narcotráfico

Las Paredes Gritan: Prexten, Maestros, Senadores

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Mota: un pasón adelante

Hace 100 años se realizó la primera legislación prohibicionista de la marihuana. Su sólo nombre producía terror entre mucha gente. Sobre todo, entre los más conservadores.

Ese prohibicionismo y toda la lucha mundial que se organizó frente a las drogas, dejaron en una situación crítica a muchos países. Entre ellos a México, que padece una guerra sin fin contra el narcotráfico.

Finalmente, después de todos los miles de problemas que trae consigo el narcotráfico, la marihuana camina, por primera vez, en un sentido legal.

Después de miles de muertos. Después de todo el caos que traen las drogas. Después de perseguir narcotraficantes, el Senado de la República aprobó en lo general el dictamen que regula el uso lúdico de la marihuana.

Suena bien y quizá sea “un paso adelante”… Pero más bien es un pasón que no cambia la realidad.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó la inconstitucionalidad de la “prohibición absoluta” del uso de la marihuana que aparece en la Ley General de Salud.

prohibicion de la marihuana
Imagen_ Expansión.

El Congreso legisla sobre la producción, el comercio y el consumo de la marihuana porque la jurisprudencia de la Corte lo obliga. La SCJN les dio de plazo el 15 de diciembre de 2020 para ajustar las leyes.

No existe un espíritu liberal en esta propuesta. No existe la idea de regular (como se hace actualmente en muchos estados de Norteamérica) para legalizarla o despenalizarla.

La idea de la Corte suaviza algunas restricciones, pero no llega más lejos. En el fondo, toda esta propuesta sólo generará más problemas y se perderá la lógica para atacar los problemas del narcotráfico.

No pretende legalizarla ni despenalizarla. Sólo permitieron aumentar el límite de posesión de 5 a 28 gramos y facilitaron el autoconsumo con un cultivo individual de 6 plantas.

“Conforme al dictamen aprobado, un ciudadano podrá tener libremente hasta 28 gramos para su consumo personal, lo que equivale a 28 cigarros, sin ser encarcelado o multado. En su domicilio, un consumidor podrá cultivar hasta 6 plantas, pero si comparte el piso con otra persona el máximo permitido será de 8 plantas” (Reforma, 19/XI/2020).

La ley facilitará las asociaciones de 2 a 20 integrantes que produzcan para su autoconsumo. Y no habla de la marihuana para su uso médico. Todo lo demás seguirá siendo delito. De 28 a 200 gramos implicará multas. De 200 gramos a 28 kilos será narcomenudeo y si es mayor el monto será narcotráfico.

¿Cómo modificará esta ley la realidad?… NPI.

Por si fuera poco, el gobierno creará el Instituto Mexicano para la Regulación y Control del Cannabis, como un órgano desconcentrado de la Secretaría de Salud. ¿Para qué demonios servirá?

Las ideas plasmadas por la Corte, en 2015, que hablaban de la “elección de nuestro plan de vida y nuestro modelo de virtud personal sin la intromisión del Estado”, quedaron en el olvido.

La gravedad del asunto es que el narcotráfico es un delito. Pero también es visto como un asunto normal, admitido por la sociedad. Sobre eso no se hizo nada.

narcotrafico y marihuana
Imagen: Nerilicón.

El narcotráfico es un problema nacional y representa una jugosa empresa lucrativa.

El “crimen organizado” no sólo identifica a los delincuentes. No es sólo el responsable de las miles de muertes en el país. El crimen organizado es un producto de consumo entre la sociedad, y las “Narcoseries” son un buen ejemplo.

Sobre el narcotráfico y el crimen organizado, hay música, libros, telenovelas, conciertos, películas y se consolidó como un fenómeno cultural. Y ahí, como en muchos otros temas importantes para la sociedad (el feminismo, la basura, etc.), los medios de comunicación juegan un papel vital.

Entre ellos se encargan de formar “la visión colectiva” que la gente tiene sobre nuestros problemas.

¿Hacia dónde vamos con esto?… A saber.

Narcocultura y periodismo

Con las películas y las series de televisión se produce una seducción por los narcotraficantes. En ellas, se le da una mirada superficial a los problemas que originan. Se crean imágenes falsas y se olvidan a los miles de muertos.

