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Estamos viviendo en un mundo totalmente VICA y hay que entenderlo bien

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Si bien el acrónimo y concepto de entorno VUCA se creó en la década de los noventa, al finalizar la Guerra Fría en el US Army War College, hoy quizás más que en ninguna otra época de la historia de la humanidad reciente, estamos viviendo un entorno o mundo VUCA de forma exponencial.

El acrónimo VUCA, por sus siglas en inglés, viene de: Volatility (Volatilidad), Uncertainty (Incertidumbre), Complexity (Complejidad) y Ambiguity (Ambigüedad), y que al traducirse al castellano o español se define como VICA. Aunque muchos autores utilizan el acrónimo en inglés “VUCA”.

El concepto de entorno VUCA surge en el US Army War College que fue creado al terminar la guerra Hispano-estadounidense (abril-diciembre de 1898) en el año 1902 y la verdad es que ha tenido una interesante historia de cómo ha cambiado su visión y misión a lo largo de los años, hasta llegar al concepto de ser un verdadero centro de estudios para entender cómo preservar la paz y no cómo prepararse mejor para una futura guerra.

Al terminar la Guerra Fría (1947-1991, aunque autores la fijan entre 1945 y 1989), los norteamericanos entendieron, bajo la presidencia de Ronald Reagan (1981-1989) que el mundo cambiaría de forma radical ante la desaparición de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), la caída del Muro de Berlín, y el surgimiento de muchos nuevos países fundamentalmente en Europa, habría pues un entorno totalmente diferente al que hubo por prácticamente 44 años.

caida del muro de berlin
Ilustración: Timo Meyer.

La diferencia entre 1989 y 1991 del fin de la Guerra Fría, para no dejarlos con la duda, tiene que ver con el hecho de que en 1989 cayó el Muro de Berlín y fue en 1991 cuando Mijail Gorbachov dejó la presidencia de la URSS, que daría paso a la Federación Rusa encabezada por Boris Yeltsin (1991-1999).

Así en este entorno, se creó el concepto VUCA para entender ambientes complejos, impredecibles, poco o nada conocidos, y muchos etcéteras más, como sin duda es el que ahora estamos viviendo y por ello viene mucho al caso analizarlo y actuar en consecuencia, renovando los qué, el cómo y el porqué, frente a opciones como las que en su momento presentó y propuso Bob Johansen del Institute for the Future.

Resumo en unos cuantos renglones la “Solución VUCA Prime” de Johansen, que me imagino sirvió en su momento, pero que hoy esta totalmente fuera de consideración, desde mi punto de vista. Johansen creó una matriz que dice que frente a la volatilidad hay que tener visión, frente a la incertidumbre hay que responder con entendimiento (understanding), frente a la complejidad hay que actuar con claridad, y ante la ambigüedad hay que tener agilidad… La obviedad me resulta hasta tierna.

¿Qué quieren decir realmente los conceptos de VUCA?

La volatilidad es una condición de lo volátil que viene del latín “volatilis” que significa textualmente volar. Es la calidad de estar sujetos a cambios frecuentes, rápidos y significativos. En un mercado volátil, por ejemplo, los precios de los productos pueden subir o bajar considerablemente en un corto período de tiempo, y la dirección de una tendencia puede revertirse repentinamente.

volatilidad mundo vuca
Ilustración: Ragnar R.

Como regla general, una alta volatilidad conlleva un mayor riesgo. Esto se debe a su asociación con períodos de incertidumbre en el mercado, como el que ahora estamos viviendo y que seguiremos viviendo por varios años más; hay quienes piensan que sólo dos y para otros pesimistas que hasta cinco años.

La incertidumbre tiene que ver con la falta de seguridad, de confianza o de certeza sobre algo, que especialmente crea inquietud.

De una manera muy sencilla podríamos decir que la incertidumbre es la situación de desconocimiento que se tiene acerca de lo que sucederá en el futuro. La incertidumbre es algo que siempre va a estar presente en la vida de las personas, de las empresas, de los países, es una sensación de inseguridad, inclusive de temor, que hace que el individuo o las organizaciones se paralicen “momentáneamente”, y que en las condiciones actuales no nos podremos esperar a que la situación sea más clara y confiable, porque no lo será… La incertidumbre llegó para quedarse por un buen tiempo.

El origen de la palabra también viene del latín y se refiere a la carencia de “cierto” o certeza y de cualidad, es decir, que no hay certeza de una cualidad o de una condición.

La palabra complejidad desde un punto de vista etimológico es de origen latino, y proviene de plectere que significa “trenzar, enlazar”. El agregado del prefijo com- añade el sentido de la dualidad de dos elementos opuestos que se enlazan íntimamente, pero sin anular su dualidad.

complejidad
Ilustración: Robert Ignasiak.

En los diccionarios se refieren a complejidad como el “Conjunto de características de lo que está formado por muchos elementos”; dificultad, calidad de difícil o complicado; aparece también en la entrada de sofisticación.

