Varios temas acerca del gremio magisterial y de la Nueva Escuela Mexicana han llenado las agendas informativas estos días y deseo reconocer los avances, que son de toda la sociedad.
Primero requiero destacar, para dar a conocer un poco más de la fuerza sindical a la que pertenezco, que la defensa de los derechos magisteriales bien ganados a través del camino institucional es algo en lo que ha creído fervientemente el Sindicato de Trabajadores para la Educación (STE).
Desde su formación, y ante la necesidad de una opción de sindicalismo tanto propositiva como representativa, el STE ha apelado a la democracia, a la transparencia y a la rendición de cuentas, y ha demostrado desde su fundación que la legalidad puede ser el camino para apoyar a los profesores en problemáticas del gremio, sin alguna distinción.
El STE también ha creído en la unidad desde sus orígenes, unidad que los propios profesores van gestionando al invitar a sus compañeros a una transparente vida sindical, donde no hay espacio para la corrupción, y en donde la defensa del gremio que uno recibe no cuesta ni un solo centavo. El apoyo a un profesor en alguna diligencia la hacemos porque estamos para servir a los trabajadores para la educación. El STE ha reafirmado que lo que nos une como profesores es más de lo que nos aleja, por eso al servirle a uno le estamos sirviendo a todos. Unidos vamos por los mismos valores y, así, los esfuerzos no quedan desperdigados.
Bajo esa idea de unidad, es completamente plausible cómo la Coordinadora Nacional de la Educación (CNTE), de Michoacán, anunció que no sólo se deslindaba de cualquier disturbio en su nombre, sino que los acuerdos de la Coordinadora con el presidente Andrés Manuel López Obrador permitieron la entrega de un bono pendiente a 28 mil docentes michoacanos, afiliados o no, o incluso pertenecientes a otras fuerzas sindicales.
Al hablar justamente de la necesidad de romper paradigmas a favor de la unión de todos, el segundo tema que exploro es acerca de los contenidos que la Nueva Escuela Mexicana propone, pues en la XLI Sesión Ordinaria del Sistema Nacional de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, el Secretario de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán, expresó lo que muchos pensamos con respecto a la violencia de género: son los valores que desde pequeños nos inculcan en casa y que se refuerzan en la escuela pueden hacernos reflexionar socialmente. Por ello, Civismo y Ética son el “bastión de lucha” con el que los profesores podrán auxiliarse para poner todos sus esfuerzos en la construcción de un tejido social sano.
Por último, el Covid-19 en algunos estados ya descendió lo suficiente para estar en semáforo epidemiológico verde y, de continuar así, enero sería la fecha para volver a clases presenciales. ¿Por qué es importante? Porque se permitirá que los estados decidan, con base en sus necesidades, si los niños vuelven a las aulas. Y porque se respetará el criterio de los padres de familia, al tener la opción de “Aprende en Casa”.
Otra herramienta que el Secretario presentó, como una ayuda necesaria e imperante para los líderes del futuro, hoy nuestra niñez mexicana, es recibir apoyo tanto en dudas escolares, como un soporte socioemocional en estados con semáforo amarillo. Se ubicarán dentro de la escuela y tienen el nombre de Centros de Aprendizaje Comunitario. Porque si bien los adultos estamos confundidos en un momento histórico, como lo es esta pandemia, aún tenemos la capacidad de imaginar y de crear un mundo esperanzador para los niños mexicanos. Seamos leales con ellos.
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