¿Por qué en el cine y la televisión no se abordan los problemas reales que surgen en el entorno social? Se trabaja en temáticas impactantes, interesantes, violentas, pero se deja fuera el contexto social de los lugares en dónde está presente el narcotráfico.

Hay una guerra en muchos lugares de la patria. Miles de gentes han sido y son asesinadas. Las fosas comunes nos hablan de una parte cruel de este proceso. Pero eso no se dice… O se oculta.

¿Y gracias a qué sucede esto? A la impunidad reinante en el país.

Es obvio que el crimen organizado tiene conexiones con los gobiernos locales, estatales y el federal. Pensemos en la acusación norteamericana en contra del General Cienfuegos. Esa relación entre el poder político y el narcotráfico genera muchos intereses económicos y políticos a nivel regional. Es un tema muy enmarañado de explicar.

marihuana
Imagen: Expediente Público.

En algunos estados, los reporteros son obligados a publicar notas sobre el narcotráfico. O a reproducir los discursos oficiales. La lucha de esos mensajes tiene un objetivo común: difundir los mensajes de los cárteles.

Ser periodista en México y trabajar en estos temas es muy complicado. Entre el año 2010 y 2020, se asesinaron a 138 comunicadores en el país. Con AMLO y la 4T se han matado a 38 periodistas, 19 de ellos en 2020.

¡Y eso que vamos requetebién!

Producto milagro

El Senado promovía con Jaime Maussan (investigador del fenómeno OVNI) un “producto milagro” para tratar el Covid-19, sin tener ningún aval científico. Se llamaba Hydrotene.

La Senadora morenista Lucía Trasviña impulsaba esta reunión. Al final se canceló por las quejas de mucha gente. Quizá la senadora andaba marihuaneada… O le gustan los OVNIS.

¿Sería todo resultado de un “churro”? No queda más que decirles: “Prexten Maestros, Senadores”.

La Cueva del Delfín

Dijo Marcelo Ebrard: “No hacer nada en caso Cienfuegos sería suicida”. No hacer nada con el resto de los corruptos, es morir. La 4T acabaría como Maradona.

¡Vientos huracanados!, si no me cortan mis nuevas seis plantitas nos veremos por acá el próximo jueves.


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Narcotráfico hasta los huesos: Salvador Cienfuegos

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La detención el 15 de octubre pasado del ex-secretario General Salvador Cienfuegos Zepeda, acusado de cargos vinculados a narcotráfico y lavado de dinero, confirma la absoluta penetración del crimen organizado en las instituciones del Estado mexicano.

El caso se suma a la captura por el mismo gobierno estadounidense del ex Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, el 10 de diciembre de 2019, acusado por delitos relacionados al tráfico de drogas y falsedad de declaraciones; y a la extradición del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera “El Chapo Guzmán”, el 19 de enero de 2017. Todos requeridos por la Fiscalía Federal del Distrito de Nueva York.

El caso de Cienfuegos es particularmente significativo por ser el Ejército mexicano, una de las instituciones con mayor prestigio y aprecio social, a pesar de la existencia de precedentes que ya hacían notar casos de militares corruptos. Crecientemente a partir de que involucraran a las fuerzas armadas en el combate del crimen organizado.

Y es que el Ejército mexicano tiene su historia y peculiaridades. No podemos asumirlo como cualquier otro ejército del mundo. Es un ejército que se define a si mismo como popular; que no pertenece a una oligarquía hereditaria o una “casta dorada” como ocurre en otros países de Latinoamérica.

Imagen: Reuters.

El Ejército mexicano surge de la Revolución mexicana, de la hibridación entre los militares profesionales con aquellos surgidos de las diversas facciones revolucionarias. Y en el presente, se alimenta, en la tropa y en sus mandos, de mexicanos provenientes de las clases populares y campesinas.

Pero pongámosle perspectiva histórica al análisis. En 1929 el presidente Plutarco Elías Calles organiza el Partido Nacional Revolucionario para contener y dirimir pacíficamente las disputas por el acceso al poder político en todos los niveles y ramas del gobierno. En este partido se incluyeron organizaciones obreras, campesinas, populares, además de un ala representativa de las fuerzas armadas. En 1938, con la ruptura entre el expresidente Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas del Río, presidente de la República en funciones, se crea el Partido de la Revolución Mexicana, incluyendo a organizaciones obreras que habían quedado marginadas y años después posibilitando la creación de partidos políticos opositores. En 1946, el partido gobernante es nuevamente refundado, esta vez con el nombre de Partido Revolucionario Institucional. Así se culminó el relevo generacional y la transición del gobierno de militares a civiles. Situación que se expresó con la exclusión de las fuerzas armadas como agrupamiento dentro del nuevo partido y con la elección de un civil como candidato a la Presidencia de la República, el Licenciado en Derecho, Miguel Alemán Valdés.