El termino ambigüedad, también tiene raíces latinas formada por “amb” que significa “por uno y otro lado” o “por los dos lados”, más “agere” que quiere decir actuar o llevar adelante, y el sufijo “dad” que alude a “cualidad”. Al hablar de ambigüedad se hace referencia a una situación en la que la información tratada podría ser interpretada de diferentes formas o maneras. En otras palabras, se entiende por ambigüedad cuando una oración, palabra o hecho puede aludir a distintos significados o interpretaciones. También es sinónimo de duda o vacilación.

La ambigüedad es una situación en la que la información se puede entender o interpretar de más de una manera. El contexto tiene mucha importancia en la eliminación de las posibles ambigüedades; es decir, la misma información puede ser ambigua en un contexto y no serla en otro.

Como ven, la suma de los conceptos que conforman VICA o VUCA nos presenta un escenario amenazador y muy retador. Obviamente, como ya lo comenté, el escenario VUCA que había en los años noventa, nada tiene que ver con lo que hoy estamos viviendo y por ello las soluciones propuestas en aquel entonces hoy sólo nos deben servir como referencia y son dignas de análisis histórico y hasta ahí.

correr en el mundo vuca
Ilustración: GettyImages.

La pandemia provocada por el coronavirus, más los múltiples cambios tecnológicos, la BIG DATA, la Inteligencia Artificial (AI), demográficos, de automatización, de robotización, cambios radicales en el quehacer social, de acumulación desmedida de riqueza de unos pocos y la proletarización de los más, de muchas otras tendencias que ya se veían venir y que llegaron con esta situación que estamos viviendo y que nos ha desnudado frente a la realidad en muchos aspectos, o de tendencias que llegarán en el corto o mediano plazos, nos obliga a replantearnos una inmensa cantidad de supuestos, paradigmas y de hábitos que hasta hace poco fueron válidos.

Como lo he afirmado en varios de mis artículos y es principio fundamental de mi filosofía y metodología “hazlosencillo”, la planeación de largo plazo ha perdido absolutamente toda relevancia… De verdad, no pierdan ni su tiempo, ni ningún recurso en ella, la planeación estratégica setentera ha muerto.

Hoy debemos tener una inmensa capacidad de respuesta frente al entorno o los entornos. Nos vamos a tener que adaptar y ser inmensamente flexibles y actuar con gran rapidez: los individuos, las empresas, y los países que actúen con velocidad serán los grandes ganadores.

Tenemos que hacer un buen autodiagnóstico y saber qué capacidad o qué nivel tengo para manejar este nuevo mundo VUCA que apenas llegó y que hoy nos presenta muchas más dudas que respuestas. 

reinventarse en el mundo vuca
Ilustración: The Guardian.

Tengo que identificar para mi mercado y para mi empresa qué habilidades debo tener y cuáles tengo que desarrollar o contratar rápidamente. Hay inmensas oportunidades para generar alianzas estratégicas que hasta hace poco eran inimaginables. 

Todo mundo habla de reinventarse ante lo que está sucediendo y hay mucho de realidad en ello, pero ¿cómo se han reinventado o lo harán? Tenemos que ser aguantadores o resilientes frente al entorno de corto plazo, tenemos que ser perseverantes y defender nuestro propósito con todas nuestras capacidades, y les recomiendo que busquen soluciones sencillas sin que esto quiera decir que son simples.

Finalmente, les recomiendo mucho, el libro Antifrágil, las cosas que se benefician del desorden de Nassim Nicholas Taleb, editado por Paidós para entender mejor lo que estamos viviendo y cómo sacarle provecho… Realmente es un imperdible.


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Más pobreza e inestabilidad para México

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Hoy deseo tocar un punto que me ha estado dando vueltas en mi pensamiento, pues luego de la anterior participación  donde abordo el tema de la inseguridad fatal que vive nuestro país, hay algo que siento que se nos ha pasado por alto, y es el hecho de la cantidad tan importante de indocumentados que se han quedado en la CDMX y a quienes vemos en cada esquina pidiendo apoyo económico para comer (limosna) junto con su familia (niños, esposa, compañera, algunas embarazadas). Quizás las primeras veces te conmovían y les dabas algo, pero te acostumbraste a verlos así hasta llegar el momento en que sólo les dices “no tengo”, y con el paso del tiempo prácticamente ya sueles ignorarlos.

Hemos visto que el gobierno de la ciudad les proporcionó refugio (al principio), pero ahora me pregunto ¿dónde viven?, ¿qué comen?, ¿se asean? He pensado qué situación deben estar viviendo en su propio país como para tomar la decisión de emprender tan arriesgada aventura. Exponer a la familia a todo y salir con casi nada para llegar a otro lugar en donde se les trata como invasores, y en un lugar que también tiene sus propios problemas. ¿Nos hemos puesto a pensar hasta dónde pueden llegar por hambre? Podrían unirse y vaciar una de las tiendas minisúper que hoy tenemos, sin que nadie pueda pararlos, ¿quién se metería a intentarlo simplemente? Creo, salvo su mejor opinión, querido lector, que tenemos una bomba de tiempo; claramente lo vemos en el subempleo de nuestra propia gente a toda su expresión, desde vendedores de comida chatarra (como se les dice hoy), de cigarros al menudeo (aunque esté prohibido hacerlo), paletas, bebidas de todo tipo, verdaderos artistas del malabarismo, etc. Todos ellos al menos realizan un oficio, sí, pero sin prestación social alguna, en caso de enfermarse, ¿a dónde pueden recurrir?, ¿tendrían algún servicio de calidad?, ¿con asepsia?, ¿con medicamentos? El tema es muy complicado y desde luego que el panorama nunca es alentador.

