Fortaseg

Establece la AALMAC un puente para afianzar presupuesto a las alcaldías

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Gobiernos municipales de diversas tendencias políticas e ideológicas se han unido en busca del bienestar en sus comunidades, y también para lograr partidas presupuestales que les permitan cubrir los servicios básicos y con ello elevar la calidad de vida, así lo asegura Armando Quintero, alcalde de Iztacalco y presidente de la Asociación de Autoridades Locales de México (AALMAC).

Creada en 1997 ante la necesidad de transformar un modelo de gobierno local y de mostrar la capacidad de la izquierda mexicana, hoy en día, la AALMAC es la encargada de establecer una interlocución útil y efectiva entre los gobiernos municipales, estatales y federal, así como con los poderes del Estado. Está conformada por 399 gobiernos locales, con presencia en 26 estados de la República, 385 municipios y 14 jefaturas delegacionales de la capital del país, sus miembros contribuyen en la formación y mejora de la administración y los servicios que ofrecen los municipios.

En entrevista con El SemanarioArmando Quintero, también militante de Morena, resalta la efectividad de este organismo en función de brindar asesoría a los gobiernos locales en temas como desarrollo económico, finanzas, seguridad pública e infraestructura, entre otros.

 ¿Cuál es la agenda de trabajo que desarrollará como presidente de la Asociación de Autoridades Locales de México, A.C., y cuáles son las tareas más prioritarias?

En este momento, la parte más importante en la que estoy involucrado, como presidente de la AALMAC y de la Conferencia Nacional de Municipios de México (CONAMM), donde se agrupan las tres asociaciones más importantes de presidentes municipales ―tanto del PRI como del PAN y a los de la izquierda que están en la AALMAC― es una agenda en la que lo prioritario es ver el tema presupuestal.

Esto se relaciona con el Programa de Fortalecimiento para la Seguridad (FORTASEG), que es un recurso que se autoriza por la Cámara de Diputados, a propuesta de la Secretaría de Hacienda y Créditos Público (SHCP), que en este caso no lo hizo. Esta dependencia omitió proponer recursos económicos a través del FORTASEG a los municipios y estos recursos son apoyos a los salarios de policías, prestaciones, uniformes, armamento, para complementos de trabajo como moto patrullas o inclusive para capacitación de policías y para impulsar programas de prevención del delito con los ciudadanos.

El FORTASEG es un fondo muy importante que la SCHP mandó a la Cámara de Diputados con 0 pesos y 0 centavos. Por mi parte, ya hice contacto con la presidenta de la Comisión de Seguridad y Justicia de la Cámara de Diputados y con el presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara a efecto de que nos escuchen y apoyen a los municipios en la recuperación de los recursos de este programa, para que por lo menos se reitere el recurso de 2020-2021.

⋇ ¿Qué tan efectiva es la actuación de la AALMAC en la interacción entre autoridades municipales y los gobiernos estatales y federal?

Nosotros estamos haciendo nuestro trabajo para ser útiles en favor de los municipios, estamos comprometidos con esta representación y, adicionalmente a este asunto presupuestal, a la par estamos analizando deudas que tienen algunos municipios con la CFE y Conagua. También vemos asuntos con la Secretaría de Bienestar y con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat); asuntos pendientes de los municipios con distintas instancias del gobierno federal, que tienen uso y manejo de recursos de diversos tipos y género, no necesariamente económicos. Se busca bajar programas y proyectos, inclusive obras que beneficien a vecinos de los municipios que están en las manos de estas instancias federales; pues tocando sus puertas se apoya a los municipios con la autorización de programas de apoyo para mejorar la infraestructura urbana-social y de seguridad de los municipios. Todo esto representa el trabajo de coordinación entre la AALMAC y la CONAMM a nivel general del país.

⋇ ¿Cuáles son los resultados que ha logrado la AALMAC desde su origen y qué proyectos son necesarios para impulsarlos?

La AALMAC tiene muchísimos años y en el curso de su historia ha tenido diversos logros. En la consecución de recursos ―es lo que señalé de tocar y abrir puertas de órganos federales y estatales―, los municipios batallan mucho con los gobiernos estatales, quienes reciben los recursos federales para los municipios y no se los entregan de forma inmediata, entonces ese es un problema que tenemos y combatimos cotidianamente.

Entonces, es esta representación permanente en la AALMAC que debido a su fortaleza la hace ser, sin lugar a duda, la organización municipalista más importante de México.

⋇ ¿Cuáles son sus proyectos prioritarios en la agenda?

Por supuesto, todo el tema de seguridad, la nueva impartición de justicia cívica que estamos impulsando y asuntos vinculados a los municipios turísticos de playas. De hecho, el fin de semana hubo un evento en Mazatlán, Sinaloa, en el que estuvieron presentes la mayoría de los municipios playeros del país. Tenemos una vida muy activa social y políticamente hablando; existe una actividad muy amplia y muy basta alrededor de los trabajos municipales.