Y es el mismo Ejército que el General Manuel Ávila Camacho desprendió del Partido Revolucionario Institucional para despolitizarlo y establecerlo como garante de la paz, la defensa y la estabilidad interna.

A cambio, el Ejército mexicano ha gozado de todo tipo de privilegios, desde proponer de entre sus filas al presidente de la República, a quien deberá ser el próximo Secretario de la Defensa Nacional (o al menos una terna) hasta su propio régimen jurídico donde los militares juzgan a los mismos militares ante la comisión de faltas o delitos graves. Todo ello pasando por una gran opacidad en el manejo del presupuesto destinado a la defensa nacional.

Imagen: Nexos.

Por eso no es menor el hecho que nos ocupa. La captura del ex general Salvador Cienfuegos Zepeda no pudo haber ocurrido sin el conocimiento o incluso el consentimiento del gobierno de México en funciones. Tal parece que estamos ante la secreta cooperación al más alto nivel para enfrentar la penetración del narcotráfico en las instituciones del Estado mexicano y en lo más recóndito del tejido social.

Ante esto cabe preguntarnos: ¿Qué respuesta podemos esperar de los mandos y la tropa del Ejército mexicano? ¿Qué pasará con la cooperación en materia de seguridad trasnacional entre Estados Unidos y México? ¿Cómo puede serle funcional al gobierno de la “Cuarta Transformación” un golpe tan contundente al corazón del Ejército mexicano?

EN PERSPECTIVA, es necesario afirmar que el ex-secretario General Salvador Cienfuegos, bajo el principio de presunción de inocencia, será culpable sólo hasta que así quede demostrado. Sin embargo, el golpe está dado. Y ha sido impactando en la línea de flotación de la institucionalidad de México. Al caer el prestigio del Ejército mexicano, caerá en las manos de la Presidencia de la República todo el poder y toda la responsabilidad para conducir la gobernabilidad del país.

En otras palabras, la Cuarta Transformación ciertamente se está enfilando a un cambio de régimen, un cambio en las reglas del juego para el acceso y conservación del poder político. Todo parece indicar que nos encaminamos hacia una República presidencial centralista; y a un retroceso en los derechos humanos. Y esto ante la incapacidad del actual arreglo institucional de brindarnos paz, seguridad y justicia para nuestra persona, familia y bienes.

Y tú, estimado lector, ¿qué precio estarías dispuesto a pagar por estas garantías?


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Cienfuegos, otra hebra de la madeja

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La intempestiva detención del general en retiro Salvador Cienfuegos Zepeda en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, California, enloda hasta el cuello al Ejército mexicano, la institución más respetada y querida por el pueblo mexicano.

Se trata de un hecho sin precedente, ya que por primera vez un militar mexicano del más alto rango se ve implicado y es arrestado por las autoridades estadounidenses por delitos contra la salud.

El general que fuera el secretario de la Defensa Nacional en el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, enfrenta cuatro cargos, tres por narcotráfico relacionados al trasiego de heroína, cocaína, metanfetaminas y mariguana y, además, lavado de dinero. Todos cometidos entre 2015 y 2017.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó que el acusado, imagínese, era conocido como “El padrino” y usó su cargo oficial para ayudar al cartel mexicano identificado como H-2, a cambio de sobornos.

Las reacciones a esta detención inesperada han sido muchas y variadas. El ex zar antidrogas de Estados Unidos, Barry McCaffrey, por ejemplo, opinó que fue un arresto ofensivo, provocador para el Ejército mexicano y todo indica que no se le avisó al gobierno.

Sedena, corrupcion
Imagen: Connectas.

Aquí, en México, un tuit del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, casi confirmó que el gobierno mexicano no sabía nada del arresto.

El tuit del canciller decía: “He sido informado por el embajador Christopher Landau de los Estados Unidos que el ex secretario de la Defensa Nacional, Gral. Salvador Cienfuegos Zepeda, ha sido detenido en el Aeropuerto de Los Ángeles, California”.