Escalera
Ilustración: Straits Times.

Toda esa “desigualdad” que vemos diariamente, que pasa por enfrente de nosotros, lo más probable es que ya no le prestemos atención, por el mismo ritmo de vida que llevamos, el trabajo, el tráfico, la contaminación, la prisa, la imposibilidad de poder hacer algo para redimir el daño. ¿Realmente no podemos ayudar? ¿Estamos destinados a vivir así y resignarnos a no hacer nada? ¿Esperamos que sea el gobierno el que logre disminuir la violencia?, si bien es cierto que éste la propició, incentivó, aumentó,  ¿realmente tiene la posibilidad de atacarla? Durante este año hemos visto que las decisiones tomadas por el Ejecutivo han paralizado al país, lanzando mensajes a la comunidad inversionista de que “México es un peligro”, no hay confianza en nuestra moneda y estamos muy cerca de tener un ajuste cambiario (devaluación) que nos hundirá más y provocará mayor inflación. Es cierto que tenemos una balanza entre lo que exportamos e importamos de cierto modo parejo, pero en el momento que las partes que requerimos para fabricar productos de exportación suban, su precio de venta perderá competitividad, simplemente por ese sobrecosto cambiario y se volverá a las famosas “crisis” de los gobiernos priistas que pasaron cada seis años, consecutivamente, hasta que el presidente Zedillo, con los errores que se le puedan adjudicar, reconoció el triunfo del partido opositor, y no tan sólo eso, sino que dejó blindada la economía y pese también a los errores cometidos por las dos administraciones, la misma que duró 12 años, hasta el retorno del famoso “niño bonito”, quien permitió e hizo el saqueo más grande de toda la historia de México, junto con sus compinches gobernadores que aunque lograron capturarlos, no ha habido un retorno del dinero que cínicamente obtuvieron por medio de engaños y empresas fantasmas. Es lamentable que lo que todos sabemos y nos avergüenza ver es que no hay castigo, nada, sigue sin pasar NADA.

Retomando el tema toral, no sé si estén de acuerdo, pero si analizamos que el país se encuentra semiparado al no haber derrama económica ni trabajo, también me gustaría que alguien de los famosos asesores que tiene el Ejecutivo, nos haga el favor de explicarle que por esa misma razón (creada por él mismo) la recaudación de impuestos se fue también en picada y, claro, como para él “todo es producto de lo que le heredaron anteriores administraciones” (podemos constatarlo en las afamadas mañaneras), de la “corrupción”, ahora pretende ponerse mucho más estricto con las revisiones a quienes mantenemos al país, sí, los contribuyentes, que si bien en algunos casos se han visto en la necesidad de despedir gente para evitar cerrar sus negocios, hay otros que por desgracia tuvieron que hacerlo y ven con tristeza que todos sus años de esfuerzo se van, se pierden, como agua en las manos, con toda la impotencia de no poder hacer algo y tratar de sobrevivir con lo poco que les queda, y si es que aún hay posibilidad para intentarlo.

pobreza
Ilustración: Pinterest.

Por otro lado, vemos con pena, tristeza y, por qué no, con rabia, que se le invita a refugiarse a un personaje de Bolivia, con casa, alimento, transporte, guardias personales, y un ingreso de $150,000.00 al mes (más de lo que supuestamente gana nuestro honrado presidente). ¿Esto es posible? Si bien está contemplado el esquema en nuestra Carta Magna, se otorga dicho asilo político “sólo cuando” el solicitante lo pida, y en este caso no fue solicitado, se le invitó a venir a México en vuelos privados; se han visto las fotos en los periódicos, las redes sociales, vaya incongruencia del Ejecutivo, por un lado quita los presupuestos a estancias infantiles, la compra centralizada de medicinas por medio de una dependencia oficial, y para evitar la corrupción nos presume que vendrá otra “sacudidita”, o sea, más despidos e impuestos. Por eso, hay que sacar dinero de cualquier lado, para el presupuesto del 2020, despilfarramos el dinero de los contribuyentes, nuestros “impuestos”, manteniendo a extraños que su pueblo se cansó de sus fechorías, tranzas, manejos sucios y atinadamente lo echaron de la presidencia y, para muestra un botón, la presidenta interina, en menos de 15 días, ha puesto orden, convocará a elecciones para que vuelva la paz a su pueblo.

¿No deberíamos en México tomar ese ejemplo y hacer algo por nuestro país? Vaya tema, ¿verdad?, pero, como siempre, la última palabra la tienen ustedes.

Si me lo permiten, nos seguimos leyendo, ¡hasta la próxima!

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