⋇ ¿Cómo vincula la agenda de la AALMAC con la agenda pública de Iztacalco, a qué le da prioridad?

“Le doy tiempo al tiempo”, como dice el poema de Renato Leduc. Encuentro momentos para cumplir sin menoscabo las dos representaciones. Las representaciones municipalistas son honoríficas, no cuentan con salarios ni prestaciones, todo es honorífico. Entonces esto se realiza con enorme responsabilidad y con enorme gusto en defensa del municipalismo mexicano, como un eje fundamental de la estructura del estado mexicano. La verdad es que vale mucho la pena. De ninguna manera se contrapone, entonces uno no tiene que optar por sacrificar actividades municipales, en este caso en la alcaldía de Iztacalco, por actividades generales de la representación municipalista, En resumen, encontramos tiempo a lo largo del día para poder desahogar todos los temas y todas las tareas.

⋇ ¿Cómo valora que el presidente de la AALMAC sea de izquierda?

La izquierda ha avanzado mucho en los territorios, sin lugar a duda, y la verdadera representación popular está directamente vinculada a los presidentes municipales y alcaldes del país, cuya participación es más relevante e importante que la representación parlamentaria. Entonces el que un presidente municipal o un alcalde como yo de origen de izquierda tenga esta responsabilidad, nos permite demostrar de qué estamos hechos y nos permite mostrar una gran visión y responsabilidad para poder representar a todos, en el caso de la CONAMM, pues en la AALMAC todos somos de izquierda. Entonces se ocupa tener una sensibilidad y una capacidad ―además de la experiencia― política capaz de entender esto y de poder representar a todos con la dignidad que se merecen todos los municipios.

⋇ ¿Ha enfrentado alguna resistencia de algún alcalde del país por ser de derecha o centro-derecha?

Por el contrario, la interacción que tenemos ha sido bastante respetuosa y digna, tanto en lo personal como en las relaciones que forjamos. La verdad es que existe una gran coincidencia en poner adelante el interés municipalista y no diferencias entre matices políticos.

⋇ ¿Cómo es su vínculo con los gobiernos de la CDMX y con el federal?

El vínculo es muy bueno con el gobierno de la ciudad, con el gobierno federal es más complejo, pero con todas las instancias que nosotros hablamos gozamos de un trato preferencial y de un trato bastante digno. En la representación personal y política que tenemos.

 ¿Hará mejoras a la estructura de la AALMAC?

Estamos trabajando en ello para que las estructuras actuales funcionen, porque ahora esto es lo más importante: que lo que ya tenemos funcione. Acabamos de tomar protesta a la presidenta municipal de Aguascalientes como presidenta de las ciudades capitales de todos los municipios de México. Y también le tomamos protesta ―semanas atrás― al presidente de Tlalnepantla como presidente de los municipios conurbados de México. Todos los municipios que tienen conurbaciones están representados y organizados por un comité cuyo presidente en representación es el ahora presidente de Tlalnepantla.

 ¿Qué sello dejará en la AALMAC?

Tenemos la firme convicción de ser útiles desde una visión de izquierda democrática y plural, con capacidad de gestión política y representación política ―que se utiliza mucho― capaz de construir diálogos con diversas instancias gubernamentales, estatales o federal, en favor siempre de los municipios.

La crisis de los municipios

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El episodio de los alcaldes que hace unos días fueron rociados con gas lacrimógeno frente al Palacio Nacional, cuando demandaban audiencia para abordar los problemas financieros que enfrentan sus ayuntamientos ante nuevos recortes presupuestales para el 2020, puso los reflectores en un desafío mayúsculo del régimen político mexicano. Más allá de la polémica por el hecho en sí mismo.

Por supuesto, llamó la atención el trato dado a los ediles, cuando en el mismo sitio, hace muy poco, encapuchados hicieron destrozos sin que hubiera contención ni mucho menos consecuencias, lo mismo que con antecedentes como las transgresiones a los derechos de terceros de normalistas o sindicalistas del magisterio.

Sin embargo, quizá resulta más revelador e importante el que este suceso colocara en la palestra la crisis de la institución municipal. Otra fractura estructural en agenda nacional, a la que no suele darse la atención que reviste.

Resulta paradójico que en el año en que tendríamos que conmemorar el establecimiento del primer ayuntamiento en América –hace 500 años en lo que hoy es el Puerto de Veracruz– se exacerbe la gran fragilidad de los gobiernos locales en nuestro país. Una descomposición que, desde hace años, sólo ha sido enfrentada con paliativos o remedios provisionales, en vez de entrarle con seriedad al desafío para acordar las respuestas de fondo que hacen falta, con una puesta al día del federalismo mexicano, incluyendo un nuevo acuerdo de coordinación fiscal.

-municipio amurallado.
Ilustración: Debate.

Causas de coyuntura y de fondo

La célula básica de la organización política en México, la primera ventanilla para la atención ciudadana, la instancia que tiene más que ver con el bienestar de la gente en lo inmediato, es la más precaria tanto en su disposición de recursos como en el desarrollo de sus capacidades. Por ello fue doblemente significativo ver a alcaldes con cartulinas que decían “Salvemos al municipio” o “Sin municipio no hay nación”, y que su protesta tuviera ese desenlace.