Pero para cuando el canciller publicó su mensaje en su cuenta de Twitter, varios medios ya habían informado de la detención, lo que demuestra que el gobierno mexicano no sabía que el general iba a ser detenido.

Las implicaciones de este arresto son múltiples, sobre todo, porque se trata de un militar que ostentó el más alto rango de las fuerzas armadas de México. El segundo cargo más importante después del presidente de la República.     

El Ejército mexicano era la institución más confiable, respetada, competente y querida en México. Es el que auxilia a la población en caso de desastre natural, se suponía que detectaba y destruía todo tipo de estupefacientes, resguarda las instalaciones hídricas, eléctricas y estratégicas del país.

Con la detención de Cienfuegos se acaba el prestigio del Ejército mexicano, termina una era de respeto y cariño del pueblo mexicano hacia esa institución que parecía incorruptible.

Ejercito mexicano, guardia nacional
Fotografía: Defensa.

Lo más terrible es que casi todo ya está en manos de las fuerzas armadas: las aduanas, la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía y la edificación del Tren Maya.

Hoy, aunque no debería, el Ejército cuida nuestras calles, nuestras familias, nuestras ciudades y, además, se ha extendido su influencia con la llamada Guardia Nacional cuyos integrantes son en su mayoría militares.

Así como el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna –también detenido por narcotráfico por el gobierno de Estados Unidos– arrastra a Felipe Calderón y lo hace cómplice, lo mismo sucede con Salvador Cienfuegos y quien fuera su jefe, el expresidente Enrique Peña Nieto.

¿Alguien creería ahora que Peña Nieto ignoraba los nexos de su secretario Cienfuegos con el crimen organizado?

La detención de Cienfuegos y, meses antes, la de García Luna en Estados Unidos confirma que vivíamos, ya no hay duda, en un narcoestado desde hace varios sexenios.

Todavía no sabemos qué tanto le dijo al gobierno de Estados Unidos el “Chapo Guzmán”, tampoco que le dirá García Luna, y otra madeja del hilo se empieza a desenredar con la detención e inminentes declaraciones del general Cienfuegos. Al tiempo.


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El Ejército en plena decadencia

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Por más que se intente ocultar la verdad, no es la primera vez que el Ejército mexicano cae en total desprestigio a consecuencia de la falta de dignidad de sus miembros y la corrupción.

Los soldados siempre fueron altivos, recios y de una calidad inmejorable en cuanto a su lealtad y valores patrióticos. Ellos alentaron, consumaron e institucionalizaron la Revolución mexicana. Civiles se integraron con gallardía al sector militar para defender los ideales de la nación; se ubican, entre otros, a: Emiliano Zapata; Francisco Villa; Álvaro Obregón; Plutarco Elías Calles; Pascual Orozco; Lázaro Cárdenas, sin olvidar a Francisco J. Múgica, a Venustiano Carranza y Felipe Ángeles.

El Ejército Nacional se volvió vigilante estricto de los principios de la Revolución; a partir de que se inició el gobierno de los civiles, los militares olvidaron mantenerse guardianes de aspectos esenciales de nuestra lucha armada; se conformaron con recibir dádivas y sin duda la podredumbre los contaminó. Para mantenerlos tranquilos, los gobiernos civiles los llenaron de canonjías y de una libertad que llegó a convertirse en libertinaje. Los titulares de la Secretaría de la Defensa Nacional, no le rendían cuentas a nadie; su “lealtad” a los gobiernos civiles la “vendieron”. El dinero mal habido se convirtió en medidas de inmoralidad sin recato, negocios sucios, donde la soberbia y ambición, los acercó al narcotráfico.

Fue lamentable el triste accionar de la milicia en 1968, se les utilizó para actos de genocidio y carentes de sobriedad aceptaron el vergonzoso papel, a partir de entonces inicio su debacle. Se volvieron protagónicos de la “Guerra Sucia” en los años 70, donde incendiaron pueblos enteros.

Ejército Mexicano
Fotografía: Ejército Mexicano.

Hermenegildo Cuenca Díaz, secretario de la Defensa Nacional durante el mandato de Luis Echeverría Álvarez, fue el instrumento para asesinar a mansalva a civiles, incluyeron mujeres, niños y ancianos, con el pretexto de luchar contra guerrilleros. Gobernantes obtusos como Figueroa en Guerrero, ordenaba, desde aeronaves, lanzar vivos al mar no sólo a luchadores sociales, también a sus familias.

