se verá en América Latina y el Caribe. En el caso de la primera, el número de personas en esa situación pasará de 186 a 231 millones, mientras que en la segunda, la cifra subirá de 68 a 96 millones de personas.

En el caso de México, la estimación es que la cifra de personas en pobreza pase de 41.9 millones a 49.5 millones, mientras que la de personas en pobreza extrema subiría de 11.1 millones a 17.4 millones.

Recaudación al alza con una economía a la baja

Lectura: 2 minutos

Crisis económica y recaudación fiscal 2020 con datos dispares

Los pronósticos para la economía mexicana se ensombrecen en línea a los efectos de la COVID-19 deja a su paso en el empleo y el freno en las actividades productivas; sin embargo, las arcas del gobierno se ensanchan con un aumento del 3.2 por ciento, un incremento en la recaudación fiscal 2020 del SAT que a muchos desconcierta en medio de la crisis pandémica.  

El Servicio de Administración Tributaria (SAT) logró sortear el impacto económico de la pandemia del COVID-19 en el primer semestre del 2020, logrando recaudar 53 mil 600 millones de pesos al monto obtenido en el mismo del periodo anterior, resultado de una estrategia fiscal para cobrar deudas a grandes contribuyentes y una mayor vigilancia por parte del fisco.

El gobierno mexicano descartó todo tipo de estimulación fiscal para las empresas afectadas por la pandemia del COVID-19. A pesar del freno en las actividades productivas, el SAT no adoptó políticas más relajadas en apoyo a los empresarios, sino que ejerció mayores presiones a deudores.

Datos preliminares del SAT indican que entre enero y junio del presente año se logró una recaudación de impuestos por un billón 747 mil 684.7 millones de pesos, 3.2 por ciento más que el billón 694 mil 56.8 millones de pesos reportados en el mismo lapso de 2019.

Sin embargo, al observar la recaudación respecto de lo aprobado en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) 2020, lo que se aprecia es que el SAT llegó a junio por debajo de la meta de ingresos tributarios como es ISR, IVA e ISR, principalmente.

La LIF aprobó ingresos por impuestos por un monto de un billón 816 mil 189.7 millones de pesos para el primer semestre de 2020, pero el monto publicado por el SAT de recaudación a junio revela que hay un faltante de 68 mil 505 millones de pesos.

“En el primer semestre de 2020 obtuvimos una recaudación de 53.6 mmdp mayor que en el mismo periodo de 2019, a pesar de la pandemia. Con tu contribución se garantiza presupuesto para el sector salud y los programas sociales del gobierno federal”, sostuvo el SAT a través de su cuenta de Twitter.

El derrumbe económico de México

Lectura: < 1 minuto

Caída de la economía mexicana será de 7.10por ciento estiman analistas

Analistas privados consultados por Banco de México estiman una caída de la economía mexicana del 7.10 por ciento para 2020, año afectado por el coronavirus.

Una fuerte caída de la economía mexicana será inevitable y el crecimiento se alejará abruptamente de los pronósticos estimados antes de la crisis de la pandemia del coronavirus.

El freno que sufrió la economía mexicana durante el primer trimestre del 2020 ha sido sin precedentes y se compara con la gran depresión de 1929, por lo que será muy difícil contrarrestar los efectos en todos los sectores.

Bajo este escenario, analistas económicos consultados por el Banco de México (Banxico) estiman una caída de la economía mexicana del 7.10 por ciento para el cierre del 2020.

La expectativa del sector privado estimada en abril, considera los efectos de la pandemia del coronavirus, una reducción al 2.90 por ciento de la inflación, desde un 3.64 por ciento y un tipo de cambio en 23.05, mayor a las 21.95 unidades estimadas en marzo.

La mediana de las proyecciones fue calculada con base en las respuestas de 38 grupos de análisis locales y extranjeros recibidas entre el 23 y 29 de abril.

Te puede interesar: La factura económica del COVID-19

Economía de México ‘blindada’ contra coronavirus

Lectura: 2 minutos

AMLO descarta efectos del coronavirus en la economía mexicana

El coronavirus ha cobrado la vida de más de 110 personas e infectado a más de 4 mil en China, con registros de pacientes en al menos 30 países, afectando no sólo la salud de los habitantes sino con efectos en una de las economías más fuertes del mundo.

Ante las amenazas de una crisis económica arrastrada por los efectos del coronavirus en la economía china, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló este viernes que el Gobierno de México está preparado para mitigar los efectos del nuevo coronavirus (COVID-19) en la economía global gracias a su inversión en los programas sociales, las remesas que envían los mexicanos en Estados Unidos y el aumento al salario mínimo.

“Hay un ambiente internacional de incertidumbre económica-financiera, pero nosotros afortunadamente estamos bien. No es para ‘echar al vuelo las campanas’, pero sí se ha actuado bien”, dijo.

Programas sociales contrarrestan efectos del coronavirus en la economía mexicana

El presidente apuntó que su administración decidió fortalecer la economía popular y familiar a través de los programas de Bienestar.

“Las dispersiones de recursos económicos a los pueblos son únicas en la historia. El volumen de dinero que le está llegado a la gente de abajo, eso es importante”, agregó.

Resaltó también el monto de las remesas que los “héroes vivientes”, es decir, los migrantes mexicanos en Estados Unidos envían a sus familiares “porque todo ese dinero llega abajo”.

De acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), en los primeros once meses de 2019 se registró un monto récord de 32 mil 965 millones de dólares por remesas.

López Obrador mencionó que a esto se suma la política de aumento salarial para garantizar más ingresos para los trabajadores.

“El salario promedio de los afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) pasa a los 12 mil pesos mensuales. Es el más alto. Estamos hablando del salario promedio de más de 20 millones de trabajadores que están inscritos en el Seguro Social. Todo esto protege y ayuda”, comentó.

Para 2020, el Gobierno federal subió el salario mínimo, que pasó de 102.69 pesos a 123.22 pesos al día, lo que significa un ingreso mensual de 3 mil 746 pesos en el país. En tanto que para la Zona Libre de la Frontera Norte, el salario pasará de 176.72 a 185.56 pesos diarios, es decir, 5 mil 641 pesos mensuales.

Te recomendamos leer: Coronavirus y los potenciales escenarios para México