El detonador del conflicto fue una reducción abrupta al presupuesto de los municipios por más de 6 mil 500 millones de pesos, derivada de la desaparición o ajustes a diversos fondos o mecanismos de distribución de recursos.

En general, afectó mucho la desaparición del Ramo 23 del Presupuesto de Egresos de la Federación, cuyos recursos se destinaban a obras de infraestructura e inversiones en otros rubros. La medida tuvo que ver con los escándalos de “los moches”, con que partidos, legisladores y gobiernos negociaban con los ediles, donde la política-clientelar y acusaciones de corrupción contaminaban al proceso presupuestal. Sin embargo, si bien existía esa distorsión y hubo tanto abusos como desperdicios, esos recursos sí sirvieron para emprender obras importantes en muchos municipios.

La cuestión es que, como en otras situaciones con antecedentes de corrupción o malos resultados, se optó por cortar de tajo, en vez de corregir las prácticas irregulares y/o buscar alternativas.

De acuerdo con representantes de la fracción política mayoritaria en el Congreso, en función de ajustes a la Ley de Ingresos, se habría logrado un incremento de 31 mil millones de pesos para repartir entre los gobiernos estatales y municipales a través del gasto federalizado. Como sea, el problema estructural subsiste.

Por lo pronto, los municipios reciben 20% de la recaudación federal participable, la cual, de acuerdo con el proyecto original de presupuesto, tendría una caída de casi 1% para el 2020. Recibirían cerca de 2 mil millones menos por esa vía, por lo que no habría ajuste inflacionario. El Fondo de Fortalecimiento del Desempeño de Seguridad Pública (Fortaseg) tendría una disminución de 903 millones de pesos y 300 municipios perderán la recaudación del Fondo Minero. Son recortes que se dan sobre una situación de por sí muy débil, especialmente para los municipios con mayor marginación social, fuera de las ciudades o regiones más desarrolladas.

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Ilustración: Alejandro Gómez.

Costos y áreas de oportunidad

La debilidad de los municipios importa, y mucho. Recordemos que éstos se ocupan lo mismo de la recolección y disposición de la basura que de la seguridad ciudadana, a través de las policías preventivas y de tránsito. Son responsables tanto del alumbrado como del agua y el drenaje, del transporte y de la regulación en materia de construcción. Lo mismo supervisan los mercados públicos que los panteones.

¿Cómo podríamos superar retos de seguridad, como la extorsión a negocios, sin el concurso de este orden de gobierno que, a fin de cuentas, es el que conoce in situ la situación de la vida pública en su demarcación y es la autoridad más cercana para los ciudadanos?

Además, hay que situar este problema en un marco de estancamiento o recesión económica en varias zonas del país, que agrava la crisis de delincuencia de muchos municipios.

Aunque los ayuntamientos tienen la facultad de recaudar por concepto de impuesto predial y servicios como la distribución de agua, su desarrollo fiscal es, en general, muy incipiente, y en la mayoría, nulo. La recaudación que hacen los municipios apenas llega al 0.4% del PIB del país; en Brasil, alcanza el 2.4% y en Colombia el 3.7 por ciento.

En el debate sobre el futuro de México, y en particular, sobre su régimen político, es fundamental que demos al municipio el lugar que le corresponde; indispensable en la reforma pendiente para poner al día nuestro federalismo, lo mismo que en la que se requiere en materia hacendaria.

Salario.
Ilustración: Victor Solís.

Los grandes desafíos de la nación requieren de la perspectiva y de la aportación del nivel local. No podemos dejar en el desamparo al eslabón fundamental de nuestro régimen político, en el marco del Estado democrático de derecho. Hay que ir por un nuevo acuerdo federalista para enmendar las distorsiones actuales.

Dejar en la precariedad fiscal a los municipios es atentar contra el instrumento más cercano para procurar el bien común, pero también supone el riesgo de una centralización antidemocrática del poder público.

En un país tan diverso y plural como México, hay importantes diferencias entre los 2,462 municipios que tenemos. El caso de Oaxaca –mi estado natal– es emblemático, con sus 570 ayuntamientos, gran parte bajo el sistema de usos y costumbres. Sin embargo, hay un elemento que sí da un sentido común a esa diversidad: si las bases son frágiles, el edificio es endeble en sus tres niveles: municipal, estatal y federal.

El municipio no debe seguir siendo un tema marginal en la agenda nacional. Hay que darle la proyección que merece. Ahí radica buena parte de las capacidades y de las soluciones que están haciendo falta en muchos de los grandes desafíos de cada estado y de México, en su conjunto.

En suma, sí hay que salvar al municipio y fortalecer el federalismo mexicano para que estén a la altura de los retos del México de hoy y del futuro. Es la mejor forma de conmemorar los 500 años de la institución del Ayuntamiento en nuestro continente.