El pueblo repudiaba a los llamados “guachos”, los cuales mataban, robaban y violaban, creando un ambiente de perversidad e impunidad; insistimos, la deshonra para el organismo que debe defender la soberanía, no tiene paralelo.

El maligno papel de la tropa se incrementó cuando después de la “Guerra Sucia” se les utilizó para realizar labores policíacas, sin estar preparados; eso les permitió seguir recibiendo beneficios y absoluta libertad para un sinnúmero de tropelías.

El país de pronto se militarizó, los controles se establecieron en toda la región nacional, incluyendo aeropuertos, y no se diga ciudades enteras, estuvieron y están bajo el mando de quienes eliminan civiles ante la más mínima sospecha o desobediencia.

El militarismo controla el narcotráfico del territorio y es indudable que a la fecha mantiene esa condición tan deplorable; muchos de ellos no sólo protegen a los cárteles de la droga, sino que son ellos, los altos dignatarios, los que manejan la siembra y comercialización. Sin recato alguno les dejan el control de los estupefacientes a los mandatarios, a cambio, desde luego, de importantes montos, lo cual ha permitido hacer con el Ejército el gran negocio de las drogas.

general Cienfuegos Zepeda
Ilustración: Hecho Digital.

No se trata sólo de la detención del general Cienfuegos; muchos de sus antecesores están inmersos en la misma conducta del narcotráfico y el homicidio, donde obligadamente se encuentra el renglón de los famosos estudiantes de Ayotzinapa. En este sentido, son los únicos que pueden desaparecer a 43 jóvenes, que su único pecado era recabar dinero para sustentar sus gastos como internos de la Escuela Normal de Ayotzinapa, por ese hecho fueron ultimados, por quienes seguirán irremediablemente su perversa carrera antipatriótica.

Por más que se quiera responsabilizar exclusivamente el comportamiento criminal del general Salvador Cienfuegos Zepeda, él nunca actuó solo, lo hizo con los altos mandos del Ejército, con los jefes de zonas militares y ante ello, hacer una limpieza, no será tarea fácil, ya que son ellos los que cuentan con las armas y quienes mantienen el poder real en México.

Los gobiernos civiles tendrán que actuar con mucha prudencia para intentar una asepsia que reintegre al cuerpo armado de nuestro país por el sendero de la decencia y, aún más, por recuperar los valores patrios que deben ser la base de sustentación de quienes, en alguna época formaron el glorioso y heroico Ejército mexicano.


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En el mundo de las drogas

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Desde hace meses, la radio y la televisión mexicana están inundadas por la campaña nacional en contra de las adicciones. Es usual que los gobiernos desplieguen estas campañas. Teóricamente, se consideran herramientas de divulgación que acompañan la contención de los problemas que involucran las adicciones y que, entre otros ámbitos, incluye al de la seguridad y la salud pública. También es usual que la narrativa de estos mensajes sea reiterativa: mensajes dirigidos usualmente hacia jóvenes advirtiendo los riesgos de consumir alcohol y drogas. Lo que no es usual, pero sí urgente, es una campaña que se acompañe de políticas públicas de atención a los usuarios de drogas, y de una narrativa que humanice al consumidor.

En marzo pasado, el coordinador general de Comunicación Social y vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, anunció la Estrategia Nacional contra las Adicciones de la presente administración. Intitulada “En el mundo de las drogas, no hay final feliz”, incluye una serie de videos y audios difundidos en cadena nacional en la que alcohólicos y drogadictos hablan en primera persona de las consecuencias de su adicción. Entre otras cosas, mencionan: “Perdí la batalla, perdí todo, hasta el perro se fue”, “Yo ya soy una persona podrida. Ya no hagas nada por arreglarme”, “Uno se la mete [la mota] por gusto”. En otro video, un presunto ex halcón narra los delirios visuales de arañas y alacranes comiéndole producto de la intoxicación; en un video más, se enlistan los terribles químicos con que se preparan metanfetaminas.

La campaña es exitosa en ilustrar de manera cruda los horrores de las adicciones. El mensaje no es disimulado y eso se celebra considerando que suele infantilizarse al auditorio en temas de esta naturaleza. Sin embargo, tiene dos problemas. En primer lugar, apela a un individualismo del consumo que no siempre se sostiene en la práctica. Asumir que cada adicto en potencia invariablemente está en posibilidad de decidir sobre su adicción es un error de diagnóstico. Por ejemplo, existen investigaciones que documentan la forma en que grupos delictivos incentivan el consumo de drogas muy adictivas con intenciones de penetración social. El segundo problema consiste en que, en su afán por llevar el mensaje de la prevención al extremo, la campaña no sabe hablarle a quienes ya son adictos.

En un país en el que, según datos del propio Ramírez Cuevas, el consumo de drogas se ha incrementado 141% entre 2002 y 2017, parece razonable pensar en que el mensaje sea sensible a la circunstancia tanto de los potenciales como de los actuales consumidores. De lo contrario, y ante la falta de políticas sanitarias y de atención, es como si los drogadictos de la actualidad estuviesen en un limbo en el que –y siguiendo el guion de uno de los spots–, como personas “podridas”, no se puede hacer nada por “arreglarlas”. Además, mientras la discusión sobre la legalización de marihuana no aparezca sólidamente en el panorama cercano, la legalización de otras drogas ni siquiera se contemple, y las políticas de atención no sean progresivas, este tipo de campañas contra las adicciones serán más bien invitaciones personalizadas sin respaldo gubernamental.

mundo de las drogas
Imagen: En Movimiento.

Visto desde una perspectiva criminológica, el narcotráfico es un delito profundamente interesante. Es un delito sin víctima a priori. Teóricamente se trata de un acuerdo comercial ilícito entre privados, en el que uno vende (y quiere hacerlo) y otro que compra (y también quiere hacerlo). Esta aproximación, sin embargo, contrasta empíricamente. En la práctica, producto de marcos prohibicionistas, juicios morales y falta de estrategias de atención sanitaria, brotan las víctimas derivadas el narcotráfico. Como un tristemente célebre botón de muestra, están las víctimas de la masacre que ocurrió hace meses en un centro de anexión en Irapuato, Guanajuato. Urgen campañas que les hablen a quienes ya tienen adicciones, que humanicen a los adictos ante el público en general y, sobre todo, políticas públicas de atención a consumidores.


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Llamado de la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz

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En el marco de la reunión semanal de la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz, que preside el Alcalde Armando Cabada Alvídrez, se hizo un llamado a los padres de familia para que presten más atención a sus hijos y eviten que estos sean involucrados en las actividades criminales de grupos delictivos.

La violencia en México no para de crecer, tan sólo en el mes de agosto se registraron 162 homicidios dolosos, 152 de ellos vinculados al crimen organizado, 19 de las víctimas fueron mujeres y 97 asesinatos fueron cometidos por arma de fuego.

Ante esta tragedia, el Presidente Municipal señaló la importancia del cuidado de los padres sobre sus hijos y cómo estos deben monitorear el bienestar de su familia para evitar el ingreso de jóvenes al crimen organizado.

En dicha reunión, se presentaron los resultados relativos a las actividades de combate a la delincuencia implementados durante las últimas 24 horas, además, se mostró la estadística de incidencia delictiva correspondiente a los días del 21 al 27 de agosto.

En la reunión participó el secretario de Seguridad Pública Municipal, Raúl Ávila Ibarra; Luis Ángel Aguirre, director general de Policía Municipal; el coordinador general de Seguridad Vial, Sergio Almaraz Ortiz y el director general de Protección Civil, Efrén Matamoros Barraza.

 También colaboró el General Brigadier de Estado Mayor, Ernesto Joaquín Geminiano Jiménez; el fiscal de Zona Norte, Jorge Nava López; el inspector Jesús Francisco Holguín, titular de la Policía Federal en Transición a Guardia Nacional, Seguridad Regional; el comandante de la Agencia Estatal de Investigación, Hernán Pérez Rico; Amyklar Chávez Alarcón, comisario y coordinador regional Zona Norte de la Comisión Estatal de Seguridad; Joel Espinoza Sandoval, en representación de la Comisión Nacional de Inteligencia; Hugo Sígala, de la Fiscalía General del Estado; René Díaz, de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos; Elizabeth Guzmán, coordinadora regional de la Secretaría de Bienestar; Jorge Luis Garduza, encargado de las Fuerzas Federales.